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Después del saludo introductorio (<460101>1 Corintios 1:1-9), Pablo discute (1) las

disensiones, <460101>1 Corintios 1:10—3:23; (2) su propio ministerio, cap. 4; (3) el


incesto, cap. 5; (4) los creyentes llevando a otros creyentes a las cortes
paganas, cap. 6; (5) el matrimonio cristiano, cap. 7; (6) la carne ofrecida a los
ídolos, caps. 8—10; (7) el cubrirse la cabeza las mujeres, <461102>1 Corintios
11:2-16; (8) la correcta celebración de la cena del Señor, <461101>1 Corintios
11:17-34; (9) el uso y abuso de los dones espirituales, especialmente las
lenguas, caps. 12—14; (10) la resurrección del cuerpo, cap. 15; y (11)
colectas para los pobres en Jerusalén, <461601>1 Corintios 16:1-3; concluyendo
con algunas notas sobre sus planes personales y saludos, <461604>1 Corintios 16:4-
24.
Segunda Corintios fue escrita por Pablo en su tercer viaje misionero en algún
lugar de Macedonia. Los maestros judaizantes habían procurado desacreditar
al Apóstol y habían logrado que la iglesia como un todo se pusiera en contra de
él. Esta rebelión motivó a Pablo a hacer una breve visita a Corinto (<471201>2
Corintios 12:14; 13:1, 2), pero la visita no restauró su autoridad. Más tarde
Tito llevó a Pablo un informe de que una vez más se reconocía su autoridad;
este informe dió lugar a que escribiera 2 Corintios.
Esta segunda carta es menos metódica y es el escrito más personal de Pablo.
Es muy autobiográfica y cae naturalmente en tres divisiones principales: (1)
Algunos pensamientos sobre la crisis por la cual la iglesia acababa de pasar,
caps. 1—7; (2) completar la colecta para los pobres en Jerusalén, caps. 8—9;
y (3) una defensa del ministerio de Pablo contra los ataques de sus enemigos y
vindicación de su apostolado, caps. 10—13.
Corinto (gr., Korinthos, ornamento). Una ciudad de Grecia sobre el
estrecho istmo entre el Peloponeso y el continente. Bajo los romanos, Atenas
era todavía el centro educativo de Grecia, pero Corinto era la capital de la
provincia romana que ellos llamaron Acaya y era la ciudad más importante del
país. El tráfico terrestre entre el norte y el sur de Acaya tenía que pasar por la
ciudad y mucho del comercio entre Roma y el Oriente se traía a sus puertos.
En tiempos de los romanos, Corinto era una ciudad de riqueza, lujo e
inmoralidad. No tenía rival como una ciudad de vicio. “Vivir como un corintio”
significaba vivir una vida de libertinaje y corrupción. Se acostumbraba ver a un
corintio llegar borracho a un escenario. Los habitantes eran devotos a la
adoración de Poseidón, porque mucha de su riqueza provenía del mar; pero su
mayor devoción era para Afrodita, la dio sa del amor. Su templo en el
Acrocorinto tenía más de 1.000 hierodouloi, sacerdotisas del vicio que no se
encontraban en otros templos de Grecia. Atraía adoradores de todo el mundo
antiguo. Los juegos ístmicos, que se celebraban cada dos años, hicieron de
Corinto un gran centro de la vida helénica.
Pablo visitó Corinto por primera vez en su segundo viaje misionero (Hechos
18). Conoció a Aquila y Priscila, compañeros cristianos que, como él, eran
tejedores de tiendas. Durante su permanencia de un año y medio residió en su
hogar.
Luego que Pablo se encontró con fuerte oposición de los judíos, volvió su
atención a los gentiles (<441806>Hechos 18:6) y muchos fueron convertidos. Los
judíos llevaron ante Galión una acusación contra Pablo de que predicaba una
religión contraria a la ley romana. Sin embargo, Galión rehusó admitir el caso
para juicio y los despidió. La acción de Galión fue sumamente importante,
porque tuvo el valor de ser una decisión autorizada de un alto oficial romano
que la predicación de Pablo no podía interpretarse como una ofensa contra la
ley romana. Pablo abandonó Corinto para ir a Jerusalén y Antioquía,
deteniéndose brevemente en su camino en Efeso.
Apolos fue enviado de Efeso a Corinto y allí ejerció un ministerio de influencia
(<441827>Hechos 18:27, 28; <460101>1 Corintios 1:12). Más tarde Pablo escribió dos
epístolas del NT a esa iglesia y cuando menos una carta más (<460509>1 Corintios
5:9). Escribió también la carta a los Romanos mientras estaba en Corinto
(<451623>Romanos 16:23). Después del saludo introductorio (<460101>1 Corintios 1:1-9), Pablo
discute (1) las
disensiones, <460101>1 Corintios 1:10—3:23; (2) su propio ministerio, cap. 4; (3) el
incesto, cap. 5; (4) los creyentes llevando a otros creyentes a las cortes
paganas, cap. 6; (5) el matrimonio cristiano, cap. 7; (6) la carne ofrecida a los
ídolos, caps. 8—10; (7) el cubrirse la cabeza las mujeres, <461102>1 Corintios
11:2-16; (8) la correcta celebración de la cena del Señor, <461101>1 Corintios
11:17-34; (9) el uso y abuso de los dones espirituales, especialmente las
lenguas, caps. 12—14; (10) la resurrección del cuerpo, cap. 15; y (11)
colectas para los pobres en Jerusalén, <461601>1 Corintios 16:1-3; concluyendo
con algunas notas sobre sus planes personales y saludos, <461604>1 Corintios 16:4-
24.
Segunda Corintios fue escrita por Pablo en su tercer viaje misionero en algún
lugar de Macedonia. Los maestros judaizantes habían procurado desacreditar
al Apóstol y habían logrado que la iglesia como un todo se pusiera en contra de
él. Esta rebelión motivó a Pablo a hacer una breve visita a Corinto (<471201>2
Corintios 12:14; 13:1, 2), pero la visita no restauró su autoridad. Más tarde
Tito llevó a Pablo un informe de que una vez más se reconocía su autoridad;
este informe dió lugar a que escribiera 2 Corintios.
Esta segunda carta es menos metódica y es el escrito más personal de Pablo.
Es muy autobiográfica y cae naturalmente en tres divisiones principales: (1)
Algunos pensamientos sobre la crisis por la cual la iglesia acababa de pasar,
caps. 1—7; (2) completar la colecta para los pobres en Jerusalén, caps. 8—9;
y (3) una defensa del ministerio de Pablo contra los ataques de sus enemigos y
vindicación de su apostolado, caps. 10—13.
Corinto (gr., Korinthos, ornamento). Una ciudad de Grecia sobre el
estrecho istmo entre el Peloponeso y el continente. Bajo los romanos, Atenas
era todavía el centro educativo de Grecia, pero Corinto era la capital de la
provincia romana que ellos llamaron Acaya y era la ciudad más importante del
país. El tráfico terrestre entre el norte y el sur de Acaya tenía que pasar por la
ciudad y mucho del comercio entre Roma y el Oriente se traía a sus puertos.
En tiempos de los romanos, Corinto era una ciudad de riqueza, lujo e
inmoralidad. No tenía rival como una ciudad de vicio. “Vivir como un corintio”
significaba vivir una vida de libertinaje y corrupción. Se acostumbraba ver a un
corintio llegar borracho a un escenario. Los habitantes eran devotos a la
adoración de Poseidón, porque mucha de su riqueza provenía del mar; pero su
mayor devoción era para Afrodita, la dio sa del amor. Su templo en el
Acrocorinto tenía más de 1.000 hierodouloi, sacerdotisas del vicio que no se
encontraban en otros templos de Grecia. Atraía adoradores de todo el mundo
antiguo. Los juegos ístmicos, que se celebraban cada dos años, hicieron de
Corinto un gran centro de la vida helénica.
Pablo visitó Corinto por primera vez en su segundo viaje misionero (Hechos
18). Conoció a Aquila y Priscila, compañeros cristianos que, como él, eran
tejedores de tiendas. Durante su permanencia de un año y medio residió en su
hogar.
Luego que Pablo se encontró con fuerte oposición de los judíos, volvió su
atención a los gentiles (<441806>Hechos 18:6) y muchos fueron convertidos. Los
judíos llevaron ante Galión una acusación contra Pablo de que predicaba una
religión contraria a la ley romana. Sin embargo, Galión rehusó admitir el caso
para juicio y los despidió. La acción de Galión fue sumamente importante,
porque tuvo el valor de ser una decisión autorizada de un alto oficial romano
que la predicación de Pablo no podía interpretarse como una ofensa contra la
ley romana. Pablo abandonó Corinto para ir a Jerusalén y Antioquía,
deteniéndose brevemente en su camino en Efeso.
Apolos fue enviado de Efeso a Corinto y allí ejerció un ministerio de influencia
(<441827>Hechos 18:27, 28; <460101>1 Corintios 1:12). Más tarde Pablo escribió dos
epístolas del NT a esa iglesia y cuando menos una carta más (<460509>1 Corintios
5:9). Escribió también la carta a los Romanos mientras estaba en Corinto
(<451623>Romanos 16:23).

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