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A pesar del carácter heterogéneo del existencialismo, las tendencias que se han
manifestado comparten algunas características. Conozcamos las más importantes.
Así las cosas, para el existencialismo la libertad implica la plena conciencia de que las
decisiones y acciones personales influyen en el entorno social, lo que nos hace
corresponsables del bien y del mal. De allí la formulación de Jean-Paul Sartre, según la
cual la libertad es responsabilidad total en soledad absoluta, es decir:
Angustia existencial
Tipos de existencialismo
Existencialismo ateo
Sin metafísica ni progreso, tanto el ejercicio de la libertad en los términos que plantea
Sartre, como la existencia, generan desasosiego, muy a pesar de su aspiración ética y la
valoración de las relaciones humanas y sociales. De este modo, el existencialismo ateo
abre las puertas a la discusión sobre la nada, a la sensación de abandono o desamparo y
el desasosiego. Todo esto en el contexto de la angustia existencial ya formulada en el
existencialismo cristiano, aunque con otras justificaciones.
Entre los representantes del existencialismo ateo, las figuras más prominentes son:
Simone de Beauvoir, Jean Paul Sartre y Albert Camus.
Sin embargo, desde el siglo XIX en el mundo occidental ya era notorio que aquellas
banderas (razón, progreso económico de la industrialización, política republicana, entre
otros) no lograban evitar la decadencia moral de Occidente. Por eso, el siglo XIX ve nacer
muchos movimientos críticos de la razón moderna, tanto artísticos como filosóficos y
literarios.
En este libro Heidegger plantea que esta pregunta debe ser reformulada en busca del
sentido del ser, más que de éste en sí mismo. En torno a esto afirma que no es posible
separar el sentido del ser de un contexto espacial y temporal (con la muerte como
“Dasein” o “ser-en-el-mundo”.
consideraba que las personas no somos entes pensantes aislados del mundo que nos
rodea, sino que la propia interacción con el entorno es un aspecto nuclear del ser. Es por
esto que no es posible dominar el ser e intentar hacerlo lleva a una vida carente de
autenticidad.
no debe ser entendida como aquello que define nuestro ser. Descubrimos el mundo a
cognición es tan sólo un reflejo de ésta, y por tanto también lo son la reflexión y otros
procesos similares.
sabemos que es inevitable que nuestra vida termine. La aceptación de estos hechos,
así como la comprensión de que somos una parte más del mundo, permite dar sentido a
relevancia del lenguaje como herramienta fundamental para entender el mundo, exploró la
Sartre afirmaba que el hombre está habitado desde el principio por la nada, de manera
que la condición humana está compuesta, a la vez, de ser y, sobre todo, de no-ser. “El
hombre no es otra cosa que lo que él hace de sí mismo”. En ese sentido, el ser humano
está condenado a la libertad, piensa el filósofo francés.
La base del existencialismo. “El ser humano es el único que no sólo es tal como se
concibe, sino tal como él se quiere, y como se concibe después de la existencia, como se
quiere después de este impulso hacia la existencia; el hombre no es otra cosa que lo que
él se hace. Éste es el principio del existencialismo”, postula Sartre. El filósofo afirma que
el hombre es el ser por el cual la nada llega al mundo. Su pensamiento se configura en el
reino de la conciencia soberana, de la libertad irrenunciable, del sujeto que se sabe
creador del sentido o del sinsentido de la existencia. El ser humano, en esencia. Su gran
obra filosófica, El ser y la nada, está dedicada a la construcción de una teoría de ese
sujeto individual. El pensador parisino cree que la nada está en el seno mismo del ser,
como un gusano, precisamente para que la conciencia libre pueda despegarse de sí. En
esa obra aparecen una serie de categorías, como la falta de algo, sin la cual el deseo
resulta inimaginable. También la angustia, que no es miedo a un objeto externo, sino
conciencia de la imprevisible conducta propia. Esas y otras categorías fueron utilizadas en
el ejercicio de lo que el propio Sartre denominó su “psicoanálisis existencial”, que no tiene
nada que ver con el freudiano, dado que el del filósofo es el de la vida del ser humano.
Pensador y militante. La existencia de un individuo es conciencia desgraciada, ya que no
puede soportar su estado de desgracia. Y no puede soportarlo porque jamás será dejado
en paz por las posibilidades que a un tiempo sabe suyas y no suyas. Son suyas porque
rompiendo consigo mismo las elige, y no son suyas porque nunca las podrá agotar en su
total plenitud. Una vez expuesto su existencialismo militante, el filósofo escribió la Crítica
de la razón dialéctica, en la que afirmó que el marxismo es la filosofía no superada de
nuestro tiempo. En este período de su vida, Sartre se volcó en un activismo político e
intelectual que cristalizó en su libro Manos sucias, en el que analizó el problema de ser un
intelectual y participar en política. En las décadas de los años cuarenta y cincuenta del
siglo pasado, su pensamiento existencialista caló profundamente en la generación beat
estadounidense y europea. En el terreno literario, su novela La náusea fue un gran éxito
editorial.
Gabriel Marcel y el existencialismo
De este modo, su gran aporte a la filosofía, como señala la doctora en filosofía, Linda
Zerilli, fue la articulación de un nuevo problema filosófico: ¿qué es una mujer?
Simone de Beauvoir plantea las nociones del feminismo existencialista tomando como
conceptos previos la noción de "otredad" de Hegel; el planteamiento de que la existencia
precede a la esencia, entre otros.
La pensadora investiga los hechos y los mitos alrededor de la construcción del concepto
de mujer, desde la perspectiva biológica, científica, psicoanalítica, materialista, histórica,
literaria y antropológica.