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Nombre: Olga Lucia Palma Gil

Correo: opalma@uniempresarial.edu.co
Administración de Empresas -42

PODER, IDENTIDAD Y ECONOMIA.

Con todo en contra.

Una historia horrífica para ser tan tremendamente corta, con un presente que aun carga
resentimiento y repercusiones de un pasado y un futuro con tendencia a repetir patrones.

Ese sería el prólogo de Colombia, desde sus inicios un territorio saqueado, una población
minimizada y ultrajada, caracterizados por un pensamiento de venganza constante que nos ha
sumido en un territorio victima: Victima de la violencia sin frenos, victimas por no saber ni
reconocernos en una población multicultural, con ínfulas de superioridad entre sí, con una mirada
exterior denigrante y sobre todo la incapacidad para cambiar el patrón.

En tiempos de independencia jugamos el papel de inferioridad, ante la milicia española y el poder


de la corona en nuestros territorios, bajamos la cabeza ante un Rey extranjero. Aunque la realidad
era otra, contada desde un punto de vista diferente eran los Criollos (descendientes de españoles
y americanos) quienes manejaban el territorio, la economía y las personas o como los conocían
ellos los esclavos; todo a su antojo, esas poquitas familias con ínfulas de superioridad y más poder
adquisitivo eran quienes controlaban a su antojo lo que hoy llamamos nuestro país.

Dejando de un lado, a los mestizos, indígenas y negros que, aunque dueños e hijos de su tierra no
tenia ni voz ni voto en este cuento, solo ponían sus vidas para pelear guerras, que para ser
sinceros solo satisfacían las necesidades de poder de los españoles y los Criollos.
Quien diría que el pasado y el presente tuvieran tanta similitud, ese quizá sea el realismo mágico
de Colombia.

Continuando el repaso de los sucesos de la independencia, se podría decir que la ambición por
tener el control absoluto, la necesidad de poder totalitario y un sentimiento anti español, cada día
era más notorio y ferviente entre los Criollos del momento. A eso se le sumaba
historias de victoria de otros lugares, como lo fue la revolución de los E.E.U.U, y la revolución
francesa, el descontento por las políticas económicas absurdas que solo beneficiaban a la corona y
le quitaban independencia económica a los criollos y la ventaja de una España debilitada por su
derrota ante Inglaterra. Empezó así una lluvia de ideas para reformar la estrategia de gobierno que
implantaba consigo el momento de Napoleón Bonaparte.
La pertenencia local, se hizo cada día mas fuerte y notable, impulsando las primeras constituciones
como: la de Cundinamarca de 1811. Que quedo manchada como casi todos los actos políticos de
este País, por intereses internos entre los Federalistas y Centralistas, que para ese entonces eran
justificados por sus ideales y formas de gobierno.

Pero con la derrota de Napoleón y el regreso de Fernando VII, ese acontecimiento paso a un
segundo plano, pues Fernando le devuelve ese poder “perdido” a la corona, con una idea de
gobierno centralizado tanto para España como para América.

Empieza entonces a levantarse una guerra independentista total ante la corona española,
enmarcada por la crueldad, las falsas promesas, aliados, y una narrativa de buenos y malos, que
para ser coherentes es la narrativa que siempre nos ha llevado al fracaso. No poder entender los
diferentes puntos de vista y las diferentes necesidades de cada quien, para convertir finalmente al
otro en enemigo. Este proceso largo y sangriento cobro vidas y sumió la economía, como todas las
guerras.

Después de una victoria ante los españoles, donde todos apostaríamos llego la paz y progreso la
economía, porque ya habíamos derrotado a los “malos” se desato entonces olas de violencia
interna interminable, ¿pues, como poner de acuerdo a dos bandos con poder adquisitivo y poder
político que querían implantar sus ideas, sin dejar lugar a lo que para ellos era diferente o
contrario? Que lindo seria poder decir ahora mismo que eso ha quedado en el pasado, pero no es
así, cada día podemos ver, leer y presenciar como el odio y los intereses particulares de un grupo,
sector o incluso una sola persona de la política, desatan interminables guerras, odios y
repercusiones, sumiendo países en la miseria, cobrando vidas de inocentes, y dejando huellas
irremediables en las vidas de quienes cuentan estas historias.

Para 1821 con la Constitución naciente de Cúcuta, que entre sus líneas dejaba ver ideas de un
gobierno Federalista, con una repartición del poder, diferencias en la distribución y manejo
económico de los territorios, y un valor agregado sobre los derechos independientes de cada
quien. También se dejaba entrever el descontento de lo que hoy llamaríamos la oposición,
encabezada por Bolívar y sus partidarios de un gobierno centralista.

Con la independencia de Bolivia y su nueva constitución, cambio nueva mente la forma de


gobierno, dando paso a si al momento de un gobierno centralista como lo quería Bolívar. Con un
presidente Vitalicio, y un senado militar hereditario, además de un retroceso en los derechos del
voto público, que genero inmediatamente el descontento entre la población con causales de peso.

Es por eso que para los años 50, con una renuncia imputada a Bolívar, este deja el poder y aparece
el que, para muchos, es uno de los hombres que mas influyo en la democracia de Colombia: el
Gral. José María Obando, impulsando la constitución de los estados unidos de Colombia, y con un
factor importante: la distancia que para ese momento tomaban la iglesia y el poder político.
Una constitución arraigada a las ideas federalistas y liberales que había en el país, con cambios
puntuales sobre la economía y el desarrollo; como lo fue la demanda de exportación de productos,
la creciente migración interna en el país, y la demanda de tierras por la productividad económica
del momento. Se podía resumir que Colombia vivía un momento prospero con el incremento de su
economía.

Pero para 1887 con Rafael Núñez a la cabeza, implementando lo que conoceríamos como la
Hegemonía Conservadora, que como objetivo tenía acabar con la violencia que debilitaba cada día
más al país, implantando una invalidez absoluta al Federalismo y restringiendo el derecho al voto,
entre otras medidas absurdas.
En realidad lo que se consiguió fue dar paso a los mil días más sangrientos de esta historia mal
contada.
Mil días llenos de sangre, muertos, ataques violentos y misóginos, reclutamiento forzado y
pobreza en su máxima expresión, perdidas de territorio y la obligación de tomar decisiones
impulsivas en tratados, para poder mantener a flote un país que se ahogaba en sangre o de
tragarse su propio veneno.

La perdida de Panamá era quizás un mal necesario, pues con la indemnización recibida y una
economía cafetera en su mejor momento, la tranquilidad económica trajo consigo tiempo de paz,
o mejor dicho redujo significativa mente el derrame de sangre que era el diario vivir.

Ahora me pregunto, hasta cuando Colombia va a vivir bajo políticas extremas particulares, en
beneficio de unos pocos, repitiendo patrones violentos y abusivos, cargando odios heredados; que
solo nos conllevan a muerte y pobreza, por qué será que en la historia que contamos como nación,
todos nuestros acontecimientos son en realidad grandes momentos de horror.

El asesinato de Gaitán en 1948, no es solo un ejemplo, también es una demostración de nuestro


verdadero actuar históricamente contado, es el odio, la negación en la libertad del otro, lo que nos
mueve y nos lleva al derrame constate de sangre.
También podríamos tomar de referencia lo que creíamos sería un golpe de estado “salvador”. Pero
que en realidad fue un estallido que nos sumió en la censura, la violencia inminente, y una
innegable fuerza del narcotráfico y todo lo que consigo condujo el mismo.

¿Hasta cuando Colombia va a contar muertos, sumir su economía en la miseria y no reconocer su


identidad?
Es quizá esa falta de identidad y pertenencia lo que nos ha traído hoy en día a seguir cargando los
odios del pasado, o es la necesidad de ser poderosos política y económicamente lo que nos ha
traído a seguir fomentando guerras y polarización.
¿Tendremos la suerte echada y la historia escrita o podremos aceptar un pasado cruel y escribir un
futuro mas amable, consiente y responsable?

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