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La palabra del mudo: Lo humorístico, cómico e irónico de Ribeyro en sus

cuentos y su crítica a la sociedad.

AUTORA:
sariann
Dedicatoria:
Especialmente quiero dedicar este ensayo a todas mis amistades, que fueron de gran ayuda en
todos los sentidos, agradezco su amabilidad y paciencia en el transcurso de este proyecto.

Agradecimientos:
Quiero agradecer a mi profesor Gianmarco y designado de este mismo curso, agradezco su
tiempo y paciencia al brindarnos sus conocimientos, además de hacernos reflexionar y
cuestionarnos al hacerlo..
Introducción:

Quisiera plantear dos preguntas antes de comenzar este ensayo: ¿que diferencia hay
entre lo cómico de lo humorístico? y ¿que diferencia lo irónico de lo sarcástico?,antes que
nada separemos estos conceptos diferentes entre humor- comedia y sarcasmo- ironía.

Para comenzar, el humor forma parte de la actividad esencial y exclusiva del ser
humano, al igual que el pensamiento (no hay humor si no hay pensamiento), sin embargo
encerrarlo en una sola definición resulta por no decir imposible muy dificultoso, siendo esta
una cualidad de nuestras acciones espontáneas y que sucede en el momento menos pensado,
interrumpe en el ciclo cotidiano algo tan simple como ver a un amigo después de un tiempo o
la gracia de un resbalón en la acera que genera risa.
Seguidamente, la comedia que es tan parecida pero a la vez diferente del humor lo
“cómico”busca causar risa, reírse hasta que se te salgan los dientes en lo ridículo encontrado
en lo opuesto, dicho de otra manera, la mejor forma de expresar lo cómico es en la
percepción de lo opuesto en diversos ámbitos como moral, sociedad, normas,etc. Esto de
alguna manera causa gracia, el inusual desacuerdo con lo que debería ser correcto o ético
lleva de alguna manera a una situación ridícula, lo cómico.

Mientras que el humor nos hace reir y pensar, la comedia es el fenómeno más
superficial del humor dejando de lado el pensamiento.

En segundo lugar, solemos decir que lo sarcástico e irónico son sinónimos pero, aunque
podrían serlo, son dos conceptos diferentes y sorprendentemente sencillos de entender.
La ironía por un lado se trata de una expresión que da a entender algo contrario de lo que
realmente se pretende decir, usualmente como burla disfrazada, aunque también se puede
abreviar como una "burla fina y disimulada".
El segundo término del sarcasmo se puede expresar como una ironía mordaz, cruel o incluso
llevados a otros niveles puede ser llamado“sangrienta”, en resumidas cuentas, el sarcasmo
busca ridiculizar, humillar o insultar a la otra persona mediante la ironía

En definitiva, el problema principal a la hora de diferenciar ambas palabras es que una


utiliza a la otra. Es decir, la ironía busca expresar lo contrario de lo que se dice, pero el
sarcasmo expresa lo que quiere decir utilizando la ironía de forma más mordaz. O, más
sencillo aún: el sarcasmo es un tipo de ironía que, a diferencia de la ironía normal, busca herir
o criticar a otras personas.

Lo cómico e irónico dentro de los cuentos de ribeyro es poco percibido, siendo el


principal foco de atención su escritura trágica o sombría., sin embargo, construir un cuento
irreverente, irónico y cómico no es simple, ni mucho menos se trata de improvisar, por el
contrario, responde a técnicas y procedimientos literarios que pueden ser estudiados y
dominados, para lograr una comunicación más efectiva. En este ensayo quiero resaltar cómo
dentro de los cuentos de Ribeyro y más específicamente dos de sus obras dentro de la palabra
del mudo “La insignia” y “El libro blanco” a través de lo irónico y cómico se pueden
encontrar cuestionamientos de la sociedad y de la cultura en un contexto determinado y esto
sirve para analizar la sociedad presente.
Lo cómico e irónico en la palabra del mudo:

El escritor Julio Ramon Ribeyro con su título tan genérico “La palabra del mudo”, el
narrador peruano, quiere dar la palabra al marginado , al que nunca ha tenido voz, al que ha
permanecido ausente a la vida y literatura del país, a los seres vulnerables. El idiota, el tonto,
el loco, el niño el moribundo, el frustrado, el antiguo aristocrata de la sociedad que perdio su
poder en la nueva, son ahora las voces que le dan vida a estos relatos. Y en cierta medida, es
también su voz propia, el dijo: “ El mudo, además de los personajes marginales de mis
cuentos, soy yo mismo. Y eso quizás porque, desde otra perspectiva, yo sea también un
marginal ” (Ribeyro XIX-XX, pág 36).

A través de su relación entre la ironía, humor y comedia Ribeyro no solamente hace


referencia a una crítica personal sino también a nivel social que definen sus obras como algo
espléndido.

El escritor peruano era consciente del uso del humor en sus cuentos, así como del olvido
de la crítica sobre esta dimensión de su obra: “Hay un aspecto de mis cuentos, de mis libros,
que es muy poco percibido por los críticos y justamente es el humor. Toda la gente me
considera un escritor muy sombrío, muy escéptico, muy trágico, es decir, pesimista, cuando
hay, yo creo, cosas muy divertidas” (Ribeyro XIX-XX, pág 22). No obstante, no solo su
vertiente humorística, sino incluso la cómica han estado en las sombras de la atención pública
siendo el principal foco de atención lo realista, sin una mayor indagación al respecto de estos
aspectos de sus libros el mensaje de la ironía no tiene el mismo significado al captar los dos
primeros aspectos. Los relatos: “La insignia” y “El libro en blanco” tienen casi 40 años que
los separan y no obstante son el ejemplo perfecto para “los enigmas” de la comedia, humor e
ironía para el hombre que intenta captarlos.

La insignia:

“La insignia” narra la historia de un innominado personaje que, tras encontrar en un


basural una insignia de plata, pasa a formar parte de una sociedad secreta sin llegar a conocer
su ideología u objetivos. Más aún, tras cumplir diligentemente con las ridículas tareas que se
le imponen, entre ellas por ejemplo: Hacer un listado de todos los teléfonos que empiecen con
38 dentro de la ciudad, arrojar cáscaras de plátano en la puerta de algunas residencias,
adiestrar a un mono con gestos parlamentarios o fabricar una gruesa de bigotes postizos. En
primera instancia al estar tan sumergido en la lectura, sin ser yo una excepción, el primer
pensamiento que tuve fue en lo extraño e incluso sospechoso de estas acciones encomendadas
por la tal sociedad secreta, y sin embargo tenemos que verlo desde un lado más objetivo, está
claro que esto es otra representación del humor de Ribeyro sin embargo llevándolo al lado de
lo cómico ridiculizando a su personaje con acciones que siquiera sabe el porque, destacando
los defectos morales e vicios del mismo para hacer una referencia al hombre que pasa a ser
un objeto de risa. Continuando con la historia, este personaje innominado va escalando
posiciones hasta llegar a ser presidente de la agrupación: “Y a pesar de todo esto, ahora,
como el primer día y como siempre, vivo en la más absoluta ignorancia, y si alguien me
preguntara cuál es el sentido de nuestra organización, yo no sabría qué responderle”
(Ribeyro XIX-XX, pág 61).

Si bien dentro de la historia no existe ningún un evento sobrenatural en el sentido más


realista, todas las tareas que le son encomendadas a este personaje son incrédulas, por no
decir tonterias, que son aun asi llevadas a cabo sin ninguna objeción pese a la incredulidad,
eso sí, gracias a la atmósfera de este relato toma un rumbo irónico: “Nose precisamente de
que versó la conferencia ni si aquello era efectivamente una conferencia” (Ribeyro
XIX-XX, pág 58) o su conversación con otro de los integrantes de la organización:
“Mantuvimos luego una charla ambigua y ocasional, llena de confidencias imprevistas y de
alusiones superficiales, como la que sostienen dos personas extrañas que viajan
accidentalmente en el mismo asiento de un ómnibus”. En “La insignia” se reproducen hechos
o acciones que corresponden a nuestro marco social y a la vez son irracionales, pero que en el
relato solo contribuyen al desarrollo de una realidad que se nos hace conocida y desconocida
a la vez, el efecto de la ironía se encuentra en la deformación del como supuestamente
debería ser la realidad, fortaleciéndose aún más por cómo el protagonista triunfa mediante a
su incomunicación con las personas, discusiones y misiones exitosas a la espera de un buen
desenlace.

Con todo esto, en una carta de Ribeyro a Wolfgang Luchting reveló la inspiración de su
relato:
En realidad, lo que yo me propuse al escribir el cuento fue criticar a un tío mío que, porque se
aburría, decidió ingresar a una agrupación llamada Los Caballeros de Colón. Yo quise varias
veces sacarle algo sobre esa secta o el propósito, pero nunca me dio respuestas claras.
Probablemente lo hacía por respetar los estatutos de su organización pero a mí se me ocurrió
que no me daba informaciones porque no sabía él mismo de qué se trataba el asunto. Lo que
le interesaba, pensé yo, era integrarse en una microcomunidad, en la cual tuviera un rango,
una función y una responsabilidad. Pensé luego que lo ascenderían hasta llegar a la más alta
jerarquía y ya el cuento estaba hecho.

Así que el concepto de sociedad en la insignia es un club secreto, con una lista de tareas
tan extravagantes como lúdicas por las que el protagonista tiene que pasar. Sin embargo si
solo nos enfocamos en los rasgos cómicos del relato, nos llevaría a la superficialidad del
mismo, pasando por alto los aspectos más importantes. Así, como el protagonista de La
insignia, que nunca entiende el porqué de las tareas ni de la razón de ser de la misma
sociedad en la que está incluido y participa, los lectores nos acercamos a este relato y nos
alejamos a la vez de él dejando el misterio de la sociedad de La insignia intacto, que lo único
que nos revela es un mundo completamente irracional, imprevisible, donde no hay lógica ni
dirección u objetivos determinados; al menos, no perceptibles para nosotros.
El libro en blanco:

En el relato”el libro en blanco” nos cuenta la historia acerca de volumen maldito que
solo trae la desgracia a sus poseedores, ocasionando que estos se arruinen, enfermen o
incluso mueran, es un cuento con contexto algo fantasioso debido a la trama del mismo.
“En las estanterías vi el lomo de un libro forrado en damasco y sin ninguna referencia.
Al sacarlo noté que todas sus páginas estaban en blanco. Pero era un hermoso libro, no solo
por la encuadernación sino por la calidad del papel, que era grueso, ligeramente estriado y
sus bordes exteriores bañados en pan de oro” (Ribeyro XIX-XX, pág 65).

«Es como para escribir allí una obra maestra» (Ribeyro XIX-XX, pág 65) dijo el
protagonista quien es un peruano en París que trabaja de traductor en una agencia de noticias,
coleccionista aficionado de libros raros y antiguos, pero, sobre todo, un escritor que nunca
escribe. El libro llega a sus manos como el inocente regalo de su amiga Francesca, a quien no
veía hace mucho tiempo, el volumen es a la vez una pieza de artesanía fina literalmente, una
joya destinada a la escritura a la desgracia, ¿por qué digo esto?, pues desde que pasa a ser su
nuevo dueño, la vida del narrador empieza a torcerse, irónicamente, por culpa de la literatura
que tanto ama: “¡Leyendo novelas! —exclamó su jefe—. ¡Y nada menos que En busca del
tiempo perdido! ¿Cree que está aquí para perder el tiempo? Así haya momentos de calma,
los redactores deben aprovecharlos para releer los cables del día o para repasar el Manual
de redacción de la agencia” (Ribeyro XIX-XX, pág 64), así pues le grita su encontrarlo un
día leyendo.

Como castigo por el acto, el protagonista pasa al turno de la noche y durante meses
trabaja de la una a las siete de la mañana. A la larga, este nuevo horario trastoca sus hábitos
alimenticios y termina por reactivar una vieja úlcera que lo lleva finalmente de urgencias al
hospital tras sufrir una hemorragia. Luego, recuperado y de nuevo en el trabajo, el jefe vuelve
a encontrarlo leyendo, no obstante, esta vez tomándolo como un desafío personal empezando
un hostigamiento en todo su ambiente de trabajo llevando a la renuncia de este último.

Se puede ir deduciendo el rumbo que irá tomando la historia sin embargo todo la ya
narrado resulta por decir menos que interesante , pues allí Ribeyro teje una red de ironía de
muchos niveles. En primer lugar, como el protagonista del relato, Ribeyro trabajó como
traductor durante gran parte de su vida en París, concretamente en la agencia France-Presse
de 1961 a 1972. Su estancia allí, sin embargo, si bien le permitió un sueldo que le permitió
sobrellevar la vida parisina, le supuso tener que robar horas de su tiempo como literario,
como ha dejado claro en su diario y sus cartas:

“Mucha gente cree que vivo en París como escritor, disfrutando felizmente de la creación de
una gran obra y se extrañan que no publique con mayor frecuencia. Ignoran que soy un
miserable empleado a sueldo, que trabajó siete horas diarias en una agencia corrigiendo,
traduciendo y redactando cables, y que en los dos años que llevo acá me han lavado toda la
poesía de la cabeza y pronto me quitarán toda ilusión”.
Algunos críticos encargados de analizar este relato encuentra que Ribeyro usa
demostración perfecta del escritor y su miedo a la página en blanco, la capacidad de escribir
un libro y no hacerlo es como tener un libro en blanco, el rechazo de un don natural que es
una violación de la naturaleza. Con todo esto ya mencionado, se olvida que la revelación de
la verdadera condición del volumen maldito, y además, se da a través de un poema escrito en
sus propias páginas por la única víctima, el poeta Álvaro Chocano, amigo del protagonista.
Como el escritor, Chocano queda fascinado por la belleza y rareza del ejemplar, por lo que, al
darse cuenta el protagonista de que él lo había olvidado y dejado de lado por completo en su
biblioteca, decide regalárselo: “Para que escribas tus mejores poemas”(Ribeyro XIX-XX,
pág 65)

El poema que Chocano escribe antes de enfermar, y del que intenta advertir inútilmente
al protagonista en su lecho de muerte, pues en él se revela la verdadera esencia del libro
maldito, es el siguiente:

Contienen todas las penas del mundo


Líbrate de ellos como de una maldición
La de la gitana que desdeñaste en tu infancia
La del amigo que ofendiste un día
Una estatuilla egipcia puede enloquecerte
Un anillo arruinarte Un libro no escrito conducirte a la muerte. (Ribeyro XIX-XX,
pág 68).

Algo importante a mencionar, el verso “Un libro no escrito conducirte a la muerte” nos
devuelve a la cuestión del escritor que no escribe, el cual solo manifestó en la forma de un
libro en blanco.

ndLa analogía entre el protagonista y Ribeyro parece inevitable, sobre todo si se toman en
cuenta los datos autobiográficos antes mencionados. Con este relato, Ribeyro retoma
nuevamente el tema de la realización del narrador o escritor, pero desde una perspectiva
irónica, burlándose de sí mismo y a su vez saldando una vieja deuda pendiente con el destino.

Conclusiones:

Más de cuarenta años separan a los dos relatos y, sin embargo, la intrincada conjugación
de lo irónico y lo cómico está presente en ambos. En “La insignia”, Ribeyro se sirve de la
ironía y la parodia para potenciar el desconcierto del lector ante el entendimiento de una
realidad a partir de la combinación de lo racional e irracional, de lo real e irreal.
En “El libro en blanco” tanto la ironía como el humor está presente en el relato, y el dichoso
libro obtiene una profundidad en todos los aspectos de la historia siendo un guiño a lo que fue
la vida de Ribeyro.
Ambos relatos nos ofrecen una vista de los problemas característicos de una ciudad
postmoderna, usando la comedia para ridiculizar a los personajes y casi imperceptible a
gracias a la naturaleza realista de la obra.

Fuentes:

Julio Ramon Ribeyro (1973, 1977 y 1992) “La palabra del mudo (Antología)”

Fatima Coca Ramirez (2005) “La influencia social en la concepción de lo ridículo-cómico a


través de la comedia”
Recuperado de: https://www.um.es/tonosdigital/znum10/estudios/G-Coca.htm

Nadia Ordoñez Ruiz (2014) “Diferencias entre ironía y sarcasmo”


Recuperado de: https://nadiaorenes.es/blog/2014/10/diferencias-entre-ironia-y-sarcasmo-2/

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