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Rousseau y el surgimiento

de la sociedad civil

Jorge Velázquez Delgado

El Hombre quiere fa concordia; pero fa Naturaleza sabe mejor que éf


qué es lo bueno para fa especie: necesita fa discordia.
KAN1

P a r a todo aquel que pretenda introducirse en el estudio de la obra política de


Rousseau, no resuliaráextraño encontrarqueel seniidodealgunasdesus afirmaciones en
poco respondía al esplritu de la época.
Para Jean Jacques Rousseau, al parecer, era imprescindible mostrar una actitud
coniraria a la comente general de opini6n con el fin de señalar que las soluciones de los
grandesmales que ha arrastradola humanidad desde su origen no podfan recaer exclusiva-
mente en la simple propagación de los resultados de la raz6n. No puede veme a Rousseau
oomounpensadbrerranienicomounantiilustrado poseedordeunagranvirtudintelectual
cultivada sin más recursos que sus propias fuemis; no s610 hie uno de los más grandes
talcntos del siglo de las luces, sino el que más lleg6 a comprometerse con los principios
te6ricos e ideol6gicos que hicieron de la Ilustracidn uno de los movimientos intelectuales
más significativos,críticos e impugnadoresde toda la historia.

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IZTAPAIAPA

La Ilustaacibn, corno todos sabemos, buscabnafa- Sobre los de la sociedad en su conjunto. Queremos
ncwmnte dithW, con una eaeasieo <rrde VQ mtyor, seflalar que debido a la gran fuerza y peso que lleg6 a
los resultados del conocimiento o del entendimiento adquirir este método, el desarrollo de las ciencias so-
humano (tpi era el téWin0 espie& durante los siglos ciales, en su lucha por no caer en los remolinos de la
XW y xwi).Dichos resultados eran principalmente el teología o en explicaciones sobre los orfgenes de lar
producto de una constanteobservaci6n y refle.xi15n de la sociedades humanas basadas en los textos SfblicoS, pero
naturaleuL Esto es, de una concepCi6n especlñca del principalmente por el poder que adquirieron sus prin-
universo fpaa&i&teopcrpbíjDu~ciertoordenen cipios de autoridada lo largo de la Edad Media, llegaron
virtud del cuaf todo lo que en 61exista debe responder, a comportarse como una prolongaci6n de las ciencias
por la estrwiua de su movimiento y funcionamiento, a físicas o bien a depender invariablemente de los de-
ciertas leyes. El saber humano buscaba de este modo rroteros de la ciencia natural.
conocer también las leyes que rigen el movimiento de la Ahora bien, el nuevo papel de la razón se sintetiza
historia. Tal indagaci6n propicia a su vez que se tome a en la creencia de que solamente a traves de ella, esto es,
la naturaleza, o mejor dicho al método de observación y de la difusiOn de los resultados del conocimiento, el
retlexi6n respecto de la naturaieza, como el modelo a género humano en su conjunto tendría inevitable e irre-
seguir para determinar el origen y las causas del acon- versiblemente frente a si el camino hacia su autoperfec-
tecer en la historia humana. Mas, ante el fracaso de tal cionamiento. Se esperaba, pues, que las luces de la razón
pretensi6n, surge lo ideal como el factor dominante que, d e s p u é s de habese despejado del todo el oscurantis-
mezclado wn lo real, noma no sóio a la investigeci6n mo medieval y las fuetzas sociales que lo perpetuaban-
his@& sino que se esdacrp por cstabkax a la vez el conducirían a los hombres al prometido paraíso. ia
sentidodeldevenirhumano.LomássigniQcativodeesta ciencia era, en resumidas cuentas, considerada como la
conducta cienlIfrca quesemanifestabatantoenelcampo llave que abriría las puertas de ese esperado y am-
de las ciencias natuntles como en el de las ciencias bicionado reino de felicidad, libertad e igualdad entre los
sociales, radicaba en el hecho de haber generado un hombres y pueblos. Elporvenir humano quedaba gam-
pWW-Sibbd4?- ' ci6ndel wnociiaiiento. tizado de una v a por todas y s610restaba abordar el tren
EF decir, la observacioa de la natanilcza tanto flsica que conducida a ios hombres hacia el progreso y la
como humana moslr6 que el conocimiento obtenido por c i v i l h i 6 n rn& plenos.
revehción no podía coatener ni un ápice de coafia- Empero, Rousseau tuvo una forma particular de
bilidad. El Saaer o wn-to-0 mediante las entender a la razón, aunque de hecho puede decirse que
lucesde la razbn se resistia a se@r c~IlPfic.md0 el papel su visión atGmza en el mismo fin, es decir, para él la
tradicional de wcontnir causas divinas, mismas que al razón representa el factor del cual depende toda posible
ocultar la naturaleza de ias COSBS oailiabn la naturaieza sociedad igualitaFia. Es quM su famoso Emilio ei texto
del hombre. La razán adquiere de este modo tal impor- que mejor muestra lo que queremos dar a entender. Pero
tancia que, puede deciise, fw.para el siglo mf el debemos advertir que para él la razbn sólo puede ser el
principalieetnimeatolmaugapQrdaunordtncnelcual resultado de un proceso mediante el cual el hombre se
prevaledan los pnviiegios e interem de la aristocmcia llegue a conocer a si mismo,y no el punto de partida

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Roweau y la d a d cMI

para su conocimiento.Es decir, lo verdaderamenteesen- to educativo que va del sentimiento a la raz6n; esto es,
cial no radica en fonar a los individuas a ser racionales de la conciencia de sí mismo a la conciencia de la
o a que acepten sin más losgrandes beneficiw que puade necesidad de vivir en sociedad.
signiñcar por sí mismo el progreso, sino en que éstos Como puede observarse, el concepto de raz6n en
puedanjuzgar las potencialidadesde la razón a través de Rousseau difiere fundamentalmente del que aplicaron
juicios o criterios políticos fundamentados en la p- otros fil6sofos de su tiempo. La raz6n es para 61sólo el
sibilidad de influir en el comportamiento moral de los producto de la reflexión sobre la naturaleza moral, es
individuas. De ello se colige que la problemática de la decir: hist6rica y política del hombre.
virtud (entendida como habilidad personal para desem- Insistimos, pues: la razón es para Rousseau el
peñar algún oficio o profesi6n, o como instrumento para resultadode una refiexi6n que al indagarsobre la historia
la obtención de verdades morales) cobra un importancia del hombre y preguntarse sobre su origen - q u e Rous-
esencial para la comprensi6n de toda la teoría políticade sean llega a determinar como negativo- quiere en-
este pensador. El caso particular de la educación de contrar la mejor vía (racional) en lo tocante al devenir
Emilio lo podemos tomar comoel modelo de un proyec- histórico.

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Si entrardemos de es@ modo ias inquietudes del Rousseau no sóio su relación con las grandes deter-
ginebrino mqecto al seatido de ia historia, paimos nllrimteo del siglo m n ,sino tambi6n ia eswsha rela-
interpretar que su recham a @da pwible noción de ción que. guardsn a118 d t c # te6ricos, que van desde el
Progrefo-ac primer Discurso hasta la Nueva EMa, wn los auto-
desarmüistas o por su e -&va y dea&&va biogr&&ms.
no se orientaba pseshmnte En cuanto al devenir histórico se refiere, para
dos graades coatradicciones h Rousspail el anibo a ese paraíso tantas veces prometido
la alienación. Rousseau intuy pero que ahon contenía por principal fuem motriz a la
futuro no podfa depender de esa concepción del pm- razbn,justDmenre por contenerese &r dependiente
greso. Su nchpzo no corn- a una actitud des- de una visión estrecha sobre el saber humano, sólo
cabeliada y dcsfspranadom, inlis bien al pnwlado de wnduciíla a crear de nueva cuenta contradiccionesmu-
una form particdm de inberpnetsr ia historia, de asi- cho más graves que todas las que antecdan a ese
mileria preGisrwGnte como uua expuiencia negativa y mperado devenir. El problema para Rousseau es por
alienante. La concepci6n sobre el progreso que ita sido tanto wnstderar la existencia de otros factor+s que en
más ampliamente aceptada desde el siglo m11en , su vez de dibujar a ese futuro como algo que reducida a las
matetialYaci6nde acuerdo con Rousseau,s610 ha llega- sociedades a una situación mucho más vergonzosa que
do a nuevas formas de desi@&ad y alienación, mismas las de todo el pasado, puedan mostrar que es necesario
que al extenderse universgsaGnte hacen de su posible genenr iodo un proyecto de reforma histórica mediante
superación y supresión la mBg Wcanzable de to el cunl se reduzcan al máximo las tendencias negativas
posiblesutopias. Ruusseau mpgtrp así, desde su
Discurso, que todo el mov
dominado por la existencis&

descansa sobre la

hacia el final del

resulte fundam

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Rouwau y la sockdad civil

movimiento ilustrado; esto es, para él era fundamental naturakm, el contrato social, la whntadpopular, In
establecer toda una reforma, cuya esencia ética la hace e&caci& el wr siempre en sf mimo, hablar con la
necesaria, para Uegar a mostrar al género humpno su verhd, elc. Desde la famosa "iluminrieión de Vincen-
posibilidad de perfeccionamiento moral. De esta ma- nes" -lugar al cual por cierto se dingla Rousseaucon
nera, la inquietud de los ilustrados por impulsar una el fin de visitar a Denis Didemt, quien se hallaba pri-
reforma de este tipo (la cual se antojaba como algo sione- nos encontramos frente a un Rousseau que
bastante alejado de toda realidad, de ahfel abandono del detecta el problemade manera pordemásintuitiva; pero
cual ha sido objeto por prácticamente todas las ge- que en otro plano se podría decir que quiza tal
neraciones posteriores a ese siglo), nos muestra hasta "iluminación" obedecía a cierias experienciaspropias de
qué punto es justo el anáüsiis de Adorno y Horkhaimer SU condición de plebeyo.
sobre la Dialéctica &I ilwninimio. En pocas palabras, Comosabemos,paraéIlascienciasylasartes,más
queremos decir que hasta hoy el llamado progreso, que contribuira depurar las costumbres, las han comm-
especialmente por la forma en que se ha venido pm- pido. Tal aserto es el punto de arranque de toda su
duciendo (lo que hemos venido entendiendo por desa- reflexiónsabre la políticay la moral(y es lo que lo define
mLlo social) se ha determinado como una tendencia frente al espíritu general de la Ilustración). Habrfa que
contraria a lo esperado y deseado por los fi6sofos ilus- decir que para el ginebrino la posibilidad del perfec-
trados del siglo m u . La fuerte fe depositada por ellos cionamientomoral no se puede reducir al hecho de llegar
en un devenir libertador(basado en la fuenade la razón) a conocer de forma cada vez más objetiva los procesos
se puede decir que los cegó a tal grado que no Uegabün que determinan el funcionamiento y movimiento de la
averqueenpartelatendenciaesencialdedichaesperan- naturaleza. Para Rousseau el problema no es colocarse
za era negativa y destnictiva; pero, jacaso no fue esto lo frente a la naturaleza en una posición tal que permita
que ya de algbn modo había intuido Jean Jacques Rous- explotar en una forma óptima y funcional sus ~ U I S O S ,
seau desde su Dkcurso sobre s i el progreso & hs sino el de encontrar por un lado una alternativa histórica
ciencias y las artes ha contribuido a corromper o a que conduzca al hombre a modificar sustancialmente la
&purar las costumbres? tendencia que lo caracterizacomo el ser más depredador
Hasta aquí hemos querido subrayar la negativa de de la naturaleza;y por otro lado, que con basejustamente
Rousseau a indagar sobre la historia desde la perspectiva en esa forma de desamiiar el pmgreso, el hombre se
de determinar las claves del progreso humano. Como muestre capaz de establecer una formación social en la
hemos podido observar, él buscaba otro punto de apoy o, cual la igualdad, la justicia y la hoy tan discutida de-
otras claves para construir Io que entendedarnoscomo mocracia sean un hecho histórico y no así una simple
su propuesta en relación con el posible camino hacia la ilusión.
perfectibilidad moral de los hombres. Alternativa que para él s610seda viable mediante
A través de su obra encontramos que las claves en la política, por ser ésta la dnica f u e m capaz de re-
sí son varias y que incluso en algún momento éstas cuperar, o mejor dicho, de modiñcar la trayectoria de la
Llegan a adquirir matices diferentes. Algunas de estas historia hacia fínes positivos, hacia fines racional y
"claves" serían el sentimiento, el volver al estado ,de moralmentepositivos. El verdadero significado que Ile-

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ga a adquirir la vuelta al estpdo de natunileza radica en De esta manera, la explicación sobre el origen de
esto óltiaio. Pero es BccpsBfio decir que para Roturseau las Sociedadea humanas busada en el presupuesto de un
la r e a l i de este pianteamicato s6k1puede repre- existGRtc estado de naturakza, de hecho adquin6 una
sentar d hecho de vokver el hoiltbre hacia sf mismo, doble importancia: En primer lugar, esta importancia
haeia su propia naturalaa, natwkza que se vio tras- recay6 en la necesidad de establtcer una mnstrucción
tocada en el momento mismo en que se produjo la geneal6gica sobre el origen de la sociedad,de sus ins-
socialiuicibn, a partir de una forma negativa de rea- tituciones, asf como de toda su historia; y en segundo
lizaci6n del contrato social. La historia se ha carac- lugar, el de la necesidad de establecer una alternativa
terizado por la pxsencia de esa fuem negativa. Por ello teóiica y metodol6gica que fuera a la vez el punto de
esqueRoussGauconsideraquesiclorigendelasoeKdad partida de dicha mnsliueci6n y permitiera establecer
fue un k&o ttíslonco cuyo reswhio ha sido negativo el fundamento para la ruptura definitiva con toda ex-
para Wla especie humana, la solucidnde este mal &lo plicación sobre ese origen basada en razonamientos
puede surgir de la historia misma. En resumen, y en teológicos o religiosos.
cornspondencia con su deísmo, pera él el hombre no Es asf como el pensamientosocial de estos siglos
puede ser m8s que un ser histbiico. La supuesta na- se erigi6 de hecho en un conocimiento crítico e impug-
turaleza hemaáa en lo eoeacigl Coasiste en conwbir de nador. Es decir, fue crItiC0 en tanto que a n u d a b a un
estemodoslhorabre,esdecir,envcrio<.amounserI~re, orden social en SUS fundamentas tedricos e ideológicos,
como un ser que se dcBae a partir de su voluntad. y fue impupador en el sentido de. acluar como una
Uno de los qp más repmseat.tivos de la fi- fuerza que al sostenase por sf misma negaba la validez
losoMa Socist de los siglos X M y xwi fue el de la univeRal y racional de Cia0orden social;por otro lado,
necesidadde romper wnias paradSSCaaeaasqueataban intuy6 la necesidadde rtplantearese orden a partir del
y expiiCaCi6n sobre el origen y desa- dearrollo de prohindos cambioB en tomo a sus ins-
mUo de las sociedades humanas, por una causa eo- tituciones fundamentab, así como al espfritu de estas.
lógico-religiosa. En resumen se puede deeir que el concepto de M-
turuleza para esos siglos contenfa no s610 una signifii
cativa carga de “cientiPicidad”al ser enendido al campo
de la investigaci6n y reflexi6n social, sino que también
contenía relevantes “intencionespolíticas”.
Es importante seíiaiar que para el pensamiento
político-social de los siglos xvli y XMII en general, la
forma como se planteó la idea sobre el estado de
naturaleza para explicar el punto de partida común de
todas las sociedades no debe ser tomada como la simple
expresi6n de un pensamientoingenuo, tal como muchos
lo quieren ver. Es cierto que el I€amado estado de
naturalem es en sf una problemática ficticia y quizá

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Rousseau y la sociedad civil

fueron los propios ilustrados los primeros que cobranon humanas. Se llegaba a sostener que en dicho estado
conciencia de tal hecho. Pero independientemente de pre-social el hombre indudablemente debía poseer una
esto pensamos necesario establecer que la importancia determinada naturaleza a partir de la cual era posible
adquirida por esta problemática radica en lo siguiente: definir su estructura moral, ya fuera calificada positiva
al moverse el pensamiento ilustrado en un ambiente en o negativamente. Rousseau niega esto. Niega que en ese
elcual la especuiación teológica religiosa era todavía un posible estado de naturaleza el hombre se haya en-
fuerte corsé, de hecho la idea sobre el estado de na- contrado ya determinado como un ser moral. Para él
turaleza no podría representar más que una alternativa dicha situación en sí misma no sería en modo alguno una
viable para liberarse de la presión de esa tradici6n dlo- condición pre-social puesto que estaría marcada ya por
minante. un signo que definiera al hombre como un ser negativo
Es así que se debe considerar al llamado estado de o positivo. Aceptar así el problema implicaba que toda
naturaleza como un recurso de carácter hipotético. Re- posible genealogía que intentara reconstruir el origen y
curso al cual tiene que echar mano un pensamiento que, desarrollo de la sociedad se constituiría en un intento no
como ya lo seflalamos, quiere liberarse de una tradición por reformar al hombre sino por modificarlo sustancial-
teórico-metodológicaanquilosada en especulaciones de mente. Modificación en la cual fuerza y coerción Ile-
corte teológico. garían a desempeñar un papel esencial.
Por su parte, Rousseau fue consciente del carácter La idea de Rousseau en torno al estado de na-
ficticio que encerraba esta problemática; él, en repetidas turaleza es, por su intención, muy diferente. Como
ocasiones, se vio acosado e imposibilitado para elevar al todos sabe'mos, para él el hombre en estado de na-
grado de evidencia sus argumentos sobre el origen de la turaleza desconoce la moral por vivir en un ambiente
sociabilidad entre los hombres. Y es importante men- natural en el cual no necesita del otro. El hombre en
cionar que pese a sentir esa presión no se atrevió a tomar estado de naturaleza se basta, pues, a sí mismo y como
un camino hollado: el de la teología y todo su cuerpo característica de esta autosuficiencia, el hombre que
hipotético basado en el recurso infinito de deducciones habitaba en dicho estado no era el productor de la
lógicas, en virtud de que este camino ofrecfa una serie historia. Sus determinantes eran, por lo tanto, el de ser
de argumentos mucho más débiles que cuantos se tian ahistórico, asocial y, por ende, amoral. Pero sobre todo,
desprendido del supuesto estado de naturaleza. De ;ahí su principal determinante, de acuerdo con el ginebrino,
que para él este recuso (que marc6 todo un periodo de era el de vivir bajo un ambiente de libertad y de fe-
la historia de1 pensamiento social) adquiere una con- licidad.
catenación específica en relación con el empleo que le Pero entonces, si esto ocurría asf, ¿por qué los
imprimieron sus contemporáneos. hombres buscaron relacionarse entre si; qué factores
En el siglo mi1 generalmente se aceptaba como influyeron para pasar de ese estado de libertad y fe-
necesaria para todo orden social la exislencia del hombre licidad a la creaci6n de la historia, la socialidad y, por
en una situación pre-social. El estado de naturaleza tanto, también a la creación de la moralidad?
llenaba de este modo un espacio bastante significatiivo Para Rousseau el supuesto tránsito del hombre en
en las investigaciones sobre el origen de las sociedades estado de naturaleza al hombre de la sociedad civil fue

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ciones significativas reopea0a su concepción sobre el
origen de la s o c i a W entre los horn-.
Para Rousseay el tfáasito dciestsdode naturaleza
a la formación de la sociedad civil se encuentra deter-
minado por el trabajohumano.Esto es, por un dcsamllo
prcdwtiveenelcual leshomhma iectusabpA lo nktción
neuwwia con otros hombres. De este modo,esras for-
mas mínimia de reiaci6n entre los hombres manian el
surgiaiiento & una determulada soci&&M y mora-
lidad, y por tanto iambicn de uiu 5ituación histórica
determinada. Pen, cabe decir que en este capo ias formas
de trabajo se redueíana la pesca, caw&, w o W i n de
frutos y en gran parte a la ganededa, actividad humana
esta dituna a la que Rousseau considerabade hecho una
verdadera revolución productiva que permitió a los

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Rousseau y la sociedad civil

hombres volverse sedentarios y ociosos. Hasta aquf Rousseau pens6 que el único medio para superar
podrfamosdecir que los hombres vivían en una situac~6n el mal es través de un proyecto de reforma en el cual el
en la cual ya no eran del todo "naturales", pero que contrato social y la educación conduzcan a los hombres
tampoco vivían en condiciones sociaies tal y como im- a la necesidad de recuperar la dimensión de su libertad.
rresponde a su existencia en sociedad civil. Para ello era La forma de contrato que ha predominado desde el
necesario que ocurriese una nueva revolución produc- surgimiento de la sociedad civil, por su consecuencia de
tiva. Esa nueva revolución productivafue la agricultura, ruptura definitiva con las expresiones de la libertad
en conjunto con la metalurgia; formas de producción natural, ruptura que condujo a su vez a la creación de
que alteraron radicalmenteel modo de vida de los hom- todo orden social y moral, se ha caracterizado por ser el
bres. El surgimiento de la sociedad civil se produce, principal instrumepto de institucionalizaci6nde la des-
pues, en relación con estas nuevas revolucionesproduc- igualdad social. La forma como Rousseauestablece que
tivas. La agncultura marca, por tanto, el origen de la se debe producir la superación hist6rica de la desigual-
sociedad civil, es decir, marca el momento en que nace dad social es mediante el establecimiento de un nuevo
la propiedad privada y el medio de asegurarla, que es el pacto o contrato social. Un nuevo contrato social en el
bntrato o pacto social. cual tanto la ley como la voluntad popular llegaran a
La agricultura asf "introduce la propiedad -anota garantizar las condiciones óptimas para el desarrollo de
Rousseau-, el gobierno, las leyes y, gradualmente, la una forma de asociaci6n entre los hombres fundada en
miseria y 1% crfmenes,inseparablespara nuestraespecie la igualdad. Queremos decir con ello que de lo que se
de la ciencia del bien y del mal."* trata es de suprimir la tendencia negativa de la historia
Como podemos observar en esto último, el pro- y transformarla por medio de ia polftica y por medio de
blema del mal, como ya de al@ modo lo indicábamos una reforma moral en un proceso positivo; proceso en
anteriormente, es sacado de sus ataduras metaflsicas y el cual el yo se llegue a identificar ética y políticamente
teológicas para ser colocado en una visión ética política con el yo común en forma tal que la desigualdad de
en la cual se plantea que, si bien el origen del mal es talentos, que es producto de toda la historia de la so-
histórico, su solución de igual modo debe ser hisiónca. ciabilidad, se armonice wn el conjunto de ia sociedad a
Esto es,Rousseau, ai a s d e como deísta (si bien cree partir de sus necesidades reales. En resumen, la so-
en los dogmas eternos de una religi6n natural, cosa que ciabilidad -que ha devenido del ocio al trabajo y del
nos muestra en un extenso pasaje de Emiliodedicado al trabajo al ocio- debe dejar de ser una lucha entre los
temasobrelapmfesibndefedeunpresbitenosaboyano) individuos por la riqueza excedente. Y para decirlo de
piensa que el problema del mal no puede recaer en un modo más justo, el proyecto de Rousseau significa
causas divinas. Hasta cierto punto esto nos recuerda la que este abandono debe ser en sí la renuncia al enri-
solución cartesiana sobre el problema del emr. Así quecimiento h m o el símbolo más representativo de
como para Descartes el error radica en el hombre, para progreso social o individual. De ahí que él como un
Ronsseau el mal s610 puede estar en el hombre, es- filósofo obsesionado por determinar la virtud y vivir de
pedticamente en la forma como se originó y daarn>l16 acuerdo con ella se haya visto presionado e definir no
su sociabilidad. sólo lo que para él serfa la virtud individual sino también

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la que seda La p q i a de una Sonedad virtuosa. Son el esenciales del hombre: la bondad natural y su carácter
Co~irarosocial y el Endiio,asf como sus Cot@sSnes, de ser libre. Nom que de acuerdo con Rouwau se
los textos de Roilsseau endonde se encuestracon m8s encuenmn en cada hombre.en forma innata.El segundo
detailesuwnce@6nsobrelawtiidiadMduet y social. aspecto positivo por rescatar del estado de naturaleza
Pero, en stma, se debe anour p e para el la re- consisteen preservar tanto iapasióncomo la neccsidud,
pablica eo la fonruide Socialypdltieaque toda vez que para Rousseeu la pasi6n y la necesidad
mejor pomf. coatlibuir al forrakrcimiarto de la virtud. constituyen de hecho las causas verdaderas de la so-
Dcñne porrepabliullpskltpdiEde los aspectap positiva3 ciabiW entre los hombres.
del estado de aa(Urpl(2a con los de la sociedad civil.
Hasta C i e M punto se puede decirquegP f 0 m de
orgnnizefaónaueiqm* podríaser fa soiuaón al pro- Notss
ceso n e @ ~de Is &.toria. Pero más que indagar sobre
las Caracteristicasde dicha orginiuicion, debe- major 1 Jean Jacques Roussuiu. Ensayo sobre el origen de las lenguar,
Madrid, 1980, pág 8Ot
preguntar d i m se& los aspecas positivos por res- 2 &id., *p. 01.
catar del estedode mtwakza. El pdmr aspectoes el de
la c o m i 6 n de lo que son pare Rousseau las notas

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