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IKIGAI: trabajar en lo que te apasiona

25 febrero, 2020  Equipo educalive.com


Son muchas las personas que no se encuentran satisfechas con su día a día. Algunas tienen un trabajo que no les
llena y no se sienten identificadas con la empresa en la que trabajan, otras se sienten minusvaloradas en su
empleo, e incluso otras, que ya han decidido reinventarse, no tienen claro qué camino tomar. La verdad es que,
esta situación puede ser muy negativa a nivel personal. Pero no está todo perdido porque en este artículo te
traemos un método que te va a ayudar a descubrir cómo trabajar en lo que realmente te apasiona: el método
IKIGAI.
Ikigai significa “razón de ser” o “pasión de nuestra vida” en japonés, y este concepto se ha puesto de moda
gracias al éxito del libro El método Ikigai de Héctor García y Francesc Miralles, en el que a partir del estudio de
la cultura milenaria japonesa han desarrollado un método que nos permita descubrir cómo descubrir ese espacio
en el que podamos dedicarnos a algo que realmente nos apasione.
¿Te has planteado alguna vez qué pasaría si cada mañana te levantases con ilusión sabiendo que vas a estudiar o
trabajar en algo por lo que te vas a sentir satisfecho en todos los aspectos? ¿A que tú también irías por la vida
con una sonrisa? Pues da el paso, empieza hoy mismo tu camino hacia el autoconocimiento y encuentra tu ikigai.
Sigue leyendo si quieres saber más sobre el método, aprender a hacer tu propio Ikigai y descubrir
cómo conectar espacios, que hasta ahora parecían estancos, como tu profesión, tu pasión, tu vocación y tu
misión.
Todos podemos encontrar lo que podríamos considerar nuestra razón de ser en el mundo, realizando un trabajo
de introspección y poniendo en práctica este método.
Lo primero que necesitaremos para encontrar nuestro Ikigai es hacer un trabajo de introspección sobre los cuatro
pilares que sustentan nuestra vida. El primer pilar es el que soporta las cosas que de verdad nos gusta hacer, lo
que amamos. El segundo pilar sustentaría aquello que se nos da realmente bien hacer. El tercero, las cosas cada
uno de nosotros podemos hacer y que además otros estarían dispuestos a pagarnos, y el cuarto, aquello que cada
uno de nosotros puede aportar para mejorar el resto del mundo.
Pero vamos un poco más allá. ¿Qué sucede cuando se une lo que amas con lo que se te da bien? Que encuentras
tu pasión.

¿Y cuando se une lo que se te da bien con lo que otros están dispuestos a pagar? Que tienes tu profesión.
En el momento en que se une lo que puedes hacer por el resto del mundo con algo que te pueden pagar es
cuando encuentras tu vocación.

En el lugar donde se une lo que de verdad te gusta y te hace feliz con aquello que el mundo necesita, es cuando
encuentras tu misión en la vida.

Pues bien. Justo en el punto donde confluyen todas ellas, es donde se encuentra el Ikigai, donde está la razón de
ser de cada persona. Así que finalmente podríamos afirmar que el Ikigai es el punto exacto donde se unen la
pasión, la profesión, la misión y la vocación de cada persona.
Cómo crear tu propio IKIGAI
Llegados a este momento, puede que te estés preguntando cómo puedes definir tu propio Ikigai, ¿verdad?
¡Genial! Entonces sigue leyendo porque te vamos a dar las herramientas que necesitas para crear tu propio
Ikigai y encuentres tu objetivo vital.
A continuación, vamos a ver qué tienes que hacer para descubrir tu Ikigai. No te preocupes ya que para ayudarte
a crear el tuyo, iremos paso a paso explicándote el proceso.
En primer lugar, coge un papel y dibuja cuatro círculos iguales. Dentro de uno de los círculos vas a definir todo
lo que amas, en otro escribirás todo lo que se te da realmente bien, en el tercero, tienes que reflejar aquello que
sabes hacer y crees que te pagarían por ello, y por último, en el cuarto círculo tendrás que especificar aquello que
crees que puedes aportar al mundo para que sea mejor.
Ahora pinta cada círculo con el color que te inspire el contenido que va a ir en cada círculo. Te proponemos el
rojo para lo que amas, amarillo para lo que se te da bien, verde para lo que otros podrían pagar y azul para lo que
aportarías al mundo. Esto es solo una propuesta, así que debes elegir los colores que te parezcan más oportunos.
En el círculo rojo deberás escribir las cosas que de verdad te gustan, lo que amas. Por ejemplo, escribir, leer
libros, dibujar, estudiar,… Todo aquello que te guste hacer y que te haga feliz.

En el círculo amarillo debes escribir en lo que de verdad eres bueno. Por ejemplo, organizando actividades,
resolviendo problemas, relacionándote con los demás…
En círculo verde escribirás aquellas cosas por las que crees que los demás estarían dispuestos a pagarte: porque
sabes varios idiomas, porque tienes el grado de enfermería o porque tienes un máster en comercio internacional,
por ejemplo.

Finalmente, en el círculo azul deberás escribir aquellas cosas que, aunque nadie te pagase, estarías encantado de
hacer por los demás, tu granito de arena para el mundo. Pueden ser cosas como cuidar de los animales
abandonados, leer libros a los internos en una residencia de ancianos o apuntarte a voluntariados de limpieza
para mejorar las playas cercanas a tu hogar. Lo que sea.

Es importante que rellenes los puntos poniendo en cada uno de ellos la mayor cantidad de información que
puedas. Para ello te recomendamos que, en un momento dado, eches mano de tus familiares o amigos más
cercanos para que te ayuden. Siempre viene bien un punto de vista externo. Aunque no te lo creas solemos ser
bastante críticos con nosotros mismos y tendemos a infravalorar nuestras aptitudes. Así que lo mejor es que
pidas consejo a personas de tu confianza que aportarán un punto de vista más objetivo sobre todas tus
cualidades.
Al finalizar este paso tu diagrama quedará así:
Hasta aquí está claro, ¿verdad? Ahora vamos a dar el siguiente paso en la creación de tu Ikigai. Para ello deberás
fijarte en los puntos de unión de cada uno de los círculos y la relación que existe entre todo aquello que has
escrito en ellos.
Como hemos visto antes, cuando solapamos estos círculos descubrimos uno de los cuatro pilares en los que se
sustenta nuestro Ikigai:

 En el lugar donde se unen el círculo rojo y el círculo amarillo, es decir, donde se une lo que amas con lo
que se te da bien, encontrarás tu pasión.
 Dónde se unen el círculo amarillo con el verde, se unifica por una parte, lo que se te da bien y por otra,
aquello por lo que otros estarían dispuestos a pagar. Ahí es donde podrás encontrar tu profesión.
 Tu vocación podrás descubrirla en el lugar donde se une aquello por lo que otros te pagarían con lo que
tu piensas que podrías aportar al mundo. Es el punto de unión entre el círculo verde y el azul.
 Y por último, cuando se une lo que de verdad te gusta hacer, es decir, el círculo rojo con lo que puedes
hacer por los demás, el círculo azul, es donde podrás encontrar tu misión en la vida.

Ahora es cuando llegamos al punto más importante. En ese pequeño lugar del centro del diagrama donde se unen
todos los círculos, justo ahí es donde puedes encontrarlo: allí está tu Ikigai. Por ello podemos afirmar que tu
Ikigai es aquello que consiga aunar tu pasión, tu vocación, tu profesión y tu misión en la vida.
Pero ¿te has preguntado qué pasaría si faltase uno de los círculos en tu vida? ¿Es obligatorio tener los cuatro
pilares para poder tener tu Ikigai? Definitivamente sí. Si te faltase alguno de estos pilares te sentirías incompleto
y, por tanto, se pondría en peligro tu estab_ilidad y felicidad.
Pongamos que estamos buscando tu Ikigai para encontrar tu profesión ideal pero que no tienes los cuatro
círculos, sino tres de ellos. Serías como una mesa coja, te faltaría uno de tus puntos de apoyo vital para poder
enfrentarte a tu futuro laboral.
Piensa por un momento qué pasa cuando te falta uno de los elementos de tu Ikigai, por ejemplo, amor por lo que
haces. Tendrías dinero, trabajarías en algo que se te da bien y que además ayuda al universo, pero que no puedes
soportar, que no te gusta en absoluto. La consecuencia es que te aburrirías soberanamente, cada día estarías más
apático y malhumorado hasta que finalmente, con el paso del tiempo, acabarías amargado.
¿Y si no se te diera nada bien tu trabajo, aunque te estuvieran pagando por ello? Cuando sucede esto acabamos
sintiéndonos prescindibles, impostores y es probable que te sintieses en cierta manera fracasado, e incluso a la
larga, tremendamente infeliz.
Ahora piensa en qué sucedería pasados unos años si te dedicases a algo que te gusta mucho y que además te
permite ayudar a muchas personas, pero que, por desgracia nadie está dispuesto a pagarte un sueldo por ello.
¿Serías feliz? Seguramente sí, pero lo que está meridianamente claro es que serías muy pobre. Y hay que tener
un sitio donde vivir, algo que comer, agua para lavarse, vestirse, etc. Y para eso, nos guste o no, es necesario
tener dinero.
Por último, plantéate qué pasaría si trabajases en algo que, aunque está muy bien pagado y que se te da muy
bien, no te permite hacer nada por los demás o incluso puede que les perjudicaras. ¿Te sentirías bien?
Probablemente no, por mucho dinero que te pagasen.
Así que, como ves, para poder encontrar nuestra razón de ser y poder así vivir en función de lo que consideremos
nuestro objetivo vital, necesitaremos tener claros estos cuatro pilares.
FUENTE:
https://blog.educalive.com/ikigai-descubrir-trabajar-que-te-apasiona/#:~:text=Lo%20primero%20que
%20necesitaremos%20para,nos%20da%20realmente%20bien%20hacer.

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