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RESEÑA CRÍTICA PARA LA PROMOCIÓN DE

SOCIOLOGÍA GENERAL
Facultad de Psicología U.N.L.P
1er. Cuatrimestre 2023
Docente: Verónica Sforzin

Nombre, apellido: Camila Allo


N.º legajo: 114445/0
Tema elegido: El Sistema Medico de Salud

Introducción
Debido a la grave situación acaecida actualmente a nivel mundial, pero principalmente en Estados
Unidos, por el uso indiscriminado de estupefacientes, que afecta gravemente a la sociedad en su
conjunto, constituyendo un grave problema de salud pública general, me parece importante enfocar
este trabajo en el análisis del problema ya mencionado.

La droga zombie
Desde 2020 con el comienzo de la pandemia por Covid-19. Estados Unidos fue arrasado por lo que
Joe Biden llamo una plaga de fentanilo. El fentanilo es un poderoso opioide 100 veces más fuerte
que la morfina y hasta 50 veces más potente y adictivo que la heroína, y a su vez mucho más barato
que esta. Sus efectos son mortales casi al instante, su consumo es la principal causa de muerte por
sobredosis en el país, en 2020 hubo más de 90.000 muertes por sobredosis en el año, y en 2021 más
de 106.000, aumentando así más del 16%. Esta sustancia fue aprobada para su uso médico, ya que
su uso legal es en los hospitales, para tratar fuertes dolores. Uno de los motivos por los que esta
droga se ha extendido tan rápido es que supone una solución barata para dichas dolencias, y en
países como Estados Unidos, donde la salud pública es limitada y los medicamentos son muy caros,
los pacientes recurren al mercado negro.
A esta problemática, en el último año se le sumo la xilacina, un sedante y analgésico veterinario.
Esta, solo está aprobada para su uso en animales. Estados Unidos decreto a esta anestesia como una
amenaza emergente para así poder liberar fondos para luchar contra esta sustancia, ya que logro que
la amenaza más mortal que había en el país, sea aún más mortal. Pues la xilacina, es mezclada con
otras drogas, en este caso el fentanilo, para que el efecto de este último dure más. Las personas que
se inyectan mezclas de drogas mezcladas con xilacina, comienzan a desarrollar heridas severas,
incluso necrosis, es decir que la piel comienza a pudrirse, obligando así a las autoridades sanitarias
a amputar los miembros afectados.
Esta combinación de drogas es la llamada “droga zombie”, pues afecta a las personas hasta que se
parecen a estos. Pierden el conocimiento del tiempo y el espacio, acaparan calles enteras para
acampar día y noche con el único fin de drogarse, y con sus heridas en la piel comidas por gusanos
y moscas, parecen salidos de una película de terror. Este suceso es algo nunca antes visto en el
mundo.

Durkheim y el suicidio anómico en la actualidad


Este autor, en su libro “El Suicidio” publicado en 1897, habla de varios tipos de suicidios, pero uno
en específico es el que toma como un hecho social. Estamos hablando del llamado suicidio
anómico, el mismo es producido porque las normas no están claras, o en otros casos, por la ausencia
de dichas normas. Se produce en sociedades donde hay un déficit patológico de regulación. Para
Durkheim, es aquel suicidio que surge en épocas de cambio sociales, en los que se producen
conflictos entre las normas antiguas y las nuevas. Se crean corrientes de desánimo y tristeza.
Estas situaciones patológicas pueden ser por ejemplo: periodos de guerra, donde las normas que
regulaban anteriormente la vida en la sociedad quedan en suspenso. Otro ejemplo son los momentos
de profundas crisis económicas que impiden seguir con la vida tal y como era conocida.
Trayendo esta problemática al día de hoy, me gustaría comparar al suicidio como tal, con un
suicidio progresivo, causado por el uso inconsciente de sustancias mortales.
El pico de muertes por sobredosis a causa de esta droga fue en 2020 con la pandemia de Covid-19.
A los adictos en recuperación que querían salir de este problema se les recomendaba dos cosas: no
aislarse y trabajar. Por lo tanto el confinamiento fue la tormenta perfecta para que esta situación se
saliera de control. Además, al no estar las normas claras, pues fue un momento de desesperación a
nivel mundial, las personas buscaban aludir la realidad y olvidar sus problemas recurriendo a este
opioide.
En otras palabras, la gente se está envenenando así misma. Científicos responden a la pregunta de
¿Por qué alguien querría tomar algo que sabe que lo va a matar? Y su respuesta es: esa es la
naturaleza de esta adicción, re programa tu cerebro para que su misión no sea sobrevivir, sino
conseguir la droga.
Y esto es lo que pasa en ese país hoy, la gente está muriendo y ni siquiera sabe que eso es así. Su
único fin es el de seguir consiguiendo las drogas para poder seguir drogándose, y en ese proceso se
enferma, como nunca antes visto. Esta droga te come la piel hasta crear heridas hasta el hueso, y
estas heridas al no ser curadas, y al seguir drogándose, se comienzan a llenar de gusanos y de
moscas. La única solución para que la herida no se siga extendiendo, es amputar dichos miembros
infectados.
Outsiders. Becker y los desviados del hoy
El autor habla de la desviación como acción colectiva. Considera a cualquier actividad humana
como acción colectiva, por lo tanto también considera de este modo a la desviación.
Nos habla de un punto de vista interaccionara, el que consiste en que hay que analizar a todas las
personas involucradas en cualquier episodio de desviación. Al practicar este ejercicio podemos dar
cuenta que para que ocurran esas actividades, requieren la cooperación explícita o implícita de
varios grupos o personas. Algunos de los principales actores no participan de la mala acción como
tal, sino que se presentan como agentes del cumplimiento de la ley y lo moral, podrían considerarse
las personas que los llevan ante la justicia, o les aplican ellos mismos el castigo correspondiente. Si
analizamos esto minuciosamente descubriremos que muchas veces lo hacen, pero otras veces no,
que tampoco lo hacen ni en todos los lugares ni a todas las personas.
Esa diferencia pone en duda cuestiones muy simples como lo que está bien y lo que está mal.
Vemos que muchas veces los propios actores no se ponen de acuerdo entre si sobre lo que es
desviado o no.
Así damos cuenta que estos actores de lo moral permiten que algunas acciones pasen desapercibidas
y no sean castigadas como corresponde, porque no vale la pena tomarse el trabajo o porque no hay
los recursos suficientes para tratar con todos los desviados.
Estos actores como la policía, las cortes, los médicos, los padres, etc. son los que tienen el poder
para que estas malas acciones no sigan ocurriendo, y al hacer la vista a un lado, dejan que sigan
ocurriendo. Esto mismo es lo que quiere demostrar el autor con el punto de vista interaccionara.
Volviendo a la situación actual que está transitando Estados Unidos, me parece que está claro que el
enfoque no tendría que estar puesto en los adictos en sí, si no en un estado que no hace nada, una
policía que hace la vista gorda, y un sistema medico de salud que no está preparado para combatir y
hacer frente a este suceso. Pues son ellos mismos los que con sus campañas de control de riesgo dan
las jeringas para que no se contagien de VIH, fomentando así el uso de dichas sustancias.
El sistema medico de salud, no tiene ni los recursos suficientes ni los médicos suficientes para
combatir a esta plaga. Lo único que pueden hacer es esperar a que pase la tormenta, pero esta vino
para quedarse.

Conclusiones
A partir de todo lo ya nombrado me parece importante remarcar que la culpa no cae en los adictos
como individuos, si no en todas las personas involucradas de su alrededor que dejan que esto siga
pasando. Está claro que en Estados Unidos no hay reglas ni leyes claras que los ciudadanos puedan
seguir, la falta de normas hace que la gente no se sienta cuidada por su propio estado y recurra a la
droga como la única salida. Volviendo así esta situación en una gran alarma para el sistema medico
de salud.
Ya han informado que encontraron una cura para las personas que llegan a los hospitales por
sobredosis de fentanilo. El problema ahora es la forma masiva en la que se extiende la xilacina, la
anestesia que mezclan con otras drogas, en este caso el fentanilo ya mencionado. Esta, al ser de uso
veterinario, se convierte en un gris a la hora de poder salvar a una persona que llega sufriendo, ya
que no hay cura existente, y no parece que la haya en el futuro próximo. Otro problema que se
encuentra con la xilacina, es que tampoco sale en los análisis toxicológicos de rutina.
Pero además de los casos extremos de sobredosis, que lamentablemente no son pocos, el verdadero
problema se encuentra en la calles. Ya han encontrado estas sustancias en 48 de los 50 estados que
componen a este país.
El problema con las drogas no es tratado con la seriedad que merece, estamos acostumbrados como
sociedad a levantar el dedo y juzgar a los adictos como si realmente fuera su culpa, cuando
realmente la culpa reside en un estado que no se hace cargo y un sistema de salud que no se
encuentra preparado para afrontar la problemática.
Trayendo esta problemática a Argentina, el consumo de drogas se encuentra naturalizado para la
mayor parte de la sociedad. Actualmente casi 7 de cada 10 jóvenes se drogan o se han drogado. En
la noche platense el uso de drogas es muy frecuente, y es claro que las autoridades tienen pleno
conocimiento de tal situación, sin que se tome medida alguna al respecto. Las fiestas electrónicas,
los boliches, la noche, es algo de público conocimiento y a nadie le sorprende hoy en día ver a una
persona drogada, o escuchar en las noticias que otro joven murió en una fiesta electrónica.
Hoy en día en nuestro país, y así mismo en Estados Unidos, las drogas se consiguen fácilmente por
internet. Un problema grave para el sistema medico de salud pasa a ser una alerta a nivel nacional, y
la misma nación es la que no toma las medidas necesarias.
Los mismos centros de rehabilitación son los que dejan libres a los adictos cuando todavía no están
preparados para retornar sanamente su vida en sociedad.
Una posible solución que puedo encontrar a la problemática social ocasionada por el uso
indiscriminado de drogas, teniendo en cuenta que el sistema medico de salud no se encuentra
preparado para resolverlo, es empezar a capacitar gente para que pueda ayudar e intentar por medio
de campañas y capacitaciones generar consciencia social al respecto. Realmente preocuparnos por
tratar de resolver este problema, y no solo hablar de él y juzgarlo como si fuera algo que no nos
atraviesa a todos como sociedad en conjunto. No solo les pasa a los adictos como individuos en sí,
sino a toda la sociedad, de un problema individual paso a ser un hecho social masivo sin escalas.

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