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CONDUCTAS DE RIESGO Y PRIMEROS AUXILIOS

Un Factor de Riesgo es cualquier característica o circunstancia detectable de una


persona o grupo de personas que se sabe asociada con la probabilidad de estar
especialmente expuesta a desarrollar o padecer un proceso mórbido, sus
características se asocian a un cierto tipo de daño a la salud.
Una situación de riesgo implica una acción única o repetida que circunstancias
que afectan la vida y el sano desarrollo de un niño, niña o adolescente. La
violencia dentro o fuera del hogar, la pobreza extrema y la explotación por trabajo
infantil son algunas de ellas.
La adolescencia es el momento de transición entre la niñez y la edad adulta. El
adolescente busca su propia identidad y obtener su autonomía. Para conseguir
eso es necesario separarse de las figuras paternas, aunque no es fácil porque
todavía no es lo suficientemente maduro.
La Psicóloga Cinthia Sánchez Pacha explica que, uno de los comportamientos
más típicos de los adolescentes es buscar libertad, pero cuando ven la
responsabilidad que conlleva esta libertad y el mundo adulto, miran hacia otro
lado. Por lo tanto, existe un conflicto interno entre la dependencia que aun siente
con sus padres y la necesidad de independizarse. Esta lucha interna se expresa
mediante peleas y conflictos con los padres, ya que son el pilar del que quieren
desprenderse y a la vez su fuente de seguridad.
LAS PRINCIPALES CONDUCTAS DE RIESGO EN LOS JÓVENES SON

Consumo de drogas (especialmente alcohol, tabaco y marihuana)


El contacto de los adolescentes con las drogas aparece cada vez a edades más
tempranas. El tabaco es la sustancia con la que tienen un contacto más precoz,
situándose la edad media de inicio al consumo en los 13,20 años, seguido del
alcohol con 13,70 años. Concretamente, el abuso de alcohol en la adolescencia se
relaciona con problemas de salud, fracaso escolar, sexo no planificado, problemas
legales, alteraciones afectivas e inicio de consumo de otras drogas.
Relaciones sexuales precoces y sin medidas de protección
La mayoría de las personas inician su vida sexual durante la adolescencia. El
número de abortos en esta etapa supera los 2,5 millones. Este incremento parece
estar relacionado con una iniciación sexual más precoz, mayor número de parejas
sexuales y el no uso del preservativo o de otras medidas anticonceptivas.
Trastornos de la alimentación
La aparición de trastornos como la Anorexia Nerviosa y la Bulimia Nerviosa es
mayor en la adolescencia dada la magnitud de los cambios biológicos,
psicológicos y de redefinición del papel social en esta etapa de la vida, asociada a
la preocupación por el culto a la belleza. Estos trastornos se asocian a conductas
de riesgo como el suicidio, las autolesiones y problemas graves de salud que
pueden conducir a la muerte.

Conducta Antisocial
Los menores que manifiestan conductas antisociales se caracterizan, en general,
por presentar conductas agresivas repetitivas, robos, provocación de incendios,
vandalismo, y, en general, un quebrantamiento de las normas. Cuando los niños
se convierten en adolescentes y adultos, sus problemas suelen continuar en forma
de conducta criminal, alcoholismo, afectación psiquiátrica grave, dificultades de
adaptación manifiestas en el trabajo y la familia y problemas interpersonales.
Abandono de los estudios
El fracaso y el absentismo escolar roban a muchos menores sus posibilidades de
crecimiento personal y social. El fracaso escolar incrementa la posibilidad de sufrir
algún daño o de cometer conductas infractoras como: consumir tóxicos, sufrir
accidentes, depresión, asociarse con pares que presentan conductas disruptivas,
antisociales o violentas, usar inadecuadamente las redes sociales, llevar a cabo
prácticas sexuales sin protección, etc.
LA CONDUCTA SUICIDA: LA CONDUCTA DE RIESGO TABÚ
La conducta suicida es un importante factor de riesgo en la adolescencia y, a su
vez, es uno de los mayores tabúes. En realidad, es una de las primeras causas de
mortalidad en esta población.
Mi principal conducta de riesgo es el suicidio ya que tengo problemas de
depresión y estoy tomando tratamiento, pero ya voy mejorando porque me estoy
esforzando por estar bien.
ESTRATEGIAS PREVENTIVAS PARA SITUACIONES DE RIESGO
1.- Dedicar tiempo con sus hijas e hijos por lo menos 20 minutos al día 3 veces a
la semana, en lugares libres y sin distracciones.
2.- Platicar con sus hijas e hijos para darles confianza; esto permitirá mantenerse
al tanto de los cambios en su estado de ánimo y conocer si tienen algún conflicto.
3.- En caso de que haya un cambio de comportamiento, evitar gritarles y
castigarlos. Es primordial mantener la calma.
4.- Tomar en serio lo que sus hijas e hijos le platican
5.- Acudir con frecuencia a los centros escolares para conocer si hay cambios de
sus hijas o hijos.
6.- Conocer a los círculos cercanos de su hija e hijo, amigas y amigos.
7.-Revisar constantemente la mochila de su hijas e hijos, bajo la premisa de llevar
lo necesario y tener un orden.
8.- Usted es responsable de lo que sus hijas e hijos llevan a la escuela, los lugares
que frecuentan y las cosas que consumen.
9.- Las muestras de afecto y cariño hacia sus hijas e hijos y familiares es un factor
para inspirar confianza y lograr una comunicación adecuada.
10.- Establecer horarios para las diferentes actividades de sus hijas e hijos, así
como reglas y límites. Procure saber en dónde y con quién se encuentran.

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