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7 RECETAS

para la
VIDA

Recetas de lluvia y azúcar,


Eva Manzano
Mo Gutiérrez Serna
Cada uno
se enfrenta
al mundo
a su manera.
A veces
nuestro pasado
nos impide ver
hacia dónde vamos.
Caer
puede liberarnos
de lo superfluo.
La alegría

Una caja de música

La alegría dio vida a todas las cosas. Aunque con el viento. Después de correr, nadar y volar
ya existían, estaban quietas, inanimadas, sin se tumbaron bajo el cielo. Les encantaba estar
atreverse a ser. Entonces, esa pequeña y mara- vivos. En el mundo, los que mejor conocen la
villosa razón convirtió el universo en un baile. alegría son los niños, que aman la hierba, los
Los árboles, los animales y las personas se die- bichos, que no haya bichos, los charcos, estar
ron cuenta de lo hermosos que eran y bailaron descalzos, que nieve y que haga sol.

Receta para estar alegre

1. Abrir los ojos.


2. Escuchar el sonido del mundo.
3. Dar vueltas sobre uno mismo como una peonza.
4. Cantar y bailar y, después, bailar y cantar.
5. Amanecer por la mañana, atardecer con el sol
(vale ponerse naranja) y dormir por la noche.
6. Darse besos en los brazos.
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La confianza

Una rendija

Tener confianza es encender una linterna cuan- nudo, cambiar de tamaño. Si crees mucho en
do no hay luz. O incluso mejor: es no temer a la ella, la confianza se vuelve grande y te ayuda
oscuridad. La confianza es ser la oscuridad con a subir siete montañas. Pero si crees poco, men-
sus estrellas. O convertirse en una rendija de la gua tanto que se te olvida caminar. Sin duda,
puerta por donde se cuela suficiente luz para es la mejor «atrapadeseos», no la menosprecies.
sentirnos mejor. Debes saber que es muy sus- Piensa que no usa pilas y lo único que necesita
ceptible y este pequeño defecto le hace, a me- es tu energía.

Receta para tener confianza

1. Se recomienda pensar que uno es más listo que tonto.


2. Respirar a menudo; si uno se ahoga pierde la confianza.
3. Trazar una línea debajo de los pies y sentir con alegría:
¡He llegado hasta aquí!
4. Salúdate a ti mismo de vez en cuando, como si te
acabaras de encontrar: «Hola, ¿qué tal?». Y por
supuesto, alégrate de verte.
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La felicidad

La risa del mundo

Mucha gente lleva un bolso debajo del brazo, mil pequeñas gotas en diez minutos, sin hacerte
pero es mucho más útil llevar una ventana. Así ningún daño. O, si la puerta está cerrada, puedes
puedes ver el mundo de otra manera siempre que salir por la ventana, para acordarte de que siem-
lo necesites. Si un día llueve, te asomas y dejas pre hay otro camino. También vale abrirla cada
que la lluvia caiga sobre tu cabeza. En ocasiones poco tiempo y exclamar: «¡Oh, qué maravilla, lo
florece algo y, si no es así, te habrán caído quince que hay fuera!», e irte a dar un paseo.

Receta para ser un poco más feliz

1. Seis huevos de vaca y un pollo volando.


2. Cacarear al batir los huevos.
3. Ponerlo todo en la sartén y lanzar la sal desde lejos; es bueno
tomar distancia.
4. Darle la vuelta a la tortilla zapateando.
5. Invitar a comer a todo el que quiera, sin olvidarse de uno mismo.

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La paciencia

El lago

El lago de la tranquilidad nace de las gotas dejan de tener importancia. En el lago no


que caen del espacio. Vienen de ninguna par- hay oleaje, parece que no pasa el tiempo. Sin
te y no tienen prisa por llegar. Bajan tan len- embargo se mueve con un ritmo perpetuo,
tamente del cielo que, si te sientas a verlas, mientras el principio y el fin duermen en su
envejeces de pronto. Los minutos y los años fondo.

Receta para ser paciente

1. Cuatro frutos del árbol de «no importa».


2. Batir con azúcar de parsimonia.
3. Meterlo en la nevera y, cuando esté frío, beberlo con calma
durante la vida entera.
4. Como conviene esperar, se puede tomar un aperitivo
de «mientras tanto», sacar la cabeza por la ventanilla y
disfrutar del paisaje, encontrar amigos, enamorarse, tener
hijos o no y hacerse viejo.
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