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La
construcción de barrios náuticos en los humedales de
Hudson (Pdo. de Berazategui)
From the front of the river, from back to population. The construction of
nautical districts in Hudson weatlands (Berazategui)
Resumen
Desde hace ya dos décadas, el espacio urbano se fue convirtiendo cada vez más en una
mercancía, producto de transformaciones territoriales con el objetivo de obtener el mayor
provecho económico posible. El objeto de esta investigación son las transformaciones
territoriales que impactan en el funcionamiento de los humedales de la zona ribereña de
Hudson (Partido de Berazategui), ligadas a la mercantilización y apropiación de ese bien
común, para construir urbanizaciones cerradas acuáticas durante el neodesarrollismo (2003-
2015).
Desde el punto de vista metodológico, para abordar esta investigación se llevaron a cabo el
análisis de publicaciones periodísticas en los diversos medios de comunicación local y
nacional, junto al análisis de artículos académicos. Por otro lado, se realizaron registros de
campo, entrevistas a informantes clave, y observación directa en terreno. También se realizó
un relevamiento y análisis de documentos oficiales, como normativas, autorizaciones
realizadas, y el informe técnico que avaló lo proyectos.
Abstract
For two decades now, the urban space has increasingly become a commodity, the product of
territorial transformations with the aim of obtaining the greatest possible economic benefit. The
object of this investigation is the territorial transformations that impact on the functioning of the
wetlands of the Hudson riparian zone (Partido de Berazategui), linked to the commodification
and appropriation of that common good, to build closed aquatic urbanizations during neo-
development (2003-2015).
From the methodological point of view, to analyze this research, the analysis of journalistic
publications was carried out in the various local and national media, together with the analysis
of academic articles. On the other hand, field records were made, interviews with key
informants, and direct observation in the field. A survey and analysis of official documents were
also made, such as regulations, authorizations made, and the technical report that endorsed the
projects.
Desde hace ya dos décadas, el espacio urbano se fue convirtiendo cada vez más en
una mercancía, producto de transformaciones territoriales con el objetivo de obtener el
mayor provecho económico posible. Con el afán de extraer la mayor renta del suelo
urbano, se terminan llevando a cabo prácticas extractivas en la ciudad, de la mano de
actores privados y con una participación escasa o inexistente de la iniciativa pública.
Este modelo corresponde a una nueva etapa de acumulación, donde se despoja a
ciertos sectores de la sociedad del territorio, los bienes comunes y la cultura (Massuh,
2012). Además, se produjo sobre la base del modelo especulativo rentista articulado
con diversos fenómenos como la especulación inmobiliaria, la multiplicación de
construcciones “Premium” (Puerto Madero, o construcciones en altura), y los mega-
emprendimientos urbanos y turísticos (Svampa y Viale, 2014).
Dicho esto, el objeto de este trabajo son las transformaciones territoriales que
impactan en el funcionamiento de los humedales de la zona ribereña de Hudson
(Partido de Berazategui), ligadas a la mercantilización y apropiación de ese bien
común por parte de Grupo Caputo con el aval del Estado Municipal, para construir
urbanizaciones cerradas acuáticas durante el neodesarrollismo (2003-2015).
Particularmente, se hace alusión a dos mega-emprendimientos privados que se vienen
desarrollando en la costa de Hudson, Puerto Trinidad, y Pueblos del Plata (que abarca
4 countries), que en conjunto están formados por casi 600 ha.
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Al mismo tiempo, el Estado comenzó a desplegar una serie de acciones “compensatorias” en busca de
lograr adhesión y gobernabilidad (Varesi, 2011).
torno a las irregularidades del proyecto, los actores implicados, el papel del municipio,
entre otras cuestiones. Se analizaron también artículos académicos que trabajaron los
procesos de configuración y transformación del territorio, y artículos que abordan el
proceso de construcción de urbanizaciones cerradas sobre zonas bajas o de
humedales, y algunas incidencias que generan.
Por otro lado, se llevaron a cabo diversos registros de campo, que implican entrevistas
a informantes clave (Habitantes de Hudson, Municipio de Berazategui, inmobiliarias
locales), junto a una observación directa en terreno. Además se realizó un
relevamiento y análisis de documentos oficiales, como normativas, autorizaciones
realizadas, y el informe técnico que avaló los proyectos.
El origen de este circuito se remonta a la década del ´70 con la construcción del club
de campo El Carmen, que surgió como un emprendimiento de fin de semana y luego
fue mutando a la vivienda permanente. Sin embargo, la verdadera explosión de este
corredor ocurrió en los años ´90, con el club de campo Abril, un complejo elegido por
empresarios y personas de gran poder adquisitivo. “Abril brinda el primer hincapié a la
zona y a partir de ahí comienzan a surgir otros emprendimientos”, señaló Hernán
Goldoni, de la inmobiliaria Goldoni Propiedades. Después fueron surgiendo El
Carmencito, Fincas de Iraola I y II, Las Acacias, los Ombúes de Hudson, Fincas de
Hudson, Hudson Park, Greenville, Altos de Hudson I y II, Reserva de Hudson, entre
otros emprendimientos.
Lo que resultó novedoso en los últimos 20 años fue el agua, que se encuentra de
manera abundante en la localidad por ser considerada una ciudad costera. El agua se
tornó protagonista para la construcción de las urbanizaciones cerradas, y elemento de
deseo de muchos por garantizar, en algún punto, el contacto directo con la naturaleza.
En palabras de O´Keefe, "históricamente, la proximidad del agua fue un aspecto
buscado por toda la población”. En la actualidad, la escasez de este recurso en
general y de ofertas concretas en particular le da a este preciado elemento una
valorización todavía superior. Está comprobado que entre emprendimientos con lotes
al golf, polo o agua, esta última opción es claramente la más valorada por el público y,
por ende, la más rentable para desarrolladores y para los consumidores, que serán
quienes tengan que mantener luego el amenity.
Con este ideal se fue dando una nueva lógica de ocupación para la construcción de
estos emprendimientos principalmente en zonas bajas y costeras de la localidad, para
el aprovechamiento de espejos de agua. Así, fueron consolidándose barrios como Las
Golondrinas que posee una laguna de 4/5 hectáreas apta para la práctica de deportes
náuticos en embarcaciones sin motor y pesca deportiva, Puerto Trinidad, y los cuatro
barrios que conforman Pueblos del Plata (Ver figura N°2).
Fig. N°2: Barrios náuticos Puerto Trinidad y Pueblos del Plata en el área ribereña de
Hudson.
Fuente: NosDigital, disponible en: http://www.nosdigital.com.ar/wp-content/uploads/2015/03/costa-
hudson.jpg
Sin dudas, en palabras de los desarrolladores y los brockers “apostar por Hudson fue
una decisión acertada, fue la oportunidad de incursionar en una nueva zona, con una
propuesta muy atractiva”. Sostienen que el recurso hídrico resulta un atributo natural
de los emprendimientos, e indudablemente le agrega un plus a los mismos. ¿Por qué
se eligen estos territorios? Muchos proyectos urbanos fueron respondiendo a nuevas
demandas, relacionadas con la búsqueda del confort generado por el paisaje. Con
esto se quiere decir que la asociación verde + agua se ha tornado un bien escaso, que
se empezó a valorar en los ámbitos urbanos, permitiendo que la mayoría de los
nuevos proyectos urbanos cuenten con vista/uso del preciado elemento líquido,
además de generar rentas diferenciales debido a su presencia. Es así que el capital
inmobiliario financiero procurará tierras económicas para construir este tipo de
emprendimientos, permitiendo edificar con vista/accesos al agua y para un público en
particular (Ríos, 2012).
“con una excelente ubicación, estratégicamente seleccionada a solo 32 km del centro de la Ciudad por la
Autopista Bs. As. - La Plata hacia el río, en la localidad de Hudson, Berazategui, se desarrolla Pueblos del
Plata, uno de los complejos más importantes de la zona, sobre 250 has. Pueblos del Plata cuenta con los
factores más importantes en una decisión inmobiliaria”.
A ello el brocker agrega que este emprendimiento tiene un acceso increíble que no lo
tienen los otros barrios (del lado oeste de la autopista), ya que tiene subida directa a la
autopista, y te separan 25 minutos de Puerto Madero, y 30 minutos de la ciudad de La
Plata. Y enfatiza que existen diversas accesibilidades de pago para obtener el terreno.
Cuenta que se puede pagar la mitad de contado y después en 12 cuotas, y también se
pueden realizar acuerdos y negociaciones a partir de una pequeña reserva (300
dólares o 5 mil pesos) con compromiso de compra. Con ello, ya sacan el terreno de la
comercialización.
“No tenemos competencia directa en esta zona, porque no van a encontrar algo así de avanzado y
consolidado, y con nuestras accesibilidades para el pago. Este tiene un acceso increíble que no lo tienen
los otros barrios (del otro lado de la autopista). Estas a 25 minutos de Puerto Madero” (Brocker de
Pueblos del Plata).
“otra características que tenemos a diferencia de otros barrios es que, con respecto al tema seguridad,
acá no tenes ninguna vivienda, nada alrededor de los barrios. El barrio linda con el mismo barrio, y la
diferencia es que atrás está Puerto Trinidad, que es otro barrio cerrado, entonces no hay ningún peligro ”.
Además, en el discurso de venta, se enfatiza en que Pueblos del Plata contará con
diversas áreas destinadas diversos servicios como colegios, centro médico, paseo de
compras y un club deportivo común de más de 100.000 m2 para todos los barrios
(Canchas de Tenis, Fútbol, Rugby). Todos tendrán servicios por tendido subterráneos,
pavimento de hormigón por bloques articulados (de mayor calidad), y un plan de
forestación. Las lagunas artificiales no son un detalle menor ya que son especialmente
diseñadas en armonía con su entorno para prácticas deportivas, pesca, etc. Pero
también, son ofrecidas como un plus de los barrios, ya que le agregan valor. Las
campañas de difusión realzan imaginarios de grupos sociales que quieren vivir en una
suerte de “urbanización verde”, próximos al campo y en conexión con la naturaleza, y
rodeados de seguridad y exclusividad (Fernández, 2012). Sin dudas, la visibilidad es
importante a la hora de elegir un terreno, tal como menciona el entrevistado,
“Los lotes internos tienen menor altura, cuanto más cerca de la laguna menos altura de terreno por una
cuestión de visibilidad a la laguna. Lo que tiene el lote 193 (el que nos mostró) en relación precio calidad
es que está en el medio de donde se une la isla oeste y la central, entonces tiene este espejo de laguna
gigante. En otras partes del barrio el metro cuadrado sale lo mismo, pero tenes menos visibilidad de la
laguna” (Brocker de Pueblos del Plata).
A su vez, para producir estos espejos de agua, y para poner en condiciones estos
countries, se realizó y aún se continúa realizando uno de los mayores movimientos de
tierra que sufrió Berazategui en toda su historia, a través de retroexcavadoras,
niveladoras y demás maquinaria pesada, con las cuales extraen y distribuyen tierra y
tosca de un lado para otro. En otras palabras, se rellena el suelo, elevando la cota de
la tierra en más de 3 metros, en áreas que naturalmente se encuentran cotas de 5
metros para abajo. Esta particularidad muestra que la ubicación de estos
emprendimientos se dio en una amplia zona delimitada entre la autopista Bs.As.-La
Plata y el río de La Plata, sobre un área deprimida y de humedales, que resultan
alterados para que sean posibles de urbanizar.
Sin embargo, todo esto no hubiese sido posible sin la intervención del Estado, quien
tuvo un rol importante frente al desarrollo de estos emprendimientos en materia de
inversión (con fondos públicos), principalmente en infraestructura y equipamientos
urbanos, y en torno a la normativa. Por un lado, se construyó el camino costero (calle
63), el murallón, y está en proceso la Avenida Costanera Norte. Para llevar adelante
estas obras, se elevó el terreno cuya cota estaba por debajo de los 5 metros, y se
construyó un terraplén que es una barrera de contención a las inundaciones periódicas
del río, cortando el ciclo natural de provisión de agua. En otras palabras, el murallón
de más de tres metros de alto y el camino costero, más alto aún de su nivel original,
actuarían como un dique de contención para evitar que se inunden –por las crecidas
del río- todos los emprendimientos inmobiliarios planificados para la región.
“En su momento la empresa presentó todo, digamos un expediente con el tema de impacto ambiental,
que tiene que estar firmado por un especialista en eso. Con la matriz, se tenía la aprobación y demás. Eso
se presentó, se analizó en La Plata, y primero se lo aceptaron y después se lo refutaron” (Ingeniera de la
Municipalidad de Berazategui).
Por su parte, el brocker manifestó que al día de la fecha, ya poseen todas las actas
aprobadas de Autoridad del Agua (ADA), Organismo Provincial para el Desarrollo
Sostenible (OPDS), hidráulica (que son las más difíciles), solo resta catastro, y agregó
“acá hay otros barrios que no tienen ni las actas aprobadas, y esos barrios venden
casas, compran casas, nosotros tenemos todo al día. Son los barrios del otro lado de
la autopista, hacia adentro”. En otras palabras, el gobierno municipal generó las
condiciones para que esas grandes inversiones inmobiliarias pudieran realizarse. Tal
como puede verse en la carta que firmó el secretario de Gobierno interino (el 26 de
agosto de 2011), en la que considera que “la propuesta presentada se encuadra en los
lineamientos que este municipio planifica, a mediano y largo plazo, para el futuro
desarrollo del área ribereña”. Se dio una especie de acuerdo entre las autoridades
locales y los desarrolladores de las urbanizaciones cerradas, donde el Estado jugó un
rol significativo en tanto dinamizador del capital (Ríos, 2005).
La planificación y gestión del territorio, desde el Estado se adecua al modelo
neoextractivo planteado, y
“el planeamiento va adquiriendo un carácter crecientemente facilitador para dar respuestas a los intereses
privados, a partir del uso discrecional en el ámbito municipal de la ley provincial de uso del suelo 8912 o la
modificación de las normativas que regulan su uso y ocupación, para ofertar suelo posible de urbanizar en
sectores ambientalmente comprometidos” (Etulain, 2004:29).
Cabe destacar, que se producen al interior del mismo, complejos procesos de tensión
entre diversas dependencias y niveles jurisdiccionales respecto a competencias
relevantes sobre las particularidades de la urbanización de estas áreas costeras
inundables. En este sentido, las instancias estatales con incumbencia en la evaluación
de impactos referidos a modificaciones que incluyen remoción de suelos, cambios en
niveles de cota y drenajes, realizados por proyectos de urbanización, han estado en
tensión en la provincia de Buenos Aires en la última década. Se trata de un complejo
proceso que combina la descentralización de funciones, otorgando a los municipios
capacidades de aprobación de proyectos; con la jerarquización de organismos
provinciales con capacidad de evaluar e incidir en estos procesos de urbanización en
áreas ambientalmente vulnerables. Estos procesos, no exentos de contradicciones,
otorgan al Estado, en sus distintos niveles, diferentes capacidades de intervención en
la problemática. La resolución 29/09 de la Provincia de Buenos Aires, la injerencia
otorgada al Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), y el relativo
retroceso reciente respecto a dichas prerrogativas provinciales en favor de las
capacidades municipales, constituyen parte del complejo escenario normativo donde
se enmarcan los procesos de urbanización abordados.
Estos emprendimientos están ubicados en suelos cuyas cotas están por debajo de los
5 metros sobre el nivel del mar, y por lo tanto se ven ante la necesidad de hacer
remoción de suelos y elevar los mismos para hacer viable su construcción (Etulain,
2004). Esto implicó una serie de transformaciones para poner este territorio en
condiciones de habitabilidad, modificando su naturaleza para producir “paisajes
escenográficos” prefabricados (Fernández, Kochanowsky y Vallejo, 2012) (Ver figura
N°3).
Fig. N°4: Remoción de suelos para construcción de polders, calles internas y lagunas
artificiales. Fotografía de Pueblos del Plata.
Es decir que la superficie de humedales que hoy forma parte de los mega-
emprendimientos inmobiliarios de Hudson ha funcionado como reguladora de los
desbordes del sistema de canales y cuyos suelos, con rugosidad natural y de poca
pendiente frenan la escorrentía y absorben gran parte del agua de las precipitaciones.
Al modificar el nivel elevándolo, se actúa sobre esa capacidad de absorción de los
suelos al producir mayor escorrentía o velocidad de drenaje para una determinada
cantidad de precipitación, con incrementos en los volúmenes y en los caudales pico,
debido a que el volumen de agua aumenta además por el incremento de las zonas
impermeables del propio emprendimiento, en particular por las grandes superficies
destinadas a las calles internas de la urbanización y a las superficies ocupadas por las
construcciones, que reducen la infiltración (Casaza, 2011).
El levantamiento de la cota se hizo con aporte de material del propio predio, finalidad
para la que se desarrollaron obras de extracción de suelos en un área proyectada de
aproximadamente 600 hectáreas o 6 kilómetros, entre las modificaciones realizadas
para las urbanizaciones y para las obras de infraestructura complementaria. La
construcción de polders cambian rotundamente la naturaleza del humedal
produciéndoles una sequedad en altura (sobre la superficie) y son necesarios como
defensas perimetrales, constituidas por terraplenes o diques, que protegen a la
urbanización del impacto de potenciales inundaciones vinculadas al régimen de lluvias,
de escorrentía de ríos y arroyos, así como de los desbordes de lagunas interiores a los
barrios. Esto es constatado en palabras del brocker,
“Todos estos lotes tienen la característica que son la protección del barrio (haciendo alusión a los lotes del
lado que da a Puerto Trinidad). Ven esta línea de lotes son los más altos de los cuatro barrios, porque son
la protección en caso de que haya una sudestada, lo que sea, para que si crece nunca llegue a inundar el
barrio. Entonces eso le da el plus de que tiene la mejor vista. Los lotes internos tienen menor altura,
cuanto más cerca de la laguna menos altura de terreno por una cuestión de visibilidad (a la laguna), pero
estos son los que más se notan” (Brocker de Pueblos del Plata).
Sin embargo, los polders no garantizan que quienes están protegidos por ellos, se
encuentren salvaguardados de inundaciones extraordinarias, ni tampoco de aquellas
que puedan dejar en condición de aislamiento a las islas urbanas. Ni hablar que la
vulnerabilidad social y el riesgo es bien diferente para quienes se encuentran dentro y
fuera de este sistema de protección. Quienes están fuera de estos emprendimientos
quedan expuestos al escurrimiento superficial que se produce en momentos de lluvias
abundantes y/o de sudestada, conocida por sus fuertes vientos del sudeste que
taponan la desembocadura del Río de la Plata. Ello pone en crisis al sistema
hidráulico, lo que da lugar a inundaciones en una parte considerable de áreas urbanas,
porque el sistema de drenaje original, compuesto por los arroyos que lo atravesaban
son tapados y ocupados, provocando que el agua no encuentre donde desagotar.
Los barrios que están del lado oeste de la autopista parecen experimentar episodios
de inundaciones y acumulaciones de agua con frecuencia. No se puede negar que,
por su cercanía al humedal de Hudson, se trata de una zona baja. Es decir, que desde
la consolidación del barrio, siempre hubo problemas de napas, pero luego se
construyó la primera barrera de contención hídrica, la autopista Buenos Aires-La Plata.
“llueve un poco, caen unas gotas y el barrio se inunda. Además, las cloacas y pluviales se saturan, y peor
cuando hay falta de limpieza” (Vecino de 70 años).
“Acá el problema que tenemos es que los asfaltos fueron hechos más altos que las veredas de las casas,
entonces muchas veces las casas se llenan de agua. También en momentos de lluvia fuerte, viene el
agua bajando desde la estación y esto es un desastre, porque allá está más alto, y acá no tiene donde
desagotar” (Kiosquera de 20 años).
“Yo los mataría a todos los de los countries. Viene el agua desde arriba, de los countries, de todos lados.
Todo cae acá, al bajo” (Vecino de 55 años, vive en el barrio desde su nacimiento).
Cabe señalar que la pérdida forestal es importante, por tratarse, según el artículo 7 de
la Ley 14.888 de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativo s, de una categoría II
(amarillo), entonces resultan sectores de mediano valor de conservación, que pueden
estar degradados pero que, a juicio de la autoridad de aplicación jurisdiccional con la
implementación de actividades de restauración, pueden tener un valor alto de
conservación y que podrán ser sometidos a los diversos usos, como el
aprovechamiento sostenible, actividades turísticas, recolección e investigación
científica.
Según los actores que forman parte del Foro Río de La Plata, este tipo de barrios de
lujo, no resuelve las demandas sociales populares de tierra y vivienda, además de
agravar los problemas de las ciudades existentes, como falta de espacios verdes y/o
públicos, al ocupar tierras de la periferia y cambiar el patrón de usos del suelo. El
medio ambiente termina siendo arrasado para satisfacer las necesidades de unos
pocos.
Reflexiones finales
“la planificación y gestión del territorio, desde el Estado se adecua al modelo, y el planeamiento va
adquiriendo un carácter crecientemente facilitador para dar respuestas a los intereses privados, a partir
del uso discrecional en el ámbito municipal de la ley provincial de uso del suelo 8912 o la modificación de
las normativas que regulan su uso y ocupación, para ofertar suelo posible de urbanizar en sectores
ambientalmente comprometidos” (Etulain, 2004:29).
Como contrapartida a las prácticas de estos actores, en las últimas décadas han
aparecido reclamos de vecinos y de algunas organizaciones, como respuesta a
distintas problemáticas ambientales de la zona debido al deterioro de los humedales.
Se acusa a esta tendencia urbanizadora, construida sobre terrenos con rellenos por
sobre la cota de inundación, de provocar alteraciones en el ecosistema, la pérdida de
sus funciones sistémicas, y de producir inundaciones por tratarse de una zona de
riesgo hídrico. Se termina perdiendo la biodiversidad, y la regulación e infiltración de
excesos hídricos. Todo esto ubica en una situación de vulnerabilidad a la población
lindera a los emprendimientos urbanos y a la población de Hudson en general, ya que
debido a todos estos cambios se encuentran en gran peligro ante episodios de
sudestada y lluvias abundantes.
FERNÁNDEZ, L. (2002) Los servicios ecológicos que cumplen los humedales. El caso
de Tigre, Buenos Aires. Tesis de Licenciatura de la carrera de Ecología Urbana, en
Universidad Nacional de General Sarmiento, Instituto del Conurbano. Disponible en:
http://biblioteca.municipios.unq.edu.ar/modules/mislibros/archivos/tesis_ecolog%25ED
a.pdf
RÍOS, D. (2005) “Producción privada del espacio urbano residencial y estado. El caso
de la Mega-urbanización cerrada Nordelta en el municipio de Tigre” en Revista de
Temas Sociales Kairós. Proyecto “Culturas Juveniles Urbanas” Universidad Nacional
de San Luis. Año 9, n° 16. Disponible en: http://www.revistakairos.org
TELLIER, L.N., y VAINER, C.B. (Eds.) (2013) Las transformaciones de las metrópolis
de las Américas. No. 8. Externado de Colombia.
http://diariohoy.net
http://www.fororiodelaplata.com.ar/
http://salvemoselmontedeberisso.blogspot.com/