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Expediente Nº 1074-2021-0-1801-JR-DC-03

Especialista : Jhonny Cabrera


Cuaderno : Principal
Escrito : Nº 1
Sumilla : Contestación de demanda

SEÑOR JUEZ DEL 3° JUZGADO ESPECIALIZADO EN LO CONSTITUCIONAL DE


LA CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA:

RÍMAC SEGUROS Y REASEGUROS (RÍMAC), con R.U.C. Nº 20100041953,


con domicilio real en Calle Las Begonias N° 475, piso 3, distrito de San Isidro,
provincia y departamento de Lima, representada por su apoderado judicial
Fernando Antonio Rodríguez Angobaldo, identificado con D.N.I. N° 09868628,
conforme al poder que se adjunta al presente, señalando domicilio procesal
en la Casilla N° 8377 del Cole-gio de Abogados de Lima, y Casilla
Electrónica N° 74457 del SINOE, en los seguidos por ANDRÉS PABLO
JIMÉNEZ TORRES, sobre Acción de Amparo, a usted respetuosamente dice:

Que habiendo sido notificada con la Res. N° 1 que corre traslado del escrito de
demanda y anexos, y dentro del plazo establecido, CONTESTAMOS la demanda en
atención a los fundamentos que expondremos a continuación:

I. FUNDAMENTOS (REALES) DE HECHO

1. Como se aprecia del petitorio de la demanda, el accionante solicita que “ se le


otorgue pensión de invalidez por enfermedad profesional por adolecer de
Espondiloartrosis, Gonartrosis, Neumoconiosis E Hipoacusia.
enfermedades profesionales que alega en conjunto hacen un 54% de
menoscabo” en virtud al informe de evaluación médica de fecha 15/05/2006
(antigüedad de 15 años) más devengados, intereses legales, costas y costos.

1
2. Como podrá contrastar de la data que obra en el expediente administrativo del
accionante, que presentaremos a la brevedad, es importante precisar el
ORDEN CRONOLÓGICO del caso y como se desarrollaron los hechos
durante estos años en sede administrativa, de la forma siguiente:

a. 2011: Un hecho importante y que entendemos por estrategia el


demandante omite mencionar es que el año 2011 (6 años después de
practicarse el examen médico) solicitó a RIMAC la Cobertura del Seguro
Complementario de Trabajo de Riesgo – SCTR. Sin embargo, dicho
trámite no se concretó por causas atribuibles únicamente al administrado
en consecuencia dicho trámite concluyo por abandono.
b. 2019: (luego de 18 años del examen médico y 13 años después de la
primera solicitud) el demandante vuelve a ingresar una solicitud SCTR
pensión por enfermedad profesional, con diagnósticos de neumoconiosis,
hipoacusia, espondiloartrosis y gonartrosis postraumática.

c. En virtud a este nuevo requerimiento, se le programaron evaluaciones


médicas por las enfermedades de neumoconiosis e hipoacusia en varias
oportunidades; sin embargo, el asegurado no quiso asistir ya que alegaba
que debíamos proceder a otorgarle el beneficio de acuerdo al informe
médico del año 2006.

d. Debemos precisar que mediante carta DOT-RRLL/2019-7358, como podrá


observarse, se le informo lo siguiente:

e.

f. Al administrado se le informó en su oportunidad que la enfermedad de


Espondiloartrosis no está contemplado en la lista de enfermedades
profesionales y respecto a la enfermedad de gonartrosis postraumática
debió adjuntar un documento que acredite y corrobore de forma fehaciente
que el traumatismo se originó dentro del ámbito laboral.

2
g. Pese a las múltiples programaciones para que el demandante pase una
nueva evaluación médica y poder conocer el real estado de su situación
médica, este se niega a ser evaluado e indica que se debe considerar el
informe del año 2006, siendo esto algo ilógico ya que de haberse agravado
su situación el menoscabo sería mayor con lo cual la cobertura seria
distinta, por esta razón no entendemos el actuar del demandante.
h. 28/05/2020: mediante carta DOR-RRLL/2020-2400 se le comunica que
antes sus inasistencias a las evaluaciones médicas programadas, se da
por concluido el proceso administrativo por abandono.

3. La información brindada por el demandante no es clara y tiene como objetivo


confundir a su Despacho presentando un certificado médico cuya antigüedad
data de hace quince (15) años siendo este hecho lo que le resta todo valor
probatorio.

4. Sin perjuicio de haber dejado en claro que al demandante NO le corresponde


la cobertura ya que, no cuenta con un documento que acredite las
enfermedades que alega y si nos remitimos al informe médico que adjunta, el
54% de menoscabo incluye dos enfermedades que no se encuentran dentro
de la lista de enfermedades profesionales, por lo que es imprescindible
identificar cual es el REAL menoscabo del demandante.

5. Respecto a la enfermedad de Hipoacusia, no es posible concluir que laboró


expuesto a polvos o ruido intenso y constante que haya generado dichas
enfermedades; además, “no resulta convincente, puesto que con base
únicamente en el examen médico que presenta no se puede determinar el
nexo de causalidad, dado que al médico no le consta que estuvo expuesto a
ruido intenso”.

6. Por lo expuesto, sin perjuicio de formular expresamente los cuestionamientos


de forma y fondo por los cuales la demanda debe ser rechazada, llamamos la
atención del juzgado respecto a la versión alterada de los hechos, postulada

3
por el actor, que se deberá considerar a la luz de los artículos 109 a 112 del
Código Procesal Civil.

II. FUNDAMENTOS DE DERECHO

II.1 IMPROCEDENCIA DE LA DEMANDA POR LA VÍA PROCESAL

1. Como reconoce Abad1, el proceso de amparo constituye una tutela


privilegiada cuya finalidad esencial es proteger eficazmente los derechos
fundamentales; es decir, que es un proceso especial con un trámite más
acelerado por la naturaleza prevalente del derecho en litigio (o debate). Se
configura como un proceso que corresponde a la llamada “tutela de urgencia
constitucional”, pues exige una protección inmediata.

2. En sentido similar, Castillo2 precisa que el proceso de amparo (como el


habeas data y el habeas corpus) tienen desde su formulación constitucional la
finalidad de proteger directamente derechos fundamentales, de ahí su
carácter especial y urgente. Ello, no implica que, como prevé expresamente la
Ley N° 28237, existan supuestos y limitan-tes explícitos para recurrir a esta
vía excepcional, que se presentan en este caso.

3. En efecto, con la intención de evitar que el fenómeno de la “amparización” que


afectó a nuestra justicia durante las décadas de los ochenta y noventa (del
siglo pasado), el Código Procesal Constitucional implementó una disposición
directa, bajo distintos su-puestos, para limitar la interposición de demandas
constitucionales: el artículo 5. Esta norma resulta aplicable en autos,
específicamente en dos circunstancias:

Ley N° 28237
Artículo 5.- Causales de improcedencia
No proceden los procesos constitucionales cuando:
1
(1) ABAD YUPANQUI, Samuel. “El Proceso Constitucional de Amparo”. Lima, 2008,
Gaceta Jurí-dica, Segunda Edición, páginas 103-104.
2
(2) CASTILLO CÓRDOVA, Luis. “Comentarios al Código Procesal Constitucional”.
Lima, 2006, Tomo I, Palestra Editores, Segunda Edición, páginas 26-27.

4
2. Existan vías procedimentales específicas, igualmente
satisfactorias, para la protección del derecho constitucional
amenazado o vulnerado, salvo cuando se trate del proceso de
hábeas corpus;

4. El 01/09/2018 fue publicada en “El Peruano” la Separata Especial con los


acuerdos a los cuales arribó el VII Pleno Jurisdiccional Supremo en Materia
Laboral y Previsional, cuyo Tema N° 1 titulado “Vía procesal para
pretensiones relativas a prestaciones de salud y pensiones privadas”, ha
resuelto lo siguiente:

EL PLENO ACORDÓ POR UNANIMIDAD:


El proceso ordinario laboral es la vía procesal idónea para la
tramitación de pretensiones sobre prestaciones de salud o de
carácter previsional con-tra compañías de seguros,
entidades prestadoras de salud o administrado-ras privadas de
fondos de pensiones que tengan como sustento reclamos por
enfermedades profesionales o accidentes de trabajo, y también
todo reclamo de origen laboral y/o previsional ante dichas
instituciones.

5. Como se aprecia, la Corte Suprema ha definido la vía procesal ante la cual


corresponde acudir frente a la postulación de determinadas pretensiones en
materia de Seguridad Social y Derecho Previsional, lo que complementa lo
establecido por el Tribunal Constitucional respecto al contenido
constitucionalmente protegido del derecho a la pensión (STC N° 01417-2005-
AA/TC, Caso Anicama). Por ello, podemos afirmar, que las pretensiones sobre
SCTR (contra empresas como RIMAC) deben ser formuladas en la vía
ORDINARIA prevista por la Ley N° 29497, Ley Procesal del Trabajo.

Por tanto, esta demanda es improcedente al existir una vía procedimental


igualmente satisfactoria para proteger el derecho en debate: SCTR (artículo 5,
numeral 2).

II.2 SCTR: DESARROLLO NORMATIVO TEMPORAL

5
1. Resulta consecuencia lógica del desempeño de ciertas labores el que se
produzcan contingencias (accidentes o enfermedades) que afecten la salud o
la capacidad para el trabajo de una persona, razón por la cual ha existido
desde inicios del siglo pasado un tratamiento especial para la indemnización
de estos casos, cuya regulación pasó de la responsabilidad directa del
empleador al seguro obligatorio a cargo del Estado y finalmente, a un
escenario de participación de la empresa privada.

2. En efecto, el 20/01/1911 se estableció con la Ley N° 1378 la responsabilidad


de los empleadores de asumir el pago de una renta vitalicia a favor de los
trabajadores que padecieran accidentes “en el hecho del trabajo o con
ocasión directa de él”, obligación que se extendió posteriormente a las
enfermedades profesionales (Ley N° 7975 del 12/01/1935). Años después, a
inicios de la década de los setenta, el Decreto Ley N° 18846 trasladó al
Estado la administración de un seguro obligatorio para los trabajadores
(obreros) que padecieran dichas contingencias (SOATEP).

3. Dentro de un proceso de reforma y modernización del Estado, en el cual se


permite y estimula la participación activada de la empresa privada en la
gestión de las prestaciones previsionales el 17/05/1997 se publicó la Ley Nº
26790, Ley de Modernización de la Seguridad Social en Salud, por la cual se
creó el SCTR, que en puridad es una cobertura adicional a favor de los
trabajadores (obreros o empleados) de empresas que realizan actividades de
alto riesgo, incluidas en el Anexo N° 5 del Decreto Supremo N° 003-98-SA,
que aprueba las Normas Técnicas del STCR.

4. Como es previsible, considerando los temas son materia de regulación


(accidentes y enfermedades profesionales), diversos reclamos del SOATEP y
el SCTR fueron judicializados. El 05/02/2009 se publica en “El Peruano” la
STC Nº 02513-2007-PA/TC3, fallo emitido por el Tribunal Constitucional en el
proceso de Acción de Amparo seguido por Ernesto Casimiro Hernández
Hernández contra RIMAC, en el cual se consolidan los diversos criterios
3
(4) Este precedente actualmente se complementa con dos sentencias vinculantes:
STC N° 00799 -2014-PA/TC (Caso Flores Gallo) y N° 02677-2016-PA/TC (Caso Carrillo
Espejo).

6
contenidos en sentencias (reiteradas y uniformes) de dicho Tribunal, que
abarcan tanto los cuestionamientos formales como de fondo.

II.3 INFUNDADA: MINSA NO PUEDE DECLARAR ENFERMEDAD


PROFESIONAL

1. Resulta consecuencia lógica del desempeño de ciertas labores el que se


produzcan contingencias (accidentes o enfermedades) que afecten la salud o
la capacidad para el trabajo de una persona, razón por la cual ha existido
desde inicios del siglo pasado un tratamiento especial para la indemnización
de estos casos, cuya regulación pasó de la responsabilidad directa del
empleador al seguro obligatorio a cargo del Estado y finalmente, a un
escenario de participación de la empresa privada.

2. En efecto, el 20/01/1911 se estableció con la Ley N° 1378 la responsabilidad


de los empleadores de asumir el pago de una renta vitalicia a favor de los
trabajadores que padecieran accidentes “en el hecho del trabajo o con
ocasión directa de él”, obligación que se extendió posteriormente a las
enfermedades profesionales (Ley N° 7975 del 12/01/1935). Años después, a
inicios de la década de los setenta, el Decreto Ley N° 18846 trasladó al
Estado la administración de un seguro obligatorio para los trabajadores
(obreros) que padecieran dichas contingencias (SOATEP).

3. Dentro de un proceso de reforma y modernización del Estado, en el cual se


permite y estimula la participación activada de la empresa privada en la
gestión de las prestaciones previsionales el 17/05/1997 se publicó la Ley Nº
26790, Ley de Modernización de la Seguridad Social en Salud, por la cual se
creó el SCTR, que en puridad es una cobertura adicional a favor de los
trabajadores (obreros o empleados) de empresas que realizan actividades de
alto riesgo, incluidas en el Anexo N° 5 del Decreto Supremo N° 003-98-SA,
que aprueba las Normas Técnicas del STCR. Dicho listado ha sido elaborado
sobre la base de la Clasificación Internacional Industrial Uniforme (CIIU 2)

4. Como es previsible, considerando los temas son materia de regulación


(accidentes y enfermedades profesionales), diversos reclamos del SOATEP y

7
el SCTR fueron judicializados. El 05/02/2009 se publica en “El Peruano” la
STC Nº 02513-2007-PA/TC4, fallo emitido por el Tribunal Constitucional en el
proceso de Acción de Amparo seguido por Ernesto Casimiro Hernández
Hernández contra RIMAC, en el cual se consolidan los diversos criterios
contenidos en sentencias (reiteradas y uniformes) de dicho Tribunal, que
abarcan tanto los cuestionamientos formales (ámbito subjetivo, entidad
competente, etc.) como de fondo (fecha de contingencia, ajuste de prestación,
etc.).

Uno de los temas principales en discusión fue la determinación de las


entidades competentes para declarar la existencia de una enfermedad
PROFESIONAL.

5. Si bien en un inicio el Tribunal Constitucional dispuso que este acto pueda ser
ejecutado por Comisiones Médicas de EsSalud, el Ministerio de Salud o las
Entidades Privadas de Prestaciones de Salud (EPS), en la práctica, se
presentaron limitaciones en lo operativo y financiero que han derivado en la
IMPOSIBILIDAD que la evaluación a los trabajadores pueda darse en ambos
rubros: enfermedades comunes y laborales, por lo cual, debemos aclarar la
(IN) COMPETENCIA del Hospital “Carlos Lanfranco LaHoz”, adscrito desde el
al Sector (y Ministerio) de Salud, en dicha labor

6. En efecto, de la lectura y revisión de los oficios adjunto a la presente, se podrá


constatar que el propio Ministerio de Salud, con ocasión de un requerimiento
judicial, y del propio RIMAC, ha reconocido expresamente que sus comisiones
médicas sólo están habilitadas para detectar o calificar enfermedades
COMUNES. Veamos:

(i) Oficio Circular Nº 399-2017-SG-CSJLI/PJ de fecha 05/06/2017, por el cual el


Se-cretario General del Poder Judicial informa a los Jueces Especializados y
de Paz Letrado en Materia Laboral el contenido del Oficio N° 1379-2017-
DGIESP/MINSA, que concluye lo siguiente:

4
(4) Este precedente actualmente se complementa con dos sentencias vinculantes:
STC N° 00799 -2014-PA/TC (Caso Flores Gallo) y N° 02677-2016-PA/TC (Caso Carrillo
Espejo).

8
1. El Dictamen de Grado de Invalidez para Enfermedad Profesional
y Accidente Laboral o de Trabajo, que es emitido únicamente,
por el Instituto Nacional de Rehabilitación Adriana Rebaza
Flores” Amistad Perú-Japón, a través del Comité Calificador del
Grado de Invalidez (CCGI). Este Comité resuelve las
discrepancias cuando la Compañía de Seguro Complementario
de Trabajo de Riesgo (SCTR), el tomador del seguro o la victima
de accidente no coincidieran en todo o en parte del certificado
del médico tratante, según lo establece el Decreto Supremo
003-98-SA y Resolución Ministerial Nº 069-2011/MINSA, para
los asegurados del Seguro Complementario de Trabajo de
Riesgo (SCTR).
2. El Certificado Médico de Incapacidad para enfermedad común y
accidente común, según lo establecido por el Decreto Ley N°
19990, Decreto Supremo N° 156-2005-EF y Resolución
Ministerial Nº 478-2005/ MINSA, que aprobó la Directiva
Sanitaria Nº 003-MINSA/DGSP-V01, que establece las
disposiciones específicas relacionadas a la evaluación médica
de la incapacidad, como también los criterios para la evaluación
de la incapacidad por enfermedades y accidentes COMUNES a
cargo de la comisión Médica Calificadora de la Incapacidad
(CMCI); no incluyéndose la calificación de las enfermedades
profesionales o accidentes laborales, siendo estas las únicas
comisiones médicas conformadas en los hospitales.

(ii) Oficio N° 2238-2013-DGSP/MINSA de fecha 19/08/2013 emitido por la


Dirección General de Salud de las Personas del MINSA, en respuesta a una
carta de RIMAC, cuya “Nota Informativa N°
025-2013-DGSP-DAIS-CD/MINSA” precisa las disposiciones legales bajo
cuyo amparo vienen actuando las Comisiones Médica para la emisión de
estos certificados de incapacidad o invalidez ocupacional, limitados
expresamente a los casos de accidentes y/o enfermedades COMUNES, por
tanto, son incompetentes en la declaración de enfermedades
OCUPACIONALES o LABORALES.

9
(iii) Oficio N° 4018-2011-DGSP/MINSA de fecha 24/08/2011 emitido por la misma
Dirección General del MINSA, también en respuesta a una carta de RIMAC,
en el cual precisa “(…) hacemos de su conocimiento, que la Directiva
Sanitaria 003-MINSA/DGSP-V-01, aprobada mediante la Resolución
Ministerial N° 478-2006/MINSA, describe los procedimientos técnicos para
calificar la Incapacidad por enfermedades y accidentes COMUNES. Asimismo,
en relación con la evaluación y calificación de la invalidez por accidente
de TRABAJO y enfermedad PROFESIONAL los hospitales del Ministerio
de Salud NO cuentan con comisión médicas para tal fin; solo en casos de
dirimencia el Instituto Nacional de Rehabilitación interviene como la instancia
única administrativa, de acuerdo con (…) Despacho Supremo N° 003-98-SA”.

7. De lo expuesto en los puntos precedentes, se concluye que la demanda es


infundada en la medida que el documento que pretende sustentar el
padecimiento del actor de diversas enfermedades respiratorias ocupacionales
(laborales) ha sido emitido en un Hospital Nacional adscrito al Sector
(Ministerio) de Salud, por tanto, carece de competencia para dicho fin, pues
está limitado, como se aprecia de los oficios citados, al pronunciamiento
únicamente sobre accidentes y enfermedades COMUNES.

II.4 HIPOACUSIA: NECESARIA ACREDITACIÓN DEL NEXO CAUSAL

1. En efecto, como se ha señalado en el fundamento 27 y en el literal j de la


Parte Re-solutiva de la STC N° 02513-2007-PA/TC, ciertas enfermedades
como la hipoacusia pueden ser adquiridas de forma común (por el desarrollo
regular de la vida, el envejecimiento, la exposición continua al ruido, entre
otros factores), razón por la cual se ha establecido como precedente
obligatorio que en esos casos el demandante tendrá la obligación de probar el
NEXO CAUSAL. Veamos lo resuelto:

2. Conforme al artículo VII del Título Preliminar del Código


Procesal Constitucional, se reitera como PRECEDENTES
VINCULANTES las reglas contenidas en los fundamentos 9, 11 ,
12, 14, 16, 17, 18, 24, 26, 27, 31 , 34, 37, 40, 42 Y 45, que son
las siguientes:

10
(…)
j. Para determinar si la hipoacusia es una enfermedad de
origen ocupacional es necesario acreditar la relación
de causalidad entre las condiciones de trabajo y la
enfermedad, para lo cual se tendrán en cuenta las
funciones qué desempeñaba el demandante en su
puesto de trabajo, el tiempo transcurrido entre la fecha de
cese y la fecha de determinación de la enfermedad,
además de las condiciones inherentes al propio lugar de
trabajo, es decir, que la relación de causalidad en esta
enfermedad no se presume sino que se tiene que
probar, dado que la hipoacusia se produce por la
exposición repetida y prolongada al ruido (…).

4. Para que exista nexo de causalidad entre el hecho generador del daño y la
supuesta conducta antijurídica (en este caso, el hecho dañoso imputado a
RIMAC de demorar el pago de la indemnización al accionante), primero
deberá acreditarse que actuamos antijurídicamente, lo que no ha sido
probado en autos, máxime si -al contrario- quedó demostrado que el
accionante ha OMITIDO, narrado e invocado enfermedades como la
hipoacusia sobre la cual no muestra ningún documento que la acredite.

5. En el presente caso, el demandante no logra acreditar de forma fehaciente


haber estado expuesto a ruido intenso y permanente, menos aún adjunta los
exámenes realizados que llevaron en el año 2006 a determinar que padece de
hipoacusia.

II.5 MANIFIESTA AUSENCIA DE PRUEBAS DE LA NEUMOCONIOSIS

1. El Perú es un país con un pasado eminentemente agrícola, pero desde inicios del
siglo pasado la minería es una de las bases fundamentales del desarrollo
económico; pese a ello la exposición de los trabajadores a los polvos tóxicos
propios de la extracción de los minerales y -en no pocos casos- la precaria
protección en sus labores, los condenan al deterioro acelerado de su salud,
siendo principalmente proclives al padecimiento de enfermedades pulmonares

11
degenerativas e irreversibles, con una mayor incidencia de la denominada
neumoconiosis (y sus variantes)5.
2. Para el Instituto Peruano de Seguridad Social (hoy EsSalud) la neumoconiosis es
la “enfermedad pulmonar producida por inhalación de partículas de polvo mineral
que produce alteración en el alveolo pulmonar de tipo irreversible. En nuestro
medio las formas más comunes de presentación son la silicosis (causada por el
sílice libre que se presenta en trabajadores de minas, con mayor incidencia en
aquellos que laboran en el subsuelo, siendo el periodo de exposición de riesgo
entre 6 ú 8 años, y cuya evolución clínica es progresiva) y la asbestosis
(producida por el asbesto: amianto, silicato de magnesio, etc.)” 6.

3. En palabras del propio Tribunal Constitucional, la neumoconiosis es “una


enfermedad profesional definida como una afección respiratoria, crónica,
progresiva e incurable, que tiene cuatro estadíos de evolución y es producida por
la inhalación, retención y reacción pulmonar al polvo de diversas sustancias
minerales, especialmente de sílice cristalina, por periodos prolongados. El
trastorno funcional más frecuente de la dolencia es la alteración ventilatoria
producida por la formación permanente de tejido cicatricial en los pulmones, que
provoca la pérdida de su elasticidad, requiriéndose de un mayor esfuerzo para
respirar” (STC N° 01008-2005-AA/TC, fundamento 11).

4. Según lo expuesto por el neumolólogo (especialista en enfermedades


profesionales), Dr. José Torres Sales (Informe Técnico que se adjunta), las
enfermedades ocupacionales del aparato respiratorio se originan por los
siguientes mecanismos:

a) Polvos minerales (inorganicos), que provocan fibrosis o depósitos con


reacción celular limitada, entre los que se incluyen los humos y polvos
metálicos. Dentro de este supuesto está incluida la neumoconiosis.
b) Polvos orgánicos, que pueden provocar asma o neumonía por
hipersensibilidad.
c) Gases y vapores químicos, que pueden causar lesiones agudas y
crónicas en el alveolo y las vías aéreas por un mecanismo imitativo o por
asma laboral.
5
(5) En Perú se adoptó para la evaluación y diagnóstico de la neumoconiosis los
lineamientos de la Clasificación Radiográfica Internacional de la OIT, como consta de la
Resolución Suprema N° 014-93-TR, publicada en “El Peruano” el 28/08/1993.
6
(6) IPSS. “Calificación de la Neumoconiosis (Ayuda Memoria)”. Lima, 1993, s/d.

12
De acuerdo a lo que indica dicho especialista, la exposición - efecto dependerá de
3 factores: (i) La concentración de polvo en el aire; (ii) El contenido de sílice libre
en las partículas de polvo; y (iii) La dosis de exposición acumulada (suma de la
duración de la exposición del trabajador y la concentración de polvo en el aire).

5. Como se apreciará del fundamento 26 del fallo comentado, el Tribunal


Constitucional ha establecido que en el caso de la neumoconiosis padecida por
trabajadores que laboraron en minas subterráneas o de tajo abierto (no
como el accionante, cuyas labores fueron como OPERADOR DE LA PLANTA
CONCENTRADORA 2DA) que el nexo o relación de causalidad se presume, al
tratarse de una enfermedad irreversible y degenerativa originada por la
exposición DIRECTA Y PERMANENTE a polvos minerales esclerógenos7.

6. Sin embargo, consideramos que para que proceda dicha exoneración de


acreditación del nexo de causalidad entre el padecimiento de la enfermedad y las
labores practicadas por el trabajador es indispensable constatar que en el
examen que se practicó se han tomado en cuenta los siguientes criterios mínimos
de evaluación8:

a) Anamnesis y cuadro clínico: historia clínica con especial incidencia en la


labor que desarrolló el asegurado en el pasado y la actualidad, y su
relación con los síntomas que se examinan, a efectos de establecer el
tiempo transcurrido entre la exposición y la aparición de éstos para valorar
la gravedad de la enfermedad9. Es importante establecer la relación entre
las labores desarrolladas por el trabajador y la posibilidad de inhalar el
polvo inorgánico capaz de producir la enfermedad, en la medida que al
contacto con el aire las partículas se difuminan, siendo inocuas.

Ello implica que el solo hecho de laborar en mina (más aún en un


centro de producción minero, metalúrgico o siderúrgico) no conlleva

7
(7) En el fundamento 27 del fallo comentado se precisa que dicha presunción no
opera para el caso de la hipoacusia (sordera), padecimiento que sí deberá ser
debidamente acreditado en relación al nexo causal (contingencia - labores).
8
(8) En igual sentido: MORALES CORRALES, Pedro. “Responsabilidad del Empleador
por los Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales”. En: Revista Peruana de
Derecho de la Empresa N° 59, Lima, 2005, páginas 47-104.
9
(9) Este criterio es concordante con la STC N° 01763-2005-PA/TC, en cuyos
fundamentos 7 a 10 se expresó la necesidad de contar con la HISTORIA CLÍNICA.

13
el inmediato padecimiento de una enfermedad pulmonar, pues
existen áreas que no están expuestas (por su contacto con el aire) a
dicha contaminación, como señala el Tribunal Constitucional para los
casos de: bodegueros, electricistas, mozos, conductores de
maquinaria pesada o vigilantes.

b) Diagnóstico por imágenes: la radiografía de tórax postero - anterior es


una condición indispensable para el diagnóstico de la neumoconiosis,
pues de no existir lesiones radiológicas no puede alegarse la existencia de
dicha enfermedad: es necesaria la verificación de opacidades
reticulonodulares en la radiografía, que se inician en los lóbulos superiores
y se derivan a los hilios.

El análisis de la placa radiográfica deberá consignar los siguientes datos:

(i) Estructura: si se trata de opacidades regulares (redondeadas) tipo


p, q o r, o si son irregulares, de tipo s, t o u.
(ii) Profusión: el grado de compromiso o nivel de la enfermedad en
base a una escala de 12 niveles que va desde el 0/- hasta el 3/+.
En este análisis será necesaria la participación de -al menos- tres
especialistas.

Si luego de la apreciación de la placa se establece una profusión 0/0


significa que el trabajador no padece neumoconiosis; si es de 1/0 existe
“sospecha de neumoconiosis”; a partir de 1/1 recién se podrá diagnosticar
la enfermedad.

c) Prueba funcional (espirometría): en un inicio, la neumoconiosis es


asintomática, por lo que no afecta en forma significativa la función
pulmonar, situación que varía una vez que ha evolucionado a los niveles II
y III, por lo cual es indispensable que el trabajador se someta a esta
prueba, que mide su capacidad respiratoria a partir del soplido a través de
un espirómetro homologado.

De acuerdo con el informe del Dr. Torres Sales, la neumoconiosis no


se presenta si el trabajador utilizó los medios de protección

14
adecuados, inclusive en el caso de no haberlo utilizado quedando
expuesto al polvo de sílice, solo 1 de cada 100 trabajadores corren el
riesgo de contraer dicha enfermedad10, pues se requiere exposición
permanente y directa.

d) Laboratorio (análisis de gases arteriales): la principal función de los pul-


mones es el intercambio gaseoso, por lo cual es necesario evaluar el
grado de dificultad respiratoria (disnea) por la alteración en los niveles de
O2, CO2, pH y HCO3, cuya variación debe relacionarse con las pruebas
espirométricas.

Este examen (junto a los señalados) servirá para diferenciar la


presencia de neumoconiosis respecto a anomalías en la función
respiratoria como: asma laboral, bronquitis por exposición al polvo o
tabaquismo.
8. En conclusión, si bien el Tribunal Constitucional ha establecido en el fallo
comentado la presunción del nexo de causalidad entre el padecimiento de la
neumoconiosis y la labor del trabajador de mina subterránea o tajo abierto,
consideramos que el examen médico a partir del cual el asegurado pretende el
reconocimiento de una pensión de invalidez del SCTR debe cumplir con los
criterios (pruebas) mínimos de evaluación arriba señalados, de lo contrario, el
juzgador debe requerir la realización del examen médico COMPLEMENTARIO en
el cual se acredite la realización de las cuatro pruebas clínicas mencionadas, de
lo contrario la demanda debe ser declarada infundada.

III. MEDIOS PROBATORIOS

Para acreditar los argumentos expuestos en la contestación, ofrecemos el mérito de:

1. El mérito del escrito de demanda, en cuyo Petitorio y Fundamentos de Hecho no


guardan relación exacta con el certificado médico de fecha 15/07/2016 sobre el
cual se basa su pedido de acceder al SCTR, existiendo una manifiesta
contradicción en el presente proceso.

10
(11) MORALES CORRALES, Pedro. Obra citada, página 56.

15
2. El mérito de la constancia de aseguramiento para acreditar de forma
fehaciente que el demandante contaba con cobertura vigente por el periodo
comprendido desde el 01/01/2008 hasta el 30/06/2009 por el empleador
declarado ZICSA CONTRATISTAS GENERALES S.A.

3. El mérito de la constancia de aseguramiento para acreditar de forma


fehaciente que el demandante contaba con cobertura vigente por el periodo
comprendido desde el 01/07/2010 hasta el 30/04/2011 por el empleador
declarado MINERA SUYAMARCA S.A.C.

3. El mérito de la Carta DOT.RRLL/2020-6469 de fecha 24/11/2020 con la


finalidad de acreditar que efectivamente RIMAC si cumplió con informar la
razón por la cual se rechazó su solicitud.

IV. ANEXOS DOCUMENTALES

Satisfaciendo los requisitos de admisibilidad y procedencia, adjuntamos a la


presente:
1.A. Copia simple de la Consulta R.U.C. de nuestra empresa.
1.B. Copia simple del D.N.I. de nuestro representante.
1.C. Copia simple del poder de nuestro representante.
1.D. Copia de la Carta DOT.RRLL/2020-6469 de fecha 24/11/2020.
1.E. Copia simple de los oficios y cartas del Poder Judicial, MINSA y RIMAC
1.F. Copia simple del Informe sobre Enfermedades Respiratorias
Ocupacionales.

POR TANTO
Sírvase tener por contestada la demanda y oportunamente declare
IMPROCEDENTE o INFUNDADA en todos sus extremos, según corresponda.

PRIMER OTROSI DICE: REPRESENTACIÓN POR ABOGADO


Por convenir a nuestro derecho y de acuerdo a lo dispuesto por el artículo 74 del
Código Procesal Civil, delegamos la representación prevista por el artículo 80 de

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dicho código a los abogados que autorizan el presente escrito, declarando estar
instruido de los alcances de la misma y ratificando como domicilio el indicado en la
introducción de la contestación.

SEGUNDO OTROSI DICE: SOLICITA INFORME ORAL


Considerando la complejidad (de forma y fondo) de los hechos y temas jurídicos que
rodean al presente caso, al amparo de lo establecido por el artículo 155 del T.U.O.
de la Ley Orgánica del Poder Judicial, solicitamos a su despacho se sirva señalar día
y hora para la realización del informe oral que realizará cualquiera de los abogados
que suscriben la presente, para lo cual precisamos correos electrónicos (con acceso
a Gmail) y número de celulares:
 cabanto@er.com.pe (996 397 761)
 lcancho@er.com.pe (989 561 656)

Lima, 30 de junio de 2021.

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