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EXPEDIENTE : 7344-2017

ESPECIALISTA : Dr. David Cabrera Huaman


ESCRITO : 02
INTERPONE RECURSO DE APELACIÓN DE
RESOLUCION TRES (AUTO Y SENTENCIA)

SEÑOR JUEZ DEL DECIMO JUZGADO DE TRABAJO

PERMANENTE
RODOLFO LINO RAMÍREZ ALEGRÍA ABOGADO DE
COMPAÑÍA MINERA SAYAPULLO S.A, en los
seguidos por Francisco Luis Coaquira Vilca, sobre
Indemnización por daños y perjuicios, a Ud. digo:

I. PRETENSION IMPUGNATORIA:
Que, dentro del término de ley, y por constituir derecho del recurrente
conforme lo estipula el articulo X del Título Preliminar del Código
Procesal Civil, interponemos recurso de apelación con efecto
suspensivo contra la Resolución tres que entre sus extremos declara I.
INFUNDADA la excepción de Prescripción Extintiva planteada por la
parte demandada CIA MINERA SAYAPULLO S.A ; II. FUNDADA EN
PARTE la demanda interpuesta por don Francisco Luis Coaquira Vilca
contra CIA Minera Sayapullo S.A, sobre indemnización por daños y
perjuicios en la modalidad de daño moral; en consecuencia ORDENA a
la demandada cancele la suma de S/. 20,000.00 (VEINTE MIL CON
OO/100 SOLES), por concepto de indemnización por daños y perjuicios
en la modalidad de daño moral, más intereses legales. III. Sin multa
con costas; fijando como honorarios profesionales a favor del letrado
una suma ascendente a S/. 1,500.00 (MIL QUINIENTOS CON 00/100
SOLES), MAS EL 5% de dicha suma a favor del CALL; con la finalidad
que sea la Instancia Superior la que con mejor criterio revoque y
reformándola declare FUNDADA la excepción de prescripción
extintiva planteada por la parte demandada, y en consecuencia nulo lo
actuado; o en su defecto declare INFUNDADA la demanda incoada por
Francisco Luis Coaquira Vilca sobre indemnización por daños y
perjuicios, con lo demás que lo contiene; en atención a los siguientes
fundamentos de hecho y derecho que paso a exponer a continuación.

II. ERRORES DE HECHO Y DERECHO DE LA RESOLUCION QUE


DESESTIMA LA EXCEPCION DE PRESCRIPCION EXTINTIVA
FORMULADA POR LA RECURRENTE:
II.1. Que la recurrente ha formulado la excepción de prescripción
extintiva de la acción, bajo el fundamento que la enfermedad
profesional (Neumoconiosis) adquirida por el demandante se
encuentra corroborado con el Informe Médico expedido por
ESSALUD de fecha 07 de noviembre de 2001, anexado como
medio probatorio por la demandante, por lo que de conformidad
con el 2001, inciso1 del Código Civil, la acción personal
prescribiría a los 10 años contados desde que tuvo conocimiento
que padecía de dicha enfermedad. Siendo así, el demandante
podía ejercer su derecho hasta por diez años, o sea hasta el 07
de noviembre de 2011 y no a la fecha de interposición de
demanda el cual data de octubre de 2017.
II.2. Que respecto ello, la juzgadora en su considerando segundo ha
establecido que de lo referido en audiencia por la parte
demandante, su demanda se sustenta en el Informe de
Evaluación Medica de Incapacidad –DS-166-2005-EF, de
fecha 22 de febrero de 2008, emitido por la comisión
evaluadora del Hospital “Víctor Lazarte Echegaray”. Así las
cosas, el plazo prescripción de los 10 años, culminaba el 22
de febrero de 2018, y la interposición de demanda fue el 12
de octubre de 2017, conforme al sello de recepción de mesa
de partes, encontrándose dentro del plazo para interponer
du demanda, en consecuencia, la excepción será declarada
INFUNDADA.

III. ERRORES DE HECHO Y DERECHO DE LA RESOLUCION QUE


AMPARA EN PARTE LA DEMANDA DE INDEMNIZACION POR
DAÑOS Y PERJUICIOS:
Respecto a los elementos de la responsabilidad civil:
III.1. La juzgadora en su fundamento tercero a.3) para establecer la
existencia del daño como primer elemento de la responsabilidad
civil, señala de forma errada que ésta se establecería en función
al cargo y función como obrero socavón de mina y la relación con
sílice y polvos, para tal efecto se remite a tener por cierto lo
alegado por el demandante en la audiencia, en el sentido que
“trabajaba en el interior mina, manejaba una perforadora que
sonaba peor que una catarpila, votaba humo, además señalo
que perforaba en seco porque no había agua y que por
terminar con sus labores tenía que perforar las piedras en
seco, ese mineral contenían: plomo, cobre plata, zinc y
sulfuro; todos esos minerales los inhala y contamine mi
cuerpo, porque la mina nunca nos dio los materiales de
protección y los trabajadores nos poníamos franelitas para
protegernos. No obstante, la juzgadora no expresa fundamento
que se avale en medio objetivo que evidencie que la CIA Minera
Sayapullo S.A, no proporciono los materiales de protección
adecuados para el desenvolvimientos de las actividades en el
interior mina, a pesar que se cumplió con presentar boletas y
facturas que daban cuenta de la compra de implementos de
seguridad e higiene para la distribución entres los trabajadores.
Además, no se consideró que por el transcurso del tiempo resulto
imposible presentar más documentales que den fe del
cumplimiento en prevención, seguridad y cuidado.
III.2. Asimismo, en el fundamento a.4, la juzgadora de forma errada
establece que en el caso de autos está probado el daño
consistente en la enfermedad profesional de neumoconiosis
pues, la parte demandante ha presentado las copias
legalizadas del Certificado Médico –DS. Nº166-2005-EF, de
fecha 09 de julio de 2008, expedido por el Hospital de
ESSALUD “Víctor Lazarte Echegaray”, en el cual la comisión
Medica Calificadora concluye que el demandante tiene
Neumoconiosis Estadio I (J62.8) con un menoscabo global
del 60% con fecha de inicio de incapacidad 02 de marzo de
1998. Asi como el Informe de evaluación médica de
incapacidad –DS-166-2005-EF, de fecha 22 de febrero de
2008, en el cual se acredita que; tiene Neumoconiosis en
grado II, siendo esta enfermedad irreversible. Sin embargo, ha
omitido pronunciarse sobre la posición del recurrente en el sentido
que el referido certificado médico no reuniría los requisitos que
todo certificado médico debería reunir respecto “Especialidad”, lo
que evidentemente le restaría valor probatorio para el presente
caso, pues se presentó del mismo modo exámenes
ocupacionales en distintos periodos (al salir de vacaciones y al
retornar) los cuales daban fe del buen estado de salud que
presentaba en aquel entonces el demandante, y resultaría
incongruente con lo que peticiona.
III.3. La juzgadora de forma errada en su fundamento a.9 establece
que es un hecho probado con el certificado de trabajo el
actor laboro para la empresa demandada, quien se dedica a
la actividad minera, desde el 04 de octubre de 1984 hasta el
28 de abril de 1998, en el cargo de Minero A, en la sección
interna de la mina. Asimismo, en la audiencia de
juzgamiento, el demandante ha precisado que en dicho cargo
ha realizado la labor de perforista, lo cual no ha sido
cuestionado por su contraparte, resultando de aplicación lo
establecido en el artículo 19 de la NLPT. Por tanto, existen
suficientes elementos para concluir que el demandante
padece de las enfermedades de Neumoconiosis grado II
(j62.8) e Hipoacusia Neurosensorial Severa. Sin embargo, no
expresa fundamento que explique en qué medida la actividad
desarrollada por el demandante desde el 04 de octubre de 1984
hasta el 28 de abril de 1998 se le podría atribuir a la recurrente,
pues como se fundamentó existe un intervalo de 20 años desde
que dejo de prestar sus servicios para la recurrente, de los cuales
de manera muy fácil el demandante pudo haber continuado
prestando servicios a otra empresa minera y en la cual
probablemente pudo contraer dichas enfermedades que solicitan
sean resarcidas por la recurrente. No debe perderse de vista que
hay exámenes ocupacionales practicados al demandante en
periodos distintos que concluyen que el demandante estaría
APTO, situación no considerada por la juzgadora.
III.4. Respecto al elemento de la antijurídica, en el sentido que la
demandada en su condición de empleadora del actor, tenía como
obligación el cuidado del ambiente adecuado de trabajo, además
de cumplir con todas las prescripciones legales, la juzgadora de
manera errada establece en su fundamento octavo, “no hay
evidencia en los actuados que la demandada haya cumplido
con su obligación de otorgar al actor los materiales
necesarios a efectos de prevenir el contacto directo con
polvos minerales, pues el propio demandante señalo en
audiencia de juzgamiento, que los trabajadores tenían que
cubrirse con franelitas, mucho menos para evitar los ruidos
propios de la actividad desempeñada por el accionante, que
ocasiono el daño su sentido de oído, tales como tapones,
audífonos u otro material que cumpla con tal finalidad.
Tampoco hay evidencia que se hayan adoptado las medidas
de seguridad y prevención necesarios a efectos de disminuir,
sino erradicar, el riesgo que la actividad de trabajo produce a
la persona del trabajador”. En este punto de igual forma la
juzgadora omite realizar una apreciación razonada de los hechos
con los medios probatorios ofrecidos por la recurrente,
consistentes en boletas y facturas que dan cuenta de la compra
de implementos de seguridad para los trabajadores que laboran
en el interior mina, así como del reglamento interno de seguridad
que tuvo que ser ejecutado por el personal, los cuales no han
podido ser presentados en mayor volumen en merito al tiempo
transcurrido desde que presto servicios el demandante a la
empresa.
III.5. Que respecto al elemento de la relación causal, la juzgadora en
su fundamento noveno de manera errada señala “en el
presente caso también concurriría, pues al haber quedado
probada la conducta antijurídica de la demandada, en su
condición de empleador, al haber incumplido con la dación
de las condiciones o anular el riesgo de contraer las
enfermedades profesionales de Neumoconiosis e
Hipoacusia como consecuencia de la ejecución de sus
servicios como Operador Mina A, Perforista. Por tanto,
queda determinado que la demandada incurrió en
inejecución de sus obligaciones derivadas del contrato de
trabajo en relación a la seguridad e higiene en el centro de
trabajo, constituyendo dicho incumplimiento una conducta
antijurídica capaz y suficiente de generar el daño acreditado
por el actor.”…Por tanto, si existe, una relación causal entre
labor desempeñada y las enfermedades profesionales. No
obstante, la juzgadora no fundamenta en que medida una
prestación de servicios prestada hace más de 20 años podría hoy
generar una enfermedad que sea objeto de resarcimiento, y como
es que los certificados médicos referidos cuya validez se ha
cuestionado pero que no ha sido objeto de pronunciamiento por la
jueza podría influir en el análisis del presente elemento de
responsabilidad civil. Y que resultaría si el demandante hubiera
continuado prestando servicios a otra empleadora minera que no
sea la recurrente, la emplazada se encontraría en la obligación de
cargar con tal obligación?. Pues consideramos que no resultaría
así.
III.6. Que respecto al elemento del factor de atribución, la juzgadora en
su fundamento decimo, desacertadamente establece “que
luego de la valoración de los hechos, concluye en la
presencia de culpa inexcusable , definido como negligencia
grave, por cuanto la empresa demandada, no obstante tener
pleno conocimiento del marco normativo y del peligro que
significaban la labores de su trabajador afectado, no tomo
las previsiones del caso a fin de protegerlos de los
elementos peligrosos durante el desempeño de sus labores,
lo que origino las enfermedades profesionales de
Neumoconiosis e Hipoacusia respecto de las cuales se
pretende su reparación”. Sin embargo, en este punto no se
consideró que la recurrente siempre conto con un reglamento
interno de seguridad, que normaba los tipos de labores, las
formas en que debían prestarse y los implementos que debían
acompañar, los cuales guardaban correspondencia con la
normatividad vigente. Aunado a que a los trabajadores siempre
anualmente se le realizaba sus exámenes ocupacionales y se les
proporcionaba los materiales e implementos necesarios para
ejecutar sus labores en óptimas condiciones, situación no
valorada ni desestimada a pesar que obran en autos los medios
probatorios anexados con tal finalidad. Ciñéndose a tomar por
cierto todo lo vertido por el demandante, vulnerando con ello
prerrogativas de nuestra ley adjetiva tal como la carga de la
prueba (la carga de la prueba corresponde a quien afirma hechos
que configuran su pretensión) lo que no se haya satisfecho en el
presente caso.
III.7. Respecto al quantun del monto indemnizatorio la juzgadora de
manera errada refiere en su fundamento undécimo que
“habiéndose demostrado de manera indirecta el daño moral
ocasionado por la enfermedad profesional de Neumoconiosis
e Hipoacusia y considerando las circunstancias en que los
hechos ocurrieron (edad, carga familiar, condición y otros)
se valoriza prudencialmente el daño moral en la suma de
S/.20,000.00 soles”. Sin embargo, al establecer el quantun la
juzgadora no desarrolla fundamento o criterio alguno sobre el cual
cuantifique el daño moral y lo peor no especifica sobre qué. Pues
conforme establece el 1984 del C.C el daño moral se indemniza
considerando su magnitud y menoscabo producido a la víctima o
a su familia, bajo esa perspectiva, en autos no obra ningún
reconocimiento médico o psicológico que establezca el grado o
magnitud de tal menoscabo en la psique, por tanto resultaría
absurdo que la juzgadora la establezca en base a subjetividades
o en la nada, siendo una arbitrariedad la de los órganos
jurisdiccionales que no utilizan criterios o métodos adecuados y
legales.
III.8. Respecto a la regulación de costas en detrimento de la
recurrente, consideramos excesiva la suma fijada como
honorarios profesionales por la juzgadora en su fundamento
décimo tercero, pues si no remitimos al iter procesal
encontraremos como acto procesal realizado por la demandante
solo la (demanda) la cual a resultado ambigua y incongruente
dentro de su contenido al confundir instituciones jurídicas que
intervienen en la indemnización por daños y perjuicios derivados
de responsabilidad civil extracontractual de la contractual, así
como el omitir que su patrocinado certifique su firma ante el
secretario del juzgado por ser analfabeto. Asimismo encontramos
que su participación en audiencia se haya solo constituida por dos
participaciones (Audiencia de Conciliación y Audiencia de
Juzgamiento) los cuales no ha revestido la mayor dificultad y en
sentido contrario se han hecho evidentes falencias en la defensa
(como el de no llevar a que certifique su firma el demandante por
ser analfabeto o por lo menos ponerlo en conocimiento y no
esperando a que recién en la audiencia de juzgamiento se
subsane un potencial vicio procesal que recién es advertido por la
juzgadora en la audiencia de juzgamiento.

IV. FUNDAMENTOS DE HECHO Y DERECHO QUE FUNDAMENTAN


PARA QUE SE ESTIME LA PRESCRIPCION EXTINTIVA DE LA
ACCION:
IV.1. Que

V. FUNDAMENTOS DE HECHO Y DERECHO QUE FUNDAMENTAN


PARA QUE SE DESETIME LA DEMANDA INCOADA:
V.1. Que

VI. FUNDAMENTACION JURIDICA:


 CODIGO CIVIL:

 CODIGO PROCESAL CIVIL:


Art. X del Título Preliminar.- Que prescribe, el proceso tiene dos
instancias, salvo disposición legal
distinta.
Art. 364°.- Que prescribe, que el objeto del recurso de apelación
tiene por objeto que el órgano jurisdiccional superior
examine, a solicitud de parte o tercero legitimado, la
resolución que les produzca agravio, con el propósito de
que sea anulada o revocada, total o parcialmente.
Art. 365°.2.- Que prescribe, la procedencia del recurso de apelación
contra las sentencias, excepto las impugnables con
recurso de casación y las excluidas por convenio entre
las partes.
Art. 366°.- Que prescribe, el que interpone apelación debe
fundamentarla, indicando el error de hecho o de
derecho incurrido en la resolución, precisando la
naturaleza del agravio y sustentando su pretensión
impugnatoria.
Art. 367°.- Que prescribe, los requisitos de admisibilidad y
procedencia que debe reunir todo recurso de apelación.
Art. 371°.- Que prescribe, procede la apelación con efecto
suspensivo contra las sentencias y auto que dan por
concluido el proceso o impiden su continuación, y en
los demás casos previstos en este Código.

 JURISPRUDENCIA:
“… (l)a excepción de falta de legitimidad para obrar del demandante
se plantea como medio de defensa, cuando el actor careciera de la
debida identificación entre su persona y la de a quien la ley
sustantiva le faculta hacer uso de su derecho de acción…”. (Exp. N°
4479-98, Sala de Procesos Abreviados y de Conocimiento,
Ledesma Narváez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 4,
Gaceta Jurídica, pp. 452-453).

VII. NATURALEZA DEL AGRAVIO:


Que el auto apelado nos causa agravio de naturaleza procesal,
económica y moral, ya que, el juzgador pretende promover la
actividad jurisdiccional respecto de una relación jurídica procesal
inválida, conforme se ha indicado.

VIII. ANEXOS:
3-A. Tres cédulas de notificación.

POR TANTO:
A Ud., Señor Juez, Solicito, se sirva
Admitir a trámite el presente y resolverlo conforme a ley.

Huacho, 28 de Abril del 2016.

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María Teresa Huamani Pérez

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Julio German Muñoz Giraldo

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