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Administración y política

Nociones de independización

Nociones de dirección y control político de la administración

Referencias
Lección 1 de 3

Nociones de independización

Desde el triunfo de la democracia en la sociedad occidental, los sistemas de


gobierno cambiaron radicalmente. Con ese triunfo se da comienzo a una era
en donde la alternancia del poder entre diferentes partidos es una de las
herramientas de control ciudadano (premiando con la reelección o
castigando un partido). Es decir que el poder, en democracias estables, va
siendo transferido de un partido gobernante a otro limitando así su
concentración y consecuente desequilibrio.

La corriente dominante de pensamiento sostiene que, ante este fenómeno


político, la Administración Pública debería permanecer como un mero
instrumento, debería observar neutralidad política para estar a disposición de
cualquier gobierno elegido como instrumento de igual eficiencia. Pero esto,
¿realmente es así?

¿Se puede anular toda discrecionalidad y uso del poder por parte de la
Administración Pública?
Completamente de acuerdo con Mayntz, en realidad no es posible tal
cometido. Por un lado, porque los gobernantes tienden a politizar las
administraciones para concentrar más poder y lograr con mayor efectividad
sus objetivos. Un ejemplo de ello es el caso del presidente Roosevelt, que
cambió todo el plantel de funcionarios para poder llevar a cabo el New Deal.
Por otro lado, porque una neutralidad completa del aparato administrativo
podría caer en ingenuidad. Por ejemplo, si un gobierno de facto no legitimado
por el pueblo asumiera el poder, sería preferible que la administración no se
dejara utilizar por este para el logro de sus objetivos.

En conclusión, en este debate sobre la independencia de la Administración


Pública, existen posturas que respaldan todo tipo de situación en el espectro
de posibilidades. De hecho, existen casos testigo de Administración Pública
que no es ni totalmente autónoma ni totalmente neutral, ni completamente
politizada ni puramente instrumental. Incluso, se podría sostener que está
influenciada por estas posiciones y se comporta con grados variables de
neutralidad y poder.

La verdad es que la Administración Pública necesita una cierta cantidad de


autonomía para defenderse con éxito de las presiones de individuos y grupos
que pretendan un trato a su favor. Pero hasta un cierto punto, más allá del
cual dicha autonomía podría convertirse en un margen de acción para
obtener provecho propio o lograr intereses de ideas políticas desarrolladas
por la misma Administración Pública.

Caso de estudio
NEW DEAL

Denominación dada por el presidente Roosevelt a la política económica


llevada a cabo a partir de marzo de 1933 para afrontar la crisis económica
que sufría Estados Unidos desde 1929. Se trataba de un conjunto de
medidas políticas, sociales y económicas, entre estas medidas destacan la
creación de la Seguridad Social, el reconocimiento de los sindicatos, la
puesta en marcha de un sistema de créditos a la agricultura y la creación de
la SEC.

Las políticas que conformaban este programa de gobierno no siempre eran


coherentes, el New Deal trató de relanzar la economía americana por medio
de la ayuda inmediata a los millones de trabajadores que se habían quedado
sin empleo y que ya no podían contar con la ayuda pública, ni siquiera con la
caridad privada; un amplio programa de obras públicas y planes a largo plazo
que incentivaban la inversión privada para recuperar la actividad económica
en el comercio, la industria y los servicios se puso en marcha. La política del
New Deal produjo un notable incremento del gasto público y de la deuda en
los Estados Unidos de América en los años siguientes, pero también un
importante relanzamiento de la actividad económica.

El New Deal puso énfasis en algunas ideas económicas que luego fueron
sistematizadas por J. M. Keynes en su obra “Teoría general de la ocupación,
el interés y el dinero”, publicada en 1936, como fueron las de que en
determinadas situaciones el Estado tiene que intervenir para sacar a la
economía de una situación de desempleo y que el gasto público debe ser
incrementado cuando el gasto o la demanda privada no alcanza un nivel
suficiente (Economía48, s.f., http://goo.gl/b2oFIM).  

C O NT I NU A R
Lección 2 de 3

Nociones de dirección y control político de la


administración

Ahora es momento de ocuparse de un aspecto específico de este debate de


la autonomía de las Administraciones Públicas. De forma simple, se explicará
de qué manera las instituciones políticas (que, como se vio anteriormente, se
ocupan de la voluntad y del establecimiento de metas) tienen la capacidad
de control y dirección de una Administración. Para ello, a continuación se
presentan los tres tipos de dirección y control.

La dirección y control centrales: este primer tipo está compuesto por el


Parlamento, el Gobierno constitucional, y el Presidente (en el caso de las
democracias presidenciales). Una opción de control consiste en que el sector
político delegue en la Administración líneas de acción con un margen
discrecional limitado. Éste sería ejemplo de dirección legislativa para el que el
Poder Legislativo tiene protagonismo.

La cuestión de la dirección, en la actualidad, se ha visto modificada. En el


Estado Moderno se intenta que la Administración no asuma funciones
reservadas por naturaleza a otras instancias políticas. Por dos razones
fundamentales (Mayntz, 1985):
El grado máximo de determinación legislativa de la acción
administrativa se consigue a través de leyes en forma de
programas condicionales de actuación. Muchas de las tareas
encomendadas hoy a la Administración Pública, sin embargo, no
pueden ser dirigidas mediante una programación condicional sin
que requieran una programación de objetivos, acompañada de
márgenes de decisión más amplios.

La multiplicidad y complejidad de las materias a regular imponen al


Parlamento exigencias que sobrepasan su capacidad de trabajo, su
grado de información y, en parte también, sus conocimientos
periciales.

La segunda posibilidad recae en el derecho parlamentario de asignación de


medios, o sea el derecho presupuestario del Parlamento. La posibilidad
política de deponer de recursos en el ámbito de la recaudación y de los
gastos fue un paso a destacar en la creación del Estado constitucional
moderno. En este caso, tampoco se puede suponer que existe la garantía de
una dirección política específica de acción administrativa. En ella, la
Administración tiene una participación de importancia en la construcción de
las bases de actuación que la someterá luego al diseño del presupuesto que
se aprobará en el Parlamento.

La tercera y última categoría es la política personal, que es el derecho de la


instancia política a decidir sobre la provisión de los más altos cargos de la
Administración. Bajo el paraguas de la legalidad, la selección de personal
posibilitará hacerse del margen de acción de la Administración en base a las
metas políticas del gabinete (principalmente en preparación legislativa y en
la planificación).

A pesar de estos tres tipos, el modelo que más comúnmente se utiliza es un


sistema de jerarquía doble en el que la Administración se dirige y es
controlada subsidiariamente en todos sus niveles y mediante una jerarquía
política. La dirección y el control centrales tienen la desventaja de que sólo
pueden ser eficaces a través de la cúspide de una Administración
jerárquicamente constituida, no habiendo la posibilidad de una intervención
directa en los niveles sucesivamente inferiores de la Administración.

Como se puede observar en la figura a continuación, el partido está


jerarquizado espacialmente (a nivel nacional, regional y local); como portador
organizado de voluntad política de la sociedad, actúa en las instancias
centrales (Gobierno) y en los distintos niveles de la Administración Estatal
(Ministerios, Secretarías, etc.).

Figura 1: Sistema de jerarquía doble


Fuente: Adaptado de Mayntz, 1985.

Para este apartado, la idea consistió en profundizar sobre el vínculo que hay
entre las agencias permanentes de los sistemas políticos como
instrumentos para ejecutar tareas políticas. Para esto, se analizó su grado de
independencia del poder, es decir si son entes autónomos o subordinados a
los gobiernos de turno, y se desarrolló una tipología de dirección y control
político de la Administración.

A continuación encontrarás material complementario.

Control legislativo en América Latina.pdf


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C O NT I NU A R
Lección 3 de 3

Referencias

Economía48.  (s.f.). New Deal. Recuperado de


http://www.economia48.com/spa/d/new-deal/new-deal.htm

Mayntz, R. (1985). Sociología de la Administración Pública. Madrid: Alianza


Editorial.

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