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Una garganta inflamada

Las amígdalas y la faringe pueden inflamarse debido a un resfrío o a una gripe. El goteo retronasal (exceso
de mucosidad que sale de la cavidad nasal) puede irritar la garganta. También puede hacer que la garganta
o las amígdalas tengan más posibilidades de infectarse por una bacteria. La amigdalitis grave y no tratada en
niños o adultos puede causar bolsillos de pus (abscesos) cerca de las amígdalas.

Su evaluación
Una evaluación de salud puede ayudar a encontrar la causa del dolor de garganta. También puede ayudar a
su proveedor de atención médica a elegir el mejor tratamiento para usted. Dicha evaluación puede incluir su
historia clínica, una exploración física y algunas pruebas de diagnóstico.

Historia clínica
Su proveedor de atención médica puede pedirle que realice lo siguiente:
 ¿Cuánto tiempo duró el dolor de garganta y cómo lo ha tratado?
 ¿Tiene algún otro síntoma, como dolor corporal, fiebre, o tos?
 ¿El dolor de garganta reaparece (se repite)? De ser así, ¿con que frecuencia? ¿Cuántos días ha faltado a la
escuela o al trabajo por un dolor de garganta?
 ¿Tiene problemas para comer o tragar?
 ¿Le dijeron que ronca o tiene otros problemas del sueño?
 ¿Tiene mal aliento?
 ¿Tose y escupe mucosidad con mal sabor?

Exploración física
Durante el examen su proveedor de atención médica le revisará los oídos, la nariz y la garganta en busca de
problemas. También controlará que no tenga el cuello inflamado y puede auscultarle el pecho.

Pruebas que pueden realizarle


Podrían hacerle las siguientes pruebas:
 Un hisopado de la garganta para verificar si hay bacterias como el estreptococo (la bacteria que causa
amigdalitis estreptocócica)
 Un análisis de sangre para comprobar si tiene determinadas infecciones. Por ejemplo, podría hacerse para
descartar mononucleosis (una infección viral).
 Una radiografía de tórax para descartar neumonía, especialmente si tiene tos

Cómo tratar el dolor de garganta


El tratamiento depende de muchos factores. ¿Cuál es la causa probable? ¿El problema es reciente? ¿El
problema sigue apareciendo? En muchos casos, lo mejor que se puede hacer es tratar los síntomas,
descansar y esperar que el problema desaparezca solo. Los antibióticos puede ayudar a eliminar algunas
infecciones bacterianas. Para los casos de amigdalitis grave o recurrente, quizás sea necesario extraer las
amígdalas.

Cómo aliviar los síntomas


 No fume y evite exponerse al humo de cigarrillos de otras personas (tabaquismo pasivo).
 Para los niños, pruebe con aerosoles para la garganta o paletas heladas. Los adultos y los niños más
grandes pueden tomar pastillas.
 Beba líquidos tibios para suavizar la garganta y evitar el espesamiento de la mucosidad. Manténganse
alejado del alcohol, los alimentos picantes y las bebidas ácidas como jugo de naranja. Estos pueden irritar la
garganta.
 Haga gárgaras con agua salada tibia ( 1 cucharadita de sal en  8 onzas de agua tibia).
 Use un humidificador para mantener el aire húmedo y aliviar la sequedad de la garganta.
 Pruebe tomar analgésicos de venta libre, como el acetaminofén o el ibuprofeno. Siga las indicaciones y no
exceda la dosis recomendada. No administre aspirina a un menor de 19 años de edad a menos que se lo
indique el proveedor del niño. Tomar aspirina puede hacer que el niño corra riesgo de padecer síndrome de
Reye. Este es un trastorno poco frecuente, pero muy grave. Normalmente afecta el cerebro y el hígado.

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