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CAMPO DE CIENCIAS SOCIALES.

1º AÑO.

PROFESORES: KARLA FARINA-MARTA BENINCA-RICHARD SIVILA-GERARDO ALI-CLAUDIA


MENDOZA- PEDRO MACIAS.

EJE PROBLEMATIZADOR N° 6: ESI-ESTEREOTIPOS DE GÉNERO.

Entrega: 8/07/21

Propuesta de enseñanza: Discriminación de género

La propuesta tiene como finalidad abordar los modelos de ser mujer y varón como uno de modos en que socialmente se
construye la diversidad sexual. Más allá de las diferencias de sexo biológico, para varones y mujeres se construyen
(según el contexto sociocultural) distintas valoraciones y asignaciones de tareas y roles, formas de afectividad y
vínculos. En Educación Sexual Integral para la educación primaria (2009) se afirma que:

(…) Lo importante es no presionar ni sentirnos presionados o presionadas a hacer tareas que no nos gustan. Cada persona
tiene el derecho a vivir de ejercer su libertad responsablemente de acurdo a sus convicciones”. (p.40)

Expectativas de logro

• Reconocer las diversas formas de discriminación de género, en situaciones cotidianas de desconocimiento y


negación sobre personas o grupos.

• Reconocer y valorar las diferencias personales y el respeto de las mismas en la interacción con los otros.

• Conocer y respetar los derechos humanos, reconociendo su vinculación con la dignidad de la persona.

Contenidos conceptuales:

• Estereotipos de género

• Machismo

• Discriminación

Ley 26.485 “Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en
los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales”.

MIRAMOS EL SIGUIENTE VIDEO: https://youtu.be/Hs4FbLcsQVs

Actividades:

• 1º Actividad:

Trabajo a partir de expresiones de niños y niñas

Se propone a partir de esta actividad trabajar sobre distintas expresiones de niños y niñas: en ellas se relatan diferentes
situaciones que los mismos expresan como demostraciones de los modos en que ellos y ellas se comunican y vinculan
con los adultos y, como estos vínculos muchas veces contribuyen e involucran casos de discriminación vinculados con
estereotipos de género.

Material para lxs estudiantes:

Relato 1
Agustín, de 7 años, dice: —A un chico, sus hermanos más grandes le dicen: “¿Por qué llorás así? ¡Eh! ¿No ves que
parecés una nena? Basta de llorar, ¡sos un estúpido!”. Pero a mí me parece que si a uno le dan ganas de llorar, no lo
tienen que burlar.

Relato 2

Fabián, de 10 años, dice: —Por ejemplo, yo conozco a un chico a quien su papá le dice: “¿Qué hacés escuchando música
todo el día y mirando esas novelitas de mujeres? ¿Qué sos? ¿Una nena? Tenés que ir a jugar al fútbol, ¡eso es de
hombres!”. A mí me parece bien, porque, si no, se va a acostumbrar a hacer cosas de mujeres.

Relato 3

Luciana, de 6 años dice: -“Andá a lavar los platos, barré la cocina, andá a hacer las compras”. Eso está bien que me lo
pidan a mí que soy nena y no a mis hermanos, Porque tengo que aprender para cuando sea grande.

(Educación Sexual Integral para la Educación Primaria. Contenidos y propuestas para el aula; 2009. p.34)

Consignas de trabajo

•Según lo que aparece en los relatos. ¿Qué cosas pueden hacer los varones y qué cosas las mujeres?

• Según los relatos: ¿Qué significa ser nena? ¿Qué significa ser varón? ¿Están de acuerdo con esas definiciones?
¿Por qué?

• 2º Actividad:

Trabajo con imágenes de publicidades y propagandas

Las publicidades suelen tener rasgos discriminatorios en el sentido de que transmiten valoraciones asignadas por los
patrones hegemónicos de belleza en nuestra sociedad. Estos modelos, cada vez influyen en edades más tempranas, y
son transmitidos principalmente por los medios de comunicación masiva.

Niños y niñas pueden llegar a sentirse inseguros cuando sus figuras no se corresponden con las ideas que otras personas
tienen acerca de lo que es “verse bien”. Muchas de estas ideas provienen de la manera en que se presenta a las personas
en las revistas, las películas, la televisión. Estos estereotipos también se trasladan a los propios juguetes infantiles.
(Educación Sexual Integral para la Educación Primaria. Contenidos y propuestas para el aula; 2009. p.69)

Esta actividad se basa en cuatro imágenes de publicidades en las que podemos encontrar estereotipos de género: la
perspectiva de género pretende desnaturalizar las intervenciones sociales, el carácter jerárquico atribuido y mostrar que
los modelos de varón o de mujer, son construcciones sociales que establecen formas de interrelación y especifican lo
que cada persona debe y puede hacer, de acuerdo al lugar que la sociedad atribuye a su género. (Cecilia Merchán y
Nadia Fink; 2018, p.42)

Material para lxs estudiantes

Imagen 1
Imagen 2

Imagen 3

Imagen 4
Consignas de trabajo

- ¿Qué estereotipos de varón y mujer se transmiten en las diferentes imágenes?

- ¿Qué influencia creen que pueden tener estas propagandas y publicidades en las diferentes maneras de actuar,
de ser y de sentir de ustedes?

- Observamos las imágenes y recordamos otras publicidades: ¿Cómo definirían un estereotipo de género?

- En grupo (virtual) inventen una publicidad que no contenga estereotipos de género.

Estereotipos de género
Todos los días nos encontramos con representaciones de género ancladas en preconceptos y prejuicios.
Estas representaciones operan en el plano interno de las personas, pero también se configuran como
condicionantes externos del accionar individual, asignando expectativas, mandatos y roles sociales. El
proceso, además, ocurre en un contexto de subordinación de las representaciones asociadas con lo
“femenino” a aquellas vinculadas con lo “masculino”, y de primacía de lo masculino, por sobre todos los otros
géneros, como categoría universal desde la cual se analiza y decide bajo una supuesta neutralidad
(Molyneux, 2007).

Si bien los estereotipos de género perjudican particularmente a las mujeres, también impactan
negativamente sobre los varones, al reforzar una idea hegemónica de la masculinidad que la aleja de la
posibilidad de ejercer determinados derechos y los asocia con roles y mandatos que, por ejemplo, pueden
contribuir a una mayor exposición a conductas de riesgo especialmente en la adolescencia y juventud
(Heilman, Barker, 2018).

La socialización de género y la internalización de los estereotipos ocurren con más intensidad en las etapas
tempranas de la vida. Se trata del proceso por el cual se adoptan y luego representan las normas asignadas
socialmente a cada género, y tiene lugar a partir de la interacción con agentes clave como la familia y el
grupo de pares (UNICEF, 2017). Así, las visiones y conductas estereotipadas en torno al “ser hombre” y “ser
mujer” son resultado de procesos de socialización y aprendizaje que encuentran un punto de inflexión
particular en la niñez y la adolescencia.

Los estereotipos perpetúan las inequidades entre los géneros en distintos ámbitos y de diferentes maneras.
Afectan las decisiones que se toman y el marco de oportunidades en el que se decide. Impactan, por
ejemplo, en las trayectorias educativas: las mujeres están sobrerrepresentadas en las carreras que se
vinculan con “tareas feminizadas” (como la educación y la gestión de recursos humanos, por ejemplo),
mientras que los varones tienden a estudiar carreras vinculadas con “roles masculinizados” (como la
ingeniería). Esta segregación horizontal también se replica en las trayectorias laborales.

Los estereotipos y sesgos fundados en ellos evitan que personas calificadas y capaces lleguen a
determinados empleos o puestos de poder, lo que es injusto y, en ocasiones, ocurre de forma no intencional.
Esto termina afectando los derechos, la autonomía y el empoderamiento de los géneros no masculinos. Pero
también afecta las posibilidades de crecimiento de las organizaciones, empresas y de la economía en su
conjunto (al dejar talento relevante inutilizado e impactar negativamente sobre la productividad) (Brosio, Díaz
Langou y Rapetti, 2018).

Los estereotipos en Argentina

En Argentina no existen datos suficientes acerca de representaciones culturales fundadas en el sexo. De


acuerdo con la Encuesta Mundial de Valores (World Value Survey), el 20% de los argentinos considera que
el hecho de que una mujer gane más que su pareja es problemático. La cifra aumenta a 23% entre las
mujeres y se reduce a 16,5% entre los varones. A su vez, el 27% piensa que los varones son mejores líderes
políticos (20% entre las mujeres y 35% entre los varones) y el 22% considera que ellos son mejores en los
negocios (17% entre ellas y 30% entre ellos). La encuesta también relevó que hay una brecha en la
percepción de la autonomía propia: el 77% de los varones se considera autónomo frente al 70% de las
mujeres.
La incorporación masiva de las mujeres al mercado de trabajo remunerado en los últimos 50 años no fue
acompañada por una transformación significativa en la participación de los varones en las tareas domésticas
y de cuidado, que siguen siendo percibidas en buena medida como responsabilidad de ellas (Cerrutti, 2003).
Esto dificulta la inserción laboral plena y de calidad de las mujeres, especialmente de aquellas en edad
reproductiva y con menor nivel educativo y socioeconómico. Así, la tasa de actividad de las mujeres en los
primeros quintiles de ingreso es del 50%, frente al 80% entre los varones.

Pero incluso cuando logran participar del mercado de trabajo, las mujeres se enfrentan a otros estereotipos,
en particular, a aquellos relativos a cuáles sectores y roles laborales son para ellas. Un 58% de la fuerza
laboral femenina está concentrada en los sectores de comercio, salud, educación y servicio doméstico,
típicamente en puestos con menor remuneración promedio y protección social.

Los estereotipos también restringen el acceso a puestos de decisión. El Programa de Naciones Unidas para
el Desarrollo en Argentina condujo una serie de entrevistas a mujeres en posiciones gerenciales del sector
privado y sus resultados dan cuenta de una estructura ideada para varones. En este sentido, por ejemplo,
las comunicaciones oficiales asumen que la persona a cargo de la gerencia es un varón que tiene una
esposa que lo acompaña, y las actividades informales de relacionamiento se centran en actividades
masculinizadas en horarios difíciles para personas (mujeres) con responsabilidades de cuidado (PNUD,
2014). Otro punto resaltado se vincula con la percepción sobre las responsabilidades de conciliación entre
vida familiar y vida laboral. Las mujeres entrevistadas afirmaron que, mientras los varones no lo consideran
en absoluto a la hora de tomar una decisión sobre un ascenso, un traslado o una posición en un proyecto
insignia, las mujeres lo consideran un elemento fundamental a la hora de tomar una decisión en sus
trayectorias laborales. Este conjunto de expectativas y mandatos diferenciales se plasma en una menor
llegada de mujeres a puestos de jefatura y dirección tanto en el sector público como privado.

¿Qué hace el Estado?


Antes este panorama, a nivel nacional existe un entramado de intervenciones puntuales que buscan la
deconstrucción de normas y representaciones de género estereotipadas y nocivas.
En Argentina existen, al mismo tiempo, cinco organismos a nivel nacional con intervenciones y/o mandatos
normativos sobre la promoción de una comunicación con perspectiva de género y sanción (vinculante o no)
de contenidos sexistas: 1) el Instituto Nacional de las Mujeres (INAM); 2) el Ente Nacional de
Comunicaciones (ENACOM); 3) el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo
(INADI); 4) la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual y 5) la Oficina de Monitoreo
de Publicación de Avisos de Oferta de Comercio Sexual.

A pesar de la existencia de esta multiplicidad de intervenciones e instituciones públicas abocadas al tema,


aún no existe un abordaje integral del problema. Si bien el Plan de Acción constituyó un avance importante
en la materia, todavía la pluralidad de intervenciones existentes carece de un marco general común. A
menudo son puntuales y no se sostienen en el tiempo, lo que es problemático dado que módulos singulares
de capacitación y sensibilización raramente pueden cambiar comportamientos tan imbricados. Su cobertura
es acotada y se superpone y no existen instancias de coordinación en términos de contenidos y modalidades
de intervención, por lo que cada área desarrolla su material conceptual y su estrategia de abordaje en
compartimientos estancos. Además, hay poca o nula participación masculina, por lo que eventualmente las
intervenciones alcanzan a un segmento reducido de mujeres, particularmente las que están en situación de
vulnerabilidad social y económica. Las intervenciones vinculadas con la comunicación desde una
perspectiva de género, finalmente, muestran desafíos vinculados con la implementación de los mecanismos
de sanción de la violencia mediática y simbólica contra las mujeres.

Ruta a futuro

La prevalencia de las representaciones de género estereotipadas en nuestro país es un problema para todos
y todas. Deconstruir los estereotipos requiere de un cambio cultural que llevará tiempo, pero puede
acelerarse. Se trata de una labor que debe ser impulsada desde todos los sectores de la sociedad, teniendo
en cuenta el rol fundamental de los medios de comunicación y el sector privado. La exposición a contenidos
que reproducen prejuicios de género en los medios está asociada con la expresión de creencias más
sesgadas y rígidas acerca de cómo deberían comportarse las personas de distintos géneros. Además, el
consumo de programación que refuerza estereotipos en niños y adolescentes también se vincula con
elecciones educativas y de carrera consistentes con esas normas de género (Ward y Aubrey, 2017). Al
mismo tiempo, los medios tienen un enorme potencial para contribuir a la deconstrucción de estas
representaciones, presentando contra-estereotipos y modelos de rol positivos en términos de género y
contribuyendo a la transversalización de la perspectiva de género (Casserly, 2016).

El sector privado, por su parte, también es una importante fuente de prácticas y representaciones que
pueden acercarse o alejarse más de patrones de género estereotipados. Además del impacto directo en sus
empleados, las empresas también alcanzan e inciden sobre proveedores y otros agentes a lo largo de las
cadenas de valor, así como sobre los consumidores que diariamente están expuestos a publicidad. Así, el
sector privado tiene a su disposición un amplio menú de opciones para promover representaciones de
género diversas y positivas a través de sus prácticas de reclutamiento, compras y contrataciones, empleo y
marketing y publicidad (Gortnar, 2008).

El rol del Estado también es clave, tanto en sus vínculos con el sector privado y los medios como en términos
más amplios. La implementación de intervenciones públicas fundadas en evidencia para la deconstrucción
de los estereotipos de género y el combate de las representaciones que los sostienen debe ser una prioridad
en la agenda de políticas públicas. El logro de la equidad entre los géneros es un imperativo del derecho
que interpela al Estado y a la sociedad y también es fundamental de cara al desarrollo sostenible del país.

Actividades

1- Leer el texto de Estereotipos de género, luego responder los puntos siguientes:


A. ¿Qué son los estereotipos de género?
B. ¿Por qué deberían preocuparnos?
C. Describir los datos de la Encuesta Mundial de Valores sobre las representaciones culturales fundadas
en el sexo.
D. ¿Cómo incide los estereotipos sobre el acceso, la trayectoria y el liderazgo de las mujeres en el
mundo laboral?
E. Nombrar los organismos que intervienen sobre la promoción de una comunicación con perspectiva
de género y sanción (vinculante o no) de contenidos sexistas.
F. ¿Las representaciones de género en nuestro país es un problema? ¿Por qué?
G. ¿Aportan o perjudican los medios masivos de comunicación con respecto a este tema?
H. ¿Cuál es la participación de los sectores privados y del Estado?

1- Realizar lectura comprensiva de los textos propuestos.

“Roles de género en la sociedad colonial americana”.


2-Responder: ¿Podemos decir que el género en la sociedad colonial americana se vinculaba directamente con las
relaciones de poder desiguales?

3-Es interesante reconocer el rol de los géneros en la sociedad colonial y en la actual. Para ello deberá completar el
cuadro.
Sociedad colonial Sociedad actual

HOMBRE

MUJER

4-En el caso de las culturas indígenas ¿Qué sucedió en función al género luego de la conquista?

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