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Seminario Secuencias didácticas con TIC para la formación de

profesores de Historia
Dra. Marta Barbieri y equipo Documento Mejora Formación
Inicial Docente. Historia

Las fases de la Secuencia Didáctica


El constructivismo es una teoría que explica el proceso de aprendizaje y, por lo mismo, nos
da pistas acerca de cómo encarar la enseñanza, en nuestro caso de la historia.
De allí que propongamos una serie de fases para diseñar la SD, presentando y articulando
los contenidos.
1. La fase de exploración, apertura y presentación del problema
En esta primera fase de una secuencia didáctica se propone a los estudiantes el nuevo tema /
problema histórico a trabajar.
La presentación de un nuevo tema/ problema puede tomar diferentes formas: puede ser
introducido con una breve explicación, por medio de preguntas, a través de lectura de un
texto, con un titular del periódico, con la interpretación de una estadística, mediante el
planteo de un dilema, etc.
En todo caso, el problema /tema a trabajar debe resultar significativo para los estudiantes.
Desde la teoría constructivista, se afirma que un tema es significativo cuando se puede
conectar -de alguna manera- con aquello que el estudiante sabe y entiende. De allí, también,
que en esta fase de exploración, apertura y sensibilización muchas veces se apele al
reconocimiento de esos saberes previos. No abundaremos aquí en la discusión de los
“conocimientos previos” y el alcance y las posibilidades o no del “cambio conceptual”. No
obstante, es importante que los estudiantes objetiven, ordenen, expresen y comuniquen de
algún modo los conocimientos que tiene sobre el tema porque es un punto de partida para
que pueda completarlos, ajustarlos, ampliarlos, matizarlos, etc.
2. La fase de desarrollo y estructuración de nuevos contenidos
En esta segunda fase, se introducen y desarrollan los contenidos “nuevos”. Éstos deberían
ser cuestiones significativas, socialmente urgentes y científicamente relevantes. Asimismo,
deberíamos presentarlos de forma conflictiva, dialéctica, que implique la participación de
los estudiantes.
Si la motivación resulta suficiente y adecuada, el alumno establece una confrontación entre
lo que sabe (aquello que exploró en la primera fase) y lo que aprende, y este conflicto se
puede resolver en un proceso de acomodación y de asimilación que comporte la captura de
un nuevo concepto, que afine o complete un concepto previo, que establezca nuevas
relaciones o bien nuevas ordenaciones entre conceptos.
En esta fase, es deseable que se presenten los contenidos en un nivel creciente de
generalización, de abstracción y de conceptualización.
Asimismo y paralelamente a la introducción de nuevos contenidos estos se van
acomodando de tal manera que tiendan a la sistematización y estructuración lógica.
3. La fase de aplicación/síntesis
Los conocimientos nuevos incorporados en la fase de desarrollo y tras la fase de
exploración, entran en relación junto a todos los conceptos vinculados en una estructura o
red mental en continuo movimiento. Es un proceso complejo y lento que tan sólo ha
comenzado.
Para asegurar un aprendizaje, hay que aplicar los nuevos conceptos o problemas a
situaciones nuevas. Un buen aprendizaje en historia se tiene que reflejar, por ejemplo, que
se comprende una
situación humana en el tiempo a la luz de los nuevos conceptos. Esas integraciones tienden
a encontrar respuestas y soluciones al conseguir un mayor dominio en los conocimientos.
En esta fase, el estudiante aprende experimentando, produciendo y haciendo funcionar los
conocimientos en condiciones con cierto grado de similitud: quien enseña no da la solución
a los problemas y situaciones, sino que es el estudiante quien asume la responsabilidad que
se demanda

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