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Poder Legislativo
(El Poder Legislativo tiene el poder de llamarlo (art. 71) si el congreso interpela a un ministro este no puede
negarse a concurrir.
Artículo 71- Cada una de las Cámaras puede hacer venir a su Sala a los ministros del Poder Ejecutivo
para recibir las explicaciones e informes que estime convenientes.
Art. 68 CN
Artículo 68- Ninguno de los miembros del Congreso puede ser acusado, interrogado judicialmente, ni
molestado por las opiniones o discursos que emita desempeñando su mandato de legislador.
CSJN entiende que cuando un ministro del Poder Ejecutivo concurre al congreso lo hace con la protección
de una inmunidad implícita.
Poder Legislativo
Hechos:
Antonio Domingo Bussi fue elegido diputado nacional, provincia de Tucumán, en 1999.
Justicia electoral oficializó su candidatura sin que se formularan objeciones o impugnaciones y la Junta
Electoral Nacional de Tucumán lo proclamó oficialmente como diputado nacional el 22/11/1999.
El 1º de diciembre, cuando la Cámara de Diputados de la Nación se reunió para tomar juramente a los
nuevos legisladores, resolvió no incorporarlo al cuerpo, en razón de la denuncia de un grupo de diputados
que alegó que existían razones éticas que lo inhabilitaban para ocupar el cargo.
Su cargo lo ocupa Roberto Lix Klett, el segundo en la lista, por pedido del mismo partido Fuerza
Republicana.
La Cámara adoptó esta decisión según la interpretación que realizó del art 64
Artículo 64- Cada Cámara es juez de las elecciones, derechos y títulos de sus miembros en cuanto a su
validez. Ninguna de ellas entrará en sesión sin la mayoría absoluta de sus miembros; pero un número
menor podrá compeler a los miembros ausentes a que concurran a las sesiones, en los términos y bajo
las penas que cada Cámara establecerá.
Bussi argumentó ante la justicia que la Cámara de Diputados no tenía facultades para rechazar su diploma
de diputado electo por razones éticas o políticas, y que tampoco le podía exigir requisitos adicionales a los
que impone la Constitución Nacional para ser miembro del cuerpo.
Dijo que solo le corresponden al pueblo en el momento de elegir a los candidatos y no pueden ser luego
revisadas por la Cámara para admitirlo o no. Alegó que así se violaba su derecho político a ejercer el cargo
de diputado para el que había sido elegido por el pueblo tucumano.
En virtud de otra cláusula constitucional que así lo establece, admitió que los diputados pueden expulsar de
la cámara a uno de sus miembros. Pero que ello debe hacerse una vez que éste ha sido incorporado al
cuerpo, y cuando la causal de inhabilidad moral se produce con posterioridad al ingreso.
Tanto el juzgado de primera instancia como la Cámara Nacional de Apelaciones se negaron a tratar el
planteo de Bussi. Consideraron que no era una cuestión que pudieran resolver los jueces, sino que era
materia propia y excluyente de los legisladores. Es decir, que no era una cuestión justiciable, sino política.
Decisión de la Corte:
Dos años después, octubre 2001, la Corte Suprema revoló la decisión de la Cámara y resolvió que la
demanda de Bussi no planteaba una mera cuestión política no judiciable sino que ameritaba ser revisada
judicialmente.
Ordenó que los jueces de la instancia inferior dictaran una nueva sentencia conforme con ese criterio.
La justicia electoral, luego de estudiar el caso nuevamente, volvió a rechazar la petición de Bussi, aunque
por una razón diferente. La Cámara entendió que no subsistía el motivo de reclamo, ya que el diputado
Roberto Lix Klett, su suplente, ya había asumido en su reemplazo a pedido del partido que ambos
integraban. Los jueces estimaron que la incorporación de Klett “inviste la representación del pueblo de
Tucumán y que al haber sido decidida por el propio partido, ya no existía el agravio que alegaba Bussi.
Una vez más Bussi apeló ante la Corte. La corte revoca la sentencia del tribunal inferior. 4/11/2003 corte
resolvió que la justicia electoral debía dictar otra resolución en la que evaluara si la Cámara de Diputados
tenía facultadas para rechazar a un representante electo por motivos éticos o políticos. Es decir, que el
hecho de que el suplente se hubiera incorporado a la Cámara de Diputados a pedido del partido que ambos
integraban, no impedía que la justicia revisara la decisión de ese cuerpo de no admitir a Bussi.
La Corte aclaró que el agravio para Bussi persistía, pues Lix Klett ya había tomado el cargo cuando el caso
llegó por primera vez ante ella, es decir, aunque el suplente de Fuerza Republicana hubiera asumido en
reemplazo, subsistía el agravio para Bussi. La Corte consideró inaceptable que después de aquella
sentencia la Cámara hubiera resuelto nuevamente en forma contraria, lo que equivalía a desconocer la
autoridad de las resoluciones de la Corte. Agregó que el agravio subsiste -como mínimo- hasta que el
mandato por el que había sido elegido no venciera. Ello ocurriría en diciembre de 2003, poco más de un
mes después de esta sentencia de la Corte.
Cuestiones políticas
Suprema corte: no encuentro que el apelante esté en lo cierto, ya que a mi juicio ninguna de las
disposiciones cuestionadas vulneran normas constitucionales.
Recordemos su texto: “La remuneración del viajante estará constituida, en todo o en parte, en base a
comisión a porcentaje sobre el importe de las ventas efectuadas. Sin perjuicio de ello se considerarán
integradas la retribución: los viáticos, gastos de movilidad, hospedajes, comida y compensaciones por
gastos de vehículos…”
Cuestiones Políticas
Se hace el examen psicofísico. Tras el mismo es rechazado por una ley que establece que los aspirantes a
profesores deben medir al menos 1,60 m
Llega a la corte
Arts. 14 y 28
Artículo 14- Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes
que reglamenten su ejercicio; a saber: De trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y
comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio
argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; de usar y disponer de su propiedad;
de asociarse con fines útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y aprender.
Artículo 28- Los principios, garantías y derechos reconocidos en los anteriores artículos, no podrán ser
alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio.
O sea que por más que haya una ley la misma no puede estar por sobre la CN.
Último párrafo del fallo de la Corte: “Nadie es más alto que la Constitución”
Poder de policía
Es revocada su solicitud
Empresario argumenta que se le restringe el derecho a trabajar que está expresado en el art. 14
Corte dice que nuestro las corridas de toros es ajeno a nuestra cultura y es inmoral
Deben mudarse
Vistos los saladeristas don Santiago, don José y don Jeronimo Podestá, don Guillermo Bertram, don Guillermo
Anderson, don Casimiro Ferrer, don Jerónimo Rocca, don Constant Santa Maria, don Juan Smith y don Jerónimo
Soler y C°, demandan a la provincia de Buenos Aires por la indemnización de los daños y perjuicios que les ha
causado la suspensión de las faenas de los saladeros situados en el Riachuelo de Barracas, ordenada por su
legislatura provincial por ley de 6 de setiembre de 1871.
Poder de policía (bienestar general)
Interviene el estado y los alquileres se congelan por 2 años y vuelven al valor en el que estaban el 1/1/1920
Se inicia demanda por parte de Lanteri, tachando de inconstitucional la ley 11.157 que prohíbe
cobrar durante dos años a partir de su promulgación un precio de locación mayor al que se pagaba
por el alquiler de casas, piezas y departamentos el 1 de enero de 1920, por ser incompatible con los
artículos. 14 (derecho de usar y disponer de la propiedad), 17 (inviolabilidad de la propiedad) y 28
(razonabilidad) de la Constitución Nacional.
-Somos cine
Corte: derechos no son absolutos, gente sin trabajo para representar obras. El costo del espacio lo puede
obtener del cobro de entradas.
Debido a la falta de suficientes salas de teatro, los artistas del espectáculo sufrieron una grave crisis ocupacional.
Circunstancia por la cual, el Poder Legislativo dictó la Ley Nº 14.226, la cual declara obligatoria la inclusión de
espectáculo de variedades en los programas de las salas cinematográficas de todo el territorio de la Nación. La norma
anteriormente mencionada prohibió cobrar al público una suma extra por los números ofrecidos, por lo que las
empresas cinematográficas debían soportar los gastos adicionales. Esto último fue posteriormente modificado por la
Resolución Nº 1.446/57 que autorizó a cobrar por separado los ‘actos en vivo’.
La S.A. propietaria del Cine Callao se rehusó a cumplir la norma citada, por lo cual, la Dirección Nacional de Servicio de
Empleo la intimó para que iniciase la presentación de los ‘números en vivo’.
A pesar de la intimación, la S.A continuó incumpliendo la norma, motivo por el cual la D.N.S.E. inició un sumario
administrativo. En dicho acto administrativo se le impuso a la sociedad una multa y se la obligó a cumplir con la ley
14.226 bajo apercibimiento de clausura.
En un primer momento, la Corte entendió que no podía entrometerse en las
decisiones del Poder Legislativo. Entonces, cuando había alguna materia, por ejemplo,
el caso del Cine Callao, le dice “hay una crisis laboral, necesitamos que pongan un
número vivo antes del espectáculo”.
(cuando hay una limitación del ejercicio de un derecho, el que alega esa irrazonabilidad de la
reglamentación, tiene que probar el daño que le ocasiona);
Primero el daño era que el cine debía contratar artistas, cuando en realidad su actividad es
proyectar películas.
Segundo, debía modificar la sala de proyección, porque para hacer el espectáculo público,
debía tener un escenario.
Y tercero, el decreto le impedía externalizar el costo que le generaba la contratación del
artista.
El Gobierno alegó que implementa un decreto por razones de intereses económicos.
El Poder Legislativo modifica el tema de la externalización del costo, permitiendo al Cine Callao
cobrar un plus. Al permitir esto, ya no había daño, con lo cual vino abstracta la cuestión y no se
pudieron expedir sobre el fondo (si era o no legal).
MARBURY vs. MADISON
Adams designa 42 jueces de paz, la mayoría de los jueces nombrados durante el gobierno
anterior recibieron la notificación en la que constaba que tenían acceso a sus cargos de jueces.
No obstante otros, 4 jueces no reciben la notificación para poder acceder al cargo, entre los que
se encontraba Marbury, y decidieron solicitar a Madison que el nombramiento les fuera notificado.
Al no obtener respuesta de Madison, Marbury pidió a la Corte que emitiera un “mandamus” por el
cual se le ordenara a Madison que cumpliera con la notificación, basándose en la Sección trece
del Acta Judicial que acordaba a la Corte Suprema competencia originaria para expedir el
“mandamus”.
Marbury tenía derecho al nombramiento que demandaba, teniendo en cuenta que este había sido
firmado por el presidente y sellado por el secretario de estado durante la presidencia de Adams.
La negativa constituyó una clara violación de ese derecho frente al cual las leyes de su país
brindaban un remedio, emitir un mandamiento.
Esto trajo aparejado un conflicto entre la Constitución y el Acta Judicial, Sección 13 (de rango
jerárquico inferior). Marshall resolvió en su sentencia declarar la inconstitucionalidad del Acta
Judicial, por considerar que ampliaba la competencia de la Corte y contrariaba la Constitución.
Reforma 1994 art 99 inc. 4 dispuso que los jueces cesen en sus funciones al cumplir 75 años a menos que se
encuentre con sus facultades saludables y al cumplir esa edad necesitan que el poder Ejecutivo con acuerdo
de dos tercios del Senado los renueve en sus funciones.
Cláusula transitoria undécima disponía que entraría en vigencia a los 5 años de sancionada la reforma
(1999).
En 1999 Carlos Fayt, juez de la CSJN, que tenía 75 años al momento de la reforma, pero esperó el plazo de
los 5 años, impuso una acción declarativa de inconstitucionalidad la primera parte del tercer párrafo del
inciso 4º del art. 99 de la CN que es parte de la reforma constitucional de 1994
Artículo 99 - inciso 4 - tercer párrafo: “Un nuevo nombramiento, precedido de igual acuerdo, será necesario
para mantener en el cargo a cualquiera de esos magistrados, una vez que cumplan la edad de setenta y
cinco años. Todos los nombramientos de magistrados cuya edad sea la indicada o mayor se harán por cinco
años, y podrán ser repetidos indefinidamente, por el mismo trámite.”
Se basa en el art. 110 en el que se habla de inamovilidad de los jueces. O sea que es una garantía
constitucional.
Artículo 110.- Los jueces de la Corte Suprema y de los tribunales inferiores de la Nación conservarán
sus empleos mientras dure su buena conducta, y recibirán por sus servicios una compensación que
determinará la ley, y que no podrá ser disminuida en manera alguna, mientras permaneciesen en sus
funciones.
Cámara de Apelaciones concluyó que la Reforma no fue nula sino que no era aplicable al caso Fayt ya que
la norma hace alusión de los magistrados que serán nombrado en adelante.
dice que es inconstitucional ya que se excedieron los convencionales constituyentes en aquello que le había
dicho el congreso de la nación, ahí no estaba la periodicidad delos jueces. Además se ampara en el art 110.
Va a la cámara: le están quitando un derecho adquirido ya que cuando se sancionó la CN en 1994 usted ya
tenía 75 años
O sea que se retoma lo que dice el inc. 4 del art 99, en el que los jueces tienen revalidar su puesto.
Poder constituyente y poder constituido. El congrego asigna cada uno de esos poderes
El fallo “Fayt” imperó durante 18 años en los tribunales hasta marzo de 2017, cuando la Corte Suprema
sostuvo en la causa “Schiffrin, Leopoldo Héctor c/ Poder Ejecutivo Nacional s/ acción meramente
declarativa" que el límite de los 75 años “modifica únicamente el carácter vitalicio del cargo, pero no la
garantía de inamovilidad”. Dos días después de publicado el fallo en el Boletín Oficial, Schiffrin presentó su
renuncia como vocal de la Cámara Federal de La Plata
Situación de emergencia económica
Fundamento:
Afecta garantía de estabilidad del empleado público que establece conservar la retribución
correspondiente. Art 16 del derecho del ejecutivo.
Estado Nacional:
Contestó la demanda y solicitó su rechazo basándose en inc 3 del art. 99 CN “circunstancias excepcionales”.
Agregó que no existe norma constitucional o legal que prohíba al Estado disminuir las remuneraciones
futuras de sus agentes ni autorización del Congreso para modificar sueldos de empleados públicos.
Confirmó sentencia de 1ra instancia que declaró la inconstitucional. El PE no siguió los trámites previstos
por la CN para la sanción de leyes. Entiende también que la norma vulnera el derecho de propiedad
temporal, art 17, ya que además es definitiva ya que no prevé forma de devolución de sumas descontadas.
Disconforme el Estado
dice que es falso que el PE carece de atribución para disminuir en forma general la remuneración de
agentes del sector público.
Según el Tratado Derecho administrativo: sueldo puede ser reducido para el futuro, pero desde el
momento en que el sueldo haya sido devengado tienen carácter de derecho adquirido y no puede
reducirse.
1º instancia: es inconstitucional
Corte: declara la constitucionalidad del DNU, justificando la decisión en el DNU cumplía con los requisitos
que deben reunir las medidas implementadas en una emergencia económica (era generalizado,
proporcional, razonable, temporario y no retroactivo), y argumentó que el reconocimiento de la medida
por parte del Congreso con la Ley de Presupuesto sancionada en 1995 se interpretaba no solo como un
reconocimiento de la situación de emergencia invocada por el PE sino también como el ejercicio del control
de los DNU requeridos por el congreso.
Situación de emergencia económica
Corte, contario al caso Guida, falló a favor de Tobar, declarando inconstitucional el recorte de los salarios
del sector público. Corte justifica que las normas cuestionadas eran inconstitucionales, ya que no imponían
un límite ni temporal ni razonable sobre los salarios del sector público y de ese modo afectaban los
derechos de propiedad. Además justifica que en el caso Guida la norma cuestionada en esa oportunidad
había establecido límites temporales y cuantitativos a la reducción de salarios que había impuesto,
mientras que las políticas cuestionadas en Tobar no lo hacían.
Primer caso en la historia jurídica argentina en la que el Poder Judicial debió expedirse sobre la validez o
invalidez de una reforma constitucional.
Los demandados alegan la invalidez del art 14 bis ya que la Convención Constituyente omitió aprobar el
acta y la versión taquigráfica de la sesión en la que fue sancionado y no se realizó una reunión posterior de
modo de hacer efectiva su conformidad, se habían violado las disposiciones del reglamento de la
Convención Constituyente. (el art 30 de la CN indica los pasos a seguir para la reforma de la CN)
Ambas alejando que el que el ejercicio del derecho a huelga no extingue la relación de dependencia laboral
sino que simplemente la supedita.
Parte demandada interpone Recurso Extraordinario Federal el cual es admitido por la CSJN.
Corte: No se expide sobre la validez o invalidez del art. 14 bis aludiendo que la cuestión presentada no es
de su competencia fundada en el principio de división de poderes y en la no intromisión en las funciones
excluyentes y exclusivas de cada poder. Sin embargo, y aún sin aplicarla en este fallo, establece como
excepción al no inmiscuirse el inclumplimiento del debido proceso adjetivo. De este modo si bien quedó
establecido el precedente de que las reformas constitucionales son cuestiones políticas no justiciables, se
determinó la posibilidad de controlar el procedimiento de reforma e invalidar las normas que
efectivamente no supere el test del debido proceso.
Eduardo Sojo, periodista del Diario Don Quijote “fue puesto en prisión por resolución de la Cámara de
Diputados de la Nación y por el tiempo en que durasen sus sesiones”.
Modo elegido por el afectado para cuestionar la decisión del Poder Legislativo fue la via del “habeas
corpus”.
El recurso se interpuso en forma directa ante la Suprema Corte, y la competencia del alto tribunal para
entender en el caso se dejó fundamentada en la norma de la ley del 14 de septiembre de 1863, conocida
como “la ley 48”.
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En 1887, en el periódico “Don Quijote” fue publicado un dibujo, y a raíz de esto, su redactor Eduardo Sojo
fue puesto en prisión en virtud de una resolución de la Cámara de Diputados. Sojo interpuso un recurso de
Habeas Corpus ante la Corte Suprema, diciendo que ésta tenía competencia en base a una ley de 1863
sobre jurisdicción y competencia de los tribunales nacionales.
La Corte Suprema dice no tiene jurisdicción originaria para conocer en recursos de hábeas corpus
interpuestos por particulares salvo que el individuo arrestado fuera embajador, ministro o cónsul
extranjero; o el arresto hubiese sido decretado por tribunal o juez de cuyos autos le correspondiese
entender por apelación. Y que además, la Corte no puede entender en este caso sobre un mandamiento
del poder legislativo, porque sería repugnante a la independencia de los poderes. Y además, la citada ley no
crea un nuevo caso de jurisdicción originaria, ni se puede ir más allá de los casos que cita la constitución.
Una ley no puede ampliar la jurisdicción de la corte más allá de los Poderes que le confiere la Constitución
Nacional.