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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE COAHUILA

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

PSICOPATOLOGÍA I

2 ° PARCIAL

TRASTORNO DE CONDUCTA DISOCIAL


DOCENTE:
LIC. HAYDEE SANTAMARIA BERLANGA HERNANDEZ

ALUMNAS:
MAYRA XÓCHITL SALDAÑA PALACIOS 96033988
CINTHIA SELENE TRUJILLO TRUJILLO 20306453

5º SEMESTRE VIRTUAL
SALTILLO, COAH., MAYO DEL 2023
Trastorno
de
conducta disocial
TRASTORNO DE CONDUCTA DISOCIAL
I. Definición:

El trastorno disocial es un patrón de conducta continuado que se caracteriza principalmente


porque el niño o adolescente que lo padece rechaza y viola, de forma repetitiva y persistente, las
normas sociales y los derechos básicos de otras personas, siendo un comportamiento inadecuado
para su edad.

Este trastorno de la conducta afecta más a los niños que a las niñas, y aparece al final de la niñez o
al comienzo de la adolescencia. Si se manifiesta en adultos, entonces hablaríamos de un trastorno
antisocial de la personalidad.

El niño o adolescente que padece un trastorno disocial tiene un comportamiento muy agresivo, y
lo demuestra mediante ataques a otras personas o animales, dañando y violando las propiedades
de terceras personas, incumpliendo gravemente las normas, realizando actos vandálicos, o
cometiendo actos fraudulentos o robos, entre otros.

Además, los jóvenes que padecen este tipo de trastorno carecen de empatía, siendo totalmente
indiferente para ellos los sentimientos, emociones y derechos de los demás. Así mismo, este
trastorno perjudica en otros aspectos como, por ejemplo, las relaciones sociales o el rendimiento
en la escuela. (Vicente, P. N. 2020)

II. Prevalencia en México y/o mundial

Afecta a cinco por ciento de la población en México; de ellos, uno por ciento desarrolla una
psicopatía. Se caracteriza por desencadenas actitudes antisociales como romper las reglas y mentir
para conseguir beneficios propios sin sentir remordimiento.

La prevalencia es mayor en hombres que en mujeres, probablemente porque en el diagnóstico se


acentúan rasgos de agresividad, socialmente relacionados con la conducta masculina; afirmó
Salvador Chavarría Luna, académico de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.

En México, advirtió, hacen falta instrumentos clínicos para abordar este tipo de afecciones, porque
el tratamiento es complejo, y una vez que el trastorno psicopático se presenta, es difícil lograr un
cambio en la persona, “por eso lo mejor es prevenir”.

“Al identificar síntomas de este trastorno en niños debemos observar cómo socializan o se
adaptan a las normas sociales, y procurar generar en ellos empatía para evitar el desarrollo de
psicopatías”, explicó el especialista.
En tanto, si un adolescente infringe la ley sin importarle el daño que provoca, es un caso, pero si
además disfruta por su proceder, no siente empatía y su comportamiento es constante, tiene
rasgos psicopáticos.

De acuerdo con el especialista, existen dos tipos de agresión: la reactiva y proactiva. La primera es
una reacción a un estímulo: me pegan y yo pego, aunque hay niños con autorregulación emocional
que controlan sus impulsos y responden de otra forma.

En cambio, la proactiva es una característica de los trastornos psicopáticos, donde se daña con
intensión de obtener beneficio, se violan los derechos de los demás y pasan por encima de sus
emociones.

III. Síntomas

Para su diagnóstico, el comportamiento y los síntomas del menor deben ser lo suficientemente
graves como para afectar a otros ámbitos de su vida, como las relaciones sociales o el rendimiento
académico.

El trastorno disocial, como ya he mencionado, se define por un comportamiento muy agresivo. A


continuación, detallo los principales síntomas que un niño o adolescente puede manifestar:
En general, los niños con un trastorno disocial presentan las características siguientes:

 Son egoístas.
 No se relacionan bien con los demás.
 Carecen de un sentido de la culpabilidad apropiado.
 Son insensibles a los sentimientos y al bienestar del prójimo.
 Tienden a malinterpretar el comportamiento de las otras personas como una amenaza y
reaccionan de forma agresiva.
 Emprenden acciones intimidatorias, amenazas, peleas frecuentes.
 Pueden ser crueles con los animales.
 Pueden dañar bienes, especialmente provocando incendios.
 Mienten o roban.
 Indiferencia ante el malestar de los demás
 Abuso de sustancias como drogas o alcohol
 Relaciones sociales nulas, escasas o abusivas
 No piensan acerca de las consecuencias de sus actos
 Tienen comportamientos impulsivos
 Conductas temerarias
 Se escapa de casa y/o falta a menudo al colegio o instituto
El trastorno disocial afecta a niños y a niñas de manera diferente. Las niñas tienen menos
probabilidades de ser agresivas físicamente. En cambio, suelen fugarse, mentir y algunas veces
prostituirse. Los niños tienden a meterse en peleas, robar o realizar actos de vandalismo. Ambos
sexos son propensos a consumir y abusar de sustancias.

Es frecuente que violen gravemente las reglas, lo que incluye fugarse de casa y ausentarse
frecuentemente de la escuela. Estos niños son propensos al consumo y abuso de drogas y tienen
dificultades en la escuela. Es posible que tengan pensamientos suicidas y hay que considerarlos
seriamente.
Los niños con trastorno disocial pueden sufrir otros trastornos, como depresión, trastorno de
déficit de atención/hiperactividad o un trastorno de aprendizaje.

Cerca de dos tercios de los niños dejan atrás el comportamiento inadecuado al llegar a la edad
adulta. Cuanto más temprano aparece el trastorno disocial, más probabilidades hay de que
persista en la vida adulta. Si el comportamiento se mantiene durante la vida adulta a menudo
conduce a problemas legales, violación pertinaz de los derechos de los otros y, frecuentemente, al
diagnóstico de un trastorno de personalidad antisocial. Algunos de estos adultos desarrollan
trastornos del estado de ánimo, ansiedad u otros trastornos mentales.

IV. Causas

Según los estudios realizados, son muchos los motivos que pueden favorecer al desarrollo de este
trastorno de la conducta en un niño o adolescente. Estas son las dos causas principales del
trastorno disocial:

 Factor social y psicológico


Aquellos niños que hayan crecido en hogares donde los problemas de marginalidad o de conducta
existen y son frecuentes, es más probable que desarrollen este tipo de trastorno.

Si, por ejemplo, el niño ha sufrido maltratos por parte de uno o los dos progenitores, presencia
conflictos intrafamiliares de forma constante, o ha sufrido rechazo social, son factores que pueden
afectar negativamente a su conducta, puesto que aprende que es la forma natural de responder
ante los conflictos.

Otro de los motivos que pueden dan lugar a un trastorno disocial está relacionado con el tipo de
educación que reciben desde pequeños.

Si el niño o adolescente ha sido educado de una forma autoritaria, con castigos muy severos
cuando se ha portado mal o, por el contrario, sus padres han sido permisivos de forma excesiva y
han pasado por alto comportamientos inadecuados o rebeldes, puede favorecer a la aparición de
este tipo de trastorno de la conducta.
 Factor biológico
Los factores genéticos son también una de las causas que motivan el desarrollo de un trastorno
disocial. La falta de responsabilidad, honestidad, madurez y empatía pueden ser motivo de
factores biológicos propios de su biología y genética, los cuales pueden explicar la aparición de
este trastorno.

Otra de las causas que responden a este problema de desinhibición tiene relación con el desarrollo
del lóbulo frontal, que es uno de los cuatro lóbulos que componen la corteza cerebral. Este es el
responsable de los procesos cognitivos, es decir, se encarga de planificar, elegir y tomar las
decisiones conscientes y voluntarias relacionadas con la conducta y sus consecuencias.

V. Criterios DSM-V
A. Un patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el que no se respetan los derechos
básicos de otros, las normas o reglas sociales propias de la edad, lo que se manifiesta por la
presencia en los doce últimos meses de por lo menos tres de los quince criterios siguientes en
cualquier de las categorías siguientes, existiendo por lo menos uno en los últimos seis meses:
Agresión a personas y animales
1. A menudo acosa, amenaza o intimada a otros.
2. A menudo inicia peleas.
3. Ha usado un arma que puede provocar serios daños a terceros (p. ej., un bastón, un ladrillo,
una botella rota, un cuchillo, un arma).
4. Ha ejercido la crueldad física contra personas.
5. Ha ejercido la crueldad física contra animales.
6. Ha robado enfrentándose a una víctima (p. ej., atraco, robo de un monedero, extorsión, atraco
a mano armada).
7. Ha violado sexualmente a alguien.
Destrucción de la propiedad
8. Ha prendido fuego deliberadamente con la intención de provocar daños graves.
9. Ha destruido deliberadamente la propiedad de alguien (pero no por medio de fuego).
Engaño o robo
10. Ha invadido la casa, edificio o automóvil de alguien.
11. A menudo miente para obtener objetos o favores, o para evitar obligaciones (p. ej., “engaña
a otras personas).
12. Ha robado objetos de cierto valor sin enfrentarse a la víctima (p. ej., hurto en una tienda sí
violencia ni invasión, falsificación).
Incumplimiento grave de las normas
13. A menudo sale por la noche a pesar de la prohibición de sus padres, empezando antes de los
13 años.
14. Ha pasado una noche fuera de casa sin permiso mientras vivía con sus padres o en un hogar de
acogida, por lo menos dos veces o una vez sí estuvo ausente durante un tiempo prolongado.
15. A menudo falta en la escuela, empezando antes de los 13 años.
B. El trastorno del comportamiento provoca un malestar clínicamente significativo en las áreas de
funcionamiento social, académico o laboral.
C. Si la edad del individuo es de 18 años o más, no se cumplen los criterios de trastorno de la
personalidad antisocial.
Especificar si:
312.81 (F91.1) Tipo de trastorno infantil: Los individuos muestran por lo menos un síntoma
característico del trastorno de conducta antes de cumplir los 10 años.
312.82 (F91.2) Tipo de inicio adolescente: Los individuos no muestran ningún síntoma
característico
del trastorno de conducta antes de cumplir los 10 años.
312.89 (F91.9) Tipo de inicio no especificado: Se cumplen los criterios del trastorno de conducta,
pero no existe suficiente información disponible para determinar si la aparición del primer síntoma
fue anterior a los 10 años de edad.
Especificar si:
Con emociones prosociaíes limitadas: Para poder asignar este especificados el individuo ha dé
haber presentado por lo menos dos de las siguientes características de forma persistente durante
doce meses por lo menos, en diversas relaciones y situaciones.

Estas características reflejan el patrón típico de relaciones interpersonales y emocionales del


individuo durante ese período, no solamente episodios ocasionales en algunas situaciones. Por lo
tanto, para evaluar los criterios de un especificador concreto, se necesitan varias fuentes de
información. Además de la comunicación del propio individuo, es necesario considerar lo que
dicen otros que lo hayan conocido durante período prolongados de tiempo (p. ej., padres,
profesores, compañeros de trabajo, familiares, amigos).

Falta de remordimientos o culpabilidad: No se siente mal ni culpable cuando hace algo malo (no
cuentan los remordimientos que expresa solamente cuando le sorprenden o ante un castigo). El
individuo muestra una falta general de preocupación sobre las consecuencias negativas de sus
acciones. Por ejemplo, el individuo no siente remordimientos después de hacer daño a alguien ni
se preocupa por las consecuencias de transgredir las reglas. Insensible, carente, de empatía: No
tiene en cuenta ni le preocupan los sentimientos de los demás. Este individuo se describe como
frío e indiferente. La persona parece más preocupada por los efectos de sus actos sobre sí mismo
que sobre los demás, incluso cuando provocan daños apreciables a terceros.

VI. Tipos de intervención (corriente psicológica, otros especialistas, etc.)

No existe un tratamiento específico para el trastorno disocial, pero lo cierto es que, a través de
diversos programas en los que se entrenan las habilidades sociales y el comportamiento, los
profesionales de esta materia pueden ayudar al niño o adolescente a mejorar sus conductas.
Este tipo de entrenamientos se denominan terapias cognitivo-conductal, que consisten en enseñar
al paciente formas positivas de relacionarse con terceras personas y su entorno, y de esta forma
generar conductas alternativas a las provocadas por el trastorno.

A través de un tratamiento adecuado los niños y adolescentes podrán mejorar su autocontrol y, en


consecuencia, controlar mejor su conducta.

También puede ser útil la psicoeducación para los padres y el entorno, donde se enseñan pautas
de actuación y ciertas cuestiones sobre el trastorno.
Los principales objetivos de las psicoterapias son:
 Prevenir conductas de riesgo y comportamientos problemáticos.
 Trabajar la autorregulación emocional.
 Establecer límites y normas de actuación.
 Comprender aspectos subyacentes del trastorno.

VII. La relación del trastorno disocial con otros trastornos

A menudo, se confunde el trastorno disocial con el trastorno de personalidad antisocial, ya que los
criterios diagnósticos son bastante similares. Una de las diferencias que sí existen es la edad de
inicio, puesto que el trastorno de personalidad antisocial requiere que la persona tenga la
personalidad formada, por lo tanto, se diagnostica en personas adultas. De todos modos, cabe
señalar que, en muchas ocasiones, el trastorno disocial puede convertirse en la adultez en un
trastorno de personalidad antisocial.

Asimismo, este trastorno también se asimila y puede confundirse con el trastorno negativista
desafiante, ya que se caracteriza por un patrón repetitivo de conductas negativas, desafiantes y
desobedientes, normalmente, hacia figuras de autoridad. El trastorno disocial difiere del
negativista desafiante en que, en el primero, los niños son más violentos y agresivos, y su
conducta es hacia cualquier persona, objeto o animal. Además, no sienten culpabilidad si hacen
algo grave, al contrario de quien padece un trastorno negativista desafiante.

En cuanto a su relación con el TDAH, algunos síntomas son parecidos, como las conductas
agresivas o delictivas, las cuales suponen graves problemas para ellos y para su entorno. Cuando la
conducta se vuelve más disruptiva y afecta en gran medida a su civismo y sus relaciones sociales,
habría que valorar si existe comorbilidad con un trastorno disocial o de TDAH.

En conclusión, existen diferentes terapias psicológicas para tratar el trastorno disocial, como la
terapia cognitivo conductual y la psicoeducación del entorno. Ahora bien, en casos muy extremos
o donde el trastorno disocial coexista con otros trastornos, como el TDAH o la depresión, es
necesario recurrir al tratamiento farmacológico para abordar los síntomas asociados. Esto
permitirá reducirlo y, al mismo tiempo, se podrá aplicar una terapia psicológica con menos
dificultad.
Referencias:

American Psychological Association [APA]. (2014). Manual de diagnóstico y estadístico de los


trastornos mentales (DSM-5).

Del Mar, M., & Psicóloga, S. (s/f). Revista Digital de Medicina Psicosomática y Psicoterapia.
Psicociencias.org. Recuperado el 11 de mayo de 2023, de
https://www.psicociencias.org/pdf_noticias/Trastorno_disocial._Caso_clinico..pdf

Elia, J. (s/f). Trastorno disocial. Manual MSD versión para público general. Recuperado el 11 de
mayo de 2023, de https://www.msdmanuals.com/es-mx/hogar/salud-infantil/trastornos-
de-la-salud-mental-en-ni%C3%B1os-y-adolescentes/trastorno-disocial

Mayoclinic (2023). Trastorno antisocial de la personalidad. Mayoclinic.org.


https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/antisocial-personality-disorder/
symptoms-causes/syc-20353928

PSISE (2017). Trastorno de personalidad antisocial. PSISE; Psise: Servicio de Psicología Clínica del
Desarrollo. Unidad de Observación y Diagnóstico Funcional.
https://psisemadrid.org/trastorno-de-personalidad-antisocial/

Unam, F. (2019, julio 18). En México, 5% de la población padece el trastorno antisocial de la


personalidad. Org.mx; Fundación UNAM. https://www.fundacionunam.org.mx/unam-al-
dia/en-mexico-el-5-de-la-poblacion-padece-el-trastorno-antisocial-de-la-personalidad/

Vicente, P. N. (2020, noviembre 30). ▷ Trastorno disocial: síntoma y causas. Patricia Nafria.
https://psicologianafria.com/trastorno-disocial/
Evidencias de trabajo colaborativo

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