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La lengua de señas venezolana (LSV) es importante para la identidad y cultura de las personas sordas, ya que les permite comunicarse libremente. Aunque la LSV fue reconocida como el idioma oficial de enseñanza en 1986, pocos maestros oyentes la dominan. Recientemente, la Asamblea Nacional aprobó una ley que reconoce a la LSV como uno de los idiomas oficiales de Venezuela y busca mejorar la inclusión e integración de las personas sordas a través de programas de educación bilingüe y servic
La lengua de señas venezolana (LSV) es importante para la identidad y cultura de las personas sordas, ya que les permite comunicarse libremente. Aunque la LSV fue reconocida como el idioma oficial de enseñanza en 1986, pocos maestros oyentes la dominan. Recientemente, la Asamblea Nacional aprobó una ley que reconoce a la LSV como uno de los idiomas oficiales de Venezuela y busca mejorar la inclusión e integración de las personas sordas a través de programas de educación bilingüe y servic
La lengua de señas venezolana (LSV) es importante para la identidad y cultura de las personas sordas, ya que les permite comunicarse libremente. Aunque la LSV fue reconocida como el idioma oficial de enseñanza en 1986, pocos maestros oyentes la dominan. Recientemente, la Asamblea Nacional aprobó una ley que reconoce a la LSV como uno de los idiomas oficiales de Venezuela y busca mejorar la inclusión e integración de las personas sordas a través de programas de educación bilingüe y servic
Inclusión e integración de las personas con compromiso auditivos, según la ley Lengua de señas
Realizado por:
TSU Horfeliria Díaz
C.I.: 10948620
Cumaná, Julio de 2023
La lengua de señas como lengua viso-gestual-espacial de las personas sordas, tiene gran importancia como símbolo de identidad y patrimonio cultural de las personas sordas porque se les permite comunicarse sin restricciones y además favorece su desarrollo lingüístico y cognitivo. Tiene un valor lingüístico, comunicativo y cultural en la educación de estas personas. Se concibe la lengua de señas como un derecho y un recurso de la comunidad sorda. También se enfatiza en su valor lingüístico como primera lengua y base lingüística del aprendizaje de la lectura y la escritura como segunda lengua. Al referirnos al bilingüismo como opción de desarrollo social e intelectual para las personas sordas nos referimos a la posibilidad que tienen de ejecutar dos códigos de manera alternativa: la Lengua de Señas Venezolana (LSV) y el español venezolano bien sea en su modalidad oral o a través del código escrito, al que por cierto los sordos (por condiciones históricas muy especiales) han tenido serios problemas de acceso. En el caso de la LSV autores como Domínguez, M. E. (2003) han descrito lo que ocurre en Venezuela en las escuelas de sordos en las que desde 1986 se estableció que la LSV sería la lengua oficial de transmisión de conocimiento. En este aspecto la autora expresa:...en Venezuela; se estableció que la Lengua de Señas Venezolana (LSV) es la lengua oficial de transmisión de conocimiento. A pesar del tiempo que ha transcurrido desde esta oficialización de la LSV muy pocos maestros oyentes tienen dominio de ella, si bien es cierto que muchos maestros hacen un esfuerzo para validar las opiniones de los sordos y las prácticas de exclusión o infravaloración de los sordos, cuando son abiertas y consientes, se consideran censurables. Es fácil ver cómo los profesionales oyentes que continúan trabajando en las escuelas de sordos se enfrentan a la temible paradoja de asimilar un cambio epistemológico que es contrario a muchos de sus saberes; estos cambios han generado traumas y conflictos. Por otra parte, entre los miembros de la comunidad sorda la poca formación académica y la escasa tradición de descripción o divulgación de sus prácticas y saberes a más de su debilidad social (esta concepción resultaba del todo imposible reconocer que las personas sordas tienen una identidad cultural propia: el sordo no era otra cosa que un minusválido, un discapacitado o impedido que dependía de las escuelas de sordos) condicionan que las normas sociales “sordas” arriben muy lentamente a posiciones de prestigio. Todo esto conforma un caldo de cultivo propicio para el desinterés y la descalificación de la norma del grupo extranjero (la comunidad sorda), lo cual en cuanto a los modales, se ha estereotipado con una generalización bastante común: los sordos son maleducados. (Domínguez, 2003. p. 23.) Esta misma autora al explicar lo relativo a situaciones comunicativas compartidas entre sordos alude a formas muy particulares del grupo en las que se da la intervención locutiva simultánea de los participantes del evento comunicativo y explica cómo este hecho hace que aparezcan marcadores discursivos para llamar la atención directa del interlocutor, así como también se observa la utilización de gestos que refieren a elementos del contexto situacional lo cual hace posible omitir otras unidades lingüísticas. Además de estos fenómenos, describe en el discurso cara a cara variaciones en la entonación y acentuación con valor enfático y destaca que tales variaciones permiten “insertar” un texto en otro. Aspectos que de ninguna manera son contemplados en las conversaciones normales entre dos oyentes. Se precisan los fundamentos que sustentan el poder de la lengua de señas por su riqueza, creatividad y autenticidad, como primer idioma, lengua natural, lengua materna y sustento para aprender la lectura y la escritura, así como lo que esta lengua representa para su preparación para la vida y la participación en la sociedad. No se trata de ocupar un espacio físico, sino de igualar las oportunidades a partir del desarrollo lingüístico, cognitivo y comunicativo alcanzado como expresión de una cultura sorda que es diversa y tiene el legítimo derecho a la participación como los otros. La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela contempla desde 1999 en su artículo 81: "Se les reconoce a las personas sordas o mudas el derecho a expresarse y comunicarse a través de la lengua de señas" Además los derechos expuestos en el articulado, de venezolanos con idénticos derechos a los nuestros, que hasta ahora no habían podido manifestarlos de manera permanente y natural porque, sin proponérnoslo, los manteníamos en un auténtico silencio social. Por otro lado la mayoría hablante del español venezolano tienen que entender que convivimos con compatriotas que tienen una forma particular de concebir la vida, de entenderla y de nombrarla, venezolanos y venezolanas con una impronta particular biológica y cultural que, muy por encima de esas diferencias, comparten una misma patria y un mismo patrimonio moral con el resto de la población. Por consiguiente la Asamblea Nacional, en sesión ordinaria, aprobó por unanimidad el Proyecto de Ley de Atención Integral a las Personas Sordas y Personas con Discapacidad Auditiva, que busca el reconocimiento de la Lengua de Señas Venezolana (LSV) como uno de los idiomas oficiales del país, entre otros aspectos. El proyecto de ley fue presentado por el diputado René Coltat (PSUV/Nacional), quien presenta una discapacidad auditiva. Este indicó que en Venezuela existe un importante número de personas sordas y personas con discapacidad auditiva que viven diseminadas en todo el territorio nacional. Señaló que cada uno de estos grupos humanos busca ganar espacios en igualdad de oportunidades, así como en el desarrollo integral, a través de la educación, el deporte, la cultura, el trabajo, la recreación y otros ámbitos, en los que puedan desenvolverse. Resaltó que para ello es indispensable contar con este tipo de ley para garantizar los derechos en igualdad de condiciones, según las necesidades de esta población. El parlamentario explicó que, en el caso de las personas sordas, es necesario destacar que son usuarios de la Lengua de Señas Venezolana (LSV), y que además poseen una identidad y una cultura propia, lo que los hace miembros de una comunidad lingüística. Por todas estas razones es necesario contar con una ley que regule la participación, porque dicha discapacidad no es visible y la barrera que se presenta es la comunicación, por lo tanto, se hace necesario crear programas de atención para las personas sordas en edades tempranas, a fin de que los niños y niñas aprendan tanto la lengua de señas como el castellano y esto permitirá mejores oportunidades en la educación y, en consecuencia, en la participación en los diversos entornos, por ello requieren de servicios de interpretación que estén regulados, y en lo posible que sean gratuitos. A través de esta ley se está haciendo partícipe a una población importante, como son los intérpretes y los traductores, quienes son los principales responsables en ayudar a comunicar a las personas sordas y con discapacidad auditiva. Es así que para el caso de la comunidad sorda venezolana, la LSV tiene características pragmáticas con curso propio, con modalidades inéditas en otras lenguas y con formas poco comprensibles para el mundo de los hablantes del español venezolano. Para comprender a sus usuarios tendríamos que acercarnos a conocerla un poco más como otro de los tipos de códigos que emplean compatriotas que comparten un mismo territorio con quienes hablamos la lengua española. Es por ello que se hace necesario la integración de intérpretes de la LSV a los lugares públicos, a los informativos televisivos, a los eventos culturales, debe adoptarse como una forma de reconocimiento a los sordos que conviven con los oyentes en el territorio nacional. Es importante si estás con alguna persona con esta discapacidad que hables con naturalidad. No le hables deprisa, ni demasiado despacio. Permítele ver bien tu boca mientras le estés hablando. Evita tener algo en la boca o ponerte cosas en los labios, ni te tapes la boca con las manos mientras hablas. De igual forma se requiere asimilarnos como individuos valiosos. Aceptar nuestras diferencias y no permitir que estas nos lleven a ser víctimas de la exclusión, el señalamiento o la discriminación. Por consiguiente debemos reafirmar nuestro sentido de pertenencia a la humanidad. También debemos comunicar las políticas de inclusión, educar y dar ejemplo No solo para que todo el mundo las cumpla, sino para sensibilizar a nuestra familia sobre ello. Debo crear un entorno seguro, empático y de confianza. Por otra parte puedo decir que la inclusión puede ser concebida como un proceso que permite abordar y responder a la diversidad de las necesidades de todos los educandos a través de una mayor participación en el aprendizaje, las actividades culturales y comunitarias y reducir la exclusión dentro y fuera del sistema educativo. Así pues, la forma de inclusión a la que apunta este modelo enfocado en las patologías, busca acercar lo más posible a la persona Sorda a una forma de vida normal. De esta manera, es el Sordo quien termina cediendo y adaptándose a la sociedad oyentista en lugar de convivir en ella conservando sus particularidades. Una de las opciones para consolidarnos como sociedad inclusiva, sería incorporar la lengua de señas en el entorno escolar, ya que si bien existen colegios que la enseñan este no es un tema obligatorio y aprenderla desde temprana edad ayudaría, para que en un futuro cercano se contara con ese conocimiento y pudiéramos comunicarnos sin problema. garantizar que tengan acceso a los mismos servicios y oportunidades que los demás. De igual forma, en espacios laborales y de ocio se debe contar con personas capacitadas en lengua de señas, para que quienes tienen sordera puedan llevar una vida independiente y libre. El uso de letreros y señalizaciones también es de gran ayuda para incluirlos dentro de la sociedad. ¡Recuerda que todos tenemos los mismos derechos y deberíamos tener las mismas oportunidades, para desarrollarnos en todos los ámbitos! Referencias bibliográfica
1. Austin Millán, T. (s/f). Para comprender el concepto de
cultura. http://www.geocities.com/tomaustin/cl/ant/cultura.htm 2. Domínguez, M. E. (2003). Pide permiso mal educado. Educere, año 7. N º 21, Abril, Mayo, Junio, 2003. pp. 19-25. 3. Geertz. (1987). La interpretación de las culturas. México: GEDISA. 4. López , L. E. y Jung, I. (1998). Sobre las huelas de la voz : Sociolingüística de la oralidad y la escritura en su relación con la educación. Madrid: Morata. 5. Pérez, Y. ( 2005). Fenómenos de lenguas en contacto en una intérprete de LSV en el contexto escolar. http://www.cultura-sorda.eu/resources/Lenguas_en_contacto_Perez.pdf 6. Reynoso, C. (1986). Teoría historia y crítica de la antropología cognitiva. Madrid: Edición Búsqueda. 7. Rogers, C. (1979). El proceso de convertirse en persona. Buenos Aires: Paidós. 8. Weber, Max. (1904). Economía y sociedad -Esbozo de sociología comprensiva-. Madrid: Ed. F.C.E.