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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA

“BENITO JÚAREZ” DE OAXACA

FACULTAD DE CONTADURÍA Y ADMINISTRACIÓN

“1.3 MORFEMAS DEPENDIENTES Y 1.4 MORFEMAS


INDEPENDIENTES”

ENSAYO CON VALOR PARA 1º EXAMEN PARCIAL

LICENCIATURA EN TURISMO Y DESARROLLO

SUSTENTABLE

PRESENTA:

JOSÉ PÉREZ AIME LEILANY

OAXACA DE JUÁREZ, OAX. SEPTIEMBRE 2022


ENSAYO
INTRODUCCIÓN

Actualmente los estudios acerca del sistema verbal de las lenguas toman en
cuenta la categoría aspectual, para esto debemos profundizar en uno de los
términos más utilizados para hablar acerca de las lenguas: la “palabra”. La cual
según la (RAE, 2022) la define como “unidad lingüística, dotada generalmente de
significado, que se separa de las demás mediante pausas potenciales en la
pronunciación y blancos en la escritura”.

Debido a su importancia, el presente ensayo tiene como objetivo analizar uno


de los aspectos más importantes e indispensables que se presentan en el estudio
de la lingüística para comprender la formación o construcción de dichas palabras:
la morfología. Lo podemos entender como una unidad mínima de significado
completo a la palabra, pero ésta se encuentra constituida por elementos menores
que dependiendo de su función, significado y ubicación recibirán distintos nombres.

A simple vista somos capaces de reconocer cuando una palabra se encuentra


relacionada con otra por los elementos similares que las construyen, así como por
ciertas partes de las mismas que se mantienen de manera constantes. “Estos
elementos que podemos reconocer como constantes y que aportan a las palabras
un significado mínimo en común, reciben el nombre de lexemas, se los denomina
también base o raíz”. (Cazzaro, 2015).

Sin embargo, para que se construyan las palabras deben existir otros
componentes que van a modificar el significado primitivo de la misma, los cuales
recibirán distintos nombres y clasificaciones de acuerdo a su ubicación, función y
tipo gramatical de la palabra en la que aparezcan. Para esta ocasión nos
enfocaremos en profundizar en uno de estos elementos: los morfemas, los cuales
según el autor (Calvo, 1998) los define como “la unidad lingüística recurrente
mínima que tiene un significado y no puede ser analizada en unidades significativas
recurrentes menores”.
“LOS MORFEMAS”

La Morfología, como parte de la gramática, propone como un ejemplo claro el


tomar nuestras ideas e ir haciéndolas pedazos hasta averiguar la manera en la que
opera nuestra lengua. Es así como la morfología comienza estudiando desde las
formas más pequeñas de las palabras para observar cómo operan, como se
relacionan, como cambian y cómo evolucionan. Gracias a esto somos capaces de
entender de la mejor manera la forma en la que funciona nuestro lenguaje,
utilizándolo de esta manera con mayor precisión y eficacia.

Como se menciona de manera introductoria anteriormente, se cree que las


palabras se encuentran construidas por una raíz o lexema únicamente, lo cual no
es del todo cierto. En realidad, las palabras, todas ellas, están compuestas por al
menos un “monema”, concepto importante ya que dé él se desprende la clasificación
de morfemas del que hablaremos más adelante, y el cual (IES, 2009) lo define como
“la unidad mínima portada de significado, pero no necesariamente de significado
semántico. Los monemas, por ser unidades mínimas, no pueden descomponerse
en otros signos lingüísticos más pequeños dotados de significado léxico o
gramatical”.

Dentro de esa categoría, el monema, existen aquellos monemas que aportan


contenido semántico, que son los llamados lexemas (para ejemplificar podemos
mencionar las palabras ZAPATo, ZAPATería, ZAPATero), y existen aquellos otros
monemas que se encargan de aportar contenido gramatical al completar junto con
el primero la palabra y completar su significado (gato: gat (lexema) + o (morfema
con significado de género masculino). Estos últimos son los llamados morfemas, los
cuales portan una clasificación que analizaremos dentro de los mismos.

1.3 MORFEMAS DEPENDIENTES

Una vez que se ha revisado cada una de las definiciones anteriores, se vuelve
mucho más sencillo aproximarse a una explicación sobre los morfemas
dependientes, los cuales serán entendidos como uno de los dos tipos de monemas
que existen. En consecuencia, este tipo de morfemas son asumidos también como
parte de la primera articulación del lenguaje. Por otro lado, “los morfemas
dependientes serán aquellas partículas morfológicas que deberán adherirse
obligatoriamente al lexema, completando entonces su sentido, agregando para esto
información o sentido gramatical”. (Cazzaro, 2015)

Con base a esto podemos decir que los morfemas derivativos son morfemas
generalmente dependientes cuya función principal conceptualizándolo de una
manera más coloquial es “derivar una clase de palabras a partir de otra”, pero al
cambiar de morfemas dentro de la misma base se derivan otros, con lo cual surgen
dos subtipos d acuerdo al autor (Hernández, 2010):

 Derivativos: de acuerdo a lo que señala la Lingüística este tipo de morfemas


se anexarán en algún punto del lexema, para agregarle un matiz a su
significado, es decir, que el lexema y este tipo de morfema originan una
nueva palabra, la cual cuenta con independencia semántica, frente a las
partículas que lo han conformado. Por ende, la Lingüística señala que este
tipo de Morfema dependiente derivativo puede ser considerado como
facultativo. En ellos se pueden encontrar tres distintos tipos: prefijos, sufijos
e interfijos.

 Flexivos: no obstante, no siempre los morfemas dependientes se unen o


anexan al lexema con el fin de crear nuevas palabras, de semántica
diferenciada. Un ejemplo de esto son los Morfemas flexivos, los cuales se
anexarán a ciertos lexemas, con el fin de añadirle información gramatical,
señalando entonces algunos de sus atributos, como por ejemplo su género,
número, persona, modo o tiempo.

1.4. MORFEMAS INDEPENDIENTES

La manera más sencilla de abordar este segundo tipo de morfemas es identificar su


principal característica la cual es no tener la necesidad de unirse a ningún lexema
para cumplir su misión, sino que funcionan de manera independientes, fungiendo
incluso como una palabra.
En consecuencia, este tipo de morfemas los podemos entender entonces
como “una partícula autónoma, indivisible y poseedora de sentido gramatical”
(Hernández, 2010), es decir, que aporta información gramatical sobre las palabras
que acompaña, concordando en género y número, con las otras palabras.

De acuerdo a lo que señalan los lingüistas como (Calvo, 1998) hay varias
palabras que pueden ser consideradas como morfemas independientes:

 Determinantes: funcionan como palabras independientes. Su misión es


acompañar siempre a los sustantivos, a fin de señalar si la persona que habla
conoce o no al objeto al que se refiere. Estos morfemas deben concordar en
número y género con el sustantivo, además de dejar en evidencia y anunciar
estos atributos gramaticales del sujeto. Estas partículas son las
siguientes: el, ella, ese, este, un, una.
 Preposiciones: por su parte, las preposiciones constituyen aquellos
morfemas o palabras invariable de la oración, así como aquellas partículas
que sirven para introducir y relacionar los elementos de esta. De acuerdo a
lo que señalan las diversas fuentes, las preposiciones tienen la función de
señalar también el origen, dirección, propósito, destino, entre otros atributos.
Algunos ejemplos de este tipo de morfemas serán los siguientes: a, con,
desde, para, en, etc.
 Conjunciones: entre otras de las palabras independientes que pueden ser
consideradas morfemas, se encuentran también las Conjunciones, las cuales
serán vistas como aquellas partículas, que se encargan entonces de enlazar
los distintos elementos de la oración. Algunos ejemplos de este tipo de
morfemas serán los siguientes: y, e, o, aunque, etc.
 Pronombres: finalmente, los pronombres serán definidos también como
morfemas independientes. Su misión es remplazar al nombre o señalarlo.
Estos pueden encontrarse de forma totalmente independientes, como en el
caso de él, ella, este; o también insertos dentro de la palabra, como en el
caso de Di-le.
CONCLUSIÓN

En esta investigación se presentaron diversos procesos morfológicos para la


formación de palabras, el tema de mayor interés en este trabajo son las
clasificaciones de los morfemas en lo que se refiere a los tipos de morfema
dependientes e independientes, sin embargo, como se observó no se dejó de lado
un enfoque general de lo que es la morfología, así como una pequeña noción de
sus distintos elementos, a mi parecer indispensables para el entendimiento claro y
preciso del tema principal en la construcción de palabras.

Su importancia radica de manera sencilla en que la mayoría de las palabras


de nuestro idioma están formadas por más de un morfema, aunque hay veces en
que un morfema puede constituir una palabra, pero esto no es lo usual y es por ello
que se forman los tipos de clasificaciones analizados anteriormente.

Para concluir, puedo mencionar que en lo que, a formación de palabra por medio
del proceso de composición se refiere, a base de la observación podemos
argumentar que es un proceso muy productivo que presenta una frecuencia en la
lengua, es decir, es recurrente y de él emerge la producción de nuevo léxico que
podemos utilizar en el entendimiento de la utilización de un mejor lenguaje.
REFERENCIAS
Calvo, J. M. (1998). Consideraciones de la palabra como unidad linguistica.
Caceres.

Cazzaro, A. Z. (2015). INVESTIGACIONES TEORICAS. Obtenido de


INTRODUCCION A LA MORFOLOGIA:
https://investigacionesteoricas.wordpress.com/2015/01/06/introduccion-a-la-
morfologia/

Hernández, A. (2010). Obtenido de NOCIONES BÁSICAS DE MORFOLOGÍA:


http://tesis.uson.mx/digital/tesis/docs/20265/Capitulo2.pdf

IES. (2009). INSTITUTO DE CIENCIAS EN LA EDUCACION . Obtenido de


https://www.edu.xunta.gal/centros/iesnumero1ribeira/?q=system/files/Forma
ci%C3%B3n%20de%20palabras%202%C2%BA%20Bac.pdf

RAE. (2022). Real Academia Española. Obtenido de https://dle.rae.es/palabra

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