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Universidad Nacional de Córdoba

Facultad de Ciencias Sociales


Licenciatura en Sociología
Seminario Realidad Local y Regional

- Perez Etchecopar, Valentín - 43231578

- Rojo, María Constanza - 43.142.076

Espacio Urbano y videovigilancia: un aná lisis de la territorializació n de la seguridad

Introducció n

La tecnología permitió implementar sistemas modernos de vigilancia en los distintos


Estados nacionales, provinciales y municipales con la finalidad de brindar mayor
seguridad a la ciudadanía, el caso má s resonante que invita a reflexionar sobre los
derechos civiles y políticos de los habitantes es la técnica de vigilancia mediante la
utilizació n de cá maras en la vía pú blica.

El día de 27 de Julio de 2022, Juan Schiaretti, actual gobernador de la provincia de


Có rdoba anunció la adquisició n de domos de videovigilancia como herramienta para la
prevenció n del delito y la seguridad ciudadana, esta incorporació n contaría con 2.761
domos que se sumarían al sistema de vigilancia que ya se encontraba en
funcionamiento. La iniciativa tenía el propó sito de alcanzar a una població n de
2.259.000 de habitantes de la provincia y representa la inversió n en tecnología aplicada
a la seguridad má s importante de la historia provincial. La inversió n tuvo un costo de
5.320 millones de pesos (38 millones de dó lares) para la compra de cá maras de
videovigilancia 360° que dentro de las funciones que ofrecen se encuentra la lectura de
patentes y reconocimiento facial de manera manual y automá tica.

Segú n lo que se ha informado, las 2.761 cá maras de seguridad que se adquirirá n


será n de ú ltima generació n y estará n equipadas con tecnología de alta resolució n y
visió n nocturna, lo que permitirá tener una mayor eficacia en la prevenció n del delito y
en la identificació n de posibles sospechosos en situaciones de emergencia. Ademá s, se
ha informado que estas cá maras se sumará n al sistema de videovigilancia actual que ya
se encuentra en funcionamiento en la provincia, y estará n distribuidas en puntos
estratégicos en las ciudades de Có rdoba, Río Cuarto, San Francisco, Villa María, Carlos
Paz, La Calera, Villa Allende, Saldá n y Mendiolaza. El gobernador Schiaretti ha destacado
la importancia de esta medida para fortalecer la seguridad ciudadana en la provincia y

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ha afirmado que la incorporació n de estas cá maras de videovigilancia forma parte de
una política integral en materia de seguridad que se está implementando en Có rdoba.

Gestió n y prevenció n del delito

Esta medida no es inesperada ya que, como afirman Brocca, Morales y Plaza (2020), a
partir del 2015 la política de seguridad provincial dio un giro hacia un paradigma
preventivo de la seguridad. Bajo esta perspectiva, el gobierno cordobés busca -como
estrategia en torno a las políticas de seguridad- promover la seguridad para ampliar la
calidad de vida, antes que só lo reprimir los actos de violencia o inseguridad. De esta
forma, a partir de la promoció n de la seguridad como factor de mejora de la calidad de
vida, se amplía el rango de actividad de las fuerzas policiales a la vida cotidiana de las
personas. En este sentido, el despliegue de una red de domos de videovigilancia -
potenciados con la utilizació n de un software de reconocimiento facial- puede
entenderse como una estrategia para prever posibles casos de inseguridad. Esta
prevenció n se basaría en la potencia de la inteligencia artificial para reconocer patrones
de posibles situaciones peligrosas, así como también reconocer rostros de posibles
agresores o delincuentes.

Otra cuestió n que encontramos interesante es la distribució n de las cá maras de


seguridad a lo largo de toda la ciudad, debido a que la zona de barrio Alberdi-centro
concentra la mayor parte de los domos de vigilancia, dejando a los má rgenes de la
vigilancia a los demá s barrios de la ciudad, pareciera ser que hay cierta preocupació n
por la seguridad y la prevenció n del delito en zonas específicas de la ciudad. “La
inseguridad es hija de la pobreza y la marginación, y lamentablemente nuestra Patria
tiene mucha pobreza, marginación y, por lo tanto, inseguridad”1, las zonas céntricas de la
ciudad funcionan como centros víctimas del delito, mientras que las zonas marginadas
serían aquellas de las cuales surge la delincuencia, y por lo cual no necesitan protecció n
de esta. Ademá s, que es interesante ver có mo se combate esa pobreza y marginalidad
con la protecció n de las zonas céntricas de la ciudad en vez de invertir para combatir la
pobreza y marginalidad que “dan a luz” a la inseguridad. La implementació n de las
cá maras de vigilancia puede entenderse como parte de una estrategia de control social

1 Herman, D. N. (2022, julio 27). Schiaretti anunció la incorporación de más cámaras de


videovigilanciab. https://www.cba.gov.ar/schiaretti-anuncio-la-incorporacion-de-mas-camaras-de-
videovigilanciab/
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que busca esconder las consecuencias del neoliberalismo en relació n con la creació n de
un ambiente particular y cierta exclusividad en los espacios pú blicos. Producto de las
transformaciones que promovieron una ideología de autorresponsabilidad en un clima
de indiferencia hacia la creciente y visible inequidad.

En cuanto a los aportes de los textos de la materia, a partir de García Delgado (1997)
podemos pensar el rol que asume el gobierno provincial frente a la falta de regulació n a
nivel nacional del uso de IA. No existe actualmente una legislació n nacional en torno a
los usos que puede realizar cada provincia de la inteligencia artificial como, así tampoco
una regulació n en torno a los potenciales peligros de crear y utilizar inteligencia
artificial entrenada con datos sesgados o conformada por equipos sin perspectivas
raciales ni de género. Ademá s, a partir del texto comprendemos có mo, tras los procesos
de vaciamiento estatal y el relegamiento de las tareas nacionales a las provincias y
municipios que se produce durante los gobiernos neoliberales, termina relegando la
seguridad de la població n a las provincias que proceden bajo sus propias estrategias -
como es el enfoque preventivo que toma el gobierno de Schiaretti en Có rdoba-.

En relació n con los aportes de García Delgado, es a partir de Ozslak en torno a los
procesos de construcció n de los estados nacionales, que podemos comprender también
el rol de los gobiernos provinciales y municipales. De acuerdo con el autor, al
configurarse los primeros estados, estos debían ser capaces de imponer el orden y
promover el progreso (Ozslak, 1997, p.9) para configurar a la par una sociedad nacional.
Así, asegurar el orden “creaba condiciones materiales para impulsar el progreso,
liberaba recursos para su promoció n, aumentaba la capacidad extractiva y viabilidad del
estado y tendía a fundar su legitimació n en su condició n de agente fundamental del
desarrollo de relaciones sociales capitalistas.” (p. 9). Entendemos entonces, que, así
como instaurar el orden se encontró en la génesis de los estados nacionales, al delegarse
siglos después sus responsabilidades má s esenciales a los gobiernos provinciales -tal
como menciona García Delgado- la tarea de ordenar la població n recae entonces sobre
estos ú ltimos.

Así, ademá s del relegamiento de las tareas dedicadas al ordenamiento de la població n


a los gobiernos provinciales y municipales, este desplazamiento de potestades hacia los
niveles má s locales del gobierno -que posiciona en el mercado econó mico mundial a
cada provincia-, como explica García Delgado, “lleva a una novedosa vinculació n con las
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cá maras y diversas organizaciones y actores del conocimiento vía convenios con
universidades, consultoras e institutos” (1997, p. 11). Así, teniendo presente que una de
las estrategias en materia de seguridad a las que recurre el gobierno cordobés consiste
en la instalació n de cá maras con software de reconocimiento facial, podemos entender
la inversió n que realizó la provincia en el 2021 al sumarse al Nodo IA. Es en este sentido
que la categoría de descontextualizació n propuesta por Arturo Escobar (2002) se
vuelve central para entender la problemá tica. El autor comprende la
descontextualizació n como una característica fundamental de la modernidad: “... es el
despegar, arrancar la vida local de su contexto, y que la vida local cada vez es má s
producida por lo translocal.” (Escobar, 2002, s.p.). Es en un contexto en el que la
inteligencia artificial cobra un lugar central en los discursos a nivel global, y se
posiciona como la principal tecnología del momento, que puede entenderse -a partir de
este concepto- có mo, si bien el gobierno nacional no ha producido regulaciones en ese
campo, los gobiernos locales toman acciones para promover el desarrollo de estas
tecnologías y, a su vez, las implementa para ubicarse a la vanguardia en materia de
seguridad y control poblacional

Un nodo de inteligencia artificial es un centro de investigació n y desarrollo que se


enfoca en la creació n y aplicació n de tecnologías de inteligencia artificial. Estos nodos
pueden ser centros académicos, empresariales o gubernamentales, que buscan avanzar
en la investigació n y aplicació n de la inteligencia artificial en diferentes á reas, desde la
salud hasta la industria manufacturera. En el caso cordobés, la Provincia se sumó al
Nodo de Inteligencia Artificial que formaron FAMAF, el Có rdoba Technology Cluster y el
Centro de Computació n de Alto Rendimiento. De esta forma, el gobierno logró
asegurarse el capital intelectual necesario para continuar desarrollando nuevas
tecnologías y técnicas aplicables al control de la seguridad. Así, al integrar el Nodo el
gobierno se pone en un rol de estado “potenciador” de las capacidades privadas (García
Delgado, 1997), y del “desarrollo” y modernizació n de la provincia.

Sin embargo, la perspectiva propuesta por José Arocena nos permite cuestionar el rol
del gobierno provincial como un actor que promueve el desarrollo modernizador de la
regió n. Segú n Arocena, la tensió n actor-sistema en los procesos de desarrollo debe ser
abordada desde una perspectiva integradora y participativa, que tenga en cuenta las
diferentes perspectivas y necesidades de los actores involucrados. Para el autor, no será

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considerado como un actor-agente de desarrollo “aquel que, en virtud de una ló gica
exó gena, desarrolla acciones que producen una desarticulació n de los tejidos sociales de
la sociedad local (...).” (Arocena, 2006, p. 6). De esta manera, la imposició n de
tecnologías de vigilancia, que replican las tecnologías en vanguardia en los países del
norte global, funciona como una manera de controlar la població n y el territorio, antes
que potenciar un desarrollo sustentable y que tenga presentes las características y
particularidades de la regió n. Esto puede deberse a los intereses de los actores sociales
y políticos que financian la investigació n en seguridad pú blica, dado que focalizan su
atenció n en mostrar nuevos y mejores mecanismos de vigilancia sin discutir las
consecuencias posibles para la població n.

Ciudad, Territorio y Vigilancia

Por otro lado, desde el texto de Arocena “La tensió n actor sistema en los procesos
contemporá neos del desarrollo”, se sostiene que los procesos de desarrollo
contemporá neos se caracterizan por una tensió n constante entre los diferentes actores
involucrados, como los gobiernos, las empresas, la sociedad civil, los organismos
internacionales y las comunidades locales. Esta tensió n se debe a la existencia de
intereses y perspectivas divergentes, y a menudo se traduce en conflictos y
desequilibrios en el proceso de desarrollo.

Ademá s, la idea del "regreso del actor" también nos recuerda la importancia de
considerar el papel de los seres humanos en el diseñ o y desarrollo de sistemas de
inteligencia artificial, y la implementació n de nuevas tecnologías de vigilancia. Es
esencial que los sistemas IA sean diseñ ados teniendo en cuenta las necesidades y
perspectivas de las personas que interactú an con ellos, y que se promueva una visió n
ética y responsable de la IA que tenga en cuenta las implicaciones sociales, culturales y
políticas de su uso.

La videovigilancia modifica la forma en la cual es ejercido el poder, modifica las


experiencias emocionales en el espacio urbano y afecta la forma en la cual la realidad es
conceptualizada y entendida. La vigilancia contribuye, de este modo, a la producció n
misma del territorio urbano. No obstante, no solamente el espacio es fundamental para
el ejercicio del poder, sino que el poder también crea un tipo particular de espacio
(Haesbaert, 2012). En este sentido, a partir de la movilidad que implica la sociedad de la

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informació n, es imposible entender las formas actuales de control considerando
ú nicamente el espacio físico. El espacio debe ser entendido, en cambio, como social,
mutable y fluido. Si las cá maras de seguridad surgen como respuesta a las demandas
por má s seguridad, estos objetos van a desempeñ ar una funció n central para estabilizar
las relaciones sociales por definició n fluctuantes (Latour, 2007). Ciertos dispositivos
permiten delegar a un tercero parte de la gestió n de la inseguridad.

¿A quién se cuida? ¿A quién se controla? ¿Es realmente la reducció n del delito el


objetivo de estos sistemas? ¿Có mo operan los factores contextuales en juego en el
á mbito local? Y, al mismo tiempo, ¿son los niveles delictivos los que definen ciertos
espacios como má s peligrosos y, entonces, objeto de vigilancia? ¿La colocació n de las
cá maras contribuye en la definició n de un lugar como riesgoso y eleva el sentimiento de
inseguridad percibido por las personas en esa zona? En síntesis, ¿có mo interactú an los
actores en el entramado social con relació n a la videovigilancia y la configuració n del
territorio?

Bibliografía:

AROCENA, J (2006). “La tensió n actor sistema en los procesos contemporá neos del
desarrollo”. En Carrizo; Gallicio (eds., 2006)) Desarrollo Local y Gobernanza. Enfoques
transdisciplinarios. Claeh, Montevideo. Uruguay.

ESCOBAR, Arturo (2002). Globalizació n, Desarrollo y Modernidad. Publicado en:


Corporació n Regió n, ed. Planeació n, Participació n y Desarrollo (Medellín: Corporació n
Regió n, 2002).

GARCÍA DELGADO, D (comp.) (1997) Hacia un nuevo modelo de gestió n local.


Municipio y sociedad civil en Argentina; Argentina, Ed. Universidad de La Plata. b.
Estados territoriales. Organizació n de los territorios y procesos de constitució n.

HAESBAERT Rogerio (2012). Del mito de la desterritorializació n a la


multiterritorialidad. Conferencia en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM,
en el marco del Seminario permanente “Cultura y Representaciones sociales”.

LATOUR, Bruno. (2007). Changer de société, refaire de la Sociologie. Paris: La


Decouverte.

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OSZLAK, Oscar (1997). La formació n del Estado Argentino. Origen, Progreso y
Desarrollo Nacional. Editorial Planeta. Buenos Aires.

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