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El denominado salario emocional es uno de los criterios que resaltó Blanca Mery Sánchez,
CEO de Mente Sana. Este concepto, explicó Sánchez, no solo hace énfasis en los beneficios
monetarios, sino en “una retribución no económica, que busca satisfacer las necesidades
psico-socio-afectivas del colaborador, que tiene un impacto directo en el bienestar
emocional y, al tiempo, repercute directamente en su rendimiento y productividad”.
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Argumento:
El análisis de los criterios que influyen en la decisión de un empleado para mantenerse en
su puesto de trabajo o abandonarlo es esencial para comprender la dinámica laboral actual.
la sobrecarga de tareas y la falta de desarrollo profesional a menudo llevan a los empleados
a considerar la opción de renunciar. La primera afecta negativamente temas como la salud
mental y la satisfacción en el trabajo, provocando una disminución en la productividad y la
eficiencia en la organización. Otro punto es el desarrollo profesional para que los
empleados se motiven a crecer y avanen sus carreras.
Además, la desmotivación es un factor crítico. Un mal jefe o líder puede ser la principal
razón detrás de las renuncias, lo que destaca la importancia de tener líderes efectivos y
competentes en las organizaciones. Un salario por debajo de la media del mercado también
puede ser un factor de desmotivación significativo.
Encontrar una solución a esta situación requiere de acciones inmensas por parte de todos
los actores de la sociedad, por ello el papel de las empresas resulta protagonista en la labor
vital de los bancos de alimentos.
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Argumento:
La noticia sobre las empresas que más donaron a los bancos de alimentos en 2021 resalta la
importancia de la colaboración del sector empresarial en la lucha contra el hambre. Este
fenómeno revela un compromiso significativo por parte de las empresas hacia la comunidad
y destaca su capacidad de marcar una diferencia positiva en la sociedad mientras optimizan
sus propios procesos.
Además, esta colaboración entre empresas y bancos de alimentos no solo beneficia a las
comunidades necesitadas, sino que también contribuye al fortalecimiento de la
responsabilidad social empresarial. Las compañías que lideran estas campañas demuestran
que están dispuestas a asumir su papel en la construcción de una sociedad más equitativa y
justa.
NOTICIA 3:
El programa Retorna Alquería logró cerrar el ciclo de 750
toneladas de plástico
Con el programa, la empresa redujo 10.7% su huella de carbono en; además se ha aliado a
la iniciativa Colombia Carbono Neutral. La empresa productora de alimentos ha tenido un
gran proyecto de responsabilidad social, enfocándose tanto en la educación y alimentación
de poblaciones vulnerables como en la preservación y cuidado del medio ambiente.
El programa Retorna Alquería es un ejemplo destacado de cómo una empresa puede tener
un impacto positivo tanto en el medio ambiente como en la sociedad a través de la
responsabilidad social y la adopción de prácticas sostenibles. Este logro de cerrar el ciclo
de 750 toneladas de plástico demuestra el compromiso de Alquería con la Economía
Circular y el Ecodiseño en empaques, lo que a su vez ha llevado a una impresionante
reducción del 10.7% en su huella de carbono en 2021.
Este éxito no solo beneficia a la empresa sino también a las 29 comunidades impactadas
por el programa Retorna Alquería. La gestión responsable de los residuos plásticos no solo
evita la contaminación ambiental, sino que también crea oportunidades económicas locales
al fomentar la recolección y reciclaje de plástico. Además, la empresa se ha unido a la
alianza Colombia Carbono Neutral, lo que demuestra su compromiso en la lucha contra el
cambio climático y la reducción de emisiones de carbono en el país.
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NOTICIA 4:
Conozca qué es la cultura del ajetreo en el trabajo, síntomas y
algunas consecuencias
La cultura del ajetreo en el trabajo puede traer problemas como migrañas, gastritis, dolores
de cuello, problemas cardiovasculares entre otros
En los entornos laborales se ha llegado a normalizar que la productividad y el deseo de
alcanzar el éxito sean priorizados antes que la salud física y mental del trabajador, sobre
todo en las generaciones jóvenes. A este fenómeno se le denomina cultura del ajetreo o
“estilo busyness”.
De acuerdo con Javier Giraldo, ex decano de la facultad de Psicología de la Universidad
Santo Tomás, este fenómeno para el trabajador es "la cultura de que el trabajo es el centro,
lo más importante (...) llegando así a olvidarse de sí mismo como persona por tener éxito",
resaltó además que en la actualidad el trabajo está ligado a temas como la realización
personal, autonomía e incluso a la aceptación social.
Afirmó también que " la cultura del ajetreo está relacionada también con la idea del
compromiso, satisfacción y productividad, pero eso se convierte en la cultura del ajetreo en
la idea de que ese compromiso se expresa en trabajar muchas horas, (...) lo que se conoce
como que la persona cae en el 'trabajolismo', como el alcholismo pero en el trabajo", añadió
que así la persona vuelve el trabajo su centro y las compañías muchas veces promueven
estos tipos de falsa satisfacción con el fin de que los empleados den más de 100%.
Y es que esto es algo recurrente en los entornos laborales, ya que, según HubSpot, de los
colombianos que cuentan con trabajo 62% ha sentido algún tipo de agotamiento físico, y
56% ha sentido agotamiento mental o incluso emocional.
Argumento:
La cultura del ajetreo en el trabajo es un fenómeno alarmante que está afectando a la salud
física y mental de los trabajadores en todo el mundo. Este problema se ha arraigado en los
entornos laborales, donde la productividad y el éxito profesional a menudo se priorizan
sobre la salud y el bienestar de los empleados, especialmente entre las generaciones más
jóvenes. Es crucial reconocer que este enfoque puede tener graves consecuencias para los
individuos y la sociedad en su conjunto.
Uno de los síntomas más evidentes de la cultura del ajetreo es el aumento de problemas de
salud física, que van desde migrañas y gastritis hasta dolores de cuello y enfermedades
cardiovasculares. Estos problemas de salud no solo afectan la calidad de vida de los
trabajadores, sino que también pueden generar un aumento en los costos médicos y una
disminución en la productividad a largo plazo.
Además, esta cultura del ajetreo lleva a una visión distorsionada del trabajo, donde se
espera que los empleados trabajen largas horas y se conviertan en "trabajólicos",
sacrificando su tiempo libre y su bienestar personal. Las empresas a menudo fomentan esta
mentalidad para obtener un rendimiento excepcional de sus empleados, pero esto puede ser
perjudicial en última instancia. Los empleados agotados y estresados no son sostenibles a
largo plazo y pueden llevar a un aumento en la rotación laboral y una disminución en la
calidad del trabajo.
Es esencial abordar esta cultura del ajetreo en el trabajo y promover un equilibrio saludable
entre la vida laboral y personal. Las empresas deben valorar la salud y el bienestar de sus
empleados, implementando políticas que fomenten la flexibilidad y el cuidado de la salud
mental y física. Al hacerlo, no solo se beneficiarán los trabajadores individuales, sino que
también se promoverá un entorno laboral más sostenible y productivo en general. Es hora
de priorizar la salud sobre el ajetreo en el trabajo.
NOTICIA 5:
¿Qué pasa con las obras de ingeniería?
Colombia no puede ser ejemplo de carreteras mal hechas, puentes caídos, edificios con
fallas, malos drenajes, lo que está pasando es un tema de reflexión para los ingenieros. El
listado de los edificios que han tenido que demoler por fallas estructurales en todo el país es
enorme; los huecos en las calles de las ciudades son casi que infinitos; las alcantarillas que
no dan abasto por las lluvias y se desbordan develan su mala construcción; los puentes mal
hechos que en pocos años desnudan grietas, grandes dilataciones y al final colapsan van
engrosándose, e incluso, grandes obras de ingeniería como HidroItuango no pasan el
mínimo examen de buena calidad si se mira su actualidad. Algo está pasando con la calidad
de ingeniería que se contrata en Colombia, o al menos con la ética y rigurosidad de las
auditorías que revisan la calidad de cada obra.
Cada año se destinan para obras civiles miles de millones de pesos, pero nadie le hace
seguimiento a la calidad de las carreteras, puentes, túneles y edificios, incluso los mismos
ingenieros y sus firmas contratistas invierten más en abogados y tribunales de arbitramento
que en la calidad de las obras que hablen por ellos. Gran parte de la responsabilidad de esta
penosa situación la tienen las autoridades que no hacen bien su trabajo y no sancionan a las
empresas que reciben dinero público, entregan obras mal hechas y vuelven a licitar nuevas
construcciones en otras regiones sin el mínimo rubor de un mal producto
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Argumento:
La situación de las obras de ingeniería en Colombia es alarmante y exige una profunda
reflexión por parte de la sociedad en general, así como de los ingenieros y las autoridades
responsables. La proliferación de carreteras mal hechas, puentes colapsados, edificios con
fallas estructurales y sistemas de drenaje inadecuados plantea un problema grave de calidad
en la ingeniería civil del país.
La falta de ética y rigurosidad en las auditorías que revisan la calidad de las obras es otro
problema crucial. Las auditorías deberían ser un mecanismo de control estricto para
asegurar que las construcciones cumplan con los estándares de seguridad y durabilidad. Sin
embargo, parece que estas auditorías no están desempeñando su función adecuadamente, lo
que pone en riesgo la vida de los ciudadanos que utilizan estas infraestructuras.
Además, las autoridades tienen una gran responsabilidad en esta situación. No están
haciendo un trabajo efectivo en la supervisión y sanción de las empresas que entregan obras
mal hechas. Esto crea un ciclo pernicioso en el que las empresas continúan recibiendo
contratos y dinero público a pesar de sus fracasos anteriores.
NOTICIA 6:
Producción de obras civiles en el país registró histórica caída en
el segundo trimestre
la tendencia en el indicador que mide el comportamiento de las obras civiles en Colombia
sigue manteniéndose en negativo, según reveló el Departamento Administrativo Nacional
de Estadística (Dane). La disminución fue del 17,9 por ciento. Caída en obras civiles por
grupo en el segundo trimestre de 2023 el grupo de construcciones en minas y plantas
industriales presentó una disminución en su producción de 48,5 por ciento, mientras que la
de las carreteras, calles, vías férreas y pistas de aterrizaje, puentes, carreteras elevadas y
túneles fue del 12,9 por ciento.
Por su parte, el grupo de obra puertos, canales, presas, sistemas de riego y otras obras
hidráulicas (acueductos) presentó una caída en su producción de 31,8 por ciento.
Por el contrario, las obras de tuberías para la conducción de gas a larga distancia, líneas de
comunicación y cables de poder; tuberías y cables locales, y obras conexas subieron 10,2
por ciento. Para la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI), la explicación obedece
al hecho de que, salvo puentes, el resto de los subsectores (túneles, carreteras, pistas de
aterrizaje y ferrocarriles) cayeron de manera drástica. Todas ellas mostraron decrecimiento
promedio del 39 por ciento.
De acuerdo con el gremio, esta caída en las obras civiles pone de presente el reto que el
Gobierno y el sector privado (representado en constructores y concesionarios) tienen por
delante.
Argumento:
El alarmante descenso del 17,9 por ciento en la producción de obras civiles en Colombia
durante el segundo trimestre del año, tal como lo informa el Departamento Administrativo
Nacional de Estadística (Dane), no solo es una preocupación para el sector de la
construcción, sino que también plantea serios desafíos para el Gobierno y el sector privado.