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Soy Nikolái Aleksándrovich Románov también conocido como Nicolás II o Zar de

Rusia.
 
Nací en San Petersburgo, el 8 de mayo de 1868. 
Soy el hijo mayor del zar Alejandro III de Rusia y la zarina María Fiódorovna
Románova.
Tras la muerte de mi abuelo, Alejandro II y la llegada de mi padre al poder en
1881, me convertí en el heredero al trono.
Fui educado de manera estricta, recibí clases de tutores privados y aprendí varios
idiomas.
Ya que terminé mi formación académica, viajè por Asia y África, visité Japón,
Egipto y la India.
En Japón fui víctima de un atentado, que me dejo heridas menores.
Durante los años de mi formación, mostré mi indecisión y poco interés por los
asuntos del imperio.
En 1893, a pesar de mi carácter tímido e indeciso, me enamoré profundamente de
Alicia de Hesse, la hija de la princesa Alicia de Gran Bretaña y el príncipe Ludwig
de Hesse-Darmstad. En contra de los deseos de su familia, decidí desposarla, sin
embargo, la boda se celebró unas semanas después de mi llegada al trono.
En noviembre de 1984, cuando murió mi padre, llegue al trono adaptando el
nombre de Nicolás II. 
El 26 de ese mismo mes contraje nupcias con Alicia de Hesse, quien para ese
entonces había adoptado el nombre de Alejandra Fiódorovna.
Como ya era conocido no tenía los conocimientos ni la pericia para manejar el
imperio, por lo que en los primeros años caí en el juego de los cortesanos, siendo
usado por mi propia familia.
Influenciado por mi esposa y mi consejero Rasputín, continué con la política
autocrática de mi padre, algo que el pueblo ruso sediento de reformas no vio con
buenos ojos.
Al margen de mi intervención directa y poco acertada, Rusia experimentò un
intenso proceso de industrialización, el cual llevo al país a rivalizar con las
potencias occidentales en la carrera armamentista e imperialista en el continente
asiático.
Participé como zar de Rusia en la guerra chino-japonesa de 1896; en la ocupación
de Manchuria en 1900; y en la división de Persia con Gran Bretaña. Además, me
enfrente contra Japón en la guerra ruso-japonesa (1904-05), debido a mis
ambiciones imperialista en Manchuria y Corea.
En mi intento por ejercer un mayor control sobre la Europa oriental y los
Balcanes, termine perdiendo definitivamente el control de la península Balcánica
en 1913, lo que me causo grandes pérdidas y sumado al fracaso frente a Japón,
acrecenté el malestar del pueblo ruso, provocando varias manifestaciones y el
surgimiento de algunos grupos revolucionarios.
Lo anterior puso en peligro mi gobierno, por lo que me castigaron.
Ignorando la situación de mi imperio comprometí al país en otra guerra, la Primera
Guerra Mundial, enfrentamiento para el cual no estábamos preparados. Pronto
llegó la derrota y el país quedó desmoralizado.
Estas acciones facilitaron mi caída, la cual llego con la Revolución de febrero de
1917.
Tras mi derrocamiento, se estableció en Rusia la república.
Fui encerrado junto a mi familia en la casa de Ipatiev, donde poco después
encontré la muerte a manos de los bolcheviques junto a mi esposa, hijos y el
personal del hogar el 17 de julio de 1918. 
Nuestros cuerpos fueron trasladados a una mina, donde fueron encontrados unos
años más tarde.
En el año 2000, mi familia y yo fuimos canonizados por la iglesia ortodoxa rusa.

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