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Gobierno del Estado de Veracruz

Cuitláhuac García Jiménez


Gobernador del Estado

Zenyazen Roberto Escobar García


Secretario de Educación

Maritza Ramírez Aguilar


Subsecretaria de Educación Básica

Jorge Miguel Uscanga Villalba


Subsecretario de Educación Media Superior y Superior

Moisés Pérez Domínguez


Subsecretario de Desarrollo Educativo

Félix Guillermo López Rivera


Coordinador Académico de Educación Básica

Verónica del Carmen Lemarroy Zeferino


Coordinadora del Programa de Estímulos a Estudiantes
Destacados (PEED)

Daffni Danae Rojas Cortes


Coordinadora para la Difusión y Optimización de los
Servicios Educativos

Carlos David Martínez Chávez


Jefe del Departamento de Apoyo Editorial
Las fábulas de Esopo

©2021. Secretaría de Educación de Veracruz


km 4.5 carretera federal Xalapa-Veracruz
C. P. 91190. Xalapa, Veracruz, México
Edición artesanal, octubre de 2021
ISBN 978-607-725-152-9

Hecho en México
Departamento de Apoyo Editorial de la CDOSE, SEV.

Las fábulas de Esopo es una edición artesanal, corta y libre, realizada


por la Secretaría de Educación de Veracruz del Gobierno del Estado, a
través del Departamento de Apoyo Editorial de la Coordinación para la
Difusión y Optimización de los Servicios Educativos. Cualquier comentario
o sugerencia remitirlos al correo electrónico apoyoeditorial@msev.gob.mx.
Se prohíbe la reproducción parcial o total con fines lucrativos.
El león
y la cabra
Tras varios días sin comer, un viejo león
vio sobre la montaña a una cabra que
pastaba y le gritó:

—¡Deja ya esas tierras secas y baja a los


verdes prados, aquí comerás mejor!

—Cuando estés muy lejos de allí, bajaré


a disfrutar de tan fresco pasto —contestó
la cabra.

El león se quedó pensativo, y se fue en


busca de otra presa.

Moraleja:
Antes de escuchar un consejo, reflexiona
de quién proviene.

7
El cabrito
y el lobo
Al salir del establo, en busca de
alimentos, la cabra encargó el cuidado
de la casa a su hijo, advirtiéndole sobre
el peligro de los animales que rondan
con intención de devorar el ganado.

No tardó en presentarse un lobo quien,


imitando la voz de la cabra, pidió abrir
la puerta.

—Eres un lobo mañoso que, fingiendo


la voz de mi madre, pretendes entrar a
devorarme —dijo el cabrito, asomándose
por la rendija—. ¡Márchate!

Moraleja:
Sigue el consejo de tus padres y vivirás
feliz.

8
El asno vestido
con piel de león
Un día, un asno caminaba rumbo a su
pueblo cuando encontró la piel de un
león; no dudó en ponérsela y, luego,
continuó caminando feliz al saberse
temido y respetado por los animales,
quienes huían despavoridos al verlo.

Vanidoso y petulante, el asno comenzó


a pasearse por todos lados, pues pensó
que ya no tendría que dedicarse a la
carga y, además, nadie se burlaría de él.

Sin embargo, el gusto le duraría poco.


Al caer la tarde, su amo salió a buscarlo
y, aunque se espantó al encontrarlo de
frente, en cuanto vio sus enormes orejas
descubrió la farsa, le quitó el disfraz y
todos se rieron de él.

Moraleja:
Nunca aparentes lo que no eres si sufrir
vergüenzas no quieres.

9
El ciego
En un pequeño pueblo, junto a la
montaña, un anciano ciego poseía el
don de reconocer con el tacto a cuanto
animal estaba cerca. Cierto día, un
par de incrédulos le llevaron un lobo
cachorro para probar sus habilidades.

—Es extraño, no sé qué es, pero de algo


estoy seguro ¡no ha nacido para convivir
con ovejas! —advirtió el ciego.

Moraleja:
Aun sin abrir los ojos se puede reconocer
la maldad.

10
El perro y
su imagen
Un perro caminaba a casa, feliz con un
hueso —que encontró afuera de una
carnicería— entre sus dientes.

Mientras cruzaba por un arroyo se


asomó y vio a otro perro con un hueso
más grande; la envidia lo invadió y, tan
pronto abrió el hocico para arrebatárselo
al otro cachorro, perdió el suyo.

¡Oh desilusión!, era solo su reflejo. El


agua le hizo una jugada maestra.

Moraleja:
Quien ambiciona lo ajeno, pronto
pierde lo propio.

11
La lechuza
y las palomas
Una pequeña lechuza se disfrazó de
paloma para robarle su alimento a
una parvada de aves. Sigilosa, pasó
desapercibida hasta que la confianza
la traicionó, abrió el pico, ululó (chilló
como lechuza) y, de inmediato, las
palomas la echaron de allí.

Entonces, regresó triste a la torre de la


iglesia y, como aún usaba el disfraz,
el resto de las vanidosas palomas la
lanzaron fuera, quedándose sin refugio
y arrepentida de su engaño.

Moraleja:
Quien usurpe para robar, no anhele
gozar del botín en paz.

12
El león
y un ciervo
En la selva, un ciervo corría para ponerse
a salvo de un perro que lo perseguía,
hasta que llegó a una cueva que creyó
sería el escondite perfecto.

Entonces, salió del fondo un león que se


él.
abalanzó sobre ella.

—¡Pobre de mí!, por quedarme en el


primer lugar que encontré, caí en las
garras de una fiera más grande que la
que me perseguía —pensó el ciervo.

Moraleja:
Al huir de un problema, busca que la
salida no sea caer en otro peor.

13
Las ranas
y los toros
Desde la orilla de su estanque, un grupo
de ranas contemplaba la pelea de dos
toros que se embestían ferozmente en
un prado.

Aun cuando la riña era a lo lejos, y ellas


no tenían nada que ver con las bestias,
temieron que el perdedor buscara
refugio en su estanque y las aplastara
sin siquiera darse cuenta.

Moraleja:
Más vale ser precavido que sufrir las
consecuencias.

14
La cabra
y el asno
En un lindo rancho, una cabra envidiaba
las atenciones que su amo le tenía al
burro. Un día, ella lo convenció de que
su carga era muy pesada por lo que
debía dejarse caer en un pozo y, así, le
permitirían descansar; pero al hacerlo,
el asno se lastimó gravemente.

Fue entonces cuando el veterinario,


quien llegó a salvar al asno, le recetó
infusión de pulmón de cabra y, sin
dudarlo siquiera, el amo hizo lo
necesario para curarlo.

Moraleja:
Nunca envidies los logros ajenos, la
frustración solo te conducirá a la miseria.

15
El pavo real
y la grulla
Un engreído pavo real siempre
presumía su plumaje a la grulla, su
vecina. Una mañana, cegado por la
vanidad, retó a la grulla a comparar
sus plumajes; comenzó a abrir su cola
mientras alardeaba sobre sus finísimas
plumas, que no tenían comparación en
perfección y hermosura.

La grulla le respondió:

—Sí, tu plumaje es único y majestuoso,


pero no puedes volar…, mientras que
yo puedo surcar los cielos y disfrutar de
todas las maravillas de la tierra.

Moraleja:
No permitas que la vanidad sea lo único
que tengas que mostrar.

16
El hombre
y el león
En la plaza principal del pueblo
esculpían una estatua de un hombre
estrangulando a un león cuando, en
ese momento, pasó un domador de
animales que transportaba una de estas
fieras.

—¡Mira cómo los humanos son más


poderosos que las bestias como tú! —
dijo el domador.

—Si los leones supiéramos esculpir


¡verías a los hombres bajo nuestras
garras! —respondió el león, sonriendo.

Moraleja:
Todo depende del color del cristal con
que se mire.

17
La gallina
y el diamante
Una gallina caminaba perdida por un
pueblo. Al llegar a un basurero encontró
una gema preciosa, y le dijo:

—Si un joyero te hubiera encontrado en


este sitio, habría dado esplendor a tu
brillo. En cambio, yo no puedo remediar
tu triste suerte.

Moraleja:
De nada sirven las cosas para quien no
las sabe aprovechar.

18
La abeja
y la paloma
Cierto día muy caluroso, una paloma fue
a posarse en la rama de un árbol que
crecía al lado de un arroyo. Una abejita
se acercó a beber, resbaló y estuvo a
punto de perecer en la corriente. La
paloma voló hacía ella y la rescató.

Poco tiempo después, un cazador vio a la


paloma y se dispuso a atraparla; en ese
instante, la abeja acudió rápidamente
para salvar a su heroína picando al
hombre en la mano. El dolor hizo que el
cazador fallará en su intento, salvando,
así, a la linda y blanca palomita.

Moraleja:
Haz a otros lo que quisieras que hicieran
por ti.

19
La liebre
y el león
En medio de la sabana, un león vigilaba
—escondido entre la maleza— a una
liebre, preparándose para cazarla.

De repente vio pasar un venado y, sin


dudarlo, prefirió correr tras él; pero el
venado aceleró el paso hasta lograr
escapar.

Cansado de perseguirlo, el león


exhausto volvió en busca de su primera
presa, aunque ya nada encontró.

Moraleja:
Las oportunidades se presentan solo
una vez.

20
La gata
enamorada
Una gata, enamorada de un apuesto
príncipe, rogó a un hada que la
convirtiera en mujer. Generosa, esta la
transformó en una bella adolescente
que, a primera vista, enamoró al
joven, quien al poco tiempo le pidió
matrimonio.

A unos minutos de la ceremonia en el


palacio real, un ratón atravesó por el
lugar y, olvidando su nueva vida, la
mujer salió corriendo para atrapar al
roedor.

Al darse cuenta de la situación, furiosa,


el hada la convirtió de nuevo en gata.

Moraleja:
Siempre podrás cambiar de aspecto,
pero nunca cambiarás tus instintos.

21
Las fábulas de Esopo se terminó de editar en noviembre de 2021,
siendo gobernador de Veracruz Cuitláhuac García Jiménez y
secretario de Educación Zenyazen Roberto Escobar García.
Libro
Artesanal
Veracruzano
SEB
Subsecretaría de
Educación Básica
ME LLENA DE ORGULLO

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