Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Para determinar cómo el Estado llegó a estar integrado por 1 155 entidades en
1982, después de que en 1934 contaba con tan sólo 15 paraestatales y a fines de
1962 con 206, es necesario acudir a la historia de nuestro país, en especial a la
historia del México moderno. Esta revisión histórica nos permitirá comprender
también por qué fue necesario tomar la decisión de reducir las dimensiones del
sector público y empezar a vender empresas.
Es importante mencionar que, hasta la fecha, la teoría económica no tiene ningún
postulado que determine un tamaño óptimo del Estado, para cualquier país,
independientemente de qué estructura tenga. En consecuencia, el alcance de su
participación en el área económica, así como su crecimiento, se modifican con el
tiempo y de acuerdo con las circunstancias específicas de cada época.
Recordemos que para el caso de una empresa pública, su existencia y desarrollo
debe depender no sólo de criterios de rentabilidad, sino también de los alcances y
límites que determinen la política económica así como los requerimientos de la
Selección de textos y documentos:
población.
Doralicia Carmona Dávila
Puede afirmarse que la participación del Estado en la esfera económica ha sido
© Derechos Reservados una constante a lo largo de la historia de nuestro país. No obstante, podemos
ISBN 970-95193 ubicar a la Constitución de 1917 como el punto de partida de la expansión y la
Este Sitio es un proyecto personal y intervención crecientes del sector público en este tipo de actividades.
no recibe ni ha recibido
Es a partir de 1917 que se establecen las bases para el ejercicio de la rectoría del
financiamiento público o privado.
Estado. Con la promulgación de la Constitución del 17 el Estado se reserva para
sí mismo diversas áreas económicas y los sectores estratégicos, restringiendo así
la participación del sector privado.
En este periodo el sector paraestatal se presentó con mayor fuerza como el pilar
del desarrollo económico. Se impulsó la reforma agraria y se crearon y
nacionalizaron empresas estratégicas, se expropió la industria petrolera y se
empezó a participar en la generación de energía eléctrica.
La década de los sesenta se distingue por el gran impulso que se le dio al sector
agropecuario y al abastecimiento de productos básicos. Sin embargo, en este
periodo del desarrollo de nuestra economía el sector secundario (industrial) se
convirtió definitivamente en su eje dinámico, por lo que uno de los objetivos de la
política económica se encaminó a profundizar la industrialización del país.
Los primeros años de la década de los setenta se distinguen por los problemas
existentes en la esfera productiva, inflación, retraimiento de la inversión, menor
crecimiento, en un ámbito económico internacional poco favorable. Para hacer
frente a estas tendencias se decidió crear fideicomisos de fomento a la producción
y se enfatizó el apoyo financiero al sector agrícola.
Los años setenta son determinantes en lo que respecta a la expansión del Estado,
sobre todo porque se profundiza su crecimiento "no planeado". Participa en la
producción de un amplio número de bienes y servicios a consecuencia de la
creación de empresas y organismos pero, principalmente, por la absorción de
compañías del sector privado con problemas financieros y de eficiencia. El Estado
emprendió la tarea de rescatar compañías al borde de la quiebra con el fin de
evitar que su desaparición provocara desempleo y desajustes en la planta
productiva.
Las realidades del país eran diferentes pues ya no permitían que el Estado, por sí
mismo, se colocara como la pieza fundamental de los procesos económicos; tenía
que abrir espacios a la iniciativa privada.
Pero, ¿cuáles son las áreas estratégicas y prioritarias a las que se hace mención?
Las áreas estratégicas se refieren a los sectores en los que el Estado tiene
participación exclusiva, dado que su funcionamiento, rendimiento y desarrollo
afectan de manera directa la soberanía de la nación. Estas áreas están
relacionadas con los recursos no renovables, con servicios públicos o con la
infraestructura de otras actividades económicas.
Las áreas prioritarias son aquellas que otorgan un amplio beneficio social, por lo
cual requieren atención especial, como son los servicios de salud, vivienda,
educación, así como las actividades de regulación y abasto de productos básicos.
Dado que estas áreas no están delimitadas constitucionalmente, la actividad
prioritaria dependerá de las necesidades del país en un momento determinado,
constituyéndose así como un concepto dinámico sujeto a modificaciones.
• Canalizar adecuadamente los escasos recursos del sector público en las áreas
estratégicas y prioritarias.
Estas diferencias, entre otros factores, han provocado que las empresas públicas
mantengan exceso de personal, lo cual propicia que se utilicen más trabajadores
de los que son necesarios para una misma operación y que mantengan costos de
producción más elevados. Asimismo, la escasa agilidad en la toma de decisiones
por los trámites burocráticos que se deben realizar y, en algunas ocasiones, la
rotación frecuente del personal directivo, así como las restricciones
presupuestales y las cargas impositivas, las hacen menos eficientes.
Para entender por qué se desincorporan las empresas, debernos asimilar que en
esencia este proceso es producto de un cambio en la concepción del Estado.
Como lo ha dicho claramente el presidente Salinas: la fuerza económica del
Estado "no radica en su tamaño, ni en los ámbitos del quehacer productivo que
posee, sino en la creación de las condiciones de un desarrollo efectivo que dé
base permanente al empleo y a la calidad de la vida".
Son cuantiosos los factores que se deben tomar en cuenta cuando se procede a
vender una empresa. La mayor parte de los mismos serán descritos en el
apartado correspondiente a las etapas del proceso de enajenación; no obstante,
es importante distinguir algunos de ellos.
Transparencia
Marco jurídico
Marco normativo
Licitación pública
Rentabilidad
Como ya se mencionó, una gran parte de las entidades del sector público se
encontraban en condiciones de eficiencia y productividad poco satisfactorias; no
obstante, un porcentaje elevado de empresas mexicanas sujetas a privatización
poseían gran potencial de crecimiento, lo cual las presentaba atractivas para los
inversionistas. Estas perspectivas han sido ratificadas a través de los estudios que
han realizado consultores a nivel nacional e internacional.
Restructuración de empresas
Existen, sin embargo, algunos casos extremos en los que fue necesario
reestructurar las empresas antes de ponerlas en venta. Entre ellos se encuentran
Constructora Nacional de Carros de Ferrocarril y Nutrimentos Mexicanos
(Nutrimex) en su planta ubicada en Zacoalco. Revisemos este último ejemplo.
Nutrimex surgió en 1981 como respuesta a la necesidad de producir, distribuir y
comercializar alimentos nutritivos formulados para el consumo humano. En su
inicio operó dentro de las instalaciones de la planta Guadalajara de Alimentos
Balanceados Mexicanos, S. A. de C. V. (Albamex), dedicada a la producción de
alimentos de uso pecuario.
Cabe mencionar que para dar seguimiento a los avances del proyecto y para
supervisar la asignación de recursos, se creó un comité de vigilancia que sesionó
en más de diez ocasiones. Por su parte, la Unidad de Desincorporación asignó a
un consejero delegado de tiempo completo para dichos propósitos.
Como se verá más adelante, el proceso de venta de una empresa está integrado
por diferentes etapas que deben llevarse a cabo estrictamente. Sin embargo, esto
no garantiza, en algunos casos, que la entidad pueda ser vendida, debido sobre
todo a que existen empresas con problemas de endeudamiento, equipo obsoleto y
poca probabilidad de éxito que no crean interés entre los inversionistas e
industriales, a pesar de las labores de promoción. Otra de las razones puede ser
que aunque la entidad paraestatal posea viabilidad económica, el mercado esté
muy deprimido o exista sobreoferta a nivel nacional o internacional del producto
que esa compañía genera.
Revisemos uno de estos casos. Astilleros Unidos de Guaymas era una empresa
paraestatal subsidiaria de Astilleros Unidos, S. A. de C. V., dedicada a la
construcción de embarcaciones hasta de 22 000 toneladas de peso muerto, así
como a la reparación naval a flote. Este astillero se ubica en uno de los puertos
más importantes del Pacífico mexicano, en el estado de Sonora.
La situación de la empresa era poco favorable. Su valor real era negativo, tenía
cuentas incobrables, inventario obsoleto y una deuda enorme, de
aproximadamente 60 000 millones de pesos.
Uno de los casos más ilustrativos, en el que mejor se expresa en qué consiste la
recomendación de la coordinadora de sector, es el de las empresas siderúrgicas
Altos Hornos de México, S. A., y Siderúrgica Lázaro CárdenasLas Truchas, S. A.
Acuerdo de desincorporación
Estrategia de venta
Ésta es, sin duda alguna, una de las facetas más importantes y más delicadas en
el proceso de enajenación. Del diseño de una estrategia de venta adecuada
dependerá en gran medida la posibilidad de garantizar las mejores condiciones
para el Estado.
2) Ubicación geográfica.
3) Estructura accionaria.
9) Perspectivas económicas.
Uno de los aspectos más relevantes de este esquema consistió en que los
recursos que aportó el grupo privado no fueron depositados en la Tesorería de la
Federación, como sucede en todas las operaciones de venta, sino que fueron
capitalizados en la empresa, con el objeto de dotarla del presupuesto necesario
para impulsar su crecimiento.
Cabe mencionar que en esta licitación el gobierno federal decidió limitar el capital
extranjero al 49% de la participación del nuevo grupo de inversionistas.
Con una duración del proceso de tres años (desde que se dictaminó la
enajenación hasta que se formalizó la operación) y de dos esfuerzos de
desincorporación, con el esquema antes descrito, se privatizó la línea aérea en el
mes de agosto de 1989 con un monto de 140 millones de dólares. Tres años
después (septiembre de 1992), el gobierno federal vendió el 4% de su
participación, equivalente a 11 795 011 acciones que, a un precio de 2.9851
dólares, generaron 109 412.9 millones de pesos.
Teléfonos de México, S. A. de C. V.
La crisis económica del inicio de la década de los ochenta impidió que el Estado
proporcionara a Telmex los recursos necesarios para el mejoramiento y
mantenimiento de un buen servicio. Este problema, aunado a una estructura de
tarifas deteriorada, provocó que entre 1985 y 1989 el número de líneas creciera a
una tasa inferior al 7% anual y que la calidad de servicio disminuyera,
ocasionando que la densidad de líneas telefónicas por cada 100 habitantes fuera
de únicamente 5.5.