Nociones de Medio Ambiente

MEDIO AMBIENTE EN MINERÍA 1
Unidad 1: Nociones de Medio Ambiente
UNIDAD 1: NOCIONES DE MEDIO AMBIENTE
Contenido
INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................... 2
EL ESTUDIO DE LA NATURALEZA . EL NACIMIENTO DE LA ECOLOGÍA ........................................... 3
Los principales Ciclos Biogeoquímicos ..................................................................................... 6
El ciclo hidrológico ..................................................................................................................... 6
El ciclo del Oxígeno ................................................................................................................... 8
El ciclo del Carbono ................................................................................................................... 9
El ciclo del Nitrógeno ............................................................................................................... 11
Nutrientes Inorgánicos ............................................................................................................. 13
EL MEDIO AMBIENTE ................................................................................................................ 14
El hombre frente a la naturaleza ............................................................................................. 15
Concepto de Impacto Ambiental ............................................................................................. 17
CUIDADO DEL MEDIO AMBIENTE.................................................................................................. 18
Conceptos de Desarrollo Sustentable y Sostenible ................................................................ 19
Política Ambiental Nacional - Ley 25.675 - Ley General Del Ambiente .................................. 20
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS ........................................................................................................ 23
INTRODUCCIÓN
El planeta Tierra se calcula que tiene una edad aproximada de 4.500 millones de años,
mientras que el ser humano apareció en ella hace algunos cientos de miles de años, a
mediados del periodo Pleistoceno. Es decir, el hombre es un recién llegado a la historia
de la evolución (Figura 1) pero ha adquirido un protagonismo indudable, debido a su
intervención en la naturaleza.
Figura 1: La historia del universo en un año

(Fuente: www.actiludis.com)
Los grupos humanos comenzaron a reunirse en pequeños poblados hace apenas unos
10.000 años atrás. Entonces la población humana total se calcula que sumaba entre 5 y
10 millones de personas. Este era un número insuficiente para que llegaran a afectar de
un modo relevante el ecosistema en que vivían y trabajaban. Esta situación se
mantuvo a grandes rasgos, durante la mayor parte de los 10.000 años siguientes.
Prácticamente durante el 99% de nuestra existencia como especie, nuestra actividad
biológica y social no se diferenció mucho de la de otras especies, a pesar de que el
hombre para procurarse alimentos y satisfacer sus necesidades, fue utilizando
herramientas cada vez más sofisticadas, comenzando por simples piedras e instrumentos
de madera o hueso, hasta llegar al dominio de los metales y la revolución industrial.
Sólo en los últimos decenios, la presencia humana ha comenzado a provocar cambios de
magnitud comparable con la de los causados por la naturaleza durante prolongados
períodos geológicos.
EL ESTUDIO DE LA N ATURALEZA . EL NACIMIENTO DE LA ECOLOGÍA

Durante los siglos dieciocho y diecinueve, se realizaron grandes expediciones científicas
alrededor del mundo, con un afán en principio de coleccionistas, recolectando todo
tipo de animales y plantas, con destino a los museos y jardines reales europeos.
También comenzaron a recolectarse una serie importantísima de datos geológicos,
temperaturas y representaciones cartográficas.
Entre 1799 y 1803 Alexander von Humboldt un científico alemán, realiza un viaje por
América del Sur, visitando varios países y recolectando infinidad de datos geológicos,
meteorológicos y topográficos. También estudió la fauna y flora de los países que recorría.
A su paso por Ecuador, ascendió prácticamente hasta la cumbre del volcán
Chimborazo, percatándose de un fenómeno que después representaría y publicaría en
1805 en su "Ensayo sobre la geografía de las plantas"; se trataba de la variación de la
vegetación según se ascendía altitudinalmente, de forma paralela a cómo iban
cambiando las condiciones climáticas, hasta llegar al nivel de las nieves perpetuas, en
donde desaparece la vegetación. Formula de esta forma el concepto de Asociación,
como el conjunto de plantas de distintas especies que tienden a presentarse juntas y
corresponden o se relacionan con determinadas circunstancias del medio. Este
descubrimiento sentó las bases de la ecología moderna. Se comenzaba a estudiar la
relación de los organismos con las condiciones del medio.
El biólogo y filósofo prusiano Ernst Haeckel (1834-1919), divulgador de la obra de
Charles Darwin, fue el responsable en 1886 de crear el término "ecología", en su
trabajo "Morfología General del Organismo". Haeckel acuñó el término partiendo de la
palabras griegas: "oikos" (casa, hogar) y "logos" (estudio, tratado). Así, el significado
primero del término ecología fue: el estudio de los hogares. La definición clásica del
término, propuesta hace más de un siglo y que todavía sigue vigente es:
“La Ecología es la ciencia que estudia las relaciones que mantienen los organismos
vivos entre sí y con su entorno físico-químico” (Haeckel, 1866).
La ecología es una ciencia extensa en contenidos y objeto de trabajo. Sus límites, si

alguna ciencia los tiene claros, son bastante difusos debido a que sus objetivos de
estudio consisten en buscar relaciones entre fenómenos naturales muy diversos.
A comienzos de este siglo hacer ecología consistía, fundamentalmente, en estudiar una
población (conjunto de individuos de una especie) y relacionarla con su entorno
inmediato, es decir, cómo esta población se relacionaba con otras especies, su
dependencia del tipo de suelo, del clima, etc. Más tarde, la ecología se orientó hacia
el estudio de las comunidades biológicas, el conjunto de poblaciones de diferentes
especies, teniendo como objetivo la descripción cuantitativa, la distribución espacial,
las transferencias de materia y energía entre plantas, animales herbívoros y carnívoros,
el papel de los organismos descomponedores y otras relaciones que se pudieran descubrir.
Como puede verse, la ecología es una ciencia que tiene distintas y muy amplias líneas
de investigación, que han dado lugar al desarrollo de numerosas disciplinas o
especialidades dentro de esta ciencia.
Resumiendo, vemos que la ecología puede abordar el estudio del funcionamiento de
la naturaleza a distintos niveles, es decir, puede estudiar una población, una comunidad,
un conjunto de comunidades, hasta llegar a un estudio general de la naturaleza de
forma global. Los intercambios de materia y energía y las relaciones que ocurren a
estos distintos niveles de integración son el objeto de estudio de las distintas disciplinas
desarrolladas por los ecólogos.
La Ecología actual se mueve en torno a las ideas básicas de sistema, estructura y
función. Un sistema se puede definir como un conjunto de elementos de interacción
e interdependencias recíprocas que forman un todo unificado. Las propiedades de
ese conjunto, no dependen sólo de las características de sus elementos
considerados de forma aislada, sino también de la forma en que interactúan.
Los sistemas estudiados por los ecólogos son denominados Ecosistemas (Figura 2).
En ellos, existen una serie de elementos (vivos e inertes) que se organizan y
relacionan de determinada manera. Podemos pensar en un grupo de árboles de
distintas especies. Según el tipo de suelo, de clima, de especies asociadas pueden
formar distintos tipos de bosque, es decir distinto sistema, según las relaciones que se
establezcan. Es un conjunto bastante grande de elementos que interactúan, de relaciones
que condicionan el grado de desarrollo de esta especie, produciendo un sistema con
características propias. En él podemos definir nuevas propiedades que surgen de estas
interacciones y que no pertenecen a los elementos que lo constituyen sino a la
organización.
Figura 2: Los ecosistemas

(Fuente: http://ecosistemadcc.weebly.com/)
La estructura del ecosistema se refiere a la forma en que aparecen dispuestos sus

componentes y las condiciones que lo caracterizan en un momento dado. Se habla de
estructura del ecosistema cuando nos referimos por ejemplo al número de especies y su
abundancia (su distribución en el espacio), de los componentes inertes del ecosistema
asociados a esa distribución como la pendiente, luminosidad, salinidad, etc., u otros
parámetros que afecten esa distribución. Una descripción de la relación numérica existente
entre depredadores y presas, por ejemplo el número de conejos y zorros, constituye
una descripción de la estructura.
La función de un ecosistema se refiere a los vínculos y afinidades que existen entre
sus componentes. Es decir, cuales son las relaciones que mantienen los distintos
componentes. Puede ser una relación de dependencia, de parasitismo, etc. En el
caso zorros-conejos, la relación es depredador-presa. La función del ecosistema se
basa en los intercambios de materia y energía entre los distintos componentes y con
el exterior. La finalidad que persiguen los distintos organismos vivos con estos
intercambios, es el mantenimiento y perpetuación de la vida, para lo cual se
conjugan dos parámetros: supervivencia y fecundidad.
Pero todavía podemos alejarnos un poco más y tener una visión más de conjunto.
Podemos colocar todos los ecosistemas dentro de un sistema global, que abarca
toda la envuelta externa de nuestro planeta. Surge así el concepto de ecósfera, con
un sentido más amplio que el de biósfera que lo precedió. La biósfera se refiere
fundamentalmente al componente biótico de los ecosistemas. Con el concepto de
ecósfera se incluyen entre otros, los agentes físicos que a través de las envolturas
fluidas del planeta (hidrosfera y atmósfera) cobijan, modelan, modifican y
condicionan la existencia de la vida y de la biósfera.
Los principales Ciclos Biogeoquímicos

El término Ciclo Biogeoquímico deriva del movimiento cíclico de los elementos que
forman los organismos biológicos (bio) y el ambiente geológico (geo) e interviene un
cambio químico. Gracias a los ciclos biogeoquímicos, los elementos se encuentran
disponibles para ser usados una y otra vez por otros organismos. Estos son procesos
naturales que reciclan elementos en diferentes formas químicas desde el medio
ambiente hacia los organismos, y luego a la inversa. Agua, carbono, oxígeno,
nitrógeno, fósforo y otros elementos recorren estos ciclos, conectando los
componentes vivos y no vivos de la Tierra.
Los constituyentes mayoritarios de la materia viva son el carbono, el hidrógeno, el
oxígeno y el nitrógeno. Hablaremos un poco sobre estos elementos, como circulan en
la ecosfera y cuáles son sus principales fuentes y sumideros.
Las formas o estados en que estos elementos se encuentran y circulan en los
ecosistemas son variadas, siendo las reacciones químicas fundamentales la fotosíntesis
y la respiración, en donde intervenían el CO2, el O2 y el H2O fundamentalmente.
El ciclo hidrológico
La Figura 3 esquematiza el ciclo hidrológico. En la tierra, la mayor parte del agua
(97,41%) se encuentra en los océanos como agua salada. Sólo un 2,59% se encuentra
en tierra, pero en su mayoría se halla en forma de glaciares y casquetes de hielo o como
agua subterránea. El agua dulce de lagos, arroyos y ríos de todo el mundo, representa
menos del 0,01% de las reservas totales de agua del planeta. Tan sólo un 0,014% se
encuentra a disposición del hombre y del resto de los organismos.
El ciclo del agua se cuantifica en kilómetros cúbicos. Anualmente precipitan en los
continentes unos 111.000 Km3/año, de los cuales unos 41.000 Km3/año, retornan al mar
desde los continentes, de los cuales, unos 27.000 Km3/año lo hacen en forma de
escorrentía rápida no sujetas a control y otros 5.000 Km3/año fluyen hacia el mar en zonas
deshabitadas. Esto deja unos 9.000 Km3/año para ser explotados por el hombre. En
principio, se supone que con esta cantidad de agua se podrían abastecer unos 20.000
millones de personas.
Figura 3: El ciclo hidrológico

(Fuente: https://stem.guide/topic/ciclo-hidrologico/)
Las reservas totales de agua dulce exceden cualquier necesidad imaginable de la

población humana. El problema surge debido a que la población y el agua
aprovechable, se encuentran irregularmente distribuidos, con una notable variación
en la disponibilidad local de agua. Existen países ricos y pobres en agua. Islandia
por ejemplo, tiene un exceso de precipitación, que arroja valores de 68.500 m3 por
persona al año, mientras en otros lugares del mundo no existe agua dulce natural
disponible, teniendo que desalinizar agua del mar. La mayor demanda de agua
dulce, no obstante, la representa la agricultura, con un promedio global del 73% de
agua extraída destinada a este propósito.
El agua interviene en los siguientes procesos ecológicos:
 Geomorfogénesis: modelado de la superficie, erosión, sedimentación. El agua
es el principal agente del modelado superficial, es la principal responsable del esculpido
del relieve y de los procesos de erosión, transporte y sedimentación, vitales en el
modelado de la corteza terrestre. Esto afecta a la diferenciación de los distintos paisajes
así como a la formación y destrucción de hábitats.
 Fotosíntesis y producción primaria: el agua es la fuente de H2 que reducirá el
CO2 para producir compuestos orgánicos y representa el principal limitante ecológico de la
producción primaria en comunidades terrestres. Además es el vehículo de transporte de
iones y nutrientes minerales en la planta desde el suelo hasta las hojas.
 Transpiración, balance térmico: los importantes volúmenes de agua

transpirados por las plantas durante sus períodos de actividad asimiladora, suponen unas
pérdidas de calor latente, que aseguran un balance térmico adecuado de las hojas. Pero
además a escala planetaria, el agua es el gran regulador o termostato del planeta, tanto
por sus cambios de estado como transportando calor a diferentes latitudes.
 Ecosistemas acuáticos: en estos ecosistemas, los más extendidos en la
superficie terrestre, el agua constituye el medio externo. De sus características físicas y
químicas depende la actividad de sus poblaciones y la productividad de los océanos.
 Pedogénesis, fertilidad: el agua es el agente más importante en los procesos de
transformación química y de diferenciación vertical que se producen constantemente en el
suelo y que, en última instancia, regulan la disponibilidad de nutrientes para las plantas y
microorganismos. Toda la ecología del suelo está determinada por su balance hídrico.
 Ciclos Biogeoquímicos: es el principal vehículo de transporte de elementos
minerales disueltos y de partículas más complejas. Además condiciona la velocidad de los
ciclos del C y del N, a través de la regulación de la tasa de descomposición de la materia
orgánica.
El ciclo del Oxígeno

El ciclo del oxígeno o ciclo biogeoquímico del oxígeno (Figura 4), es la cadena de
reacciones y procesos que describen la circulación del oxígeno en la atmósfera, la litosfera
y la biosfera, de forma cíclica. Se trata de un ciclo gaseoso, lo que quiere decir que el
oxígeno está depositado principalmente en la atmósfera y no en la corteza terrestre y es
utilizado directamente desde ella, sin estar combinado con otro elemento. El oxígeno
supone actualmente un 21% de los gases atmosféricos.
A través de la respiración, los seres aerobios captan el oxígeno atmosférico o disuelto en
agua y lo incorporan a sus procesos metabólicos, obteniendo como resultado dióxido de
carbono y agua, elementos que se reincorporan a sus respectivos ciclos biogeoquímicos.
Además, las plantas y las algas también realizan la fotosíntesis, proceso en el que
consumen CO2 y liberan oxígeno hacia la atmósfera. La mayor parte de este oxígeno
producido es usado de nuevo por los organismos consumidores, oxidando el alimento y
devolviendo el CO2 al aire y al mar. Los productores y consumidores se encuentran en
equilibrio, ya que si los consumidores desaparecieran, a las plantas se les acabaría el CO2
muy pronto; se calcula que en la atmósfera sólo hay reserva de dióxido de carbono para
unos pocos años.
El oxígeno también se gasta en reacciones con gases como los sulfurosos emitidos por
los volcanes o con las especies químicas de rocas expuestas en la corteza terrestre.
Pero el oxígeno se mantiene en un nivel constante debido a la sedimentación de una
pequeña proporción de carbono fotosintético, cercana al 0,1%, justo lo necesario para
equilibrar las pérdidas.
Figura 4: El ciclo del oxígeno

(Fuente: https://aprendizaje.mec.edu.py)
Estamos tan acostumbrados a pensar en el oxígeno como elemento esencial para la

vida, que nos olvidamos de sus efectos tóxicos. El metabolismo oxidativo, la extracción de
energía del alimento mediante su reacción con el oxígeno, produce la fuga de
intermediarios altamente venenosos dentro de la célula. El radical hidroxilo (OH) es un
oxidante tan potente que si se encontrase en la atmósfera en la misma
concentración que el oxígeno, cualquier cosa combustible se quemaría
instantáneamente. Otros derivados altamente tóxicos del uso del oxígeno, son el
peróxido de hidrógeno, el ion superóxido y los átomos aislados de oxígeno. Las células
han desarrollado una serie de mecanismos para desintoxicarse de estos productos:
enzimas como la catalasa o la superóxido dismutasa. Debemos nuestra
supervivencia a este sistema de protección química contra el oxígeno y, en buena
medida, el envejecimiento humano se debe a los pequeños fallos en estos
mecanismos, que nos producen una lenta oxidación.
El ciclo del Carbono

El ciclo global del carbono comprende numerosos procesos geológicos, físicos,
químicos y biológicos (Figura 5).
Figura 5: El ciclo del carbono

(Fuente: https://conceptodefinicion.de/ciclo-carbono/)
En la atmósfera, el carbono se encuentra mayoritariamente en forma de CO2, en una

proporción del orden del 0,03% (345 ppm). Esta cantidad no es constante, sino que
sufre fluctuaciones a lo largo del año producto de los ciclos estacionales de la vegetación,
y tiene además un pequeño incremento anual debido a la actividad humana.
En latitudes medias durante los meses de verano, la asimilación (fotosíntesis) es muy
activa y supera las pérdidas totales por respiración de los ecosistemas, disminuyendo el
contenido en CO2 en varias ppm por debajo de la media en un espesor de la atmósfera
de miles de metros. En invierno sucede lo contrario, la respiración en días cortos, supera a
la asimilación, produciéndose un incremento en la concentración de CO2.
Otras de las formas importantes en las que se encuentra el C, son el monóxido de carbono
(CO) y el metano (CH4). Sin embargo la cantidad de carbono que representan estos
compuestos en su conjunto es alrededor de 200 veces menor que la del C del C02.
La atmósfera sin embargo constituye una de las más pequeñas reservas de carbono, en
comparación con el océano, donde éste se encuentra en cantidades mayores, tanto en
forma inorgánica como orgánica. El C inorgánico, corresponde fundamentalmente a
bicarbonatos (HC032) y carbonatos (C032), mientras que la cantidad de C02 disuelta en el
agua, representa solamente alrededor del 1% del C inorgánico. El C orgánico de los

mares, se encuentra en su mayor parte como materia orgánica disuelta, producto del
metabolismo planctónico, y en la biomasa de fito y zooplancton, y del resto de los
organismos marinos.
La tercera reserva a considerar, es la de los ecosistemas continentales, donde el carbono
se distribuye entre la biomasa, la necromasa y la materia orgánica del suelo. El C
inorgánico continental, contenido en suelos y aguas dulces, resulta insignificante a
nivel global.
Finalmente, hay que considerar el carbono que forma parte de las rocas que constituyen
la corteza terrestre, ya sea en forma de rocas sedimentarias como las calizas y dolomitas
(CO3Ca y CO3Mg), así como el contenido en rocas ígneas y metamórficas, más pobres
en este elemento. Debido a la enorme masa que representan estas rocas, la reserva de
C en la corteza supera ampliamente todas las demás juntas. Pero la mayor parte de este
carbono se encuentra inmovilizado.
Si no tenemos en cuenta este carbono de las rocas, considerando el de atmósfera-
biosfera-océano, el 20% corresponde a C orgánico, teniendo por tanto la biosfera una
gran importancia en la regulación de su ciclo. Por otro lado, del C inorgánico total,
más del 98% corresponde al sistema carbonato-bicarbonato disuelto en el agua de
mar, siendo los océanos los grandes reguladores en el ciclo global del carbono a
través del equilibrio que se establece entre el CO2 atmosférico y el C inorgánico
disuelto en los mares.
El uso de la tierra y la producción de energía a partir de combustibles fósiles por
parte del hombre, altera de forma significativa los ciclos del C. Un primer proceso
producido por el hombre es la deforestación, es decir, la substitución de un
ecosistema forestal natural por ecosistemas dominados por plantas herbáceas. Los
bosques se caracterizan por ser los ecosistemas naturales que acumulan mayor
biomasa y mayor cantidad de materia orgánica total, mientras que los pastizales y
los agro ecosistemas tienen una biomasa significativamente menor que los bosques.
Además la deforestación a gran escala se produce mayoritariamente en las zonas
tropicales, seguida casi siempre de una quema in situ de los árboles, lo que produce
la transferencia inmediata del C acumulado hacia la atmósfera. El segundo aporte
relevante de la actividad humana, lo representa la quema de combustibles fósiles.
Como resultado de estos aportes extraordinarios, el volumen de CO2 atmosférico
está aumentando a un ritmo aproximado de 3 gigatoneladas al año.
El ciclo del Nitrógeno

Al igual que el ciclo del carbono, el ciclo del nitrógeno es complejo por la diversidad
de procesos de transferencia que ocurren entre y dentro de los ecosistemas, y por el
activo papel que juegan los organismos en estos ciclos (Figura 6).
Figura 6: El ciclo del nitrógeno

(Fuente: https://concepto.de/ciclo-del-nitrogeno/)
El N puede encontrarse en diferentes estados de óxido-reducción, desde N+5 (ion

nitrato NO3-), hasta N-3 (ión amonio NH4+). En el reciclado interno entre la vegetación, la
fauna, los microorganismos y el suelo es donde se producen los procesos cualitativa y
cuantitativamente más importantes desde el punto de vista ecológico. El N forma parte
de gran número de compuestos orgánicos, principalmente de los aminoácidos y proteínas,
así como de los ácidos nucleicos.
Sin contar el nitrógeno que se encuentra relativamente inmovilizado en las rocas y
sedimentos de la corteza terrestre, la atmósfera constituye la más importante reserva a
disposición de los organismos vivos. Pero esta reserva casi ilimitada solo es accesible
para unas pocas especies vivientes, que desempeñan un importantísimo papel ecológico,
introduciendo el nitrógeno en los ecosistemas. En este proceso denominado fijación
biológica se transforma el N2 atmosférico en amoníaco, disponible para construir otros
compuestos nitrogenados. Esta reacción debe ocurrir en ausencia de oxígeno, y sólo la
pueden realizar algunas bacterias, hongos y las algas azules.
Además de la fijación biológica de nitrógeno atmosférico y del que puede ser aportado
por la acción humana en forma de abonos o fertilizantes nitrogenados, existen otros
procesos por los que este elemento puede ser incorporado. Existe un aporte a través de las
precipitaciones o deposición húmeda, debido a que las aguas tienen una cierta cantidad de
iones amonio y nitrato en solución. Además existe un aporte de N por deposición seca, en
forma de partículas o aerosoles de amoníaco y compuestos amoniacales presentes en
la atmósfera. El amoníaco en el aire proviene fundamentalmente de los océanos y
también se origina como resultado de la descomposición de los detritos vegetales y
excrementos animales ricos en N amoniacal.

Los posibles aportes de la litosfera a través de los procesos de meteorización, se
consideran mucho menores a los aportes mencionados anteriormente.
Pero el ciclo no quedaría completo si no existieran organismos que liberaran nitrógeno
molecular a la atmósfera. Este proceso se denomina desnitrificación y lo realizan ciertas
bacterias, transformando el nitrato (NO3-) en nitrógeno gaseoso.
Sin tener en cuenta el N prácticamente inmovilizado en la litosfera, la mayor reserva de
nitrógeno lo constituye la atmósfera, seguida por los sedimentos (incluyendo carbón y
petróleo). El N oceánico, es uno o dos órdenes de magnitud menor con respecto a los
sedimentos y la atmósfera respectivamente. En su mayoría se encuentra como N2
disuelto, seguido en importancia por el ion nitrato y el nitrógeno orgánico disuelto.
En cuanto a la biomasa oceánica, el N representa tan solo el 1% del N orgánico. En
la biosfera continental casi todo el nitrógeno se encuentra en forma orgánica y alrededor
del 95% de éste queda acumulado en el humus.
Los principales procesos de transferencia desde la atmósfera hacia los océanos y la
biosfera son la fijación biológica, la deposición húmeda y la deposición seca. En cuanto al
proceso inverso, las transferencias hacia la atmósfera se producen por volatilización y
desnitrificación.
Nutrientes Inorgánicos
Hemos comentado anteriormente que los elementos mayoritarios que forman la materia
viva eran el C, H, O y N. Sin embargo todos los organismos vivos, incorporan a su
biomasa elementos minerales que entran a formar parte de compuestos orgánicos.
Estos compuestos cumplen funciones vitales en el metabolismo de todos los
organismos vivientes. Son constituyentes esenciales de gran número de enzimas (Fe,
Co, Cu, Zn, Mo) o forman pigmentos (Fe, Cu, Mg), y una gran variedad de sustancias
orgánicas igualmente imprescindibles.
Las plantas, por ejemplo, necesitan para su crecimiento P, S, K, Ca, Mg, B, Fe, Mn, Cu,
Zn, Co, Si, Mo. Cl, Na, etc. La mayoría de estos nutrientes necesitan estar disponibles
en forma soluble (algunos pueden ser utilizados en forma gaseosa como vimos con el CO2
y el N). Algunos de estos elementos son necesarios en cantidades mayores (macro
elementos, aproximadamente unos 20), mientras que otros solo se requieren en
cantidades ínfimas (oligoelementos).
En ecosistemas continentales, la deficiencia en ciertos nutrientes constituye, después del
factor hídrico, el limitante ecológico más frecuente. Los nutrientes que operan como
limitantes ecológicos en mayor número de ecosistemas son el fósforo (P) y el nitrógeno
(N), seguidos por el potasio (K). En menor medida actúan como limitantes el azufre (S) y
el calcio (Ca). En los océanos, uno de los mayores limitantes es el fósforo.
Debido entonces a esta frecuente escasez de elementos nutritivos, en los ecosistemas
se han desarrollado distintos mecanismos para el reciclado de nutrientes y evitar al

máximo las pérdidas por exportación (a través del lavado por la escorrentía o a través
de la atmósfera).
Estos mecanismos operan a distintos niveles. En primer lugar existen procesos
biológicos que operan a nivel de los individuos y tienden a reutilizar continuamente
los mismos átomos de un nutriente una vez que han sido incorporados a la biomasa.
Ejemplos de esto los tenemos en el metabolismo humano del hierro que forma parte
fundamental de la hemoglobina de nuestros glóbulos rojos. Sin embargo éstos tienen
una vida media, siendo degradados en el hígado. El hierro se captura y reutiliza en la
fabricación de nuevos glóbulos rojos.
Algo similar les ocurre a las plantas de hojas caducas. Debido a las variaciones
estacionales, entran en una fase de receso metabólico en el que pierden sus hojas. Pero
antes de hacerlo retiran de ellas y almacenan todos los nutrientes posibles. Por eso las
hojas pierden su color antes de caer del árbol.
Un segundo nivel es el que opera a nivel de los ecosistemas, donde se tiende a
reciclar los nutrientes sin pasar por el suelo mineral, participando en ello los distintos
componentes bióticos del ecosistema (árboles y microorganismos por ejemplo). Un ejemplo
característico lo constituye la selva tropical. Estos ecosistemas se caracterizan por
elevadas precipitaciones todo el año, que lavan continuamente el suelo, siendo los
suelos más pobres del planeta. Debido a la facilidad de perder nutrientes si éstos
alcanzan el suelo, circulan controlados por intrincadas relaciones simbióticas entre
microorganismos del suelo (bacterias y hongos) y las raíces de las plantas,
disminuyendo al máximo las pérdidas por lavado.
En un tercer nivel, los ecosistemas en su conjunto actúan como conservadores de
nutrientes, resistiendo a su exportación hacia el exterior. Así, tienden a acumular
biomasa vegetal, haciendo que la vegetación se transforme en uno de los bancos de
nutrientes. Del mismo modo, muchos ecosistemas acumulan necromasa (hojarasca o
mantillo), o pueden acumular estos nutrientes en el suelo en forma de humus. El humus
junto con las arcillas, integra la fracción coloidal del suelo, que retiene fundamentalmente
cationes, poniéndolos a disposición de la vegetación y los microorganismos.
EL MEDIO AMBIENTE
El término medio ambiente no posee una única definición que de forma clara y concisa
permita entender su alcance y satisfaga a todo el mundo. Elaborar una definición
conceptual y acabada de lo que es el medioambiente resulta una tarea difícil, debido a
que muchos autores no se ponen de acuerdo, reconociendo que se trata de un
concepto en permanente elaboración, para el que surgen cada día nuevos aspectos a
considerar. En el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, por ejemplo,
aparece medio ambiente en las siguientes acepciones:
"Conjunto de circunstancias físicas que rodean a los seres vivos //Por ext., conjunto de
circunstancias físicas, culturales, económicas, sociales, etc., que rodean a las personas".
Existen otras definiciones relevantes que se podrían citar. En el año 1972 se creó el
programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y ese mismo año
se celebró la Conferencia de Estocolmo, donde se definió el medio ambiente como:
"El conjunto, en un momento dado, de los agentes físicos, químicos, biológicos y de los
factores sociales susceptibles de causar un efecto directo o indirecto, inmediato o a
plazo, sobre los seres vivientes y las actividades humanas".
La Ley Nacional Argentina Nº 24.585 “de la Protección Ambiental para la Actividad

Minera” establece que el ambiente es:
“La totalidad de condiciones externas de vida que ejercen influencia sobre un

organismo o una comunidad de organismo en su hábitat”
El ambiente está conformado por tres soportes básicos de todas las actividades que se
dan en el seno de la biósfera (tierra, aire y agua) y por todos los seres que viven junto
con el hombre en el planeta Tierra.
El hombre frente a la naturaleza

El hombre es una de las especies que mayores impactos está generando al medio que lo
sustenta. Sin embargo, normalmente nos consideramos (la especie humana) como un
elemento extraño dentro del medio ambiente, como un actor externo, en cierto modo
ajeno al "medio ambiente". Este planteamiento evidencia uno de los problemas
fundamentales en la relación hombre-naturaleza: la desintegración.
Desde que la especie humana abandonó su condición de cazador-recolector y comenzó
a desarrollar tecnologías cada vez más avanzadas y complejas, comenzó a sentir cierta
independencia de la naturaleza que lo albergaba. Contra las condiciones de
temperie, hemos desarrollado buenas ropas, casas con calefacción o aire
acondicionado y un gran número de comodidades que nos permiten desarrollar nuestra
vida en forma más o menos independiente de las restricciones que impone la naturaleza.
Somos capaces de colonizar el desierto y convertirlo en un lugar habitable, podemos
extraer agua del subsuelo, a grandes profundidades en algunas ocasiones.
Esto lo realizan también un gran número de plantas; podríamos decir que representa el
aprovechamiento inteligente de un recurso al que hay que aplicar algún grado de
tecnología. Pero la diferencia radica en que nosotros somos capaces de llegar mucho más
abajo que las raíces de cualquier planta, mucho más rápido y extraer mayor cantidad de
agua. Aquí es donde comienza el problema. Mientras que la vegetación encuentra una
limitación a su desarrollo en la capacidad de sus raíces para profundizar en el subsuelo,
así como en el caudal de agua que pueden extraer sin ponerse en peligro por
agotamiento del recurso, podríamos decir que nosotros nos situamos al margen de las
restricciones de disponibilidad del recurso llegando a producir lo que se denomina una
sobreexplotación, que no es otra cosa que explotar un recurso por encima de la
capacidad que éste tiene de regenerarse.
Nos falla un mecanismo: la selección natural. Es una desintegración o inadaptación a
los ciclos naturales de los cuales también dependemos, pero debido a nuestra capacidad
tecnológica, nos desvinculamos de ellos. La vegetación, al colonizar un sector del
territorio, se desarrolla hasta el límite de lo que éste puede soportar. Las plantas que
crecen por encima de lo que los recursos hídricos o de suelo pueden mantener, se
secarán y morirán, llegando a establecerse un equilibrio, un balance entre lo que crece y lo
que muere, no pudiendo sobrepasarse este límite.
Con respecto al hombre y el medio ambiente, estamos sometiendo nuestro medio a una
sobreexplotación de los recursos, sobrecarga de residuos, por encima de la capacidad
de la naturaleza para eliminarlos, hasta que empezamos a sentir las consecuencias o
efectos.
La consideración de artificial respecto a la intervención humana en el medio, en
oposición al comportamiento que tienen el resto de seres vivos, animales y plantas,
que habitan o pueblan el planeta, considerándolo como algo natural, refuerza esta
desadaptación del hombre con la naturaleza y sus ciclos.
Nosotros, seres racionales, dotados de inteligencia y voluntad, podemos analizar las
consecuencias de nuestros actos, tomar conciencia de ello y, en la medida que los estudios
científicos lo han ido poniendo en evidencia, podemos evaluar la magnitud de los impactos
que producimos, para poder determinar los límites de tolerancia del sistema.
El hombre se encuentra desadaptado en el sentido de no funcionar en forma acorde a lo
que los ciclos naturales permiten. Y, a la vez que nos hemos ido independizando de las
restricciones que nos imponía la naturaleza, las sociedades se han organizado en
formas bastante complejas, con un ordenamiento jurídico.
Pero cualquier medio que analicemos, cualquier ecosistema, no es sino la construcción
realizada por otros seres vivos, en esencia iguales a nosotros, con unas necesidades de
alimentación y relación que satisfacen mediante adaptaciones particulares y
modificaciones de su propio medio.
Concepto de Impacto Ambiental

La alteración del medioambiente, provocada directa o indirectamente por un proyecto o
actividad humana en un área determinada, produce un impacto ambiental. Hay que hacer
constar que el término impacto no implica negatividad ya que éstos pueden ser tanto
positivos como negativos.
El impacto de un proyecto sobre el medio ambiente es la diferencia entre la situación del
medio ambiente futuro modificado, tal y como se manifestaría como consecuencia de la
realización del proyecto, y la situación del medio ambiente futuro tal como habría
evolucionado normalmente sin tal actuación, es decir, la alteración neta (positiva o
negativa) resultante de una actuación, tal y como queda reflejado en la Figura 7, en la que
también puede apreciarse la variación del impacto en función del tiempo.
Figura 7: Concepto de Impacto Ambiental

(Fuente: https://www.acerosarequipa.com/constructoras/boletin-construccion-integral/edicion-
14/sostenibilidad.html)
Los impactos ambientales dependen de la naturaleza, localización y tamaño del proyecto;

pueden ser positivos o negativos, reversibles o irreversibles, directos o inducidos, simples o
acumulativos, a corto, mediano y largo plazo, etc. Sin embargo, la preocupación ambiental
surge actualmente por el fuerte predominio de los impactos negativos.
CUIDADO DEL MEDIO AMBIENTE

El despertar universal de la conciencia sobre el medio ambiente surgió al comienzo
de la década de los años setenta. Fue entonces cuando se empezó a percibir con
nitidez en los países más avanzados que el bienestar económico, fruto del
desarrollo, va acompañado de unas secuelas no deseadas sobre la naturaleza y que
dejaron de ser aceptables para las poblaciones. En épocas anteriores también
surgieron problemas de medio ambiente pero, es en la actualidad, cuando con el
espectacular aumento de la facultad humana de transformación del entorno natural
se ha originado un desequilibrio entre los deterioros ocasionados y la capacidad de
recuperación del medio frente a los mismos.
Existen infinidad de testimonios históricos que demuestran la inquietud del hombre
por el medio ambiente. Cabe citar, entre los relacionados con las actividades
extractivas, el conflicto de 1888 entre los mineros de Río Tinto y la compañía
explotadora, por la devastación del entorno y el daño a la salud que causaba la
calcinación al aire libre de los minerales de cobre. Surgieron entonces las primeras
disposiciones oficiales sobre la higiene y la salubridad pública así como sobre la
protección del medio ambiente.
Con respecto a la minería, qué es la actividad Industrial básica dedicada a la
obtención de geo-recursos para el abastecimiento a la población de materias primas,
nunca ha sido tan importante para la humanidad como ahora, reconocer su
dependencia de los minerales y su influencia sobre su calidad de vida, su progreso y
su destino. Es pues evidente que no se puede prescindir de la explotación de los
recursos minerales y que esta actividad probablemente se intensifique en el futuro.
Sin embargo, la conciencia que se tiene actualmente de la limitación de los recursos
naturales, así como la de los diversos elementos que constituyen los ecosistemas,
obliga a ejercitar la capacidad inventiva y creativa para solucionar los problemas de
demanda de materias primas en todo el mundo, en equilibrio con la conservación la
naturaleza, permitiendo así salvaguardar el patrimonio que representa el medio y los
recursos naturales para poder legarlo a las generaciones futuras.
Las leyes no son más que reglas de consenso establecidas para poder asegurar el
respeto de los derechos de cada individuo y, a su vez, asegurar la subsistencia o
viabilidad de la colectividad. Y dentro de este ordenamiento, surge la temática
ambiental. Ya que somos capaces de actuar por encima de las capacidades o
restricciones que la naturaleza impone al resto de las especies, debemos crear reglas que
se ajusten lo más posible al funcionamiento de la naturaleza, adecuando nuestra
conducta individual y colectiva a lo que el medio que nos alberga puede tolerar. Es
así como creamos normas de emisión, niveles máximos permisibles y leyes de impacto
ambiental para la actividad minera, que pretenden ordenar la temática ambiental y
establecer los principios sobre los que debe desarrollarse la legislación ambiental.
Conceptos de Desarrollo Sustentable y Sostenible

Desarrollo sustentable y sostenible son dos términos utilizados en el ámbito de la
ecología y la preservación de los recursos naturales. Ambos hacen referencia a la
gestión eficiente de los recursos naturales del planeta. Sin embargo, aunque son
tratados como sinónimos, en realidad se trata de conceptos distintos que parten de
una base común.
El desarrollo sustentable es el proceso por el cual se preserva, conserva y protege
solo los recursos naturales para el beneficio de las generaciones presentes y
futuras. En el Informe Brundland, publicado bajo el nombre "Nuestro Futuro Común"
en el año 1987, se utiliza por primera vez el término desarrollo sustentable y lo
define como:
Aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las
generaciones venideras de satisfacer sus propias necesidades.
Por su parte, el desarrollo sostenible implica una evolución del desarrollo

sustentable ya que plantea proteger el medio ambiente en el que se dan esos
recursos y las necesidades básicas de la generación actual; es decir, que el
ambiente, los recursos naturales y los medios necesarios para satisfacer las
necesidades básicas puedan seguir existiendo a largo plazo. La Declaración de
Johannesburgo (2002) establece que el desarrollo sostenible es:
El proceso mediante el cual se satisfacen las necesidades económicas, sociales, de

diversidad cultural y de un medio ambiente sano de la actual generación, sin poner en
riesgo la satisfacción de las mismas a las generaciones futuras.
El desarrollo sostenible reúne tres aristas interdependientes: economía, medio

ambiente y sociedad, relación que se traduce en desarrollo económico y social
respetuoso con el medio ambiente, es decir, desarrollo soportable en lo ecológico,
viable en lo económico y equitativo en lo social (Figura 8).
Para que tenga lugar la sustentabilidad ecológica se deben manejar los recursos
naturales adoptando metodologías y tecnologías que procuren su máximo
aprovechamiento, de forma compatible con sus procesos regenerativos, tasas de
renovación, características del hábitat y capacidad de acogida de los factores
ambientales.
La sustentabilidad social debe lograr que la puesta en valor de los recursos
naturales sirva para elevar la calidad de vida de la población.
Figura 8: Desarrollo sostenible

(Fuente: https://felipeinostrozadc.wordpress.com/category/desarrollo-sustentable/)
Para la sustentabilidad económica el proceso productivo debe:

 Utilizar racionalmente los recursos naturales;
 Servir principalmente para las necesidades esenciales de la sociedad;
 Adoptar tecnologías limpias que aseguren minimizar las afectaciones;
 Hacer uso racional de las fuentes de energía;
 Planificar el uso territorial para minimizar la degradación y los impactos
ambientales;
 Invertir en investigación tecnológica y educación ambiental.
En resumen, toda actividad del hombre produce modificaciones sobre el ambiente,
no hay acción del hombre neutra. La idea es que las actividades antrópicas sean
sustentables en el tiempo, garantizando la igualdad de oportunidades intra e inter
generaciones mediante la aplicación de procesos de análisis exhaustivo.
Teniendo en cuenta lo anterior nace el concepto de protección ambiental que es el
conjunto de acciones destinadas a conservar, administrar, preservar y mejorar el
medio ambiente.
Política Ambiental Nacional - Ley 25.675 - Ley General Del Ambiente

La Ley General del Ambiente (25.675) establece los presupuestos mínimos para el logro
de una gestión sustentable y adecuada del ambiente, la preservación y protección de la
diversidad biológica y la implementación del desarrollo sostenible en Argentina. Asimismo,
establece un marco general sobre información y participación en asuntos ambientales, la
responsabilidad por daño ambiental y la educación ambiental.
En su artículo 2 indica los objetivos que debe cumplir la política ambiental nacional:
a. Asegurar la preservación, conservación, recuperación y mejoramiento de la calidad
de los recursos ambientales, tanto naturales como culturales, en la realización de
las diferentes actividades antrópicas;
b. Promover el mejoramiento de la calidad de vida de las generaciones presentes y
futuras, en forma prioritaria;
c. Fomentar la participación social en los procesos de toma de decisión;
d. Promover el uso racional y sustentable de los recursos naturales;
e. Mantener el equilibrio y dinámica de los sistemas ecológicos;
f. Asegurar la conservación de la diversidad biológica;
g. Prevenir los efectos nocivos o peligrosos que las actividades antrópicas generan
sobre el ambiente para posibilitar la sustentabilidad ecológica, económica y social
del desarrollo;
h. Promover cambios en los valores y conductas sociales que posibiliten el desarrollo
sustentable, a través de una educación ambiental, tanto en el sistema formal como
en el no formal;
i. Organizar e integrar la información ambiental y asegurar el libre acceso de la
población a la misma;
j. Establecer un sistema federal de coordinación interjurisdiccional, para la
implementación de políticas ambientales de escala nacional y regional k)
Establecer procedimientos y mecanismos adecuados para la minimización de
riesgos ambientales, para la prevención y mitigación de emergencias ambientales
y para la recomposición de los daños causados por la contaminación ambiental.
Entre los aspectos más importantes que establece, se destacan:
 Se entiende por presupuesto mínimo a toda norma que concede una tutela
ambiental uniforme o común para todo el territorio nacional, y tiene por objeto
imponer condiciones necesarias para asegurar la protección ambiental. En su
contenido, debe prever las condiciones necesarias para garantizar la dinámica de
los sistemas ecológicos, mantener su capacidad de carga y, en general, asegurar
la preservación ambiental y el desarrollo sustentable.
 La ley establece como instrumentos de la política y la gestión ambiental los
siguientes: el ordenamiento ambiental del territorio, la evaluación de impacto
ambiental, el sistema de control sobre el desarrollo de las actividades antrópicas, la
educación ambiental, el sistema de diagnóstico e información ambiental y el
régimen económico de promoción del desarrollo sustentable.
 Respecto a la evaluación de impacto ambiental indica que toda obra o actividad
que sea susceptible de degradar el ambiente, alguno de sus componentes, o
afectar la calidad de vida de la población, en forma significativa, estará sujeta a un
procedimiento de evaluación de impacto ambiental, previo a su ejecución. Los
estudios de impacto ambiental deberán contener, como mínimo, una descripción

detallada del proyecto de la obra o actividad a realizar, la identificación de las
consecuencias sobre el ambiente, y las acciones destinadas a mitigar los efectos
negativos.
 Para garantizar el derecho a la información la política ambiental nacional deberá
cumplir, entre otros, con el objetivo de asegurar el libre acceso de la población a la
información ambiental. Todo habitante podrá obtener de las autoridades la
información ambiental que administren y que no se encuentre contemplada
legalmente como reservada. La política ambiental nacional deberá cumplir, entre
otros, con el objetivo de organizar e integrar la información ambiental.
 En cuanto a la responsabilidad por daño ambiental establece que el que cause
el daño ambiental será objetivamente responsable de su restablecimiento al estado
anterior a su producción. En caso de que no sea técnicamente factible, la
indemnización sustitutiva que determine la justicia ordinaria interviniente, deberá
depositarse en el Fondo de Compensación Ambiental. La responsabilidad civil o
penal, por daño ambiental, es independiente de la administrativa. Se presume iuris
tantum la responsabilidad del autor del daño ambiental, si existen infracciones a las
normas ambientales administrativas.
 La participación ciudadana deberá asegurarse, principalmente, en los
procedimientos de evaluación de impacto ambiental y en los planes y programas
de ordenamiento ambiental del territorio, en particular, en las etapas de
planificación y evaluación de resultados.
 La educación ambiental constituye el instrumento básico para generar en los
ciudadanos, valores, comportamientos y actitudes que sean acordes con un
ambiente equilibrado, propendan a la preservación de los recursos naturales y su
utilización sostenible, y mejoren la calidad de vida de la población. La educación
ambiental constituirá un proceso continuo y permanente, sometido a constante
actualización que deberá facilitar la percepción integral del ambiente y el desarrollo
de una conciencia ambiental. Las autoridades competentes coordinarán la
implementación de planes y programas en los sistemas de educación, formal y no
formal.
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
 Ramírez, Mónica S. Evaluación y Corrección de Impactos Ambientales – 1ª
ed.- Instituto de Investigaciones Mineras, Universidad Nacional de San Juan.
San Juan (2012). ISBN: 978-987-33-1974-7
 http://noticiasmineras.com/legislacion-ambiental-mineria-argentina/
 https://aprendizaje.mec.edu.py/dw-
recursos/system/materiales_academicos/materiales/000/006/244/original/Clas
e_9._Ciencias_2do_curso._Ciclos_biogeoqu%C3%ADmicos_III.pdf
 Material de lectura de la materia Medio Ambiente en Minería

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