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)(ORDIO: ESTRATEGIAS PROYECTUALES EN EL RETO

~E LA MONUMENTALIDAD
El 28 de julio de 1963, luego de una dura campaña electoral que había
incluido elecciones en 1962 y 1963, el arquitecto Belaunde se convirtió en
residente de la República por vía democrática y asumió el poder con mucha
:nergía para implementar sus planes de gobierno y desarrollo, concebidos
tiempo atrás, siguiendo el modelo de progreso y desarrollo angloameri-
cano. Por esos años, cerca de una década después de la inauguración de las
primeras etapas de las unidades vecinales de Matute, Rímac y Mirones, la
CNV había dedicado sus esfuerzos principalmente al mejoramiento de los
barrios marginales de Lima, tema que se había convertido en el principal
eje de trabajo social del anterior gobierno. Sin embargo, entrados los años
sesenta y teniendo asumido que el problema de los barrios marginales era
un reto insuperable para la ciudad moderna, Belaunde decidió apartarse
de los trabajos de saneamiento de barriadas. Por eso dedicó sus esfuerzos
a la finalización del Plan de Vivienda de Lima y la creación de nuevos con-
juntos similares en varias ciudades del Perú.
Dadas las nuevas dimensiones físicas y sensoriales urbanas de Lima -con
una población que rozaba los dos millones de habitantes-, así como la
expansión del tejido urbano, el Hipódromo de San Felipe se trasladó a
los nuevos límites del este de la ciudad, dejando una gran área de terreno
baldío residencial en el barrio de San Felipe, mientras nuevas zonas resi-
den · 1es crecían en dirección al sur. Este terreno f,ue es~ogi'dO por 1ª
N cia
J V para el desarrollo de vivienda colectiva de clase media, ª pesar de
encontrarse en una zona de alto valor debido a la existencia de casonas con
e~tensas áreas verdes. Ba1·o la supervisión del presidente Belaunde, el pre-
side J · C
la Rnt~ de la JNV, Carlos de Martis, y su director de proyectos, avier ayo,
es1dencial San Felipe fue proyectada y construida entre 1962 y 1969
Por los J.óvenes arquitectos
. . . de este nuevo organismo del Estado.
al 1ntenor
UTOPÍAS CONSTRUIDAS. LAS UNIDADES VECINAL
ES DE LIMA
En fluida coordinació n entr e los arqu itec tos y diri gen tes de la JNV
resi ·
P dente, Belaunde se desarrollaro n tres distln tas pro pue stas para la Y el.
denáal. Finalmente, se construyo, part e de 1a pnm . res1-
era pro pue sta y luego se
completó el proyecto con la tercera pro pue sta.
El proyecto de la primera versión fue lide rado por Enr
iqu e Ciriani y desa-
rrollado, entre 1962 y 1964, junt o a Mario Bem uy, con
Alfredo Pérez G.
como jefe de División. Este se bas aba en la rep etic
ión de un clúster de
300 viviendas, el cual se construyó inm edia tam ente des
pué s de ser proyec-
tado, en el extremo suroeste del terr eno (esq uina de
las avenidas Sánchez
Carrión -ex avenida Per shi ng- y Gre gor io Escobe
do) com o inicio del
conjunto. En pleno proceso de con stru cció n de este
prim er clúster de
vivienda, se resolvió entre el pres iden te Bel aun de 11
y los gerentes de la
JNV, que el resto del conjunto se deb ía pro yec tar con
nue vas tipologías
de vivienda que permitieran ofrecer más viviendas a
me nor costo y que se
construyera a mayor velocidad.
Jacques Crousse y Oswaldo Núñ ez fue ron los enc arg
ado s de proyectar la
segunda versión de la Residencial San Felipe1• Esta seg
und a propuesta se
basaba en la utilización del clúster de Ciri ani y Bem
uy en los extremos
norte y sur del terreno y la organización de edificio
s de dist inta s alturas
unidos por una gran calle peatonal elevada. Este pro
yec to de usos mix·
tos utilizaba edificios (previamente proyectados en
la JNV) de cin~o, 1~
Y15 pisos y ofrecía más de 1400 viviendas en amp lias
área s verdes · Asi,
entre 1964 Y 1965, se completó el proyecto de la Res
iden cial San Felipe
de Crousse Y Núñez, que incluyó el clús ter ya con stru
ido com o parte del
conjunto residencial que podía dar rent abil idad a la JNV (con la ven~a de
· · d
VIVI .
en as Y comercio s) y que serviría par a la vivienda popu1ar en areas
menos cotizadas de Lima.
1
•8 proyecto lo hicimos Oswaldo y yo después de que o repetir el
. coón
la d,rec . de la J.NVbledecid iera
y porq uenno querlan
conjunto en cruz que habla diseñado Quique por 110
que se repita varias veces como Quique pretendla. Cuan
ser económicamente tª las torre
do él se fue a Par 8 Y banlstica
s en
que
cruz
co

ya se
ntern·
estaban termin . ando, se nos encargó a Oswaldo y a mi
una nueva propuesta ur . pero
piara
2 el edificio ya hecho• (Crousse, 2008a).
rasa n fehPª: una
No existen cifras oficiales ni concretas de este proye
cto de Crousse Y Núl'\~z ~ria ni nos arro:e 16
un cálculo hecho sobre la base de la volumetrla de la
maqueta Y los clús~ersd : en siete t?rrespisos Y
cifra cercana a 1500 viviendas (536 unidades en los
2 clústers, 392 unid_a. ~ . sters de cinco
pisos , 240 unidades en las barras de 1O pisos, 200
unidades en los 1 4 minie u
60 unidades en 20 grupos de casas), cerca de 1428
unidades.
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1 1
> Figura 4.2. Residencial San Felipe. Lima,
1962-1969, JNV. Planta del conjunto. Dibujo
elaborado por el autor sobre la base de una
fotografla de la maqueta de 1964. Archivo
personal del arquitecto Jacques Crousse.
UTOPIAS CONSTRUIDAS. LAS UNIDADES VECINALES DE LIMA
. to el proyecto para ser licitado para la construcción Belaund
Una vez l1s . , . _ ' e
-con la asesoría de Carlos de Mar tls- desca~o el diseno (en teoría por el
alto costo constructivo de su eje central y su dilatada construcción) y pidió
inmediatamente después que se desarrolle una nueva versión «económi-
camente viable» y con mayor densidad poblacional. Estos requisitos tenían
el objetivo de construir San Felipe en corto tiempo y al menor costo para
entregarlo a la clase media. Estas circunstancias propiciaron la renuncia
de Javier Cayo (gerente de Proyecto), Núñez y Crousse (arquitectos) por su
frustración y rechazo a la decisión. De este modo, la tercera versión de San
Felipe recayó en los arquitectos Luis Vázquez y Víctor Smimoff, también
arquitectos con experiencia, de la JNV3•
El proyecto de Smimoff y Vásquez fue presentado en pocos meses y se
convirtió, así, en la última y definitiva versión de la Residencial San Felipe.
Sus principales cambios con respecto al proyecto de Crousse y Núñez fue-
ron dos: la eliminación, por razones económicas, de la calle elevada que
daba unidad al conjunto y el incremento de más unidades de vivienda uti-
lizando los mismos edificios proyectados en la JNV que se habían utilizado
en la segunda versión. Así, la tercera versión de la Residencial San Felipe
se desarrolló en tiempo récord, entre finales de 1964 e inicios de 1965 , y se
terminó de construir en 1969, con una distribución parecida a la segunda
versión, pero sin el orden ni la potencia de la anterior.
De estas tres versiones del proyecto, resulta suma men te interesante estu·
~iar la segunda versión, el conjunto proyectado por Crousse y Núñez qu~
mcluye el clúster de Ciriani, al cual aquí se denomina «el proyecto Ciriani,
Bemuy, Crousse YNúñez». Este proyecto desarrollado en 1963 -trun cado
Pº: motivos populistas Ydisfrazados de razones pres upue stari as- parece
mas relev~nte por haber sido el proyecto de arquitectura urba na que corres-
ponde ~l ideal político Ysocial del Estado y del gobierno de Belaun <le.
El a~qmtecto-presidente veía en esta nueva unid ad vecinal para la clase
medi~ d~ Lima el gesto Y demostración del pujante Estado peruano que
matenahzaba su pro
greso en 1a arqw.tectura de la vivienda colectiva.
.
3 S.m1moff
. ~ tomando
recuerda que Belaunde estaba muy pendiente del proyecto, dando órdene s yde M• rtis,
, Carlos
decisiones todo el tiempo: •La estructura era Belaunde presidente de gobier o•
no.' de proyecl
Pdte. de la JNV, Alfredo Pérez, Gerente Gral. de la JNv, Smirnoff y Vásqu
ez, ¡efes varios de IOS
(2008). Igualmente, figura Mario Bernuy como jefe del Depar tamen to de Proyec tos enSaneamiento,
planos de la segunda etapa. En Archivo Central, Ministerio de Vivienda, Const
rucción y
SHARIF S. KAHATT - - - -
. rnente en est e contex to emergió la experiencia monument al para
precisa ' . . pro yec tual d
ntundencia y claridad en sus estrategi. as
. es, pro ucto
ofrecer Co . .
arquitecto-presidente y las pro-
de la simbiosis de los ~<leales sooales del
en ~usca de crear un conjunto
pias ideas de !ºs a~quitecto~ de la JN~,
internacionales contemporá-
derno con identidad nacional y las ideas
. ,. . d 1 d' d 1960·
rno disciplina arquitectonICa e a eca a de
neas a la
La experiencia monumental buscó , po
r un lado, presentar una obra monu-
ficios expresivos y unidades de
mental de escala metropolitana con edi
otro, interpretar y ofrecer espa-
vivienda con tipologías mo de rna s y, por el
dad peruana. Así, el proyecto de
cios y sensaciones reconocibles en la ciu
lle elevada) que articula edificios
la residencial yuxtapone un a alameda (ca
verdes como respuesta ante el
de distintas alturas en tre grandes áreas
Igualmente, se planteó para la
problema del déficit de vivienda urbana.
que apuntaló en su experiencia
ciudad moderna un centro cívico comercial
los barrios aledaños y creó una
urbana la nueva identidad progresiva para
nueva escala para la ciudad de Lima.
De este modo, la experiencia monumenta
l propició nuevas sensaciones
con calles aéreas) y experiencias
urbanas (a través de las torres y edificios
cia de plazas y patios , calles, ala-
referidas a la tradición colonial (la secuen
la vida comunitaria a una escala
medas y parques). Todo ello buscó ejercitar
ano con una megaestructura»
monumental que planteaba un «parque urb
vivienda en medio de un barrio
de ~dificios Y torres de hasta 15 pisos de al d , s · , estª
res1denci·al de casas de un a o dos plantas. Además, a ese a ome nca ·· d
estrªtegi·a persiguió el efecto monumental en departamentos Y VIVIen as
vados en torres Y otros nuevos
c~n dobles alturas, calles elevadas, patios ele
dispo · ·
sitivos de la arq uit ect ura mo de rna de posguerra .
d t 1
El eonJ· unto Residencial San Felipe se propuso de esta manera ~ra~ e~
.
convirtió en el proyecto I~~1gn1a
~~tne~ año del gobierno de Belaunde y se
cto-presidente la VIV1Ienda
su ideal de Estado y nacio'n · Para él arquite
colecij . Precis amente, en e caso
. va era la mejor forma de habitar la ciudadh' . n un discurso con
Particular d 1a VIV . . Ienda de la clase media , 1o izo co
fu e . al'
. aginario moderno y nac10n
ertes dosi.s del im 1sta.
uroPIAS CONSTRUIDAS. LAS UNIDADES VECINALES DE LIMA
ITECTURA PARA LA VIVIENDA COLECTIVA
1. NUEVA ARªU
., r. • nal de los arquitectos, urbanistas e ingenier os sigu• ,
La educac1on pro1es10 . ., io
. d d tro de las ideas.de modem1zac1on de cultura urbana de
evolucionan o en . e
'd ntal En ese sentido, la ENI se VIO a1ectada por el mismo
. . , .
posguerra occ1 e · sus
ios y se convirtlo, hacia 1955, en la UNI. Por ello
proceso de camb , ., ..
departamentos pasaron a ser facultades. As1, la genera~1on de Cinani y
Crousse, inició sus estudios en el Departamento de Arquitectura de la ENI
y se graduaron de arquitectos en la Facultad de Arquitectura, Urbanismo
4
y Artes (FA UA) de la UNI, en 1960 •
El decanato de la FAUA, durante la década de 1960, estuvo dominado
por los antiguos miembros de la desaparecida Agrupación Espacio.
Después de la dirección de Femando Belaunde, Santiago Agurto la asu-
mió (1961-1963) 5• Luego, Luis Miró Quesada Garland (1963-1965) y más
tarde Adolfo Córdova (1965-1968), quien dejó el cargo luego de los violen-
tos cambios en la educación que implantó el gobierno militar. Así, Julio
Arce A. dirigió la FAUA-UNI entre 1968 y 1970 y, más adelante, Carlos
Williams lo lideró entre 1970 y 1977.
Durante la segunda mitad de la década de 1950, en la recién creada Facul-
tad de Arquitectura de la UNI, el profesor y decano Belaunde enfatizaba
la preocupación por buscar soluciones «formales» a la crisis urbana Yal
déficit de vivienda de Lima desde su cátedra El Problema Nacional de la
Vivienda. Belaunde centraba sus esfuerzos en ejercicios reales en áreas
urbanas Yrurales de todo el país. A través de estudios de casos, proyectos
4
En 1956 el Departamento de Arquitectura de la EN 1, bélJo . la .
Jefatura de Belaunde se convirtió
. er decano hasta
en ese año en dicha facultad, en donde el mismo Belaunde se convi'rfó I en su M. ó Quesada hasta
. pnm
1960. En los siguientes tres al\os, lo sucedió Santiago Agurto y más tarde Luis ~r en la estructura
1972. Además, en esos al\os, el Instituto de Urbanismo, que habla sido inserta O n la OEA, con·
de la escuela como instituto de posgrado, siguió creciendo gracias a convenios co vido por Luis
virtiéndose en el Instituto de Urbanismo y Planificación de Lima. Por otra parte, promo /'lanza de la
donde se f und'ó •t·nerantes d 1
· Ouesada se creó el Departamento de Artes Visuales en
Miró 1 la ense
8
arquitectura
0 . ' llegaban exposicio
con las artes plásticas y el cine. A este centro .. nes ''. ales.
M MA d 1 · · ternac,on n t 961 ,
, e a Bienal de Sao Paulo y de otros institutos de arte contemporáneo in
e
d decanoolltica con
.
' S"'1bago Agurto, que era profesor de arquitectura en la FAUA. Fue nombra O
luego de su foi:zasa salida del Departamento de Arquitectura de la CNV por u_na disput~rta pública
el pnmer ministro Pedro Beltrán en 1960. Agurto, miembro del MSP, desmintió en un: casa proplª·
las declaraciones de Beltrán que afirmaban la idea de que cada peruano tendrla _un a las medid8'
luego de ese evento, tuvo que renunciar al cargo por incompatibilidad polltica, debido
Ypromesas del gobierno de Prado y particularmente, de eu primer ministro.
SHARIF S. KAHATT
construcción
y teorías internac~onales mod erna s para la urbanización y
e im 1 _
vivienda colectiva, dem and aba de sus alumnos proponer
. . d d d . . . p eme n
de ónicas y urbanas
tar conjuntos de vivien ª. e istint~s. tipologías arquitect
Similarmente,
que respondí~n a la den sid~ d y trad1eion,es urbanas locales.
de Urbanismo
en los estu dios d~ mae.s tria que ofrecia en el Instituto
se dedicaban a
-dir igid o por Lws Orti z de Zev allo s- los estudiantes
, así como tam-
atacar prob lem as de urba niza ción y vivienda en todo el país
ral.
bién planes regi ona les que imp ulsa ran el desarrollo integ
aban a trabajar a
De este mod o, los jóve nes arqu itec tos-urbanistas que entr
de vivienda como
los organismos ded icad os a la proyección y construcción
o de 1963 en
la CNV, el INVI y el FNSBS (los tres consolidados en ener
por el desarrollo
la JNV) esta ban form ado s bajo la convicción de trabajar
y planeamiento.
nacional med iant e proy ecto s de arquitectura, urbanismo
ntrarían traba-
Así, todos esto s jóve nes form ado s en la FAUA se enco
Enrique Ciriani,
jando en la JNV. Entr e ellos, dest acar on Jacques Crousse,
, quienes serían
0swaldo Núñ ez, Jorg e Páe z, Víctor Smi mof f, entre otros
de vivienda e
los encargados de real izar los proyectos más importantes
infraestructura en el país en esa y la siguiente década.
mientras que la
El inicio de la carr era de Cro usse y Ciriani es paralelo,
sse y Ciriani se
de Núñez -un os año s ma yor - difiere un poco . Crou
de especializa-
graduaron de la FAU A en 1960 y luego siguieron cursos
Seguidamente,
ción en el Inst ituto de Urb anis mo de la mism a escuela.
cial. Trabajaron
~~traron a trab ajar al INVI bajo la dirección de Luis Mar
tanilla Y, tras la
inicialmente en el proy ecto de la Ciudad Satélite de Ven
Yproyectaron
creación de la JNV ' se inte grar on a su División de Proyectos , 6
1 te Y Ri~~~ ·
as segundas etap as de las unid ades vecinales Mirones, Matu
id~mente via1o ª
De otra part e, Núñ ez se grad uó en la UNI en 1957 Ysegu
cia. De re~e so
Eu~opa entr e 1958 y 1960. Estudió y trabajó en Italia YFran
1962 traba~º-e n
ª Luna ingr esó a la CNV con Javier Cayo. Entre 1960 Y
lotes-y-servioos)
proyectos de apoyo a los barr ios marginales (proyectos de
~ar~ toda esta
y, tras crearse la JNV , se inte gró a la División de Proyectos:
Cinani, .Crousse
gen~ración -co mo lo han expresado posteriormente
años cincuenta
y Nuñez en dist inta s entr evis tas- hacia el final de los
;--- -__ . actos particulares. Igualmente,
En 196l_C_ _ _ __ _ _ _ en proy
en 19 .. ro_usse, Cirian i y Páez se asociaron para traba¡ar
62
' Cinan, entró a la FAUA como profesor asistente.
~
UTOPIAS CONSTRUIDAS. LAS UNIDADES VECINALES DE LIMA
. . a se iba filtrando de distintas maneras en la cultu
la arqmtectura mg1es ra
arquitectónica peruana?.
. do un repaso de los proyectos más comentados por los peruanos
Hac1en
en 1a arqm•tectura británica de posguerra, destacan la construcción de
s New Towns -particularmente Cumberland, los proyectos de James
1
s°tirling y los de Alison y Peter Smithson (p~oyectos ur~a~os para Londres
y otras ciudades del Reino Unido)-Ademas, _todos co1nc1den en destacar
la presencia de la inagotable fuente Le Co~bus1er e~ sus grandes proyectos
habitacionales y la arquitectura de Chand1garh, as1 como los proyectos de
Osear Niemeyer para Brasilia. Núñez particularmente recuerda el interés
en varios arquitectos europeos aparecidos en Architectural Review a inicios
de la década de 1960:
[...] se veía mucho el trabajo de las nuevas ciudades en Europa, el
trabajo de Le Corbusier, por supuesto, pero también el de Stirling;
Candilis, Josic y Woods; Smithson; etcétera. Se comentaba mucho el
trabajo de Stirling con el concreto y ladrillo expuesto como la Maison
Jaoul de Le Corbusier y sus interpretaciones. Veíamos las revistas de
Architectural Review y lo que mostraban ahí (2009).
A pesar de que los jóvenes arquitectos peruanos no estaban al tanto de las
diferencias y disputas entre los integrantes del Teaml0 y el núcleo fuerte
del CIAM, podían reconocer los aportes fenomenológicos y tipológicos
ª la arquitectura moderna y los transformaban y adoptaban a la realidad
limeña. Así, las ideas del Teaml0 y de la nueva generación de arquitectos
modernos fueron enriqueciendo el bagaje arquitectónico y urbano desarro-
llado en la arquitectura peruana. La arquitectura de las unidades vecinales
(Matute, Mirones, Rímac), de los nuevos conjuntos de la JNV, como la
d: los conjuntos residenciales de San Felipe, Santa Cruz y Palomino son
e1emplo de la década de 19GO.
7
s ideas
En las entre~stas realizadas a Crousse y Nú~ez, separadamente, se han .aPuntado eSt a en una
ublicada
varias veces.
revista (2008). Ciriani se refiere a estas influencias en una entrevtSt a p
coreanaIgualmente,
- 364
·1· ' 4l
> Figura 4.3. Fotografía de la
.1 segunda etapa de la Unidad
Vecinal de Matute, con los edi-
ficios. Lima, 1962-1966, JNV,
Enrique Ciriani. (Galantino,
~. r~
~.

2000, p. 25),
.
/41
> Figura 4.4. Fotografla de uno
de los pasajes peatonales de
la Unidad Vecinal Mirones que , I • ,
remata en uno de los edificios
de su segunda etapa. Lima,
1962-1966, JNV, Jacques
Crousse. (Troy, 1969, p. 32).
..
,. . .. ...
~
uroPIAS CONSTRUIDAS. LAS UNIDADES VECINALES DE LIMA
. , y construcción de megaestructuras como la Unité d'habit t·
La proyecaon . . . a ion
de Marsella afectó todo el imaginano de la arqu ite~ ra urbana, la vivien da
colectiva y a todos los arquite~os modernos, en particular a los jóvenes de
lª UN I que iniciaban su trabaJO en grandes proyectos de la JNV. La influe .
al' d 1h · '
ªª. 1ecorbusierana en el uso «brut ista» e orm1gon expuesto, utilizadn0
desde la unité hasta sus últimas obras, se difun d', ,
10 rap1'damente por todo
el mundo. Esta influencia se vio reforzada por la s~ncillez del acabado y la
eliminación de sus costos . De este modo, en poco tiempo, el «brutalismo»
se había apoderado de Lima y se fue convirtiendo en el lenguaje del Estado
como sinónimo de modernización y progreso.
A inicios de los años sesenta se contaba en Lima con un conjunto de obras
que incluía el Hospital del Empleado (de Edward D. Stone y otros), el Aero-
puerto Jorge Chávez (de Arana-Orrego-Torres y de Luis Vásquez y Miguel
Bao), el edificio de oficinas El Sol (de Luis Miró Quesada), el edificio Atlas
(de Walter Weberhofer y José Álvarez Calderón), el edificio El Pacífico
de Miraflores (de Femando de Osma), el Hotel Savoy (de Mario Bianco),
el edificio de Seguros Peruano-Suizo de la Plaza San Agustín y el Banco
Continental de Miraflores (de Teodoro Cron), entre otras. Estas construc-
ciones junto a las etapas finales de las unidades vecinales creaban una
atmósfera propicia para una nueva arquitectura monumental moderna,
correspondiente a las aspiraciones de una emergente metrópoli latinoa-
mericana. Así, como todas las capitales del mundo, Lima comenzaba a
exhibir edificios residenciales, institucionales y comerciales monumenta-
les Ybrutalistas que buscaban representar el desarrollo de sus entidades Y
reflejaban el avance de la nación.
En ese contexto, las nuevas unidades vecinales de Lima, además de ayudar
al país en su implementación del proyecto de moderno, también ayudaro~
ª apuntalar el efecto de las nuevas ideas de los gobiernos al mando del pais
Ysus formas de representación. Desde mediados de los años cincuenta,
la
arquitectura moderna en el Perú dominaba el panorama cultural Yla repre-
se_n~ción del Estado en el ámbito institucional. Como ya había reconocido
G1ed1on en 1 ·, 1
re acion a contexto europeo de los años treinta, los P0 l'ticos
1
son
. «normalmente 1os que recurren a la monumentalidad para deJ·ar su
impronta en la construcción de la ciudad» (1997c p. 167). Siguie ndo_ a
este autor se pu d fi u.me·
' e e ª irmar que en el Perú los políti' cos tamb1en
. ,
rec
ron a la monu ment al'dad
f; 1 para dejar su impronta en las ciudades Y, de esa
orma, marcar el cam · d .
mo e sus ideas de Estado y nación.
- 366
SHARIF S. KAHATT -
TRADICIÓN EN LA METRÓPOLI
2• CULTURA Y
cuerdo con Belaunde, jefe.del Departamento de Arqm·tectura (1951-55)
De a
d de la misma especialidad (l 955 _1960), d'nector de la'
decano de la Faculta
.
reVl·sta El
Arquitecto Peruano (1937-1963) ' candidato a pres1'dente durante
la década de 1950 (1956 Y1963) y presidente del Perú (196 3.1968), las solu-
ciones a lo~ problemas ~oder~ os de la nación se encontraban hurgando
en la histona, en las propias raices de la cultura milenaria.
Dentro de la nueva cultura urbana de la ciudad de Lima, con una pujante
clase media de «profesionales», Belaunde se presentó como el ejemplo del
desarrollo personal a través de la educación, el trabajo y el respeto a los valo-
res de la historia8• En este sentido, durante la campaña política a finales de la
década de 1950, el arquitecto-candidato afirmaba que la historia peruana era
la gran fuente de inspiración para un gran movimiento político social y que
solo faltaba aplicar al cultivo la técnica moderna: «No miramos al pasado por
chauvinismo o espíritu nacionalista: buscamos su enseñanza» (1994, p. 51).
Indagar en el pasado peruano -apunt aba Belaunde-- no era un «exceso
de vanidad histórica» ni ningún nacionalismo en boga, sino el perfecto
equilibrio de desarrollo comunal que servía de base para el desarrollo
moderno debatido entre el mundo capitalista o el comunista de la guerra
fría. Así, según la interpretación histórica de Belaunde, del antiguo Perú se
puede aprender a forjar una «tercera vía» para el progreso , una alternativa
ª las potencias antagónicas.
Por consiguiente, al tanto del problema estructural que era res~tado de
la falta de continuidad y de las roturas en el inconsciente colectivo de la
nd
sociedad peruana (entre su pasado histórico y su presente), Belau e Y
sus oficinas de gobierno se plantearon el proyecto de conStnrir un futuro
colecti·vo con una nueva representac1on ·' en su «nueva etapa»
. , de 1a nacwn
del proyecto moderno. De este modo, sus proyectos de infraeStmctura
nacional en general y los de vivienda en particular buscaron estrecha~ las
relaciones entr 1 h'1p1e . 'l cultural de identidades (inca, colonial y
e e are ago d enerar un
republicana). Por ende, todos los proyectos tenían en la agen ªese g
proyecto
PUe t ntalmente
n e cultural capaz de cuajar formal Ymonume
:---_
e Anto .~ - - - - - - - - t s de Fernando Belaunde a lo larg~ de
su carr nio Zapata hace un excelente análisis de todas l~s ~ace ª te a través de su labor en la revista
E/ At e_ra profesional, desde sus distintas facetas Y pnncipalmen
qu,tecto Peruano (1995, pp. 22-23).
367 - -
UTOPIAS CONSTRUIDAS. LAS UNIDADES VECINALES DE LIMA
de progreso, bienestar y prosperidad que Belaunde tenía en mente para la
nueva sociedad peruana9•
Los acuerdos del TIAR con el gobierno norteamericano de la década del 1950
habían dejado avances palpables en «salud, educación y vivienda», como
había sido prometido por Odría. Durante esos años, el rol del arquitecto
como profesional urbano comenzó a crecer tanto en las esferas públicas
como en las privadas. Durante la década de 1950 y a inicios de la década
de 1960, el gobierno de Prado agilizó la economía al promover la inversión
privada nacional y extranjera y produjo un importante desarrollo urbano y
económico en el país. Igualmente, la Alianza para el Progreso promovida
por el gobierno de John F. Kennedy para todos los países latinoamericanos
colaboraba con el fortalecimiento del Estado y la estabilidad social del país.
Sus programas de apoyo para la educación, vivienda, salud y desarrollo
técnico especializado se hacían sentir en las ciudades peruanas través del
trabajo de varias instituciones auspiciadas por el gobierno norteamericano,
como BID, USAID, Fundación Ford, PNUD, entre otras.
Este desarrollo se vio condensado rápidamente en la ciudad de Lima de
varias formas. Por una parte, las migraciones internas invadieron y pobla-
ron muchas de las áreas periféricas (arenales y terrenos agrícolas) de Lima
creando un cinturón de barrios marginales alrededor de la ciudad «formal».
Por otra parte, instituciones y empresas construyeron nuevas sedes y den-
sificaron la zona central de Lima transformando el paisaje urbano de los
distritos céntricos. Igualmente, los nuevos barrios residenciales del sur de
Lima iniciaron su crecimiento vertical con torres hasta de 2 o pisos para
usos ~esidenciales, principalmente, con la excepción de San Isidro que
ademas desarrolló áreas comerciales y financieras.
En la _FAUA, bajo la dirección del arquitecto-candidato Belaunde, estas
sensaaones se hacían incluso más palpables. Sin duda, para los arquitec-
tos, eSíaba en sus manos la construcción de la «nueva Lima»: una ciudad
. la generaaon
moderna· Para · , a 1a que pertenecieron Ciriani, Crousse, NúñeZ
Ylos eStudiantes de arquitectura de mediados de los años cincuenta, el efecto
de ~osguerra europea había llegado a Lima y se había traducido en derno·
craaa, gran vitalidad , .
econorruca Yanhelos de progreso y bienestar naci·onal-
9 Esta idea •stá desarrollada por Matos - Mar. El autor argumenta que se neces,•t• generar un Puente
7¡.
1984ª• p. 2
cultural entre las islas de identidad para crear una nueva identidad conjunta (
> Figura 4.5. Ciudad Satélite de Ventanilla, fotografía de la zona central, 1963. INVI, Luis Marcial.
Bajo la direcció n de Marcial trabajaron Turner, Ciriani, Crousse , Páez y Smirnoff,
entre otros.

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Archivo del Servicio Aerofoto gráfico Naciona l.
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:::,, 1:1_ .J,, 1 A67. JNV, Jacques Crousse,
UTOPÍAS CONSTRUIDAS. LAS UNIDADES VECINALES DE LIMA
Educados bajo la idea de practicar la :11"quitectura como un ~nstrumento
de desarrollo social, los jóvenes arq~tectos peruano~ trabaJaban con la
. . ' n de transformar la vida social. En ese sentido, apunta Ciriani·
conVICOO '
su generación pensaba que construía un nuevo mun~o moderno y, por
ello, se compartía la ilusión de refundar la cultura y la Ciudad con el fin de
mejorar la vida urbana1º.
De este modo, el reto de cada arquitecto estaba centrado en construir el
futuro. Para ello, solo había que trabajar de acuerdo con los principios de
la arquitectura moderna, siguiendo el valiente y eficaz ejemplo desarro-
llado en Europa y Norteamérica desde y para la realidad peruana. Hacia
1963, el jefe del Departamento de Proyectos de la JNVy el arquitecto Javier
Cayo11 (antiguo miembro de la Agrupación Espacio y colega de Belaunde
en la escuela) seguían inculcando las ideas modernas impartidas en clase
en la década del 1950 en la ENI.
Así, Belaunde, como presidente de la República y Cayo, como jefe de
Proyectos de la JNV, se encargaron de hacer llegar los principales linea-
mientos a los jóvenes arquitectos que desarrollarían las futuras propuestas
de vivienda. El Perú, como la gran mayoría de países latinoamericanos,
vivió una gran época de ilusión al desarrollar grandes planes urbanos que
transformarían la vida cotidiana de los peruanos, dando forma a la vida de
las nuevas generaciones de habitantes.
Las obras monumentales de arquitectura, ingeniería y urbanismo han sido
las mejores herramientas de los gobiernos e instituciones para represen-
tar Ymaterializar sus ambiciones políticas. Del mismo modo, Belaunde Y
su ~~ui~o habían hecho de la arquitectura un instrumento de desarrollo,
Y Cinam, que había sido educado dentro de esos principios, lo reconoce
10 •[...] pensábamos que estábamos construyendo un mundo, una c,u . d 8moderno,
• d a d • u na soc1e
acio d • lo que
quieras; un proyecto. Pensábamos que nuestra función en el mundo era traer e I esp a una causa•
la modernidad [ ... ] Lo que estaba dado era hacer arquitectura para los otros, er
11
(2004, p. 64). . Luis Marcial,
•Luego de la fusión de las instituciones, el primer jefe de Proyecto,• fue el. arqu,tf:proyectos de
ex¡efe de Proyectos del INVI. Marcial habla dirigido Ventanilla y la ftnahzación de O participaron
las unidades vecinales de Matute, Mirones, Rfmac, entre otros· proy.ectos en losM que ial en 19 ~•
6
C rousse,_e·man,,
· · smirnoff
· y otros exalumnos suyos. Luego de la repentina
· muerte de . are la pres,'denc1a
Cayo (ex¡efe del Departamento de Arquitectura de la CNV) pasó a dirigir la JNV, baJO
de Carlos de Martis y la gerencia de Alfredo Pérez.
SHARIF S. KAHATT
ando que «la arquitectura está en posibilidades de sobresalir cuando
afir!ll . d d tiene un proyecto nuevo, cuando se lanza a la sociedad un pro-
a soc1e a
un crece el entusiasmo y se plantea cosas nuevas» (2007, p. 10).
yecto nuevO 1
1
1 1
1
. MONUMENTALID AD Y ARQUITECTURA 1
1
3
DE POSGUERRA
En el inicio de la década de 1960, la arquitectura moderna ya no era un
movimiento marginal o insurgente; por el contrario, se había convertido 1 Í
en la expresión «oficial» del poder político y económico. La arquitectura
moderna se desplegaba por todos los distritos de Lima, tanto en las áreas
residenciales como en los edificios comerciales y de entretenimiento.
En ese contexto, la arquitectura de la vivienda colectiva ya no solo era el ele-
mento dinamizador del desarrollo socioeconómico y cultural del país sino
que también era moderna. Así, la vivienda colectiva fue el instrumento que
apuntaló y agilizó el proceso de modernización.
No obstante, esta situación de apogeo de la arquitectura moderna en Lima
no era una situación aislada en la región; por el contrario, era un fenó-
meno tardío con respecto a otras ciudades del mundo. Entre finales de
las décadas de 1940 y 1950 se construyeron en toda Latinoamérica varios
1
¡
conjuntos de viviendas de gran impacto urbano y social. En esos ª?º.s
las unidades vecinales alcanzaron su pico de popularidad Y se m~~ph- 11
c;¡r?n por todas las capitales sudamericanas como la panacea a la cnsis de
1
vivienda colectiva y la urbanización popular•
Si bien las unidades vecinales de Lima se habían presentado como las 1.1
Primer . . . ., fi n barrio con todas las 1
as matenal1zac1ones de la reg1on en o recer u
necesid d b, . , M, · Brasil y Venezuela, 11
tamb· ,
ª es as1cas cubiertas en pa1ses como exico,
. . ' . al or impacto urbano
O
ien se h1c1eron esfuerzos similares y de igu may social, . •1
Ysoc·a1 E . . d 1 tiva en Bras1
1 · n busca de monumentalizar la vivien a co ec
-apart d .. stituyen el caso super-
. e e las «supercuadras» de Bras1ha que con . d R' de
1ativo de estos esfuerzos- se pueden nombrar 1Os con1untos ee 10
an · . 1952)· en aracas,
J eiro, Pedregulho y Barra (de Alfonso Re1dy, 1947- ' p·¡ to
1os e . d ro) y Cerro 1 o
(d on1untos de El Paraíso, 2 de Diciembre (23 e ene ·untos Presi- \'.
e Carlos R. Villanueva TABO) y en México DF, los conJ
dente Al , ' Juárez' (de Mano . Pani') ·
eman y Presidente
~ UTOPÍAS CONSTRUIDAS. LAS UNIDADES VECINALE
1 S DE LIMA
rte se pued en nom brar otros con junt os de vivienda menos
Por otra pa ,
difundidos pero de similar impacto y amb'icio·, l' ·
n po. itico-socia· 1
. En Buenos
.
Aires, 1os conJ•untos 17 de Octubre (de. Carlos .Coire, 1948) y Los Perale
(l9SO), y, en Santiago de Chile, la Unidad Vecinal Port s
a~es (de Bresciani,
Huidobro y Castillo, 1960-1963). En todos estos compleJos
se pone tanto
empeño en la solución a la vivienda colectiva co~ o en pro
yectar una obra
significativa de representación del Estado y el gobierno en
la vida social de
estas naciones (Segre, 1999).
El objetivo de monumentalizar la arquitectura moderna
en las ciudades
estaba en poder cristalizar los valores de una nueva socieda
d y encontrar
formas apropiadas al mundo moderno. Igualmente, la mon
umentalidad
como producto de la alta densidad se convirtió en una necesid
ad inevitable
de todos los gobiernos y sociedades que luchaban contra
la urbanización
expansiva descontrolada, la monotonía de la industrializac
ión y la desin-
tegración de la sociedad. Por ello, los monumentos y obras
pensadas para
convertirse en monumentos, se hacían con la creencia que -m
ás allá de las
necesidades básicas- cubrirían necesidades emocionales
. En consecuen-
cia, con el paso del tiempo se ha acusado a los promotores
(los gobiernos)
de haber satisfecho un capricho personal e innecesario.
En el caso de la
vivienda colectiva en Latinoamérica, hacer de ella un mo num
ent o resultó
una estrategia política y socialmente hábil muy utilizada.
Es innegable que muchos de los edificios se usaron como mo
numentos para
combatir el irrebatible paso del tiempo. Pero la monumenta
lidad urbana
(y n~ ~olamente los monumentos per se -es cul tura s,
piezas y recordatorios
alegoncos-) sirvió, en la mayoría de los casos, a los grupos
de poder para
que su~ nombres e ideas permanezcan presentes12• En el caso
de los gobier-
nos latinoamericanos hubo una doble intención en estas obr
setratódehacerd as. Por un lado,
el ··
ª VIVI enda co1ectiv
. .
a un obJe .
to de re1v . .
indi .
cac1 ,
on soci·a1y
homenaje a las masa
s Y, por e1otro, de asociar su gobierno a colosales Obras•
~~~~l
os prom otores buscan convertirse en mitos y, eventu~
mente, formar part d .
e e 1ª memona de los pueblos.
12
En palabras de Giedion la ne 'd
está presente en todo m ' ces, ad del hombre por producir obras relevantes . 'ficativas
dlas: •La monumentalid o;ento de su desarrollo, desde Y signi tros
los orlgenes de la civilización ha5ta nues sus
actos y para su dest·,n a surge de la necesidad etern
·d o para sus c · a del hombre de formar slmbolos para ce·
s, ad de crear monum~nt os u onv1c · · la ne
c1ones religiosas y sociales. [ .. .] Cada periodo tiene
algo que se ha de trans 'f q e, conform~ al significado evoca,
de la palabra en latln, sean algo que
m, ir a Ias generaciones siguientes» (1997c, p. 165).
SHARIF S. KAHATT -
qu e desde el manifiesto de Giedion,
por otra par te, es im po rta nte rec ord ar
ert Nueve puntos sobre la monumentalid ,
ad de 1943 , qued,o demos-
1eger YS ' .
d~rna en pensar el edificio como
trado el interé_s de _la arq uit ect ura mo
to y sus relaciones espaciales
1 mento sig nif ica tiv o en su em pla zam ien preocu-
; : su en tor no y su cu l~r
a. Es decir, los ~rquitectos modernos se
0
bn r mucho más que la satisfacción
paron po r pro yec tar arq u~ tec tur a pa~a cu
so de posguerra se centró en las
inmediata de un a ne ces ida d. Su dis cur
esto es, en el interés entre lo indivi-
relaciones en tre el edi fic io y sociedad,
ta que,
dual y lo colectivo. El ma nif ies to ap un
ha creado como símbolo de
Los mo nu me nto s son hitos que el hombre
tenden sobrevivir al periodo
sus ideales, sus objetivos y sus actos. Pre
entre el pasado y el futuro.
que los eng end ro [...] crean conexión
en su vida social y colectiva,
[...] La gente quiere edificios que represent
ón funcional. Desean satisfa-
[que] les ofrezca[n] algo más que satisfacci
alegría, orgullo y esperanza
cer sus aspiraciones de monumentalidad,
(1997(1943], p. 15).
proyectos de posguerra de las ofici-
Por ello es na tur al en co ntr ar en varios
son y varios miembros del TeamlO,
nas de Sert, Ro ger s, De Ca rlo , Sm ith
piezas aisladas, sino como parte
que los edificios no se co nc eb ían co mo
do se puede entender cómo desde
de una art icu lac ión urb an a. De est e mo
1943, se apuntaron las bases de la
ese texto esc rito en Nu ev a York, en
este texto se afirmó que «no hay
arquitectura co mo pro yec to urb an o. En
sm o, como tampoco hay fronteras
fronteras en tre la arq uit ect ura y el urb ani
ón es necesaria. Los monumentos
entre la ciu dad y la reg ión . La cor rel aci
má s contundentes de esos amplios
deben con sti tui r los ele me nto s visibles nd 1
significa otra ~os~ que ~nte e~ , ª
~;oy~ctos» (1997, p. 15) 13 • y ello no
ani dad Y paisaJe, de integract~n
quitectura co mo un a prá cti ca de urb b a de los años cin-
Iguª1me nte , y a pe sar de qu e la arquit. ectura ur an
c l.
tota
osición» de volúmenes puro~, se
uenta est aba do mi na da po r la «comp s de circu-
d mu h • . , d · zas Ysistema ,
1aba., e a im po rta nc ia a la configurac1on e pie
la articulación de volumenes con
aoo n ho riz on tal y vertical. Esto creaba · 1d
eXpres·IVI·d ad en los ma ter ial es en lug ar de monolitos ais ª os.
13 . . telectual de Sert, una década
erican
A la larga st . l en el trab8JO in . t americanos (Am
lllás tarde e as intenciones tomarán forma fina en la creación del
of ano en la reunión anual de_a~quit:~~cia
lristitute ~~~~ charla de Diseño Urb Ha~ard, de la que fue
gton DC, en 1963, Y, en _ulti~: d de
~áster de Ar e _itecs [AIA]) de Washin 1966, en la Universi ª
ecano h quitectura en el Diseño Urbano' en
asta 196 9.
~~...iw..~.
.,_,_~----~-·-·
e:::--..~·•---.-..
. .. ..
·.. . ~ -·- '•--
~-~~ .
,..,,... .
~ --· ..,-..-.,. ·-··· ...,....-.,.,,....~•i
~2~!~~::(:~,.-:~~, : - c. " , ·' .. " ..
> Figura 4.7. Eje monumental de Brasilia, > Figura 4.8. Capitolio de Chandigarh. Le Cor-
1956-1960, Lucio Costa, Osear Niemeyer. busier. Fotografía del parlamento y el secreta-
(Andreoli, 2004, p. 42).
riado al fondo (1995, vol. 8, p. 60) .
.:- ~~~~~~Ir--}t !·, .. • ,\1\\ \ \\
-~"t)~L
~~-,)~~\~ ..~w..-i; .
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""' - ~ ,. ,..~, ··
....... .
. , •.· ·

n~
~ .. -., ,,.
. - -·--
~ .
~
~- 4 - r en
> Figura 4.9. Pian Obus, Le Corbusier. Una de las propuestas para un ed,t,c,o
la. década de 1930 (Banham, 1978, p. 8). . . . -v,a . dueto en Arge ,a
SHARIF S. KAHATT
ese sentid o, se puede despr ender que por esos a~nos de posguerra,
En ., . . .
strt1ccion y crec1m1ento explosivo de ciudades la i·dea de 1a arquite .
recon c-
tura urban a fue el ~entro de las ~is~usiones de la disciplina. Se exploraba
disolver la _diferencia entre lo publico y 1~ privado, tanto como hacer que
estas arquit ectura s fuera n parte de la ciudad. Así, en muchos casos se
puede ver la inten ción de hacer q~e la g~nte viera los edificios de posgue-
rra como lugares por los que se circula, interactúa y socializa libremente.
Al mism o tiemp o, en much os de estos edificios los espacios urbanos
que confo rman aspira ron a conve rtirse en parte fundamental del edificio
tanto como de la ciuda d. Esto lo demu estran proyectos como el Golden
Lane y el Econo mist Build ing de los Smithson, el Lijnbaan de Bakema y
Van den Broek, el Holyo ke Cente r de Serte incluso el Carpenter Center
de Le Corbu sier.
Tal como han señala do Manf redo Tafur i y Francesco Dal Co sobre el pro-
yecto del Golde n Lane de los Smith son, lo que principalmente se propuso
era el «valor de la calle en la vida urban a» y la densidad poblacional con usos
variantes. Con esta propu esta, -apu ntan los autor es- lo que se concibe
es una dura crítica implí cita a la zonificación de la Carta de Atenas y muchas
de sus ideas (1986b). El Golde n Lane, proyectado para la reconstrucción
del centro de Coven try en el Reino Unido, se ha convertido en un pro-
yecto mítico por la idea de los depar tamen tos adyacentes a «calles aéreas»
que aspira n a crear urban idad a través de nuevas relaciones sociales en la
vivienda urban a.
5t
Igu~lmente, el peque ño conju nto para la revista The Economi • enfati~ó
el significado urban o de la calle y la plaza en arquitectura. El Economist
·
Build'ing aporto, la conec tivida d urban a, la expen·encia tonal y la fuerza
.
pea
1
de la constr ucció n del horm igón expuesto, con una fachada resiste~te a a
crisi8 D0 t de los Smithson
rrnal del agota mient o mode rno. Estos proyec os . b
-h tos de miem ros
ª apunt ado Mumfo rd- comp arten con otros proyec .d d
del t · n alta densi
· ,
a
d
, por
_
eam1 0 Y Sert la idea de centra r sus estrategias e
tnedio d . b' · de generar areas e pead
e edific ios de gran escala, con el o 1et1vo b 'd
~s b ~~m ll~~ a
Y con la convi cción de que la forma ur ana P
(2002b).
UTOPiAS CONSTRUIDAS. LAS UNIDADES VECINALES DE LIMA
A pesar de que Para el común de los .ciud adan os no. habí a una diferenci·
verdadera entre el TeamlO y los arquitectos de la prim era gene a
ración, los
Smithson atacaron el proceso «racional» y fijo de la «grilla» lecorbus
ierana
del CIAM para los estudios urbanos de la ciud ad y prop usie ron
una apro-
ximación «fenomenológica» y flexible con resp ecto a la perc epci
ón de los
ciudadanos en la que prim an los elem ento s tradi cion ales com
o la casa,
la calle y el barrio. De este modo, en la búsq ueda de nuev as
tipologías
arquitectónicas de escala urbana que pudi eran dar una alter nativ
a al creci-
miento y a la interacción social al inter ior de la ciud ad, surg ió la
idea de la
megaestructura. Esta idea emergió para ofrecer nuev as opci ones
a la crea-
ción de «lugares» que contengan cualidades urba nas en la arqu
itect ura de
la metrópoli.
La megaestrudura como condensador social
En el discurso de posguerra, la meg aestr uctu ra se pres entó
com o ins-
trumento de integración de la arqu itect ura y la ciud ad en un
organismo
estructurado y variable. Es decir , la meg aestr uctu ra se mos tró
como la
nueva posibilidad de la arquitectura urba na en la búsq ueda de la
identidad
colectiva que rozaba el límite del desarrollo tecnológico. En el
ensayo de
Fumihiko Maki, Investigations in Collective Form» (1964), se teori
zó por pri-
mera vez esta idea. La megaestructura se constituyó, así, en la
búsqueda
por fundir arquitectura y urba nism o en un solo siste ma. Por ello
- escribe
Mak i- es que en muchos casos se prop uso com o una solu ción
integral al
problema de la habitación para las mas as (2008a) 14•
En este ensayo de Maki se planteó que la meg aestr uctu ra era el apor
te de la
cultura de posguerra para enfrentar los prob lema s de dens idad y
urba nida d,
Y. ~e propuso como un nuevo instr ume nto proy ectu al para
la explora·
cion de las relaciones entre arquitectura y ciud ad. Las megaestr
uctura.s
-ar~ men ta este auto r- norm alme nte enfr enta n retos de inge
nierí a civil
Yambiental al tener que producir grandes estru ctura s multifunc
ionales.
Estas -las cuales m h
uc as veces son toma das com o «inf raes truct uras»-
: :.el esq~eleto de la propuesta y en ellas se prod uce la idea de
urba ni stllº
imens10nal (uso de suelos y veredas múlt iples ) que prod uce
nuevas
14
La pu bl'1cac1'ón ongma -se
· · l de este texto - realizó uitectur ra de
· en Junio
· · de 1964 por 1a Escuela de Arq
o ·seño u ban°•
la Universidad Washington, en Saint Louis, donde Maki daba clases
en la maeSlrla de 1
376
SHARIF S. KAHATT -
'mic as socia les y econ ómic. as. Maki define la megaestructura como
dinª
una gran estru ctura en la que tiene n cabida «todas o gran parte de las fun-
ial
ciones de una duda ~» (200~b). y el~o, en cierto modo, es un rasgo artific
del paisaje que ha sido posib le gracias al desarrollo de la tecnología.
La nueva visió n urba na amp liam ente afectada por la incursión de los
estu-
dios sociales a toda s las práct icas y disciplinas modernas no solo buscó
ién
explicar la trans form ació n social y urba na de las ciudades sino tamb
l
criticó la disol ució n del espa cio urba no tradicional de interacción socia
natural y la falta de cone xión e identidad de las nuevas urbanizaciones.
Libros y ensa yos critic ando el urba nism o moderno, como The Life
and
Death of the Great American Cities de Jane Jacobs, fueron muy difundidos
entre los estud ios trans disci plina rios urbanos (de arquitectos, urbanistas,
sociólogos, geóg rafos , entre otros). Igualmente, empezaron a expandirse
duras críticas a los New Towns europeos , así como a las ciudades ex novo
rno
como Brasilia y Chan diga rh. Toda s ellas acusaban al urbanismo mode
ciu-
de crear ciud ades y barri os fantasmas, sin identidad ni esperanza;
las
dades que no crea ban vida en comunidad. De acuerdo con Maki, en
«meg aestr uctu ras» y las «form as grupales» (megaestructures y group fonns
)
se podía enco ntrar una salid a a estas carencias.
los
Este autor afirm aba que las megaestructuras son los mejores ejemp
Y
d~ nnas colectivas que pued en dar rasgos de id~ntidad a las personas
otra
que pu~d en cone ctars e a la vida diaria de sus habitantes (2008b). Por
tec-
parte, Reyner Ban ham apun taló esta idea afirmando que muchos arqui
tos que proy ectab an mega estru ctura s consideraron su trabajo como una
,
propuesta de «estr uctu ras urba nas para el futuro», un futuro tecnificado
Pero en b usca de ser una conmemorac1o · , n de un urbanismo popular
(1978b, p. 9)1S.
,-¡-- -.
· el re
Seg un structura, recién en el ano 1964
•s•e habl
acuf'ló el término co
cuento · de Banham sobre la idea de la megae
históneo
de que antes do 1966 no
Corno¡'" COns1ruido e·mo concepto Y las ideas que lo definlan, A posar
en todo el mundo.
occid h_an demost J~mploa, la idea era ampliamente discutida por arquitectos
todo el mundo
O
•Íllien~ntallza do de ra O Banham y Maki con sus textos dedicados a esta idea, en
iéndola en urbanizaciones do
la ciud • dispersa .::;gu erra, que devoraba su tierra fértil convirt
el proyecto urbano:
Le Co ~d c_ om edm . acla referencia a esta nueva manera y torm• do enfrentar
/ 1º· !;ata f1&bre por la idea se vela reforzada por la admiración a la arquitectura do
Ptogr r usier (con
0
ation) y la fe en el desarrollo y
eso de la técn·ro y,e(ctos dibuja dos para Argelia y las unités d'habit
•ca 1978a).
377 -
- UTOPÍAS CONSTRUIDAS. LAS UNIDADES VECINALES DE
LIMA
Por ello en todas las propuestas de arqu itect ura urba na de la
década de
1950 e inicios de la década de 1960 gene ralm ente se prio rizó -al menos
desde el disc urso - la creación de espacios de encu entr o para
la mem oria
y la colectividad. Como ha apuntado Josep Mar ia Mon tane
r, en la arqui-
tectura moderna de la posguerra se busc aba el cont acto con el
público y
la identificación del pueblo con sus obras, y para ello se recu
rrió a nue-
vos mecanismos de diseño como la «nueva mon ume ntal idad ».
Esta «tiene
una doble vertiente, por una parte por su volu ntad de sign ifica
do colec-
tivo contemporáneo, y por otra parte, por su capa cida d para expl
icitar la
memoria» (1997a, p. 104).
Igualmente, como señala este autor, la cont rapa rte del mec anis
mo de la
monumentalidad era la idea del «campus» com o un amb ient e
colectivo y
espacio público abierto-peatonal libre de auto móv iles. En ese
sentido, se
puede deducir que los espacios públicos recu pera ron un luga r
primordial
en la agenda del arquitecto mod erno y se proyectó la idea de que
la arqui-
tectura debía proveer los marcos para la inte racc ión social. De
este modo,
la idea de crear urbanidad y hacer de esta una expe rien cia vital
se convirtió
en tarea fundamental de la cultura arquitectónica de posg uerr a.
4. LA EXPERIENCIA DE LA URBANIDAD Y EL CORAZÓN
DELA CIUDAD
En términos generales, se puede afirmar que todo el mun do occi
dental fue
afectado directa o indirectamente por el horr or de la gue rra. Las
diStintas
expres10. nes culturales no dem
oraron en mos trar sus e1ec
r. tos e n nuevas
ideas filosóficas y artísticas . En estos nuevos proyectos de (re)d
irecciona-
miento de la arquitectura -y las arte s- se pud iero n ver las influ
enci as de
la filosofia Ycultura literaria de esos años, guia das por el existenc
ialiSrno
Y la fenomenología. En ellas se destacó noto riam ente la idea
de la percep-
ción de la experiencia como la acción más imp orta nte del hom bre16

1 e De las obras más importantes de
esos años se puede desta car El ex,s · tencia/ismo áS un hum a·
nismo de
esimpor Sl
tante
lean Paul Sartre (1946 ), en la que plante a la exper iencia y
de la experiencia lo vital com o;: ~egg er (19
I
huma na También apare ce Carta sobre el humanismo de Marti n 4
en la que se propone la experiencia v l::i r.nn.,._a ;~_: _,. _ · 81
SHARIF S. KAHATT
b .
cultura arquitectónica occidental de posguem or ue ~ .
En la s respondieron con dos nuev fu rpretac10-
s teóricas y crítica. , . os es erzo s. Las ideas
ne , de l .
va arquitectura organica y, la idea del cora~ a~~~
de una nue la cultu b
on probablemente, las res_puestas mas directas de ra ur ana de los
r dos b,
os cincuenta. As1, los anos de posguerra fueron guia por 1a usqueda
.
añ se materializo' en nuevas 1.deas
de una vuelta a la ese . ,
ncia del hombre. que
ncia del habitar la arqui-
alrededor de la proyecc1on del espacio y la experie
tectura y la ciudad.
de la arquitectura se
En este sentido, gran parte del trabajo intelectual
para ello, el corazón de
centró en la recuperación del espacio público. Y
tual para ofrecer calidad
la ciudad se propuso como mecanismo concep
espacio público fuera el
de vida urbana. Igualmente, se planteó que el
vivienda y, por ello, la
elemento imprescindible de la articulación de la
s y elementos tradiciona-
arquitectura moderna buscó la fusión con espacio
ía contrarrestar el objeto
les. Como apunta Ignasi de Sola-Morales, se deb
ras. Igualmente, sostiene
de diseño aislado de la arquitectura de entreguer
tópico de la arquitectura
que la nostalgia por la plaza se convierte en el
ar el espacio público Y
urbana de posguerra , que se esfuerza por formaliz
que generen una expe-
hacer de las intervenciones conjuntos articulados
riencia sensorial (2003a).
torres con patios internos
Los resultados fueron edificios con calles aéreas, as Y
Yc · os de viv . .iendas en superblocks peatonales organizados por plaz
on1 unt . · al que promo-
. es vecm es
grandes Jardines. Además se construyeron unidad· d d Intentado superar
vi ª·
eron el espíritu colectivo y comunitario de la sooe1 aradigma de «1a torre
la d. . generado por e P . ·, de
<< 1spers1ón del espacio público» f¡ red ó la con Junaon
y el 5O . t ·o'n de la
parque», la nueva arquitectura de los 19 s· , avo re1nterpre aci
ele Y
. rnentos nuevos y tradicionales para la creacion
.
VJ.da urbana, de la experiencia de urbanidad. ntal ado por la literatura
El 1950 apu do ver cómo la
nuevo hu ma nis mo de la década de el que se pu
euro 1 cció n de espa -
Pea se reflejó en el CIAM de 195, , enda en la proye 11
arquitectura moderna traducía esa busq ue , deos urbanos ·
. unidad, en nu
Clos p, bl'
u icos y lugares para la vida en com
·izo evidente su
n que se h .. 1
itectos moder~~s e ciudad tradic1ona y
El C I A M _ ~ - - - - - - - - .
11
el problema
fl1alestar VIII fue una de las primeras reuniones de arqu I desapanc1ón desela asumió
1 -··- •• n lo r.11ltura de masas, a
-
♦" en 1961
UTOPÍAS CONSTRUIDAS. LAS UNIDADES VECINALES DE LIMA
afumó a inicios de los años cincuenta que la «función social funda-
Sert d . 1 .c. ·¡· 1
ntal de los nuevos núcleos es la e unu a a gente, 1ac1 ltar os contactos
;1~ intercambio de ideas que estimul:n 1: li~re discusión» (Tyrwhitt, Sert
& Rogers, 1952, p. 6). Así, el espacio publico era el lugar donde podía
desarrollarse la socialización de las masas, donde la gente reunida podía
dejar de ser pasiva y convertirse en activa e interactuar y sentir la ciudad.
En ese sentido, el espacio público --el espacio de reunión del barrio- se
convirtió en la visión que los ciudadanos tenían de su ciudad en conjunto.
Indudablemente, es ahí donde pudo lograrse el restablecimiento del con-
tacto entre las gentes, así como producirse un espíritu de comunidad.
En consecuencia, la disciplina arquitectónica no se detuvo en la preocu-
pación abstracta del humanismo y la fenomenología, sino que identificó
los elementos urbanos que ayudarían a crear nuevos tejidos sociales de
relaciones humanas, como las calles, los patios, las plazas, los parques
y los edificios comunales, normalmente juntos en las áreas centrales
urbanas, es decir, en el corazón de las ciudades. Allí se debían dar las acti-
vidades tradicionales del espacio urbano, allí donde la monumentalidad
en la arquitectura reforzaba la identidad colectiva y la (re)creación de expe-
riencia de la urbanidad. Reafirmando este punto, podemos encontrar un
ensayo de Giedion, de 1951, en que se afirma que la relación entre las
estructuras sociales y fisicas de una ciudad se dan siempre en el núcleo
de la ciudad, es decir, la forma urbana representa y moldea a la sociedadª
través de sus plazas (1997b).
De esta forma, los arquitectos -y la disciplina en general- hacían un
reton:1? a lo «permanente del hombre». Esto se puede percibir como una
reac~wn natural a los ataques de parte de la crítica, la cual se referíaª la
arqmtectura moderna como parte del «funcionalismo antidemocrático» Y
ª la arquitectura en general como al servicio de la máquina. La reunión del
CIAM VIII en l951 fue dedicada a la idea del corazón de la ciudad Yello se
puede entender como el desplazamiento oficial de la arquitectura moderna
del «maquinismo de entreguerras» al «humanismo de posguerra». A esto
se le puede relacionar directamente con el entendimiento de la viviendª
. eran
de cómo revertir la situación. Si bien se habla llegado a la idea de que los centros clv;°~~•• deelque
lugar
10
ideal para la integración de la arquitectura y las artes (1949), esta vez se apuntóª ª dición o/recia•
importante era recuperar la calle y el centro histórico, es decir, los lugares que por tra
alta calidad de espacios urbanos idóneos para estos objetivos.
SHARIF S. KAHATT
érm ino s cua ntit ativ os a sen sor iale s, es decir del E . t . .
. ' xis enzminimum a la
d t
e . . is
ese sen tido Giedion ya h ab'1a reconocido .
"'1ieriencia del hab itar » . En . '
«e~r no y lo expuso elaramente en el
tran sici ón en el pen sam ien to mo der
, ,
esta
primavera de la limpieza»
texto del con ~es o de 195~. En el_afirmo que «la
interesaba entonces era la
de la mo der nid ad ya hab1a term ina do y lo que
«hu man izac ión de la vid a urb ana » (1952, pp.
159-163)19.
CIAM VIII Sert también
En ese mis mo doc um ent o recopilatorio del
castellana de esta misma
apuntó ide as sim ilar es en el pró log o a la versión
espacios públicos es claro:
publicación. Su dis cur so sob re el valor de los
y centralidad a los distintos
crear núc leo s urb ano s cap ace s de dar carácter
dores de la vida en comuni-
barrios de la ciu dad ; cre ar ele me nto s cataliza
dad (Tyrwhitt, Ser t, & Rog ers , 1952, p. 6).
logías lecorbusieranas, se
Así, en esta rev isió n y rein ven ció n de las tipo
ales» de Bakema y Van den
encuentra tam bié n la ide a de los «gr upo s visu
n de la ciudad». La idea
Broek y las rec om end aci one s de Ser t del «corazó
sesenta, en sus textos y dia-
lanzada por Bak em a, en los año s cin cue nta y
icios para lograr mejores
gramas llam a a com bin ar las altu ras de los edif
de intercalar edificios bajos,
experiencias esp aci ale s. Si bie n esta fórmula
mendando Sert para obte-
medianos y alto s ya la esta ba exp lora ndo y reco
1, nadie lo había teorizado
ner una esc ala hum ana des de el CIAM 195
n para provocar, una ,tra~si-
~ar am ent e. Mi ent ras Ser t pro pus o la variació
ema presento el termino
~ón ade cua da del cue rpo a la torr e en altura, Bak
es entre las masas de
visual groups par a def inir nue vas relaciones espacial 1955 , p. 5).
del peatón (Sert,
los edifcios, el esp aci o urb ano y la experiencia
espacio urbano -:ap unt a
Desde el pun to de vis ta del hab itan te hacia el
1 ios ' con los arboles,
dific
este úl ·
tim o ·au tor - se gen era n relaciones con 1os e ado
con 1 · 1o y con los ele me nto s tran stto . . T d ello debe ser tom
nos . 0 0 . 1
e c1e . d vivienda colectiva Ye
en e e
uen ta par a pod er rela cio nar la arquitectura
hom bre urb ano en den sid ad •
20
1e --- oy
Luego d mlnimas icado ensayos como •Befreites Wohnen• en el que reclamaba higienism
habit
dime ns·ionees habe r publ defensa importante del sentido del
• w.~' Y la experienc· e~ la VIVlenda colectiva, Giedion h~o una
tect
1 ª·
han, Curtis h 1 e la habitación en el espacio
srqu~ectónico (1997b).
nes de /o o~n/CO y lo humano en la cultura a,qu1··
PropoI . e la posgsenatado .tamb'1én que las nocio
ª ·
6nIca d o de n,solver necesidades básicas del hombre y
'<> El rctonar model uerra occidental indicaron el dese 2).
cupación por la conectividad y la espacialidad (200
en P autor habla tobs _que incorporaran la preo madurartas
oC
1os comra es1as ideas en proyectos desde los ailos cincuenta y ak;anZadO
aJadO . ila, 1962 (Bakema, 1981).
royec aen-Hérouville, en Francia, 1961, y Bilbao, en Espa
> Figura 4.31. Conjunto multifamiliar Nicolás de Piérola, en Arequipa. Adolfo Córdova y Carlos
Williams, arquitectos. Fotografía aérea del conjunto en su inauguración. El Arquitecto Peruano,
1969, 352-353, p. 57.

> Figura 4.32. Conjunto HabitacionaJ Palomino, primera etapa. Lima, 1984-1967. JNV, Miró Quesada.
Agurto, Correa, Sánchez-Griftén. Fotograffa úrea del conjunto terminado en su primera et"f8'
febrero de 1967. Abu ae obaerva la lN3 y, a la derecha, la parte truera de la Unidad Vecinal
Mirones. Archivo del Seivicio Aerofotográfico Nacional.
SHAl~IF S. KAHATT

rdo con Núñez:


pe acue
Lo que intentábamos en San Pelipe er·a crear una .
integrara el proyecto. Sobre todo, siguiend O . espina dorsal que
1
rnientos escondidos, lo que hicimos fue p ª idea_de los estaciona.
· la ca 11e elevada a lo largo deoner1os.ba10 .ti erra en el otro
fin y luego bªJº 1a espina s1em
dos. El problema con ese proyecto es que no resultaba , _pre escondi-
etapas. El proyecto tenía que hacerse todo de factl hacerse en
Finalmente se descartó el proyecto y se realizó
I
~~r¿~2~;;~
era costoso.

LoS Cambios de estos dos puntos neurálgicos demostraron s b t .


. . u s anc1a.1
mente la experiencia monumental y con ello la esencia de la arquitectura de
San Felipe. Retira~a la superal_~meda y eli,minado el centro cívico con la torre
de oficinas de 30 pisos se perd10 el armazon formal, espacial yconceptual del
conjunto. La desaparición de la torre de oficinas y la calle elevada (que con-
tenía pequeños comercios y escondía los garajes) deshizo la coherencia de la
estrategia del proyecto. Sin vínculo entre las partes, el proyecto se volvió inca-
paz de articular todos los edificios y terminó desperdigando torres a lo largo
del paisaje interior, rodeado por grandes áreas de pavimento desvírtuado 32 •
Siguiendo el paradigma de la torre en el parque33 , los arquitectos de la JNV
aspiraron proyectar un conjunto de vivienda para miles de personas integra·
das por el paisaje y las áreas comunes, pero el resultado es aún discutido34•
Como se comentó en el artículo de El Arquitecto Peruano, número 340, en
mayo de 1966:
[... ) desgraciadamente se trata de un proyecto cuyo proceso de madu•
ración ha sido soslayado y su evolución orgánica en el resto del área
destruida; entonces resulta desconcertante. Nada tiene que ver el con-
junto inaugurado con el resto de las que se construyen a~alm_e~te.
No son parientes ni conceptuales, ni de tratamiento arqwtect~ruco
· .
siquiera; ·
solo hay una remota . , vo1ume'tn'ca que no es sufioente
re1ae1on
para considerar al todo una estrecha familia (p. 31).
---
32 Aqu-:-1- .- - - - - - - - - . .
bu . se intuye también la influencia de la arquitectura británica de posgue
rra y particularmente lalecor-
Sh ffield
I (1957-1965),
s;eFran. a Del mismo modo que el complejo residencial Park Hill Developme~dt encial~ y servicios en una
e11pe plant ó d . . d'd que bloques res1 en
estructu . e gran es ed1fic1os suspen I os en un p~r . • . co El resultado, sin embargo, no
llega ra abierta, en busca del balance de urbanidad Ypaisa¡e pintores .b:l'dades de interacción urbana
33 D acrear verdaderos espacios urbanos que propongan al usuario pos1 i I R ehampton del London
e forma 81· 1. .. d le¡·o Alton Estate O . •t Ta-
Count ~ 1ar al conocido, celebrado y critica o comp . de randes edificios mu1ti ami 1
res sob Council, San Felipe mitifica la utopla, la idea lecorbusierana 9 ..
34 S . re el verde. f entes solo el princ1pI0
rrurnOff N h blan más re er ' .d.6
de iardf apunta: •le Corbusier era el maestro Y gula. 0 ª d 15 pisos y Belaunde deci 1 9~e
"no• Ben y torres. En un momento yo propuse hacer solo torres ese ofrecían. Él estaba co~v~nc1 o
de que ~:unde q_uerla ~ue haya diferencia entre las viviendas d~~sidad y mezclarlas con edificios de
otras alt taba bien la idea de hacer torres para obtener más
uras• (2008)
. 411
- - - UTOPÍAS CONSTRUIDAS. LAS UNIDADES VECIN
ALES DE LIMA

Sin duda, se perdió la forma colectiva del conjunto y se pe_rdieron las


rela-
ciones y tensiones espaciales que lo convertían en ~n conJunto frente
a la
ciudad3s. En esa misma dirección van los comentanos de Jacques Crou
sse:
San Felipe no fue resultado de un estudio, sino de la neces idad
urgen te
de hacer una obra en muy poco tiempo. Lo único que estab a diseñ
ado
por el arquitecto Ciriani era el prim er núcleo, el que qued a en la
esqu ina
de Gregorio Escobedo y Pershing [actual Sánchez Carrión], [en]
el resto
no existía nada. El proyecto original agrupaba las viviendas y
los loca-
les comerciales en una gran peatonal y estab a listo para ser
licitado.
Cuando esto debió ocurrir se cambiaron las órden es y se hizo
todo en
[un] nuevo proyecto en dos mese s aprox imad amen te. Esto dio
lugar a
que se introdujesen edificios ya proyectados y a que simp leme
nte se
hiciera un armado de ellos, una composición volumétrica. Eso
ha dado
como resultado una especie de caos espacial: la gente no sabe a
qué edi-
ficio va, cómo se llama y no hay cómo conocer, a través de los
espacios
de los edificios, la mane ra de llegar a ellos (Doblado, 1990b, p.
81).
Pero más allá de todo el caos económico, político, administrativo y geren
-
cial ocurrido, que llevó a descartar el proyecto de Bemuy, Ciriani, Crou
sse
y Núñez, la obra construida de 1631 departamentos que albergan
cerca de
8000 habitantes, se presenta como un gran aporte al urbanismo mod
erno
de Lima36• La Residencial San Felipe ofrece nuevas formas de vida
a la
ciudad y por ello se veía como un gran ejemplo de espacio urbano abier
to,
democrático e igualitario, el cual en su cotidianeidad, generaba civis
mo y
urbanidad. En su materialización se presentó una «pequeña utopía» arqu
i-
tectónica y social para la clase media del Perú.
Para varios jóvenes profesionales «progresistas» de los años sesenta,
la
residencial representaba un gran avance en el desarrollo del Perú. Este
con-
junto proponía un nuevo barrio en la ciudad en el que lo com ún prim
aba
sobre lo individual y donde cada uno debía ser respetuoso de sus dere
chos
y deberes. Por ello, San Felipe en el imaginario de Lima en la
década de
1960, como ha escrito Rafo León, incluso llegó a ser llam ado Central
Park:
35
La !°'?12' colectiva, segó~ Makí, se refiere a laa partea de la ciudad en armon
ía, a una colección
' ; edífiCJot aparados relacionados que tienen razone, para ettar

=
juntos (2008b).
"' l~ualmentB, Ad~lto Córdova ~ profnor de todo• 101 arquitecto,
participantes de este proyecto Y
ec,no de ~an Felip e- ha ncríto, en 2008, un eneayo reivind
icatlvo en que reconoce la reeidencial
u; •ala ~" paz en el cao, urbano de Lima y, ademáa, encuentra civism
o y sentido de eolida·
· " , u, vecinos: en ~eneral, no eolo aon conlcientet de loe valore
, clvicoe y ambientales de su
banio, ,11no que están_d1tpuntos a n~ ~ rderloa. La arquitectura
ha contribuido además a orear un
eentlmiento de solidaridad que ee man,fietta en loa momento, en que esta
ee requiere" (2008, P· e).

412
SHARIF S. KAHATT - -

.
[... ] por la armonía de sus edificios ' 1a abundanc1a d ,
·1·d d d e sus ambientes públ. e sus areas verdes
la tranqu1 1 a icos y el hech od '
'd . por una . d . e que hubi era
sido e1eg1 o como resi den cia
sene e intel. ectuales Yartistas
«progres», con ven cidos de que un barr i
. . .fi1eaba por fin la definio•,es un. bestil,o .de vidª Yde que
San Fehpe s1gn1 c1on ur amstica d el
media civilizada y con sciente de sus derechos Y e eres respecto ase
d b e una
l0
. ] ª
que representa. e1bienestar compartido. [... o que es común se debe
L
. onal pues allí se 1·uegan los estan , d de
cuidar .como s1 fue. ra lo pers . ares
comodidad, segundad y cali dad[ ... ] (200 8, p. 28).

37• Una pequeña nota en


Hacia mediados de 1968 el proyecto estaba casi listo
así como las cualidades
El Arquitecto Peruano anunció su prodigioso avance,
ron sus ayudas a la finan-
espaciales y funcionales del proyecto, y se comenta
nces de vivienda del gobierno hast a esos mom ento s38• De este
ciación y los ava
erna ue estaban en
modo, la idea de monumentalidad y arquitectura mod 7
ificado social- hacen
las unidades vecinales desde sus inicios por su sign
reso social del país.
una doble función: «representar» y «guiar» el prog
ón en los años sesenta
Estas ideas llegaron a tocar su límite de representaci
ación de la experiencia
con los planes del arquitecto-presidente y la cristaliz
icular, en la inaugura-
monumental en el proyecto de San Felipe y, en part
su mandato.
ción de la pri me ra etapa en 1966, en el ecuador de
fi · t s para lograr
· embargo, las acciones del gobierno no fueron su icien e .
Sm
• ra agud'izada a partir de 1968,
desarro1lar al país. Debido a la crisis financie
e de Estado. En
se propició el am bie nte para un nuevo golp d tubre de 1968, e¡an
este caso .del ~o
1
I:
rn1·1· 3 d S n Felipe» en
itar expulsó a Belaunde del gobierno el e oc
1ª entrega de los departamentos de la «segunda etapa e ª
manos del gobierno militar.
. z hablahecho la torre
~ d 16 pisos Luis Vázq ue y Vázquez y yo
Srn· ff una t?~r~ ªde cinco pisos y los_nidos . ¡ósca rl, alguien
larga ;no re?uerda : 11Yo habla desarrollado una compen·
edificios I Colegio lo hizo Arnsuen~
habfa 11 pisos. Páez habla proyectado los
8
proyecto ~e la mitad del proyecto. :~azo jardín. de
que nmoa proyectado un centro comercial. El
qu~ ~:r~a y se decide da~~s ~; ~nerg laeléctrica"
8
sació ; ~ra d~ la JNV. El centro japonés es algo a ~ di a una "subestac1 n
s de
Adernáa gobierno de Japón por los problema enta el conjunto
trozo de ¡18r. nSan Felipe • (2008),
Para U a también se habla planeado dar otro ante silueta que presl Hipódromo de
el co eg1.o
aa U ma, pero no se hizo [. .. ] Allí se cons,truyó eciar la interes I que fuera e ·0nales
~ na recl los terren os de ~ los atractivos Yfunc1 ·stas
reaideno¡ 1 ;nte fotografía aérea nos permite ~:ro en Banco Hipotecario, ·ones comunales prevt or
San Fer a an Felipe, prácticamente conclu1 st ª!ª:
comercial. No ~xtf::aies.
pori9~ magnificas in
departaipe, La interesante financiación ofreo!d~
y Jesde el punto d\V~OO unidades hab'(ª~to habi·
hicieron~ e~oe de los que constan sus edlf1c1~~I
tdo casi todas sus lución del planea;t
olio, que e an Felipe un conjunto muy apetec1 I un hito en la ev;68 349-350, P· ·
e
Conaut en tiempo récord se hayan comprom
époc.:8, cto peruano, 1 '
taclona~Ye este complejo, como la UV3 en otra
en 81Perú 11 • «El exitoso San Felipe", El Arqu, 413 ·
;•~
.....
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