ELECTROENCEFALOGRAFÍA Y

TDAH (Trastorno de Déficit de Atención

e Hiperactividad)

NICOLAS MARTINEZ FARIAS

28/03/2022
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Descripción del perfil electroencefalográfico de los
niños con TDAH.
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01. Descripción del perfil electroencefalográfico de los
niños con TDAH
Breve Introducción al Trastorno de Déficit de
Atención e Hiperactividad (TDAH) y EEG.
A partir de la significativa
información dada por las persona
cercanas al paciente con TDAH,
se suele establecer el diagnóstico.
Esta patología se caracteriza por
presentarse a largo plazo durante
los primeros estadios del
desarrollo (antes de los siete
años), donde aparece falta del
control de conductas impulsivas,
daño en toda la gama cromática
de la atención e hiperquinesia o
locuacidad desmedida (Ortiz-
Pérez y Moreno-García, 2015).
ELECTROENCEFALOGRAFÍA Y TDAH (Trastorno de
Déficit de Atención e Hiperactividad)
Pueden existir, a su vez, varios
tipos de esta entidad en el campo
de la salud mental: en primer
término, se habla de una
predominancia en el déficit
atencional, en la hiperactividad e
impulsividad y, en algunos casos
no tan frecuentes, un subtipo
hibrido (Rojas Reyes et al., 2010).
Se han encontrado prevalencias
hasta del 7 % en niños y
adolescentes y hasta del 5 % en
adultos en estudios meta-
analíticos bastante profusos
(Ortiz-Pérez y Moreno-García,
2015).
Dentro del proceso de evaluación
neurológica y neuropsicológica de
trastornos muy propios de la infancia,
el EEG (electroencefalograma) ha
contribuido significativamente al
estudio de esta patología, logrando
vislumbrar trastornos funcionales
entre el lóbulo frontal con los
ganglios de la base, el cerebelo y
parietal. Destaca su no invasividad y
su idónea resolución en la línea del
tiempo (Ortiz-Pérez y Moreno-
García, 2015).
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El perfil propiamente dicho
El cociente, como producto matemático
de magnitudes de interés, de la razón
entre las ondas theta y beta se ha visto
relacionado con conductas cognitivas
vinculadas al uso de la atención (Rojas
Reyes et al., 2010). Es así que un
número mayor a tres e incluso dos
punto cinco se ha encontrado como
indicador de alteraciones diversas en el
adecuado uso de esta función, sobre
todo antes de los once años,
reduciéndose este valor absoluto
después de esta edad. Asimismo, se
han observado tenues aumentos en las
ondas alpha en áreas frontales (no así
en áreas sensoriomotoras) (Ortiz-Pérez
y Moreno-García, 2015). Por lo visto
experimentalmente, estas cifras varían
según la edad, pero la lógica de
elevación de theta y delta y la
disminución de beta y alpha parecen
consistentes (Lenartowicz & K. Loo,
2014).
Si bien se ha establecido como ubicaciones fundamentales de los
electrodos emplazados en el centro (Cz) y en el centro más
escorado hacia el nasion (Fcz), teniendo en cuenta tareas con
ojos cerrados para evitar interferencias, se observa, inicialmente,
sin atender al subtipo del TDAH, incremento de bandas de baja
frecuencia y disminución de las altas, esto es, menos activación
general del cerebro (Ortiz-Pérez y Moreno-García, 2015).
Se destaca, por otro lado, la relación inversamente proporcional
entre el aumento de la ondas theta (la disminución de las beta) y
la disminución de perfusión hemática y metabolismo de la glucosa
(Rojas Reyes et al., 2010).
Interesantes investigaciones han demostrado que existen
variaciones en las bandas según los subtipos de la enfermedad, a
saber, aumento de theta y delta en los subtipos hiperactivo e
impulsivo a despecho del combinado y estos dos últimos podrían
diferenciarse del subtipo desatento en la presencia de ondas beta
aumentadas frontalmente (Lenartowicz & K. Loo, 2014).
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Descripción de las ondas de EEG asociadas con este
diagnóstico.
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De theta y otras bandas

Un signo que ya parece patognomónico en el

TDAH, en cuanto el registro por EEG, es la
proliferación de ondas lentas que oscilan entre
7 y 4 Hz y la escases de aquellas
comprendidas entre las frecuencias altas de
14 a 30 hertzios. Estos efectos se enmarcan
coherentemente con la disminución del
arousal esperable en la enfermedad. El TBR o
el ratio o coeficiente entre las ondas theta y
beta, empero, según algunas investigaciones,
no ha sido concluyente para diferenciar las
personas que tienen o no esta entidad
(Lenartowicz & K. Loo, 2014)..

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De theta y otras bandas Para dirimir esto, se ha estudiado el
ERP(potenciales relativos a un
estimulo), picos, amplitudes y
latencias de las ondas frente a
distintas tareas, muestras
poblacionales y arreglos
experimentales, sin lograr aún
resultados definitorios, empero, si es
llamativo que se obtienen mejores
reportes de sensibilidad y
especificidad el EEG que con
imágenes de resonancia magnética.
El uso de estos dos métodos, junto a
la pericia clínica, pueden elevar la
capacidad de detección de
verdaderos positivos (Lenartowicz &
K. Loo, 2014)..
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Diferencias en el EEG entre los subtipos de TDAH
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 Explicado por una menor maduración del
sistema nervioso central la disminución de
bandas alpha y el aumento de ondas
lentas, también se encontró, como se
mencionó más arriba, la participación en
el subtipo impulsivo de las bandas lentas y
el incremento frontal de las frecuencias
Es relevante destacar la
beta en el subtipo hibrido con desatención
e impulsividad y el que se caracteriza por actividad paroxística de las
la hiperactividad (Lenartowicz & K. Loo, ondas en el EEC,
2014). Es relevante destacar la actividad correlacionadas probablemente
paroxística de las ondas en el EEC, con el aumento de las latencias
correlacionadas probablemente con el
aumento de las latencias en las en las respuestas o errores en
respuestas o errores en las tareas las tareas controladas
controladas (Rojas Reyes et al., 2010). (Lenartowicz & K. Loo, 2014).

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Tareas de uso frecuente para medir las señales de EEG
en niños con EEG
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 Es previsible el uso de tareas que pongan a
prueba la capacidad cerebral y cortical de
controlar impulsos y mantener el arousal y la
atención sobre distintas actividades. Hablamos
de ejercicios que pongan a prueba las funciones
ejecutivas, fundamentalmente el control
inhibitorio y la memoria de trabajo, así como los
distintos tipos de atención jerárquicamente
encadenados (Moreno García et al. 2020). En
este sentido algunos ejercicios psicométricos
propuestos por la literatura son la lectura, el Test
Bender-Gestalt (dibujar las figuras que
propone), observar un punto fijo con un rostro
impreso, seguir indicaciones o instrucciones
del evaluador (Moreno García et al. 2020). . En
algunos otros estudios se configuran diseños
con distintos tiempos, verbigracia, el reposo, la
escucha activa, la lectura en voz baja. Son
relevantes de destacar las tareas con ojos
cerrados y en donde existe algún tipo de
deprivación sensorial que permita eliminar
interferencias (Galiana-Simal et al. 2020).
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Conclusión

El multimétodo (entre ellos las pruebas objetivas como el EEG) y la multifuente deben seguir
siendo paradigmas y piedras angulares del proceso de evaluación neuropsicológica, ya que
garantizan la integración, sistematización y mayor completitud posible de los datos
obtenidos en una condición o situación de patología emergente o estabilizada (Moreno
García et al. 2020). De dispositivos técnicos y de tecnologías que mejoran la calidad del
servicio prestado a los pacientes, se eleva finalmente y en nuestro tiempo a imperativo
bioético en términos de la beneficencia y no maleficencia. En la medida en que mejora la
tecnología y la resolución de los aparatos, es menester la mejor interpretación y teoría
científica que de cuenta de las cada vez mayores resoluciones, haciendo optimas las
capacidades de sensibilidad y especificidad.

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Conclusión
El aparato, el EEG, por sí solo es solamente un instrumento, entre un conjunto de recursos y
métodos para evaluar científicamente una problemática, los biomarcadores y valores
paraclínicos lo son también, empero, no se debe escapar del análisis la importancia del
contexto sociocultural y físico, familiar y afectivo, que se realizan en las interacciones y no
solo en la maduración o enfermedad del sistema nervioso (Galiana-Simal et al. 2020). .
¿Existirán a caso medidores de las ondas theta, delta, gamma, alfa y beta de estos vínculos
del organismo con su entorno, o corresponde a las técnicas de exploración neurológicas y
neuropsicológicas ampliar su panorama para no caer en lo que la escuela filosófica de
Oviedo llama el cerebro-centrismo?

Las variaciones objetivas en determinadas condiciones son indicadores de pérdida de la

homeostasis, el TDAH con predominio impulsivo, hiperactivo, desatento o combinado, de
aparición temprana en el proceso de desarrollo del infante, son predominantemente paliados
mediante el uso y abuso de la psicofarmacología, las anfetaminas y la ritalina, tomando al
consecuente como premisa. Los tratamientos etiológicos tanto en la intervención como en la
rehabilitación neuropsicológica deben tener en cuenta las áreas y contextos de ajuste, los
sesgos cognitivos, el nivel de exigencia y la forma de enseñanza de la escuela y el patrón de
respuesta emocional de los criadores y congéneres.

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Referencias

Galiana-Simal A, Vecina-Navarro P, Sánchez-Ruiz P, Vela-Romero M. Electroencefalografía cuantitativa como herramienta para el

diagnóstico y seguimiento del paciente con trastorno por déficit de atención/hiperactividad. Rev Neurol . 70 (06):197-205 doi:
10.33588/rn.7006.2019311.

Lenartowicz A., K. Loo. S, (2014). Use of EEG to Diagnose ADHD. Curr Psychiatry Rep. 16(11): 498. doi:10.1007/s11920-014-0498-0

Moreno-García, I., Servera, M., Meneres-Sancho, S., & Lora-Muñoz J., A., (2020). Empleo del electroencefalograma de un electrodo
en la evaluación del trastorno por deficit de atención e hiperactividad. Rev Neurol. 70(3). 84- 92. doi: 10.33588/rn.7003.2019265.

Ortiz-Pérez, A., y Moreno-García, I., (2015). Perfil electroencefalográfico de niños con TDAH. Revista de Psicología Clínica con Niños
y Adolescentes. 2 (2).129-134. http//:www.revistapcna.com

Rojas Reyes, I., Calzada Reyes, A., Rojas Zuaznabar, L., (2010). Diferencias electroencefalográficas en niños con dos
subtipos del trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Revista Habanera de Ciencias Médicas. 9(4) 491-499.

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