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Evangelio de Lucas, (V)

1:46-56 El Canto de María

Este Canto de María surge esando con su pariente Elisabet, cuando se vieron y la saludó. Una mujer
anciana otra joven, ambas tenían cosas importantes en común. Dios había venido a esos hogares, enviado
un ángel para anunciar que quedarían embarazadas, y que esos niños jugarían un papel importante en los
planes de Dios para la salvación de muchos en este mundo. Ambos morirían jóvenes a la mitad de la vida,
por seguir cada uno lo que Dios había ordenado para ellos.
Una escena hogareña entre dos parientes, se expresan aprecio y el cariño y admiración mutua, y son
movidas por el Es. Santo, porque Cristo está presenta entre ellas como Señor y Salvador, estando en el
vientre de la joven María, recién engendrado.
La presencia de Cristo hace notoria el ministerio y la obra del E. S. Y este será uno de los distintivos del
NP. ya a las puertas con la venida de Cristo. Elisabet es llena del E.S. y su bebe de 6 meses en su vientre
también. ver.15. El niño salta de alegría en el vientre, y la madre habla de las maravillas de Dios.
Y todo esto por la presencia del E. Santo no es sino preludio de la vida en la iglesia y como debe de ser la
vida y relación entre los creyentes. Llenándonos del E. santo, y estimulándonos al amor y la fe.
La llegada de María con el Niño en el vientre provoca que Elisabet y su niño sean llena del Esp., Esta habla
palabras de gratitud y adoración, hacia Dios y reconocimiento hacia María, y María oyendo a su vez es
estimulada a declarar las maravillas de Dios en este canto que ahora nos corresponde examinar.

Comparar María y Zacarías, ella recibe con fe la Palabra, él con incredulidad. El quedó ahí parado, Dios le
privó de oír, recibir y compartir, las maravillas de Dios durante los meses del embarazo de su esposa. Con
las cosas importantes que estaban pasando, y él a un lado de todo eso, ¿lamentándose de su incredulidad,
sintiendo lo que hizo? María creyó y lo que empezó con temores, inseguridad e incertidumbre, sobre
lo que podría ser, mira lo que estaban viendo y oyendo. Ya estaba Cristo en su vientre, va con su pariente,
y ve el gozo en ella, y en el bebe que tiene en el vientre, y conoce el poder y la presencia del E.Santo allí,
oye palabras asombrosas que le mueven a ella misma a hablar a glorificar a Dios. Un llamado a ver como
oirás tú La Palabra de Dios.

1º Ver.46-50. Engrandece y enaltece a Dios a la luz de las cosas que ha hecho en ella.
2º Vers.51-52. Su experiencia le lleva a sacar algunas lecciones del proceder de Dios en el mundo.
3º Vers.53-55. Lo que Dios ha hecho en ella viene cumplir las promesas de Dios para Israel.

A.- Este canto tiene mucho de las Esc.


El lenguaje que emplea María en el cántico está lleno de expresiones e ideas de la Biblia, los Salmos, los
profetas, 1Sam.2, etc. Era una joven educada según la tradición judía: las enseñanzas de las Esc; los
padres les explicaban estas enseñanzas, y memorizaban pasajes de ella.
Todas estas cosas que recibió desde pequeña fueron penetrando en su alma, y por vía de la meditación
fueron arraigándose en ella y haciéndolas suyas. Llega la visita del ángel, y poseía por la gracia de Dios una
fe viva para responder a Su palabra, y tomando a Dios como su Señor y Salvador, dispuesta a obedecer
aunque fuera caro el precio a pagar, según le planteó el ángel. Ella era Su sierva.

Llega esta visita a Elisabet, y María ¿llevada por el E. Santo afirma estas cosas? Notar que el E.Santo no
le trae cosas nuevas a la mente, sino las verdades y pasajes e ideas de la Biblia que ella tenía en su mente,
y había meditado, pensando, pero es llevada a entenderlas con una mayor fuerza, y profundidad y claridad,
como no había percibido hasta entonces acerca de Dios, de su Gracia, de Su manera de hacer las cosas y
como ejecuta sus designios.
Así trabaja el E.S. en nosotros, suele tomar esas cosas que tenemos de Dios, que hemos oído y leído de Su
Palabra, para darnos una nueva profundidad y alcance que no habíamos percibido; Es como la buena
cocinera, que coge lo que tienes en casa, las mismos ingredientes que tu usas, pero ella leda un toque que
saca todo el sabor a eso mismo que tu usas.
Esto es importante para nuestra lecturas de la Biblia, sigue leyendo, estudiando, conociendo sus
enseñanzas. ¿no sacamos mucho provecho, no vemos mucha sustancia ahí? Quién sabe cuando lo podrá
usar el Es. S, en uno de esos momentos precisos, en aflicción , peligro, u oyendo hablar a alguna Elisabet.

B.- Inestimable lección que María sacó de todo esto.


Es lo primero que sale a relucir al recitar este cántico, observar la progresión, vers.46-48 y 49.
.- Vers.46-47. Quiere engrandecer a Dios, lo aprecia como digno de el más alto honor: que Ser más
atractivo, que maravillas se desprenden de Él, que perfección tiene, Su belleza, qué bondad... Habla como
quien está bajo el calor de Su luz, recibiendo una percepción real y cercana de Dios que le lleva a exclamar
lo perfecto, lo excelso que es Dios (Ex.34:5-6, similar a Moisés cuando Dios pasó cerca de él) .

Distinguir de cerca a Dios, que regocijo, que seguridad, que conciencia de plena satisfacción trae al alma
transmite Dios, como es Él. Nada hay en esta creación que lo iguale, todo aquí es muy inferior. Percibir
en tu alma así a Dios, con los destellos que emanan de Su grandeza, y verlo del todo favorable, como aquí
expresa, porque es tu Salvador, te da la conciencia, la certidumbre que no te falta nada, qué más allá de
eso no hay, que cuanto necesitas ahí lo tienes, y más, mucho, muchísimos mas... Por eso su espíritu no puede
sino regocijarse en Dios, su Salvador.

.-Y a continuación añade el "porqué...", vers.48, ¿qué cosa de Dios refleja de manera tan admirable y plena
que llenaba a esta joven de asombro de gratitud, y de regocijo? ¿Qué hecho realizado por Dios irradiaba
toda esa luz acerca de Él a María? "Porque ha mirado la bajeza de su sierva" "porque ha hecho grades
cosas el Poderoso".
"Dios miró my bajeza", esto es, mi condición insignificante, que soy como cualquiera, que no tengo nada de
destacar, nada de lo que la gente tenga por grande o deseable. Ella vivía como una de esas jóvenes que
no tenía nada para ser envidiada, nada que sobresaliera a la vista de los hombres, era de esas pobres....

Y sin embargo Dios "la mira", es decir se agrada, se deleita en ella, en su baja condición, y le ha dado, ha
hecho con ella algo extraordinario. Ella no observa nada especial, sobresaliente, y se asombra por la
desproporción entre lo que ella es, y tiene, y lo que Dios le ha dado. Pero si yo no tengo nada, absolutamente
nada para que Dios me de todo esto que me ha dado. Is.66:1-2.

María era una de esas mujeres que estaba en una condición que la gente su aldea, Nazaret, y aquella
sociedad difícilmente se imaginara que Dios hiciera algo especial con ella. ¿Con una persona así qué iría a
hacer Dios?
Ella estaba en esa condición que no despertaba grandes ilusiones, no prometía grandes cosas en la vida.
Nadie perseguiría una posición como la que tenía María, nadie soñaría con una posición así. Que expectativa
genera una mujer de esa condición, si, será la esposa del carpintero de la aldea, ¿y qué más? Pues apenas
nada más, no se vislumbraba nada prometedor, nadie vería en esa joven una condición ilusionante... Era
insignificante, y desde ahí vivía tranquila y conforme su fe en Dios.
María estaba donde a la gente normalmente no le gusta estar. Todos queremos destacar para que otros
nos aprecien; amamos la autoestima, sobresalir en algo, para poder pensar que soy única, o especial.... Eso
es lo que nos permite pensar "yo soy alguien, yo soy especial"
Así se usa ropas, peinados, se busca un trabajo, estudiar una carrera, conseguir dinero, o determinadas
amistades... Cosas que nos periten pesar, "mira lo que tengo", "mira lo que valgo". Queremos alabarnos
en algo, tenemos que alabarnos en algo, si no ¿qué somos? ¿somos cómo nada? No es difícil estar ahí por
nuestro orgullo.

M. 30- Agosto 2015 Evangelio de Lucas. 1:5-25 (V) 2


María en esa condición de pobreza y bajeza, de saber que apenas tiene nada que hubieran en ella para
destacar entre los hombres, y ante Dios, vive su fe en Dios, confiaba en Él, y meditaba en Su palabra. Y
Dios le envía un ángel le dice la obra que hará en ella, como iba a quedar embarazada por el poder del E.
Santo, y Quien va a engendrar en su vientre, al Deseado de las naciones, al Mesías prometido, al Rey
eterno Señor sobre toda la creación.
Ella pensaría ¿Pero por qué, cómo es que se me concede tal cosa a mí, una joven como yo que no tengo a
destacar, y mucho menos para que Dios me conceda una cosa así? Esta es la gracia de Dios, así hace.
Si, esto es asombroso, increíble, no hay razón para ello, pero desde ahora, a partir de ahora, la gente de
todas las generaciones me dirán.... Y ya podía darse cuenta, Elisabet había empezado a decirlo, lo que
pasó en ella cuando la saludó y lo que ha dicho de María. María se había puesto en el punto más bajo, y
Dios viene y le da a Jesucristo, la toma para llevarla a los más alto. Que cambio, qué contraste tan increíble,
esta es la gracia de Dios.
Este es el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, este es el Dios que quiere que oigamos este Su
evangelio, para dar a Jesucristo a aquellos que son bajos e indignos.

.- Debemos destacar de este canto lo que aprendió esta joven de todo esto. Ella se dio cuenta que no tuvo
meramente una experiencia personal, sino que esa era la manera en la que Dios procede y actúa en este
mundo con los hombres. Por eso sigue afirmando en este cántico, vers.51-53. Como una prolongación
de lo que ella había vivido. A los humildes, y hambrientos Dios los exalta y los colma de bienes; a los
soberbios, los poderosos, los ricos.... Esos a quienes el mundo admira, a esos que tienen las cosas que la
gente desea, y pueden estar satisfechos de lo que ellos tienen y son, Dios los envía vacios, los deja sin
Sus favores y sin las riquezas de Su reino; que vivan en sus imaginaciones, en sus sueños, y montados en
su burbuja de ideas de grandezas de sí mismo, que les priva de los favores de Dios.

Esta fue de las lecciones más determinantes que aprendió María, que sería vital para su vida, y sobre todo
para la gran tarea que tendría que hacer en su vida: ser la madre del Mesías, del Salvador del mundo, que
Dios había enviado a su vientre, para preparar, criar a ese Hombre, al Único Hombre que podría realizar
la redención de todos nuestros pecados. ¿Cómo sería esa tarea?
Ella con su esposo, la persona qué más influiría sobre Jesús en su niñez y juventud. Ella tenía que prepararlo,
enseñarlo, educarlo, criar al Señor Jesús para la obra que debía realizar. El era un niño, luego un joven que
tenía que aprender, era sin pecado, por supuesto, pero tenía que ser enseñado, y educado, y formado para
ello.
Y esta era la mujer para ese trabajo para criar a ese Niño, la que se veía e una condición insignificante, de
no tener nada a destacar, nada de lo que la gente tenga por grande o deseable, nada en lo que confiar en
sí misma. Así es como podría enseñar a su Hijo las reglas, e influir en su carácter para que fuera el Hombre
que podría hacer la reconciliación nuestra con Dios, y la liberación de todos nuestros pecados.

Y vaya si ella lo hizo, cuando Cristo llegó a su edad adulta lo vemos que había asimilado y manejando estas
mismas ideas que María había aprendido y refleja en este cántico. Compara las bienaventuranzas Lc.6:20-
26, está enseñando lo mismo, los ricos, los saciados, que ríen y están satisfechos con sus logros y
cualidades... a quienes Dios desecha; los bajos, los hambrientos... aquellos que miran al cielo porque no
encuentran nada en si mismo donde apoyarse... esos son, a esos Dios los colma. O Lc.14:7-11, donde
expresa lo mismo. Y también con sus discípulos, Lc.22:24-27. El dijo de Si mismo "aprended de mi que
soy manso y humilde de corazón..." Mat.11:29.
Esto no le vino el día de Su bautismo, cuando descendió sobre el E. Santo, esto empezó a verlo y aprenderlo
en su casa, su madre. Por aquí mismo va Lc.2:40,52 Cristo "crecía" en sabiduría ( ese conocimiento que se
aplica en la vida, para buscar el mejor camino a seguir) y en gracia (esas virtudes espirituales que Dios
obra en nosotros y son agradables a Él) Estos dos aspectos esenciales de Jesús que crecían, es lo que
Dios da a los humildes. ¿Para quien es la sabiduría de Dios? Prov.11:2; ¿A quienes Dios da gracia? ,
1Ped.5:5, pues a los humildes.

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María envolvió la vida y las enseñanzas de Jesús de lo que es la humildad, que fuera un niño humilde, y esto
propiciaba que ese Niño se desarrollase de esa forma, creciendo en sabiduría, y gracia o favor ante Dios
y los hombres. Una mujer que aprendió una gran lección, acerca de su bajeza y así crió a su Hijo. Y fue
preparado para hacer la obra más grande que Dios haría, la redención eterna de nuestros pecados, y una
nueva creación.

Mujeres altivas, hombres altaneros, nos podrán dar a sus hijos lo mejor que les podrían dar, por su
soberbia. Creen que ellos saben, no escuchan como deben, no buscan en la Palabra para aplicar lo que esta
dice en la crianza (quela PD es suficiente para la crianza de la conducta y el carácter de los hijos 2Tim3:16-
17), estos solo coge algunas cosas, porque ellas se creen ricas, solo cogen u oyen ciertos consejos de la PD,
porque ellos se creen poderosos, tienen sus ideas. María veía su bajeza, no tenía nada de esas cosas en
la que los hombre creen que tiene, por ella se apoya en lo que Dios dice, hace lo que Dios manda y espera
en lo que Dios promete. Esto hace porque es humilde.

Una pregunta a la luz de estas dos madres y sus hijos. Madre, padre, ¿para qué crees que Dios te ha dado
a tu hijo? Elisabet, María lo sabían. Y tú, ¿para que piensas que tienes tus hijos? Tengo hijos porque me
gusta tenerlos... Para disfrutar de mis hijos ( se oye mucho hoy, si, disfrutas de ellos, pero para eso los
tienes) Un abuelo le decía a su nieta adolescente, " hija se feliz" Y esa nieta llegó a la cumbre de lo que
se propuso, y se acordaba de la enseñanza de su abuelo, le marcó, ella tenía que vivir para ser feliz, buscar
su felicidad en lo que emprendía... Ponerse ella en el centro, y la meta de cuanto hiciese era su propia
satisfacción.
¿Para qué Dios te dio ese hijo que tienes? ¿para qué lo estas educando? Quizás no persigas ninguna meta,
así es como los padres corregirán alguna cosa aquí o allá de ellos, según tengas el día. María sabía para que
Dios le dio a ese hijo, y eso lo tenía que perseguir.
¿Cuál es el fin principal del hombre? ( de tus hijos también) glorificar a Dios, ( no a sí mismo) y gozar de
El para siempre (no meramente estar gozando de los placeres de la carne y del mundo) ¿Tu podrás educar
a tu hijo para esto? Los que saben su bajeza lo entenderán, y a ello se entregarán. Porque se apoyarán en
lo que Dios dice, harán lo que Dios manda, y esperarán en lo que Dios promete. Así podrán dar a su hijos lo
mejor que un padre puede dar a su hijo. Los otros, los ricos, y poderosos, lo que confían en sus ideas, en
sus consejos, y formas de hacer las cosas, Dios los esparcirá en los pensamientos de sus corazones, para
vivir en sus sueños e ilusiones y no tratar los problemas reales con sus hijos.
Dios te conceda la humildad, como madre, como padre, búscala, pídela, e insiste hasta que Dios te la de.
Dios te conceda que puedas educar en la humildad a tu hijo. Así lo prepararás para lo mejor que un hombre
puede recibir. Porque con los humildes está la sabiduría, porque Dios da gracia a los humildes.

El rey David preguntó si quedaba alguno de la familia de Saul , su gran perseguidor, para hacerle bien, por
amor a Jonatan, su íntimo amigo, ambos muertos recientemente. Y le trajeron a Mefi boset, hijo de
Jonatán, cojo de ambos pies, desde los 5 años. QUé sorpresa para David encontrarse nada menos que con
el hijo de Jonatan. Le dió los honores de esa familia, y le dijo que comería en su mesa para siempre. A lo
que respondió Mefi-Boset, "Quien es tu siervo para mires a un perro muerto como yo" 2Sam.9:7. Así es
como tenemos que pensar de nosotros mismos ante Dios. Hasta que no lleguemos ahí no comprenderemos
bien el Evangelio, y no pediremos a Dios que perdone nuestros pecados, que nos reciba por Su misericordia,
y solo por Su misericordia. Lo que hay en nosotros, y lo que hacemos no merece ni el más pequeño de los
dones o bondades de Dios. Recibimos muchos favores y dones de Dios, y ni uno de ellos, pero ni uno solo
lo hemos ganado. "Quien es tu siervo para que mires a un perro muerto como yo" Si así estas ante Dios
porque comprender el evangelio, llegará el día que podrás también cantar con María, "engrandece mi alma
al Señor y mi espíritu se regocija en Dios mis Salvador, porque ha mirado la bajeza de su sierva, porque
me ha hecho grandes cosas el Poderoso".

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