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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE BOLÍVAR

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES

PROGRAMA DE PSICOLOGÍA

Proyecto de investigación -Pregrado

RELACIÓN ENTRE LA MOTIVACIÓN PARA EL CAMBIO Y EL NÚMERO DE

RECAÍDAS DE DROGODEPENDIENTES QUE PARTICIPARON EN UN PROCESO DE

REHABILITACIÓN EN LA CIUDAD DE CARTAGENA.

ALEJANDRA LÓPEZ MURILLO

KHATERIN PÉREZ MUÑOZ

2019
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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE BOLÍVAR

Página de aprobación

“RELACIÓN ENTRE LA MOTIVACIÓN PARA EL CAMBIO Y EL NÚMERO DE

RECAÍDAS DE DROGODEPENDIENTES QUE PARTICIPARON EN UN PROCESO DE

REHABILITACIÓN EN LA CIUDAD DE CARTAGENA”

Alejandra López Murillo y Khaterin Paola Pérez Muñoz

Autoras

Elías Rafael Geney Castro

Asesor

Jurado: Susana de la Ossa y Marco Guataqui.

Fecha de aprobación: 13/05/2019

Calificación: 4.45.
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RESUMEN

El objetivo de esta investigación fue determinar la relación existente entre la

Motivación para cambio y el número de Recaídas en drogodependientes que participaron en un

proceso de rehabilitación en diferentes centros asistenciales de la ciudad de Cartagena. Para el

cumplimento de este objetivo se trabajó bajo un enfoque cuantitativo con un alcance

correlacional bajo diseño no experimental de tipo transversal. Con la finalidad de medir la

variable Motivación para el cambio se utilizó la Escala de Evaluación del Cambio de la

Universidad de Rhode Island-URICA la cual evalúa el grado de intención, disposición o actitud

en relación al cambio en cuatro estadios de cambio: Precontemplación, Contemplación, Acción

y Mantenimiento.

La muestra objeto estuvo compuesta por 50 participantes, 7 de sexo femenino y 43 de

sexo masculino con edades que oscilan entre 14 y 64 años de edad. La presente investigación se

realizó en tres fases: La primera fase, consistió en acudir a los centros seleccionados para

solicitar permiso para la participación de sus pacientes y obtener información necesaria para el

desarrollo de la investigación. Una vez se obtuvo la autorización de los centros, se convocó a

los participantes. La segunda fase, implicó la aplicación del instrumento a los participantes

autorizados, los cuales firmaron un consentimiento para participar en la investigación. En la

última fase, se utilizaron estadísticos descriptivos e inferenciales para obtener los resultados y

conclusiones de este estudio.

Los resultados de este estudio indican que los participantes recayeron entre 1 y 6 veces

y que un gran número de ellos recayó una vez luego de participar en un proceso de

rehabilitación. Además, se evidenció que más de la mitad de los participantes cuentan con un

nivel medio de Motivación para el cambio en cada uno de sus estadios (Precontemplación,

Contemplación, Acción y Mantenimiento). De manera general, los resultados exponen que la


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mayoría de los participantes, el 66% cuentan con una Motivación para el cambio en niveles

medios. Mientras, que solo el 16% poseen alta Motivación para el cambio y alrededor del 18%

mantienen su Motivación para el cambio en niveles bajos. Con respecto al objetivo principal de

este estudio, se observa que no existe una relación entre la Recaída y la Motivación para el

cambio.

En síntesis, se concluye que el consumo de drogas es visto como un problema no sólo a

nivel social, sino también psicológico, familiar y de salud pública. En este sentido, el impacto

del consumo de drogas se expande en todas las esferas de la vida del individuo y para mitigarlo

se han implementado diferentes estrategias, tanto para reducir la prevalencia del consumo como

el número de recaídas. De este modo, se puede concluir que, el proceso de Recaída es un

fenómeno multifactorial, ya que intervienen factores cognitivos, conductuales, emocionales,

psicológicos, psiquiátricos, espirituales, sociales, y ambientales, e identificarlos es útil para la

realización de una intervención eficaz.

En consecuencia, la Motivación para el cambio es uno de esos aspectos importantes

para la reducción de Recaídas y se debe promover en los centros de rehabilitación. En este

sentido, la medición de la Motivación para el cambio durante el proceso de rehabilitación

resulta muy útil, ya que el proceso de cambio varía a medida que se ubican en las diferentes

etapas y se podrían realizar intervenciones pertinentes de acuerdo al nivel y estadio de

motivación del paciente.

Palabras claves: Consumo; Drogodependientes; Motivación - Cambio; Rehabilitación;

Recaídas.
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Tabla de contenido

Capítulo I ...................................................................................................................................... 1

1.1 Introducción ..................................................................................................................... 1

1.2 Objetivos........................................................................................................................... 5

1.2.1 objetivos específicos. ................................................................................................... 5

1.3 Hipótesis ........................................................................................................................... 6

1.3.1 hipótesis de investigación. .......................................................................................... 6

1.3.2 hipótesis nula. .............................................................................................................. 6

Capítulo II ..................................................................................................................................... 7

2 Marco teórico ...................................................................................................................... 7

2.1 Motivación. ..................................................................................................................... 8

2.1.1 Motivación para el cambio. ...................................................................................... 10

2.2 trastornos adictivos. ..................................................................................................... 15

2.3 conductas adictivas. ..................................................................................................... 16

2.4 adicción. ........................................................................................................................ 17

2.5 Recaída. ......................................................................................................................... 19

2.6 centros de Atención, Tratamientos y Rehabilitación integral ................................. 24

Capítulo III .................................................................................................................................. 26

3. Metodología...................................................................................................................... 26

3.1.1 diseño de la investigación. ........................................................................................ 26

3.1.2 participantes. ............................................................................................................. 26


vi

3.1.3 criterios de inclusión. ................................................................................................ 27

3.1.4 criterios de exclusión................................................................................................. 28

3.1.5 instrumento. ............................................................................................................... 28

3.2 procedimiento. ............................................................................................................... 29

3.2.1 procedimiento estadístico. ........................................................................................ 31

3.3 consideraciones éticas.................................................................................................... 31

Capítulo IV .................................................................................................................................. 33

4 Resultados ......................................................................................................................... 33

4.1 número de Recaída ...................................................................................................... 33

4.2 caracterización del proceso de Motivación para el cambio ..................................... 34

4.3 relación de la variable Recaída y la Motivación para el cambio ............................. 40

Capítulo V ................................................................................................................................... 42

5.1 Discusión ........................................................................................................................ 42

5.2 Conclusiones .................................................................................................................. 48

Referencias .................................................................................................................................. 51

Apéndices .................................................................................................................................... 58

Apéndice N°1 ....................................................................................................................... 58

Apéndice N° 2 ...................................................................................................................... 61
Capítulo I

1.1 Introducción

A lo largo de la historia los cambios notables en la sociedad evidencian distintos

problemas sociales como, la delincuencia, los problemas de salud, la transmisión de

enfermedades, el empobrecimiento, el desempleo y la indigencia, estas últimas se relacionan

con el consumo adictivo de sustancias siendo las adicciones una de las problemáticas más

notables en estos últimos tiempos (Alpízar, Benavides, & Hernández, 2016). Se entiende como

adicción el estado donde el paciente pierde el control de sus pensamientos y acciones,

priorizando lo relacionado con la actividad adictiva y persistiendo con esta a pesar de las

consecuencias adversas, así como se adquiere una dependencia cada vez mayor de esa conducta

dando como resultado un deterioro en las esferas familiar, social, académica y laboral

(Fernández & López, 2010).

Las adicciones se encuentran clasificadas en químicas y conductuales (Becoña y Cortés,

2016). Las primeras se refieren al consumo incontrolable de sustancias y las segundas se

constituyen en "hábitos de conducta aparentemente inofensivos que, en determinadas

circunstancias, pueden convertirse en adictivos e interferir gravemente en la vida cotidiana de

las personas afectadas” (Cía, 2018, p.32). Si bien existen dos tipos de adicciones, en el Manual

Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales en su quinta versión (DSM - V) se

prioriza como una adicción la referente al consumo de sustancias, tales como el alcohol, la

cafeína, el cannabis, los alucinógenos, los inhalantes, los opiáceos, los sedantes, hipnóticos y

ansiolíticos, los estimulantes, el tabaco, y otras sustancias (o sustancias desconocidas), de las

cuales se evidencia un curso trazado y criterios diagnósticos disponibles. A diferencia de las

adicciones conductuales, solo se incluyen los criterios diagnósticos del juego patológico en el
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DSM-V, aunque existen varias, entre ellas adicción al trabajo, al sexo, al internet, al televisor, a

los teléfonos móviles, a las compras y los videojuegos (Becoña y Cortés, 2016).

Las adicciones químicas son las más comunes, se estima que “un cuarto de billón de

personas o aproximadamente el 5 % de la población adulta entre los 15 y 64 años consumió

drogas por lo menos una vez en el 2015” (Observatorio de Drogas de Colombia, 2017, p. 27).

Cada día se ve “un aumento en el consumo de cualquier sustancias (marihuana, cocaína,

basuco, éxtasis o heroína), tanto en la prevalencia de uso alguna vez en la vida del 8,8% en

2008 al 12,2% en 2013, como en uso durante el último año del 2,6% al 3,6%” (Observatorio de

Drogas de Colombia, 2017, p. 30).

Por consiguiente, el aumento en el consumo de este tipo de sustancias está influenciado

por diversos factores de riesgos, que incitan y mantienen la conducta adictiva, tanto a nivel

intrínseco como extrínseco. A nivel intrínseco, se encuentran factores psicológicos y biológicos

propios del individuo como la baja autoestima, inestabilidad emocional y predisposición

genética, y a nivel extrínseco, la influencia del grupo de pares, disponibilidad de sustancias en

el entorno, presencia de síntomas depresivos, abandono escolar, consumo en la familia, uso de

sustancias «gatillo» como el tabaco y el alcohol (Soto, Carrillo, Cassiani, Munévar, y Cardona,

2016).

Debido a las implicaciones físicas, sociales y comportamentales que genera el consumo

de sustancias, se han propuesto diversas estrategias tanto legales como de salud pública y

psicológicas. Desde el aspecto legal se han implementado leyes que restringen el consumo de

sustancias, como lo dice la ley 30 de 1986 que menciona en su artículo 3:

“Reglamentada por el Decreto Nacional 3788 de 1986. La producción, fabricación,

exportación, importación, distribución, comercio, uso y posesión de estupefacientes, lo

mismo que el cultivo de plantas de las cuales éstos se produzcan, se limitará a los fines
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médicos y científicos, conforme la reglamentación que para el efecto expida el

Ministerio de salud”.

Desde la salud pública, encontramos las instituciones prestadoras de servicio,

tratamiento y rehabilitación, en los cuales los drogodependientes se institucionalizan y les

brindan atención pedagógicas, profilácticas y terapéuticas (Quintero y Posada, 2013). Cada uno

de estos centros regidos por la Ley 1566 de 2016, la cual reconoce que el consumo, abuso y

adicción a las drogas son problemas de salud pública, por tal motivo, deben ser tratados como

una enfermedad que requiere atención integral.

Desde la Psicología, se encuentran estrategias de intervención, entre las cuales se

distinguen dos categorías: las intervenciones que colocan el énfasis en el trabajo con terceros

significativos y las que principalmente trabajan con la motivación del sujeto en forma

individual. En estas últimas se destacan los aportes del Modelo Transteórico de Prochaska y

DiClemente en 1984, específicamente la teoría de Motivación para el cambio y de la

“Entrevista Motivacional” de Miller y Rollnick en 1999 (López, 2009).

A pesar de los esfuerzos, las estrategias utilizadas en Colombia para el tratamiento de

las drogas ilegales no han sido suficientes, muestra de ello son las estadísticas que revelan

como el consumo de sustancias está en crecimiento. Asimismo, observamos políticas, redes y

servicios que resultan insuficientes para una adecuada atención en salud, a raíz de la

categorización del problema en el ámbito de la legalidad y no en el ámbito de la salud pública

(Quintero y Posada, 2013). De igual forma, en los programas de rehabilitación se evidencia una

alta probabilidad de Recaídas no solo asociadas a las estrategias de intervención, sino también a

la influencia de los factores de riesgo, pues la persona luego de pasar por cierto periodo de

abstinencia, recae y vuelve a consumir la cantidad base o aumenta la dosis. La Recaída se

entiende dentro del Modelo de prevención de Recaídas como una fase transitoria en la cual se
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presenta la posibilidad que el individuo regrese a la conducta problema que se presentaba antes

de la intervención (Sánchez y Llorente, 2012).

En este sentido, se tienen que incluir en las estrategias de intervención la utilización de

los factores protectores, siendo uno de estos la Motivación para el cambio, que busca el deseo

propio por querer cambiar las conductas adictivas, y así, contrarrestar de forma eficiente el

problema. La anterior es definida como “una condición dinámica y no estática” (Weller, 2013,

p.17) que influyen sobre el éxito (abstinencia) o la suspensión del tratamiento (Recaída). En

este sentido, la Motivación para el cambio es un aspecto intrínseco que repercute sobre

cualquier intento de cambiar algún aspecto de la vida. Maslow (1992) menciona que la

motivación es un proceso intrínseco y este se manifiesta según el grado de interés para el ser, es

decir, que éste se va a motivar en la medida que adquiera beneficios de esa conducta o suceso

específico (como se cita en García, Londoño & Ortiz, 2016).

Por lo tanto, a pesar de las diversas estrategias implementadas para la rehabilitación de

drogodependientes “queda manifiesta la necesidad de implementar estrategias integrales que

busquen la dignidad de lo humano y realmente procuren bienestar y salud al medio social”

(Quintero y Posada, 2013, p. 378). Por lo anterior, es necesario estudiar la influencia de la

Motivación para el cambio sobre el número de Recaídas, vista como una posible solución para

un periodo de abstinencia estable o duradera. Con ello, las instituciones podrían implementar,

reestructurar o modificar nuevas estrategias de intervención. Éstas incluirían la promoción de la

Motivación para el cambio en las personas drogodependientes, para poder minimizar el riesgo

de Recaídas a lo largo o culminado el proceso de rehabilitación y que se pueda garantizar una

perdurabilidad del periodo de abstinencia. De igual forma, fortalecer el sustento teórico sobre

la Motivación para el cambio relacionada con las adicciones.


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Además, es un tema importante y benéfico para los drogodependientes, para las

instituciones correspondientes y toda la población en general, es por esto que la investigación

apunta a determinar la existencia de una relación entre Motivación para el cambio y el número

de Recaídas en drogodependientes.

Los postulados anteriormente mencionados conllevan al siguiente interrogante:

¿Existe una relación entre la Motivación para el cambio y el número de Recaídas en

drogodependientes que han participado en un proceso de rehabilitación?

1.2 Objetivos

Determinar la relación existente entre la Motivación para cambio y el número de

Recaída en drogodependientes que participaron en un proceso de rehabilitación en diferentes

centros asistenciales de la ciudad de Cartagena.

1.2.1 objetivos específicos.

● Identificar el número de Recaídas de drogodependientes que participaron en un proceso

de rehabilitación.

● Caracterizar el proceso de Motivación para el cambio en sus diferentes estadios en

drogodependientes que recayeron después de participar en un proceso de rehabilitación.

● Identificar sí existe relación entre la Motivación para el cambio y el número de

Recaídas en drogodependientes que recayeron después de participar en un proceso de

rehabilitación.
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1.3 Hipótesis

La Motivación para el cambio se relaciona con el número de Recaídas en

drogodependientes que han participado en un proceso de rehabilitación en diferentes centros

asistenciales de la ciudad de Cartagena.

1.3.1 hipótesis de investigación.

Mayor Motivación para el cambio menor número de Recaídas.

1.3.2 hipótesis nula.

No existe relación entre la Motivación para el cambio y el número de Recaídas.


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Capítulo II

2 Marco teórico

La presente investigación está basada en el Modelo Transteórico de Prochaska y

Diclemente (1984) fundamentado en la Motivación para el cambio, la cual ha sido abordada

desde distintos aspectos en diferentes investigaciones, entre las cuales se encuentra las

relacionadas con las adicciones. La investigación de Blanco y Jiménez (2015) que tenía como

objetivo determinar factores de riesgo para Recaídas en adolescentes, hallaron en sus resultados

que los aspectos intrapersonales, como regulación emocional, control atencional, estado

emocional negativo y búsqueda de sensaciones positivas son considerados factores de riesgo.

Adicionalmente, los resultados aportan que el motivo principal para mantenerse abstinentes es

el deseo de no volver a consumir de nuevo, lo que nos lleva a decir que estar motivado para

cambiar una conducta puede ir de la mano con la posibilidad de cumplir un objetivo de cambio.

Así como éste hay otros estudios que demuestran diferentes factores que influyen en

que un drogodependiente recaiga luego de haber pasado por un periodo de abstinencia, como es

el estudio de Portilla (2016) que tenía como objetivo identificar distintos factores influyentes en

las Recaídas, desde aspectos demográficos, patologías y características propias de sustancias.

En este se encontró que el mayor número de personas Recaídas eran hombres,

policonsumidores, es decir, consumían más de una sustancia activamente, además, identificaron

que un 75.45 % de los pacientes que recayeron tenían un consumo mayor a 5 años.

En un estudio que tenía por objetivo evidenciar la concurrencia en los estadios de

cambio de la Motivación para pacientes drogodependientes, los resultados arrojados fueron que

al inicio del tratamiento el 33% de la población estaban en las dos primeras etapas del cambio,

Precontemplación y Contemplación, y al final del mismo el porcentaje se redujo al 32%; por el


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contrario, al inicio del tratamiento el 66% de la población se encontraba en las últimas etapas,

Acción y Mantenimiento, y al final, aumentó al 68%. En síntesis, el porcentaje de los pacientes

en las primeras etapas se redujo y en las últimas se evidenció un aumento de estos. Sin

embargo, aunque se encuentren diferencias estos cambios no son significativos, por lo que se

dice que el tratamiento no logró aumentar la Motivación para el cambio de la conducta adictiva

(Jara, 2008).

En el trabajo de Weller (2013) que tiene como objetivo analizar la Motivación para el

cambio en dos grupos, uno que se encuentra en el inicio del programa y el otro finalizando este,

se encontró que no existen diferencias significativas en las etapas de cambio cuando inicia el

tratamiento y cuando está por terminar, a excepción del estadio de Acción, lo que indica que se

evidencian conductas cambiantes, pero aún no se ha logrado el cambio deseado sino hasta que

se tenga una permanencia en este estadio.

Con respecto a los reincidentes y primerizos al inicio y al final del tratamiento, se

observó que hay diferencias significativas en la etapa de Contemplación, por el contrario, en el

resto de las etapas no se identificaron diferencias significativas. En conclusión, la autora

destaca que en los tratamientos atienden de forma incompleta la disposición motivacional, por

lo que se dificulta pronosticar resultados estables, ella considera que la entrevista motivacional

“puede ser una gran contribución para incrementar la adherencia al tratamiento y optimizar los

resultados” (p. 39-40).

2.1 Motivación.

Remontado a los antiguos filósofos como son Platón y Aristóteles, se encuentra el

término motivación, apuntando así a describirla como lo proveniente de un alma tripartita:

apetitivo, competitivo y calculador o nutritiva, sensible y racional respectivamente (Reeve,


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2010). Sin embargo, no todo fue una visión triada de la motivación, este pensamiento fue

cambiando y empezaron a proponer la dualidad del ser humano, cuerpo y mente, haciendo

parte también de la motivación. De este modo, se asocia el cuerpo con lo irracional y la mente

con la voluntad. “Para Descartes, la fuerza motivacional máxima era la voluntad [...] La

voluntad era una facultad (poder) de la mente que controla los apetitos y pasiones corporales”

(Reeve, 2010, p. 20).

A partir de estas perspectivas se fueron realizando estudios sobre motivación, pero,

delimitando tres grandes teorías: voluntad, la cual puede ser definida como la acción consciente

de elegir entre no actuar o actuar (como se cita en Reeve, 2010). Instinto, partiendo desde la

Teoría de Darwin (1859, 1872) donde menciona que los animales actúan automáticamente y

que esta automaticidad es heredada. “McDougall (1908, 1926) consideraba que los instintos

eran fuerzas motivacionales irracionales e impulsivas que orientaban a la persona hacia una

meta en particular.” (Reeve, 2010, p. 21). Sin embargo, estas dos teorías fueron negadas

radicalmente por los psicólogos y surgió una tercera “gran teoría”, la de la pulsión. La pulsión

vista como deficiencias corporales que motivan cualquier conducta (Reeve, 2010).

Freud (1915) propuso una teoría basada en cuatro elementos: primero la fuente, que no

era más que las deficiencias corporales que luego se convertían en pulsiones psicológicas, las

cuales contenían una fuerza que elimina tal deficiencia y que él llamó ímpetu, pero, para

alcanzar esto se experimentaba ansiedad a nivel psicológico lo que impulsaba la búsqueda

motivacional, es decir, el objetivo y el fin siendo estos los dos elementos restantes. Sin

embargo, la pulsión también fue una teoría que se descartó para explicar la motivación. Pasada

esta época de “grandes teorías” para explicar la motivación, se empezaron a hacer cambios en

la formulación de teorías, ya se miraban aspectos más específicos formulando así mini teorías
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como la de autoeficacia de Bandura (1977), el establecimiento de metas de Locke (1968) o los

autoesquemas de Markus(1977) (Reeve, 2010).

A mediados del siglo pasado se tenía otra mirada del término, partiendo de que los

humanos y animales son seres pasivos y la función de la motivación es activarlos. La

motivación, entonces, es un proceso en el cual se inicia una acción, se mantiene y se regula su

progreso. Pero, los humanos siempre están activos y de acuerdo con lo anterior, entonces,

siempre existe motivación en ellos (Reeve, 2010).

A partir de los años 1990, los estudios sobre motivación dieron un giro crucial, ya no se

veía la motivación como causada por un solo aspecto sino que se dio una perspectiva multinivel

como bien menciona Reeve (2010) “la mayoría de los estados motivacionales se pueden (y, de

hecho, se deben) comprender a múltiples niveles; a nivel neurológico, cognitivo, social y

demás” (p. 31). Así, a lo largo de la historia se ha pasado por múltiples maneras de definir la

motivación, pasando por muchas decepciones luego de proponer teorías.

Actualmente, encontramos definiciones como la que nos dice que es un proceso a

través del cual el individuo es capaz de proponerse una meta, utilizando los recursos necesarios

para alcanzarla. De igual forma se dice que se trata de un proceso vigoroso que rige el

comportamiento de las personas (como se cita en Naranjo, 2009).

2.1.1 Motivación para el cambio.

A partir de la consciencia de un problema específico, se desprende un deseo por

querer cambiar ligado a la Motivación de cada individuo. En este sentido el constructo

de Motivación para el cambio se puede incluir en temáticas centrales como lo son el

abuso de drogas. A modo de conocer cómo intencionalmente las personas cambian sus

conductas problemáticas, existe un Modelo Transteórico (1984) desarrollado por


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Prochaska y Diclemente (1984), el cual sugiere que los individuos que se encuentran

motivados son aquellos que modificarán su comportamiento, en este caso, el adictivo

(Prochaska, Diclemente & Norcross, 1994).

El Modelo se basa en tres aspectos del cambio, los estadios del cambio, los

procesos del cambio, y los niveles de cambio. Los primeros corresponden a una

fragmentación del proceso de cambio basado en la Motivación de cada individuo para

cambiar sus comportamientos problemas, es decir, la evolución desde que se tiene la

percepción del problema hasta que extingue la conducta, siendo cinco estadios:

Precontemplación, Contemplación, Preparación, Acción y Mantenimiento. Los procesos

del cambio, como segundo aspecto, se refiere a cómo se evidencia el cambio, es decir,

las acciones experimentadas por el individuo para alcanzarlo, siendo estas

concientización, autoreevaluación, autoreevaluación social, autoliberación, liberación

social, relieve dramático, contracondicionamiento, control de estímulos, manejo de lo

eventual y relaciones de ayuda. El último aspecto, los niveles del cambio, hacen

referencia a aquello que debe ser cambiado, es decir, los principales focos que se deben

intervenir: síntomas/situacional, cogniciones desadaptadas, conflictos interpersonales

actuales, conflictos sistemáticos y conflictos intrapersonales (Weller, 2013).

En síntesis, el Modelo se basa en tres aspectos del cambio, los estadios, los

procesos y los niveles de cambio, específicamente nos centraremos en los estadios del

cambio, por los cuales deben transitar los drogodependientes para modificar la conducta

adictiva. Éstos se caracterizan por:

● Estadio de Precontemplación: ésta fase es característica por el no

reconocimiento del problema, viendo el cambio como obligatorio por

algo o alguien, es decir, por factores externos más que por ser
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identificada la conducta como problemática. Se accede al cambio

normalmente por presión, una vez terminada tal presión vuelven a la

conducta normativa.

● Estadio de Contemplación: en esta etapa la persona es consciente de su

problema, sin embargo, solo está pensando cómo salir de él. Pueden

llevar varios periodos de tiempos inmersos en esta etapa sin notar ningún

avance. Se hacen evidentes los debates entre las consecuencias negativas

de la problemática y las posibles soluciones para el problema que traería

consigo un cambio.

● Estadio de Preparación: en esta etapa es más evidente la búsqueda de

soluciones para lograr lo deseado, sin embargo, no se ha actuado. Está

próximo a que se vean los primeros cambios. Esta también es llamada

toma de decisiones.

● Estadio de Acción: en esta etapa la persona ha exteriorizada todo los

deseos de cambio que antes tenía, sus conductas cambiantes son

evidentes en su entorno, implican desgaste en todos los aspectos de la

persona y se considera que se encuentran en esta etapa cuando sus

conductas modificadas han superado 6 meses de acción.

● Estadio de Mantenimiento: en este punto ya no se trabaja por cambiar, se

trabaja en consolidar todo lo propuesto y prevenir posibles Recaídas

hacia las conductas no deseadas. Manteniendo todo el cambio por tiempo

indeterminado.

Con lo explicado anteriormente, se evidencia que el cambio de un individuo se

lleva a cabo como un proceso, es decir, paso a paso y no como un resultado al cual se
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llega después de pasar por diferentes etapas (Villalobos, 2017). En este sentido, es

necesario que cada individuo explore los cinco estadios del cambio, los cuales son

etapas que el individuo debe repetir hasta que logre el cambio conductual esperado. Por

el contrario, si el individuo no lo obtiene, éste pasará a una sexta etapa, llamada Recaída

(Lingstuyl y Urdaneta, 2010). En términos generales, el cambio de la conducta se

realiza a medida que se atraviesan las etapas, pero para tener éxito en este camino se

necesita de procesos cognitivos y conductuales, por lo que la Motivación será un

proceso decisivo para pasar de un estadio a otro. Hay que recalcar que este camino no es

lineal, es cíclico, puesto que el sujeto puede recaer y reiniciar el ciclo (como se cita en

Aspano, Lobato, Leyton, Bautista, & Jiménez, 2016).

Cada individuo cuenta con factores personales tales como, creencias, valores,

costumbres, medio familiar y social que facilita la modificación de su actitud con

respecto al cambio de la conducta problema y dependiendo de estos factores, el

individuo se ubicará en una etapa específica y de ahí comenzará su ruta hasta llegar al

estadio Acción (como se cita en Fuentes y Díaz, 2009). La actitud de cada individuo

dependerá del estadio donde esté ubicado, por lo que estando en Precontemplación, los

sujetos no tendrán intención de reducir la conducta adictiva, en Contemplación, tienen

la intención de reducir la conducta adictiva, pero no se comprometen, en Preparación

tienen intención de desprenderse de la conducta adictiva, en Acción no realizarán la

conducta adictiva de forma regular y en Mantenimiento no realizan la conducta adictiva

desde hace más de seis meses (Aspano et al., 2016).

Asimismo, se utilizan los diferentes procesos para poder avanzar por cada una

de las etapas o estadios del cambio (Como se cita en Weller 2013, p. 18-19). Estos se

caracterizan por:
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1. Aumento de la concienciación. Consiste en un incremento del

procesamiento de la información asociada al consumo y a los beneficios de

modificar la conducta adictiva.

2. Autorreevaluación. Es la valoración afectiva y cognitiva del impacto

que la conducta adictiva tiene sobre la manera de ser de uno mismo y sus

valores, e incluye el reconocimiento de la significativa mejora que implicaría

para su vida modificarla.

3. Reevaluación ambiental. Consiste en una valoración del estado actual

de las relaciones interpersonales y su situación vital general, y en el

reconocimiento de las consecuencias positivas que traería consigo un cese de la

conducta adictiva.

4. Relieve dramático. Es la experimentación y expresión de las

reacciones emocionales negativas y sus consecuencias, asociadas a la conducta

adictiva.

5. Autoliberación. Representa un compromiso personal que incremente

la capacidad de decidir y elegir, implica incorporar la creencia de que uno puede

ser la clave de un proceso de cambio, ya que las habilidades necesarias pueden

desarrollarse.

6. Liberación social. Representa un aumento en la voluntad del sujeto

para adquirir un repertorio personal de alternativas adaptativas, habiendo

entendido los efectos personales y sociales de la conducta adictiva.

7. Manejo de contingencias. Es una estrategia conductual que incrementa

las probabilidades de que ocurran las conductas de cambio, incorporando auto

refuerzos de la conducta saludable.


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8. Relaciones de ayuda. Representa la existencia y utilización del apoyo

social (familia, amistades, etc.) que pueda facilitar el proceso de cambio de la

conducta adictiva.

9. Contracondicionamiento. Es una estrategia cognitivo-conductual cuyo

objetivo es modificar las respuestas cognitivas, fisiológicas y motoras a los

estímulos condicionados por la conducta adictiva, desarrollando conductas

alternativas.

10. Control de estímulos. Consiste básicamente en evitar la exposición a

situaciones de alto riesgo para el consumo.

2.2 trastornos adictivos.

Perder el control sobre una conducta determinada y que al existir ausencia de esta

provoque sensaciones negativas, es considerado como adición a tal conducta.

“La persona con una conducta adictiva no tiene control sobre esa conducta, además de

que la misma le produce dependencia, tolerancia, síndrome de abstinencia y una incidencia

negativa muy importante en su vida” (Becoña y Cortés, 2016, p. 15). Sin embargo, no todas las

conductas adictivas son consideradas como trastornos adictivos, considerando estos como

alteraciones en el individuo de carácter patológico.

La Asociación Americana de Psiquiatría, Manual diagnóstico y estadístico de los

trastornos mentales (DSM-5®) (2014) considera como trastornos adictivos a aquello que

“provoca una activación directa del sistema de recompensa del cerebro que participa en el

refuerzo de los comportamientos y la producción de recuerdos, provocan una activación tan

intensa del sistema de recompensa que se ignoran las actividades normales” (p. 253).
16

En este sentido, dentro de este manual están incluidos como trastornos, las adicciones al

consumo de sustancia y el juego patológico. Este último debido a que estos comportamientos

activan el sistema de recompensa de forma similar que el consumo de sustancias. Además, allí

se especifican los trastornos dependiendo el tipo de sustancia consumida (alcohol, cafeína,

cannabis, alucinógenos, fenciclidina, inhalantes, opiáceos, sedantes, hipnóticos y ansiolíticos,

estimulantes, tabaco y otras sustancias o sustancias desconocidas) y los trastornos inducidos por

estas sustancias, intoxicación o abstinencia.

2.3 conductas adictivas.

Hoy día podemos encontrar adicciones de diferentes tipos, conductas adictivas que van

desde el sexo hasta las drogas, entrando en una gran clasificación de adicciones psicológicas y

adicciones químicas. Una de las más usuales en el entorno terapéutico según Fernández y

López (2010) es “la dependencia del juego que se caracteriza por la incapacidad, por parte del

ludópata, para controlar su impulso a jugar y por el desarrollo de una relación de dependencia

con respecto al juego” (p. 4). Además, este tipo de adicción ha sido incluida en la última

versión del Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales como una conducta

adictiva, la única adicción en este manual luego de las sustancias psicoactivas. Por otro lado, se

mencionan adicciones a situaciones cotidianas y totalmente normales como es el caso de la

adicción al trabajo, está también mencionada por los anteriores autores como “La necesidad

irrefrenable de dedicar su vida y tiempo al trabajo de un modo central y excesivo, lo cual, lleva

al adicto a sentirse insatisfecho o irritable cuando se encuentra alejado de la actividad laboral”

(Fernández y López, 2010, p. 5).


17

Asimismo, en el texto de Fernández y López (2010), se identificaron adicciones a

aspectos conocidos como las necesidades de todo ser vivo, como la adicción a la comida, la

cual:

“supone la presencia regular de atracones sin control por parte del sujeto.

Precedidos de una sensación de hambre voraz incontenible, y suponen la ingestión -

habitualmente en solitario o a escondidas- de una gran cantidad de alimentos [...] de alto

valor calórico [...] hasta que el sujeto se encuentra desagradablemente lleno.” (p. 6).

En este sentido, cualquier conducta puede llegar a ser adictiva, desde los aspectos

considerados como necesidades propias del ser humano, hasta actividades que no son

importantes dentro de la cotidianidad.

Existen varios aspectos característicos de las conductas adictivas como lo son la pérdida

de control, el síndrome de abstinencia, la tolerancia de la conducta, la intoxicación, la

polidependencia, la relación con alguna patología orgánica, psicológica o psiquiátrica y graves

problemas en las diversas esferas (física/sanitaria, personal, familiar, laboral y social) (Becoña

y Cortés, 2016).

Por último, “la conducta adictiva es un producto del aprendizaje a largo plazo, por lo

que los procesos cognitivos que se ponen en marcha son rápidos y automáticos. De manera que,

para lograr inhibir la conducta, se hace necesario realizar un esfuerzo cognitivo importante”

(Como se cita en Regadera, 2015, p. 41).

2.4 adicción.

El término adicción, no solo abarca la dependencia a sustancias psicoactivas como muy

a menudo se expresa. Este abarca múltiples aspectos que van siendo más amplios a medida que

pasa el tiempo, muchas conductas pueden ser potencialmente adictivas, siempre y cuando se
18

mantengan los criterios para considerarse adictiva, tal como lo menciona Odriozola (2012)

“cualquier actividad normal percibida como placentera es susceptible de convertirse en una

conducta adictiva.” (p. 436),

Sin embargo, cuando se menciona el término adicción es normal pensar en drogadictos,

es la forma más usual para hacer referencia a las adicciones alrededor del mundo, como bien se

plantea en la Asociación Americana de Psiquiatría, Manual diagnóstico y estadístico de los

trastornos mentales (DSM-5®), 5a Ed. Arlington, VA, Asociación Americana de Psiquiatría,

2014:

“el término adicción es de uso habitual en muchos países para describir

problemas graves relacionados con el consumo compulsivo y habitual de sustancias. Se

utiliza la expresión más neutra trastorno por consumo de sustancias para describir el

amplio abanico de un trastorno, desde un estado leve a uno grave, de consumo

compulsivo y continuamente recidivante. Algunos clínicos preferirán utilizar la palabra

adicción para describir las presentaciones más extremas, pero esta palabra se ha omitido

de la terminología oficial del diagnóstico de consumo de sustancias del DSM-5 a causa

de su definición incierta y su posible connotación negativa” (p. 485).

Existen diversa definiciones del término adicción, con múltiples diferencias pero todas

apuntando a un mismo sentido, definiéndola como una enfermedad que está acompañada de

compulsión y dependencia. El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (2008) por su parte

menciona que “La adicción se define como una enfermedad crónica del cerebro con Recaídas,

caracterizadas por la búsqueda y el uso compulsivo de drogas, a pesar de las consecuencias

nocivas” (p. 5). Sin embargo, estas definiciones tienen connotaciones negativas y existen

diferentes términos que se utilizan muchas veces para describir lo mismo, aun cuando estos son

usados de forma incorrecta.


19

Berruecos (2010) expresa:

“Al uso o adicción a las drogas se le ha llamado comúnmente “drogadicción” y,

en razón de la carga peyorativa que significa señalar a alguien como “drogadicto”, se le

conoció después y por un tiempo en términos científicos como “farmacodependencia”,

esto es, dependencia, tanto física como psíquica, a los fármacos de los cuales se abusa,

definición que no consideraba otras sustancias naturales, por ejemplo, que no son

precisamente fármacos. En el continente europeo, concretamente en España —y por

“contagio” ello pasó a otros sudamericanos—, se acuñó el término de

“drogodependencia” quizá en un intento por subsumir las dos anteriores definiciones en

una palabra horrible que también tiene una carga peyorativa muy negativa” (p. 62).

2.5 Recaída.

La Recaída es un fenómeno complejo que lleva consigo múltiples factores para que se

pueda hacer evidente, tal como haber pasado por un periodo de abstinencia.

Así como mencionan Sirvent y Rodríguez (2011) la Recaída es entendida como un “consumo

compulsivo y continuado de la droga, un completo retorno al abuso de la sustancia posterior a

un periodo de abstinencia” (p. 271). Aunque hay que recalcar que no cualquier consumo

posterior al tratamiento se puede catalogar como Recaída, puesto que existe un término llamado

Desliz, el cual se define como el uso inicial después del compromiso de dejar de consumir; la

Recaída como tal “es volver de nuevo completamente a las conductas desadaptativas asociadas

en su origen con la utilización de dicha sustancia” (Beck, Wright, Newman y Liese, 1999, p.

385). Por su parte, se dice que “en el Modelo de Marlatt se entiende la Recaída como un

proceso, en el cual una serie de acontecimientos se van sucediendo y llevando a que el sujeto
20

deje de cumplir los propósitos que inicialmente se había trazado, sean éstos de abstinencia o

consumo controlado” (Acuña, 2009, p. 6).

A pesar de las múltiples definiciones que existen del concepto de Recaída, es difícil

delimitar verdaderamente a este. Sin embargo, a través de los enfoques de los autores Terence

Gorsky y Alan Marlatt y del Modelo cognitivo de Recaídas de Beck, Wright, Newman y Liese

(1999) se puede explicar:

El enfoque de Terence Gorsky (2000) está basado en un Modelo biopsicosocial del

consumo de sustancias, en donde la adicción química es considerada una enfermedad, la cual

ocasiona una alteración cerebral que desorganiza la personalidad de los individuos y ocasiona

problemas sociales y ocupacionales. Desde este modelo, se dice que la Recaída “es el proceso

de un cerebro disfuncional en recuperación, que puede conducir al colapso físico o emocional,

al suicidio o la auto-medicación con alcohol u otras drogas. Por lo tanto, el síndrome de

Recaída es una parte integral del proceso de la enfermedad adictiva”. Asimismo, “el proceso de

Recaída está marcado por señales de riesgo predecibles e identificables, que comienzan mucho

antes que ocurra el consumo de la sustancia o el colapso” (Pacheco, 2011, p. 9).

En la misma línea, el enfoque de Alan Marlatt (1993)(Terapia de Prevención de

Recaídas) no considera a la Recaída como un fracaso, si no como la decisión del individuo de

volver al consumo anterior después de haber presentado un desliz y no ejecutar una respuesta

de afrontamiento efectiva ante una situación de alto riesgo. El desliz es un indicador de la

realización del comportamiento que ha cesado, este puede conducir al individuo al

comportamiento anterior, es decir, a la Recaída o puede redireccionar su curso a la abstinencia.

Por lo tanto, lo que determina la consecuencia de un desliz es el manejo cognitivo, si el

individuo no puede afrontar en forma efectiva y/o sus niveles de autoeficacia son bajos frente a
21

la situación, la tendencia es que recaiga, si se presenta el caso contrario, disminuye esa

probabilidad (Pacheco, 2011).

El Modelo cognitivo de Recaídas (representación en la ilustración N°1), indica que a

partir de creencias básicas asociadas a las drogas, ejemplo “las drogas enriquecen mi vida

haciéndola más divertida”, pueden activarse estímulos de alto riesgo (estados emocionales o

conflictos interpersonales) y estimularse pensamientos automáticos (“necesito una dosis”), por

lo que la persona experimenta un aumento del deseo de consumir, donde en respuesta a esto su

autocontrol puede ser minimizado por pensamientos que indican permisividad al uso drogas

(“nadie lo descubrirá”) propiciando la búsqueda, adquisición y utilización o consumo de

drogas, y por lo tanto la posibilidad de un desliz (Beck et al., 1999) .

Ilustración 1.

Modelo cognitivo de Recaídas

De manera general, se puede decir que la Recaída se facilita gracias a factores de riesgo,

tales como el craving (el cual es considerado uno de los principales factores), la dificultad para

resolver problemas y controlar las emociones, y la carencia de habilidades sociales y de

afrontamiento. Asimismo, se dice que lo difícil no es controlar su conducta problemática en

todo momento, si no en ciertas situaciones específicas llamadas por Marlatt y Gordon (1980),
22

SAR (Situaciones de Alto Riesgo) esas en que la capacidad de autocontrol del sujeto es puesta

a prueba, a su vez creo una taxonomía en donde distingue entre SAR intrapersonales (como los

estados afectivos negativos o positivos, estados físicos negativos, control personal, deseos

intensos y tentaciones) y extrapersonales (como el conflicto interpersonal, la presión social

hacía el consumo y la celebración) (Acuña, 2009; Regadera, 2015; Chávez, 2010). Además, de

la clasificación que ofrece Feldman (2000):

 Estados de ánimo (enojo, ansiedad, depresión, aburrimiento, soledad, culpa, vacío,

etc.).

 Conductuales (falta de habilidades para resolver problemas, habilidades sociales,

manejo del tiempo libre, etc.).

 Cognitivas (actitudes, creencias, expectativas relacionadas al uso de drogas, y la

recuperación, baja autoeficacia, etc.).

 Ambientales y relaciones interpersonales (disponibilidad a la droga, presión social

sea directa o indirecta, no contar con un soporte positivo, realizar cambios

importantes en la vida, conflictos interpersonales, etc.).

 Fisiológicas (severidad de la adicción, enfermedades físicas, dolor físico, intenso

urgente por consumir o craving, etc.).

 Psicológicas y psiquiátricas (trastornos mentales o de personalidad, problemas

psicológicos no resueltos, otras conductas compulsivas, etc.).

 Espirituales (culpa y vergüenza excesiva, falta de significado y propósito en la vida,

sentimientos de vacío, dificultad para disfrutar la vida, lejanía con personas

significativas, etc.). (Como se cita en Chávez, 2010, p. 11).


23

Por el contrario, se puede disminuir la probabilidad de Recaída en la medida que el

drogodependiente, maneje una sensación o capacidad de autocontrol y autoeficacia (Becoña y

Cortés, 2016). Además, se habla de la Motivación del cambio como la clave para mantener la

abstinencia, ya que es el reflejo de la confianza y seguridad de que se alcanzará la meta, es

decir, culminar con el consumo definitivamente. Se dice que sí existe interés, necesidad,

incentivo, persistencia y esperanza se sostendrá la Motivación para cambiar y se podrá aprender

nuevas conductas, lo que ayudará al individuo con problemas de drogas a cambiar su conducta

desadaptativa (conducta adictiva), por una conducta adaptativa y saludable (conducta no

adictiva) y por su puesto mantenerse en abstinencia (Chávez, 2010). Asimismo, contar con

apoyo social, como amigos, pareja o familia, a la hora de dejar el consumo o mantener su

abstinencia, es un predictor de éxito en el tratamiento (Como se cita en Regadera, 2015;

Chávez, 2010), en otras palabras, contar con redes de apoyo familiares y sociales (Caballo,

1998).

Para contrarrestar este fenómeno se utilizan técnicas en el marco de la teoría cognitiva,

tales como la Identificación de estímulos de alto riesgo (además, de estrategias cognitivas y

conductuales para afrontarlos), Análisis de ventajas y desventajas y Desarrollo de redes de

apoyo social (Beck et al., 1999). Asimismo, se encuentran técnicas cognitiva-conductuales

como el Entrenamiento de habilidades sociales apoyadas en estrategias como el entrenamiento

asertivo, reestructuración cognitiva (Terapia racional emotiva conductual), solución de

problemas que incluye toma de decisiones, modelado, autocontrol y entrenamiento en

relajación, con las cuales se pueden crear programas de prevención de Recaídas, o utilizarse los

existentes, los cuales ayudan a los individuos a anticipar y afrontar los problemas de Recaídas

en el cambio de conductas adictivas (como se cita en Pacheco, 2011).


24

2.6 centros de Atención, Tratamientos y Rehabilitación integral

Encontrarse inmerso en la problemática del consumo de sustancia trae consigo

consecuencias negativas, por tal razón son necesarias las estrategias preventivas o reductoras

del consumo, tal como el Tratamiento de rehabilitación, el cual según el Reporte de drogas de

Colombia (2016) “pretende ofrecer los medios para afrontar adecuadamente la dependencia y

transitar hacia la búsqueda de una salida; incluye la rehabilitación y la inclusión social de

quienes han desarrollado un trastorno por dependencia a una o varias sustancias” (p. 51). Estos

tratamientos son ofrecidos a través de los Centros de Atención, Tratamientos y Rehabilitación

integral que están definidos en la Resolución 196 de 2002:

“instituciones públicas o privadas encargadas de brindar a la población servicios

integrales de salud, a través de acciones de promoción, prevención, diagnóstico,

tratamiento, rehabilitación, reinserción social, integración sociolaboral, investigación,

formación y capacitación y docencia únicamente en el campo del consumo de

sustancias psicoactivas y los problemas asociados a éste”. En la misma resolución se

mencionan las funciones de estos centros, algunas de ellas son:

 Procurar dentro de la comunidad un ambiente que ofrezca a los beneficiarios las

máximas oportunidades posibles para su desarrollo físico, psicológico,

espiritual, emocional, sociocultural y estético, que redunde en beneficio y

seguridad para todos los miembros.

 Ejecutar programas de formación y capacitación profesional, o bien propiciar la


asistencia a los mismos, de los usuarios en tratamiento.

 Realizar programas que faciliten la rehabilitación plena y la reincorporación


social y laboral del usuario, incluyendo programas de capacitación empresarial y
25

estrategias de empleo y de trabajo desde una perspectiva de rehabilitación

comunitaria.

 Desarrollar programas educativos y formativos tendientes a buscar la


recuperación de los valores, la familia, la solidaridad, la convivencia pacífica, el

respeto por la diferencia y la tolerancia como elementos fundamentales para

mejorar la calidad de vida.

Dentro de estos centros se desarrollan distintos programas de atención como bien se

menciona en la Resolución 196 de 2002, Información y Orientación al usuario y a la

comunidad, Promoción y Prevención, Evaluación y Diagnóstico, Disminución de Riesgos y

Tratamiento, el cual tiene como único fin:

“la abstinencia total de drogas o como mínimo disminuir los riegos asociados al

consumo por parte del usuario. Consta de varias fases y modalidades de intervención,

las cuales se le ofrecerán a cada usuario dependiendo de la gravedad de su problemática

y la comorbilidad existente. Se desarrollarán en modalidades de internamiento total,

internamiento parcial o ambulatorio, dependiendo del nivel de complejidad del

respectivo Centro de Atención, Tratamiento y Rehabilitación Integral al consumo de

sustancias psicoactivas” (p. 5).

Al mismo tiempo en esta resolución se evidencia las fases del programa de

tratamiento:

 Fase de desintoxicación: Eliminar del organismo las sustancia

psicoactivas.

 Fase de deshabituación: fortalecer y mantener la abstinencia.

 Fase de rehabilitación y reinserción total: se asuma el rol específico

dentro de la sociedad manteniendo la abstinencia.


26

Capítulo III

3.1 Metodología

3.1.1 diseño de la investigación.

La presente investigación tiene un diseño cuantitativo con un alcance correlacional bajo

diseño no experimental de tipo transversal. Con el objeto de que se probará una hipótesis para

determinar la relación existente entre la variable, Motivación para el cambio (los datos se

obtuvieron a través de la Escala de Evaluación del Cambio de la Universidad de Rhode Island-

URICA) y la variable, número de Recaídas (los datos se obtuvieron a partir de la información

suministrada por los psicólogos encargados y los mismos pacientes). La medición se realizará

en un mismo momento a través de medición numérica y análisis estadístico (Hernández,

Fernández y Baptista, 2010).

3.1.2 participantes.

La muestra alcanzó un total de 50 drogodependientes, la cual fue escogida a través de

un muestreo no probabilístico por conveniencia, el 86% de la muestra es de sexo masculino con

un total de 43 participantes y el 14% es de sexo femenino, es decir, 7 participantes; de los

cuales 32 participan en un proceso de rehabilitación en Clínica de Salud Mental CEMIC-

Cartagena de Indias (sedes el Faro y la Roca), 10 en Clínica la Misericordia, Salud mental

integral y Neurociencias, y 8 en CAD VIDA IPS S.A.S, todos estos centros ubicados en la

ciudad de Cartagena -Bolívar.

La edad de los participantes fluctúa entre los 14 y 64 años (M: 27.84; DE: 11.171).

Según las etapas del desarrollo evidenciadas en el ciclo de vida expuesto por el Ministerio de
27

Salud Colombiano (Minsalud), en esta investigación el 26% de esta muestra se encuentra en la

etapa de la adolescencia, 28% en la juventud, 44% en la adultez y el 2% en la vejez.

Adicionalmente, según la estratificación socioeconómica regida por la Ley de Servicios

Públicos Domiciliarios (Ley 142 de 1994), que busca realizar cobros diferenciados de los

servicios públicos por estratos, y así, asignar subsidios y cobrar contribuciones, se evidencia

que el 78% de los participantes pertenecen al estrato social bajo, el 14% al estrato medio y el

8% al estrato alto.

De manera general, la población estudiada cuenta con un nivel educativo básico,

teniendo en cuenta el sistema educativo colombiano propuesto por el Ministerio de Educación,

así, el 84% de esta población se encuentra con estudios básicos, es decir, que culminaron todos

o algunos de los 9 años comprendidos en este nivel educativo, mientras el 16% se encuentra en

el nivel de educación superior. Enfatizando en la distribución de la población teniendo en

cuenta la religión, el 48% de la población profesan la religión cristiana no católica, el 28%

pertenecen al a religión católica, el 14% profesan otra religión no comprendida dentro del

cristianismo y el 10% restante no pertenecen a ninguna religión.

3.1.3 criterios de inclusión.

● Drogodependientes que participaron en un proceso de rehabilitación y que hayan

recaído mínimo 1 vez.

● Drogodependientes mayores de edad.

● Drogodependientes menores de edad con consentimiento firmado por los

responsables o acudientes.
28

3.1.4 criterios de exclusión.

● Drogodependientes que no hayan recaído después de participar en un proceso de

rehabilitación.

● Drogodependientes menores de edad sin consentimiento firmado por los

responsables o acudientes.

3.1.5 instrumento.

Instrumento para medir la Motivación para el cambio: URICA.

Escala de Evaluación del Cambio de la Universidad de Rhode Island-URICA,

sus autores son Mcconnaugh, Prochaska y Velicer (1983) y tiene el objetivo de evaluar

el grado de intención, disposición o actitud en relación al cambio, el cual mide cuatro

estadios de cambio: Precontemplación, contemplación, acción y mantenimiento con 32

ítems. Flores, Faccio & Luque (2015) aportan datos sobre la confiabilidad y validez, el

Alpha Cronbach (r = 0.81) y a través de un análisis factorial exploratorio (validez de

constructo), encontraron que la evidencia empírica apoya la existencia de cuatro

Estadios de Cambio (Pre-contemplativa, Contemplativa, Acción y Mantenimiento).

La calificación: se puede obtener un puntaje global y uno por cada estadio. El

primero, la “Evaluación para el cambio”, es decir, la disposición para el cambio se

calcula a través de la siguiente fórmula:

Disposición para el Cambio = (avgC + avgA + avgM) – avgPC,

siendo avg C el puntaje total de la subescala Contemplación entre 7, avgA el

puntaje total de la subescala Acción entre 7, avgM el puntaje total de la subescala

Mantención entre 7 y avgPC el puntaje total de la subescala Precontemplación entre 7.


29

El segundo, se obtiene al sumar la puntuación de los 7 items que pertenecen a

cada subescala y observar en los baremos en qué percentil se encuentra el paciente

según cada subescala.

La interpretación: se ubica a los pacientes de acuerdo al puntaje que alcanzan y

se coloca el estadio psicológico que obtiene con La Escala de Evaluación del Cambio

URICA, que explora cuatro estadios:

● Precontemplación: estos pacientes, no son conscientes de sus problemas de

adicción y menos que le representa problemas en su conducta y en su vida.

● Contemplación: el paciente es consciente que existe un problema y que debe

abandonar la conducta adictiva.

● Acción: aquí el individuo cambia su conducta manifiesta y encubierta; este

estadio requiere de tiempo y energía.

● Mantenimiento: las personas intentan conservar y consolidar los logros del

estadio anterior y prevenir la Recaída.

3.2 procedimiento.

La presente investigación se realizará en las siguientes fases:

La primera fase, consistirá en acudir a los centros seleccionados para solicitar permiso

para la participación de sus pacientes y obtener información necesaria para el desarrollo de la

investigación. Una vez se tenga la autorización de los centros, se convocará a los participantes.

La segunda fase, consta de la aplicación del instrumento a los participantes autorizados y los

cuales firmen un consentimiento para participar en la investigación. La última fase, consta de la

utilización de estadísticos descriptivos e inferenciales para obtener los resultados, comprobar

las hipótesis y dar conclusiones de la investigación.


30

Tabla 1.
Cronograma de actividades.

1
2 Contactar a los centros que prestan el servicio de
Noviembre rehabilitación.
3
4
1
Solicitar permiso a los centros por medio de cartas.
2 Fase 1
Diciembre
3

4 Autorización de parte de los centros para la ejecución


del proyecto (CEMIC y CAD VIDA).
1

2
Enero 3
Aplicación del instrumento en los centros autorizados
4 (CEMIC (el Faro) y CAD VIDA).

1
Autorización y aplicación del instrumento en la Fase 2
Clínica la Misericordia.
2
Febrero

3 Aplicación en CEMIC (la Roca).

1 Obtener resultados.
Fase 3
Marzo 2

3
Obtener conclusiones.
4
31

3.2.1 procedimiento estadístico.

Después de la información recolectada, se confeccionó una base de datos en el

Paquete Estadístico para las Ciencias Sociales en su versión 25 (SPSS. 25, por sus siglas

en inglés). Como primer paso, se emplearon medidas de tendencia central y análisis

descriptivo para caracterizar la población. En segunda instancia, para identificar el

número de Recaídas, y para caracterizar el proceso de Motivación para el cambio y cada

uno de sus estadios se empleó estadísticos descriptivos y de frecuencia. Por último, se

utilizó la correlación de Pearson y se realizaron correlaciones bivariadas para

determinar la relación existente entre el número de Recaídas, la Motivación para el

cambio y cada uno de sus estadios.

3.3 consideraciones éticas.

Este estudio se fundamenta en las normas científicas, técnicas y administrativas para la

investigación en salud que se establecen en la Resolución 8430 de 1993 y en los lineamientos

éticos de la Ley 1090 de 2006 por la cual se regula el ejercicio de la psicología en Colombia.

Por lo tanto, esta investigación se abordará con pleno conocimiento de las normas legales y de

los estándares profesionales que regulan la conducta de la investigación con participantes

humanos y se llevará a cabo cuando se obtenga la autorización de la institución investigadora

(Universidad Tecnológica de Bolívar) y de las instituciones en donde tenga lugar la

investigación.

Por su parte, los participantes serán informados acerca de los fines y objetivos de la

investigación y de que pueden retirarse de la investigación cuando deseen sin ninguna

consecuencia. De igual forma, tendrán que diligenciar un consentimiento informado, en el cual

autorizan a darle manejo a los resultados obtenidos de la aplicación del instrumento. Asimismo,
32

se velará por sus derechos humanos y su bienestar, evitando poner en riesgo su integridad y

respetando su dignidad y privacidad.


33

Capítulo IV

4 Resultados

4.1 número de Recaída. Con el objetivo de identificar el número de Recaídas, se hallaron

estadísticos descriptivos y se realizó una tabla de frecuencia a través del programa estadístico

SPSS, como se evidencia en las tablas 2 y 3.

El número de Recaídas de los drogodependientes participantes fluctúa entre 1 y 6

reincidencias en el consumo de sustancias, evidenciando una Media de 1.76 con una

Desviación Estándar de 1.271.

Tabla 2.

Estadísticos descriptivos de la variable Recaída

N Mínimo Máximo Media Desviación


estándar
Recaídas 50 1 6 1,76 1,271
N válido (por lista) 50

En la tabla N°3, los resultados evidencian un alto porcentaje de drogodependientes que

reincidieron en el consumo una vez, luego de participar en un proceso de rehabilitación,

específicamente un 62% (31 participantes). Así mismo, el 20% (10 participantes) recayeron en

dos ocasiones, 8% (4 participantes) en tres ocasiones, 6% (3 participantes) en cinco ocasiones y

por último se observa que el 4% recayó en cuatro y seis ocasiones (es decir, 1 participante

respectivamente).
34

Tabla 3.

Tabla de frecuencia de la variable Recaída

Frecuencia Porcentaje

Válido 1 31 62,0
2 10 20,0
3 4 8,0
4 1 2,0
5 3 6,0
6 1 2,0
Total 50 100,0

4.2 caracterización del proceso de Motivación para el cambio. Para realizar la

caracterización de este proceso, fue necesario calcular el puntaje de los participantes en cada

uno de los estadios, seguido de la agrupación de estos en el programa estadístico SPSS y así

establecer los puntos de corte para obtener la clasificación (alta, medio, baja) de los

participantes en cada estadio. Por último, se halló la puntuación de Motivación para el cambio a

través de una formula estadística, la cual indica que se debe dividir entre 7 cada uno de los

puntajes brutos de los estadio, luego se suman los tres últimos estadios (Contemplación, Acción

y Mantenimiento) y se le resta el primero (Precontemplación), para así obtener el nivel de

Motivación para el cambio en los participantes.

4.2.1 estadios de la Motivación para el cambio. A partir de las puntuaciones

obtenidas en cada estadio se realizaron tablas de frecuencia y estadísticos descriptivos

para cada uno de ellos, como se evidencia en las tablas 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10 y 11.

En la tabla Nº4, se observa que la puntuación de los participantes en el Estadio

Precontemplación fluctúa entre 7 y 23 puntos, manteniendo una media de 11,56 y una

desviación estándar 3,394. Por su parte en la tabla N°5, se observa que del 100% de los
35

participantes, solo el 18% precontemplan el cambio en un nivel alto y el 22% en un

nivel bajo. A diferencia del nivel medio que cuenta con la mayoría de los participantes

(60%) en el estadio Precontemplación.

Tabla 4.
Estadísticos descriptivo del Estadio Precontemplación

Desviación
N Mínimo Máximo Media estándar
Precomtemplación 50 7 23 11,56 3,394
N válido (por lista) 50

Tabla 5.

Estadio Precontemplación

Frecuencia Porcentaje

Válido Bajo 11 22,0


Medio 30 60,0
Alto 9 18,0
Total 50 100,0

En la tabla Nº6, se evidencia que los resultados de los participantes en el estadio

de Contemplación oscila en los puntajes más altos, siendo el mínimo 26 y el máximo 35

con una media de 32,00 y una desviación estándar de 2, 466. En este sentido, en la tabla

N°7, al igual que en el estadio de Precontemplación, se evidencia como prevalece el

nivel medio con un gran porcentaje de participantes (58%) sobre los niveles bajo y alto,

los cuales cuentan con un porcentaje de 20% y 22% de los participantes

respectivamente.
36

Tabla 6.
Estadísticos descriptivos del estadio Contemplación

Desviación
N Mínimo Máximo Media estándar
Comtemplación 50 26 35 32,00 2,466
N válido (por lista) 50

Tabla 7.
Estadio Contemplación

Frecuencia Porcentaje

Válido Bajo 10 20,0


Medio 29 58,0
Alto 11 22,0
Total 50 100,0

En la tabla Nº8 se muestra una fluctuación de las puntuaciones del estadio de

Acción similar a la evidenciada en el estadio de Contemplación, con una puntuación

mínima de 25 y alcanzando la máxima de 35, es decir, que se está totalmente de acuerdo

con los ítems que componen este estadio, observando una media de 32,14 y desviación

estándar de 2,9. Sin embargo, la tabla N°9 refleja a diferencia de las anteriores, la

ausencia del nivel alto para el estadio de Acción. Teniendo una prevalencia del 78% de

los participantes en el nivel medio y solo el 22% de ellos en el nivel bajo.


37

Tabla 8.

Estadísticos descriptivos del estadio Acción

Desviación
N Mínimo Máximo Media estándar
Acción 50 25 35 32,14 2,907
N válido (por lista) 50

Tabla 9.

Estadio Acción

Frecuencia Porcentaje

Válido Bajo 11 22,0


Medio 39 78,0
Total 50 100,0

En el estadio de Mantenimiento al igual que en los dos anteriores los resultados

muestran puntajes altos que oscilan entre 23 y 35, con una media de 29,68 y desviación

estándar de 3,279 como se evidencia en la tabla Nº10. Por su parte, La tabla N° 11,

expone una distribución similar de los porcentajes en comparación a los dos primeros

estadios. Donde sobresale el mayor porcentaje de participantes en el nivel medio, con

un 62%, el nivel alto con un 20% y el nivel bajo con un 18%.

Tabla 10.

Estadísticos Descriptivos del estadio de Mantenimiento

Desviación
N Mínimo Máximo Media estándar
Mantenimiento 50 23 35 29,68 3,279
N válido (por lista) 50
38

Tabla 11.

Estadio de Mantenimiento

Frecuencia Porcentaje

Válido Baja 9 18,0


Media 31 62,0
Alta 10 20,0
Total 50 100,0

De forma general, en la ilustración N° 2, se observa que más de la mitad de los

participantes en cada estadio se encuentran en un nivel medio. Lo que indica que para

este nivel en el estadio de Precontemplación el 60% de los participantes no son

conscientes de su problema de adicción, para el estadio de Contemplación el 58% de los

participantes son conscientes de la existencia de un problema que deben cambiar. Con

respecto al estadio de Acción el 78% de los participantes muestran conductas de cambio

en un nivel medio, aunque se evidencia que ninguno de los participantes se ubica en el

nivel alto, mientras que en el resto de los estadios se ubican participantes en este nivel.

Por último, para el estadio de Mantenimiento en el nivel medio el 62% intentan

conservar los logros del estadio anterior.


39

Ilustración 2.
Estadios de la Motivación para el cambio.

Estadios de la Motivación para el cambio


90
78%
80
70 60% 62%
58%
60
50
40
30
20
10
0
Precontemplación Contemplación Acción Mantenimiento

Bajo Medio Alto

4.2.2 Motivación para el cambio. Para completar la caracterización del proceso

de Motivación para el cambio, se identificó el nivel en el que se encuentran los

participantes. Para ello, se realizó a través del programa estadístico SPSS una tabla de

frecuencia y estadísticos descriptivos, donde se muestra el número de participantes

ubicados en cada uno de los niveles y la máxima y mínima puntuación obtenida. Estos

niveles obtenidos a través de puntos de cortes a partir de la media y desviación estándar.

En la tabla N°12, se observa que para la Motivación para el cambio los puntajes

de los participantes fluctuaron entre 9 (puntaje mínimo) y 14 (puntaje máximo) con una

media de 11,75 y una desviación estándar de 1,22. Por su parte, en la tabla Nº13 se

expone que solo el 16% de los drogodependientes participantes de este estudio poseen

alta Motivación para el cambio. Mientras, la mayoría de ellos siendo el 66% cuentan

con una Motivación para el cambio promedio y en el rango bajo se ubican 18% de ellos.
40

Tabla 12.
Estadísticos descriptivos de la Motivación para el cambio

Desviación
N Mínimo Máximo Media estándar
Motivacióncambio 50 9 14 11,75 1,220
N válido (por lista) 50

Tabla 13.
Motivación para el cambio

Frecuencia Porcentaje

Válido Baja 9 18,0


Media 33 66,0
Alta 8 16,0
Total 50 100,0

4.3 relación de la variable Recaída y la Motivación para el cambio.

Para determinar la relación entre las dos variables principales del estudio se empleó la

Correlación de Pearson. De manera análoga, se realizaron correlaciones bivariadas para

determinar las relaciones existente entre la variable Recaída y cada uno de los estadios de la

Motivación para el cambio, entre los estadios, y por último, entre la Motivación para el cambio

y sus estadios.

Como lo demuestra la tabla N° 14,

Los resultados arrojados en las correlaciones bivariadas evidencian, con respecto a la

Recaída y los estadios de la Motivación para el cambio que no existen correlaciones

significativas. Por otra parte, analizando la relación que existe entre los estadios, el estadio

Precontemplación se relaciona negativamente con los estadios de Acción y Mantenimiento; el

estadio Contemplación mantiene relaciones estadísticamente significativas con Acción y


41

Mantenimiento. Por su parte, la Motivación para el cambio mantiene relaciones positivas con

los estadios Contemplación, Acción y Mantenimiento, mientras que con el estadio

Precontemplación mantiene una relación negativa. Por último, se observa que no existe una

relación entre la Recaída y la Motivación para el cambio.

Tabla 14.

Correlación de Pearson entre el número de Recaídas y la Motivación para el cambio y sus

estadios.

Motivación

Recaídas Pre Con Acc Man cambio

Recaídas 1

Precontemplación ,254

Contemplación ,104 -,166

Acción -,068 -,347* ,735**

Mantenimiento ,118 -,284* ,338* ,219

Motivación cambio -,049 -,673** ,735** ,775** ,669** 1

*. La correlación es significativa en el nivel 0,05 (bilateral).


**. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (bilateral).
42

Capítulo V

5.1 Discusión

Esta investigación tuvo como principal objetivo determinar la relación existente entre el

número de Recaídas y la Motivación para el cambio en drogodependientes que han participado

en un proceso de rehabilitación. Para ello, se recolectó información sobre el número de

Recaídas de los pacientes y se realizó una evaluación cuantitativa a través de la aplicación del

instrumento URICA caracterizar la Motivación para el cambio.

Haciendo referencia al objetivo principal de esta investigación, se evidencia que no

existe relación entre la Motivación para el cambio y el número de Recaídas de personas

consumidoras de sustancias que han participado en un proceso de rehabilitación. Lo que lleva a

pensar, que para la muestra de esta investigación la Recaída no se relaciona con la Motivación

que se tenga para cambiar las conductas adictivas, probablemente porque la Motivación para el

cambio es una variable intrínseca y no es la única que puede incidir sobre la Recaída de

drogodependientes. Tal como Feldman (2000) plantea, la Recaída es un fenómeno

multifactorial en donde se involucran factores emocionales, conductuales, cognitivos,

ambientales y de relaciones interpersonales, fisiológicos, psicológicos y psiquiátricos.

Asimismo, el Modelo de Marlatt y Gordon (1985), identifica situaciones de alto riesgo a

nivel intrapersonal, estados afectivos negativos y positivos, estados físicos negativos, control

personal, deseos intensos y tentaciones y extrapersonal, conflictos interpersonales, la presión

social hacia el consumo y la celebración (como se cita en Chávez, 2010). Adicionalmente,

como considera Regadera (2015) el craving (deseo de consumir) es uno de los mayores

predictores de Recaídas en el consumo de drogas. De este modo, se podría afirmar que, a razón
43

de alguno de estos u otros factores de riesgo, la relación con la variable Motivación para el

cambio no es significativa.

Sin embargo, lo anterior no indica que las dos variables en mención no tengan relación

en otras muestras o situaciones. Tal como mencionan Tirapu, Landa y Lorea (2003), el déficit

de Motivación frente a la abstinencia o frente al cambio de la conducta no deseada,

desencadena un alto riesgo de Recaídas. Algunos autores consideran, que tener bajas

expectativas de autoeficacia, la cual mantiene relación con la Motivación para el cambio,

resulta un factor negativo a la hora de afrontar el craving y mantener la abstinencia, lo que

conlleva a la Recaída en el consumo. En otros términos, la Motivación para el cambio es vista

como un factor protector para el proceso de rehabilitación, debido a que contribuye a la

reducción del consumo. Además, la Motivación para el cambio es un estímulo que contribuye a

la abstinencia, es decir, una mayor Motivación para el cambio en la recuperación se asocia con

mejores resultados en tratamientos de cambio de una conducta problema (Becoña y Cortés

2016; Regadera 2015; Pacheco, 2011; Vall y Wade 2015).

Por último, Cortés et al. (2009) enfatiza en la importancia de la evaluación continua del

nivel de Motivación por su utilidad en diferentes momentos del tratamiento. Inicialmente,

permite un acertado planteamiento de objetivos terapéuticos con un paciente determinado y con

respecto al progreso de la intervención la identificación de cualquier disminución del nivel de

Motivación advierte de la mayor probabilidad de que ocurra una Recaída en el consumo o de

un incumplimiento de cualquiera de los objetivos propuestos.

Sin embargo, se discuten correlaciones existentes entre las dimensiones del instrumento,

los resultados obtenidos arrojan que el estadio de Contemplación se encuentra relacionado

positivamente con los estadios de Acción y Mantenimiento. La relación existente entre estos

estadios se hace evidente a razón de que en los tres estadios se busca el cese de la conducta
44

adictiva, aunque esta búsqueda se experimenta de diferentes maneras como bien lo evidencian

diferentes autores, entre ellos Prochaska, DiClemente & Norcross (1992), quienes exponen que

el estadio Contemplación tiene como principal característica la consciencia del problema, es

decir, los pacientes son conscientes de su problema adictivo y centran sus pensamientos en

intentar cambiarlos, no obstante, no son evidentes los cambios de su conducta debido a la

ausencia de compromiso hacia el cambio. En otro texto Prochaska & DiClemente

(1983), aseguran que quienes se ubican en este estadio mantienen una mayor apertura a la

información sobre la adicción y centran sus pensamientos en sí mismos en relación con su

comportamiento adictivo, es decir, están en constante reevaluación de su conducta. Partiendo

que la principal característica de la etapa de Contemplación es la consciencia del problema,

entendida, según Piaget (1980), como el reconocimiento y la compresión de los procesos y

resultados de las acciones que se ejecutan (como se cita en Organista, 2005), se puede decir que

los individuos ubicados en el estadio Contemplación identifican, reconocen y describen las

consecuencias y soluciones de la conducta problema.

Del mismo modo, como se ha expuesto, en este estadio no se evidencian cambios en la

conducta, lo que lleva a pensar que no se ha comenzado a resolver el problema. Sin embargo,

como todo proceso, este inicia con actividad cognitiva, Organista (2005), expresa que por

medio de la abstracción se actúa sobre la representación mental para así preparar la praxis (o las

acciones evidentes del cambio). Con ello ubicarse en los estadios de Acción y Mantenimiento,

donde según Prochaska, DiClemente & Norcross (1992) se realizan los cambios conductuales

previamente contemplados y se trabaja para consolidar los cambios logrados y prevenir la

Recaída a la conducta base, respectivamente.

En este sentido, la argumentación antes expuesta a su vez sustenta el siguiente

resultado, la existencia de una relación negativa entre el estadio Precontemplación y los


45

estadios Acción y Mantenimiento. Puesto que, en el periodo precontemplativo no se realizan

cambios en la conducta adictiva, a raíz de la inconsciencia del problema, como se cita en

Prochaska, DiClemente y Norcross (1992), “No es que no puedan ver la solución. Es que no

pueden ver el problema” (p.1103) y como plantean Valverde y Pochet (2003), ni los mismos

adictos pueden comprenden cómo utilizan el mecanismo de negación, puesto que estos niegan

la existencia de una enfermedad o problema con el consumo y pueden pelear hasta la locura

defendiendo su argumento, aunque se expongan evidencias de lo contrario.

Contribuyendo con los resultados Prochaska y DiClemente (1983) encontraron que los

individuos en la fase de Precontemplación, debido al no reconocimiento del comportamiento

adictivo utilizan menos procesos de cambio, si se compara con los otros estadios, pueden

procesar menos información sobre la adicción, pasan menos tiempo reevaluándose como

adictos y experimentan menos reacciones emocionales a los aspectos negativos de la conducta

adictiva. Mientras en la etapa de Acción son observables las conductas cambiantes que

implican compromiso, tiempo y energía para lograr lo propuesto. En la etapa de Mantenimiento

se estabiliza la conducta para mantener el cambio, lo que indica que una vez ubicados en estos

estadios el único propósito es actuar en pro del cambio, siendo éste opuesto al de las personas

ubicadas en Precontemplación.

Lo anterior, es respaldado con los resultados de Scott (2004) que encontró que los

individuos ubicados en la etapa de Precontemplación tienen más probabilidades de abandonar

el programa, a diferencia de los individuos en las últimas etapas del proceso de cambio, es

decir, en las etapas de Acción y Mantenimiento. Del mismo modo, Jara (2008) en un proceso

investigativo, decide agrupar los estadios Precontemplación y Contemplación como estadios

negativos y los estadios de Acción y Mantenimiento como estadios positivos, para categorizar a
46

los pacientes dependientes a sustancias apoya una relación inversamente proporcional entre

estos estadios. |

A su vez, esta distinción se hace más notoria al estar involucrados diferentes tipos de

procesos en las distintas etapas, Prochaska & DiClemente (1982), argumentan que en las

primeras se enfatiza en procesos verbales, ya que ayudan a la preparación para el cambio, tales

como el aumento de conciencia, la catarsis y la elección y en otro de sus textos dicen que en las

últimas etapas, cuando el paciente está comprometido a actuar, se enfatiza en procesos

conductuales, como la relación de ayuda, la gestión de refuerzo, el contra condicionamiento y

el control de estímulos (Prochaska & DiClemente, 1983).

Haciendo referencia a la relación de la Motivación para el cambio con cada uno de sus

estadios, se encontró que existe una relación positiva con los estadios de Contemplación,

Acción y Mantenimiento, mientras, con el estadio Precontemplación mantiene una relación

negativa. Sabiendo que según el Modelo Transteórico (1984) la Motivación es un recurso

psicológico dinámico el cual incrementa a medida que se toma consciencia del problema y se

actúa a favor del cambio y que los pacientes ubicados en el estadio Precontemplación no

aceptan la existencia del problema, no son conscientes de este y por ende no intentan cambiarlo

(como se cita en Flores, Faccio y Duque, 2015), se puede decir que por la ausencia de

consciencia del problema en este estadio se mantendrá la Motivación para el cambio en bajos

niveles, justificando la relación negativa existente entre ambos, lo que indica que quien esté

ubicado en el estadio de Precontemplación menos Motivación para cambiar tendrá.

Los resultados de otros autores también complementan lo anterior, Matsumoto y

Takenaka (2004), relacionan un perfil de amotivación alto con el estadio Precontemplativo,

Jiménez, Moreno, Leyton y Claver (2015) encontraron que el estadio Precontemplación ha sido
47

predicho positivamente por la desmotivación e Ibáñez, Vallespí, Sevillano y Hernando (2016)

asocian la baja motivación para el cambio con el estadio precontemplativo.

Por el contrario, a medida que los pacientes avancen por los próximos estadios

(Contemplación, Acción y Mantenimiento) se evidenciará un aumento en los niveles de

Motivación para el cambio. A partir de lo expuesto por Organista (2005), el estadio

contemplativo se puede entender desde la metacognición o capacidad para reflexionar, como la

fase en la que se adquiere conocimiento declarativo lo que requiere de organización, análisis y

abstracción, es decir, se piensa en la forma en la que se realiza la tarea, en este caso la forma

como se llevará a cabo el cambio, el estadio Acción, se entiende como la conducción del

paciente al conocimiento procedimental que no requiere de tanta abstracción y se ejecuta lo

organizado y analizado anteriormente, y el último estadio, entendido como los procesos de

automatización o habituación de la tarea, en este caso la habituación del cambio. Así, la

variable en mención inicia cuando sé es consciente del problema en miras del cambio, viendo la

conciencia como un estado de conocimiento que va desde lo implícito (mentalmente, estadio de

Contemplación) hasta lo explícito (actuar, estadio de Acción), para llegar al grado de

automatización, es decir, de realizar mecánicamente lo propuesto (Mantenimiento).

Becoña y Cortés (2016), plantean que la Motivación para el cambio mantiene una

relación positiva con la autoeficacia, de tal forma que los pacientes motivados a cambiar sus

conductas adictivas tendrán altos niveles de autoeficacia, es decir, mantendrán la seguridad y

confianza en su capacidad para alcanzar el cambio propuesto. En este sentido, los pacientes

ubicados en el estadio Precontemplación, mantendrán niveles bajos de autoeficacia, es decir,

estarán menos motivados que quienes se ubican en el estadio Mantenimiento, los cuales

cuentan con altos niveles de autoeficacia. A su vez, Matsumoto y Takenaka (2004) asocian un
48

perfil de amotivación alto con un bajo nivel en el estadio Mantenimiento y Becoña y Cortés

(2016) plantean que la etapa Precontemplación es un predictor del abandono del tratamiento.

5.2 Conclusiones

La problemática de consumo de drogas acarrea muchas consecuencias que hoy día han

generado alarmas a nivel mundial, ya que es visto como un problema no sólo a nivel social,

sino también psicológico, familiar y de salud pública. Estas consecuencias son evidenciadas a

través de diferentes esferas, a nivel económico, en los cuidados de salud y costos en la atención

médica, a nivel físico, desarrollo de patologías e infecciones y trastornos neuropsicológicos y a

nivel social y personal, debido a que los diferentes cambios producidos a nivel

neuropsicológico desencadenan conductas que pueden ser peligrosas para la sociedad y la

persona misma, sin dejar de lado el tiempo que se desgasta en la búsqueda y consumo de las

drogas.

En este sentido, el impacto del consumo de drogas se expande en todas las esferas de la

vida del individuo y para mitigarlo se han implementado diferentes estrategias, tanto para

reducir la prevalencia del consumo como el número de Recaídas, en el caso de las personas en

busca de rehabilitación. Actualmente, se observa que las Recaídas son parte importante en el

contexto de las adicciones, puesto que previniéndolas más consumidores podrían mantenerse

abstinentes. De este modo, se puede concluir que, este fenómeno es multifactorial, ya que se

relaciona con factores cognitivos, conductuales, emocionales, psicológicos, psiquiátricos,

espirituales, sociales, y ambientales. El lograr identificarlos de manera temprana, permitiría

realizar una intervención eficaz.

La Motivación para el cambio es uno de esos aspectos importantes para la reducción de

las Recaídas, por lo tanto, se debe promover en los centros de rehabilitación o en cualquier tipo
49

de intervención terapéutica. En este sentido, la medición de la Motivación para el cambio, al

inicio, en el desarrollo y en la finalización del proceso de rehabilitación, resulta muy útil, ya

que el proceso de cambio varía a medida que se ubican en las diferentes etapas y que este

proceso no es lineal, si no circular, por lo que es importante la identificación de la etapa de

cambio para un abordaje eficaz. Por lo tanto, una persona que inicie su proceso de

rehabilitación en la etapa precontemplativa del cambio, tiene más probabilidades de abandonar

el tratamiento, por lo cual el abordaje para este paciente sería enfatizar en la adherencia en el

tratamiento. Por su parte, una persona que inicie contemplando el problema, la intervención

podría enfatizarse en desarrollar o mejorar la capacidad de decisión y elección, para aumentar

la voluntad del paciente hacía el cambio. Por el contrario, si inicia en el estadio Acción, se debe

incorporar auto refuerzos de la conducta saludable y fomentar el apoyo social. Por último,

cuando se ubican en la etapa Mantenimiento, se debe enfatizar en la prevención de Recaídas, a

través de la identificación de Situaciones de Alto riesgo, y la implementación de conductas

alternativas.

El trabajo tuvo como principal limitación la selección de la muestra, debido a los

determinantes de la misma, criterios de inclusión y exclusión, y a la dificultad que se presenta a

la hora de trabajar con participantes adictos a sustancias, a razón, de las reglas y permisos a

tener en cuenta en cada institución. Por tal motivo, se realizó el muestreo por conveniencia y de

carácter no probabilístico. En este sentido, es importante mencionar la reducida cantidad de

estudios previos que existen sobre el tema aquí propuesto, principalmente investigaciones

locales de los constructos Motivación para el cambio y Recaída, lo que dificulta sentar bases

teóricas del problema de investigación en estudio.

Asimismo, en este estudio no se evaluaron elementos como el tiempo de consumo e

intervalos de tiempo entre los procesos de rehabilitación y no se emplearon correlaciones entre


50

las variables sociodemográficas y las variables en estudio por ser una muestra heterogénea. Sin

embargo, en el trabajo se profundizaron aspectos como el número de Recaídas sobre los

estadios de la Motivación y los niveles de Motivación para el cambio en cada participante.

En cuanto a futuras investigaciones, sería útil profundizar sobre las diferentes variables

relacionadas a la Recaída para tener un mayor abordaje del fenómeno. Con respecto a

recomendaciones a nivel profesional, se debe implementar la medición de la Motivación para el

cambio en los procesos de rehabilitación, ya que esto permitirá un abordaje terapéutico

individualizado y eficaz en los pacientes. Además, enfatizar en la identificación de las

situaciones de alto riesgo, en un nivel individual, para con ello tener mayor control sobre las

Recaídas.
51

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58

Apéndices

Apéndice N°1

ESCALA DE EVALUACIÓN DEL CAMBIO,


UNIVERSIDAD DE RHODE ISLAND (URICA)
Nombre:
Edad:
Fecha:

Instrucciones:
Cada una de las siguientes frases describe cómo podría sentirse una persona cuando empieza un
tratamiento y aborda algún problema en su vida. Por favor, indica tu grado de acuerdo o
desacuerdo con cada una de estas frases. En cada caso, responde en función de cómo te sientes
ahora mismo, y no en función de cómo te sentiste en el pasado o de cómo te gustaría sentirte.
Recuerda que siempre que aparezca la palabra problema se refiere a tu problema con las drogas.

Totalmente Bastante en Ni de Bastante Totalmente


en desacuerdo acuerdo, de de Acuerdo
Desacuerdo ni en acuerdo
desacuerdo
(2) (3) (5)
(1) (4)
1. Que yo sepa, no tengo
problemas que necesite cambiar.
2. Creo que podría estar
preparado para mejorar algo en
mí.
3. Estoy haciendo algo respecto
a los problemas que han estado
molestándome.
4. Puede que valga la pena que
trabaje para solucionar mi
problema.
5. No tengo ningún problema. No
tiene sentido que yo esté aquí.
6. Me preocupa que yo pueda
recaer en un problema que ya he
cambiado, de modo que estoy
aquí para buscar ayuda.

7. Por fin estoy haciendo algo


para resolver mi problema.
8. He estado pensando que tal
vez quiera cambiar algo de mí
mismo.
9. He tenido éxito en el trabajo
con mi problema, pero no estoy
seguro que pueda mantener el
59

esfuerzo yo solo.

10. A veces mi problema es


difícil, pero estoy trabajando
para resolverlo.
(Continúa en la página siguiente)

Totalmente Bastante en Ni de Bastante Totalmente


en desacuerdo acuerdo, de de Acuerdo
Desacuerdo ni en acuerdo
(1) desacuerdo (5)
(2)
(3) (4)
11. Estar aquí es una pérdida de
tiempo, porque el problema del
cual se está hablando no tiene
nada que ver conmigo.
12. Espero que en este lugar me
ayuden a comprenderme mejor.
13. Imagino que tengo defectos,
pero no hay nada que realmente
necesite cambiar.
14. Realmente estoy
esforzándome mucho para
cambiar.
15. Tengo un problema y
realmente pienso que debiera
darle una solución.
16. No he perseverado como yo
creía en lo que ya había
cambiado, y estoy aquí para
prevenir una recaída del
problema.
17. Aunque no he tenido éxito en
lograr cambios, al menos estoy
trabajando para resolver mi
problema.
18. Pensaba que una vez que
resolviera mi problema me sentiría
liberado, pero a veces me
encuentro presionado por él.
19. Me gustaría tener más ideas
respecto a cómo resolver mi
problema.
20. He comenzado a enfrentar mis
problemas, pero me gustaría
recibir ayuda.
21. Quizá en este lugar puedan
ayudarme.
22. Actualmente puedo necesitar
ayuda para mantener los cambios
que ya he logrado.
23. Puede que yo sea parte del
problema, pero realmente no creo
60

que sea así.

24. Espero que alguien de aquí


me pueda entregar buenos
consejos.

25. Todo el mundo puede hablar


acerca de cambiar; yo realmente
estoy haciendo algo para cambiar.
(Continúa en la página siguiente)

Totalmente Bastante en Ni de Bastante Totalmente


en desacuerdo acuerdo, de de Acuerdo
Desacuerdo ni en acuerdo
desacuerdo
(1) (3) (4)
(2) (5)

26. Toda esta charla


psicológica es aburrida. ¿Por
qué las personas simplemente
no olvidan sus problemas?
27. Estoy aquí para prevenir la
posibilidad que yo pueda
recaer en mi problema.

28. Es frustrante, pero siento


que pudiera tener una
reaparición del problema que
pensaba que ya había resuelto.

29. Tengo tantos problemas


como cualquier persona. ¿Por
qué malgastar el tiempo
pensando en ellos?

30. Estoy trabajando


activamente en mi problema.

31. Me gustaría asumir mis


defectos, más que intentar
cambiarlos.

32. Después de todo lo que he


hecho para intentar cambiar mi
problema, éste vuelve a
aparecer y eso me preocupa.
(Ha terminado, gracias por participar)
61

Apéndice N° 2

Sexo Escolaridad Religión


M:__ F:__ Primaria: __ Tecnólogo:__ Católica: __
Edad: __ Secundaria: __ Profesional: __ Cristiano no católico:__
Estrato: __ Técnico: __ Ninguna:__ Otra:___

CONSENTIMIENTO INFORMADO
Usted está invitado a participar en el proyecto investigativo “Relación de la motivación para el
cambio y el número de recaídas de drogodependientes que han participado en un proceso de
rehabilitación en la ciudad de Cartagena”. El cual tiene como objetivo Determinar la relación
existente entre la motivación para cambio y el número de recaída en drogodependientes que
participaron en un proceso de rehabilitación en diferentes centros asistenciales de la ciudad de
Cartagena.
En dicho proyecto evaluaremos: Instrumento para medir la Motivación para el cambio: URICA. Este
instrumento será aplicado por Alejandra López y Khaterin Pérez, estudiantes del programa de
Psicología de la Universidad Tecnológica de Bolívar. Su participación consistirá en diligenciar el
documento mencionado.
Este proyecto se rige por la normatividad establecida en la ley 1090 de 2006. Su participación en la
actividad no genera beneficios ni costos económicos, puesto que los mismos están a cargo de los
investigadores. De igual manera no genera riesgos físicos, psicológicos, ni morales. Su participación es
libre y autónoma; en cualquier momento del proceso investigativo puede retirarse si lo considera
pertinente.
Los resultados serán anónimos, manejados de forma confidencial y usted podrá acceder a los mismos
al finalizar la investigación.
Yo__________________________________________ identificado con cédula

N°_____________________________ de ______________________________ manifiesto que he

recibido la información necesaria respecto a la presente investigación y comunico mi deseo

voluntario de participar en el estudio.

Responsables: Participante:

Alejandra López Murillo


T00040829
Estudiante de Psicología

Khaterin Pérez Muñoz


T00042036
Estudiante de Psicología
62

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