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CAPITULO III: QUERER CUIDAR

PRESENTADO POR:

Juan José Cancelado Bravo

Zenith Vanessa Valencia Goyeneche

Erika Dayana Socha Niño

La historia inicialmente contada se refería a los seres humanos como individuos aislados.
En algún momento esto cambió, decidieron unirse y formar sociedades, a partir de las
cuales les fue más fácil definir un modelo de vida ideal en el que preservar esta última y las
propiedades, es la razón por la que actualmente se han constituido los diferentes Estados.
De cierta manera el ser humano es egoísta por estar viviendo siempre de relatos y por la
falta de capacidad de compararlos con la realidad; esto ha llevado al ser humano a que se
quieran establecer Estados nacionales que prometen proteger los intereses individuales.
Egoísmo, estupidez e incluso una inteligencia que se convierte en arrogancia, ha hecho que
el ser humano fracase en sus relaciones sociales, sin embargo, existe también un deseo
natural e instintivo por cuidar siempre de los demás.

A partir de este punto, se puede inferir que el ser humano como cualquier otro mamífero,
necesita ser protegido por los de su misma especie, su supervivencia depende de la
capacidad de atender sus necesidades y defenderse de posibles amenazas. Cuidar, proteger,
es una actitud natural con la que se nace.

Según la fábula de Higinio la esencia del ser humano está en cuidar. De esta manera, el
querer estar por encima de otros, de dominar y poseer cierta autoridad, ha hecho que el
desarrollo tecnológico traiga consigo problemas en la sociedad, pues el hombre justamente
se ha convertido en objeto y mercancía, las relaciones se hacen más tensa. Se vive en un
mundo inhumano, que por más que lo intenta no puede dejar de lado la pobreza, el hambre,
la miseria y la pérdida de recursos a causa de explotación de la naturaleza. El ser humano
desde su origen fue creado para convivir en armonía con el medio, con los demás seres
vivos, para respetar y velar por los recursos, que finalmente son su hogar, su espacio
habitable, de lo contrario, las condiciones para vivir se complican.

La acción de cuidar y proteger es responsabilidad de mujeres y varones. La sociedad ha


dado poco valor al trabajo de la mujer, al punto de llegar a llamarlo sexo débil. ¿Débil?
Este es un concepto demasiado erróneo si se tiene en cuenta que el mayor número de niños
son atendidos, cuidados y protegidos en la mayor parte del tiempo por su madre y no por su
padre. Adicionalmente, una sociedad en la que si no se trabaja, no se alcanza para cubrir las
necesidades básicas del hogar, ha obligado a las mujeres a combinar sus tareas del hogar
con labores extras de diferentes índoles según sea su especialidad. El hombre a diferencia,
tiene menos de que preocuparse. Sabe bien que sus obligaciones no son limitadas a unas
tareas de hogar, que sin importar que tan difícil haya estado el día, la mujer estará allí para
limpiar, recoger y si, también proteger de él, brindando alimento y comodidad. Entonces,
¿en dónde está la igualdad de género?, ¿la dignidad de los seres humanos?, si de cierta
manera es la mujer quien carga la mayor responsabilidad. Solo hay una forma de evaluar
esta problemática, y es desde la moral. Si todas las personas se hicieran este tipo de
preguntas descubrirían que el cuidado es responsabilidad de hombres y mujeres, en iguales
proporciones, mujeres y varones dependen el uno del otro, la sociedad depende de esta
unión, y de la capacidad para mantenerse en armonía con la naturaleza.

Ahora bien, ya se habló del cuidado del ser como tal, pero que hay del cuidado del hogar
llamado planeta tierra; ¿acaso este es menos importante? Es a partir de este punto de donde
han surgido tantas problemáticas y diferencias. En un principio solo se hablaba del cuidado
del hombre, las tradiciones y culturas lo consideraban como un ser vivo propio de la
naturaleza, y que el cuidado debía ser dirigido a la naturaleza también. Claramente ya se
tenía un concepto de valor, pero se falló en no considerar que debían existir unos
“derechos” que hicieran cumplir con rigor el cuidado del medio ambiente. Con el pasar de
los años, la industrialización y el gran crecimiento de las poblaciones, hizo que el cuidado
de los seres vivos distintos al humano pasara a un segundo plano. La gran demanda en
campos como la construcción, y el consumo de productos derivados del petróleo, produjo
un deterioro notable en el planeta. El aumento progresivo de enfermedades, el migraciones
de especies animales y de los mismos seres humanos, causó indignación en algunas
personas que tuvieron la idea y tomaron la iniciativa de conformar entidades y con ellas
crear declaraciones velar por los derechos de los animales y derechos dela tierra. Estas
personas pasaron a ser defensores, motivados por la esperanza de un mundo sano y
tranquilo. Es así que desde entonces grandes industrias y empresas internaciones están
sometidas a ciertas normas y condiciones para tener controlados las emisiones e impactos
en sus procesos; no ha sido fácil, pero resulta ser una tarea valiosa para asegurar la
existencia de futuras generaciones. El cuidado del medio y de los derechos humanos,
resulta ser entonces una tarea prioritaria en todo el mundo.

La especie humana es vulnerable, diariamente son muchos los peligros que amenazan con
su existencia, con terminar con lo que se ha construido a través de generaciones, pero es de
estas últimas que se han heredado habilidades para proteger lo mas valioso, la vida. La
supervivencia y bienestar depende de que todos los seres vivos estén estrechamente
conectados y que el hombre desde su raciocinio mantenga un ambienta sano y estable. La
moral y las conductas con prejuicios, generan una marcada tendencia a sacrificar algunas
cosas a cambio de un bienestar. Es por esto que el ser humano en ocasiones, deja de lado la
importancia de cuidar y preservar los recursos a cambio de algunos minerales y bienes que
produce la tierra para generar algo de ganancia. El hombre es por naturaleza un ser de
emociones. Los juicios que se emiten sobre lo correcto y lo que no, sobre lo que está bien y
lo que está mal, forman parte fundamental para fortalecer la actitud de supervivencia; es
decir, que, desde un pensamiento claro, se puede definir lo que perjudica o beneficia a una
persona. La razón, en la mayoría de los casos, es la que lleva a actuar correctamente aun
sacrificando algo de dolor propio. Finalmente, en realidad lo que ha marcado la
supervivencia es el hecho de querer cuidar a los demás. La personas aumentan el esfuerzo
en sus actividades cunado de ellos dependen otras personas. El amor es parte de la moral, y
es este el que motiva a muchos a seguir dando lo mejor de sí para conseguir una estabilidad
para sus seres queridos. Resulta ser más valioso el amor de un hijo que cualquier otro bien
material. Actuar bajo principios morales ha hecho que la sociedad se mantenga estable, y
que a pesar de factores como la pobreza y la violencia, se luche por mantener los derechos
de las personas. La educación y la salud se deben considerar como primordiales en todos
los estados y naciones. Son el único camino al cambio; la educación es la clave. Un niño
que desde sus primeros grados cursados es consciente de la importancia de proteger el
medio, fácilmente crecerá sabiendo que la especie humana no es lo más importante, sino
que la armonía entre especies vivas es fundamental para la supervivencia y para asegurar la
perdurabilidad de los recursos naturales en el planeta.

CONCLUSIONES:

o Adela Cortina presenta una reflexión profunda sobre el cuidado que los seres
humanos debemos tener con uno mismo y con los demás, buscando garantizar así la
conservación de la humanidad, destacando un rasgo fundamental de los seres
humanos que a veces tendemos a olvidar: su vulnerabilidad.
o Nosotros como seres sociales, necesitamos irremediablemente de los otros para
poder sobrevivir. Cuidar de los que nos rodean es una obligación moral que
demuestra cuán interdependientes somos, un hecho que “destroza desde hace mucho
tiempo la leyenda del individualismo egoísta”.
o Todos nacemos como seres vulnerables y dependientes, por eso el cuidado y la
compasión por los otros, es lo que nos permite desarrollarnos en plenitud junto a las
personas que estimamos y conservar el mundo en el que vivimos, porque “tenemos
la capacidad de extender el cuidado más allá de la línea de los hijos y del
parentesco, la capacidad de llegar a los lejanos en el espacio e incluso a los
extraños”
o También se hace notorio el uso de la pregunta orientadora ¿para qué sirve la ética?,
cuya réplica es que esta sirve para recordar que los seres humanos necesitamos ser
cuidados para sobrevivir y que estamos hechos para cuidar de los cercanos, pero
también para no olvidar que tenemos la capacidad de llegar hasta los lejanos,
creando vecindarios nuevos. Para eso hace falta no solo poder, sino también querer
hacerlo

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