Está en la página 1de 84

Instituto de Investigaciones Agropecuarias

Manual técnico: prácticas sustentables


para un suelo agrícola saludable en
la Región Metropolitana de Santiago

Editores:
Fabiola Sepúlveda S.,
Ingeniera Agrónoma, INIA La Platina

Fabio Corradini S.,


Ingeniero Agrónomo, MSc., Dr., INIA La Platina

Francisca Fuentes F.,


Ingeniera Agrónoma, Profesional de apoyo Secretaría
Regional Ministerial de Agricultura, Región Metropolitana

INIA LA PLATINA
Santiago, Chile, 2023
BOLETIN N°482
ISBN 0717-4829

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 1


Manual técnico: prácticas sustentables para un suelo agrícola
saludable en la Región Metropolitana de Santiago

Editores:
Fabiola Sepúlveda S., Ingeniera Agrónoma, INIA La Platina
Fabio Corradini S., Ingeniero Agrónomo, MSc., Dr. INIA La Platina
Francisca Fuentes F., Ingeniera Agrónoma, Profesional de apoyo
Secretaría Regional Ministerial Metropolitana de Agricultura, Región Metropolitana

Autores:
Fabiola Sepúlveda S., Ingeniera Agrónoma, INIA La Platina
Fabio Corradini S., Ingeniero Agrónomo, Dr., INIA La Platina
Francisca Fuentes F., Ingeniera Agrónoma, Profesional de Apoyo
Secretaria Regional Ministerial de Agricultura
Mónica Conejero R., Ingeniera Agrónoma, Asesor SAT, Hortalizas 1, Melipilla
Flor María Erices C., Ingeniera Agrónoma, Prodesal Melipilla
María Fernanda González G., Ingeniera Agrónoma, Asesor SAT, Hortalizas 1, Melipilla
Constanza Gutiérrez M., Ingeniera Agrónoma, M.Sc., Prodesal Paine
Patricio Lepeley S., Técnico Agrícola, Prodesal El Monte
Ignacio Morales T., Ingeniero Agrónomo, Prodesal Lampa
Juan Parra F., Técnico Agrícola, Prodesal La Pintana
Andrea Pérez F., Ingeniera en Ejecución Agropecuaria, Prodesal San Bernardo
Ricardo Rodríguez O., Técnico Agrícola, Asesor SAT, Hortalizas 1, Melipilla
Orlando Vargas B., Ingeniero Agrónomo, Prodesal Buin
Sara Yanzon Z., Ingeniera Agrónoma, Prodesal San Bernardo

Director Regional INIA La Platina (Director responsable):


Bruno Defilippi B., Ingeniero Agrónomo, Ph.D.

Boletín INIA N° 482

Cita bibliográfica Correcta:


Sepúlveda, F., Corradini, F. y Fuentes, F. (eds.) 2023. Manual técnico: prácticas sustentables
para un suelo agrícola saludable en la Región Metropolitana de Santiago. 80 páginas.
Boletín INIA N°482. Instituto de Investigaciones Agropecuarias.
Centro Regional de Investigación INIA La Platina. Santiago, Chile.

©2023. Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA,


Centro Regional de Investigación La Platina
Avda. Santa Rosa 11.610, La Pintana, Santiago. Teléfono: 56-22779102.
Región Metropolitana.

Permitida su reproducción total o parcial citando la fuente y/o autores.

Diagramación: Fundación de Comunicaciones, Capacitación y Cultura del Agro, FUCOA.


Santiago, Chile, 2023.

2 BOLETÍN INIA Nº 482


Índice

Prólogo......................................................................................................................................................................... 5

Introducción............................................................................................................................................................ 9

Capítulo 1.
Evaluación práctica de la calidad del suelo......................................................................... 11
Linda Sánchez P.

Capítulo 2.
Preparación de suelo con una mirada de conservación........................................... 37
Marcelo Panichini P.

Capítulo 3.
Tipos de enmiendas orgánicas............................................................................................................ 43

Capítulo 4.
Preparación de enmiendas orgánicas
y consejos de aplicación........................................................................................................................... 57

Anexo 1......................................................................................................................................................................... 76

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 3


4 BOLETÍN INIA Nº 482
Prólogo

El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) de la


Organización de Estados Americanos (OEA) tiene como misión “estimular, promover
y apoyar los esfuerzos de los Estados Miembros para lograr su desarrollo agrícola y
el bienestar rural”, con dicho propósito IICA el año 2020 puso en marcha la iniciativa
“Suelos Vivos de las Américas” para brindar a los formuladores de políticas, los
agricultores y otros actores de la cadena de valor las herramientas necesarias para
evaluar y aumentar los servicios ambientales que la agricultura puede proporcionar
mediante una mejor gestión del suelo, en apoyo al cumplimiento de los ODS, los
compromisos de las contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN) y los
objetivos de neutralización en la degradación de las tierras (NDT).

Por lo anterior, resulta relevante para el IICA apoyar iniciativas como las que lleva
adelante el Centro Regional La Platina del Instituto de Investigaciones Agropecuarias
(INIA) de Chile, en los temas de agroecología, incluyendo herramientas de
conservación del suelo, aplicación de bioinsumos, que en forma práctica y poniendo
en valor la experiencia de los agricultores de la Región Metropolitana de Chile,
dieron forma al desarrollo del presente manual técnico, lo que resume de buena
forma en su título.

En la Región Metropolitana la agricultura juega un papel importante en la economía


local y nacional, constituyendo el suelo un recurso esencial para la producción de
alimentos y un rol central para los objetivos de seguridad alimentaria planetaria. Sin
embargo, el uso intensivo de la tierra, la contaminación y el propio cambio climático
están afectando negativamente su calidad y capacidad productiva.

En este contexto, es fundamental adoptar prácticas sustentables para la gestión del


suelo agrícola que promuevan la productividad, la resiliencia y la salud del ecosistema.
En este manual técnico, se presentan una serie de prácticas sustentables y técnicas
de manejo del suelo agrícola que han sido probadas y aplicadas en distintos predios
de la Región Metropolitana, cubriendo la “evaluación práctica de la salud del suelo”,
la “preparación de suelo con una mirada de conservación”, los “tipos de enmiendas
orgánicas” y la propia “preparación de enmiendas orgánicas”, e incluyendo “consejos
de aplicación”.

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 5


Así, el manual se constituye en una guía práctica de gestión del suelo y se espera
que sea útil para los agricultores y profesionales del sector agrícola en la Región,
y contribuyan a promover la producción de alimentos saludables y sostenibles en
armonía con el medio ambiente.

La participación de más de 45 profesionales del rubro que trabajan directamente


asesorando agricultores de la Región Metropolitana, liderados por los investigadores
del INIA, otorgan al manual validez y una metodológica didáctica que aseguran su
utilidad y contribución a la agricultura del futuro, para enfrentar sus desafíos y
especialmente contribuir a los propios agricultores.

IICA Chile

6 BOLETÍN INIA Nº 482


Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 7
8 BOLETÍN INIA Nº 482
Introducción

El intercambio de conocimientos y experiencias, a través de la vinculación y


articulación con los territorios, son tareas fundamentales para un desarrollo exitoso
de la agricultura sustentable. Agricultura que busca asegurar la salud y bienestar
de la población, además de contribuir a mitigar los efectos adversos sobre el clima
y fortalecer los ecosistemas terrestres. Gran parte de este trabajo lo realizan los
extensionistas de los distintos territorios.

En la Región Metropolitana, los extensionistas agrícolas son los promotores directos


de la agricultura sustentable. Estos profesionales trabajan día a día con agricultores
y agricultoras, desarrollando estrategias que permitan producir respetando las
capacidades intrínsecas del suelo, el agua y el paisaje. Dada la naturaleza de su
trabajo, acumulan un sinnúmero de experiencias que, cuando se comparten,
generan beneficios a toda la comunidad agrícola y trascienden los límites de las
comunidades locales que las originan.

Atendiendo esta oportunidad el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, a


través de su centro regional INIA la Platina, ha potenciado está tarea a través
de la conformación de un grupo de capacitación a extensionistas con enfoque
agroecológico de la Región Metropolitana, con el objetivo de socializar prácticas
exitosas de manejo sustentable, probadas en la región. Durante tres años, INIA
capacitó a los extensionistas en prácticas sustentables, invitándolos a probar los
contenidos con los agricultores de la región y recogiendo, de vuelta, las experiencias
y resultados de la aplicación de las prácticas en terreno. Como resultado del trabajo
realizado y el intercambio de conocimientos, es que presentamos este manual
escrito en conjunto con los extensionistas que son parte importante del desarrollo
agrícola de cada región y del crecimiento de estas. Los invitamos a leer este manual
e incorporar alguna de las prácticas que se presentan con el fin de caminar en
conjunto a una agricultura sustentable, amigable con el medio ambiente.

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 9


10 BOLETÍN INIA Nº 482
Capítulo 1

Evaluación práctica
de la calidad del suelo
Un suelo fértil para la agricultura es un suelo que permite producir una gran variedad
de cultivos, a niveles de rendimiento óptimo, mientras provee de otras funciones a
su entorno directo y al ecosistema.

Tradicionalmente, la evaluación de la fertilidad del suelo la realizamos utilizando


criterios técnicos derivados de análisis más o menos complejos que realizamos
en laboratorio. Por un lado, están los análisis químicos de fertilidad, que evalúan
el exceso o falta de nutrientes o contaminantes, y por otro los análisis físicos que
evalúan la permeabilidad y retención de la humedad en el suelo y el flujo de aire y
gases en él (Figura 1).

Figura 1. Las fotografías muestran la determinación en terreno (Melipilla, Carmen Bajo)


por un lado de la velocidad de infiltración (criterio físico) y, por otro, la determinación de
carbonatos (criterio químico).

En los últimos años, con el avance de las técnicas moleculares en biología se han
ido incorporando otras técnicas que permiten evaluar directa o indirectamente la
biodiversidad del suelo y su impacto sobre la producción y los ciclos de los nutrientes.

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 11


Figura 2. Agricultores de Carmen Bajo, Melipilla, verificando en campo criterios físicos de
suelo: resistencia a la penetración. Figura 2. Agricultores de Carmen Bajo, Melipilla, verificando
en campo criterios físicos de suelo: resistencia a la penetración.

Pero no toda evaluación deriva directamente de los laboratorios. Las evaluaciones


más importantes vienen del campo; el epicentro de estudio, desarrollo y
sostenibilidad de la agricultura (Figura 2).

En este manual se abordarán algunas técnicas de uso habitual efectuadas por


agrónomos y agricultores para la evaluación directa del suelo y su fertilidad,
ajustando su uso a la realidad de la Región Metropolitana.

Siguiendo el lineamiento tradicional, las diversas técnicas están agrupadas


de acuerdo a su evaluación química, física y biológica. Muchas de ellas son solo
cualitativas, pero, con un poco de experiencia, permitirán al agricultor evaluar el
impacto de las prácticas de conservación sobre las funciones del suelo, su capacidad
de sustentar biodiversidad y su producción agroecológica.

12 BOLETÍN INIA Nº 482


1. TÉCNICAS FÍSICAS
Las técnicas que evalúan la permeabilidad y retención de la humedad en el suelo y
los flujos en él, están asociadas con la física como ciencia. En este grupo de técnicas
encontramos: las evaluaciones de infiltración, estabilidad mecánica, textura,
densidad, entre otras. En este manual presentamos cuatro técnicas de evaluación,
de baja dificultad, que le permitirán al agricultor valorar esta dimensión física de la
fertilidad del suelo.

Figura 3. Izquierda: terrón de suelo con presencia de macroporos. Derecha: raíz sana
ocupando el espacio poroso.

1.1 Evaluación de la densidad aparente

La densidad aparente del suelo indica su grado de compactación. Mientras más baja
sea la densidad aparente (Da) del suelo, más poroso será este, permitiendo un ma-
yor flujo de agua, disminuyendo la resistencia al crecimiento de las raíces (Figura 3).

Después del laboreo mecánico, es normal que la densidad aparente disminuya,


comenzando a aumentar conforme avanza la temporada y el suelo se asienta. Para
que un cultivo no vea comprometido el desarrollo de sus raíces, la densidad aparente,
idealmente, debe ser menor a 1.7 en la Región Metropolitana. Para la evaluación en
terreno, se necesita un terrón, un par de cajas plásticas, papel absorbente y algo de
tiempo:

1.1.1 Materiales:
— Terrón de suelo entre 25 y 50 gramos

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 13


— Dos cajas plásticas que permitan poner una (invertida) dentro de la otra
(ver figura)
— Papel absorbente
— Balanza
— Plato

1.1.2 Procedimiento:
— Deje secar el terrón por unos días hasta que no haya cambios en su peso.
— Pese el terrón por última vez antes de empezar con la evaluación. Registre este
último peso en un cuaderno.
— Ponga el terrón sobre el papel secante húmedo y déjelo saturar por capilaridad.
El proceso toma tiempo, déjelo por un par de días.
— Una vez que el terrón esté saturado (muy húmedo), tómelo con cuidado y péselo.

1.1.3 Cálculo:
— Divida el peso del terrón seco por el peso del terrón húmedo menos el peso del
terrón seco más el peso del terrón seco dividido 2.65.

— El resultado será la densidad aparente (Da) en g/cm3.

14 BOLETÍN INIA Nº 482


Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 15
16 BOLETÍN INIA Nº 482
Densidad aparente (Da) Interpretación

Mayor flujo de agua, menor resistencia


Menor a 1.7 g/cm3
al crecimiento de raíces.

Menor flujo de agua, mayor resistencia


Mayor a 1.7 g/cm3
al crecimiento de las raíces.

1.2 Evaluación de la textura

La textura del suelo indica la cantidad de arcilla, limo y arena que este tiene.
Mientras más arcilla tenga un suelo, este retendrá más agua, será más ‘pesado’ o
difícil de trabajar y acumulará una mayor cantidad de nutrientes.

La textura de un suelo no cambia con el manejo, por lo que basta determinarla


una sola vez en nuestro predio. Para determinar la textura en campo, es posible
realizar pruebas a mano, amasando el suelo, sin embargo, este método requiere
practicar con suelos de distintos tipos para poder calibrar la percepción pernal.
Como alternativa, podemos decantar una suspensión con suelo y determinar con
una regla la proporción de cada una de estas partículas.

1.2.1 Materiales:
— Frasco de vidrio de 1 litro, idealmente con base plana
— Agua

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 17


— Suelo
— Regla o cinta métrica
— Marcador
1.2.2 Procedimiento:

— Marcar el frasco a los 3 0 4 cm de altura y a los 7,5-10 cm de altura.


— Agregar 3-4 cm de altura de suelo seco al frasco (Guiarse por la marca) y agregar
agua hasta llenar unos 7,5 -10 cm de altura del frasco.
— Tapar el frasco y agitar con fuerza.
— Dejar decantar por unos días.
— Medir la altura total del sedimento y de la arena, el limo y la arcilla.
1.2.3 Cálculo:
— Dividir la altura de la arena, el limo y la arcilla por la altura total. Estos serán los
contenidos proporcionales de estas partículas en nuestro suelo.

18 BOLETÍN INIA Nº 482


arcilla
limo

arena

Contenido de partículas Consideraciones

Mayor riesgo de compactación, flujo de agua más lento,


Arcilla sobre 30%
necesidad de riegos largos y espaciados.

Menor riesgo de compactación, flujo de agua rápido,


Arena sobre 70%
necesidad de riegos cortos y frecuentes.

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 19


1.3 Evaluación de la velocidad de infiltración
La velocidad de infiltración nos indica que tan rápido viaja el agua por el suelo. Saber
su velocidad nos ayudará a calcular cuánto regar y cada cuánto. Y a diagnosticar
cuando el suelo haya comenzado a compactarse por exceso de tránsito o salinización.

1.3.1 Materiales:
— Tubo de al menos 110 mm de diámetro y 15 cm de alto
— Mazo de goma
— Agua
— Cronómetro
— Regla o cinta métrica

1.3.2 Procedimiento:
— Despejar 1 m2 en el terreno (sacar hojas, restos de cultivos).
— Enterrar el tubo en el suelo entre 3 y 5 cm.
— Agregar 10 cm de agua.
— Tomar el tiempo hasta que baje a 5 cm.
— Rellenar.
— Repetir hasta que el tiempo que demora en bajar de 10 a 5 cm sea constante.

1.3.3 Cálculo:
— Dividir 300 por el tiempo en minutos que tarda el agua en infiltrar.
— El valor corresponde a la velocidad de infiltración en cm/hora.

20 BOLETÍN INIA Nº 482


Velocidad de infiltración Consideraciones
Baja retención de humedad y movimiento de agua rápido en
Mayor a 5 mm/hora el suelo. Los riegos tendrán que ser breves y frecuentes y las
aplicaciones de fertilizantes parcializadas.
Alta retención de humedad y movimiento de agua lento en
el suelo. Los riegos podrán ser largos y espaciados. Habrá
Menor a 0.5 mm/hora menor riesgo de pérdida de fertilizantes.
DATO: para estos suelos es importante usar goteros de bajo
caudal para evitar charcos (menor a 1 litro hora).

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 21


1.4 Evaluación de la estabilidad de agregados
La estabilidad de agregados se relaciona directamente con la capacidad del suelo
de regular el movimiento del agua y del aire en el suelo. La textura, el contenido de
materia orgánica, y la presencia de algunos nutrientes determinan esta propiedad. En
términos generales, mientras más estable sea un suelo, mayor será su productividad.

1.4.1 Materiales:
— Terrón 30 – 50 g.
— Frasco de litro con agua.
— Cuerda.
— Cronómetro.

1.4.2 Procedimiento:
— Amarrar el terrón con la cuerda.
— Sumergir el terrón en el frasco, cuidando de que no toque los bordes o el fondo.
— Esperar 10 minutos y evaluar la estabilidad.

1.4.3 Cálculo:
— Este es un criterio cualitativo. Idealmente el terrón debería perder algo de masa,
pero no disgregarse.

22 BOLETÍN INIA Nº 482


Estabilidad de agregados Consideraciones

Baja estabilización. Si el suelo tiene un contenido de arena


Se desintegra menor al 60%, puede faltar materia orgánica. El suelo será
más susceptible a la erosión y el agrietamiento.

Alta estabilización. El suelo será resistente ante la acción de


No se desintegra
fuerzas externas, como la erosión por agua o viento.

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 23


2. TÉCNICAS QUÍMICAS
Hay variadas técnicas químicas que nos permiten, en laboratorio, conocer el
contenido de nutrientes y contaminantes del suelo. Muchas de ellas requieren de
reactivos dedicados y de procedimientos con instrumental delicado, caro y de difícil
operación. Sin embargo, hay tres determinaciones que, con la ayuda de algunos
reactivos genéricos podremos realizar en campo para tener una aproximación
cualitativa de la calidad del suelo.

2.1 Determinación de pH
El pH del suelo determina la disponibilidad de nutrientes. En términos generales,
un pH muy alto disminuye la disponibilidad de micronutrientes y uno muy bajo
de macronutrientes. Idealmente el suelo debiera tener un pH ligeramente ácido a
neutro, entre 6,5 y 7,0.

Los suelos de la Región Metropolitana, generalmente presentan valores de pH más


altos, entre 7,0 y 8,0, por lo que es necesario hacer algunos manejos y adoptar
algunas precauciones a la hora de fertilizar para aumentar el rendimiento de los
cultivos y disminuir la pérdida de fertilizantes.

2.1.1 Materiales:
— Cintas de pH
— Frasco de vidrio
— Regla o cinta métrica
— Marcador
— Agua
— Suelo seco
— Cuchara

2.1.2 Procedimiento:
— Marcar el frasco a los 3 cm de altura y a los 9 cm de altura.
— Agregar 3 cm de altura de suelo seco al frasco (Guiarse por la marca).
— Agregar agua hasta llenar hasta los 9 cm de altura del frasco ya marcados.
— Agitar cada 10 minutos por dos horas.
— Determinar el pH utilizando las cintas de acuerdo a las instrucciones del fabricante.

24 BOLETÍN INIA Nº 482


2.1.3 Cálculo:
—La lectura corresponde al pH del suelo.

DATO: El método descrito es comparable al método de laboratorio de medición en


agua en relación 1:2,5.

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 25


26 BOLETÍN INIA Nº 482
Rangos de pH Consideraciones

Buena disponibilidad de nutrientes. Rango adecuado para la


Menor o igual a 7.0
mayoría de los cultivos de la región.

Problemas de disponibilidad de micronutrientes y


fósforo. Pueden generarse deficiencias de magnesio. Será
Mayor a 7.0
importante evaluar la necesidad de utilizar fertilizantes
foliares.

2.2 Evaluación de la materia orgánica

La materia orgánica del suelo es cualquier material, originalmente producido por


organismos vivos que vuelve al suelo y se descompone. Esta materia orgánica
apoya la adsorción de nutrientes en el suelo, aumentando su fertilidad y fomenta la
estructuración, aportando a la retención de agua y la estabilidad mecánica.

Dentro de la Región Metropolitana, mientras mayor sea el contenido de materia


orgánica, más estable y fértil será el suelo.

2.2.1 Materiales:
— Agua oxigenada de 100 volúmenes (30%)
— Gotario
— Terrón o suelo
— Plato

2.2.2 Procedimiento:
— Agregar 5 ml de agua oxigenada al suelo y evaluar efervescencia.

2.2.3 Cálculo:

— Evaluar la efervescencia de acuerdo a las imágenes de referencia tomadas de la


colección de suelos de la Región Metropolitana del Laboratorio de Suelos de INIA
La Platina.

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 27


0,5-1,5% M.0

1,6-2% M.0 2,1-3,5% M.0

28 BOLETÍN INIA Nº 482


3,6-6% M.0 6,1-11% M.0

Efervescencia Consideraciones
Suelo con bajo contenido probable de materia orgánica.
Sin efervescencia
Baja retención de humedad y fertilidad inherente.

Suelo con contenido probable de materia orgánica en torno


Efervescencia ligera
al 2%. Valor esperado para la Región Metropolitana.

Alto contenido de materia orgánica. Alta retención de


Efervescencia
humedad y fertilidad inherente.

2.3 Evaluación del contenido de carbonatos

Los suelos de pH alto muchas veces tienen carbonatos libres. Los carbonatos libres
impiden el correcto desarrollo de muchos cultivos. Para determinar si el suelo tiene
carbonatos libres o no, basta con agregar ácido clorhídrico y evaluar efervescencia.
Una efervescencia moderada indicará contenidos de carbonatos cercanos al 2%, lo
que será suficiente para comprometer el desarrollo de cultivos sensibles.

2.3.1 Materiales:
— Ácido clorhídrico al 10%.
— Gotario.

2.3.2 Procedimiento:
— Agregar 5 ml de ácido clorhídrico a un terrón de suelo y evaluar efervescencia.

2.3.3 Cálculo:
— Una efervescencia de ligera a moderada indicará la presencia de carbonatos.

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 29


Efervescencia Consideraciones

Sin efervescencia Suelo sin carbonatos, no hay restricción de cultivos.

Suelo con carbonatos. Podrán existir problemas de


disponibilidad de fósforo y micronutrientes (clorosis
Efervescencia
férrica) además de deficiencias de magnesio. Estar atentos
a sintomatologías foliares.

30 BOLETÍN INIA Nº 482


3. TÉCNICAS BIOLÓGICAS
Las técnicas biológicas muchas veces incluyen conteos o determinaciones
de comunidades de microrganismos e insectos del suelo. Una forma fácil de
aproximarnos al problema y cuantificar qué tan activo está nuestro suelo en
términos biológicos es el conteo de lombrices.

3.1 Conteo de lombrices

Las lombrices son un buen indicador de la actividad biológica de los suelos agrícolas.
Si los suelos están contaminados, secos o mal aireados las lombrices decrecen en
población acusando problemas de manejo. Asimismo, un alto contenido de materia
orgánica, una humedad constante y una buena estructuración aumentarán su
población. Un mayor número de lombrices indicará un suelo más fértil.

3.1.1 Materiales:
— 4 estacas
— Harnero
— Pala
— Cinta métrica

3.1.2 Procedimiento:
— Despejar 1 m2 en el terreno (sacar hojas, restos de cultivos).
— Medir un área de 25 x 25 cm y cavar un hoyo de 10 cm de profundidad.
— Pasar por harnero el suelo excavado y determinar el número de lombrices.

3.1.3 Cálculo:
— Multiplicar el número obtenido por 4 para obtener el número de lombrices por
metro cuadrado. Un valor normal para huertos frutales de la Región Metropolitana
es de 12 lombrices por metro cuadrado.

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 31


32 BOLETÍN INIA Nº 482
Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 33
Efervescencia Consideraciones

Menos de 12 lombrices Suelo probablemente más compactado, con baja porosidad,


por metro cuadrado baja materia orgánica, poca humedad.

Más de 12 lombrices por


Suelo fértil.
metro cuadrado

34 BOLETÍN INIA Nº 482


4. RECOMENDACIONES FINALES
4.1 Aplicación de materia orgánica

Si cualquiera de las determinaciones de densidad aparente, estabilidad de agregados,


pH, materia orgánica o lombrices es baja, se recomienda aumentar la aplicación de
materia orgánica. Los cambios de densidad aparente serán progresivos en el tiempo
y requieren medidas complementarias (disminución de tránsito o preparación de
suelo).

4.2 Recomendaciones de manejo

La textura, la velocidad de infiltración, el contenido de carbonatos y el pH no son


fáciles de modificar. Considerar la información indicada en las observaciones de
cada uno de los métodos propuestos.

NOTA: las evaluaciones propuestas son sólo una aproximación y en ningún caso
reemplazarán el análisis de laboratorio y las determinaciones de un
especialista.

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 35


36 BOLETÍN INIA Nº 482
Capítulo 2

Preparación de suelo
con una mirada de conservación

El suelo es la base sobre la cual se sustenta la vida, proporcionando anclaje,


nutrientes y agua para el crecimiento de las plantas: base de la cadena alimentaria.

A pesar de su importancia, el suelo es uno de los recursos más amenazados por la


actividad humana. La agricultura, la deforestación, la urbanización y otros procesos
de transformación del paisaje degradan el suelo y reducen su capacidad para
sustentar la vida. En lo que corresponde a la agricultura, el laboreo y trabajo del
suelo deben adecuarse a ciertos criterios de conservación que permitan disminuir
la erosión, la compactación, la contaminación y la pérdida de materia orgánica. De
lo contrario, el trabajo permanente y descuidado con el recurso llevará a su pérdida
o degradación irreversible.

El manejo del suelo desde una mirada de conservación busca mitigar los impactos
negativos de la actividad humana sobre este y promover prácticas que permitan
mantener o mejorar su calidad. Para ello, el manejo de conservación requiere de la
comprensión de los procesos físicos, químicos y biológicos que ocurren en el suelo,
así como de las interacciones entre el suelo, el agua y la vegetación. En este marco
y con este entendimiento como pilar, el manejo del suelo de conservación propone
prácticas que permitan maximizar la productividad del suelo, al tiempo que se
minimiza la erosión y se conserva la biodiversidad.

Este capítulo explora algunas de las principales prácticas de manejo de conservación


de suelo desde el punto de vista agrícola y productivo y enumera los beneficios
que las prácticas proporcionan en términos de productividad, conservación de la
biodiversidad y mitigación del cambio climático.

Alternativas de preparación de suelo


Hay varias prácticas de preparación de suelo que evitan la inversión de horizontes.
Desde el punto de vista de la conservación, invertir horizontes de suelo con arados
de vertedera o rastras de discos, genera impactos negativos ya que ventila el

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 37


suelo permitiendo una oxidación rápida de materia orgánica. Como alternativa, las
prácticas de conservación proponen trabajar el suelo y prepararlo para la semilla
utilizando cero labranza o siembra directa, labranza mínima y la labranza vertical
con arados de cincel.

Cero labranza, consiste en mantener la capa superficial de la tierra intacta y


preservar su estructura natural, ayudando a retener la humedad y reducir la
erosión. Por lo general, la cero labranza implica una siembra directa, utilizando
maquinaria que permite ubicar las semillas directamente en el suelo sin realizar
laboreos previos. En el largo plazo, la cero labranza en suelos con bajo contenido
de arena produce compactación subsuperficial. Aunque esto puede ser tratado o
prevenido realizando rotaciones de cultivos, casi siempre se hace necesario realizar
labranzas mínimas o verticales cada un cierto número de años para desestabilizar
los horizontes endurecidos.

Labranza mínima, invita a labrar el suelo lo menos posible con instrumentos


verticales como arados de cincel y rastras de dientes cada un cierto número de
años. Esta técnica complementa la cero labranza, donde se utiliza solo una máquina
sembradora que interviene franjas de 5 cm de suelo y 8 a 10 cm de profundidad para
sembrar las semillas. En combinación, la cero labranza con el laboreo vertical del
suelo cada cierto número de años permite evitar la erosión, promover la acumulación
de materia orgánica y descompactar el suelo promoviendo la infiltración de agua.

Labranza vertical con arado de cincel, preparación de suelo superficial que se


utiliza para reducir la compactación del suelo, mejorar la infiltración de agua y aire,
y aumentar la actividad biológica de este. La labranza vertical con arado de cincel
cortar y levanta el suelo a una profundidad de 20-30 cm, en vez de voltearlo por
completo el suelo, ayudando a conservar la estructura y composición de este. Al no
voltear completamente el suelo, se evita la exposición de las semillas de maleza a
la luz solar, lo que reduce la cantidad de malezas que crecen después de la labranza.
Este tipo de labranza es especialmente útil en suelos arcillosos y compactados,
que son difíciles de labrar y que pueden afectar negativamente la germinación y
crecimiento de las plantas.

Manejos de conservación en agricultura


En general, un manejo agrícola promueve la conservación o protege al suelo de la
erosión si está alineado con los siguientes principios generales:

38 BOLETÍN INIA Nº 482


1. Disminuir la intensidad y frecuencia de la labranza: siempre que sea posible,
realizar siembras directas evitando invertir el perfil de suelo.

2. Labranza vertical: cada cierto tiempo es necesario labrar el suelo para


preparar la siembra. Es importante minimizar la cantidad de labranza
para evitar la oxidación rápida de la materia orgánica. Utilizar,
preferentemente, maquinaria de trabajo vertical como arados de cincel
y rastras de dientes.

3. Mantener la cobertura del suelo: mantener la cobertura del suelo reduce


la erosión a la vez que contribuye, en el largo plazo, a aumentar la
materia orgánica y la estabilización del suelo. Es importante no dejar el
suelo descubierto durante el invierno. Si los rastrojos del cultivo anterior
no son suficientes, la aplicación de material vegetal alta en fibra, como
paja o virutas contribuirán a la protección del suelo.

4. Uso de enmiendas orgánicas: el uso de enmiendas orgánicas, como el


compost y el guano, aporta nutrientes, mejora la retención de agua y
contribuye a aumentar la materia orgánica del suelo dándole estabilidad
(ver Capítulo 3).

5. Rotaciones de cultivos: alternar diferentes tipos de cultivos en el mismo


terreno reduce la presión de plagas y enfermedades, mejora la fertilidad y
la estructura del suelo aumentando la infiltración y reduce la necesidad de
pesticidas y fertilizantes.

Otras consideraciones importantes


Además de seguir los lineamientos anteriores al planificar los manejos del huerto,
es importante considerar algunos pasos previos que permitirán ampliar la visión y el
entendimiento sobre el suelo y priorizar las actividades de acuerdo al estado actual
de conservación. En este sentido, es importante:

1. Evaluar la salud del suelo: antes de planificar la temporada productiva


es importante evaluar el estado actual del suelo, sus oportunidades y
problemas (ver Capítulo 1). Esto puede incluir tanto pruebas en campo
como análisis de laboratorio, como los de fertilidad y estructura. Toda la
información que se obtenga identificará problemas a corregir o considerar
antes de comenzar o planificar el cultivo.

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 39


2. Determinar la estrategia de conservación: una vez que se ha evaluado la
condición actual del suelo, es importante determinar la estrategia de
conservación adecuada para el cultivo y definir las metas de conservación
a largo plazo. La estrategia de conservación puede incluir prácticas como la
siembra directa, la rotación de cultivos, la labranza mínima o la aplicación
de cobertura vegetal. Las metas de conservación a largo plazo permitirán
entender el beneficio final de las prácticas que se propongan.

Beneficios e incentivos gubernamentales


El Gobierno dispone distintos incentivos para apoyar a los y las agricultores en
diversos ejes de la producción agrícola. Por ejemplo, para la preparación de suelo,
dispone del programa Sistema de Incentivos para Sustentabilidad Agroambiental de
los Suelos Agropecuarios (SIRSD-S). Este programa asigna y entrega recursos para
distintas labores, manejos e insumos para la agricultura chilena dentro de un marco
de conservación de suelo. Prácticas como la aplicación de guano, el subsolado,
la rotación de cultivos y el establecimiento de praderas son cofinanciadas por el
Estado y permiten proteger el suelo de la erosión.

Los especialistas de INDAP Instituto de Desarrollo Agropecuario a través de sus


programas PRODESAL y SAT entregan información sobre el SIRSD-S y otros incentivos
y mecanismos que permiten trabajar con el suelo sin degradarlo.

40 BOLETÍN INIA Nº 482


Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 41
42 BOLETÍN INIA Nº 482
Capítulo 3

Tipos de enmiendas orgánicas

Los distintos tipos de enmiendas orgánicas, juntas o separadas, son utilizadas para
aumentar la biodiversidad del suelo y sus funciones productivas y de apoyo a los
ecosistemas. Los distintos tipos de enmiendas orgánicas que presentamos en este
capítulo pueden ser utilizadas de manera individual o combinada para aumentar la
biodiversidad del suelo. Las enmiendas orgánicas que acá incluimos son el guano,
los rastrojos, el compost, el vermicompost, el bocashi y los ácidos húmicos. Para
definir cuál utilizar, será importante considerar sus distintas cualidades, nutrientes
requeridos por los cultivos y necesidades específicas del suelo, además de tener
en cuenta su disponibilidad local o la factibilidad técnica de producirlos en terreno.

1. Guano
El uso de guanos animales en agricultura como enmienda y mejorador de suelo es
una práctica antigua de fertilización. Estos materiales incorporan de forma directa
materia orgánica al suelo, además de contribuir nutrientes, activar la microflora y
microfauna y aumentar la salud general del suelo. Así, la incorporación de guano
en el largo plazo aumentará el contenido de materia orgánica, contribuyendo a la
estabilidad del suelo, a su drenaje y a la retención de agua y estimulará los ciclos de
liberación y fijación de nutrientes.

Figura 3.1 Izquierda: incorporación de guano en invernadero, La Unión, Isla de Maipo.


Derecha: incorporación de guano en invernadero, El Llano, Pirque.

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 43


Desde el punto de vista nutricional, el guano es una fuente de nitrógeno y potasio
para las plantas, además de aportar algunos micronutrientes. Sin embargo, esta regla
general sufre grandes variaciones dependiendo de su origen animal o adiciones de
fibra vegetal. Algunos guanos aportarán también grandes cantidades de calcio,
mientras otros harán contribuciones importantes de fósforo o micronutrientes
como el manganeso o el hierro. Esta variabilidad, indica que es importante y
recomendable analizar los guanos en un laboratorio antes de aplicarlos para estimar
su contribución de nutrientes.

Características químicas generales del guano


Distintos parámetros de calidad (por ejemplo carbono orgánico, conductividad
eléctrica, pH, relación carbono nitrógeno) permiten determinar si un guano tendrá
un buen comportamiento en el suelo y si cumplirá con el objetivo propuesto para la
aplicación. Por ejemplo, el guano que tenga la relación carbono nitrógeno más baja
liberará nutrientes más rápido durante la temporada que aquellos que presenten un
valor más alto. El Cuadro 3.1 reporta parámetros de calidad para guanos de distinto
origen animal.

Dada la variabilidad que presentan el guano y el suelo, no existe un guano mejor


que otro o uno que sirva para todas las realidades productivas. Será importante,
por tanto, elegir de acuerdo a la disponibilidad el mejor guano para las necesidades
locales. Si el objetivo es aumentar la materia orgánica del suelo, habrá que preferir
guanos con valores altos de relación carbono-nitrógeno y si el objetivo es aportar
nutrientes a las plantas, habrá que usar guanos maduros de baja relación carbono
nitrógeno. El Cuadro 3.2 da algunas sugerencias de cómo interpretar los distintos
resultados que entregan los laboratorios.

44 BOLETÍN INIA Nº 482


Cuadro 3.1. Características químicas y contenidos de nutrientes referenciales para guanos
provenientes de distintos animales, muestreados y analizados por INIA La Platina en la Región
Metropolitana.

Análisis Unidad Caballo Cabra Gallina Oveja Vacuno

pH _ 7,9 8,5 7,8 8,6 8,0


Conductividad eléctrica dS/m 8 17 11 17 32
Carbono orgánico % 28 30 15 27 12
Relación carbono nitrógeno _ 20 10 9 11 7
Humedad % 107 112 39 101 67
Nitrógeno % 1,7 3,1 1,2 2,4 1,8
Fósforo % 0,4 0,8 0,7 0,5 0,5
Potasio % 6,6 12,0 5,6 10,6 8,5
Calcio % 1,6 1,7 5,5 3,7 2,6
Magnesio % 0,5 0,8 1,1 0,7 0,6
Sodio % 0,3 0,6 0,3 0,4 0,4
Hierro % 0,4 0,3 1,3 0,5 1,8
Manganeso mg/kg 196 169 777 272 300
Cobre mg/kg 48 34 61 36 52
Zinc mg/kg 170 152 242 147 220

Cuadro 3.2. Cómo interpretar los parámetros de calidad.

Unidad Valor más alto Valor más bajo

Menor aporte a la
Mayor aporte a la acumulación de
Carbono orgánico acumulación de materia
materia orgánica del suelo
orgánica del suelo

Mayor velocidad de
Relación carbono Menor velocidad de liberación de
liberación de nutrientes al
nitrógeno nutrientes al cultivo
cultivo

Conductividad eléctrica Mayor contenido de sales Menor contenido de sales

Menor volatilización
pH Mayor volatilización de nitrógeno
de nitrógeno

Mayor costo de transporte Menor costo de transporte


Contenido de humedad
Mayor volumen a aplicar Menor volumen a aplicar

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 45


Tipos de guano
El guano se comercializa, prepara o estabiliza de distintas formas, que tendrán mayor
o menor grado de fermentación y mayor o menor cantidad de fibras adicionales de
origen vegetal. Estas presentaciones se pueden agrupar en guanos frescos, maduros,
compostados y con cama animal.

Guano fresco: corresponde a guanos que no han tenido un proceso de fermentación


previo a la aplicación. El guano fresco se puede incorporar al suelo, siempre que se
dejen transcurrir al menos 3 meses entre su aplicación y la siembra o trasplante.
También es posible dejarlos fermentar en pilas entre 3 y 6 meses antes de la
aplicación para evitar intoxicaciones por amonio en el cultivo. En ambos casos, es
importante incorporar bien el guano en el suelo para que quede enterrado y tomar
precauciones en el caso de las pilas para evitar la pérdida de nutrientes, emisión de
malos olores y proliferación de vectores, como la mosca doméstica.

Guano maduro: guanos que ha pasado por un proceso de fermentación por más de
6 meses y pueden ser incorporados directamente en terreno con o sin cultivos ya
establecidos. Es decir, guanos que pueden entrar en contacto directo con la planta
sin provocar daño. El guano maduro es rico en nutrientes, especialmente nitrógeno,
fósforo y potasio, lo que lo convierte en un abono muy efectivo para mejorar la calidad
del suelo y el crecimiento de las plantas. Además, contiene una amplia variedad de
microorganismos beneficiosos que contribuyen a la salud del suelo y a la biodiversidad
del ecosistema.

Guanos con cama animal: guanos mezclados con algún tipo de fibra vegetal como
virutas de madera o paja. La adición de fibra estabiliza el guano y aumenta su
relación carbono nitrógeno, resultando un guano que durará más tiempo en terreno
(descomposición más lenta) e incorporando al suelo una mayor cantidad de materia
orgánica. El resultado es un abono rico en nutrientes, especialmente nitrógeno y
fósforo, que son esenciales para el crecimiento de las plantas. El guano con cama
animal es utilizado en la agricultura y la horticultura como una alternativa natural
y sostenible a los fertilizantes químicos. Además, su uso contribuye a la gestión y
reducción de residuos orgánicos, ya que utiliza materiales que de otra manera podrían
ser considerados desechos.

Guanos compostados: guanos con cama animal que pasan por procesos de
compostaje con control de temperatura y volteos periódicos. El proceso de
compostaje ayuda a estabilizar el guano y a reducir los niveles de amoníaco y

46 BOLETÍN INIA Nº 482


otros compuestos que pueden ser perjudiciales para las plantas. Además, el guano
compostado es rico en nutrientes, especialmente nitrógeno y fósforo, lo que lo
convierte en un abono muy efectivo para mejorar la calidad del suelo y el crecimiento
de las plantas.

2. Rastrojo
Se entiende por rastrojo cualquier residuo de cosecha o poda que queda del
descarte de los cultivos. Los rastrojos son una buena forma de aumentar la materia
orgánica del suelo a largo plazo. Tienen una descomposición lenta que dependerá de
su relación carbono nitrógeno (Cuadro 3.3). Mientras más alta sea la relación carbono
nitrógeno del rastrojo, más lenta será su descomposición y mayor el secuestro de
nitrógeno que se producirá durante algunos meses tras la aplicación. Para hacer más
rápido el proceso de descomposición, se recomienda incorporar el rastrojo al suelo
antes de que esté completamente seco.

El proceso de descomposición del rastrojo es realizado por los microorganismos


del suelo, por lo que a mayor presencia de microorganismos más rápida será la
descomposición. El contenido de materia orgánica es un indicador del número de
microorganismos y la actividad biológica del suelo. Por lo tanto, mientras mayor
materia orgánica tenga un suelo, más rápida será la descomposición. Para acelerar
aún más el proceso de descomposición del rastrojo es posible incorporar fertilizantes
nitrogenados junto con el rastrojo o guanos con bajo contenido de fibra como guanos
de ave o de vacuno. Como indica la Tabla 3.1 los guanos de estos animales presentan
un mayor contenido de nitrógeno respecto al de carbono, en comparación a guanos
de caballo, oveja o cabra, lo que aumenta el nitrógeno disponible para que los
microorganismos aceleren su proceso de descomposición del rastrojo.

Figura 3.2. Izquierda: Trituradora de rastrojos en cultivo de tomate. Derecha: Trituradora de


rastrojos en cultivo de maíz.

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 47


Características químicas generales de los rastrojos
La composición química, contenido de humedad y tamaño de partículas de cada
rastrojo dependerá de factores asociados al rendimiento local del cultivo y de la
fertilidad del suelo que los produjo. Dada su alta variabilidad, las evaluaciones
de INIA se han centrado mayormente en la determinación de la relación carbono
nitrógeno de los residuos, que, como se indica más arriba, es un excelente indicador
de la velocidad con que ese rastrojo se incorporará al suelo y generará beneficios en
su estabilidad. El Cuadro 3.3 presenta la información de los rastrojos más comunes
de la Región Metropolitana que INIA ha analizado.

Cuadro 3.3. Relación carbono nitrógeno de los rastrojos más comunes de la Región Metropolitana
(datos INIA).

Rastrojo C/N

Trigo 89/1

Maíz 43/1

Más lenta
Flores 30/1

Tomate 25/1

Tasa de
Dieta microbiana ideal 24/1 descomposición relativa

Zapallo Italiano 19/1

Coliflor, Poroto verde 18/1

Guano de Caballo 15/1


Más rápida

Guano de Oveja 13/1

Guano de Ave 12/1

Lechuga 11/1

Suelo 8/1

48 BOLETÍN INIA Nº 482


3. Compost
El compost es un producto orgánico creado a partir de la descomposición de
materiales como restos de comida, hojas, ramas, papel, cartón y otros materiales
similares. Este proceso de descomposición es llevado a cabo por una gran cantidad
de microorganismos, incluyendo bacterias, hongos, gusanos y otros que convierten
estos residuos en un material rico en nutrientes que puede ser utilizado para
enriquecer el suelo y mejorar el crecimiento de las plantas.

El proceso de compostaje se inicia al mezclar diferentes materiales orgánicos


juntos en una pila o un contenedor especial para compostaje. La mezcla ideal de
materiales para hacer compost incluye una combinación de materiales ricos en
carbono, como hojas secas, ramas y cartón, y materiales ricos en nitrógeno, como
restos de comida, pasto y guanos de animales. El equilibrio correcto entre carbono y
nitrógeno es esencial para que el compostaje funcione adecuadamente.

Una vez que los materiales se han mezclado, se debe agregar agua para mantener
el nivel de humedad adecuado, y se debe voltear la mezcla de manera regular
para permitir la circulación de aire. El oxígeno es esencial para el crecimiento de
los microorganismos que descomponen los materiales orgánicos y convierten el
compost en un material rico en nutrientes. Sin oxígeno no hay compostaje.

El proceso de compostaje puede llevar de seis meses a un año, dependiendo de


la mezcla de materiales, la temperatura y la humedad del ambiente. Una vez que
el proceso de compostaje está completo, el compost se puede utilizar de varias
maneras. Por ejemplo, puede ser utilizado como fertilizante natural para enriquecer

Figura 3.3.Izquierda: Armado de pila de compostaje, Santa Rita, Curacaví. Derecha: Pila de
compostaje, El Llano, Pirque.

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 49


el suelo, como una capa de cobertura en el suelo para proteger las raíces de las
plantas del frío y el calor extremo y para controlar la erosión del suelo.

Además de los beneficios para las plantas y el suelo, el compost también tiene un
impacto positivo en el medio ambiente. Al reducir la cantidad de residuos orgánicos
que se envían a los vertederos, se reduce la cantidad de metano que se libera a la
atmósfera. El metano es un gas de efecto invernadero que contribuye al cambio
climático, por lo que la reducción de su emisión tiene un impacto positivo en el
medio ambiente.

En resumen, el compost es un producto orgánico creado a partir de la descomposición


de materiales orgánicos. El proceso de compostaje es llevado a cabo por
microorganismos que convierten estos residuos en un material rico en nutrientes
que puede ser utilizado para enriquecer el suelo y mejorar el crecimiento de las
plantas.

Características químicas generales del compost


Chile tiene una normativa para regular qué tipo de material orgánico puede ser
llamado compost. La normativa divide el compost en dos calidades. Los compost
de calidad A serán adecuados para todos los cultivos, mientras que los compost de
calidad ‘B’ demorarán más en su proceso de descomposición, incorporación al suelo
y liberación de nutrientes y podrán provocar efectos negativos en cultivos sensibles
a la salinidad. El Cuadro 3.4 presenta la clasificación del compost de acuerdo a la
normativa chilena (NCh2880).

Cuadro 3.4. Requisitos mínimos para compost de acuerdo a la Norma Chilena 2880.

Análisis Clase A Clase B

Conductividad eléctrica <3 <8

pH 5,0 – 8,5

Contenido de materia orgánica >20 %

Relación carbono nitrógeno <25 <30

Tamaño de partículas <16 mm

Densidad aparente <0,7 g/cm3

Contenido de humedad 30 – 45 %

50 BOLETÍN INIA Nº 482


4. Vermicompost
El vermicompost es un tipo de compostaje que utiliza lombrices para descomponer
los materiales orgánicos y producir un sustrato rico en nutrientes. El proceso de
elaboración del vermicompost implica alimentar a las lombrices con una mezcla
de materiales orgánicos, que luego pasan por su sistema digestivo y son excretados
como un producto final. La técnica es cada vez más popular entre los agricultores
debido a sus muchos beneficios. El producto es rico en nutrientes como nitrógeno,
fósforo y potasio y contiene microorganismos beneficiosos que pueden ayudar a
mejorar la salud del suelo y de las plantas.

Para producir vermicompost, se necesitan lombrices, idealmente rojas californianas


(Eisenia foetida o Lumbricus rubellus) debido a su baja tendencia a migrar y su
capacidad de descomponer materiales orgánicos rápida y eficientemente. Se puede
producir en canchas abierta, más o menos protegidas por del sol y el desecamiento
o en contenedores que permitan una adecuada ventilación y drenaje.

Las lombrices digieren restos de comida, hojas, rastrojos, papel, cartón y otros
materiales orgánicos. Es importante asegurarse de que los materiales sean frescos
y estén limpios de productos químicos y otros contaminantes. A medida que las
lombrices comen los materiales orgánicos, los digieren y excretan el vermicompost.
El vermicompost puede ser recolectado, harneado y utilizado como abono para
enriquecer el suelo y aumentar la productividad de los cultivos.

Figura 3.4. Izquierda: Vermicompostera. Derecha: Núcleo de lombrices de tierra, lombriz roja
(Eisenia Foetida).

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 51


En resumen, el vermicompostaje es una técnica de compostaje que utiliza lombrices
para descomponer materiales orgánicos y producir un fertilizante natural rico en
nutrientes. El vermicompost es utilizado para enriquecer el suelo, mejorar la calidad
de los cultivos y promover la salud del suelo y de las plantas.

Características químicas generales del vermicompost


A pesar de ser una práctica antigua, el vermicompost se masificó en los años 80
dada la facilidad de reproducir la lombriz californiana. De esa fecha (1989), data el
análisis proximal que presenta el Cuadro 3.5, indicando un panorama general del
contenido de nutrientes que tiene un vermicompost generado a partir de residuos
vegetales, guanos animales y chips de madera o rastrojos de cultivos.

Cuadro 3.5. Características químicas generales del vermicompost. (Adaptado de Hervas


et al. 1989, https://doi.org/10.1016/0048-9697(89)90162-9)

Análisis Rango (%)


Humedad 36 – 58
Materia orgánica total 24 – 57
Carbono orgánico 14 – 22
Relación carbono nitrógeno 10 – 12
Nitrógeno 1,0 – 2,4
Fósforo 0,4 – 0,9
Potasio 0,9 – 2,3
Calcio 7,1 – 14,6
Magnesio 0,6 – 1,6
Sodio 0,3 – 1,0
Azufre 0,3 – 1,4

5. Bocashi
El Bocashi es un tipo de compostaje japonés que utiliza una mezcla de materiales
orgánicos fermentados y descompuestos, en lugar de materiales frescos y sin
procesar como en el compost tradicional. Esta mezcla fermentada se utiliza como
fertilizante natural para enriquecer el suelo y mejorar la calidad de los cultivos.

El proceso de elaboración del Bocashi comienza al mezclar una variedad de

52 BOLETÍN INIA Nº 482


materiales orgánicos, como afrecho y guano de animales. Estos materiales se
mezclan con una serie de agentes fermentativos, que pueden incluir levaduras,
bacterias y hongos. Estos agentes ayudan a iniciar y acelerar el proceso de
fermentación y descomposición de los materiales orgánicos. Al finalizar el proceso,
el Bocashi se utiliza como fertilizante natural para enriquecer el suelo y mejorar
el crecimiento de las plantas. Este, es rico en nutrientes como nitrógeno, fósforo
y potasio, y contiene una amplia variedad de microorganismos que ayudan a
fortalecer la salud del suelo y mejorar la calidad de los cultivos.

Características químicas generales del Bocashi


El Cuadro 3.6 presenta la composición química de un Bocashi producido en la Región
Metropolitana y analizado en INIA La Platina. Es importante señalar que el Laboratorio
de Suelos de INIA La Platina no ha realizado muchos análisis de Bocashi, por lo que
será importante comprobar el contenido de nutrientes de un lote particular. Sobre
todo, porque dados sus medios de producción, la composición química de cada
Bocashi será variable, dependiendo de los microorganismos fermentativos que se
utilicen, el suelo, el guano y el afrecho (ver Capítulo 4).

Figura 3.5. Izquierda: Preparación fase solida del bocashi, sector Carmen Bajo, Melipilla.
Derecha: Preparación fase liquida del bocashi, sector Santa Elena de Viluco, Buin.

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 53


Cuadro 3.5. Características químicas generales del vermicompost. (Adaptado de Hervas et
al. 1989, https://doi.org/10.1016/0048-9697(89)90162-9)
Análisis Unidad Resultado
pH — 7,8
Conductividad eléctrica dS/m 9,2
Materia orgánica % 22
Relación carbono nitrógeno — 12
Nitrógeno disponible mg/kg 1.520
Fósforo disponible mg/kg 798,8
Potasio disponible mg/kg 3.600
Calcio intercambiable cmol(+)/kg 19,1
Magnesio intercambiable cmol(+)/kg 8,9
Sodio intercambiable cmol(+)/kg 1
Potasio intercambiable cmol(+)/kg 9,2

Ácidos húmicos
Los ácidos húmicos son un tipo de sustancia orgánica que se encuentra naturalmente
en el suelo, especialmente en aquellos suelos ricos en materia orgánica. Estos ácidos
junto a otros compuestos representan la fracción de la materia orgánica del suelo que
se encuentra altamente descompuesta. A pesar de ser un constituyente de la materia
orgánica del suelo, es posible, de manera artificial aplicar ácidos húmicos mediante los
sistemas de riego. Desde esta perspectiva, es una forma de aplicar materia orgánica
que aprovecha las ventajas de los sistemas de inyección y riego tecnificado.

La aplicación de ácidos húmicos al suelo mejora la estructura del suelo, lo que


incide sobre la capacidad de éste de retener de agua. Esto se debe a que los ácidos
húmicos pueden formar complejos con los minerales del suelo, creando estructuras
más estables y resistentes. Además, al estar altamente descompuestos, los ácidos
húmicos aumentan la capacidad de retención de nutrientes, con los que forma
complejos que incluso la raíz puede aprovechar directamente. Por último, al estar
los ácidos húmicos altamente descompuestos, los ácidos húmicos sirven de sustrato
para los microorganismos del suelo, los que se ven estimulados en su crecimiento.

En resumen, la aplicación de ácidos húmicos al suelo puede tener varios beneficios


para la salud del suelo y las plantas. Puede mejorar la estructura del suelo, aumentar
la capacidad de intercambio catiónico, mejorar la absorción de nutrientes, estimular
el crecimiento de las raíces y mejorar la calidad del suelo en general.

54 BOLETÍN INIA Nº 482


Figura 3.6. Elaboración de ácido húmico.

Características químicas generales de los ácidos húmicos


El Cuadro 3.7 presenta los contenidos de nutrientes del ácido húmico de acuerdo a
la preparación que se sugiere en el Capítulo 4. Estas características son distintas a
los ácidos húmicos comerciales, ya que estos últimos vienen en polvo y consideran
pasos adicionales de acidificación, precipitación y extracción. Si bien los contenidos
de nutrientes pueden variar, el mayor beneficio del uso de ácidos húmicos viene por
el efecto que provocan en la materia orgánica y los microorganismos del suelo, por
lo que determinar el contenido final de ácidos húmicos de un preparado será más
importante que conocer su contenido de nutrientes.

Cuadro 3.7 Contenido de nutrientes de ácidos húmicos de caballo, oveja y vacuno preparados
en la Región Metropolitana (información de INIA).

Análisis Unidad Caballo Oveja Vacuno


pH — 13,7 13,6 13,8

Conductividad eléctrica dS/m 60 56 73

Materia orgánica % 1,5 2,0 1,3

Carbono orgánico % 0,87 1,16 0,75

Relación carbono nitrógeno — 9,5 7,8 6,0

Nitrógeno total mg/l 940 1490 1250

Nitrógeno disponible mg/l 170 176 432

Fósforo total mg/l 1605 3065 2450

Potasio total % 5,7 7,7 9,8

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 55


56 BOLETÍN INIA Nº 482
Capítulo 4

Preparación de enmiendas orgánicas


y consejos de aplicación

Las diversas enmiendas orgánicas aumentan la biodiversidad del suelo y sus funciones
productivas, apoyando a los ecosistemas. Para su correcto uso e implementación, en
este capítulo hemos agrupado algunos consejos útiles para una efectiva aplicación
de enmiendas orgánicas y su preparación. Recomendamos la aplicación anual de
alguna de estas alternativas con una dosis de 1 a 2 kg por metro cuadrado para
mantener la salud del suelo.

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 57


4.1 Guanos
4.1.1 Guano fresco

Materiales
Guano fresco de una o distintas fuentes.

Preparación
1 Por sus características, el guano fresco no necesita preparación.

Consejos
El guano fresco quema las raíces de las plantas si es
aplicado directamente al suelo.
Por lo tanto, debe ser incorporado en el suelo antes de
la temporada de cultivo.
El guano fresco no puede ser aplicado durante la época
de cultivo.
El guano fresco contiene patógenos y microorganismos
que son perjudiciales para la salud humana. Considere
Equipo de Protección Personal (EPP) adecuado para su
manipulación.
Lávese las manos después de manipular.
No aplicar cerca de fuentes de agua. El guano fresco
contamina las fuentes de agua cercanas a la aplicación
como ríos y canales.

58 BOLETÍN INIA Nº 482


4.1.2 Guano maduro

Materiales
Guano fresco de una o distintas fuentes.

Preparación

1 Apilar el guano.

2 Dejar fermentar entre 6 y 12 meses.

Consejos
Cuando el guano es fresco y contiene un alto porcentaje de humedad es posible
que las temperaturas de la pila sobrepasen los 100 grados, calcinando la materia
orgánica del interior. Se recomienda voltear el guano y mejorar la ventilación
interior con zanjas u orificios en el centro de la pila.

Incorpore el guano en el suelo para que se descomponga adecuadamente y se


distribuya de manera uniforme.

voltear el guano
ventilación interior

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 59


4.1.3 Guano con cama animal

Materiales
Guano fresco con cama animal.

Preparación

1 Apilar el guano.

2 Dejar fermentar entre 6 y 12 meses.

Consejos
Homogenice el material proveniente del corral para que los materiales estén
distribuidos de manera uniforme.

Mantenga la cama húmeda y asegúrese de que no esté demasiado mojada para


permitir una adecuada oxigenación.

homogeneizar

mantener humedad

60 BOLETÍN INIA Nº 482


4.1.4 Guano compostado

Materiales
Guano fresco con cama animal Termómetro de pinchar

Preparación

1 Apilar el guano en pilas de 1,5 m de altura y de un ancho de 2 m.

2 Controlar temperatura con el


termómetro.

1,5 m

2m

3 Voltear cuando la temperatura supere


los 70 grados, para evitar la pérdida de
nutrientes.

4 Voltear cuando la temperatura


descienda o esté cercana a temperatura
ambiente para reactivar la pila.

5 El guano compostado está listo cuando, después de voltear, la temperatura no


vuelve a subir.

Consejos
Mantener la pila húmeda. Asegúrese de que no esté demasiado mojada para
permitir una adecuada oxigenación.
Tape la pila en caso de lluvia abundante para evitar el exceso de humedad.
Voltee la pila si observa malos olores para oxigenar el material.
Este producto se puede aplicar directamente en campo,
con o sin cultivos.

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 61


4.2 Rastrojos

Materiales
Trituradora de rastrojos.
Rastrojos de cultivos
no frutales.

Preparación
1 Triture los rastrojos.

62 BOLETÍN INIA Nº 482


Consejos
Utilice rastrojos libres de amarras plásticas.

Utilice rastrojos frescos para aprovechar su


humedad y acelerar su descomposición.

Ajuste la trituradora para obtener rastrojos de


2 a 6 cm para una descomposición más rápida.

2 a 6 cm

Utilice rastrojos que no estén


infectados con enfermedades o plagas.

Incorpore los rastrojos inmediatamente una vez


triturados.

Si el rastrojo tiene un alto contenido de carbono, no olvide agregar una fuente de


nitrógeno para acelerar su descomposición.

Para los cultivos de maíz y tomate, se aconseja aplicar guano de ave o


microorganismos aceleradores, para una descomposición más rápida.

Los rastrojos de fácil descomposición generan poca materia orgánica, en cambio


los materiales lignificados (paja) generan más materia orgánica, pero exigen una
cantidad de nitrógeno adicional para su descomposición.

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 63


4.3 Compost
Carbono (C)

Materiales
Materia prima alta en Carbono (C),
(ramas “material leñoso”, cartón, Nitrogeno (N)

caña de maíz, entre otros)

Materia prima alta en Nitrógeno (N),


(residuos domiciliarios, restos de
cultivos en estado verde, entre otros)

Guano
Termómetro de pinchar
Paja, ramas de palmera o malla raschel

Preparación
1 Seleccione un lugar adecuado, que permita el volteo y el riego y esté protegido
del viento.
2 Realice el compost a ras de suelo en un lugar despejado de vegetación.
3 Chipear o triturar las materias primas seleccionadas a un tamaño de 3-5 cm.

64 BOLETÍN INIA Nº 482


Armado de pila:

4 La pila debe ser de 1,5 a 2 m de ancho y 1,5 m de alto. Estas dimensiones permitirán
que la pila tome temperatura y comience el proceso de descomposición. El
largo puede ser variable dependiendo de la cantidad de material.

5 Cree la pila de compost por capas de 5 a 10 cm de material. Empiece con una


capa de material alto en carbono, después añada una capa de material alto
en nitrógeno y agregue una pequeña capa de guano. Continúe alternando las
capas hasta alcanzar la altura indicada.

6 Después de cada capa, rocíe agua sobre la pila para mantener la humedad
adecuada. La pila no debe estar demasiado húmeda ni demasiado seca.
7 Controlar la temperatura con el termómetro y registrarla.

8 Voltear cuando la temperatura supere los 70 grados, para evitar la pérdida de


nutrientes.
9 Voltear cuando la temperatura descienda o esté cercana a temperatura
ambiente para reactivar la pila.
10 El compost está listo cuando después de voltear la temperatura no vuelve
a subir, no se distingue la materia orgánica (mezcla homogénea) y no hay
insectos detritívoros (chanchitos de tierra, arañas, escarabajos, etc).

10

5
5a
10 cm

2m

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 65


Consejos
No incorporar material mayor a 10 cm.
Verifique que la humedad sea la
adecuada: al apretar una porción de
la mezcla esta debiera mantener la
forma y no gotear.
Si no aumenta la temperatura, pruebe
voltear la pila, regar si falta humedad,
agregar yogurt diluido en agua o
asperjar con 20 g de levadura por
litro.
Si nota un fuerte olor a amonio
(semejante al olor del huevo podrido),
agregue residuos leñosos y voltee la
pila.
Si nota un olor desagradable a
pudrición, voltee la pila.

Al voltear la pila, cuide que el material


que estaba al exterior quede al centro
y que el material que estaba en el
centro quede en el exterior.

Si la temperatura supera los 50 grados


por tres días, el compost estará libre
de patógenos y semillas de plantas
colonizadoras.

Algunos hongos visibles pueden


aparecer durante el proceso de
compostaje. Esta es una buena señal.

No incorporar material nuevo a una


pila establecida. Si hay más material,
considere realizar otra pila.

66 BOLETÍN INIA Nº 482


4.4 Bocashi
Materiales
Plástico (2 x 2 m aprox).
Pala.
Balde de 20 l.
1 palo de madera.
Insumos fase seca:
40 kg de guano maduro (1 carretilla).
40 kg de tierra común (1 carretilla).
20 kg de afrechillo o harinilla.
Insumos fase liquida:
1 l de yogurt o yogurt de pajaritos (pueden estar vencidos).
20 l de agua (sin cloro).
½ Taza de azúcar, miel, caramelo o melaza.
20 gr de levadura seca (1 cucharada).

Preparación
1 Despejar el sector donde se realizará el bocashi y colocar el plástico.

2 Llenar el balde con agua e incorporar los insumos de la fase liquida (yogurt,
azúcar y levadura), revolver con el palo de madera hasta que se incorporen
todos los ingredientes.

3 Colocar sobre el plástico los insumos de la fase seca (guano, tierra y afrechillo o
harinilla), mezclar los insumos hasta que la mezcla quede homogénea.

4 Con la mezcla homogénea formar una especie de volcán, e ir incorporando de a


poco la preparación realizada en el balde.

5 Se deben mezclar bien todos los ingredientes hasta que estén integrados y
homogéneos, es muy importante que la humedad sea la adecuada, de tal forma
que al apretar una porción de la mezcla no gotee y mantenga la forma.

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 67


6 Si la humedad no es suficiente, se debe seguir agregando agua como lluvia y
revolver. En el caso de haberse excedido, se deberá agregar afrecho o tierra para
que absorba la humedad.

7 Una vez lista la mezcla darle forma de pirámide y cubrir con el mismo plástico,
si este no es suficiente, cubrir con otro más.

8 Los tres primeros días después de haber realizado la mezcla, se debe revolver
tres veces en el día (mañana, medio día y tarde), para oxigenar la mezcla y bajar
la temperatura. Luego de cada volteo se debe tapar la mezcla.

9 Los días 4,5 y 6 se debe bajar a dos volteos por día y ya no es necesario cubrirlo.

Fase líquida: Fase seca:


Miel Guano
Agua Tierra
Yogurt Arenilla

3
2

mezcla homogénea

68 BOLETÍN INIA Nº 482


10 El día 7 se debe descubrir la mezcla y bajar a 10 cm. La temperatura debe ser
baja y la mezcla ha tomado un color gris parejo.

11 En el día 8 ya se puede almacenar la mezcla para que no pierda toda su


humedad.

cubrir con plástico


6

10

DÍA ACCIÓN
1a3 Volteo 3 veces

4a6 Volteo 2 veces

7 Bajar a 10 cm

8 Almacenar en saco

Consejos
El bocashi se puede utilizar 15 días
antes de la siembra, al trasplante
o en el desarrollo del cultivo,
incorporándolo al suelo.

Guarde el bocashi en sacos en un


lugar fresco y seco.

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 69


4.5 Vermicompost
Materiales
Lombrices.
Una estructura como la propuesta en el Anexo 1.
Guano maduro hidratado
Paja
Residuos orgánicos
Malla raschel

Preparación

1 En la estructura o contenedor ponga como base el guano y después los


residuos orgánicos.

2 Agregue un núcleo de lombrices por metro cúbico de material. Un núcleo


equivale a 3-4 kg de lombrices. Un metro cúbico equivale a 12 carretillas de
80 litros.

3 Cubrir con paja.

70 BOLETÍN INIA Nº 482


4 Revisar semanalmente la humedad, el estado de las lombrices. Regar en
forma de lluvia en caso de ser necesario.

5 El vermicompost está listo cuando en el material no se distingue la


procedencia de la materia orgánica: es homogéneo.

6 Para cosechar apile el vermicompost y déjelo expuesto a la luz. Las lombrices


migrarán hacia la parte baja y podrá cosechar el humus. Repita el proceso
hasta que no sea posible cosechar más humus sin dañar a las lombrices.

Consejos
Verificar que el material es adecuado para las lombrices. Dejar 5 lombrices
sobre el material y ver si se entierran. Cuando se quedan en la superficie el
material no es adecuado o requiere mayor tiempo de fermentación.
Se recomienda dejar fermentar los residuos orgánicos por 3 a 5 días antes
de incorporarlos.
La temperatura óptima es de 21 grados.
Cubra la cama con la malla raschel para proteger de ataque de pájaros y la
luz solar.

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 71


4.6 Ácido húmico

Materiales
Equipo de Protección Personal (EPP).
Tambor (200 l).
Medidor de pH (pH-metro o papel pH).
Pesa.
40 kg guano (cordero, cabra, vacuno y/o caballo).
5 kg hidróxido de potasio.
180 l de agua (sin cloro).
1 palo de madera (más largo que el alto del tambor)
Ácido fosfórico.

Preparación

1 En un tambor colocar 40 kg de guano.


2 Agregar 100 l de agua (sin cloro) y revolver hasta integrar el guano con el agua.

3 Con precaución, poco a poco, agregar los 5 kg de hidróxido de potasio, y luego


incorporar revolviendo.

4 Agregar agua hasta completar el volumen del tambor.

Agua
6
1

hidróxido de potasio

Guano

72 BOLETÍN INIA Nº 482


5 Controlar el pH. Este debe marcar 14 puntos, aproximadamente.
6 Dejar reposar la mezcla a la sombra, destapada, por 12 días. Revolver
diariamente para levantar la borra.

7 Transcurridos los 12 días, filtrar y envasar. El producto envasado, guardado en


un lugar con sombra y ventilación puede durar hasta 6 meses.

Dilución para aplicación en campo:

8 En un tambor de 200 l agregar 100 l de agua y agregar 200 ml de ácido


fosfórico.

9 Agregar el ácido lentamente, revolviendo, para evitar que precipite y/o


salpique.

10 Una vez preparada la mezcla de agua y ácido fosfórico, agregar al tambor


20 l de ácido húmico.

11 Revolver y agregar agua hasta completar el tambor.


12 Chequear el pH: debe estar entre 6 y 7.

Agua ácido húmico

ácido fosfórico Agua

Consejos
La aplicación de ácido húmico se realiza solo vía riego, ya que si esta se hace
de manera foliar puede manchar hojas y frutos.
Es recomendable aplicar ácido húmico durante el período de siembra o
trasplante, ya que esto ayudará a maximizar su efectividad. La aplicación
posterior también puede ser beneficiosa.

Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 73


74 BOLETÍN INIA Nº 482
Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 75
76 BOLETÍN INIA Nº 482
Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 77
78 BOLETÍN INIA Nº 482
Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA / MINISTERIO DE AGRICULTURA 79
Instituto de Investigaciones Agropecuarias

80 BOLETÍN INIA Nº 482

También podría gustarte