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“Año de la Universalización de la Salud"

UNIVERSIDAD PERUANA LOS ANDES

SEMINARIO DE ETICA Y SOCIEDAD

INTROSPECCIÓN EVALUATIVA DE LA LECTURA


FILOSÓFICA DE ÉTICA Y SOCIEDAD

Docente : JORGE LUIS PALOMINO VARGAS


Alumna : CABANILLAS SANTA CRUZ Mercedes
Código : H05733F
Ciclo : XI
Aula : A1

Lima – Perú
2020

TAREA
Cada una de las interrogantes deben ser respondidas bajo conceptos filosóficos para
ello tome con calma lea interprete, analice y luego recién, aborde su respuesta (una
sugerencia, emplee 20 líneas por cada pregunta, una pregunta será en una página).
1. Conceptualizar la ética desde la concepción etimológica.

La palabra ética proviene del griego êthos y significaba, primitivamente, estancia,


lugar donde se habita. Posteriormente, Aristóteles afinó este sentido y, a partir de él,
significó manera de ser, carácter. Así, la ética era como una especie de segunda casa
o naturaleza; una segunda naturaleza adquirida, no heredada como lo es la
naturaleza biológica. De esta concepción se desprende que una persona puede
moldear, forjar o construir su modo d’ser o êthos.
El hombre la construye mediante la creación de hábitos, unos hábitos que se
alcanzan por repetición de actos. El êthos o carácter de una persona estaría
configurado por un conjunto de hábitos; y, como si fuera un círculo o una rueda,
éste êthos o carácter, integrado por hábitos, nos lleva en realizar unos determinados
actos, unos actos que provienen de nuestra manera de ser adquirida.
La ética definida como teoría en tanto reflexión sobre los actos libres y la
argumentación de los motivos de la acción. En esta definición se ingresan factores
importantes: reflexión, argumentación, derechos y deberes.
La ética es la reflexión del propio modelo de vida, acciones, comportamientos, actos
en donde la razón tiene un papel importante en la toma de decisiones para
comprender, justificar y argumentar. En este sentido, evaluar el interés y el gusto o
disgusto personal, teniendo en cuenta no solo los derechos, lo individual, sino
también los deberes para con los otros y también que el interés personal no rebase el
interés general.
La palabra ética proviene del griego ethikós ἠθικός, y es un problema de la
existencia humana que se ha abordado teóricamente por la filosofía desde la
antigüedad hasta el presente.
La ética es una de las ramas más profundas de la filosofía porque se ocupa de dotar
de contenido teórico y de sentido la acción moral del hombre; así mismo se ocupa
de pensar el sentido de su vida en relación con su actuar.

2. La ética como disciplina filosófica, que aporta para el ejercicio profesional del
derecho.

El tema de la ética se incorpora cada vez más en todos los ámbitos, puesto que
refiere a la vida, a la responsabilidad, al apropiarse de las decisiones y sus
consecuencias, asumir la ley, a ser coherentes y hacerse cargo de sí mismo.
La filosofía del Derecho no “crea” las ideas, sino que las encuentra ya operativas en
el Derecho y procede a ordenarlas y sistematizarlas “en segundo grado” más bien
que a proyectarlas o “aplicarlas” descendentemente.
La misión de la filosofía respecto al derecho es de permanente enjuiciamiento, de
puesta en cuestión de su naturaleza y legitimidad; a fin de indagar, de provocar
aquello que mejor conviene para la convivencia social.
La filosofía es un saber de mucha utilidad para el derecho, porque permite acicatear,
cuestionar verdades jurídicas allí donde estas se dan por supuestas: ¿qué es el
derecho? ¿Qué es la justicia? ¿Qué es persona? ¿Qué es la dignidad? ¿Qué es la
pena? ¿Qué es el delito?, o de otro modo ¿Qué hace que nos consideremos más
dignos de derecho que un chimpancé? ¿Debemos obedecer una ley por más injusta
que esta nos parezca? ¿Cuándo una ley es legítima y cuando no?
Los abogados en general dan por sentado todo lo que saben respecto del derecho,
viven considerando que las cosas están bien como están, porque eso les dijeron: que
la ley es la justicia y, que la justicia es lo que está contenida en los códigos en forma
de leyes.
La filosofía del Derecho siempre ha estado correlacionada con las diferentes fases
de desarrollo histórico de los propios fenómenos jurídicos. Así pueden ser
interpretadas las relaciones históricas entre el Derecho romano y el ius commune
medieval y la filosofía aristotélico-escolástica (resulta especialmente clamorosa,
dicho sea de paso, la omisión que Bobbio hace de la figura de Aristóteles, de quien
proviene la idea misma de jurisprudencia, a la que subyace una comprensión
epistemológica decisiva de la teoría y la práctica del Derecho común a toda la
tradición occidental), o entre la filosofía iusracionalista e ilustrada y el proceso
histórico de constitución del Estado y de positivización del Derecho moderno de
base nacional.

3. La moral como se articula, con la ética.

La moral es definida como las acciones de los sujetos, en la relación con los otros.
Esto es, la responsabilidad con relación a sus acciones y las implicaciones en la
relación con los otros, la corresponsabilidad en la construcción social.
A diferencia de la moral, la ética se encarga de abstraer y conceptualizar la razón de
ser de ciertas acciones con valor social haciendo a un lado los decálogos de buen
comportamiento, que corresponden más al área de la moral. Así, la ética se propone
conceptualizar lo bueno, lo malo, así como la justicia y demás virtudes, y evaluar el
lugar que tienen en la vida individual y comunitaria de un sujeto y el sentido que
tiene o no actuar de determinada manera.
Comúnmente suele confundirse la ética con la moral y encontramos que
cotidianamente se usan expresiones como “poco ético” sobre acciones que tienen
que ver más con el campo de la moral y no tanto con la ética, ya que entendemos
como moral a un conjunto de normas de comportamiento que tienen razón de ser en
unos imaginarios de bondad o maldad arraigados y poco cuestionados en una
determinada cultura.
La palabra moral traduce la expresión latina moralis, que derivaba de mos (en plural
mores) y significaba costumbre. Con la palabra moralis, los romanos recogían el
sentido griego de êthos: las costumbres también se alcanzan a partir de una
repetición d’actos. A pesar de este profundo parentesco, la palabra moralis tendió a
aplicarse a las normas concretas que han de regir las acciones.

Así, pues, desde la etimología, hay poca diferencia entre ética y moral: una y otra
hacen referencia a una realidad parecida. Pero hoy, pese a que a menudo se usan de
manera indistinta como si fuesen sinónimos, se reconoce que tienen significados
divergentes
4. La ética como disciplina filosófica que aporta a la sociedad actual.
El tema de la ética se incorpora cada vez más en todos los ámbitos, puesto que
refiere a la vida, a la responsabilidad, al apropiarse de las decisiones y sus
consecuencias, asumir la ley, a ser coherentes y hacerse cargo de sí mismo.
La moral da pautas para la vida cotidiana, la ética es un estudio o reflexión sobre
qué origina y justifica estas pautas. Pero las dos, si bien son distinguibles, son
complementarias. Del mismo modo que teoría y práctica interaccionan, los
principios éticos regulan el comportamiento moral pero este comportamiento incide
alterando los mismos principios. A menudo los conflictos de normas morales que
aparecen cuando tenemos que tomar decisiones son el motor que nos impulsa a una
reflexión de nivel ético. Es por ello que Aranguren, reconociendo la vinculación
entre teoría y práctica, llama a la ética moral pensada y a la moral, moral vivida.
La ética en la sociedad actual se basa por medio de un conjunto de acciones que se
deben realizar para tener un beneficio propio y de terceras personas con
responsabilidad y llevando acabo los valores primordiales en todo momento.
La sociedad de hoy rechaza la percepción subjetiva de los valores por parte del
individuo, que desvirtúa su carácter absoluto y universal. Recurrir a los
contravalores permitirá tomar conciencia de la auténtica valía y dirección que se
quiere que éstos tomen en favor del progreso humano.
Los valores son el eje sobre el que giran las acciones y conductas de cada persona, y
que acaban condicionando el devenir de la sociedad. Por ello, los actuales
gobiernos, las instituciones y los propios individuos, en su afán de
perfeccionamiento y superación reflexionan sobre los valores a tener en cuenta. Los
valores en la empresa son otros de los ámbitos en los que se plasma la importancia
que este tema está adquiriendo en la actualidad, en todas las áreas. Los cambios
vertiginosos provocados por el avance tecnológico plantean la duda de si los valores
heredados hasta el momento serán necesarios o no.

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