Está en la página 1de 3

1

Universidad Nacional del Sur, Departamento de Humanidades, Historia de la Filosofía Antigua


Apunte de cátedra, resumen del libro:
Hadot, Pierre, ¿Qué es la filosofía antigua?, México, Fondo de cultura Económica, 1998,
pp. 11-104.
PRÓLOGO
Tengo la intención de mostrar en mi libro la profunda diferencia que existe entre la representación
que los antiguos se hacían de la philosophia y la que habitualmente nos hacemos en nuestros días de la
filosofía, por lo menos la imagen que de ella se da a los estudiantes por las necesidades de la enseñanza
universitaria. Para los griegos, por lo menos desde Sócrates, el discurso filosófico se origina en una elección
de vida y en una opción existencial, y no a la inversa. En segundo lugar, nunca hay ni filosofía ni filósofos
fuera de un grupo, de una comunidad, de una "escuela" filosófica, que exige del individuo un cambio total
de vida, una conversión de todo el ser y de vivir de cierto modo. Esta opción existencial implica a su vez
una visión del mundo
Tampoco habría que oponer modo de vida y discurso como si correspondieran respectivamente a la
práctica y a la teoría. El discurso puede tener un aspecto práctico, en la medida -en que tiende a producir
un efecto en el auditor o el lector. En cuanto al modo de vida, puede ser no teórico, evidentemente, sino
teorético, es decir, contemplativo.
Con la noción de ejercicios espirituales, se quieren designar las prácticas, que podían ser de orden
físico, como el régimen alimentario, o discursivo, como el diálogo y la meditación, o intuitivo, como la
contemplación, pero que estaban todas destinadas a operar una modificación y una transformación en
el sujeto que las practicaba. El discurso del maestro de filosofía podía, además, tomar él mismo la forma
de un ejercicio.

LA APARICIÓN DE LA NOCIÓN DE "FILOSOFAR": LA FIGURA DE SÓCRATES


Desde Homero, las palabras sophia y sophos eran empleadas en los contextos más diversos, que, al
parecer, no tenían nada que ver con las de los "filósofos". Estas palabras aparecían en el contexto de todo
saber hacer, del saber del carpintero, del saber hacer musical, de la actividad poética, de la habilidad o
astucia, del saber del científico, de un saber hacer en la vida política, del saber de la cultura en general.
LA FIGURA de Sócrates tuvo una influencia decisiva en la definición del "filósofo" y de la filosofía,
concebida como cierto discurso vinculado con un modo de vida y como un modo de vida vinculado con
cierto discurso. El verdadero problema no es pues saber esto o aquello, sino ser de tal o cual manera.
Ese llamado a no preocuparse por las cosas que la mayoría se preocupa (el cuerpo, el dinero, la
fama) y a ocuparse del cuidado de sí mismo, del cuidado del alma, Sócrates lo ejerce no sólo por medio de
sus interrogaciones, de su ironía, sino también y sobre todo por su manera de ser, por su modo de vida,
por su propio ser. Además, no sólo es a los demás sino a él mismo a quienes Sócrates no deja de poner a
prueba, pues la transformación de sí mismo nunca es definitiva, exige una perpetua reconquista.
Sócrates propone, a los ojos de sus conciudadanos, un trastocamiento total de los valores que les
parece incomprensible, y lo toman como una ruptura radical con la vida cotidiana. Pero el retrato de
Sócrates, tal cual lo dibuja Alcibíades en el Banquete de Platón, y también Jenofonte, nos revela por el
contrario un hombre que participa plenamente en la vida de la ciudad: un hombre ordinario, con mujer e
hijos, que conversa con todo el mundo, capaz de beber más que nadie sin embriagarse, un soldado
valeroso y resistente.
Sócrates proclama como su deber sacrificar todo, hasta su vida, en la obediencia a las leyes de la
ciudad. El cuidado de sí mismo es cuidado de la ciudad y los demás, como lo vemos en el ejemplo del
2

propio Sócrates, cuya razón de vivir es ocuparse de los demás. Así Sócrates está, fuera del mundo y en el
mundo. Como escribía Plutarco, Sócrates no se sentaba en una cátedra profesoral, sino que bromeando y
bebiendo con sus discípulos, yendo a la guerra, al Ágora o a la prisión, fue el primero en mostrar que, en
todo tiempo y en todo lugar… la vida cotidiana da la posibilidad de filosofar.

LA DEFINICIÓN DEL FILÓSOFO EN EL "BANQUETE" DE PLATÓN


Platón va a dar, en el Banquete, a la palabra "filósofo" y "filosofía" un nuevo sentido. Eros y
Sócrates personifican, uno de manera mítica, el otro de manera histórica, la figura del filósofo.
Eros no es más que un daimon, un ser intermediario entre los dioses y los hombres, entre los
inmortales y los mortales. Aquí se trata no sólo de una posición intermedia entre dos órdenes de
realidades opuestas, sino de una situación de mediador: el demonio tiene un papel en las iniciaciones a
los misterios, en las encantaciones que sanan los males del alma y del cuerpo, en las comunicaciones
que vienen de los dioses a los hombres, tanto durante la vigilia como durante el sueño.
Sócrates o el filósofo es pues Eros: lo que quiere decir que es Deseo. Con el Banquete, la etimología
de la palabra philosophia , "el amor, el deseo de la sabiduría", se vuelve pues el programa mismo de la
filosofía. La filosofía adquiere definitivamente una tonalidad irónica y trágica. Irónica, puesto que el
verdadero filósofo siempre será aquel que sabe que no sabe, que sabe que no es sabio. Trágica, porque
está desgarrado por el deseo de alcanzar esa sabiduría que se le escapa y a la que ama. Platón instaura
pues una distancia insuperable entre la filosofía y la sabiduría. No sólo es la figura de Eros la que se
demistifica en el Banquete, pasando del rango de dios al de demonio. También la figura del filósofo, que
aparece como no siendo ni del todo del mundo, ni del todo exterior al mundo. Así, Sócrates se revela
como un ser que, si no es un dios, puesto que aparece como un hombre común, es sin embargo
superior a los hombres; es en efecto un daimón.

LA FILOSOFÍA COMO FORMA DE VIDA EN LA ACADEMIA DE PLATÓN


La Academia fue inspirada tanto por el modelo de la forma de vida socrática como por el de la
forma de vida pitagórica. La intención inicial de Platón es política: cree en la posibilidad de cambiar la vida
política por medio de la educación filosófica de los hombres que son influyentes en la ciudad. Los sofistas
pretendieron formar a los jóvenes para la vida política, pero Platón quiso hacerlo dotándolos de un saber
muy superior: de un riguroso método racional, inseparable del amor del bien y de la transformación
interior del hombre.
La libertad de pensamiento que reinaba en la Academia se entiende por la ética del diálogo que
todos asumían. Si Platón y los demás profesores de la Academia estaban en desacuerdo sobre puntos de
doctrina, admitían todos, sin embargo la elección del modo de vida propuesto por Platón. Éste consistía,
primero, en adherirse a esta ética del diálogo. Segundo, se trataba de "aprender a vivir de manera
filosófica", esto es, de orientarse hacia la vida intelectual y espiritual y llevar a cabo una conversión que
pone en juego "toda el alma". La ciencia o el saber jamás son para Platón un conocimiento puramente
teórico y abstracto, que se podría "poner ya hecho" en el alma. Si la virtud es ciencia, la ciencia es ella
misma virtud. Una concepción de la ciencia como formación del hombre, como modo de vida, destinado a
"asegurar [ . . . ] una vida buena y por consiguiente la salvación del alma".

ARISTÓTELES Y SU ESCUELA: LA FORMA DE VIDA "TEORÉTICA"


La escuela de Platón tiene esencialmente una finalidad política. Por el contrario, la escuela de
Aristóteles no prepara más que para la vida filosófica y para el goce filosófico que corresponde a la theoria,
3

es decir, a un tipo de vida consagrada por completo a la actividad del entendimiento. A los ojos de
Aristóteles, la felicidad política y práctica no es más que secundaria.
Para Aristóteles, la filosofía consiste en un modo de vida "teorético". Es importante no confundir
"teorético" con "teórico". En el lenguaje moderno, “teórico” se opone a "práctico", es decir, lo que es
abstracto, especulativo, por oposición a lo que se refiere a la acción y a lo concreto. Aristóteles sólo
emplea la palabra “teorético” y la utiliza para designar, por una parte, el modo de conocimiento cuyo
objetivo es el saber por el saber y no un fin exterior a él mismo, y, por la otra, el estilo de vida que consiste
en consagrar su vida a este modo de conocimiento. En este último sentido, "teorético" no se opone a
"práctico”; "teorético" puede aplicarse a una filosofía practicada, vivida, activa, que brinda felicidad. En
esta perspectiva, la filosofía "teorética" es al mismo tiempo una ética, que consiste en desear el
conocimiento por sí mismo sin perseguir ningún otro interés particular y egoísta ajeno al conocimiento.
Es una ética del desinterés y de la objetividad.

Los DIFERENTES NIVELES DE LA VIDA “TEORÉTICA"


¿Cómo concebir esta vida conforme al espíritu?... Si consideramos las actividades de rigor en la
escuela de Aristóteles, la vida filosófica se presenta con los rasgos de lo que se podría llamar una gran
empresa científica. La escuela de Aristóteles se consagra a una inmensa búsqueda de información en
todos los campos. Se reúne todo tipo de datos: históricos, sociológicos, psicológicos, filosóficos . Se
recogen también incontables observaciones zoológicas o botánicas. Estos materiales son reunidos para
permitir comparaciones, instaurar una clasificación , entrever sus causas, en estrecha colaboración
entre la observación y el razonamiento, en la que, dice Aristóteles, hay que confiar más en la observación
de los hechos que en los razonamientos, y en estos últimos sólo en la medida en que concuerdan
con los hechos observados.
Para Aristóteles, la vida del espíritu consiste, en gran medida, en observar, en investigar y en
reflexionar acerca de estas observaciones. Pero con una pasión casi religiosa por la realidad, en todos
sus aspectos, porque en todo se encuentra un sello de lo divino. Dice que hay que recordar las palabras
que profirió Heráclito …”también hay dioses en la cocina”. Esto significa que toda la realidad física, la
totalidad del universo es sagrada.
Decíamos, a propósito de Platón que el conocimiento siempre se enlaza con el deseo y la
afectividad. También con respecto a Aristóteles el placer que se experimenta en la contemplación de los
seres es el que se siente al contemplar al ser amado. De nuevo, el estilo de vida teorético revela su
dimensión ética. Pues la beatitud del Intelecto humano llega a su punto más elevado cuando, en ciertos
momentos, piensa, con una intuición indivisible, la indivisibilidad de la beatitud divina. No hay nada más
lejano de la teoría que lo teorético, es decir, la contemplación; un tipo de vida y un programa ideal, una
invitación a elevarse hacia un estado, la sabiduría, que es más divino que humano: "Sólo Dios puede gozar
de ese privilegio".
Aristóteles, al igual que Platón, cifra en los políticos su esperanza de transformar la ciudad y los
hombres. Pero Platón consideraba que los propios filósofos debían ser los políticos. Para Aristóteles la
actividad del filósofo en la ciudad debe limitarse a formar el juicio de los políticos. El filósofo, por su
parte, elegirá una vida consagrada a la investigación desinteresada, al estudio y a la contemplación,
independiente de los ajetreos de la vida política. La filosofía es pues, para Aristóteles, como para Platón,
al mismo tiempo un estilo de vida y un modo de discurso.

También podría gustarte