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Revista Cubana de Medicina General Integral

versión On-line ISSN 1561-3038

Rev Cubana Med Gen Integr v.23 n.3 Ciudad de La Habana jul.-


sep. 2007

 
Comportamiento de la diabetes
gestacional en el embarazo en la
adolescencia
Gertrudis Rimbao Torres,1 Jeddú Cruz Hernández,2 Omayda Safora
Enríquez,3 Aldo Rodríguez Izquierdo,4 Margarita Morales Chamizo5
y Alejandro Velasco Boza3

Resumen

Se realizó un estudio observacional analítico de tipo caso-control de


las 113 adolescentes que parieron en el período comprendido desde
el 1ro. de enero de 2006 hasta el 1ro. de junio del propio año, en el
Hospital Ginecoobstétrico Universitario “América Arias”, con el
objetivo de determinar la frecuencia de la diabetes gestacional y su
relación con algunas variables maternas y neonatales en el
embarazo en la adolescencia. Se analizaron las variables
siguientes: presencia de diabetes gestacional, índice de masa
corporal, presencia de hipertensión arterial inducida por el
embarazo, tipo de parto, y peso y apgar del recién nacido. Se
demostró que la frecuencia de la diabetes gestacional en las
adolescentes fue baja (2,7 %). El principal factor de riesgo para el
desarrollo de la diabetes gestacional a estas edades fue el exceso
de peso al inicio del embarazo (15,7 %). La hipertensión inducida
por el embarazo no se asoció con la diabetes gestacional. El mayor
número de pacientes tuvo un parto transpelviano (74,3 %). La
macrosomía fetal no fue un hallazgo frecuente en ninguno de los 2
grupos, mientras que el bajo peso al nacer lo fue algo más. El
apgar bajo al nacer al minuto y a los 5 minutos fue, en general, un
hallazgo muy infrecuente.

Palabras clave: Embarazo, adolescencia, diabetes gestacional.

El embarazo en la adolescencia es un problema de salud tanto en


países en vías de desarrollo como en los altamente desarrollados.
En muchos países es extremadamente común; cada año 15
millones de niños nacen de madres adolescentes, y muchos de ellos
sufren enfermedades y encuentran la muerte debido a un
inadecuado manejo durante los primeros años de vida.1,2 También
es conocido que muchas de estas jóvenes se ven obligadas a
enfrentar una gravidez no deseada con los riesgos que esta implica,
no solo orgánicos sino también psicológicos y sociales, para ellas y
el futuro bebé.2,3

El embarazo en la adolescencia es motivo de gran preocupación en


nuestra sociedad donde, como respuesta a una menarquia precoz y
mayor libertad y tolerancia sociales, encontramos gestaciones a
edades cada vez más tempranas.4,5 Así, en Cuba, el 13 % de los
nacimientos ocurren en madres adolescentes y el 80 % de ellas
tienen riesgo de tener hijos con un peso menor que 2 500 g.5 La
gravidez y la maternidad durante la adolescencia presentan
considerables riesgos. En comparación con las mujeres sanas de
entre 20 y 30 años de edad, la posibilidad de que las jóvenes
mueran por un parto es 5 veces mayor. Cuando son menores que
15 años, es 2 veces mayor que cuando tienen entre 15 y 19 años.
En muchos países, la tasa de fertilidad en adolescentes es
alarmante: de los 15 millones de nacimientos al año, el 11 %
proviene de madres adolescentes. Consecuentemente, las
complicaciones relativas a la gravidez son la causa principal de
muerte en las jóvenes menores de 19 años en todo el mundo.6

Por otra parte, la diabetes mellitus (DM) es considerada la


enfermedad metabólica que con más frecuencia complica el
embarazo, y después de la hipertensión arterial y el asma
bronquial, la tercera enfermedad crónica que puede afectar a una
gestante, en orden decreciente de frecuencia.7 La diabetes
gestacional (DG) se define por consenso casi universal, como la
alteración del metabolismo de los carbohidratos que es detectada
por primera vez o se inicia durante el embarazo, y representa un
importante factor de riesgo para la mujer y un problema de salud
para el producto.8-10 A pesar de las limitaciones persistentes para
detectarla, debido a la ausencia en muchos países de recursos
adecuados para hacer su diagnóstico, la DG se identificó hace
muchos años: la primera descripción reconocida de esta
enfermedad data de 1882, aunque el primer caso se había descrito
en 1824.11

Antes del descubrimiento de la insulina, el tratamiento era


principalmente dietético, empleándose aceite de oliva y otras
grasas para suplir las calorías derivadas del uso de los
carbohidratos y limitar así las hiperglucemias.12 Luego de la
obtención de esta hormona por Bantig y Best en 1922 y de su
posterior aplicación clínica, se produjo un acontecimiento
revolucionario en el manejo de las pacientes diabéticas
embarazadas y se redujo de forma dramática la morbimortalidad
materno-fetal.13

La prevalencia de la DG en los EE.UU. es de 1 a 14 %, en


dependencia de la población estudiada, así como de los criterios
diagnósticos utilizados.8,11 En México se estima que es de 4,3
%,14 en Argentina de 5 % 8 y en España de 12 %.15 Existen
etnias en las que la frecuencia es muy baja, como en poblaciones
de Taiwan (0,7 %), mientras que en otras es muy elevada, como es
el caso de los indios zuni.10 Estudios sobre la prevalencia de DG
efectuados en Cuba, han informado que esta es de
aproximadamente 4,5 %, 16 por lo que no existe gran diferencia
con lo encontrado en el resto del mundo, en general.

La búsqueda de la DG tiene gran importancia epidemiológica debido


a que un buen control del metabolismo reduce en forma
significativa el riesgo de las complicaciones materno-fetales, y
permite detectar precozmente una población de mujeres con riesgo
de contraer DM después de finalizado el embarazo. Este último
riesgo se ha calculado, y es aproximadamente de un 15 % el
primer año, y de un 5 % en los siguientes 15 años.17 La
importancia de detectar un grupo de madres con alto riesgo de
contraer una DM después de finalizado el embarazo, sobre todo tipo
2, radica en que se ha demostrado que se puede evitar o retardar
la aparición de la enfermedad con medidas preventivas y controles
periódicos adecuados, además de producir un importante ahorro
económico al disminuir significativamente los gastos, ya que
decrece el índice de cesárea y se necesita menos de los cuidados
perinatales.10,11 El diagnóstico de la DG en Cuba se hace teniendo
en cuenta los criterios de la OMS; sin embargo, en otros países este
se realiza tomando como guía los criterios de O´Sullivan y Mahan,
que difieren de los anteriores en cuanto a proceder y cifras
diagnósticas se refiere.9,18,19

En relación con la etiopatogenia de la DG, se ha dicho que no juega


un papel tan importante el déficit insulinosecretor como el gran
aumento de la resistencia a la insulina que ocurre durante el
embarazo, y del cual son responsables, fundamentalmente, las
hormonas placentarias, sobre todo, el lactógeno placentario
humano.20,21 Todo esto condicionaría la presencia de una
hiperglucemia mantenida que, en un final, sería la responsable de
la aparición de las complicaciones en las criaturas de madre
diabética.22-24

Asimismo, para garantizar una mejor atención de la embarazadas


diabéticas, se viene proponiendo desde 1970 el tratamiento
interdisciplinario de esta enfermedad, lo que unido a las nuevas
tecnologías como el monitoreo biofísico fetal, la valoración del
crecimiento fetal por ecografía, y el análisis de la madurez
pulmonar fetal en el líquido amniótico, reduce notablemente la
morbilidad neonatal en este tipo de gestación.24 No sobra decir,
que todo esto se está poniendo en práctica en nuestro país desde
hace algún tiempo, y ha ayudado a alcanzar los buenos resultados
en los indicadores materno-perinatales que ahora ostentamos.

Con el presente estudio nos trazamos como objetivo general


determinar la frecuencia de la DG, y su relación con algunas
variables maternas y neonatales en el embarazo en la adolescencia;
y como específicos, identificar la frecuencia de la DG en el
embarazo en la adolescencia, y comparar el comportamiento de
algunas variables maternas y neonatales en el embarazo de
adolescentes diabéticas y no diabéticas.

MÉtodoS

Se realizó un estudio observacional analítico de tipo caso-control,


en el cual fueron tomados los datos de las historias clínicas de las
113 pacientes adolescentes que parieron en el período comprendido
desde el 1ro. de enero de 2006 hasta el 1ro. de junio del mismo
año, y de las hojas de seguimiento del Servicio de Diabetes y
Embarazo, que correspondían solo a adolescentes atendidas
durante el período ya referido en el Hospital Ginecoobstétrico
Universitario “América Arias”. Quedaron excluidas de nuestro
trabajo las pacientes que tuvieron un óbito fetal.

Los datos obtenidos se volcaron en una tabla de trabajo (base de


datos) donde se fueron recogiendo las diferentes variables a
estudiar previamente analizadas. Los resultados se calcularon
mediante calculadora manual digital y las medidas de resumen
fueron los porcentajes. Estos resultados se mostraron en gráficos
de sector y tablas que contienen frecuencias absolutas y
porcentajes, y fueron comparados con la literatura nacional e
internacional revisada.
Delimitación y operacionalización de las variables

 Adolescencia: se define por la OMS como el período de la


vida en el cual el individuo adquiere la capacidad
reproductiva, transita los patrones psicológicos de la
niñez a la adultez, y consolida la independencia
socioeconómica. Se fijan sus límites entre los 10 y los 20
años.
 Embarazo en la adolescencia: es aquella condición de
gestación que se presenta en la edad de la adolescencia,
que comprende a mujeres de hasta 19 años de edad,
independientemente de la edad ginecológica.
 Diabetes gestacional: se define como la intolerancia a los
carbohidratos, de severidad variable, que comienza o se
reconoce por primera vez durante la gestación. El
término se aplica independientemente de que se requiera
insulina o no para su tratamiento, o que la alteración
persista después de la gestación. Se tuvo en cuenta lo
siguiente:
o Sí: cuando en una PTGO de 2 h apareció un valor
de glicemia a las 2 h ³ 7,8 mmol/L.
o No: valor de glicemia a las 2 h en una PTGO de 2
h, < 7,8 mmol/L.
 Índice de masa corporal: se calculó a partir de la fórmula
siguiente:

IMC = peso (kg)/talla (m 2 ), según criterios de la OMS.


Se tuvieron en cuenta para la clasificación ponderal al
inicio del embarazo los criterios siguientes:
o Bajo peso: IMC < 20 kg/m2.
o Normopeso: IMC ³ 20 y £ 25 kg/m2.
o Sobrepeso: IMC > 25 kg/m2.
 Hipertensión inducida por el embrazo: estado
hipertensivo que se presenta a las 20 semanas o más de
gestación acompañado o no de proteinuria y/o edemas.
Se consideró lo siguiente:
o Con hipertensión inducida por el embarazo: cifras
de TA ³ 140/90 mm Hg y/o proteinuria y/o
edemas.
o Sin hipertensión inducida por el embarazo: cifras
de TA < 140/90.
 Tipo de parto:
o Transpelviano.
o Cesárea.
 Peso del recién nacido: utilizamos la curva de peso
elaborada por los profesores Enzo Dueñas Gómez, Carlos
Sánchez Texido y Antonio Santurio Gil para clasificar a
los recién nacidos en:
o Bajo peso: peso al nacer < 10 percentil.
o Normopeso: peso al nacer > 10 y £ 97 percentil.
o Macrosómico: peso al nacer > 97 percentil.
 Test de apgar al nacer: se midió en el primer minuto y a
los 5, y los recién nacidos se clasificaron en:
o Severamente deprimido: £ de 3 puntos.
o Moderadamente deprimido: > 3 y £ 6 puntos.
o Normal: > 6 puntos.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN

La DG no es una enfermedad que complica el embarazo de la


paciente adolescente con frecuencia, debido a que uno de los
factores de riesgo de mayor peso para el desarrollo de esta
enfermedad es el hecho de tener una edad mayor o igual que 25
años,25-28 y el grupo de pacientes que estudiamos tiene una edad
menor que 20 años.

Se estudiaron 113 embarazadas adolescentes y se encontró que


solamente 3 pacientes tuvieron diabetes gestacional, para un 2,7 %
(figura 1), por lo que consideramos que nuestra frecuencia también
es baja, lo cual coincide con los criterios de Issler,29 y de Nolazco y
Rodríguez.30 Asimismo, Díaz y otros,31 en un estudio
observacional y descriptivo que incluyó a 1 132 embarazadas con
edades entre 10 y 19 años, encontraron una frecuencia de DG de
1,26 %. En Cuba, Muñoz y otros32 estudiaron 87 adolescentes con
una edad promedio de 17 años, con el objetivo de analizar el
comportamiento del embarazo en este grupo de pacientes, y
encontraron que solo 5 sufrieron una DG (5,74 %).

FIG. 1. Frecuencia de la DG en la adolescencia.

En cuanto a la valoración nutricional al inicio del embarazo (tabla


1), la mayor parte de las adolescentes fueron normopeso, lo que
representa un 47,8 %. Contrario a lo que pudiera creerse, la
mayoría de las pacientes adolescentes que se embarazan tienen un
peso adecuado para su talla al inicio de la gestación, y así lo
confirman los múltiples estudios consultados.33,34

TABLA 1. Relación entre el IMC y el embarazo adolescente

Valoración ponderal al inicio del Total de adolescentes


embarazo No. %
Bajo peso 40 35,4
Normopeso 54 47,8
Sobrepeso 19 16,8
Total 113 100

Las pacientes contempladas en el grupo de peso excesivo


constituyeron el 16,8 % del total de la muestra, de ellas 3
desarrollaron una DG, lo que representó un 15,7 % del total de
pacientes de este conjunto (figura 2). El exceso de peso pudo haber
influido en la aparición de la enfermedad en estas pacientes, ya que
este es otro factor de riesgo de DG de gran relevancia.25,27
FIG. 2. Relación entre el sobrepeso y la DG.

Se ha informado que la hipertensión arterial inducida por el


embarazo acompaña con frecuencia a la DG;34,35 sin embargo,
esta no complicó el embarazo de ninguna de las 3 pacientes que
tuvieron DG en nuestro estudio (tabla 2). También muchos
expertos coinciden con el criterio de que esta aparece con cierta
frecuencia durante la gestación de la paciente adolescente. 36,37
En nuestra población de adolescentes no diabéticas la hipertensión
arterial inducida por el embarazo se presentó en el 12,7 % de los
casos, lo que no difiere mucho de lo informado por otros autores
que comunican una frecuencia que oscila entre un 10 y un 15
%.38-41

TABLA 2. Relación entre la hipertensión inducida por el embarazo y


el embarazo adolescente diabético y no diabético

Morbilidad gestacional Sin DG Con DG


No. % No. %
Hipertensión inducida por el 14 12,7 0  
embarazo

En relación con el tipo de parto (tabla 3), observamos que la


mayoría de las pacientes de ambos grupos dieron a luz mediante un
parto transpelviano (74,3 %). Esto confirma lo referido en los
últimos estudios realizados sobre adolescencia y vía del parto, en
los que se plantea que no existe una relación directa entre la edad
materna y el parto por cesárea.29,31,40

TABLA 3. Relación entre el tipo de parto y el embarazo adolescente

Tipo de parto Total de adolescentes


No. %
Transpelvian 84 74,3
o
Cesárea 29 25,7
Total 113 100

En cuanto al peso al nacer (tabla 4), encontramos en nuestro


trabajo que solo 1 de las 3 pacientes diabéticas tuvo un recién
nacido macrosómico, mientras que esta situación se presentó en 9
de las adolescentes que no sufrieron una DG. Esta diferencia en
favor de las no diabéticas no refuta el consabido hecho de que es
frecuente la macrosomía en el hijo de madre diabética,42,43 lo que
estaría explicado por la teoría de Pedersen,44 sino que es un hecho
que pudiera estar justificado por lo pequeño de la muestra de
pacientes con DG. Por otro lado, mucho se ha hablado de que el
riesgo de tener un hijo con bajo peso está muy relacionado con la
embarazada adolescente.45,46
TABLA 4. Relación entre el peso al nacer y el embarazo
adolescente diabético y no diabético

Peso neonatal Sin DG Con DG Total


(percentiles) No. % No. % No. %
> 97 9 8,2 1 33,3 10 8,8
90-97 10 9,1 0 0 10 8,8
10-90 71 64,5 2 66,7 73 64,6
< 10 20 18,2 0 0 20 17,8
Total 110 100 3 100 113 100

Finalmente, con respecto al conteo de apgar al nacer, solo tuvimos


en nuestro universo de estudio 1 caso severamente deprimido al
minuto, que no se recuperó, y que perteneció al grupo de las no
diabéticas. Consideramos que estos buenos resultados se deben a
la atención diferenciada que se le brinda al parto de la población
adolescente, como política de nuestro Ministerio de Salud Pública,
que tiene como objetivo final disminuir la morbimortalidad
relacionada con el embarazo en este grupo etario.2

CONCLUSIONES

1. La frecuencia de la DG en la etapa de la adolescencia fue


baja.
2. El factor de riesgo para DG encontrado en las
adolescentes de nuestro estudio fue el exceso de peso al
inicio del embarazo.
3. La hipertensión inducida por el embarazo no fue muy
frecuente entre las adolescentes.
4. La mayoría de las pacientes concluyeron su embarazo
con un parto transpelviano.
5. La aparición de la macrosomía neonatal no fue un
hallazgo frecuente en ninguno de los 2 grupos, mientras
que el bajo peso al nacer fue algo más frecuente en las
adolescentes no diabéticas. El apgar bajo al nacer fue un
hallazgo muy infrecuente entre los recién nacidos de
madres adolescentes, en general.

RECOMENDACIONES

Continuar el estudio, y ampliar el universo para poder llegar a


conclusiones más fidedignas.

summary

Behaviour of gestational diabetes during pregnancy in adolescence

An analytical observation study was conducted of case-control type


of 113 adolescent gave birth from January 1 2006 to June 1 2006 in
“America Arias” Gynecoly-Obstetrics Hospital to determine
frequency of gestational diabetes and its relationship with some
maternal and neonatal variables during pregnancy in adolescence.
Following variables were analyzed: gestational diabetes, body mass
index, presence of pregnancy-induced high blood pressure, type of
labor, and weight and Apgar score of newborn. It was possible to
demonstrate a low frequency of gestational diabetes in adolescents
(2.7 %). Main risk factor for development of gestational diabetes at
these ages was an overweight at onset of pregnancy (15.7 %).
Pregnancy-induced hypertension wasn't associated with gestational
diabetes. Most of patient had a transpelvic pregnancy (74.3 %).
Fetal macrosomia wasn't a frequent finding in neither of this both
groups, whereas low birth weight was a little more frequent. A low
Apgar scoring at birth at minute and at five minutes, was in
general, a very frequent finding.

Key words: Pregnancy, adolescence, gestational diabetes.

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Recibido: 5 de febrero de 2007.    Aprobado: 9 de marzo de 2007.


Dra. Gertrudis Rimbao Torres. Hospital Ginecoobstétrico “América
Arias”. Calle Línea y G, Vedado, municipio Plaza, Ciudad de La
Habana, Cuba.

http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S0864-21252007000300008&script=sci_arttext

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