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Así es la violencia vicaria, la expresión más cruel de la violencia de género.

La violencia de género es la mayor lacra de las sociedades democráticas.


Las múltiples violencias que se ejercen contra las mujeres son visibles, pero
la tolerancia social impide ponerles freno: prostitución, trata, acoso sexual y
por razón de sexo, maternidad subrogada, brecha salarial, agresión sexual
fuera y dentro de las relaciones de pareja, golpes, destrucción moral,
humillaciones, torturas…. todo en un marco de violencia simbólica que
permite su legitimación.  La violencia vicaria es la más cruel y despiadada
porque causa un daño irreparable y destruye a la mujer. Más de 40 niñas y
niños han sido asesinadas/os por sus padres biológicos o parejas o
exparejas de la madre desde que en 2013 se empezó a contabilizar este tipo
de asesinatos, cuyo objetivo es destruir a la mujer para siempre.
¿Cuándo se aprobó la violencia vicaria?
La tarde de este 8 de marzo la Ley General de Acceso de las Mujeres a una
Vida Libre de Violencia, en materia de violencia vicaria fue aprobada en
Cámara de Diputados.9 mar 2023

¿Qué es la violencia vicaria?


La violencia vicaria es aquella que tiene como objetivo dañar a la mujer a través
de sus seres queridos y especialmente de sus hijas e hijos. El padre ejerce una
violencia extrema contra sus criaturas, llegando incluso a causarles la muerte y
utilizando recursos de particular crueldad para la eliminación de los cadáveres en
muchas ocasiones. El ánimo de causar daño a su pareja o expareja a toda costa
supera cualquier afecto que pueda sentir por ellas/os. El asesinato de las hijas o
hijos es la parte más visible de esta forma de violencia extrema que destruye a la
mujer para siempre; pero es habitual la manipulación de hijas o hijos para que se
pongan en contra de la madre o incluso la agredan. Esas hijas e hijos sufren un
daño irreparable y son también víctimas de violencia de género. El objetivo es el
control y el dominio sobre la mujer, en un alarde máximo de posesión en una
relación de poder que se sustenta en la desigualdad.
La violencia vicaria cuenta con la complicidad de una sociedad que cuestiona
permanentemente a las mujeres, que las priva de autoridad y pone en duda su
palabra. Las mujeres suelen intentar que su voz se oiga en el colegio de esas hijas
o hijos, entre las amistades, en la propia familia, en los juzgados, pero los
imaginarios del “buen padre” y la “mala madre” se imponen. Se prefiere escuchar
al varón y apoyar al hombre que juega a ser víctima, que a esas mujeres que,
desesperadas, intentan hacer oír su voz para evitar que el padre haga daño a sus
hijas o hijos.  Ángela González Carreño presentó más de 30 denuncias porque
temía por la vida de su hija en las visitas con el padre, finalmente éste la asesinó.
El Comité de la CEDAW condenó al Estado español por negligencia, pero como
vemos los asesinatos se han seguido produciendo y no se han tomado las
medidas necesarias.
¿Se engloba dentro de la violencia de género?
Si. La violencia vicaria es violencia de género. Se sustituye a la persona en la
acción directa física o psicológica de la violencia para causar un daño mayor y
permanente a la mujer. El objetivo es la mujer. La ejercen siempre hombres contra
mujeres.
¿Por qué se llama violencia vicaria?
Porque se sustituye a una persona por otra para ejercer la acción, en este caso a
las hijas o los hijos a quienes se asesina para destruir la vida de la madre, o a
quienes se pone en contra de la madre para causarle un daño permanente que en
muchos casos lleva al suicidio de la mujer. El término violencia vicaria se incluyó
en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género en España.
¿Es lo mismo que el parricidio?
No tiene nada que ver con el parricidio. La violencia vicaria se ejerce contra la
mujer. El único objetivo es destruirle la vida a la mujer. Implica una intención clara
de causar un daño infinito y un dolor extremo a la que no se ha asesinado
directamente.
El parricidio está previsto en nuestro Código Penal como un delito con una grave
condena, dado el reproche social que provoca causar la muerte a una persona con
la que hay un vínculo de consanguineidad o adopción de ascendientes o
descendientes o cometido en ámbito de las relaciones matrimoniales o de pareja.
¿Cuál es el reto para luchar contra la violencia vicaria?
Que la sociedad tome conciencia de la realidad de la violencia de género. Se
necesita  la implicación responsable de todos los poderes públicos, que no deben
admitir la negación de la violencia contra las mujeres, una violencia que cuestiona
los valores democráticos y tiene efectos devastadores sobre la convivencia social.
La negación de la violencia contra las mujeres debe considerarse apología de la
violencia.
La educación en todos los ámbitos académicos resulta esencial para la formación
de las nuevas generaciones. Así como las acciones de sensibilización dirigidas al
conjunto de la sociedad El incumplimiento del mandato de la inclusión de las
asignaturas obligatorias para la prevención de la violencia de género incluidos en
la propia Ley orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de
Género propicia que no detecten a tiempo conductas que luego resultan
gravemente lesivas.
¿Cómo podemos proteger a la infancia?
Cuando un hombre amenaza a una mujer con quitarle a sus hijas o hijos está
dando signos claros de violencia vicaria. Las amenazas a las mujeres con sus
hijas o hijos deben hacer saltar todas las alarmas. La protección a las víctimas de
violencia de género es esencial, reconociendo que un maltratador nunca puede
ser un buen padre.
¿Cómo puede la Universidad actuar para la prevención de la violencia
vicaria?
Con un compromiso firme en la lucha contra la violencia de género, que implica
deconstruir el conocimiento androcéntrico.  Lo que conlleva un plan de formación
exhaustivo en valores democráticos y género, que permita romper con la ceguera
sobre qué es la violencia contra las mujeres y cuáles son sus causas y
consecuencias, al tiempo que como institución rechaza cualquier manifestación
negacionista de la violencia de género.  
¿Cómo surge la violencia vicaria?
La violencia vicaria es aquella forma de violencia hacia las mujeres en la que se
perjudica a la mujer dañando a las personas más preciadas para ella como
pueden ser sus hijas e hijos, madres, padres, etc.
¿Quién ejerce más violencia vicaria?
La violencia vicaria, contemplada en la Ley contra la violencia de género de 2004,
es "una forma de violencia machista" que tiene como principales víctimas a los
hijos e hijas de las mujeres víctimas, pero también a los menores sujetos a
su tutela, guarda y custodia.

¿Qué es la Ley vicaría en México?


LA VIOLENCIA VICARIA EN MÉXICO.

La violencia vicaria es una forma de violencia de género, en el que el hombre


realiza una serie de conductas dirigidas a los hijos e hijas o el núcleo más cercano
de la mujer, con el objetivo de dañarla, chantajearla, o como muchas mujeres han
expresado: dejarlas “muertas en vida”.

¿Cómo se castiga la violencia vicaria?


En Jalisco se contemplan condenas de dos a diez años en prisión, así como la
pérdida de los derechos sobre los menores. En Yucatán las penas van de los
cuatro a los ocho años de cárcel y también se plantea castigar a los funcionarios
públicos que retrasen las investigaciones de estos delitos.
¿Qué es la violencia vicaria causas y consecuencias?
La violencia vicaria es una forma de violencia dentro del núcleo familiar en
el que uno de los miembros de la pareja realiza una serie de conductas dirigidas a
los hijos e hijas con el objetivo de dañar, chantajear o hacer que el otro miembro
de la pareja cumpla su voluntad

23.11.22. La Comisión de Igualdad de Género del Congreso de la Ciudad de


México, que preside la diputada Ana Francis López Bayghen Patiño (MORENA),
aprobó modificaciones a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de
Violencia, para reconocer la violencia vicaria como un tipo de agresión y
establecer su definición.

Al referirse a los cambios propuestos, la presidenta de la comisión dijo que “resulta


de gran importancia que la violencia vicaria sea visibilizada, primero dentro de la
Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, como una violencia
de género cometida en agravio de las mujeres. Su reconocimiento permitirá a las
autoridades involucradas familiarizarse con ella para el momento en que se
incorpore al Código Penal y Civil”.

El dictamen propone adicionar la fracción X al artículo 6 para quedar como sigue:


“Violencia Vicaria: es la acción u omisión cometida por quien tenga o haya tenido
una relación de matrimonio, concubinato o haya mantenido una relación de hecho
o de cualquier otro tipo, por sí o por interpósita persona, que provoque la
separación de la madre con sus hijas e hijos o persona vinculada
significativamente a la mujer, a través de la retención, sustracción, ocultamiento,
maltrato, amenaza, puesta en peligro o promoviendo mecanismos jurídicos  y no
jurídicos que retrasen, obstaculicen, limiten e impidan la convivencia, para
manipular, controlar a la mujer o dañar el vínculo afectivo, ocasionando un daño
psicoemocional, físico, patrimonial o de cualquier otro tipo a ella y a sus hijas e
hijos e incluso el suicidio a las madres y a sus hijas e hijos, así como
desencadenar en el feminicidio u homicidio de las hijas e hijos perpetrados por su
progenitor.

Este tipo de violencia puede cometerse también a través de familiares o personas


con relación afectiva con quien la comete.

Es particularmente grave cuando las instituciones destinadas a la atención y


acceso a la justicia, al no reconocerla, emiten determinaciones, resoluciones y
sentencias sin perspectiva de género vulnerando derechos humanos de las
mujeres y el interés superior de la niñez.”
El dictamen tomó en cuenta las iniciativas presentadas por las diputadas Nancy
Marlene Núñez Reséndiz (MORENA), Ana Francis López Bayghen Patiño
(MORENA) y Gabriela Salido Magos (PAN), y atiende las observaciones de
instancias como la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la Secretaría de las
Mujeres, del Centro de Estudios Legislativos para la Igualdad de Género del
Congreso de la Ciudad de México (CELIG) y de la Fiscalía General de Justicia
capitalina.

En la reunión de la Comisión de Igualdad de Género, la congresista Núñez


Reséndiz consideró que con estos cambios se atienden las demandas de la
población y colectivos que por muchas años han luchado por los derechos de las
mujeres.

 “El dictamen de estas iniciativas en relación a la violencia vicaria representa un


gran logro para las mujeres de la Ciudad de México y, ¡vamos tarde! Haber
trabajado de la mano con colectivas y mujeres víctimas, nos permitió tener una
visión amplia de las necesidades de las mujeres, que por años han sufrido esta
violencia. Violencia que sufrían en silencio, invisibilizadas por un sistema que no
escuchaba sus demandas y no ofrecía ninguna posibilidad de acceso a la justicia”,
aseguró una de las diputadas promovente.

En su oportunidad, la legisladora Marcela Fuente Castillo (MORENA) dijo que aún


quedan muchos pendientes, pero “existe un compromiso para eliminar la violencia
vicaria.

A su vez, la diputada Gabriela Quiroga Anguiano (PRD) aplaudió la unidad que


hubo para sacar adelante estos cambios sin importar la filiación partidista, con el
único propósito de seguir ofreciendo mejores condiciones a niñas, jóvenes y
mujeres. “Hoy damos un paso en violencia vicaría y estoy segura que este paso es
desde la unidad”, afirmó.

Finalmente, la congresista Ana Jocelyn Villagrán Villasana (PAN) aseveró que


cuando se trabaja en equipo se dan buenos resultados, como reconocer la
violencia vicaria en la ley.

El proyecto, que prevé reformar diversas disposiciones de Ley General de


Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, fue aprobado con 460
votos a favor, 0 en contra y 0 abstenciones.
La violencia vicaria consiste en “causarle daño, violentar o chantajear a la
pareja o expareja usando a los hijos”, según palabras de Josefina Balderas
Hernández, diputada por el Partido Acción Nacional (PAN), quien abrió la
discusión de la iniciativa.
En la violencia vicaria los hombre utilizan a sus hijos para dañar a sus exparejas
(Foto: archivo)
Este tipo de violencia se da contra “mujeres que han decidido salir del ciclo de
violencia y separarse de su agresor, hacia quienes buscan una vida mejor para
ellas, sus hijas e hijos”, apuntó Dulce María Silva Hernández, diputada por
Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Entre las expresiones la violencia vicaria están el inicio de procesos de custodia
para coartar visitas, separación forzada, sustracción ilícita de las hijas e
hijos o incluso su asesinato, así como la fabricación de delitos y la limitación de
derechos políticos-electorales.
Además, los agresores no solo afectan a sus exparejas sino también a los infantes
ya que durante y después de la sustracción existe constante violencia
psicológica en su contra.
La Ley Vicaria se aprobó en Cámara de Diputados con 0 abstenciones (Infobae
México/Jesús Abraham Avilés Ortiz)
Las legisladoras apuntaron a que la prevalencia de está práctica de hombres
contra mujeres, obligó a legislar en materia de género. En particular Silva
Hernández, apuntó a que la legislación es necesaria ya que:
“Lo que no se nombra y no se visibiliza no existe y si no existe no puede ser
atendido ni sancionado, mucho menos prevenido ni erradicado y eso ocurre
con la violencia vicaria”
En tanto Balderas Hernández reconoció la lucha de mujeres que condujo a la
discusión y aprobación del proyecto de ley.

Legisl
adoras reconocieron la lucha de mujeres que posibilitó la aprobación de la ley
contra la violencia vicaria (Foto: CAROLINA JIMÉNEZ/CUARTOSCURO)
“Este dictamen en particular es fruto del amor que miles de mujeres tienen a sus
hijas e hijos y que a pesar del inmenso dolor siguen luchando contra el miedo,
contra la violencia y la ausencia de un marco jurídico que las proteja y que permita
que accedan a la justicia”, indicó.
Margarita Zavala, diputada panista, se pronunció también sobre este tema. A
través de redes sociales reconoció la labor del Frente Nacional contra la
Violencia Vicaria en contra de esta práctica con la que hombres utilizan a sus
hijos para continuar violentando a sus exparejas, al separarlos mediante diferente
acciones.
¿QUÉ ES LA VIOLENCIA VICARIA Y POR QUÉ ES EL MALTRATO MÁS CRUEL
HACIA LAS MUJERES?
La utilización de los hijos para continuar la violencia que se ejerce hacia las
exparejas es una de las formas más extremas de violencia machista. En
ocasiones los maltratadores acaban matando a los hijos, pero se trata de
una violencia extendida y oculta.
Utilizar a los hijos para infligir dolor y control hacia las madres es una de las
formas más extremas y brutales que adopta la violencia de género. Se llama
violencia vicaria y, a pesar de que su nombre y forma de ejercerla no son muy
conocidos, es una de las violencias habituales y que pocas veces se denuncia. No
se trata de una violencia aislada, sino que, tal y como explican diversos expertos,
es la culminación de un proceso de control y maltrato que sufren muchas mujeres.
En las últimas semanas la violencia vicaria ha saltado de los medios más
especializados al gran público de la mano del relato que Rocío Carrasco ha hecho
de la violencia de género que sufrió por parte de su exmarido. Más recientemente,
esta violencia ha vuelto a estar en la agenda mediática por el secuestro y
desaparición de dos niñas en Tenerife por parte de su padre, Tomás Gimeno. A
última hora de este jueves se halló en el mar el cuerpo sin vida de la pequeña
Olivia, de seis años, la mayor de las dos hermanas desaparecidas después de
que su padre amenazara por teléfono a la madre diciéndole que no volvería a
ver a las menores.
¿Pero qué es la violencia vicaria y cómo se ejerce? Tal como la definen las
psicólogas expertas en violencia de género, se trata de una violencia instrumental
que consiste en utilizar a los hijos para hacer daño a la madre o la expareja. «Se
trata de deshumanizar a los hijos, quitarles la categoría de personas y ponerles
la categoría de objeto, de instrumento con el que dañar a la madre en una
violencia que causa un dolor extremo. El padre, que usa a esos hijos como
instrumento para hacer daño, sabe que el dolor que va a causar a la madre es
mucho mayor que si la dañara a ella directamente. Es un dolor que a ella le va a
hacer sentir culpa por no haber protegido a sus hijos, sobre todo en el caso de los
asesinatos, que es el más extremo de la violencia vicaria. El dolor que inflige es
extremo porque durará toda la vida», explica a Público Marisol Rojas Fernández,
psicóloga especializada en violencia machista.
El término violencia vicaria lo acuñó la psicóloga clínica Sonia Vaccaro hace casi
una década analizando un tipo de violencia que solía producirse con más
intensidad tras la separación. El concepto «vicario» hace referencia a la
sustitución de un individuo por otro en el ejercicio de una función. Cuando se
aplica a la violencia, representa realizar una agresión sobre una persona en
sustitución de otra, la cual es el principal objetivo.
Nuestro país tiene numerosos ejemplos de esta violencia, muchos de los cuales
acabaron en el asesinato de los menores por parte de sus padres. Uno de los
casos más emblemáticos fue el de José Bretón. Amenazó a su expareja, Ruth
Ortiz, con un «te daré en lo que más te duele«; poco después asesinó a los sus
dos hijos y quemó sus cuerpos. También Ángela Gonzalez Carreño había
denunciado las amenazas de su expareja hacia su hija e interpuso más de
cincuenta denuncias para impedir las visitas no vigiladas entre padre e hija. En
una de ellas, él la asesino. Más recientemente, en Castellón un hombre mató a
sus dos hijas. La madre, Itziar Prats, había pedido medidas cautelares que nunca
llegaron.
Para Vaccaro, por ahora lo único que se toma en cuenta en la violencia vicaria es
cuando se produce el asesinato de los hijos, «pero ésta es sólo la punta de un
gran iceberg. Es como si consideráramos que la violencia de género sólo fuera el
maltrato físico», explica a Público.
La violencia vicaria es una escalada en un largo proceso de violencia de género,
que puede incluir la violencia física, económica y siempre la psicológica o de
control. Porque control es la palabra clave. La violencia vicaria se produce en
momentos de separación, cuando el maltratador ve que pierde el control y el poder
sobre su pareja y «cuando esto ocurre, lo pierde todo y puede llegar hasta el
castigo extremo, que es el asesinato de los hijos», afirma Rojas.
No se trata de enfermos mentales, son machistas
Igual que no existe un perfil de víctima de violencia de género, tampoco existe un
perfil de maltratador. Las expertas advierten de que los que utilizan la violencia
vicaria no son enfermos mentales; se trata de machismo llevado al extremo. Son
personas que en su trabajo o en su grupo de amigos son totalmente normales y la
violencia sólo la ejercen en su relación de pareja. «Si fuesen enfermos, agredirían
al todo el mundo sin discriminar. Pero lo hacen con su pareja porque creen que
tienen el poder de hacerlo. Es la cultura en la que nos hemos educado, en la que
si tu mujer no hace lo que quieres, la puedes castigar. Porque el maltrato es un
castigo, una violencia correctiva para que la mujer se entere de dónde está
su sitio. El correctivo no es hacer daño porque sí, sino poner límites a cuál es el
lugar de las mujeres para que no lo traspasen», añade Rojas.
Pero, como advierten las expertas, no se puede confundir la violencia vicaria
con el inexistente Síndrome de Alienación Parental, que es un instrumento
inventado por Richard Gardner, un psiquiatra pedófilo, para controlar a las mujeres
en los procesos judiciales. Lo explicaba recientemente en el Congreso de los
Diputados la propia Delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria
Rosell, en contestación a las provocaciones de Vox contra la violencia machista.

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