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Un vistazo hacia la desigualdad

Cuando escuchamos el termino desigualdad ¿que nos puede venir a la cabeza? Algo que
proporcionalmente no es igual probablemente, alguien que tiene acceso a algo que quizás
yo no tengo o al contrario, que yo tenga a mi disposición beneficios y privilegios que
quizás esa persona u otras personas no tengan. Lo que si debe quedar claro es el hecho de
que la desigualdad en su máximo esplendor es un cáncer que corroe a toda sociedad.
Colombia según el último estudio del Banco Mundial es considerada uno de los países más
desiguales de Latinoamérica obtiene un puntaje de 0,51(Teniendo en cuenta de que 0 es la
perfecta igualdad y 1 la perfecta desigualdad). Imaginemos por un instante que tenemos una
gran pastel y lo vamos a repartir a 45 millones de personas pero solo el 20% de estas, algo
equivalente a 9 millones de personas, tenga una rebanada que corresponda al 56% de dicho
pastel y los otros 36 millones le damos el 44% restante. De esta manera se encuentra
representada el nivel de inequidad que vive el país. No es difícil imaginarse esta situación,
siempre ha existido gente que económicamente gane mucho y tenga mucho más que otras.
Tony Judt señala que “La desigualdad desempeña un papel crucial en la vida de las
personas… y que la probabilidad de disfrutar de una vida larga y saludable están
estrechamente relacionadas con la renta” (2010, pág. 17).
De esta manera algo que se puede decir que es necesario para el mantenimiento y la
preservación de la vida como el acceso a un servicio de salud se convierte en un lujo y
privilegio para quienes cuentan con los recursos para pagarlo y una sentencia de muerte
para quienes no. De la mismas forma lo podemos apreciar en la educación, alguien que
tenga las motivación de estudiar, de salir de la condiciones desafortunadas en las que se
encuentra, se ve obstaculizado ese deseo, porque el acceso a los centros educativos se
convirtió en algo de pocos. “Cuanto mayor es la distancia entre la minoría acomodada y la
masa empobrecida, más se agravan los problemas sociales, lo que parece ser cierto tanto
para los países ricos como para lo más pobres” (Judt, 2010) Y ese es el caso por el que
atraviesa Colombia poca distribución de la renta y pocas políticas que garanticen un Estado
de bienestar para aquellas personas que no gozan de los medios básicos y necesarios para
vivir.
Judt asevera que “La desigualdad es corrosiva. Corrompe a las sociedades desde adentro.
El impacto de las diferencias materiales tardan un tiempo en hacerse visible, pero con el
tiempo aumenta la competencias por el status y los bienes, las personas tienen un creciente
sentido de superioridad (o de inferioridad) basado en sus posesiones, se consolidan los
prejuicios hacia los que están mas bajos en las escala social” (2010, pág. 20)
Prácticamente pasan a ser deshumanizados, ignoradas y despreciados quienes por alguna
razón no tienen la renta para rodearse de los bienes y servicios con que cuentan los otros, de
esta manera se comienza a quebrantar el tejido social que en un sentido ideal debería ser el
pilar del cual se construya un gobierno democrático. El Estado Colombiano debería sumar
mayores esfuerzos que busquen combatir el fenómeno de la desigualdad por medio de
iniciativas y políticas sociales como por ejemplo una mayor cobertura de un servicio de
salud básico y de calidad para todos, mayores oportunidades educativas en todos sus
niveles, preescolar, primaria, secundaria, técnica y profesional para todos en especial a las
zonas rurales que demasiado olvido estatal han sufrido, además de proporcionar ayudas
financieras temporales a aquellas personas que difícilmente hallan logrado obtener un
trabajo en cualquier momento de su vida. Nuestro país tiene que seguir los pasos de los
países de la Europa continental que tratan de proveerle un Estado de bienestar a sus
ciudadanos.

Bibliografía
Judt, T. (2010). Algo va mal. Madrid.

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