Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
-Primera apreciación del arbitraje (se explica en una lección posterior, pero aquí la
profesora lo señala igualmente de manera resumida).
También hay otro método heterocompositivo para resolver conflictos, que es el arbitraje.
Esto se tratará en la lección 8 a través de un caso práctico. ¿El arbitraje qué tiene en común con
el proceso? Ambos son métodos heterocompositivos para resolver las controversias, en la cual
resuelve una controversia un tercero, pero existen claras diferencias entre un proceso y un
arbitraje. A priori, ¿qué diferencias existen entre uno y otro?
2. En segundo lugar, los sujetos. El árbitro puede ser cualquier persona, tanto física como
jurídica. En cambio, los Jueces y Magistrados, ya sabemos que son titulares de los 1 de los 3
poderes del Estado, y además que tienen su propio status jurídico contemplado o regulado en la
LOPJ, del que ya hemos hablado en la lección 3.
1
DERECHO PROCESAL I.
3. Luego también habría una tercera diferencia entre el proceso y el arbitraje, el objeto. Es
decir, sobre qué puede versar el arbitraje y sobre qué puede versar el proceso. Es más limitado
en el caso del arbitraje que en el caso del proceso, porque el arbitraje solo resuelve conflictos
intersubjetivos de derecho privado, y además no sólo conflictos entre particulares y de derecho
privado, sino además conflictos que sean de naturaleza disponible (no todas las materias o no
todos los conflictos son susceptibles de ser resueltos a través de la vía del arbitraje, por ejemplo,
temas de filiación, temas de paternidad NUNCA podrían ser resueltos por arbitraje, ya que son
materias indisponibles, pero un contrato sí puede ser resuelto por la vía del arbitraje porque es
materia disponible). En cambio, el objeto del proceso es amplísimo si lo comparamos con el
objeto del arbitraje, porque en un proceso se pueden resolver tanto conflictos intersubjetivos
como conflictos de carácter social, es decir, podemos a través del proceso resolver conflictos de
derecho privado, basado en normas de derecho civil y mercantil, como podemos resolver
conflictos sociales, como sería el proceso penal, como conflictos contra las Administraciones
Públicas, en el proceso contencioso-administrativo, conflictos entre trabajadores y empresarios,
o sobre convenios colectivos, sobre derechos que afectan a los trabajadores a través del proceso
laboral.
2. En segundo lugar, los procesos son una creación artificial del Derecho. ¿Esto qué
significa? Los procesos no existen en la realidad social, los procesos los crea el legislador, por
eso hablamos de que es una creación artificial del Derecho, no existen con anterioridad a que
exista el conflicto, los procesos los ha ido regulando el legislador a medida que se han ido
produciendo circunstancias sociales que lo han requerido. Por tanto, 2º los procesos son
producción artificial del Derecho.
puede hacerse a través del proceso, y la ejercitan los particulares utilizando el derecho de acción,
ejercitando su derecho a la tutela judicial efectiva. Por ello, con independencia de que utilicemos
la denominación de jurisdiccional o utilicemos la denominación clásica, que la de “derecho
procesal” (porque esta se lleva empleándose para referirse a esta asignatura desde 1927).
- Naturaleza del proceso. Una vez que hemos visto las características del proceso,
debemos hablar de la naturaleza jurídica del proceso.
En cuanto al proceso, que es la institución que estamos analizando, podemos ver que el
proceso Aroca dice que hay dos tipos de teorías: (1) Una teoría privatista de Derecho Privado
(mucho más antigua), y (2) otra teoría de Derecho Público (mucho más moderna), o teoría
publicista.
1.1. Desde el prisma de una primera teoría, definiendo el proceso como un contrato.
1.2. Desde una segunda teoría, definiendo el mismo como un cuasicontrato (hablamos de
la figura del cuasicontrato regulada en el CC como aquella que no contiene todos los elementos
necesarios para considerarse un contrato).
2. Dentro de las teorías de Derecho Público, habla el profesor Montero Aroca de:
2.1. Una primera teoría que entiende el proceso como una relación jurídica.
2.2. Una segunda teoría que entiende el proceso como una situación jurídica.
No es necesario entrar más en esta cuestión porque ni siquiera el profesor Montero Aroca
lo explica en su manual. Pero lo que sí interesa aclarar es la siguiente pregunta: ¿Cual es la
mayoritaria o la que más se ha defendido? Dentro de la teorías de Derecho Público, la que
entiende el proceso como una relación jurídica.
El proceso es realmente una relación jurídica, pero tenemos que diferenciar dos relaciones
jurídicas distintas. Una de ellas es una relación jurídica material de Derecho privado, por ejemplo,
un contrato de compraventa, un contrato de arrendamiento. Esta sería la relación jurídica material
o de Derecho privado, y la misma tiene unos sujetos, un objeto, unas clausulas, unas
condiciones, que vienen reguladas en ese contrato. Esta relación jurídica privada puede dar un
salto y convertirse en una relación jurídica de Derecho Público, si incumplida alguna de las
condiciones de la misma, alguna de las partes decide ejercitar su derecho a la tutela judicial
efectiva e iniciar un proceso. Si se produce esa situación abandonamos esa relación material de
Derecho privado y entramos en una relación procesal de Derecho Público. Es la relación jurídico-
procesal. ¿Por qué es una relación jurídico procesal de Derecho Público? Porque interviene un
órgano del Estado, esa relación jurídica procesal de Derecho Público va a tener unos sujetos, una
parte demandante y otra demandada, pero va a resolver el conflicto un tercero, un sujeto de
Derecho Público, el Juez o Magistrado, ese tercero imparcial situado supraparte.
3
DERECHO PROCESAL I.
Por tanto, esta teoría es la más ampliamente defendida, la que entiende que la naturaleza
jurídica del proceso es la de una relación jurídica (distinguiendo esas dos relaciones jurídicas, la
relación jurídica material de derecho privado [cualquier negocio jurídico de Derecho privado] y la
relación jurídica procesal de derecho público [a la que llegaremos siempre y cuando haya algún
conflicto o controversia cuando hay que cumplir esa relación jurídica material de Derecho
privado]). Evidentemente, en el caso del contrato de arrendamiento que hemos puesto de
ejemplo, o de compraventa, etc, si las partes cumplen el contrato en las condiciones
establecidas, nunca existiría la segunda relación jurídica, la de Derecho Público. Sólo aparece
cuando hay un incumplimiento contractual y una de las partes decide que va a optar por el
método herecompositivo del proceso para resolver y para ejercitar su derecho a la tutela judicial
efectiva interpone una demanda. A partir de ese momento se inicia la relación procesal, que es
una relación jurídica de Derecho Público.
*RECUERDA. La denuncia es en el ámbito del Derecho Penal (en este ámbito no existe una
relación jurídica material de Derecho Penal, como sí ocurre en el proceso civil, porque en el
proceso penal quien ocupa la posición de la parte acusadora no ostenta un derecho
subjetivo, el único que en el proceso penal es titular de un derecho subjetivo es la parte
pasiva, el investigado (posteriormente acusado), que es titular de un derecho fundamental
que es la libertad, único sujeto titular de un derecho subjetivo en el proceso penal, pero no
existe una relación jurídico material de Derecho Penal. Los Jueces nunca inician de oficio
un proceso civil, el proceso civil siempre se inicia a instancia de parte.
Para terminar con la naturaleza jurídica el profesor Montero Aroca habla de las teorías
privatistas, teorías publicistas, y que en el ámbito del Derecho Procesal la primordial es la que se
acaba de explicar. Este acaba aclarando que al proceso no se le puede determinar una naturaleza
jurídica porque el proceso ya es por sí mismo una categoría (categoría es el concepto amplio, y
dentro de eso incluimos la especie a la cual se refiere la institución en particular), por lo que si el
proceso es una propia categoría no tiene naturaleza jurídica.
- La carga. La carga es un imperativo en interés propio que tiene una de las partes del
proceso frente a la cual la otra parte del proceso no tiene derecho a exigir su cumplimiento. O,
dicho de otro modo, se trata de acto procesal que incumbe o debe realizar la parte interesada a
fin de que pueda prevenir una desventaja procesal o, en último término, evitar una sentencia
desfavorable.
Hay dos cargas esenciales en cualquier proceso, una de ellas es la carga de comparecer
(algunos hablan de obligación, pero la profesora cree que es más bien una carga) y la otra es la
carga de la prueba. Al tratarse de un imperativo en interés propio sin que la otra parte puede
exigirme nada, quien asume las consecuencias negativas de no cumplir con ese imperativo serán
únicamente para la parte que no cumple con el mismo. Ejemplo: yo soy la parte actora de un
proceso, interpongo una demanda, me posiciono como parte demandante. De mi demanda se da
traslado a la parte demandada. Ahora el demandado tiene la carga de comparecer en el proceso,
es un imperativo de interés propio, en interés del demandado. Y yo, que soy la parte actora, no
tengo derecho para exigir que el demandado comparezca, pero si ese demandado no
comparece, va a asumir las consecuencias negativas o los perjuicios que se puedan derivar por
no comparecer. ¿Cuál sería ese perjuicio que se le presenta al demandando que teniendo la
carga de comparecer no lo hace? Que se le declare en situación de rebeldía y va a perder
muchas posibilidades a lo largo del proceso.
Con respecto a la carga de la prueba volvemos a poner un ejemplo. Como parte actora,
demando a la otra parte en base a un contrato de compraventa con el motivo de que no se me ha
4
DERECHO PROCESAL I.
pagado lo estipulado, por ejemplo, si quiero que el Juez estime mi demanda tengo la carga de
aportar las pruebas de la acusación, y si no lo hago (no pruebo que efectivamente existe un
contrato de compraventa entre esas partes, que ha habido un incumplimiento) la sentencia la van
a desestimar. La carga de la prueba la tiene la parte actora si quiere ver estimada o favorecida las
pretensiones que ha hecho valer.
- Obligaciones procesales. ¿Qué ocurre cuando existe una obligación procesal? La parte
contraria sí tiene derecho a exigir que cumpla la obligación (yo puedo cumplir o no con esa
obligación procesal, pero la otra parte tiene el derecho a exigirme el cumplimiento). Esa es la
diferencia entre carga (la parte contraria no tiene el derecho a exigir nada) y obligación.
Mayoritariamente se entiende que en nuestro proceso civil no existen obligaciones, sino
excepcionalmente (es una opinión que la profesora comparte).
Para la profesora Ana Afonso, como ejemplos de obligaciones como tal se encuentran la
obligación de exhibir ciertos documentos. Existe una institución que denomina diligencias
preliminares, propia del proceso civil, y estas se solicitan antes de que la parte actora interponga
la demanda, con la razón de conocer datos o bien del futuro demandado, o bien del futuro objeto
del pleito antes de presentar mi demanda. Una de las diligencias preliminares de las que habla el
art. 256 de la LEC que puedo exigir como parte actora es que obliguen al demandado a exhibir la
cosa objeto del litigio, lo cual debe asumir el futuro demandado porque tiene derecho el actor a
hacerlo cumplir a través de que el Juez le imponga una multa. Otro ejemplo de obligación es por
ejemplo, en un proceso de paternidad, cuando se presenta una demanda de paternidad o una
demanda de filiación, la ley exige que presentes un principio de prueba (obligación a someterse a
las pruebas de paternidad, art. 757 LEC). Por tanto, una cosa son las cargas y otras las
obligaciones. De estas últimas hay mucho menos cantidad a lo largo de un proceso.
- Los deberes. Estos son comportamientos de carácter general que pueden venir
impuestos por el órgano jurisdiccional, y cuyo incumplimiento puede llevar aparejado una
sanción. El deber típico o por excelencia es el deber de actuar con buena fe, que ha positivizado
nuestro legislador. Este consiste en un comportamiento general para cualquiera que actúe en un
proceso para que lo haga con la buena fe debida, que puede ser impuesto por el órgano
jurisdiccional y cuyo incumplimiento lleva aparejado una sanción de carácter pecuniario. Este se
recoge en el art. 247 de la LEC, pues este precepto habla del respeto de las reglas de la buena fe
procesal, y contempla la posibilidad de que se puedan imponer multas en caso de
incumplimiento.
- Las posibilidades. También forman parte del contenido del proceso. Estas pueden
definirse como oportunidades u ocasiones procesales que ofrece el legislador a las partes en el
curso del proceso, y mediante cuyo ejercicio a través de los correspondientes actos procesales
obtienen determinadas ventajas o acrecientan sus expectativas de una sentencia favorable.
¿Cómo se plasman o cómo se manifiestan esas posibilidades? Pues a través de la realización de
los distintos actos procesales o actos que configuran un proceso. Por ejemplo, es una posibilidad
que en un determinado momento del proceso yo solicite que en el pleito se reciban pruebas,
porque así tengo la posibilidad u oportunidad de convencer al juez con mis pruebas y que dicte
una sentencia favorable (posibilidad de que se abra el periodo probatorio). Igualmente, tengo la
posibilidad de realizar o no conclusiones (resumen final), la ley me permite realizar un resumen
que establezca que todos los hechos y pruebas que se han practicado en el proceso han
quedado probados, entre otras cosas. Esas conclusiones son, después del juicio y antes de que
se dicte sentencia, un mecanismo para convencer al juez y que se dicte sentencia favorable.
Estos 4 elementos son los que integran el contenido de esa relación jurídica procesal.
Todas ellas, cargas, obligaciones, deberes y posibilidades, son para las partes que forman el
proceso, para la parte actora y para la parte demandada. Por tanto, surge la pregunta de, y el
Juez, el titular de la potestad jurisdiccional, el que tiene que resolver ese conflicto, ¿este qué
tiene, derechos o deberes? Para el Juez todo son deberes, no solo porque tiene el deber de
5
DERECHO PROCESAL I.
conocer la norma a aplicar, sino también el deber de resolver, el deber de tramitar el proceso. Es
decir, en el momento en el que la Administración de Justicia admite una demanda surgen una
serie de deberes para los Jueces que van a tramitar el proceso (deber de que avance el proceso,
deber de resolver, deber de pronunciarse, deber de escuchar a las partes, etc), en este caso los
Jueces no tendrían derechos.
Para hablar de la función del proceso primero lo haremos desde una perspectiva genérica,
a lo que le seguirá una función específica.
La función genérica del proceso es la que hemos venido comentando desde el principio
de la asignatura. Esta función consiste en resolver de manera definitiva e irrevocable los
conflictos que se han planteado, y estos pueden ser conflictos intersubjetivos (entre particulares)
o conflictos sociales, a través del uso de las normas aplicables al caso concreto (tienen que
determinar que normas van a aplicar para resolver ese caso). Hay que traer a colación la
estructura de una norma, esta tiene un supuesto de hecho y una consecuencia jurídica, yo como
parte del proceso tendré que demostrarle al juez que se da ese supuesto de hecho para que
opere la consecuencia jurídica, para que se de el “silogismo jurídico”.
Sin embargo, esta función genérica del proceso la podemos reducir a una función
específica del proceso, y esta es la de satisfacción de pretensiones (de la parte actora, que
siempre va a haber, pues es quien inicia el proceso, es quien formula la demanda) y resistencias u
oposiciones, si hubiere, (que pueda plantear la parte demandada) que se planteen en un proceso
(el juez debe resolver tanto las pretensiones como las resistencias, pues hay que recordar que el
derecho a la tutela judicial efectiva no sólo lo tiene la parte actora, la parte demandada también
dispone de él).
El profesor Fairén Guillén, catedrático muy antiguo de Derecho procesal, maestro del
profesor Gimeno Sendra, es el que defiende esta teoría de la función específica, y explica como
tiene que ser esa satisfacción, más bien determina cuales son las características que debe
cumplir esta satisfacción. Estas son:
- En primer lugar, la satisfacción debe ser jurídica. Esto porque debe estar fundada en las
normas de Derecho objetivo (toda sentencia o auto tiene fundamentos jurídicos). Así se encarga
de establecerlo el art. 248.3 de la LOPJ, en cuya virtud las sentencias contendrán una
declaración de hechos probados, “los fundamentos de derecho y, por último, el fallo”.
- En segundo lugar, esa satisfacción debe ser razonada o motivada. El art. 120 de la CE
obliga a motivar o a razonar las resoluciones que pongan fin al litigio, pues la aplicación del
Derecho no puede efectuarse de una manera arbitraria. Esto se manifiesta únicamente en el
deber de motivar la resolución, sino que también le está vedado al Juez seleccionar
caprichosamente la norma aplicable, pues tan solo puede aplicar la norma reclamadle al caso
concreto. Para garantizar ese requisito de la sentencia existen motivos de impugnación (el
recurso de apelación por vicios in iudicando) y, en última instancia, el recurso de amparo por
infracción al derecho a la tutela.
- En tercer lugar, esa satisfacción debe ser completa. Esto debe vincularse a la
característica de que deba existir una sentencia de fondo o motivada y congruente (en hilo con la
obligación de congruencia del juez, pues este debe pronunciarse sobre todas las cuestiones que
haya planteado la parte actora y sobre toda oposición o resistencia que haya impuesto la parte
demandada).
contra la misma) se produce el llamado efecto de cosa juzgada material. Esto viene a tiene como
fundamento -el sentido negativo del principio de cosa juzgada- el principio de non bis in idem.
- Como última característica, esta satisfacción tiene que ser práctica. Esto implica que
tiene que ser llevada a su efectivo cumplimiento. Es decir, no solo se trata de obtener una
sentencia firme (juzgar) sino que esta debe ser llevada a cabo en su efectivo cumplimiento (hacer
ejecutar lo juzgado). Esta característica se determina en el art. 117.3, cuando se habla de lo que
consiste la potestad jurisdiccional no consiste solo en juzgar sino en ejecutar lo juzgado, así
como en el art. 118 de la CE, con la obligación de cumplir con las resoluciones judiciales (también
se determina en el art. 18.2 de la LOPJ).
4. PROCESO Y PROCEDIMIENTO.
El proceso es lo que hemos visto hasta ahora, es el instrumento técnico que ha creado el
legislador, poniéndolo en manos de los jueces y magistrados para que aplicando las normas de
Derecho Objetivo resuelvan los litigios que se le vayan planteando a cada caso concreto.
Ambas estamos impugnado el mismo acuerdo, por lo que en este caso se podría pedir la
acumulación de procesos, con el motivo de no obtener sentencias contradictorias, principio de
seguridad jurídica(1º), así como por el principio de economía procesal (2º). Por ello, esos dos
procesos con sus respectivos procedimientos se tramitarán en un solo Juzgado con un solo
7
DERECHO PROCESAL I.
procedimiento -lo único que al final la sentencia que ponga fin al pleito tendrá que tener
pronunciamientos acerca de todas las pretensiones de cada uno de ellos-.
Existe otro concepto que tampoco debe confundirse, que es el juicio. En sentido estricto el juicio es
la vista, la audiencia pública. En un proceso ordinario hay una demanda, una contestación a esa
demanda, la audiencia previa y en último lugar el juicio (donde las partes practican las pruebas que
han propuesto, formulan sus conclusiones y se dicta sentencia -último acto procesal por el que juez
pone fin a ese litigio que se ha planteado).
5. CLASES DE PROCESOS.
1.1. PROCESO CIVIL. Durante ese cuatrimestre solo se va a hablar del proceso civil,
aunque se mencione de vez en cuando el proceso penal.
* Pretensiones constitutivas. Estas son aquellas en las que se persigue que en órgano
judicial que declare la constitución, modificación o extinción de una situación o relación jurídica.
Pj., una sentencia de divorcio -extinción de relación jurídica-, una acción de filiación, etc.
* Proceso declarativo o de conocimiento ordinario. Estos son aquellos que sirven para
conocer cualquier tipo de controversia para los cuales no se haya creado un procedimiento
especial. El art. 248 de la LEC habla de clases de procedimientos declarativos, “toda contienda
judicial entre partes que no tenga señalada por la Ley otra tramitación, será ventilada y decidida
en el proceso declarativo que corresponda.” Dentro de ese procedimiento declarativo o de
conocimiento hay 2 procesos, a los que también se refiere el art. 248 de la LEC:
8
DERECHO PROCESAL I.
Para determinar cuando se da uno u otro existe, primero, (1º) el criterio de la materia,
siempre preferente, art.249.1 para ordinario y 250.1 para verbal, o (2º) el criterio de la cuantía,
supletorio, art. 249.2 para ordinario y 250.2 para verbal.
Tanto el proceso ordinario como el especial tiene en común que son plenarios. Esto
significa que no hay ningún tipo de límite, el Juez conoce acerca de toda la realidad material de la
cual se está discutiendo, no hay límites en cuanto a la alegación de las partes, acerca de las
pruebas que puedan proponer, el Juez conoce acerca de toda la realidad jurídico-material del
Derecho privado, además de que en ambos, la sentencia que se dicta tiene efecto de cosa
juzgada.
1.1.2. Proceso de ejecución. Se identifica con el art. 117.3 de la Constitución, pues este
habla de que el ejercicio de la potestad constitucional consiste en juzgar y hacer ejecutar lo
ejecutado. Se entiende que el proceso de ejecución se corresponde con el hacer ejecutar lo
juzgado.
1.1.3. Proceso cautelar. Al proceso cautelar no se refiere el art. 117.3 de la CE, y es lo que en
la doctrina procesal se conoce como “tercer género”. El proceso cautelar es un proceso de
aseguramiento, donde se pide que se adopten o tomen medidas cautelares con una finalidad
concreta y específica, que es asegurar la efectividad de la sentencia que en su día recayó. Pj., en
un proceso civil Ana Afonso interpone una demanda contra nosotros en la que nos reclama una
determina cantidad de dinero. Como Ana desconfía de que nosotros podamos poner nuestras
cuentas a nombre de terceras personas de tal manera que cuando caiga la sentencia y vayan a
buscar nuestro dinero nosotros seamos insolventes, ella puede pedir como medida cautelar un
embargo de las cuentas corrientes.
*La diferencia entre el proceso civil y el penal es, en primer lugar, la materia. En el ámbito
del proceso civil se dilucidan controversias del derecho privado, mientras que en el ámbito del
derecho penal conflictos de derecho público. También se diferencian estos por los principios que
informan uno y otros, pues el principio básico del proceso civil es el principio dispositivo,
mientras que el principio básico -hay más- del proceso penal es el principio acusatorio.
¿Cuántos procesos penales existen? Nuestro legislador penal configura los procesos
utilizando dos criterios: en primer lugar, la gravedad de la pena (1º), o bien sobre la materia sobre
la que versa ese proceso (2º). Por ello encontramos:
9
DERECHO PROCESAL I.
- 1.2.1. Proceso ordinario o por delitos graves. ¿Cuando se sigue un proceso penal por
delitos graves? Cuando el hecho delictivo lleva aparejada una pena privativa de libertad de más
de 9 años.
- 1.2.3. Proceso por juicio rápido. Por esta vía se enjuician delitos no por su pena, sino por
razón de la materia. Determinados delitos se enjuician por la vía del juicio rápido. Para que se de
este proceso es necesario que se trate de un delito previsto para este proceso, además de que
se inicie siempre en virtud de un atestado de la policía, que haya una persona presunta
responsable de la comisión del hecho delictivo -detenida o que se tenga identificada-. Combina
la materia y la pena.
- 1.2.5. Proceso ante el Tribunal de Jurado. Cuando vimos la institución del Jurado, vemos
cuál era el ámbito de aplicación del proceso del Tribunal del Jurado, el art. 1 LOTJ determina
cuales son los delitos que se enjuician a través del Tribunal del Jurado, por lo que es un proceso
por razón de materia.
-1.2.6. Proceso de aceptación por decreto. Creado en 2015, que en la práctica cree la
profesora que no se ha aplicado nunca, porque aquí el papel es el de los fiscales que pueden
emitir un decreto…
Todos estos son los procesos penales ordinarios. También existen otros procesos
especiales. Pj., contra diputados y senadores en el ejercicio de sus funciones (la especialidad se
basa en que hay que pedir un suplicatorio a la Cámara), etc.
1º. PRINCIPIOS QUE AFECTAN A LA ESTRUCTURA DEL PROCESO, rigen para cualquier tipo
de proceso (en civil, penal, contencioso o laboral).
Hay dos posiciones. Si nos encontramos en un proceso civil, existe la posición de la parte
demandante o parte actora y la posición de parte demandada o parte pasiva. Como ya se dijo,
ese proceso lo completa el tercero imparcial que va a resolver el litigio, que se encuentra en una
posición de superioridad con respecto a las partes.
En un proceso penal sería exactamente igual, estaríamos antes una parte acusadora y
otra parte acusada, dos posiciones (no puede haber terceras o cuartas posiciones).
10
DERECHO PROCESAL I.
Pero también existen otros acusadores, tenemos, pj., la figura de la Acusación Popular (2)
-ya hemos hablado de esto anteriormente, pero recordar que se le pide, para la interposición de
una querella en el proceso penal, la realización de fianza -proporcional al nivel económico, art.20
LOPJ) para evitar así querellas calumniosas o querellas por venganza-. El acusador particular
puede ser tanto persona física como jurídica de nacionalidad española, que no siendo ofendido ni
perjudicado por la comisión del hecho delictivo (por ello no puede pedir responsabilidad civil),
decide ejercitar la acción penal.
Por último, cabe la posibilidad, en el proceso penal, de que la parte acusadora la ostente
la figura del actor civil (5) -el perjudicado u ofendido solo exige responsabilidad civil-.
* Nuestro legislador en, la LECrim (1882), no tiene una buena terminología porque a
veces habla de ofendido, a veces de perjudicado, pero en puridad si pueden diferenciarse
esas dos figuras. Ofendido es el titular del bien jurídico atacado (en el caso de un homicidio,
la persona fallecida es el ofendido), mientras que los perjudicados (si seguimos con el
ejemplo del homicidio, son los padres del fallecido, los hermanos, los hijos, etc). Pero ambos,
si quieren intervenir en el proceso, se pueden englobar de igual manera en la acusación
particular.
LIBRO. Acusado: Aquí la situación es muy diferente. Siendo posible que existan varios
acusados por el mismo delito, nunca podrá decirse que la parte acusada es única pero compleja,
porque cada uno de los acusados ha de ser enjuiciado individualmente. En realidad en este
supuesto lo que ocurre es que existe un proceso respecto de cada uno de los acusados; aunque
todos los procesos se realicen conjuntamente en un procedimiento único.
PROFE. Con respecto a la parte acusada, también puede ser ocupada por una pluralidad
de figuras en el proceso penal. Porque en la posición de acusado puede ser ocupada por un solo
sujeto, u pueden ser varios los partícipes (unos como autores, como cooperador necesario,
cómplice, etc).
11
DERECHO PROCESAL I.
Este principio viene a significar que ambas partes, ya estemos en un proceso civil o en un
proceso penal, tienen el derecho a acceder efectivamente o libremente al proceso para hacer
valer su pretensión o su resistencia y su defensa -acceder sin ningún tipo de obstáculo al órgano
judicial para poder ejercer su derecho a la tutela judicial efectiva-, además de plantear las
alegaciones de hechos y la proposición de pruebas, pero también tienen derecho a la última
palabra.
*Este derecho a la última palabra sólo se aplica al proceso penal, se recoge en el art. 739
de la LECrim, referido al procedimiento ordinario, al procedimiento por delitos graves (aparejada
pena privativa de libertad de más de 9 años), pero que rige para todos los procesos penales, no
únicamente para el ordinario. En todos los procesos penales, antes de finalizar el proceso, tiene
que concederse al acusado el derecho a la última palabra. Es un derecho de ejercicio potestativo,
si quiere el demandado hace uso de él o no.
Si ambas partes tienen derecho a acceder al órgano judicial, desde el momento en que
una de las parte accede interponiendo una demanda, surge una obligación para el órgano
jurisdiccional de admitir a trámite la demanda y de dar traslado a la parte pasiva de la existencia
de la misma. Esto es importante porque la primera comparecencia o el primer emplazamiento
que se le hace al demandado para que sepa que existe un proceso en su contra exige que se
haga una citación personal, pero no solo para el demandado en el proceso civil, sino que si
estuviéramos en un proceso penal el primer acto por el que te imputan presentada la denuncia -
supuestamente la comisión de un hecho delictivo- debe ser notificado personalmente.
Cosa distinta es que el demandado sepa que existe un proceso en su contra porque le
han notificado personalmente o siendo investigado conoce los hechos que se le están
imputando, y decida comparecer o no en el proceso. Esto no afecta al principio de contradicción,
pues se garantiza la contradicción desde que el demandado conozca la existencia de un proceso
en su contra o con el hecho de que el investigado sepa que hay un denuncia o querella en su
contra, independientemente de lo que haga este desde que es notificado sobre ello. No obstante,
tiene la carga de comparecer, y si no cumple con esa carga tiene que asumir los perjuicios o
consecuencias que se le deriven del incumplimiento de la misma, en el proceso civil, la
consecuencia es que se le declare en rebeldía. En cambio, en el proceso penal, la consecuencia
de que el investigado al que le hemos dado traslado de la denuncia decida no comparecer, es
que el Juez de Instrucción dicte una orden de búsqueda y captura.
Además, el principio de contradicción va a suponer que se adquiera, una vez que acudes
libremente al proceso, te han citado personalmente -sabes que hay una demanda (civil), o una
denuncia (penal) en tu contra-, el status de parte procesal, ya estás dentro del proceso.
penal- tienen las mismas posibilidades y cargas a la hora de formular alegaciones, a la hora de
proponer y practicar medios de prueba y a la hora de impugnar o recurrir cualquier resolución que
les sea perjudicial. Por tanto, no podemos primar o privilegiar a una parte frente a la otra.
No obstante, ese principio de igualdad de armas hay que matizarlo. Nos vamos a
encontrar en el proceso con una serie de privilegios, pero que deben tener una fundamentación
objetiva y razonada. Es decir, puede haber privilegios que excepcionen ese principio de igualdad,
pero que el TC ha justificado y avalado en base a razones objetivas y razonables, como por
ejemplo el cargo, el empleo, la función pública que se desarrolle. Aquí algunos privilegios
procesales:
1. Inviolabilidad absoluta del rey plasmada en la CE. El rey no tiene responsabilidad ni civil
ni penal en el ejercicio de sus funciones (no en el ejercicio de su vida privada).
3. Determinados aforamientos.
4. Secreto de las actuaciones. Sólo se produce en el ámbito del proceso penal. Antes se
llamaba secreto de sumario, pero después de la reforma procesal de 2015 pasa a denominarse
secreto de las actuaciones. Esto suele verse en el día a día cuando por los medios de
comunicación, ante una muerte violenta, pj., el Juez de Instrucción dicta secreto de las
actuaciones. Esto significa que todas las diligencias que se realizan van a ser secretas para evitar
que se frustre la investigación que se está llevando a cabo -para que no desaparezcan pruebas,
sospechosos, etc-. Sin embargo, ese privilegio nunca comporta al Ministerio Fiscal, para el
Ministerio Fiscal nunca hay secreto de las actuaciones, se da para las demás partes, la
acusadora y para la parte investigada pero nunca para el Juez Instructor que lo acuerda ni para
el Ministerio Fiscal. Mientras estén secretas las actuaciones, que en principio este secreto dura
un mes, pasados 30 días, o se prorroga o se tiene que levantar el secreto de las actuaciones. Una
vez que revoque y se levante ese secreto de actuaciones ya las partes pueden tener acceso a
todas esas actuaciones que hasta ese momento tenían carácter secreto.
Aquí tenemos que distinguir de una parte el principio dispositivo, y de otra el principio
acusatorio.
El principio dispositivo entraña, como su nombre indica, un poder de disposición por las
partes del derecho de acción y del objeto del proceso. Su fundamento hay que encontrarlo en la
disponibilidad jurídico material de los derechos subjetivos en conflictos, por lo que no ha de
causar extrañeza alguna que este principio esté presente en todos los procesos en donde
discutan relaciones jurídicos-privadas (proceso civil y laboral) e incluso en aquellos de Derecho
público en los que puedan estar comprometidos derechos e interés de la titulada de los
particulares (proceso contencioso-administrativo). Más concretamente, puede decirse que un
proceso está regido por el principio dispositivo cuando:
a) Las partes son dueñas de los derechos e intereses materiales que se discuten en el
proceso y ostentan, por lo tanto, la plena titularidad del derecho de acción. Al tener el dominio
absoluto de esos derechos, nadie puede obligar a los particulares para ejercitar su derecho a la
tutela judicial efectiva, pueden o acudir al proceso o solucionarlo fuera de él, por ejemplo
mediante el arbitraje. Esto determina que ningún juez puede de oficio entablar un proceso entre
las partes.
13
DERECHO PROCESAL I.
c) Vinculan mediante sus pretensiones la actividad decisoria del juez. El juez tiene la
obligación de congruencia con respecto a la pretensión del actor y la resistencia del demandado.
- Principios de aportación a instancia de parte. Propio del proceso civil. Este principio
se recoge en el art. 216 de la LEC -este artículo recoge el principio de justicia rogada-. Este
precepto viene a decir que los Tribunales civiles resolverán con base a las alegaciones de hechos
de las partes, las prueban que propongan y las pretensiones que hagan valer ante el órgano
jurisdiccional. Por tanto, son las partes las que tienen que aportar los hechos al proceso. Las
partes aportan los hechos al proceso mediante la formulación de la demanda -el demandante-, y
mediante el escrito de contestación a la demanda -la parte demandada-. En relación a la
aportación de hechos hay que distinguir dos conceptos que son distintos. Una cosa es el objeto
del proceso y otra cosa es el objeto del debate.
14
DERECHO PROCESAL I.
2. Mientras, el objeto del debate es un concepto más amplio- es todo aquello sobre lo que
el juez tiene que se congruente y resolver-. Y es que a la pretensión que plantee la parte actora
hay que añadir la postura que adopte frente a la misma la parte demandada. Se amplía el objeto
del proceso porque tenemos que tener en consideración a la oposición, los hechos que pueda
proponer la parte demandada, las alegaciones.
Ojo. Quién no puede aportar ningún hecho al proceso es el órgano jurisdiccional, pues
cómo bien se denomina el principio “principios de aportación a instancia de parte”. No sólo
significa el principio de aportación a instancia de parte que las partes deban aportar los hechos,
sino que además tienen la carga de probar esos hechos. Cuando hablamos de la carga de la
prueba ha de distinguirse dos conceptos distintos:
- Una cosa es la solicitud de que el pleito se reciba a prueba. Las partes son las que
tienen que solicitar al Juez que en el pleito se reciban pruebas. Es decir, la inicia probatoria reside
en las partes, art. 282 de la LEC. Una vez pedido que en el pleito se reciban pruebas, hay que
proponer los medios de prueba de los que vas a valerte.
Los medios de prueba en el proceso civil se recogen en el art. 299 de la LEC, pero no es
una lista cerrada.
- Principio de prueba legal o tasada. Con este principio, el propio legislador le indica al
Juez cómo tiene que valorar los resultados de la actividad probatoria. Es decir, es prueba legal o
prueba tasada (son lo mismo) porque el legislador fija una serie de criterios que son los que tiene
que tener en consideración el juez a la hora de valorar los resultados de dicha actividad
probatoria.
Si estamos en un proceso penal, todos los medios de prueba son de libre valoración. Y
además, son pruebas que se han practicado en un acto concreto y específico. En cambio, si nos
vamos al proceso civil, de estos dos principios que rigen la valoración de la prueba, nos vamos a
encontrar con que, el interrogatorio de partes y la prueba documental -púbica o privada- es
prueba legal o tasada, y los demás medios de prueba -la testifical, la prueba pericial, los medios
mecánicos de reproducción, cintas, grabaciones, etc- todos ellos, sin ser el interrogatorio y la
prueba documental, son de libre valoración.
15
DERECHO PROCESAL I.
- Prueba documental, pública (art. 319 LEC) o privada (art. 326 LEC). Si entablamos un
contrato entre la profesora y nosotros, redactado en un folio, eso sería una prueba documental
privada, que sólo es prueba plena entre nosotros siempre y cuando no lo impugnemos, que no es
lo mismo que un documento público, elevado a escritura pública y firmado por un notario. Ambos
medios de prueba, documental pública o privada, se consideran como prueba legal o tasada.
- También se valora como prueba legal o tasada el interrogatorio de las partes. Siempre
que se refiera a hechos que le sean perjudiciales y que esa parte sea consciente de que esos
hechos le son perjudiciales. Concretamente, es a lo que se refiere el art. 316.1 de la LEC.
El problema está en que, si decimos que es una presunción iuris tamtum, y se quiere
alegar que el demandado o el demandante ha actuado faltando a las reglas de la buena fe
procesal, tendré que probarlo o acreditarlo.
16