Está en la página 1de 2

CONCLUSION

Una alimentación saludable y equilibrada es fundamental


para el estado de salud de los niños, y determinante para el
buen desarrollo del organismo, crecimiento, una optima
capacidad de aprendizaje, pensar, un correcto desarrollo
psicomotor, entre otros.
Alimentarse en forma saludable significa comer una
variedad de alimentos para que el cuerpo reciba los
nutrientes necesarios como proteínas, carbohidratos, grasas
y minerales.
Cuando mantenemos una alimentación saludable estamos
reduciendo los factores de riesgos como: obesidad, anemia,
caries y problemas de aprendizaje escolar, enfermedades al
corazón, presión arterial alta, diabetes, alteraciones Oseas,
respiratorias y hepáticas (hígado graso con posterior falla
hepática).
La obesidad no solo afecta en lo físico a nuestros niños, sino
que también en lo psicológico y social, un niño con obesidad
puede sufrir de baja autoestima, aislamiento e incluso
discriminación. La infancia, pre adolescencia y la
adolescencia son momentos claves para cuidar la
alimentación pues a veces es cuando comienzan
determinadas patologías, trastornos del comportamiento
alimentario, como la anorexia nerviosa o la bulimia.

También podría gustarte