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Acuerdos comerciales Regionales

Según el Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles (GATT) y su sucesor, la


Organización Mundial de Comercio (OMC), los países miembros reconocen que las
reducciones arancelarias acordadas entre dos naciones se extenderán a los demás
afiliados. Dicho enfoque internacional alienta a una disminución gradual de los
aranceles en todo el mundo. Un segundo enfoque aplica cuando un pequeño grupo de
países, por lo general con una base regional, firman un acuerdo comercial regional. Bajo
este sistema las naciones afiliadas acuerdan imponer barreras comerciales más bajas
dentro del grupo, en relación con las aplicadas en el comercio con los países no
afiliados. Cada nación afiliada continúa la determinación de sus políticas nacionales,
pero la política comercial de cada uno incluye un trato preferencial para los afiliados del
grupo.
Un propósito importante de la OMC es promover la liberalización comercial a través de
los acuerdos mundiales. Sin embargo, hacer que un número grande de países se ponga
de acuerdo en las reformas resulta en extremo difícil. A principios de 2000, la OMC tenía
problemas en su intento por llegar a un acuerdo comercial global y los países buscaban
cada vez más acuerdos comerciales regionales, más estrechos, como una alternativa.
Un propósito importante de la OMC es promover la liberalización comercial a través de
los acuerdos mundiales. Sin embargo, hacer que un número grande de países se ponga
de acuerdo en las reformas resulta en extremo difícil. A principios de 2000, la OMC tenía
problemas en su intento por llegar a un acuerdo comercial global y los países buscaban
cada vez más acuerdos comerciales regionales, más estrechos, como una alternativa.
Hay dos factores adicionales que influyen para que los miembros de un acuerdo
comercial regional no estén interesados en una liberalización a nivel mundial. Primero,
es probable que los miembros del bloque comercial no obtengan economías de escala
adicionales por una liberalización comercial global, que sólo brinda una apertura
modesta de los mercados extranjeros. Los bloques comerciales regionales, que brindan
una liberalización comercial más extensa, permiten que las empresas nacionales tengan
ciclos de producción suficientes para agotar las economías de escala. Segundo, los
miembros de los bloques comerciales tienden a invertir su tiempo y energía en
establecer vínculos regionales y no negociables globales.
Cuando los bloques regionales se conforman de acuerdo con los principios de apertura y
de inclusión, los bloques regionales pueden ser bloques que se integran, en lugar de ser
bloques que obstaculizan, para alcanzar el libre comercio y la inversión global. Así, los
bloques regionales fomentan las aperturas de mercado globales en varias formas:
Primero, los acuerdos regionales alcanzan una integración económica más profunda
entre los afiliados que los acuerdos multilaterales, debido a la comunión de intereses y
de procesos de negociación más simples.
Segundo, un proceso de auto reforzamiento se instituye por medio del establecimiento
de un área regional de libre comercio: conforme el mercado, agrupado en un área de
libre comercio se expande, unirse a él se vuelve cada vez más atractivo para los no
afiliados, con el fi n de recibir las mismas preferencias comerciales que los países
afiliados.
Tercero, la liberalización regional impulsa a un ajuste parcial de los trabajadores, de
aquellas industrias que compiten con las importaciones con una desventaja
comparativa, hacia las industrias de exportación en las que la ventaja comparativa es
fuerte.
Conforme procede el ajuste, aumenta el porcentaje de la fuerza de trabajo que se
beneficia de la liberalización del comercio y disminuye el porcentaje de trabajadores
que pierde; esto promueve el respaldo político para la liberalización comercial en un
proceso de auto reforzamiento. Por todas estas razones, cuando los acuerdos regionales
se forman con base en los principios de apertura, ellos se traslapan y expanden y así se
promueve el libre comercio global, desde la base hacia arriba.
Tipos de acuerdos comerciales Regionales:
el término integración económica se ha vuelto parte del vocabulario de los economistas.
La integración económica es un proceso de eliminación de las restricciones del comercio
internacional, los pagos y la movilidad de factores. Así, la integración económica resulta
de la unión de dos o más economías nacionales en un acuerdo comercial regional. Antes
de proceder, conviene distinguir entre los tipos de acuerdos comerciales regionales.
Un área de libre comercio es una asociación de naciones comerciales en la cual los
miembros están de acuerdo en retirar todas las barreras arancelarias y no arancelarias
entre ellos. Sin embargo, cada miembro mantiene su propio conjunto de restricciones
comerciales frente a los países no miembros. Un ejemplo de esta etapa de integración
es el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que está formado por
Canadá, México y Estados Unidos. Estados Unidos también tiene tratados de libre
comercio con Israel y Chile. Otro tratado de libre comercio se dio en 1999 cuando la
Unión Europea y México llegaron a un acuerdo que terminó con todos los aranceles en
su comercio bilateral de productos industriales en 2007.
Una unión aduanera es un acuerdo entre dos o más socios comerciales para retirar
todas las barreras comerciales arancelarias y no arancelarias entre ellos. Sin embargo,
cada país miembro impone restricciones comerciales idénticas en contra de los países
no participantes. El efecto de la política comercial extranjera común es permitir el libre
comercio dentro de la unión aduanera, al tiempo que se igualan todas las restricciones
comerciales impuestas en contra de los externos a la unión.

Un mercado común es un grupo de naciones comerciales que permite:


1) libre movilidad de productos y servicios entre los países miembros,
2) el establecimiento de restricciones comerciales comunes en contra de los países no
miembros
3) el libre movimiento de los factores de producción a través de las fronteras nacionales
dentro del bloque económico.
Así, el mercado común representa una etapa más completa de integración que un área
de libre comercio o una unión aduanera.
Efectos de un acuerdo comercial regional:
Efectos estáticos:
El movimiento hacia un comercio más libre bajo una unión aduanera afecta el bienestar
mundial en dos formas contrapuestas: un efecto de creación del comercio que aumenta
el bienestar y un efecto de desviación del comercio que reduce el bienestar. La
consecuencia general de una unión aduanera sobre el bienestar de sus miembros, así
como en el mundo como un todo, depende del peso relativo de estas dos fuerzas
contrapuestas.
La creación del comercio ocurre cuando cierta producción nacional de un miembro de la
unión aduanera se reemplaza por las importaciones de bajo costo de otro miembro. El
bienestar de los países miembros aumenta por la creación del comercio porque lleva a
una mayor especialización de la producción, de acuerdo con el principio de la ventaja
comparativa. El efecto de creación del comercio consiste en un efecto consumo y un
efecto producción. Aunque una unión aduanera puede aumentar el bienestar mundial
mediante la creación del comercio, pero el efecto de desviación del comercio implica
una pérdida de bienestar. La desviación del comercio ocurre cuando las importaciones
de un proveedor de bajo costo fuera de la unión son reemplazadas por compradores de
un proveedor de costo más alto dentro de la unión.
Efectos dinámicos
Estas ganancias dinámicas provienen de la creación de mercados más grandes por el
movimiento hacia un libre comercio bajo las uniones aduaneras. Los beneficios
asociados con las ganancias dinámicas de la unión aduanera contrarrestan con mucho
cualquier efecto estático desfavorable. Las ganancias dinámicas incluyen las economías
de escala, una mayor competencia y un estímulo de inversión. Los mercados más
amplios promueven una mayor competencia entre los productores dentro de una unión
aduanera. Con frecuencia se percibe que las restricciones comerciales promueven un
poder monopólico, en donde un pequeño grupo de empresas dominan un mercado
nacional. Dichas empresas prefieren llevar una vida tranquila, formar acuerdos para no
competir con base en el precio. Pero con el movimiento hacia mercados más abiertos
bajo una unión aduanera, el potencial para una colusión exitosa disminuye conforme el
número de competidores se expande. Con el libre comercio, los productores nacionales
deben competir o enfrentar la posibilidad de una quiebra financiera. Para sobrevivir en
mercados expandidos y más competitivos, los productores deben reducir el desperdicio,
mantener los precios abajo, mejorar la calidad y aumentar la productividad. La presión
competitiva también puede ser una revisión efectiva en contra del uso del poder de
monopolio y en general un beneficio para los consumidores de una nación.
El comercio puede acelerar el paso del avance tecnológico e impulsar el nivel de
productividad. Al aumentar la tasa de rendimiento esperada para una innovación
exitosa y extender los costos de investigación y desarrollo de forma más inteligente, el
comercio puede impulsar un ritmo más alto de gasto de inversión en las tecnologías más
recientes. Un mayor comercio internacional también mejora el intercambio del
conocimiento técnico entre los países conforme el capital humano y el físico se
desplazan con mayor libertad. Estos incentivos tienden a aumentar la tasa de
crecimiento de la economía y ocasionan no sólo un impulso de una sola vez al bienestar
económico, sino un aumento persistente en ingreso que se vuelve cada vez más grande
conforme pasa el tiempo.

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