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República Bolivariana de Venezuela

Universidad Nacional Experimental del Magisterio

“Samuel Robinson”

Inclusión e integración de las personas con compromiso auditivos, según la ley Lengua de señas

Realizado por:

TSU Horfeliria Díaz

C.I.: 10948620

Cumaná, Julio de 2023


La lengua de señas como lengua viso-gestual-espacial de las personas sordas, tiene
gran importancia como símbolo de identidad y patrimonio cultural de las personas sordas
porque se les permite comunicarse sin restricciones y además favorece su desarrollo
lingüístico y cognitivo. Tiene un valor lingüístico, comunicativo y cultural en la educación
de estas personas. Se concibe la lengua de señas como un derecho y un recurso de la
comunidad sorda. También se enfatiza en su valor lingüístico como primera lengua y base
lingüística del aprendizaje de la lectura y la escritura como segunda lengua. Al referirnos
al bilingüismo como opción de desarrollo social e intelectual para las personas sordas nos
referimos a la posibilidad que tienen de ejecutar dos códigos de manera alternativa: la
Lengua de Señas Venezolana (LSV) y el español venezolano bien sea en su modalidad
oral o a través del código escrito, al que por cierto los sordos (por condiciones históricas
muy especiales) han tenido serios problemas de acceso. En el caso de la LSV autores
como Domínguez, M. E. (2003) han descrito lo que ocurre en Venezuela en las escuelas
de sordos en las que desde 1986 se estableció que la LSV sería la lengua oficial de
transmisión de conocimiento. En este aspecto la autora expresa:...en Venezuela; se
estableció que la Lengua de Señas Venezolana (LSV) es la lengua oficial de transmisión
de conocimiento. A pesar del tiempo que ha transcurrido desde esta oficialización de la
LSV muy pocos maestros oyentes tienen dominio de ella, si bien es cierto que muchos
maestros hacen un esfuerzo para validar las opiniones de los sordos y las prácticas de
exclusión o infravaloración de los sordos, cuando son abiertas y consientes, se
consideran censurables. Es fácil ver cómo los profesionales oyentes que continúan
trabajando en las escuelas de sordos se enfrentan a la temible paradoja de asimilar un
cambio epistemológico que es contrario a muchos de sus saberes; estos cambios han
generado traumas y conflictos. Por otra parte, entre los miembros de la comunidad sorda
la poca formación académica y la escasa tradición de descripción o divulgación de sus
prácticas y saberes a más de su debilidad social (esta concepción resultaba del todo
imposible reconocer que las personas sordas tienen una identidad cultural propia: el sordo
no era otra cosa que un minusválido, un discapacitado o impedido que dependía de las
escuelas de sordos) condicionan que las normas sociales “sordas” arriben muy
lentamente a posiciones de prestigio. Todo esto conforma un caldo de cultivo propicio para
el desinterés y la descalificación de la norma del grupo extranjero (la comunidad sorda), lo
cual en cuanto a los modales, se ha estereotipado con una generalización bastante
común: los sordos son maleducados. (Domínguez, 2003. p. 23.) Esta misma autora al
explicar lo relativo a situaciones comunicativas compartidas entre sordos alude a formas
muy particulares del grupo en las que se da la intervención locutiva simultánea de los
participantes del evento comunicativo y explica cómo este hecho hace que aparezcan
marcadores discursivos para llamar la atención directa del interlocutor, así como también
se observa la utilización de gestos que refieren a elementos del contexto situacional lo
cual hace posible omitir otras unidades lingüísticas. Además de estos fenómenos,
describe en el discurso cara a cara variaciones en la entonación y acentuación con valor
enfático y destaca que tales variaciones permiten “insertar” un texto en otro. Aspectos que
de ninguna manera son contemplados en las conversaciones normales entre dos oyentes.
Se precisan los fundamentos que sustentan el poder de la lengua de señas por su
riqueza, creatividad y autenticidad, como primer idioma, lengua natural, lengua materna y
sustento para aprender la lectura y la escritura, así como lo que esta lengua representa
para su preparación para la vida y la participación en la sociedad. No se trata de ocupar
un espacio físico, sino de igualar las oportunidades a partir del desarrollo lingüístico,
cognitivo y comunicativo alcanzado como expresión de una cultura sorda que es diversa y
tiene el legítimo derecho a la participación como los otros. La Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela contempla desde 1999 en su artículo 81: "Se les reconoce a las
personas sordas o mudas el derecho a expresarse y comunicarse a través de la lengua
de señas" Además los derechos expuestos en el articulado, de venezolanos con idénticos
derechos a los nuestros, que hasta ahora no habían podido manifestarlos de manera
permanente y natural porque, sin proponérnoslo, los manteníamos en un auténtico
silencio social. Por otro lado la mayoría hablante del español venezolano tienen que
entender que convivimos con compatriotas que tienen una forma particular de concebir la
vida, de entenderla y de nombrarla, venezolanos y venezolanas con una impronta
particular biológica y cultural que, muy por encima de esas diferencias, comparten una
misma patria y un mismo patrimonio moral con el resto de la población. Por consiguiente
la Asamblea Nacional, en sesión ordinaria, aprobó por unanimidad el Proyecto de Ley de
Atención Integral a las Personas Sordas y Personas con Discapacidad Auditiva, que
busca el reconocimiento de la Lengua de Señas Venezolana (LSV) como uno de los
idiomas oficiales del país, entre otros aspectos. El proyecto de ley fue presentado por el
diputado René Coltat (PSUV/Nacional), quien presenta una discapacidad auditiva. Este
indicó que en Venezuela existe un importante número de personas sordas y personas con
discapacidad auditiva que viven diseminadas en todo el territorio nacional. Señaló que
cada uno de estos grupos humanos busca ganar espacios en igualdad de oportunidades,
así como en el desarrollo integral, a través de la educación, el deporte, la cultura, el
trabajo, la recreación y otros ámbitos, en los que puedan desenvolverse. Resaltó que para
ello es indispensable contar con este tipo de ley para garantizar los derechos en igualdad
de condiciones, según las necesidades de esta población. El parlamentario explicó que,
en el caso de las personas sordas, es necesario destacar que son usuarios de la Lengua
de Señas Venezolana (LSV), y que además poseen una identidad y una cultura propia, lo
que los hace miembros de una comunidad lingüística. Por todas estas razones es
necesario contar con una ley que regule la participación, porque dicha discapacidad no es
visible y la barrera que se presenta es la comunicación, por lo tanto, se hace necesario
crear programas de atención para las personas sordas en edades tempranas, a fin de que
los niños y niñas aprendan tanto la lengua de señas como el castellano y esto permitirá
mejores oportunidades en la educación y, en consecuencia, en la participación en los
diversos entornos, por ello requieren de servicios de interpretación que estén regulados, y
en lo posible que sean gratuitos. A través de esta ley se está haciendo partícipe a una
población importante, como son los intérpretes y los traductores, quienes son los
principales responsables en ayudar a comunicar a las personas sordas y con
discapacidad auditiva. Es así que para el caso de la comunidad sorda venezolana, la LSV
tiene características pragmáticas con curso propio, con modalidades inéditas en otras
lenguas y con formas poco comprensibles para el mundo de los hablantes del español
venezolano. Para comprender a sus usuarios tendríamos que acercarnos a conocerla un
poco más como otro de los tipos de códigos que emplean compatriotas que comparten un
mismo territorio con quienes hablamos la lengua española. Es por ello que se hace
necesario la integración de intérpretes de la LSV a los lugares públicos, a los informativos
televisivos, a los eventos culturales, debe adoptarse como una forma de reconocimiento a
los sordos que conviven con los oyentes en el territorio nacional. Es importante si estás
con alguna persona con esta discapacidad que hables con naturalidad. No le hables
deprisa, ni demasiado despacio. Permítele ver bien tu boca mientras le estés hablando.
Evita tener algo en la boca o ponerte cosas en los labios, ni te tapes la boca con las
manos mientras hablas. De igual forma se requiere asimilarnos como individuos valiosos.
Aceptar nuestras diferencias y no permitir que estas nos lleven a ser víctimas de la
exclusión, el señalamiento o la discriminación. Por consiguiente debemos reafirmar
nuestro sentido de pertenencia a la humanidad. También debemos comunicar las políticas
de inclusión, educar y dar ejemplo No solo para que todo el mundo las cumpla, sino para
sensibilizar a nuestra familia sobre ello. Debo crear un entorno seguro, empático y de
confianza. Por otra parte puedo decir que la inclusión puede ser concebida como un
proceso que permite abordar y responder a la diversidad de las necesidades de todos los
educandos a través de una mayor participación en el aprendizaje, las actividades
culturales y comunitarias y reducir la exclusión dentro y fuera del sistema educativo. Así
pues, la forma de inclusión a la que apunta este modelo enfocado en las
patologías, busca acercar lo más posible a la persona Sorda a una forma de vida normal.
De esta manera, es el Sordo quien termina cediendo y adaptándose a la sociedad
oyentista en lugar de convivir en ella conservando sus particularidades. Una de las
opciones para consolidarnos como sociedad inclusiva, sería incorporar la lengua de señas
en el entorno escolar, ya que si bien existen colegios que la enseñan este no es un tema
obligatorio y aprenderla desde temprana edad ayudaría, para que en un futuro cercano se
contara con ese conocimiento y pudiéramos comunicarnos sin problema. garantizar que
tengan acceso a los mismos servicios y oportunidades que los demás. De igual forma, en
espacios laborales y de ocio se debe contar con personas capacitadas en lengua de
señas, para que quienes tienen sordera puedan llevar una vida independiente y libre. El
uso de letreros y señalizaciones también es de gran ayuda para incluirlos dentro de la
sociedad. ¡Recuerda que todos tenemos los mismos derechos y deberíamos tener las
mismas oportunidades, para desarrollarnos en todos los ámbitos!
Referencias bibliográfica

1. Austin Millán, T. (s/f). Para comprender el concepto de


cultura. http://www.geocities.com/tomaustin/cl/ant/cultura.htm  
2. Domínguez, M. E. (2003). Pide permiso mal educado. Educere, año 7. N º 21, Abril,
Mayo, Junio, 2003. pp. 19-25.         
3. Geertz. (1987). La interpretación de las culturas. México: GEDISA.         
4. López , L. E. y Jung, I. (1998). Sobre las huelas de la voz : Sociolingüística de la
oralidad y la escritura en su relación con la educación. Madrid: Morata.         
5. Pérez, Y. ( 2005). Fenómenos de lenguas en contacto en una intérprete de LSV en el
contexto
escolar. http://www.cultura-sorda.eu/resources/Lenguas_en_contacto_Perez.pdf         
6. Reynoso, C. (1986). Teoría historia y crítica de la antropología cognitiva. Madrid:
Edición Búsqueda.         
7. Rogers, C. (1979). El proceso de convertirse en persona. Buenos Aires: Paidós.         
8. Weber, Max. (1904). Economía y sociedad -Esbozo de sociología
comprensiva-. Madrid: Ed. F.C.E.         

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