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Derecho Constitucional

Cat III

Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia, Di


Giloramo Paulina y Lahuerta Victoria
Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Índice General:

Bolilla 1​ ………………….. Pag 2


Bolilla 2​ ………………….. Pag 11
Bolilla 3​ ………………….. Pag 19
Bolilla 4​ ………………….. Pag 28
Bolilla 5​ ………………….. Pag 34
Bolilla 6​ ………………….. Pag 44
Bolilla 7​ ………………….. Pag 53
Bolilla 8​ ………………….. Pag 61
Bolilla 9​ ………………….. Pag 71
Bolilla 10​ ………………… Pag 80
Bolilla 11​ ………………… Pag 90
Bolilla 12​ ………………… Pag 101
Bolilla 13​ ………………… Pag 109
Bolilla 14​ ………………… Pag 117
Bolilla 15​ ………………… Pag 128
Bolilla 16​ ………………… Pag 141
Bolilla 17​ ………………… Pag 146
Bolilla 18​ ………………… Pag 160
Bolilla 19​ ………………… Pag 166
Bolilla 20​ ………………… Pag 172

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Bolilla 1:

Punto 1:

Derecho Constitucional: Conforme a su objeto, el derecho constitucional pertenece al


campo de las ciencias reales o materiales, y dentro a las ciencias de la cultura.

● Doctrina clásica:​ se refiere al estudio de las constituciones.

➔ Joaquin V. González: la rama de la ciencia jurídica que trata del estudio de


la constitución de un país.

● Doctrina moderna:​ excede de ese alcance. Enfoque más abarcativo.

➔ Bidart Campos: aquel que estudia la estructura fundamental u organización


política de la nación, en lo referente al régimen de libertad y el
funcionamiento de los poderes públicos, dentro de las finalidades
esenciales del Estado.

➔ Linares Quintana: sistema de normas positivas y principios que rigen el


ordenamiento del Estado de Derecho y cuya finalidad es el amparo,
garantía de la libertad y la dignidad del hombre.

El derecho constitucional nos propone, por medio de sus contenidos, realizar una
investigación sobre la libertad.

La libertad no tiene que ser entendida como un fin en sí mismo, sino como una búsqueda
orientada al logro de valores que permitan el mejor desarrollo del hombre y una más digna
convivencia social.

Origen: Como disciplina autónoma, comenzó a ser enseñada poco después del
advenimiento de las primeras constituciones.

El liberalismo político fue el impulsor del constitucionalismo, con influencia del derecho
natural. La primera cátedra de Derecho Constitucional fue creada en la Universidad de
Oxford en 1758. Estaba orientada al estudio del al common law inglés y el derecho
consuetudinario, pero no a las constituciones escritas, cuyo primer modelo es la
Constitución de los Estados Unidos de 1787. Luego, siguió expandiéndose por Europa.

Fuentes: ​Ordenadas jerárquicamente conforme a su importancia: constitución, ley,


jurisprudencia, doctrina, costumbre.

● Constitución: es una ley, de carácter de norma fundamental, desde la perspectiva


política y jurídica. Alberdi la llama "la ley de las leyes". En ella están los principios y
valores sobre los cuales cada Estado edifica su régimen político y jurídico.

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● Leyes: son instrumentos de aplicación de la constitución destinados a regir frente a


determinadas realidades.

● Jurisprudencia: la Constitución le reservó al Poder Judicial el control de


constitucionalidad de las leyes. La jurisprudencia, al interpretar la constitución, evita su
cristalización y la adapta a las cambiantes condiciones de la realidad. Cobran
relevancia los pronunciamientos del más Alto Tribunal del país, la Corte Suprema de
Justicia de la Nación, que es el intérprete último y definitivo de la Constitución Nacional.
(Caso Siri y Kot reconocieron la acción de amparo antes de que estuviese establecida
por ley.

● Doctrina: opiniones, investigaciones y estudios realizados por especialistas,


debidamente fundados.

● Costumbre: repetición de conductas durante un lapso determinado (elemento objetivo),


con la convicción acerca de su obligatoriedad jurídica (elemento subjetivo).

El Derecho Constitucional y la Ciencia Política:

La doctrina nos proporciona una multiplicidad de definiciones de política, lo cual dificulta la


aprehensión de su objeto. Las tendencias más actuales consideran que el objeto de estudio
de la ciencia política es el poder, que se ejerce dentro y fuera del Estado. El poder no es un
fin en sí mismo, sino un medio para el logro de principios y valores, encaminados para el
logro del bien común.

La relación del Derecho Constitucional y la Ciencia Política se da por:

● Unicidad: hay identidad entre ambas disciplinas. Linares Quintana apoya la idea de
una ciencia política que abarque el estudio del derecho constitucional.

● Dualidad: : distingue dos ciencias diferentes pero vinculadas. Bidart Campos


sostiene que se trata de dos ciencias autónomas e independientes, que están
estrechamente vinculadas y se auxilian recíprocamente.

Método: El método es el camino que utiliza el investigador para llegar al conocimiento de


la verdad. Para establecer qué método corresponde aplicar al estudio de la materia, es
necesario tener en cuenta la clasificación de las ciencias según su objeto:

➢ Ciencias formales: estudian objetos que no se hallan en la experiencia, son


imaginarios, porque pertenecen al intelecto humano. Predomina el método deductivo
(partiendo de premisas generales llega a la solución de casos particulares).

➢ Ciencias materiales: son aquellas referidas a objetos que están en la experiencia.


Predomina el método inductivo (parte de conocimientos particulares para elaborar
conclusiones generales).

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Las ciencias materiales se distinguen dentro de éstas dos subcategorías:


➔ Ciencias naturales: relación de causalidad, una respuesta a cada estímulo.
➔ Ciencias culturales: a cada estímulo le corresponde una multiplicidad de respuestas.

Técnicas: Están referidas a cada una de las operaciones parciales que realiza el
investigador en el transcurso del método (que comprende un conjunto de técnicas) y al
enfoque del autor.

● La técnica del comportamiento político: estudia la política mediante el análisis de


la conducta humana, tanto individual como social. Implica la utilización de técnicas
psicológicas en el estudio de la política. Pretende estudiar el proceso político desde
la perspectiva de las motivaciones, personalidades y sentimientos de los
participantes.

En Estados Unidos tomó relevancia a partir de 1950. En general, estos estudios se enfocan
en el análisis del comportamiento electoral, la participación en la vida política y los partidos
políticos

● Teoría de los juegos: se trata de una técnica que introduce la pretensión de


estudiar decisiones políticas mediante la utilización de recursos matemáticos. Parte
del principio de asimilar ciertos comportamientos socialmente relevantes a los juegos
de estrategia.

Trata de identificar las estrategias posibles y calcular las probabilidades de éxito de cada
una mediante una evaluación matemática de las circunstancias favorables y adversas. Hay
una objeción importante: la teoría de los juegos prescinde de las necesarias
consideraciones de valor que estimamos inescindibles de la política.

Punto 2:

Constitucionalismo: Es el proceso histórico en virtud del cual se van incorporando a las


leyes de los principales Estados disposiciones que protegen la libertad y la dignidad del
hombre y limitan adecuadamente el ejercicio del poder público.

Su estudio implica estudiar los diversos periodos de la historia, resaltando los hechos que
fueron fundamentales para la lucha del hombre en favor del reconocimiento de su libertad.

Es extenso, gradual e inconcluso.

➢ Extenso: comprende toda la historia de la humanidad


➢ Gradual: sus logros se van dando progresivamente y son fruto de largas luchas.
➢ Inconcluso: es un proceso inacabado. La libertad nunca se termina de conquistar
definitivamente, a medida que obtenemos algunas libertades aparecen nuevas
amenazas.

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Etapas:

1) Antecedentes: es la etapa inicial que precede a las primeras grandes constituciones de


fines del siglo XVIII. En la antigüedad no había constituciones, existían formas de
organización mas simples, que reconocían el poder absoluto. El Estado era el fin y el
hombre, puesto al servicio de él, el medio. •

● Grecia: predominio del derecho público y del principio de justicia. Desarrollaron


modos de convivencia social calificados.

● Cristianismo: si bien desde sus inicios fue un movimiento esencialmente religioso,


produjo consecuencias políticas. El respeto por la libertad, el amor al prójimo, los
derechos inalienables de la persona humana, el fin ultraterreno del hombre,
predicados por el cristianismo, dieron un aporte trascendental al proceso del
constitucionalismo.

● Carta Magna: es un documento que surge en Inglaterra en el año 1215. Su


importancia radica en que se trataba de eliminar el abuso que hacía el rey y, por
ende, significaba una garantía para las libertades. Carecía de contenido filosófico y
revolucionario; se caracterizaba por dar soluciones concretas y precisas a problemas
determinados.

2) Constitucionalismo Liberal: en esta etapa quedaron establecidas las bases


fundamentales del Estado Constitucional. Surgieron las primeras grandes constituciones
escritas, que luego fueron generando la imitación en países del mundo. Se ubica en la
segunda mitad del siglo XVIII. Los dos acontecimientos más importantes que originaron esta
etapa fueron la Revolución Norteamericana y la Revolución Francesa, los cuales
demostraron que el pueblo necesita una constitución y que la misma debe ser Ley
Suprema, escrita, codificada y sistemática.

Se asienta sobre tres nociones básicas:


a. Superioridad de la ley sobre la costumbre.
b. Renovación del contrato social en virtud de la Constitución.
c. Las constituciones escritas son un medio de educación política para hacer conocer a los
ciudadanos sus derechos y deberes.

➢ Constitución de Virginia: en 1776 el Estado de Virginia sancionó su propia constitución.


Estableció que todos los hombres son por su naturaleza igualmente libres e
independientes, tienen derechos inherentes, el poder reside en el pueblo, la diferencia de
poderes, el reconocimiento de la soberanía popular, periodicidad de las funciones
públicas. En ella se hallan los principios básicos del constitucionalismo, el reconocimiento
de los derechos naturales del hombre y las limitaciones del poder. Derechos que son
superiores al Estado, que este no otorga, sino que está obligado a garantizar.

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➢ Constitución de Estados Unidos (1787): establece la creación de un sistema federal de


Estado, el presidencialismo como forma de organización de gobierno y el control judicial
de la constitucionalidad de las leyes.

➢ Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano: surge de la Revolución


Francesa (1789). Establece que los hombres nacen y permanecen libres e iguales; denota
una tendencia iusnaturalista, el principio de toda soberanía reside en la Nación y
proporciona una definición de Constitución al decir que, toda sociedad en que la garantía
de derechos no está asegurada ni determinada la separación de poderes, carece de la
misma.

3) Difusión del Constitucionalismo Liberal​: esta idea de ley fundamental escrita se


esparció por muchos países a partir de los modelos de Estados Unidos y Francia en el siglo
XIX. En este contexto surge ​nuestra Constitución de 1853​, redactada en base al modelo
norteamericano con las adaptaciones necesarias y sus influencias históricas e ideológicas.

4) Crisis del Constitucionalismo Liberal: esta etapa corresponde al periodo de


entreguerras (1918-1939). Luego del esplendor, el constitucionalismo sufrió una crisis
profunda por los regímenes totalitarios. Más que un rechazo, había una indiferencia hacia
las constituciones, un desprecio hacia sus valores.

Los principales acontecimientos fueron: Revolución Rusa, Fascismo en Italia,


Nacionalsocialismo en Alemania, Estado Corporativista Portugués y Franquismo en España.

5) Constitucionalismo Social: se caracteriza por enriquecer al constitucionalismo liberal


con una visión más amplia del hombre y del Estado. Se tutela específicamente al hombre
frente a diversas situaciones sociales que debe afrontar y como integrante de grupos
sociales más necesitados de protección. El Estado tiene un papel activo y protagónico para
hacer posible el aseguramiento del goce de los derechos constitucionales. No se opone al
constitucionalismo liberal, si no que integra su obra, lo enriquece Su difusión cobra
relevancia después de la Segunda Guerra Mundial.

➔ Constitución de México de 1917: estableció la jornada máxima de trabajo diurno de 8


horas y nocturno de 7, prohibió el trabajo nocturno de los menores de 16 años y de las
mujeres, descanso semanal obligatorio, salario mínimo, igual remuneración por igual
tarea, derecho a huelga, derecho a formar asociaciones de empleadores y trabajadores.

➔ Constitución Alemana de Weimar de 1919​: estableció que la propiedad debe ser


utilizada en interés social, organiza la economía con sujeción a la justicia, obligación del
Estado de promover el mejoramiento social de la familia y protección del matrimonio.

➔ Nuestras constituciones de 1949 y 1957.

6) Constitucionalismo actual:​ Existen 3 hipótesis.

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• Sigue siendo el constitucionalismo social


• Hay una vuelta al constitucionalismo liberal
• Es un constitucionalismo nuevo, que recoge lo mejor del constitucionalismo liberal y
social, pero reconociendo que ambos son insuficientes, que hay que alimentarlos con
nuevos desafíos ​(la más acertada).

Punto 3:

Constitución: ​Ley Fundamental de un Estado, tanto desde la perspectiva política como


de la jurídica. Ordenación fundamental del Estado.

➢ Positivismo jurídico: su carácter de Ley Fundamental es el atributo esencial de las


constituciones. Privilegia por sobre todas las cosas su ubicación en el ordenamiento
jurídico del Estado

➢ Iusnaturalismo: énfasis en el contenido. Debe reconocer los derechos naturales del


hombre, asegurar protección hacia ellos, limitación y distribución del poder.

➢ Historicistas: la constitución es el reflejo de las tradiciones, costumbres, mitos,


leyendas y realidades sociales de las naciones.

Tipologías de las constituciones:

Tipología: Agrupamientos y sistematizaciones de los conceptos extraídos, reconocidos y


descubiertos en la realidad.

➢ Tipología de Lasalle:

↬ Escrita/formal: trozo de papel donde se encuentra escrita.


↬ Real/efectiva: factores de poder efectivos que hacen su acatamiento. Es la verdadera
Constitución, Lasalle establece que si pudieran juntarse todas las constituciones de Prusia
e incendiarse, nada cambiaría al día siguiente si los factores de poder siguen siendo los
mismos.

➢ Tipología de Pelayo:

↬ Racional-normativo: la Constitución es un complejo normativo establecido de una sola vez,


de manera integral y sistemática. Donde son determinadas las funciones del Estado. Su
fundamento ideológico es el liberalismo.
↬ Histórico-tradicional: la Constitución se va formando con el devenir histórico de una
comunidad. Su fundamento ideológico es el conservadurismo (miran al pasado y lo
consideran inmutable).

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↬ Sociológico: la Constitución es la estructura política real de un pueblo, que nunca puede


ser creación de una normatividad. Su fundamento ideológico es el socialismo y
conservadurismo

Clasificaciones de las Constituciones:

Clasificación: Agrupamiento y sistematización de conceptos conforme a una característica


común.

➔ Constituciones escritas y no escritas: esta clasificación atiende a la forma de


expresión de las constituciones. Uno de los caracteres del constitucionalismo es el apego
a las constituciones escritas. Muy pocos países en el mundo carecen de constituciones
escritas (Por ejemplo Gran Bretaña, donde predomina el common law). En la actualidad
la doctrina constitucional ha reemplazado las viejas e imprecisas denominaciones
“constituciones escritas y no escritas” por “constituciones codificadas u orgánicas” y
“dispersas o inorgánicas”.

➔ Constituciones rígidas y flexibles: esta clasificación tiene en consideración el


procedimiento de reforma de las constituciones, el mayor o menor grado de dificultad que
presentan las constituciones para su reforma. Las constituciones rígidas son aquellas
cuya reforma requiere un procedimiento más complejo que el empleado para la
formación y sanción de las leyes ordinarias. Mientras que las flexibles requieren para su
modificación el mismo procedimiento utilizado para la formación y sanción de las leyes.
Se sostiene que también existen constituciones pétreas, las cuales son irreformables,
eternas. Es una categoría meramente teórica académica, porque no resulta concebible
imaginar una constitución intocable por su pretensión de futuridad.

De todas formas, nada impide que una constitución pueda tener una cláusula de
intangibilidad temporal que se le haya dispuesto por un tiempo razonable; también pueden
existir cláusulas de intangibilidad respecto de contenidos determinados.

El artículo 30 de la Constitución establece que ésta puede ser reformada en parte o en su


totalidad, por lo tanto no reconoce contenidos ni cláusulas de intangibilidad. Sin embargo,
cierta parte de la doctrina, como Bidart Campos, sostienen que en nuestra constitución hay
contenidos pétreos implícitos (la forma republicana de gobierno, el federalismo como forma
de Estado, y la confesionalidad de éste en sus relaciones con la Iglesia Católica).

➔ Constituciones originarias y derivadas: esta clasificación se funda en el mayor o


menor grado de novedad o de creación que presentan los contenidos constitucionales.
La constitución originaria se caracteriza porque sus cláusulas contienen formulaciones
realmente novedosas o adopta principios fundacionales absolutamente nuevos. En
cuanto a las constitución derivadas, estas siguen los modelos constitucionales
nacionales o extranjeros, implementando tan solo una adaptación a las necesidades
locales.

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➔ Constituciones ideológico - programáticas y utilitarias: Se funda en el mayor o


menor contenido ideológico de las constituciones. Son constituciones ideológico -
pragmáticas aquellas que exhiben un claro sesgo ideológico, que están impregnadas de
ideología. Nuestra constitución nacional pertenece a esta categoría. Por otro lado, las
constituciones utilitarias son aquellas ideológicamente neutrales. Si bien parte de la
doctrina considera que es posible una posición neutral, nosotros consideramos poco
irreal; dado que la constitución es la Ley Fundamental de un Estado, tanto en sentido
político como jurídico, es por ello que no nos parece posible hallar en la realidad
constituciones desprovistas de esta ideología.

Punto 4:

Gobierno: Desde una visión objetiva es el conjunto de instituciones que tienen el ejercicio
del poder del Estado y, desde una visión subjetiva se identifica al gobierno con los
funcionarios que ejercen ese poder.

Tipologías de Gobierno: estudio de los distintos tipos de organización de las magistraturas


del estado.

● Aristóteles:​ distinguía entre formas puras e impuras de gobierno.


➔ Formas puras: el gobierno es ejercido con el objetivo de lograr el bien común.
Allí se encuentran la Monarquía (gobierno de uno), Aristocracia (gobierno de
pocos) y la Democracia (gobierno de muchos)
➔ Formas impuras: el gobierno es ejercido para el beneficio propio (corrupción,
despotismo).

● Polibio: introduce el concepto de República, que abarca el conjunto de monarquía,


aristocracia y democracia (formas puras de Aristóteles).

● Montesquieu: al criterio de Aristóteles le asocia un valor. Monarquía con el honor; la


República democrática con la virtud; la República aristocrática con la moderación ; y
al Despotismo con el temor.

● Kelsen: Fundándose en la idea de la libertad política, Kelsen formula una tipología


dual de las formas de gobierno, en donde se encuentran la democracia y la
autocracia. Estos modelos no son reales, sino que kelsen admiten que son ideales.
En la democracia hay un régimen de libertad política, donde el ciudadano participa
en la elaboración del ordenamiento jurídico al cual quedará sujeto. Por otro lado, la
autocracia es el régimen de la servidumbre política, los súbditos están excluidos de
participar en la formación de las normas jurídicas.

● Burdeau: Sostiene que los regímenes políticos son definidos más por lo que los
hombres piensan y creen sobre ellos, que por los análisis científicos. Este criterio
simple y realista nos brinda dos tipos diferentes de gobierno; democráticos y
autoritarios. Define a la democracia como una filosofía de vida, y casi
accesoriamente, como una forma de gobierno.

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Estado: ​Se vincula a la sociedad políticamente organizada y estructura de dominación. El


Estado no suplanta a las personas, a las familias o a las sociedades, sino que surge en
función de protegerlos en sus derechos y dignidad y darles medios y condiciones para su
pleno desarrollo.

Formas de Estado (según la distribución territorial del poder):

➔ Estado Unitario: máxima centralización política. Existe un sólo núcleo de autoridad


con competencia territorial en todo el ámbito geográfico del país. La mayor parte de
los estados actuales están organizados así (por ejemplo Francia, Chile, Uruguay).

➔ Estado Confederal: la confederación es la unión de Estados independientes


basado en un pacto o tratado, con el propósito de defender exteriormente sus
intereses y mantener en su interior la paz. Supone el máximo grado de
descentralización política. Los estados miembros conservan para sí el ejercicio de la
soberanía y pueden ejercer los derechos de nulificación y de secesión. El derecho
de nulificación los autoriza a revisar y, eventualmente, censurar las normas jurídicas
que dicta el Estado Central. El derecho de secesión implica la posibilidad de que un
Estado miembro pueda separarse del resto de los estados confederados. En la
actualidad la confederación como forma de organización del estado es casi
inexistente. Algunos ejemplos históricos pueden ser la Confederación de los Estados
Unidos entre 1776 - 1787. En este sentido histórico se puede observar que la
confederación suele presentarse como una etapa preliminar de la conformación de
un Estado Federal.

➔ Estado Federal: Es la forma más difundida de descentralización política. También


implica la unión de pluralidad de estados, que se realiza por medio de una
Constitución. Los Estados son autónomos, pero carecen de soberanía, la cual recae
únicamente en el Estado Federal. Algunos ejemplos actuales son México, Argentina,
Canadá.

➔ Estado Regional: Es considerada una variante intermedia entre unitarismo y


federalismo, caracterizada por el reconocimiento de regiones. Estas conforman
ámbitos geográficos por lo general amplios, que no necesariamente coinciden con
los límites políticos y que representan importantes particularismos comunes.
Ejemplo: Alemania entre 1933 - 1934; Italia en la actualidad es discutido, si bien un
sector de la doctrina lo considera un estado regional, la mayoría establece que es un
estado unitario.

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Bolilla 2:

Punto 1:

Fuentes de la Constitución Argentina​: ​Los constituyentes de 1853, al redactar la CN,


tuvieron en consideración diversas fuentes:

● Fuentes nacionales​: Proyecto de Constitución de Alberdi, la Constitución de 1826,


el Pacto Federal de 1831, los otros pactos preexistentes, y en menor medida, los
anteriores ensayos constitucionales en los 40 años anteriores a su definitiva
organización.

● Fuentes extranjeras: en primer término, la Constitución de los Estados Unidos de


1787. Muchos de sus principios (supremacía constitucional, control judicial de
constitucionalidad, separación de poderes, sistema federal, presidencialismo, etc.)
pasaron a integrar nuestro sistema constitucional. En menor medida, también cabe
destacar la Constitución de Suiza de 1848. Además, la Declaración de los Derechos
del Hombre y del Ciudadano, las constituciones francesas, Constitución de Cádiz,
las constituciones de algunos Estados norteamericanos, etc.

Ideología de la Constitución:

Tiene desde un principio, una ideología liberal​, de ella ha tomado la preeminencia de la


libertad, la soberanía popular, el principio de legalidad, la división de poderes, la
representación política, etc.

También se vio influenciada por la ​doctrina católica​, reflejando el respeto por los derechos
naturales del hombre y el reconocimiento de su dignidad como creación de Dios.

La constitución fue receptada y adaptada a la realidad que debía regir por una ​doctrina
nacional​. Linares Quintana se refiere a esta contribución ideológica como "la doctrina de
Mayo".

Las reformas constitucionales han recibido aportes provenientes de otros enfoques, como
del ​constitucionalismo social​.

Principios fundamentales:

Conforme a la ideología liberal hallamos en ella principios fundamentales: la libertad y la


dignidad del hombre, la soberanía popular, el garantismo, la supremacía constitucional, el
control de constitucionalidad, la legalidad, la división de poderes, la representación política,
la igualdad, el respeto de las tradiciones y sus valores y la identidad nacional. Y reflejados
en la CN, después de las últimas reformas constitucionales: justicia social, igualdad de
posibilidades, pluralismo, participación política. Cuidado del ambiente, en visión de mejores
condiciones de vida para las generaciones futuras.

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Partes de la Constitución:

● Parte dogmática: son enunciados los principios que fundamentan el orden


constitucional. Allí reside el plexo de valores que da sentido y orienta a toda la
estructura. También los derechos fundamentales e inherentes de los ciudadanos.

● Parte orgánica: se describe la organización, el funcionamiento y las atribuciones de


los poderes constituidos.

Normas Operativas y Pragmáticas:

● Operativas: por su sola inclusión en la Constitución tienen plena eficacia. Pueden


ser reglamentadas, pero la carencia de reglamentación no impide su cumplimiento.
La Corte Suprema de Justicia estableció en 1957, al resolver el caso “Siri, Ángel”,
que las cláusulas constitucionales que reconocen derechos y garantías personales y
fundamentales son operativas. Este mismo criterio aparece expresamente
consagrado en algunas constituciones provinciales.

● Pragmáticas: Son aquellas que pese a estar incluidas en el texto constitucional, no


tienen plena eficacia hasta tanto el legislador ordinario las reglamente. Como su
propia denominación lo indica, son reglas que establecen pautas orientadas a la
consecución de determinados fines. Por vía de interpretación, la doctrina y la
jurisprudencia reconocen la existencia de normas programáticas en nuestra Ley
Fundamental. Por ejemplo, el artículo 24 que sostiene que: “El Congreso promoverá
la reforma de la actual legislación en todos sus ramos, y el establecimiento del juicio
por jurados”; hasta tanto no se reglamente esta norma, ella carecerá de aplicación.

El constitucionalismo social ha engrosado significativamente el campo de aplicación de las


normas programáticas al ampliar la intervención del Estado, especialmente en el campo
económico y social. NO debe pensarse que las normas programáticas son inocuas hasta
que se las reglamente, ya que surten algunos efectos, por ejemplo el poder Legislativo no
puede legislar en sentido contrario a lo establecido por ella.

Punto 2:

Interpretación: Implica asignar sentido a determinados hechos, signos o palabras. Pasar del
lenguaje simbólico al lenguaje significativo, común. El intérprete es aquel que transmite a
los demás en lenguaje común, el significado de las cosas, signos o acontecimientos, del
lenguaje simbólico.

Interpretación Constitucional:

Se discute si la interpretación constitucional debe regirse por los principios de la


interpretación del derecho en general (en donde pueden encontrar aportes de Quiroga,

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Lavié y Tamayo y Salmorán) o si debe constituir una interpretación parcialmente distinta,


que necesita instrumentos propios y diferenciados. Participan de este criterio de la
discriminación Linares Quintana, Bidart Campos, Sagues, Rubio Llorente, entre otros. En su
obra ​Ziulu adhiere a esta posición​, sostiene que la interpretación constitucional tiene
características específicas y distintivas que hacen necesaria la elaboración de reglas
propias; difiere de la interpretación del derecho general por la distinta jerarquía que les
asigna a las fuentes por tener sus normas una pretensión de futuridad diferente, por su
apego más acentuado a los valores y principios y por su lenguaje más general, y por ende,
menos preciso.

Importancia: Es sumamente importante la interpretación constitucional ya que, en ciertas


circunstancias, produce variantes de tal envergadura política y jurídica, que bien puede
asimilárlaselas a los efectos de una virtual reforma constitucional. Por medio de ella, se les
atribuye a las normas constitucionales un significado diferente del que hasta entonces se
venía sosteniendo, pese a permanecer inmutable la cláusula formal.

Es tal su importancia, que Rubio Llorente afirma que ​“el problema de interpretación es el
más importante de la teoría de Estado”.

Alcance: Con referencia a su alcance, la interpretación constitucional no sólo comprende el


entendimiento y la significación de la Constitución formal, sino también de la constitución
material, de las normas complementarias de la Constitución, de los tratados internacionales
que tengan relevancia en ella y de la doctrina o derecho judicial.

En la interpretación constitucional son reconocidas dos modalidades;

● La interpretación no orgánica o especulativa: es formulada por la doctrina y atiende


sobre todo al conocimiento general; es, en consecuencia, más teórica y especulativa
y, a menudo, nutre a la interpretación práctica y capacita para ella.

● La interpretación orgánica o institucional es aquella que realizan los poderes


constituidos (Legislativo, Ejecutivo y Judicial) en ocasión del ejercicio de sus
respectivas atribuciones; es eminentemente práctica. A su vez, se la distingue desde
la perspectiva del órgano que la realiza;

➔ Interpretación legislativa, se realiza en las cámaras en ocasión de dictar las


leyes o ejercer otras facultades constitucionales.

➔ Interpretación Ejecutiva, se lleva a cabo al evaluar la compatibilidad de sus


actos de gobierno con la Constitución.

➔ Interpretación Judicial, es aquella que se realiza cada vez que se resuelve


una cuestión constitucional; se destaca especialmente de las otras, ya que
en la mayoría de los casos y en definitiva, es la que prevalece, ya que en
países como el nuestro, se le reconoce al Poder Judicial el juicio definitivo
acerca de la constitucionalidad o inconstitucionalidad de las leyes.

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Reglas de interpretación Constitucional:

La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha enunciado, con el transcurrir del tiempo, un


conjunto de reglas de interpretación especialmente aplicable al entendimiento de nuestra
Constitución Nacional. La doctrina constitucional se ha encargado de sistematizar su
estudio.

✓ Interpretación teleológica: Es la que tiene en consideración, principalmente, los


fines de la Constitución Nacional; está vinculada a la interpretación axiológica, en el
cual cobran relevancia tanto el preámbulo como la parte dogmática de la
Constitución, como manifestación de su ideología y de su vocación política.

✓ Interpretación Semántica​: Por medio de ella se destaca que la Constitución es un


conjunto armónico de disposiciones, en el cual el significado de cada parte debe ser
entendido en armonía con las restantes. Se ha de presumir, entonces, la coherencia
y la homogeneidad de las normas constitucionales sin que ninguna disposición
pueda ser considerada aisladamente y con independencia de las restantes.

✓ Interpretación práctica​: La Constitución es un instrumento de gobierno, de manera


tal que no hay que otorgar a sus prohibiciones y restricciones una amplitud que
impida el normal ejercicio de los poderes del estado.

✓ Interpretación Progresista: Toda Constitución tiene vocación de futuridad, porque


se la crea para perdurar. Ello implica que frecuentemente sus disposiciones deben
ser adaptadas a una realidad diferente de la que imperaba en el momento de su
sanción. Por eso, la hermenéutica constitucional debe ser evolutiva, cuidando la
estabilidad, pero también haciendo suficientemente flexibles sus disposiciones, de
manera de comprender los nuevos desafíos sociales a la luz de sus principios.

Interpretación estática y dinámica: En lo atinente al vínculo que toda Constitución debe


mantener con la realidad, se hace referencia a la interpretación estática y a la dinámica. La
primera implica comprender sus disposiciones a partir de su letra y sus antecedentes;
particularmente, de la voluntad del constituyente. En estos casos el intérprete dirige su
mirada hacia atrás, buscando el entendimiento de la norma. La interpretación dinámica,
además de considerar los aspectos indicados en la anterior, se preocupa por adaptar las
disposiciones constitucionales a las circunstancias obrantes al tiempo de su aplicación; es,
en consecuencia, esencialmente práctica.

En constituciones (como la nuestra) que contienen normas muy antiguas, se impone la


aplicación de esta hermenéutica como única vía de adaptarlas a la realidad. Debe ser
ejercida, con suma prudencia y moderación, evitando la distorsión de los fines y valores que
inspiran a la Ley Fundamental.

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Punto 3:

Preámbulo:

"​Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General
Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento
de pactos preexistentes, con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia,
consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y
asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos
los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino: invocando la protección
de Dios, fuente de toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta
Constitución, para la Nación Argentina."

El Preámbulo es la introducción o prólogo que precede el texto normativo de las


constituciones. Representa una síntesis de las motivaciones y finalidades de dicha Ley
Fundamental.

Antecedentes: Fue adoptado por primera vez en la Constitución de EEUU de 1787 y fue
seguido por la mayoría de las constituciones sancionadas en el mundo, incluida la nuestra.

Análisis y partes del Preámbulo:

La primera parte determina que el titular del poder constituyente es el pueblo​. Y que en
virtud del sistema de democracia indirecta corresponde que sea ejercido por sus
​ os los representantes del pueblo de la Nación Argentina”
representantes​. ​"N

Pone en evidencia el sentido de ​federalism​o, cuando expresa que la reunión del congreso
constituyente es ​"por voluntad y elección de las provincias que la componen, en
cumplimiento de los pactos preexistentes".

Anuncia los ​fines de nuestra organización constitucional que representa su contenido


medular “​con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz
interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los
beneficios de la libertad”.

Luego enuncia los ​alcances del preámbulo​, los cuales son amplios y generosos. Sus
finalidades y propósitos están garantizados ​"para nosotros, para nuestra posteridad, y para
todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino".

Expresa uno de los rasgos más tradicionales de nuestra Nación al ubicar al Estado y a sus
instituciones ​al amparo de Dios ​"fuente de toda razón y justicia"​. Esto no implica negar la
libertad de cultos, que la propia Constitución asegura.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

En la cláusula final, revela el ​carácter soberano del congreso constituyente y el


cumplimiento pleno de las atribuciones con que estaba investido. “​Ordenamos, decretamos
y establecemos esta Constitución, para la Nación Argentina".

Importancia Política y Jurídica​:

Durante algún tiempo se sostuvo que el Preámbulo no formaba parte de nuestra


Constitución, era solo una introducción casi simbólica. En la actualidad se ha revalorizado
su importancia. Su trascendencia política es relevante. En él se manifiestan con nitidez los
fines, principios y valores sobre los cuales se constituyó el Estado.

Jurídicamente no se puede sostener que el Preámbulo tenga el mismo valor que las
cláusulas constitucionales. En tal sentido, no puede invocárselo por sí mismo para sustentar
una pretensión ni para ampliar poderes. Siempre será un valioso instrumento de
interpretación de las normas constitucionales. Sin embargo, no debe ser exagerado.

El fallo Transporte Chaco (1932), estableció que sirve como medio de interpretación
cuando el pensamiento de los redactores no parece nítido ni definitivo.

La doctrina discute si el Preámbulo de nuestra Constitución es una norma operativa o


programática. Hay quienes sostienen que podría ubicárselo dentro de las cláusulas
pragmáticas, puesto que sus expresiones adquieren plena normatividad si aparecen
reglamentadas en el texto normativo de la Constitución o en las leyes dictadas en su
consecuencia. Sin embargo, en los últimos años, la Corte Suprema de Justicia ha
reconocido un carácter ​más operativo a la frase “afianzar la justicia”​, sosteniendo que
constituye un propósito liminar, que no solo refiere al Poder Judicial, sino a la salvaguarda
del valor justicia en todos los conflictos jurídicos de la comunidad. Orienta la interpretación
de las normas del texto normativo ​(ver fallo Simón Julio).

Punto 4:

Artículo 1°- La Nación Argentina adopta para su gobierno la forma representativa


republicana federal, según la establece la presente Constitución.

La forma de gobierno Republicana, Representativa y Federal:

La ​república es aquella comunidad política organizada sobre la base de la igualdad de


todos los hombres, cuyo gobierno es simple agente del pueblo, elegido por el mismo de
tiempo en tiempo, y responsable ante él de su administración. Sus rasgos distintivos son el
reconocimiento de la igualdad, la soberanía popular, la división de poderes, la periodicidad
de las funciones públicas, la responsabilidad de los funcionarios y la publicidad de los actos
de gobierno.

16
Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Es ​representativa​ porque el pueblo gobierna, pero sólo a través de sus representantes.

Es ​federal porque los Estados provinciales conservan su autonomía, a pesar de estar


reunidos bajo un gobierno común.

Principio de soberanía popular: Implica que en las democracias, el poder reside en el


pueblo. En las democracias indirectas, el poder popular no se ejerce en forma directa, sino
que el pueblo lo delega en los representantes que elige a través del sufragio, salvo algunas
nuevas formas de participación llamadas “formas semidirectas de democracia”.

Democracia semidirecta: La democracia semidirecta constituye una variante de transición


entre el sistema de democracia pura y el de democracia representativa. Las formas de
democracia semidirecta constituyen un intento de provocar o asegurar una participación
mayor en las decisiones del gobierno. Son instituciones de la democracia indirecta, entre
otras, el referéndum, el plebiscito, la iniciativa popular y la revocatoria.

● Referéndum: es el procedimiento mediante el cual se convoca al cuerpo electoral para


que se decida por la afirmativa o la negativa respecto de un asunto público propuesto por
los órganos legislativos. O sea, es de naturaleza normativa.

● Plebiscito: representa la forma mediante la cual la ciudadanía se expresa por la


afirmativa o la negativa en respuesta a una consulta formulada por el gobierno sobre
asuntos de capital interés para la vida del Estado, ya sea en el orden interno o externo.
Es de naturaleza política.

● Revocatoria: le permite a los ciudadanos, bajo ciertas condiciones, peticionar la


separación de aquellos funcionarios públicos que han dejado de merecer la confianza del
pueblo, el cual se pronuncia por sí o por no. Si la mayoría es afirmativa, la consecuencia
será la revocación del mandato.

● Iniciativa popular: facultad reconocida a cada ciudadano o a un número determinado de


ellos, para proponer proyectos de ley ante el órgano legislativo. La reforma de 1994
agregó el nuevo artículo 39 a la parte dogmática de la Constitución, que autoriza la
​ rtículo 39: Los ciudadanos tienen el derecho de iniciativa para
iniciativa popular: “A
presentar proyectos de ley en la Cámara de Diputados. El Congreso deberá darles
expreso tratamiento dentro del término de doce meses. El Congreso, con el voto de la
mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara, sancionará una ley
reglamentaria que no podrá exigir más del tres por ciento del padrón electoral nacional,
dentro del cual deberá contemplar una adecuada distribución territorial para suscribir la
iniciativa. No serán objeto de iniciativa popular los proyectos referidos a reforma
constitucional, tratados internacionales, tributos, presupuesto y materia penal”​.

La ​consulta popular​, que es comprensiva del referéndum y del plebiscito, podrá ser
vinculante o no. En el primer caso, la convocatoria deberá emanar de una ley (será siempre
referéndum), que no podrá ser vetada. La Ley 25.432 dispuso que para que esta sea válida
y eficaz, debe haber emitido su voto no menos del treinta y cinco por ciento de los electores

17
Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

inscriptos en el padrón electoral nacional. El voto es obligatorio. La consulta no vinculante,


en cambio, puede ser convocada tanto por el Congreso como por el Presidente de la Nación
dentro de sus respectivas competencias, por lo cual puede tratarse de un referéndum o de
un plebiscito. El voto no será obligatorio (art. 40).

En cuanto a la ​iniciativa popular ​se sancionó la Ley 24.747, que establece que toda
iniciativa popular requerirá la firma de un número de ciudadanos no inferior al uno y medio
por ciento del padrón electoral utilizado para la última elección de diputados nacionales y
deberá representar por lo menos a seis distritos electorales. La iniciativa popular deberá
formularse por escrito y contendrá: la petición redactada en forma de ley, una exposición de
motivos fundada, el nombre y domicilio de los promotores, la descripción de los gastos y el
origen de los recursos y los pliegos con las firmas de los peticionantes.

Aplicación en nuestro país:

Las formas de democracia semidirecta no fueron contempladas expresamente en nuestra


constitución hasta la reforma de 1994. En 1984, durante la presidencia de Raúl Alfonsín, se
convocó al pueblo de la Nación a una consulta popular no vinculante, con respecto a los
términos de la conclusión de las negociaciones con la República de Chile para resolver el
diferendo en la zona del canal de Beagle. Este es el único antecedente que se registra en
nuestro país. La referida consulta otorgó un categórico respaldo a la aceptación del tratado.

Punto 5:

El Estado argentino. Sus nombres: El nombre “Argentina”, según se conoce, fue


mencionado por primera vez por el poeta español Martín del Barco Centenera alrededor del
siglo XVI.

Los constituyentes originarios de 1853 prefirieron la denominación de “Confederación


Argentina”, que fue la que aplicaron para nominar a nuestra Constitución y a los órganos de
poder. Antes de la sanción de la Constitución, habían sido empleadas otras
denominaciones, como por ejemplo, “Provincias Unidas en Sud América”, abreviada como
“Provincias Unidas del Sud”, que aparece en nuestro himno nacional y fue utilizada también
en la Constitución de 1819. La Constitución de 1826 no adoptó una denominación oficial,
pero utilizó los nombres “Nación Argentina” y “República Argentina”. La Convención
Constituyente de 1860 incorporó el artículo 35, y a partir de allí, comenzó a reemplazarse el
término de “Confederación” por “Nación”.

Artículo 35: “Las denominaciones adoptadas sucesivamente desde 1810 hasta el presente,
a saber: Provincias Unidas del Río de la Plata; República Argentina, Confederación
Argentina, serán en adelante nombres oficiales indistintamente para la designación del
gobierno y territorio de las provincias, empleándose las palabras "Nación Argentina" en la
formación y sanción de las leyes”.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Bolilla 3:

Punto 1:

El poder constituyente: Es la potestad suprema que tiene el pueblo, por sí o a través de


sus representantes, para establecer una constitución, o para modificar una anterior cuando
sea necesario o conveniente. Es suprema porque no reconoce otro poder superior, que
puede ejercer el pueblo en forma directa o indirecta. Algunas constituciones efectúan sus
cambios a través del órgano legislativo, pero luego el pueblo, a través del sufragio, es quien
lo acepta o lo rechaza.

- Bidart Campos: “es la competencia o capacidad o energía para constituir o dar una
constitución al Estado, es decir para organizarlo”.

- Linares Quintana: “la facultad soberana del pueblo a darse su ordenamiento


jurídico político fundamental originario por medio de una constitución, y a revisar a
esta, total o parcialmente, cuando sea necesario”.

Antecedentes: El primer gran expositor de la teoría del poder constituyente fue Emmanuel
Sieyès, quien junto a Rousseau y otros pensadores de la época realizó importantes aportes
al sustento ideológico de la Revolución Francesa.

Rousseau había difundido la idea de un contrato social, en virtud del cual cada uno se
despojaba de una parte de su libertad para constituir el poder del Estado. Si el gobernante
no había cumplido con lo pactado, excediéndose en sus atribuciones, aparecía el derecho
de la otra parte de denunciar el contrato y formular uno nuevo. Sièyes iba a completar este
enfoque agregando que el nuevo pacto o contrato debía ser formulado por escrito y
mediante una Constitución.

Titularidad: Hay coincidencia en la doctrina contemporánea en atribuir ​al pueblo la


titularidad del ejercicio del poder constituyente. La Constitución Nacional adoptó este
principio. El artículo 33 reconoce el “principio de la soberanía del pueblo” y el artículo 37
“garantiza el pleno ejercicio de los derechos políticos, con arreglo al principio de la
soberanía popular”.

Clases: Hay dos clases de poder constituyente: ​el originario y el derivado​. El primero,
también llamado fundacional o genuino, es aquel que se ejerce para hacer la primera
Constitución. El derivado es el que se pone en ejercicio para reformar una Constitución
preexistente, también se lo denomina reformador, constituido o instituido. Para Sánchez
Viamonte se trata de dos etapas de un mismo ciclo de poder que él denomina etapa de
primigeneidad y etapa de continuidad.

Algunos autores han reconocido la existencia de un poder constituyente revolucionario, que


sería el que cambia abruptamente la estructura institucional vigente, reemplazandola por
otra, sin respetar el orden de los antecedentes.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

En los Estados federales también se puede distinguir conforme al principio de


descentralización, el poder constituyente federal o de oír de grado y el poder constituyente
local, estadual o provincial, denominado de segundo grado, porque está en relación de
subordinación con el primero. Debe reconocerse a los municipios la existencia de su propio
poder constituyente que en consecuencia sería de tercer grado.

Límites:

La doctrina clásica entiende que el poder constituyente originario, por ser supremo, carece
de límites. Otros autores como Bidart Campos entiende la existencia de ciertos límites del
poder constituyente y los clasifica en: a) los límites derivados del derecho natural b) los
límites derivados del derecho internacional público c) los límites que provienen del
condicionamientos de la realidad social.

Tratándose del poder constituyente derivado hay que agregar otros dos: a) el proveniente
del constituyente anterior b) los derivados de las cláusulas pétreas. La primera categoría se
refiere a las limitaciones formales o de procedimientos que están establecidas en las
constituciones. Estas pueden ser reformadas solo si se sigue el procedimiento previsto en la
Ley Fundamental vigente.

La expresión “pétreas” nos parece poco apropiada para el léxico constitucional. De allí, es
considerable hacer referencia a casos de inteligibilidades constitucional. Las cláusulas o
contenidos intangibles hacen referencia a la imposibilidad de llevar a cabo ciertas reformas
constitucionales. Nuestra Constitución Nacional no reconoce contenidos pétreos explícitos,
sin embargo, Bidart Campos entiende que nuestra Ley Fundamental tiene contenidos
pétreos implícitos.

Los poderes constituidos:

Uno de los postulados más relevantes del constitucionalismo fue la distinción entre dos
potestades: el poder constituyente y los poderes constituidos. Estos últimos se hallan en un
grado jerárquico inferior a aquel, y se caracterizan por ser una creación del poder
constituyente.

Son poderes constituidos o instituidos el Poder Legislativo, el Poder Ejecutivo y el Poder


Judicial. Todos ellos están esencialmente limitados en cuanto se hallan subordinados al
poder constituyente, tanto en lo atinente a su creación y modificación como respecto de sus
facultades.

Punto 2:

La reforma de la constitución: Reformar significa cambiar algo. Toda reforma


constitucional debe estar orientada hacia principios y fines que tengan especial relevancia
axiológica. La reforma de la Constitución implica el ejercicio del poder constituyente
derivado. Éste tiene, necesariamente, los límites propios de todo poder constituyente
originario, más los establecidos por la Constitución vigente para su modificación

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Las mutaciones constitucionales: Cierta doctrina constitucional, especialmente la


desarrollada por Bidart Campos, sostiene que además de las modificaciones que introducen
las reformas, ocurren otros cambios no formales, derivados de usos y prácticas diferentes, a
las cuales denomina “mutaciones constitucionales”. Estas mutaciones en algunos casos
agregan ciertos contenidos, y por tal circunstancia, se las denomina “por adición”. Las
mutaciones “por sustracción”, en cambio, son aquellas que quitan virtualidad a alguna
disposición constitucional. También hay otra variante que tiene lugar por
desconstitucionalización: se produce cuando la Constitución escrita pierde vigencia y es
reemplazada por otra Constitución material diferente, sin ser derogada la anterior.

Las mutaciones constitucionales crean un peligroso atajo que permite soslayar el


cumplimiento de la Constitución.

Análisis del artículo 30 de la Constitución Nacional:

Artículo 30: “La Constitución puede reformarse en el todo o en cualquiera de sus partes. La
necesidad de reforma debe ser declarada por el Congreso con el voto de dos terceras
partes, al menos, de sus miembros; pero no se efectuará sino por una Convención
convocada al efecto”.

Nuestra Constitución destina el artículo 30 a reglar el procedimiento de reforma


constitucional, que ​es rígido​, porque requiere una modalidad más compleja que la prevista
para la formación de las leyes ordinarias.

La norma redactada en lenguaje simple y claro, ha suscitado controversias importantes en


su aplicación. Bidart Campos considera que más allá de lo expresado referido al
procedimiento de revisión, la reforma tiene otros límites materiales que no pueden ser
infringidos. Son los contenidos pétreos implícitos, entre los cuales incluye la forma
republicana de gobierno, la forma federal del Estado y la confesionalidad en las relaciones
entre el Estado y la Iglesia católica. Sin embargo, ​Ziulu no comparte esta interpretación y
entiende que la norma es precisa y clara al establecer que puede ser reformada en todo o
en cualquiera de sus partes.

El art 30 prevé dos etapas en el proceso de reforma:

➔ Etapa preconstituyente: tiene lugar en el Congreso de la Nación, a cuyo cargo está


el acto de declarar la necesidad de reforma. Corresponde que el Congreso
determine, al declarar la necesidad de la reforma, si esta podrá ser total o parcial. En
el último caso deberá, inexorablemente, precisar los temas que podrán ser objeto de
revisión.

➔ Etapa constituyente: implica el ejercicio efectivo del poder constituyente por el


pueblo, su legítimo titular. Las reformas sólo podrán ser efectuadas por la
Convención convocada a tal efecto. Siendo el pueblo el titular del poder
constituyente, la Convención deberá estar integrada por sus representantes, quienes

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

tendrán que ser elegidos por medio del sufragio. La forma, el tiempo y las
modalidades de elección deben ser establecidas por el Congreso. El lugar y el
período de funcionamiento siempre ha sido determinado por el Congreso en el acto
de convocatoria. El art. 30 no especifica el número de miembros que la compondrán.
Este es un punto no suficientemente resuelto por la doctrina constitucional

Debe reconocérseles a las convenciones la necesaria autonomía funcional para cumplir su


objetivo. Así, tienen que establecer su propio reglamento, tener su presupuesto y disponer
de él, nombrar a su personal, etc. Sin embargo, están materialmente limitadas a la
consideración de los aspectos determinados por el Congreso y que motivaron la declaración
de necesidad de reforma. Carece de atribuciones para tratar temas no comprendidos en la
declaración.

La revisión judicial de la reforma constitucional. Jurisprudencia:

Se presenta el interrogante de si es admisible que el Poder Judicial declare inconstitucional


una reforma de la Constitución. Al respecto, la doctrina constitucional muestra diversos
enfoques. Si lo que se discute es la constitucionalidad de los contenidos materiales de la
reforma, la revisión judicial aparece como poco factible, salvo que sean alterados principios
sustanciales. En cambio, cuando se pretende revisar las cuestiones formales, que tienen
que ver con el procedimiento empleado en la reforma, la doctrina se muestra más
permeable en aceptar la posibilidad de revisión judicial.

(Ver fallos “Guerrero”, “Polino”, “Fayt” y “Schiffrin”).

Punto 3:

La naturaleza del acto constituyente de 1860:

La Constitución de 1853 fue sancionada por las trece provincias que participaron en el
Congreso Constituyente celebrado en Santa Fe. Estuvo ausente la provincia de Buenos
Aires, que en 1854 dictó su propia Ley Fundamental, denominada “Constitución del Estado
de Buenos Aires”. A los efectos de facilitar la incorporación de Buenos Aires a la entonces
llamada Confederación, en 1859 se firmó el Pacto de San José de Flores, que estableció
que Buenos Aires revisaría la Constitución de 1853 en una Convención local. Si formulaba
observaciones, el Congreso Federal debía convocar a una Convención ad hoc para que las
tomara en consideración.

El artículo 30 de la Constitución originaria (1853) tenía dispuesto que no se la podía


reformar hasta pasados diez años, circunstancia que ha motivado una discusión acerca de
la naturaleza del acto constituyente de 1860. Al respecto hay cuatro posiciones distintas:

➢ El acto constituyente de 1860 es la primera reforma de la Constitución de 1853.


➢ El poder constituyente originario es el de 1853 y también el de 1860.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

➢ La Constitución originaria es de 1853-1860: no se trata de un acto de reforma el de 1860,


sino que integra el proceso constituyente fundacional del Estado.
➢ El poder constituyente originario es de 1860 y no de 1853: sostiene que el acto
constituyente de 1860 es originario y autónomo porque no deriva de ninguna imposición
constitucional. Es la expresión de la Nación integrada hasta ese momento por dos
estados independientes y constitucionalizados: la Confederación Argentina y el Estado
de Buenos Aires.

La primera posición parece ser la más adecuada, puesto que la propia resolución aprobada
por la Convención de 1860 expresa que ésta “sanciona las siguientes reformas”. No se
cumplió con la cláusula de intangibilidad temporal porque la realidad política hizo posible, en
ese momento, la incorporación de Buenos Aires. ​Ziulu adhiere a esta postura.

Diferencias entre la Constitución de 1853 y la de 1860:

La Convención Constituyente de 1860 inauguró la aplicación de un criterio de


representatividad innovador respecto del utilizado en 1853. Se dispuso que la distribución
de representantes sería distinta para las diferentes provincias.

Otro dato llamativo fue la insistencia de los representantes de Buenos Aires por realizar
modificaciones en la Constitución de 1853 que profundizaron el federalismo establecido en
ella.

Con relación a la capital de la República, se dispuso suprimir la cláusula que determinaba


que sería Buenos Aires, estableciendo que habría de designarla el Congreso. Se hizo más
restrictiva la intervención federal, fueron establecidos los nombres del Estado y se trató de
tutelar de toda injerencia federal la libertad de imprenta.

Se suprimió el control político previo del Congreso respecto de las Constituciones


provinciales, la cláusula de intangibilidad por diez años, la posibilidad de juicio político a los
gobernadores de provincia, la exigencia según la cual le correspondía a la Cámara de
Senadores iniciar el proceso de declaración de necesidad de reforma constitucional, la
exigencia referida a la gratuidad de la enseñanza primaria en las provincias y la fijación
constitucional del número de miembros de la Corte Suprema de Justicia. Se estableció que
los impuestos a la exportación seguirán siendo federales hasta 1866.

En total, la reforma de 1860 introdujo veintinueve modificaciones y representa una de las


revisiones constitucionales más relevantes.

Las reformas constitucionales de 1866, 1898, 1949, 1957, 1972 y 1994:

➢ Reforma de 1866:

Fue una reforma parcial. Se convocó a la revisión del art. 4 y del inc. 1 del art. 67, en lo
atinente a derechos de exportación. La Convención sancionó dos modificaciones del texto

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

constitucional vigente. Eliminó, en el art. 4, la expresión: “hasta 1866 con arreglo a lo


estatuido en el inc. 1 del art. 67”, y suprimió, en el inc. 1 del art. 67, la frase “hasta 1866, en
cuya fecha cesarán como impuesto nacional no pudiendo serlo provincial”.

➢ Reforma de 1898:

La Convención sancionó dos modificaciones. Adecuó la cantidad de habitantes con relación


al número de diputados, estableciendo que la proporción de éstos sería de “uno por cada
treinta y tres mil habitantes o fracción que no baje de dieciséis mil quinientos”. Después de
la realización de cada censo, el Congreso fijará la representación con arreglo al mismo,
pudiendo aumentar pero no disminuir. También, modificó el art. 87 estableciendo en ocho el
número de ministros del Poder Ejecutivo.

➢ Reforma de 1949:

En 1948, el Congreso sancionó la ley por la cual declaró necesaria la reforma de la


Constitución, que no especificó si la modificación sería total o parcial. Su legitimidad fue
severamente cuestionada por la oposición. La reforma fue amplia, abarcando el Preámbulo
y la partes dogmática y orgánica.

En el Preámbulo, se agregó, entre los objetivos del Estado, una mención explícita referida a
la promoción de la cultura nacional.

En la parte dogmática, las modificaciones estuvieron inspiradas en las ideas del


constitucionalismo social. Así, fueron establecidos los derechos del trabajador, de la familia,
de la ancianidad, de la educación y la cultura, y la función social de la propiedad. Se
desconoció el derecho a huelga, cuya incorporación fue expresamente rechazada por la
Convención. Se ordenó la estatización de los servicios públicos. Se reconoció
expresamente la garantía del hábeas corpus y se amplió la posibilidad de limitar las
garantías constitucionales, agregando al estado de sitio, el estado de prevención y alarma.
Se consagró el abuso del derecho. Se desconoció del derecho a huelga. Además, se
agregó la palabra “presentes” en cuanto a los dos tercios de los votos de los miembros del
Congreso indispensables para declarar la necesidad de revisión constitucional. En lo
referido a la parte orgánica, fueron unificados en seis años los mandatos de diputados y
senadores; en ambos casos, las cámaras se renovaban por mitades cada tres años. El
número de diputados fue establecido a razón de uno cada cien mil habitantes o fracción no
menor a cincuenta mil. La representación mínima de cada distrito no podría ser inferior a
dos diputados. La composición del Senado se mantuvo en dos representantes por cada
provincia y dos por la Capital Federal, aunque varió el procedimiento de elección, que pasó
a ser directa. Se autorizó la posibilidad de reelección indefinida para el Presidente y el
vicepresidente, y los mismos serían elegidos en forma directa por el pueblo y a simple
pluralidad de sufragios. Se mantuvo en seis años la duración de sus mandatos. Le atribuyó
facultades de casación a la Corte Suprema de Justicia.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

➢ Reforma de 1957:

El gobierno de facto de la llamada “Revolución Libertadora” dispuso declarar vigente la


Constitución de 1853, con las reformas de 1860, 1866 y 1898, con exclusión de la de 1949.
Mediante este acto, el gobierno de facto se arrogó claras atribuciones constituyentes.
También lo hizo al dictar un decreto en el que declaraba necesaria una nueva reforma, en el
que incluía la posible modificación de treinta artículos. La Convención, cuyos integrantes
fueron elegidos por el pueblo mediante el sufragio, sancionó en 1957 dos únicas
modificaciones. Se incorporó un artículo nuevo a continuación del art. 14, por el cual
quedaron reconocidos los derechos del trabajador, los derechos gremiales y los derivados
de la seguridad social. También, se incorporó el derecho de huelga que había sido
injustamente negado por la reforma de 1949.

Además, se incluyó en el inc. 12 del art. 75 la atribución del Congreso para dictar el Código
del Trabajo y la Seguridad Social.

➢ Reforma de 1972:

En 1972, el gobierno de facto que había derrocado al presidente Arturo Illia, resolvió
modificar diversas normas de la Constitución. La enmienda fue realizada por medio de una
típica acción de facto, y no se convocó a Convención Constituyente alguna. Empero,
previamente convocó a una Comisión Asesora, la cual estuvo integrada por prestigiosos
juristas.

Se contempló la unificación de mandatos en cuatro años para Presidente y vicepresidente


(los cuales serían elegidos en forma directa) y para diputados y senadores. Se aumentó el
número de senadores a tres por provincia y Capital, dos de ellos elegidos por mayoría y uno
por minoría. Se extendió el período de sesiones ordinarias del Congreso a ocho meses,
entre otras. La reforma estaba condicionada, por la propia norma de creación, a regir hasta
el 24 de mayo de 1977. Los acontecimientos históricos ocurridos en marzo de 1976 hicieron
que esta reforma dejara de tener vigencia.

➢ Reforma de 1994:

Las reformas fueron amplias y comprenden tanto la parte dogmática como la orgánica.

Se había previsto la prohibición de introducir modificaciones a la parte dogmática, pero


autorizaba a agregarle un nuevo capítulo. Así, se introdujo un segundo capítulo bajo el título
de “Nuevos derechos y garantías”, que incluyó: cláusulas de protección del orden
constitucional y del sufragio, reconocimiento explícito de los partidos políticos, el derecho a
la iniciativa popular, la consulta popular, la protección del medio ambiente, la tutela de los
intereses de los consumidores y usuarios, y el reconocimiento del amparo, el hábeas corpus
y el hábeas data.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Con respecto a la parte orgánica, las modificaciones abarcaron a los tres poderes del
Estado. En el ámbito legislativo, se modificó la composición del Senado elevando el número
de senadores a tres por provincia y por la Ciudad de Buenos Aires, elegidos en forma
directa por el pueblo. Se amplió el período ordinario de sesiones del Congreso de cinco a
nueve meses. También, se modificaron las atribuciones del Poder Legislativo, y los tratados
internacionales de derechos humanos adquirieron jerarquía constitucional.

El Poder Ejecutivo amplió considerablemente su intervención en el proceso de formación y


sanción de las leyes al quedar facultado para dictar decretos de necesidad y urgencia y
para promulgar parcialmente las leyes. Además, se autorizó la delegación legislativa en el
Poder Ejecutivo.

Fueron creados, como organismos constitucionales de control, la Auditoría General de la


Nación y el Defensor del Pueblo.

Fue suprimido el requisito de la pertenencia a la religión católica para desempeñar la


presidencia y la vicepresidencia, y estos serían elegidos de forma directa con la exigencia
de la mayoría calificada de votos. Si ésta no es reunida en la primera votación, se debe
realizar una segunda vuelta entre las dos fórmulas más votadas. Fue admitida la reelección
por un solo período consecutivo con la posibilidad de reelección alternada después de
transcurrido un nuevo período y se acortó el mandato a cuatro años. Se introdujo la figura
del j​efe de Gabinete de Ministros​, cuya designación quedó librada al Presidente, quien
también lo puede destituir por sí solo.

En el ámbito del Poder Judicial, sufrió modificaciones el procedimiento de designación de


los jueces inferiores, al ser creado con esa finalidad el ​Consejo de la Magistratura y se
suprimió el juicio político para su remoción.

Se le otorgó reconocimiento expreso al ​Ministerio Público​ como órgano independiente.

Se le reconoció a la ​ciudad de Buenos Aires un régimen de gobierno autónomo y se


concedió la autonomía a los municipios de provincia.

Punto 4:

El poder constituyente de las provincias:

La adopción del federalismo como forma de Estado por nuestra Constitución derivó en el
reconocimiento de las autonomías provinciales. Estas tienen la atribución de dictarse sus
propias normas y Constitución locales. El poder constituyente que las provincias ejercen es
siempre de segundo grado, porque en virtud de la relación de subordinación, típica de todo
Estado federal, está sujeto a las restricciones que el constituyente federal de primer grado
haya establecido.

El artículo 5 de la Constitución prevé cinco limitaciones del poder constituyente local.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Art. 5: “Cada provincia dictará para sí una Constitución bajo el sistema representativo
republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la Constitución
Nacional; y que asegure su administración de justicia, su régimen municipal, y la educación
primaria. Bajo estas condiciones el Gobierno Federal, garante a cada provincia el goce y
ejercicio de sus instituciones”.

La Constitución que se dicte deberá, en consecuencia:


• Instaurar el sistema republicano y representativo de gobierno.
• Garantizar el respeto de los principios, declaraciones y garantías de la Constitución.
• Asegurar la administración de justicia.
• Establecer su régimen municipal.
• Garantizar la educación primaria.

Las Constituciones provinciales sólo están sujetas al control de constitucionalidad por vía
judicial.

También hay un poder constituyente de tercer grado que pueden ejercer los municipios.

El poder constituyente de facto:

El gobernante de facto es aquel que ha accedido al poder valiéndose de un procedimiento


distinto del previsto en el orden constitucional vigente. La doctrina constitucional ha acuñado
la expresión “poder constituyente revolucionario” para identificar a aquel que se ejerce en
violación de la lógica de sus antecedentes. Una de sus variantes sería el ejercido por
autoridades de facto.

En nuestro país, los antecedentes muestran que estos gobiernos se han arrogado
facultades constituyentes. Algunas de sus expresiones fueron la anulación de la reforma de
1949, la reforma de 1957 y la modificación temporaria de 1972.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Bolilla 4:

Punto 1:

La supremacía de la constitución:

La supremacía constitucional es uno de los principios básicos del orden constitucional, que
implica reconocer a la Constitución como norma fundamental de un Estado.

La Constitución es la Ley Fundamental del Estado, porque representa la base sobre la cual
se asienta toda la estructura política y jurídica de él, y es suprema, porque está por encima
de todas las demás normas jurídicas que constituyen el ordenamiento jurídico.

Este principio es reconocido como una de las manifestaciones imprescindibles para


asegurar la libertad y la dignidad del hombre.

El principio de supremacía constitucional es patrimonio tanto de los Estados que tienen


constituciones escritas o codificadas, como de aquellos que tienen constituciones no
escritas o dispersas. Asimismo, el principio puede presentarse tanto en los Estados
federales como en los unitarios.

Antecedentes: ​esta doctrina, que comenzó a elaborar el derecho inglés, fue conocida y
desarrollada en América del Norte con anterioridad a la Constitución de Estados Unidos de
1787. Esta carta magna fue la que enunció en forma categórica el principio al estatuir que
“esta Constitución, las leyes de los Estados Unidos que en su consecuencia se dicten y
todos los tratados celebrados o a celebrarse bajo la autoridad de los Estados Unidos, serán
la ley suprema del país, y los jueces en cada Estado estarán sujetos a ella, no obstante
cualquier disposición en contrario contenida en la Constitución o en las leyes de cualquier
Estado”. (Ver fallo Estadounidense Marbury vs Madison).

El orden de prelación del artículo 31 de la Constitución Nacional:

Artículo 31: “Esta Constitución, las leyes de la Nación que en su consecuencia se dicten
por el Congreso y los tratados con las potencias extranjeras son la ley suprema de la
Nación; y las autoridades de cada provincia están obligadas a conformarse a ella, no
obstante cualquiera disposición en contrario que contengan las leyes o constituciones
provinciales, salvo para la provincia de Buenos Aires, los tratados ratificados después del
Pacto de 11 de noviembre de 1859”.

Respecto al orden jerárquico de las distintas normas que menciona el artículo, primero está
la constitución y después las leyes. Si las leyes deben ser dictadas en su consecuencia por
el Congreso y guardar armonía con la Constitución, deben cumplir con el principio de
legalidad que implica una evidente subordinación. La pregunta es si los tratados
internacionales ocupan el mismo escalón jerárquico que la Constitución o no.

28
Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Artículo 27: “El Gobierno Federal está obligado a afianzar sus relaciones de paz y comercio
con las potencias extranjeras por medio de tratados que estén en conformidad con los
principios de derecho público establecidos en esta Constitución”.

Este criterio es coherente con el principio de supremacía que implica el reconocimiento de


un poder constituyente y de poderes constituidos. Si se aceptase el criterio opuesto, habría
que decir que la Constitución podría ser modificada por los poderes constituidos, por medio
de tratados internacionales.

La jurisprudencia de la CSJN ha acogido, en general, este enfoque, conocido con el nombre


de dualismo, porque parte del supuesto del reconocimiento de dos ordenamientos jurídicos:
uno interno, propio de cada Estado, y otro internacional, que deberá subordinarse al
primero. Sin embargo, la propia Corte Suprema ha aceptado, por excepción, la aplicación
de la tesis monista que parte del reconocimiento de un único ordenamiento internacional al
cual queda necesariamente subordinado el ordenamiento jurídico de cada Estado. Esta
interpretación fue la que fundamentó el caso “SA Química Merck v. Gobierno de la Nación”.

Ziulu es partidario del dualismo.

Más recientemente, el auge de los procesos de integración y la trascendencia que adquirió


el derecho internacional contribuyeron decisivamente a formular nuevos criterios. La CSJN
expresó, en el caso “Ejmekdjian, Miguel Angel v. Sofovich, Gerardo y otros” de 1992, que “la
necesaria aplicación del artículo 27 de la Convención de Viena impone a los órganos del
Estado argentino asignar primacía al tratado ante un eventual conflicto con cualquier norma
interna contraria o con la omisión de dictar disposiciones que, en sus efectos, equivalgan al
incumplimiento del tratado internacional”.

Está suficientemente claro que a partir de ese momento los tratados internacionales
ostentaban una jerarquía superior a las leyes. Esto no modifica al postulado de supremacía
constitucional, porque los tratados internacionales deben estar “en conformidad con los
principios de derecho público establecidos en esta Constitución” (artículo 27, CN).

Con reforma constitucional de 1994, si bien formalmente el artículo 31 de la CN no estaba


habilitado para su consideración por el constituyente reformador, terminó sufriendo las
consecuencias derivadas de modificaciones introducidas en otras normas de aquélla.

Artículo 75 inciso 22: ​“Corresponde al Congreso aprobar o desechar tratados concluidos


con las demás naciones y con las organizaciones internacionales y los concordatos con la
​ os tratados y concordatos tienen jerarquía superior a las leyes.
Santa Sede. L

La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; la Declaración Universal


de Derechos Humanos; la Convención Americana sobre Derechos Humanos; el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo; la Convención sobre la Prevención y
la Sanción del Delito de Genocidio; la Convención Internacional sobre la Eliminación de
todas las Formas de Discriminación Racial; la Convención sobre la Eliminación de todas las

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Formas de Discriminación contra la Mujer; la Convención contra la Tortura y otros Tratos o


Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; la Convención sobre los Derechos del Niño; en
las condiciones de su vigencia, tienen jerarquía constitucional, no derogan artículo alguno
de la primera parte de esta Constitución y deben entenderse complementarios de los
derechos y garantías por ella reconocidos. Sólo podrán ser denunciados, en su caso, por el
Poder Ejecutivo Nacional, previa aprobación de las dos terceras partes de la totalidad de los
miembros de cada Cámara.

Los demás tratados y convenciones sobre derechos humanos, luego de ser aprobados por
el Congreso, requerirán del voto de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros
de cada Cámara para gozar de la jerarquía constitucional”.

Artículo 75 inciso 24: “Corresponde al Congreso aprobar tratados de integración que


deleguen competencias y jurisdicción a organizaciones supraestatales en condiciones de
reciprocidad e igualdad, y que respeten el orden democrático y los derechos humanos. Las
normas dictadas en su consecuencia tienen jerarquía superior a las leyes.

La aprobación de estos tratados con Estados de Latinoamérica requerirá la mayoría


absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara. En el caso de tratados con otros
Estados, el Congreso de la Nación, con la mayoría absoluta de los miembros presentes de
cada Cámara, declarará la conveniencia de la aprobación del tratado y sólo podrá ser
aprobado con el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada
Cámara, después de ciento veinte días del acto declarativo.

La denuncia de los tratados referidos a este inciso, exigirá la previa aprobación de la


mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara”

Según estas normas, el orden jerárquico es el siguiente:

1. La Constitución Nacional. Los tratados, convenciones y declaraciones de derechos


humanos con jerarquía constitucional, enunciados en el artículo 75 inc 22 (mientras no sean
denunciados). Los tratados y convenciones de derechos humanos que sean aprobados en
el futuro por ⅔ del total de los miembros de cada cámara que adquieren jerarquía
constitucional en virtud a lo establecido en el art 75 inc 22 (siempre que tengan armonía con
la primera parte de la Constitución).

2. Los tratados y concordatos ordinarios Los tratados de integración que deleguen


competencias y jurisdicción a organizaciones internacionales supraestatales, firmados con
estados latinoamericanos u otros (mientras no sean denunciados).

3. Las leyes de la Nación que en consecuencia de la Constitución dicte el Congreso.

4. Los convenios internacionales que celebran las provincias y eventualmente la Ciudad de


Buenos Aires.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Punto 2:

El control de constitucionalidad:

El control de constitucionalidad es el régimen con el cual se asegura la supremacía


constitucional. En virtud de su aplicación, las leyes y actos contrarios a ella se convertirán
en ineficaces o inválidos, por ser inconstitucionales.

Clasificación de los controles de constitucionalidad:

Según el ​órgano competente​, los sistemas de control suelen distinguirse en políticos y


judiciales. En en primer caso, el control está a cargo de los propios poderes políticos
(Ejecutivo o Legislativo). En el segundo, lo realiza el Poder Judicial. También hay regímenes
mixtos. Una de las innegables ventajas que presenta el sistema de control judicial es la de
permitir que cualquier ciudadano pueda impugnar la constitucionalidad de una norma. En
los sistemas políticos, en cambio, dicha posibilidad está severamente limitada.

Según el modo de promoverlo, el control puede ser ejercido por la ​vía directa​, es decir,
mediante acción, o por la ​vía indirecta​, mediante excepción o defensa. En este caso, solo
se admite su planteo como reparo ante una demanda.

Según los ​efectos jurídicos del pronunciamiento de inconstitucionalidad, cabe diferenciar


entre los que producen la abrogación de la norma (​efectos erga omnes)​ y los que solo
limitan su efecto al ámbito del caso planteado (​efecto entre partes​).

Los tribunales constitucionales:

En los países de Europa central, el Poder Judicial tuvo una génesis distinta. No surgió como
un “poder”, sino en la forma más atenuada de una “administración de justicia” dependiente
de los poderes políticos e influida por ellos. En ese ámbito histórico se difundió un sistema
de control de constitucionalidad que está a cargo de órganos jurídico políticos
especializados, conocidos con el nombre de “tribunales constitucionales”.

La Constitución de Austria de 1920, redactada por Kelsen, fue la primera que organizó este
sistema. Tenía a su cargo, entre otras funciones, ejercer con carácter exclusivo el control de
constitucionalidad de las leyes. La legitimación para recurrir directamente ante el Tribunal es
restringida; solo ciertos órganos o instancias políticas lo pueden hacer.

En nuestro país, la Constitución de Tucumán de 1990 creó un Tribunal Constitucional. Sin


embargo, fue dejado sin efecto por la nueva Constitución dicha provincia sancionada en
2006.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Punto 3:

El control de constitucionalidad en el derecho argentino:


En nuestro país el control de constitucionalidad es ejercido por el Poder Judicial.

Artículo 116: “Corresponde a la Corte Suprema y a los tribunales inferiores de la Nación, el


conocimiento y decisión de todas las causas que versen sobre puntos regidos por la
Constitución”.

El sistema judicial adoptado es ​difuso​, puesto que no hay un único tribunal con
competencia para pronunciarse sobre la constitucionalidad de las leyes, sino que cualquier
juez o tribunal lo puede hacer.

Es aplicable, en principio, a las leyes y a los demás actos de los poderes públicos, y a los
tratados. También deben ser incluidos los actos de los particulares. Solo puede ser
efectuado en el marco de una causa judicial. Quedan excluidas las cuestiones meramente
hipotéticas, las consultas y las causas simuladas. Tampoco se controla la constitucionalidad
de las causas abstractas (aquellas que luego de ser plantadas resultan afectadas por
circunstancias de hecho que modifican de manera tal las vigentes al momento de su
iniciación, que la decisión judicial se convierte en innecesaria e ineficaz para solucionar la
controversia).

Como principio general, el control de constitucionalidad es ejercido por la ​vía indirecta​. Es


decir, puede ser planteado por la persona que tenga un interés afectado y únicamente como
excepción o defensa. Esta exigencia carece de fundamento constitucional expreso y surge
de una antigua jurisprudencia de la Corte Suprema. Sin embargo, poco a poco se está
abriendo paso al reconocimiento de una ​vía directa​, por medio de la acción de
inconstitucionalidad.

En el derecho federal argentino, la declaración de inconstitucionalidad tiene como


consecuencia la inaplicabilidad de la norma o acto así declarado al caso concreto en que
fue planteado. ​Tiene efectos entre las partes​. No produce la derogación de la norma.

Las materias controlables y excluidas:

La jurisprudencia de nuestros tribunales excluye del control a las causas políticas, por
considerar que estas no son judiciables. No se trata de seguir un mandamiento
constitucional específico, sino de una autorrestricción del Poder Judicial, que tiene su
fundamento en el principio de la división y el equilibrio de los poderes propio de la forma
republicana de gobierno.

Según esta doctrina, cada uno de los poderes políticos del Estado (Legislativo y Ejecutivo)
tiene una zona de reserva que no puede ser invadida por el Poder Judicial.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Dentro de esta categoría de cuestiones políticas no judiciables, se incluyen las siguientes


materias: declaración de intervención federal, declaración de estado de sitio, reforma
constitucional, juicio político, acefalía presidencial, etc. Sin embargo, en estos temas ha
habido importantes excepciones en la doctrina judicial de la Corte.

Algunos autores, como Bidart Campos, tienen una postura fuertemente crítica respecto de
la exclusión de estas causas del control de constitucionalidad. Entienden que la CN es
suficientemente clara y concreta al establecer en el artículo 116 que le corresponde al
Poder Judicial “el conocimiento y decisión de todas las cuasi que versen sobre puntos
regidos por la Constitución”.

Las cuestiones políticas, bajo el pretexto de respetar el ámbito de discreción de los poderes
políticos, crean en favor del Poder Judicial una zona ambigua de discrecionalidad que es
riesgosa para la seguridad jurídica.

Ziulu sostiene un criterio de plena judiciabilidad que debe estar inexorablemente


armonizado con la existencia de jueces independientes y prudentes.

Punto 4:

El derecho procesal constitucional:

En los últimos años comenzó a difundirse la expresión “derecho procesal constitucional”,


originada en países de Europa central, para hacer referencia a una nueva disciplina jurídica
que tiene por objeto de estudio los principios y las normas de los procesos constitucionales.

Esta corriente surgió con la creación de órganos jurisdiccionales especializados en materia


constitucional. Se le atribuye a Hans Kelsen ser el fundador de esta nueva disciplina.

Se pueden distinguir dos enfoques distintos: el orgánico y el material. El primero de ellos


prevalece en Europa y vincula a la materia con el estudio de los procedimientos ante los
órganos constitucionales especializados. En cambio, en nuestro país el contenido del
derecho procesal constitucional se vincula más bien con la naturaleza de la materia; si bien
no existen órganos jurisdiccionales especializados, si hay procedimientos típicamente
constitucionales.

En la doctrina constitucional, se utiliza el término “jurisdicción” para hacer referencia a la


potestad legislativa que tienen los poderes federales o locales; así, se habla de los
establecimientos de jurisdicción federal.

Se entiende el término “magistratura constitucional” como comprensivo de aquellos órganos


que ejercen la jurisdicción constitucional. Desde la perspectiva orgánica, se la identifica con
los tribunales constitucionales. Para el enfoque material, está integrada por todos los
órganos que ejercen jurisdicción constitucional. En cuanto a la importancia del estudio
interdisciplinario, se trata de poner énfasis en la necesidad del abordaje interdisciplinario
que deben tener cuestiones muchas veces estudiadas desde perspectivas diferentes.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Bolilla 5:

Punto 1:

El territorio: Es la base física o geográfica sobre la cual se asienta el Estado. Es el


escenario sobre el cual aquél desarrolla su actividad jurídica-político. No se puede concebir
la existencia de un estado sin territorio.

En la ciencia política, se lo vincula con el ejercicio del poder y por eso, debe ser interpretado
como una relación jurídica.

Para Kelsen es el espacio al cual se circunscribe la validez del orden jurídico estatal.

Entonces el ​ámbito jurisdicciona​l del Estado comprende, por tanto, 3 dimensiones:

● Subsuelo
● Espacio aéreo
● La superficie (incluyendo el suelo, la marítima, fluvial y lacustre)
● Extraterritorialidad situación de excepción, por ejemplo, barcos de guerra, sedes
diplomáticas, etc.

La fijación de límites:

Art 75 inc 15: “Corresponde al Congreso arreglar definitivamente los límites del territorio de
la Nación, fijar los de las provincias, crear otras nuevas, y determinar por una legislación
especial la organización, administración y gobierno que deben tener los territorios
nacionales, que queden fuera de los límites que se asignen a las provincias”.

De esta forma, la fijación de límites es un acto complejo que requiere la voluntad de 2 o más
Estados. Pueden concertarse o convenir bilateral o multilateralmente, siendo dos vías
posibles un tratado internacional y el arbitraje.

Implica un acto complejo, que requiere de la voluntad de 2 o más Estados. Puede realizarse
mediante la celebración de un tratado internacional o mediante el arbitraje.

Mar territorial​:

La ​Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar​ de 1982 dispuso:

● Mar territorial:​ un espacio de 12 millas marinas a partir de la línea de base,


donde el Estado ejerce soberanía plena.

● Mar adyacente:​ Las 12 millas siguientes, donde se le reconoce al Estado el


ejercicio del poder de policía.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

● Zona económica exclusiva:​ 200 millas a partir de la línea de base.

Argentina no suscribió inmediatamente esta Convención porque en el acta final fue incluida
una declaración que contrariaba la aspiración de nuestro país por obtener el reintegro de las
Islas Malvinas.

Legislación vigente: en 1991, el Congreso dio sanción a la Ley 23.968 por medio de la cual
adaptó nuestra normativa a las disposiciones de la Convención.

Punto 2:​

El pueblo​:

En su acepción más general, se lo entiende como un sinónimo de "población", considerada


ésta como el conjunto de habitantes de un Estado.

En una concepción más restringida, se entiende que el pueblo es el conjunto de habitantes


de un Estado que tiene derechos políticos. No es una mera sumatoria de individuos, sino
un conjunto humano estrechamente vinculado por lazos espirituales, que se manifiesta por
medio de una conciencia social.

En el Preámbulo ​se menciona al pueblo como mandante en el ejercicio del poder


constituyente y en el art. 33 se hace referencia a la soberanía del pueblo.

La nación​: ​Es la comunidad humana que, unida por lazos de raza, lengua, historia,
costumbres, tradiciones, etc; que les permite a sus integrantes participar en una comunión
de origen y de destino que los distingue de los demás.

Supone un territorio que constituye la base geográfica donde se asienta la población. En


general, aparece más o menos definido, pero puede ser también indeterminado. Algunos
pueblos han podido mantener los rasgos de su nacionalidad aún careciendo de territorio
propio.

La nación se expresa por medio de dos elementos vitales:

● La posesión en común de un legado de tradiciones


● El consentimiento actual y el deseo de vivir en común.

La Constitución aparece siempre como un elemento constitutivo del Estado, pero no de la


nación. Ésta generalmente existe con antelación.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

La nacionalidad y la ciudadanía​:

● Nacionalidad​: alude a la pertenencia de la persona a la nación, tratándose de un


vínculo sociológico. El nacional es el natural a una nación, en contraposición al
extranjero.

● Ciudadanía​: se refiere a la pertenencia de la persona a determinada comunidad


política o Estado. En la práctica se la vincula con el ejercicio de los derechos
políticos.

La Constitución ha adoptado un uso ambiguo de ellos, lo cual impide distinguir el concepto


de cada uno y sus diferencias respecto del otro.

El principio adoptado por la Constitución es conocido como "ius soli" o derecho de suelo.
Entra en contraposición con el "derecho de sangre", el cual establece que también son
argentinos los hijos de nativos que habiendo nacido en el país extranjero, opten por la
ciudadanía argentina (reconocido por ley).

En síntesis, todo ciudadano argentino tiene nacionalidad argentina, pero no todo el que
tiene nacionalidad argentina es ciudadano. Por ejemplo, un niño de 8 años nacido en el país
tiene la nacionalidad argentina, pero como no puede ejercer los derechos políticos (votar y
ser votado en cargos públicos), entonces no es ciudadano.

Antecedentes

En 1869, se dictó una "​ley de ciudadanía​" durante la presidencia de Sarmiento, que


estableció quiénes son argentinos y quiénes ciudadanos por naturalización, los
procedimientos y requisitos para adquirir la carta de ciudadanía y los derechos políticos de
los argentinos. No diferenciaba ciudadanía de nacionalidad.

Esta ley distingue tres formas diferentes de adquirir la nacionalización:

● Nacionalización por nacimiento: son los nativos, nacen en el territorio. La excepción son
los hijos de diplomáticos extranjeros residentes en nuestro país.

● Nacionalización por opción: es el caso de los hijos de argentinos nativos que, habiendo
nacido en el extranjero, pueden optar por la nacionalidad de sus padres.

● Nacionalización por naturalización: aquellos extranjeros mayores de 18 años, que hayan


residido durante 2 años continuos en nuestro país y manifiestan ante el juez federal su
voluntad de tener la nacionalidad argentina.

En 1978 se derogó la ley de ciudadanía y se dictó la ley de facto 21.795, que estableció un
nuevo régimen jurídico de la nacionalidad y ciudadanía. Distinguía:

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

● Argentinos nativos y argentinos por opción. Establecía un ​sistema de pérdida de la


ciudadanía, que se daba por naturalización en un país extranjero y por traición a la patria.

● Argentinos naturalizados. Establecía un sistema de cancelación que podía darse por el


empleo ilegal de la fuerza, o por la negación de los principios, derechos y garantías
establecidos en la Constitución.

En ambos casos, pasados los 5 años de pérdida o cancelación de la ciudadanía, se puede


readquirir una sola vez por pedido del interesado. El Poder Ejecutivo toma la decisión.

Legislación vigente​:

En 1984, bajo la presidencia de Alfonsín, se derogó la ley de facto y se restituyó la ley de


ciudadanía sancionada durante la presidencia de Sarmiento.

Ese mismo año, la Convención Americana sobre los DDHH, estableció explícitamente el
derecho a la nacionalidad. Por lo tanto, el sistema de pérdida y cancelación de la
ciudadanía por traición a la patria, era inconstitucional.

El otorgamiento de la carta de ciudadanía es un acto de gobierno atribuido al Poder Judicial.


Es un trámite que se realiza ante los tribunales federales, sin necesidad de la intervención
de un letrado

En el año 1995, mediante la ley 24.533, se impuso como requisito a quien solicita la carta
de ciudadanía el pago de la publicación de los edictos en un diario de la jurisdicción y otro
de circulación procesal. La publicación es necesaria a fin de satisfacer el principio
republicano de la publicidad y para recibir posibles impugnaciones.

La doble nacionalidad​:

Dado que la nacionalidad es un derecho inherente al hombre, en la generalidad de los


casos se ha establecido que si una persona adquiere voluntariamente otra nacionalidad,
esa circunstancia le hace perder la que antes tenía.

Pero existen excepciones. Nuestro país tiene firmados acuerdos internacionales con
España, Italia, entre otros, que prevén la ​doble nacionalidad​.

Por ejemplo, la CSJN en el año 2007, se pronunció sobre una causa en la cual un
ciudadano (Padilla), pretendía que se excluyera del Padrón Nacional de Electores a uno de
los ministros del tribunal, Zaffaroni, por tener la doble nacionalidad.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Punto 3:

Los extranjeros

La ley de Política Migratoria Argentina regula la admisión, el ingreso, la permanencia y el


egreso de las personas. Dispone que se entiende por inmigrante a todo aquel extranjero
que desee ingresar, transitar, residir o establecerse definitiva, temporaria o transitoriamente
en el país conforme a la legislación vigente.

Ingreso y admisión​:

Tanto el ingreso como el egreso de personas al territorio nacional se realizará


exclusivamente por los lugares habilitados por la Dirección Nacional de Migraciones (sean
terrestres, fluviales, marítimos o aéreos); donde serán sometidos al respectivo control
migratorio.

En el caso de que el extranjero no reúna los requisitos establecidos en la ley, pero que
existan razones excepcionales de índole humanitaria, interés público o cumplimiento de
compromisos adquiridos por Argentina, se podrá autorizar la entrada al país igualmente.

Rechazo​:

Si no cumple con los requisitos se le impide la entrada al territorio.

Aquellos cuyo rechazo se produjera por presentar documentación falsa ​→ ​se les prohíbe la
entrada al país por 5 años.

Si se encuentran en juego cuestiones relativas a la seguridad del Estado, cooperación


internacional o hay sospecha fundada de que la real intención del ingreso difiera de la
manifestada:

● El Gobierno Federal tiene la facultad de denunciar el hecho ante la Justicia Federal.


● No se autoriza el ingreso.
● La persona deberá permanecer en las instalaciones del punto de ingreso.
● Si se corroboran los hechos, se le rechaza el ingreso.

Inmigración​:

La ley de Política Migratoria nos da la definición de ​inmigrante​: "todo aquel extranjero que
desee ingresar, transitar, residir o establecerse definitiva, temporaria o transitoriamente en
el país conforme a la legislación vigente".

● Preámbulo​: asegura los beneficios de la libertad "para todos los hombres del mundo que
quieran habitar el suelo argentino".

● Art. 25​: "el gobierno federal fomentará la inmigración europea".

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Algunos como Sagués, consideran que este artículo es racista e ilegítima. Bidart Campos
sostiene que se menciona la inmigración europea porque era la más común en esos
tiempos. También por la afinidad a nuestra cultura, potencialmente satisfaría mejor el
cumplimiento de los fines de la CN.

● Art. 33​: "la inmigración no podrá ser restringida ni limitada de ningún modo, en ninguna
circunstancia, ni por pretexto alguno".

Permanencia de los extranjeros:

La ley de Política Migratoria establece cuatro tipos de residentes extranjeros.

● Residentes permanentes​: podrán desarrollar toda tarea o actividad remunerada


o lucrativa, por cuenta propia o en relación de dependencia, gozando de la
protección de las leyes que rigen la materia.

● Residentes temporarios​: podrán desarrollar las mismas tareas sólo durante el


período de su permanencia autorizada.

● Residentes transitorios​: no podrán realizar tareas remuneradas o lucrativas.


Con excepción de los incluidos en la subcategoría de "trabajadores migrantes
estacionales" y los que fueran expresamente autorizados por la Dirección
Nacional de Migraciones.

● Residentes irregulares​: no podrán trabajar o realizar tareas remuneradas o


lucrativas.

Los extranjeros deberán mantener actualizados ante la Dirección Nacional de Migraciones,


los datos referidos a su domicilio.

Expulsión de los extranjeros​:

El Estado conserva la facultad de expulsar a los extranjeros, si su conducta no se ajusta a


los requerimientos del mismo Estado.

La jurisprudencia de la CSJN ha admitido la expulsión de extranjeros de nuestro país,


cuando se la ha fundamentado en razones no arbitrarias y se ha otorgado la oportunidad de
defensa. (fallo "Transporte de Chaco").

Bidart Campos entiende que este hecho es inconstitucional, dado que viola la igualdad de
trata entre nacionales y extranjeros, amparado por derecho de permanecer en el territorio
del país que el art. 14 reconoce a todos los habitantes.

El art. 22 del Pacto de San José de Costa Rica, establece que un Estado puede expulsar a
un extranjero de su territorio si se dan las siguientes condiciones:

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

➢ Quien ingresó ilegalmente, puede ser expulsado en cumplimiento de una decisión


adoptada conforme a una ley.
➢ NO puede ser expulsado a otro país si su derecho a la vida o a la libertad personal
está en riesgo a causa de su raza, nacionalidad, religión o condición social.
➢ Está prohibida la expulsión colectiva de extranjeros.

Las personas jurídicas extranjeras:

Tienen reconocimiento jurídico en nuestra Constitución y en los arts. 33 y 34 del CCyC. La


atribución de la nacionalidad es una cuestión compleja, que tiene un antecedente en 1876,
durante la presidencia de Avellaneda:

En Santa Fe funcionaban dos bancos, uno oficial que dependía del gobierno local (Banco
Río de La Plata) y otro privado (Banco de Londres). Al producirse la crisis financiera, el
banco provincial cerró. El gobernador retiró la autorización y las reservas de oro al banco
inglés, por haber sido partícipe de maniobras financieras para precipitar la caída del banco
local.

El encargado de negocios británico en Buenos Aires, solicitó hablar con el ministro de


relaciones Exteriores nacional (Yrigoyen), justificando que necesitaba la protección del
Estado. El Banco de Londres e Inglaterra amenazaron con bombardear Santa Fe, sino
dejaba sin efecto la intervención del Banco.

Asi es como surge la ​doctrina de Yrigoyen​, negadora de la nacionalidad de las personas


jurídicas. Esto tiene como consecuencia que las personas extranjeras NO podían ser
protegidas diplomáticamente como lo pueden ser los ciudadanos extranjeros.

En el derecho comparado predomina la atribución de nacionalidad y hay 4 criterios:

✓ El del lugar de constitución (Inglaterra y EEUU)


✓ El del lugar de la sede social (Francia)
✓ Autonomía de la voluntad: deciden la nacionalidad los socios fundadores.
✓ El de la nacionalidad de las personas que aportan su capital a la sociedad o ejercen
su control (difusión después de la IIGM)

Punto 4:

El poder:

Es la relación de mando y obediencia que se manifiesta tanto dentro de las estructuras


estatales como fuera de ellas. Es reconocido como uno de los poderes del Estado y es el
objeto de estudio principal de la ciencia política.

Está conformado por dos elementos:

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

● Autoridad: algo que reconocemos como superior y a lo cual prestamos voluntario y


respetuoso acatamiento ante la posibilidad de una consecuencia.
● Coacción: implica el uso de la fuerza para no tolerar desviaciones graves,
resistencias o rebeliones.

Entonces, el poder debe estar fundamentado en la autoridad y sin ella pierde razón de ser.
La autoridad se relaciona con el concepto de legitimidad.

Legitimidad de origen y de ejercicio​:

La ​legitimidad se vincula con el respeto de los gobernantes por las reglas previamente
establecidas y con el propio consentimiento de los gobernados. Es la creencia de que la
autoridad surge del acatamiento del derecho.

● Legitimidad de origen​: se relaciona con el procedimiento de acceso al poder. Si el


gobernante ha llegado a este con arreglo a las modalidades establecidas en la
Constitución, tiene legitimidad.

● Legitimidad de ejercicio​: tiene en consideración los modos de obrar en la función de


gobierno. Si el poder es ejercido conforma a la justicia y según lo establecido por la CN,
tendrá legitimidad.

Se puede tener legitimidad de origen pero carecer de legitimidad de ejercicio.

La soberanía​:

Es el​ ejercicio de poder​ de forma ​suprema​ e ​independiente​.

En nuestro país, la soberanía le corresponde al Gobierno Federal, ya que se trata de una


autoridad suprema, es superior a cualquier otro organismo que se desenvuelva en el ámbito
del Estado. Y es independiente frente a cualquier voluntad externa.

Las provincias son autónomas (tienen la facultad de dictar sus propias leyes de carácter
general, las cuales son obligatorias en su ámbito jurisdiccional), pero no soberanas.

Punto 5

Las relaciones entre el Estado y la Iglesia​.


Las relaciones del poder del Estado frente al orden religioso adoptan, en las distintas
constituciones, 4 posiciones:

● Estado sacral: los fines del Estado aparecen subordinados a los principios religiosos.
El Estado pasa a convertirse en un instrumento de lo espiritual. Son ejemplos los
antiguos Estados teocráticos (Egipto, Babilonia). En la actualidad es un sistema casi
impracticable, la excepción está dada por Irán.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

● Estado confesional o secular​: los fines políticos aparecen diferenciados de los


espirituales. Pueden no tener una religión oficial y garantizan una amplia libertad de
cultos en general, pero privilegian en su tratamiento constitucional a determinada
confesión. Por ejemplo, Argentina, España e Italia tienen la confesión católica.
Inglaterra tiene la confesión anglicana.

● Estado laico​: postura neutral, pero no necesariamente agnóstica. El Estado no tiene


una religión oficial ni privilegia a ninguna en su tratamiento. Reconoce una amplia
libertad de cultos. Por ejemplo, Uruguay y Estados Unidos.

● Estado antirreligioso​: la religión constituye un obstáculo para el normal desarrollo de


los fines políticos del Estado. Se limita la libertad de expresión religiosa. Por ejemplo,
la Unión Soviética.

La confesionalidad de la Constitución Nacional​:

Nuestro Estado adopta una ​postura confesional​, dado que hay ​libertad de cultos pero no
igualdad​. En las disposiciones constitucionales se le reconoce al culto católico y a su
Iglesia, preeminencia sobre las demás confesiones.

➢ Preámbulo:​ invoca a Dios como "fuente de toda razón y justicia".

➢ Art. 2:​ "el gobierno federal sostiene el culto católico apostólico romano".

➢ Art. 14: enuncia entre los derechos de todos los habitantes "profesar libremente
su culto".

➢ Art. 19:​ "las acciones privadas de los hombres están solo reservadas a Dios"

La Reforma de 1994 suprimió, entre los requisitos para desempeñar la presidencia y la


vicepresidencia, la exigencia de pertenecer a la religión católica apostólica romana. Y
consecuentemente, el requerimiento de que al tomar posesión del cargo, prestarán
juramento religioso.

Concordato​:

Acuerdo entre la Santa Sede y un Estado para regular las relaciones entre ellos. Es una
atribución que le corresponde al Poder Ejecutivo y se necesita la aprobación o rechazo del
Poder Legislativo.

Concordato con la Santa Sede 1966​ (presidencia de facto de Onganía):

Tiene antecedentes en la presidencia de Illia. En 1966 se firma un acuerdo entre Argentina


y la Santa Sede, el cual modificará sus relaciones. Fue aprobado por una ley de facto y
ratificado en 1967.

42
Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

El concordato establece:

○ El Estado Argentino reconoce y garantiza a la Iglesia Católica el libre y pleno ejercicio


de su poder espiritual y de su culto.

○ El nombramiento de arzobispos y obispos es competencia de la Santa Sede, pero ésta


debe comunicar al gobierno argentino el nombre de la persona elegida para conocer si
median objeciones de carácter político contra ella.

○ Se elimina el derecho de pase en favor del Poder Ejecutivo.

○ Derecho de la Santa Sede a publicar disposiciones relativas al gobierno de la Iglesia, y


a mantener libre correspondencia con los obispos.

La Reforma de 1994 ha terminado con las dudas acerca de su constitucionalidad dado a


que le otorgó al concordato jerarquía superior a las leyes (art. 75 inc. 22)

Punto 6:​

Las obligaciones constitucionales:

Las constituciones imponen deberes, que son una consecuencia necesaria e inevitable de
la existencia misma de los derechos. En nuestra Constitución existen obligaciones que en
algunos casos abarcan a todos los habitantes, y en otros, a grupos determinados o
indeterminados de ellos.

De forma explícita:

➢ Art. 21: la defensa de la patria y la CN


➢ Art. 36: defensa del orden constitucional
➢ Art. 41: el deber de preservar el ambiente.
➢ Las que surgen del reconocimiento de derechos.

También existen las obligaciones que son consecuencia de principios y declaraciones de la


Constitución:

➢ El principio de afianzar la justicia, compromete al gobierno y a los habitantes.


➢ Los principios esenciales de la forma republicana de gobierno (libertad política,
religiosa, control, publicidad).

La CSJN ha resaltado que los deberes NO son absolutos, como tampoco son los derechos.
(caso Portillo).

43
Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Bolilla 6:

Punto 1:

El Estado federal:

El federalismo es una forma de Estado caracterizada por la descentralización del poder con
relación al territorio. Esto significa que además del órgano central, existen órganos
locales.Lo que caracteriza a la descentralización política es la autonomía que tiene el
órgano descentralizado.

Origen: Si bien se afirma que el federalismo, como forma de Estado regulada


constitucionalmente, nació con la Constitución de los Estados Unidos de 1787, hay otros
antecedentes mucho más antiguos. Algunos autores mencionan como el más remoto
antecedente a la formación de la Liga Aquea, que existió en Grecia. No se distinguía
suficientemente entre la federación y la confederación. Esta confusión de conceptos se
produjo, incluso, en nuestros constituyentes de 1853, los cuales, habiendo establecido la
forma de Estado federal, la titularon como “Constitución de la Confederación Argentina”. A
menudo se ha vinculado al federalismo con el sistema republicano de gobierno y con la
democracia. Es exagerado atribuir estas virtudes sólo al federalismo, sin embargo, la
descentralización suele ofrecer mejores condiciones para el ejercicio de la libertad.

Comparación con otros sistemas federales: Nuestro federalismo tuvo una génesis
distinta del norteamericano. En los Estados Unidos, los trece Estados que se habían
independizado de Inglaterra se hallaban vinculados entre sí. En nuestro país, en cambio, las
provincias llegaron a la federación luego de pasar por un largo período de anarquía
precedido de una hegemonía del gobierno central.

Pactos preexistentes y pactos especiales: La doctrina constitucional suele distinguir


entre los pactos preexistentes y los pactos especiales. Los primeros son los mencionados
en el ​Preámbulo​; los segundos, los aludidos en el ​artículo 121​.

La expresión “pactos preexistentes” hace referencia a los pactos anteriores a nuestra


Constitución y ha sido objeto de variadas interpretaciones. Algunos autores, en una posición
más restringida, sostienen que son únicamente los tratados más próximos y relevantes para
nuestra organización nacional. Otros, con criterio más amplio, incluyen todos los acuerdos
que fueron generando una evidente inclinación federal.

La mención de los pactos especiales que hace el art. 121 fue incorporada por la reforma de
1860. Según ella, “las provincias conservan todo el poder no delegado por esta Constitución
al gobierno federal, y el que expresamente se hayan reservado por pactos especiales al
momento de su incorporación”.

44
Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Punto 2:

Las relaciones en el Estado federal:

Subordinación: No se puede afirmar que en el Estado federal haya una dependencia de


los Estados miembros respecto del poder central. Empero, para preservar la unidad
federativa, el orden jurídico local se subordina al federal sólo en aquellos aspectos que
hayan sido objeto de previa delegación y reconocimiento.

Son ejemplos de esta relación, entre otras, las cláusulas referidas a:

➢ La intervención federal (art. 6)


➢ El estado de sitio (art. 23)
➢ La supremacía del derecho federal (art. 31)
➢ La fijación de limites interprovinciales a cargo del Congreso (art. 75, inc. 15)
➢ Las condiciones que deben reunir las constituciones provinciales y la garantía federal
(art. 5)

Participación​: En este tipo de relación se pone énfasis en la necesidad de que las


provincias formen parte de las instituciones del poder federal, interviniendo en ellas y
colaborando en el ejercicio de sus atribuciones.

Constituyen ejemplos de relaciones de participación la integración del Senado con tres


representantes por provincia (art. 54) y la elección distrital de los diputados nacionales (art.
45), si bien estos representan al pueblo de la Nación.

Coordinación: Es la relación que surge del reparto de competencias establecido por la


Constitución Nacional. Es una cualidad imprescindible para mantener la armonía del Estado
federal. Nuestra Ley Fundamental ha determinado atribuciones específicas tanto para el
Estado Nacional como para las provincias. Cuando tal delimitación no surge expresamente,
se recurre al principio general del artículo 121, según el cual “las provincias conservan todo
el poder no delegado por esta Constitución al gobierno federal”.

Hay poderes expresamente delegados por las provincias al Estado federal:

➢ Declaración de intervención federal (art. 6) y del estado de sitio (art. 23).


➢ Atribución de dictar los códigos de fondo (art. 75, inc. 12).

También hay poderes no delegados por las provincias:

➢ Atribución de dictarse sus propias constituciones locales (art. 5)


➢ Elegir sus propias autoridades (art. 122)
➢ Establecer su régimen municipal, educación primaria y la administración de justicia
(art.5)

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Igualdad y cooperación: Son aquellas que ponen de manifiesto la igualdad de los Estados
locales y la necesaria colaboración entre ellos. Provienen de vinculaciones que tienen como
protagonistas a las provincias entre sí y no con relación al Estado federal. Son ejemplos la
igualdad de derechos entre los habitantes de las provincias y la obligación de éstas
respecto de la extradición de criminales.

Artículo 8​: “Los ciudadanos de cada provincia gozan de todos los derechos, privilegios e
inmunidades inherentes al título de ciudadano en las demás. La extradición de los
criminales es de obligación recíproca entre todas las provincias”.

Punto 3:

Las zonas de jurisdicción federal:

Artículo 75. Inciso 30: “Corresponde al Congreso ejercer una legislación exclusiva en el
territorio de la capital de la Nación y dictar la legislación necesaria para el cumplimiento de
los fines específicos de los establecimientos de utilidad nacional en el territorio de la
República. Las autoridades provinciales y municipales conservarán los poderes de policía e
imposición sobre estos establecimientos, en tanto no interfieran en el cumplimiento de
aquellos fines”.

Los establecimientos de utilidad nacional son las dependencias del Poder Judicial federal,
de la Policía Federal, de las fuerzas armadas, universidades nacionales, puertos y
aeródromos federales, etc.

Hasta 1968, la jurisprudencia de la Corte Suprema había mostrado un criterio vacilante. A


partir de dicho año, adoptó una postura más firme al entender que los lugares sometidos a
la jurisdicción nacional quedaban virtualmente federalizados y en consecuencia, sustraídos
absolutamente de toda jurisdicción provincial.

En 1976 retomó el criterio de concurrencia de jurisdicciones en la medida en que no se


afectará la finalidad del establecimiento de utilidad nacional. En muchas ocasiones, esta
facultad federal era utilizada abusivamente y en contradicción con el principio de integridad
territorial.

La reforma de 1994 ha determinado que las provincias y los municipios, en estos casos,
conservan los poderes de policía e imposición sobre estos establecimientos. Ello implica
consagrar en el texto constitucional la última y mejor jurisprudencia de la Corte.

Punto 4:

Las provincias. Su indestructibilidad y sus límites. Los conflictos interprovinciales:

En nuestra organización estadual los Estados locales reciben el nombre de “provincias".


Estas constituyen unidades orgánicas cuya integridad territorial está garantizada, gozan de
sus propias atribuciones y se gobiernan por sí mismas. Están dotadas de autonomía, de

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

modo que tienen capacidad para dictar sus propias leyes respetando ciertas condiciones
establecidas por la Constitución. La soberanía, empero, es solo patrimonio del Estado
federal. Tienen personalidad jurídico-política.

Las provincias más antiguas, llamadas históricas, preexistentes al propio Estado federal,
fueron factor decisivo para su creación. Se trata de las catorce provincias originarias, trece
de las cuales fueron las que dieron origen a la Constitución Nacional de 1853.

Entre 1951 y 1956, ocho territorios nacionales fueron provincializados, dando lugar a lo que
se conoce como “nuevas provincias”.

La Constitución garantiza a las provincias su ​integridad territorial:

Artículo 13: “Podrán admitirse nuevas provincias en la Nación; pero no podrá erigirse una
provincia en el territorio de otra u otras, ni de varias formarse una sola, sin el consentimiento
de la Legislatura de las provincias interesadas y del Congreso”.

Sobre la base de esta disposición se ha afirmado el carácter indestructible de las provincias,


que la Corte Suprema ha reconocido expresamente. Sin embargo, este carácter es relativo.
El propio artículo permite que se unan dos o más provincias o que una se divida, hipótesis
que pueden suponer la desaparición de alguna provincia. Para que ello ocurra, la
Constitución determina recaudos severos, requiriendo el consentimiento de las provincias
interesadas y del Congreso.

También, se le asigna al Congreso la atribución de fijar los límites de las provincias. Esta
facultad debe ser ejercida conforme a los principios y normas constitucionales. No podrá
afectar arbitrariamente la integridad territorial de una provincia al fijar sus límites con otra.

Si el conflicto se produce después de que los límites han sido determinados, le corresponde
a la Corte Suprema dirimir la cuestión.

La Constitución obliga a las provincias a afianzar sus lazos de paz con las demás. En
armonía con ese objetivo, se determina:

Artículo 127: “Ninguna provincia puede declarar, ni hacer la guerra a otra provincia. Sus
quejas deben ser sometidas a la Corte Suprema de Justicia y dirimidas por ella. Sus
hostilidades de hecho son actos de guerra civil, calificados de sedición o asonada, que el
Gobierno federal debe sofocar y reprimir conforme a la ley”.

La garantía federal: ​La autonomía reconocida por las provincias tiene como únicos límites
los establecidos por la Constitución Nacional. Así, deben dictarse sus constituciones, pero
estas tendrán que establecer el sistema de gobierno representativo republicano, además de
asegurar su administración de justicia, su régimen municipal y la educación primaria.

47
Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Artículo 5: Cada provincia dictará para sí una Constitución bajo el sistema representativo
republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la Constitución
Nacional; y que asegure su administración de justicia, su régimen municipal, y la educación
primaria. Bajo estas condiciones el Gobierno federal, garantiza a cada provincia el goce y
ejercicio de sus instituciones.

Los constituyentes no solo proclamaron la autonomía de las provincias, sino que también
estimaron conveniente consagrar el compromiso del Estado federal de contribuir a
asegurarla. Por eso el artículo 5, en su última parte, establece “bajo de estas condiciones el
Gobierno federal, garante a cada provincia el goce y ejercicio de sus instituciones.” Esta
cláusula es conocida con el nombre de garantía federal.

Se suele considerar como su fuente el art. 5 de la Constitución de Suiza de 1848.

Se trata de una garantía pública o institucional. El gobierno federal debe ejercerla tanto por
omisión (no entorpeciendo la autonomía) como por acción. En este caso deberá adoptar las
medidas necesarias para preservarla o restablecerla: advertencias a sus autoridades,
requerimientos a sus gobernadores, auxilio económico, intervenir sus instituciones, etc.

La realidad muestra, sin embargo, que el Estado federal no ha sido el mejor protector de las
autonomías provinciales. Al contrario, la principal amenaza proviene del propio poder
central.

Punto 5:

La intervención federal en las provincias:

La intervención federal constituye uno de los instrumentos extraordinarios o de excepción


del derecho constitucional, mediante el cual el Estado federal, en casos de grave
emergencia, interfiere en la autonomía de las provincias a los efectos de asegurar el
cumplimiento de fines superiores establecidos por la Constitución.

Artículo 6: “El Gobierno federal interviene en el territorio de las provincias para garantir la
forma republicana de gobierno, o repeler invasiones exteriores, y a requisición de sus
autoridades constituidas para sostenerlas o restablecerlas, si hubiesen sido depuestas por
la sedición, o por invasión de otra provincia”.

​ as causales pueden ser agrupadas en dos categorías conforme al trámite o la modalidad


L
que se deba seguir. En algunos casos, la intervención puede ser dispuesta por el gobierno
federal por sí mismo. En otros, la Constitución determina el requerimiento previo de las
autoridades de la provincia.

Las causales sin previo requerimiento son:


➢ Garantizar la forma republicana de gobierno.
➢ Repeler invasiones extranjeras.

48
Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Es necesario el previo requerimiento para:

➢ Intervención con el propósito de sostener o restablecer las autoridades, si hubieran


sido depuestas por sedición o por invasión de otra provincia.

Artículo 75. Inciso 31: “Corresponde al Congreso disponer la intervención federal a una
provincia o a la ciudad de Buenos Aires. Aprobar o revocar la intervención decretada,
durante su receso, por el Poder Ejecutivo”.

En caso de receso del Congreso, debe decretarla el Poder Ejecutivo, y debe convocarlo
simultáneamente para su tratamiento. La intervención federal puede tener distintos
alcances.

En algunos casos, los más frecuentes, comprende a los tres poderes de la provincia. En
otros, a uno o dos de ellos.

Si la intervención abarca los tres poderes, se designa a un interventor federal quien se


hace cargo del Poder Ejecutivo y se declara en comisión al Poder Judicial, lo cual implica
suspender la inamovilidad de los magistrados judiciales. La reforma de 1994 agregó la
posibilidad de intervención de la Ciudad de Buenos Aires.

La Constitución no contempla forma alguna de designación del interventor federal, y ni


siquiera menciona tal funcionario. No se duda, empero, que este debe ser designado por el
Poder Ejecutivo Nacional. En relación a sus facultades, ellas surgen del acto de la
intervención, además de las instrucciones que le imparta el Presidente. El interventor le
debe acatamiento tanto a la Constitución Nacional como, en principio, a la Constitución local
y a sus leyes.

La Corte Suprema de Justicia ha considerado que la declaración de intervención federal de


una provincia es un acto político no judiciable.

La práctica de la intervención federal en la Argentina:

En la práctica, se advierte una deformación de la intervención federal, la cual ha sido usada


con demasiada frecuencia para sojuzgar a las provincias cuyos gobiernos ejercían
oposición contra las políticas del gobierno federal. En los más de 160 años de vida
institucional, bajo la vigencia de la Constitución Nacional, el gobierno federal se valió del
recurso de la intervención en 168 oportunidades.

El gobierno que dispuso el mayor número de intervenciones fue el de Hipólito Yrigoyen, en


veinte oportunidades. Durante la presidencia de Raúl Alfonsín, en cambio, no se registró
ninguna intervención, convirtiéndose así en el primer gobierno que desde 1853 no utilizó el
recurso.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

La inmensa mayoría de las intervenciones fueron realizadas invocando la necesidad de


garantizar la forma republicana de gobierno, seguramente por ser la más amplia de las
causales y también la más ambigua.

Punto 6:

El régimen municipal: Concepto, antecedentes y caracteres. Sistemas. Los


municipios de convención:

Los ​municipios son entidades naturales y necesarias que como tales han precedido a su
creación legislativa. Su finalidad es la realización del bien común en el ámbito local.

Desde la perspectiva del ámbito geográfico o territorial, cabe distinguir distintos sistemas de
organización:

● Municipio-partido: El territorio provincial se divide en partidos. Existe una ciudad


principal, donde tienen su asiento las autoridades municipales y otros centros de
población, donde funcionan delegaciones municipales. Estas son meras
descentralizaciones administrativas del gobierno municipal y sus autoridades son
elegidas por el intendente municipal.

● Municipio-ciudad​: El ámbito geográfico del municipio solo comprende el ejido urbano.


Rescata en más alto grado la función del municipio como comunidad natural y necesaria.
Es el sistema más difundido.

● Municipio-distrito​: Variante intermedia. En la ciudad principal tiene su asiento el


municipio y en los núcleos urbanos y rurales más importantes se instalan centros o juntas
vecinales (“comunas”).

La referencia que hace la Constitución con respecto a los municipios es breve. En el artículo
5 requiere, entre las obligaciones de las provincias, el establecimiento de su propio régimen
municipal.

En el derecho público provincial se observó en una primera época una clara tendencia a la
autarquía (meras descentralizaciones del gobierno provincial). Con la creación de las
nuevas provincias comenzó a insinuarse el reconocimiento de la autonomía municipal. La
reforma de 1994 estableció:

Artículo 123: “Cada provincia dicta su propia constitución, conforme a lo dispuesto por el
Artículo 5° asegurando la autonomía municipal y reglando su alcance y contenido en el
orden institucional, político, administrativo, económico y financiero”.

El artículo reconoce la autonomía de los municipios, pero subordina su alcance y contenido


a aspectos básicos que deberán ser objeto de reglamentación por cada provincia en su
Constitución. Se afirmó la autonomía municipal y se lo hizo con respeto del federalismo.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Los municipios de convención son aquellos a los cuales se les reconoce un grado de
autonomía tal, que les permite dictar sus propias cartas orgánicas o constituciones
municipales. O sea, ejercen un poder constituyente de tercer grado.

Un primer antecedente histórico lo hallamos en la Constitución de Santa Fe de 1921, de


efímera vigencia. Las cartas comunales constituyen un ordenamiento normativo
fundamental, que da basamento al régimen político-económico según las necesidades y los
requerimientos del orden local.

El régimen municipal de la Ciudad de Buenos Aires:

La Ciudad de Buenos Aires ha adquirido, después de la reforma de 1994, un rango


constitucional especial; ello, con independencia de su condición de Capital de la República.

Artículo 129: “La ciudad de Buenos Aires tendrá un régimen de Gobierno autónomo con
facultades propias de legislación y jurisdicción, y su jefe de gobierno será elegido
directamente por el pueblo de la ciudad. Una ley garantizará los intereses del Estado
nacional mientras la ciudad de Buenos Aires sea capital de la Nación”.

Ello implica reconocerle a la ciudad una situación institucional particular, que excede de la
de los municipios de provincia, pero que no llega a ser la de una provincia más.

La Corte Suprema ha expresado que no es un Estado interior ni federado como las


provincias. En algunos aspectos, su condición se asimila a la de las provincias: tiene
representación en el Senado y en la Cámara de Diputados, participa en el régimen de
coparticipación federal, y puede ser objeto de intervención federal. Tiene amplia autonomía,
que incluye facultades propias de legislación y jurisdicción; sin embargo, se halla limitada
por una ley que garantizará los intereses del Estado mientras sea Capital.

La capital de la República:

La Convención Constituyente de 1853 declaró, en el art. 3, a la Ciudad de Buenos Aires


como Capital de la Confederación. Esta cláusula provocó graves conflictos, puesto que
Buenos Aires no había tomado parte en dicha Convención. No fue aceptada por Buenos
Aires, y ello obligó a Urquiza a fijar la residencia de las autoridades federales en Paraná.

En la Convención Constituyente de 1860 se tomó el criterio de no establecer la capital por


medio de la Constitución y requerir la previa cesión, por parte de la Legislatura provincial,
del territorio que se iba a federalizar.

Durante la presidencia de Avellaneda, en 1880, se sancionó la Ley 1029 (ley de


federalización de la ciudad de Buenos Aires). La legislatura de Buenos Aires aceptó, ese
mismo año, la cesión del territorio de la ciudad para residencia de las autoridades federales.

El 19 de noviembre de 1882, el gobernador de la provincia, Dardo Rocha, fundó la ciudad


de La Plata, donde se estableció la capital de la provincia. A partir de entonces hubo varios

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

intentos de trasladar la Capital Federal a otro lugar del país. El último de ellos fue en 1987,
cuando se intentó trasladarla a una zona comprendida entre Rio Negro y Buenos Aires. Este
se vio frustrado por los acontecimientos políticos que sobrevinieron, que hicieron imposible
su concreción.

Régimen de los territorios nacionales:

Al organizarse nuestro Estado federal quedó un importante territorio remanente que no


pertenecía a ninguna de las provincias preexistentes.

Ello hizo necesaria una previsión constitucional que estableciera su situación jurídica e
institucional. El art. 75 inc. 15 dispone que corresponde al Congreso "determinar por una
legislación especial la organización, administración y gobierno que deben tener los
territorios nacionales, que queden fuera de los límites que se asignen a las provincias.”

En 1990 se provincializó el territorio nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del
Atlántico Sur, por lo cual la mención de los territorios nacionales en la Constitución ha
perdido relevancia.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Bolilla 7:

Punto 1:

Derechos Civiles: La Constitución Nacional ha puesto especial énfasis en la protección de


los derechos individuales. No otorga derechos, sino que, solo se limita a reconocerlos,
porque ellos están en la naturaleza misma del hombre. En la época que fue sancionada la
Constitución eran denominados derechos individuales o civiles, hoy en día reciben el
nombre de personales o humanos.

La CN protege una amplia gama de derechos. Muchos expresamente mencionados en el


artículo 14. Los que no están enunciados, surgen de la cláusula amplia y abierta del artículo
33.

Artículo 14: “Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme
a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: de trabajar y ejercer toda industria lícita;
de navegar y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y
salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; de usar y
disponer de su propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar libremente su culto; de
enseñar y aprender”.

Artículo 33: “Las declaraciones, derechos y garantías que enumera la Constitución, no


serán entendidos como negación de otros derechos y garantías no enumerados; pero que
nacen del principio de la soberanía del pueblo y de la forma republicana de gobierno”.

Derechos Sociales: ​Con el constitucionalismo social surge la importancia de consagrar la


tutela de otros derechos, en particular los que protegen a los sectores más desfavorecidos
de la comunidad. En nuestro país primero se sancionaron leyes en el siglo XX. Tomaron
rango constitucional con la reforma de 1949, y después de la derogación de la misma con la
reforma de 1957.

Derechos Políticos: Son aquellos que vinculan especialmente al ciudadano con el Estado.
Una de sus manifestaciones más importantes es el derecho a elegir y a ser elegido. La
Constitución originaria estableció los siguientes derechos políticos:

● Soberanía popular: el pueblo es titular de la soberanía (Preámbulo y art. 33)


● Sistema representativo: el pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus
representantes (art. 1 y 22)

La reforma de 1994 amplió los derechos políticos:


● Se reforzó el principio de soberanía popular
● La democracia se volvió más definida
● Fueron reconocidos expresamente otros instrumentos de participación política, la
iniciativa y la consulta popular, propios de la democracia semidirecta.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Antecedentes de los derechos políticos:

La representación es un concepto relativamente nuevo en la historia de las ideas políticas.


Comenzó a difundirse a partir de la Revolución Francesa, a impulso de los desarrollos
doctrinales de Emmanuel Sieyes. Antes de ello, la representación era estamentaria,
sectorial o funcional. A partir de entonces, la representación política, se convirtió en un
principio esencial de la democracia indirecta o representativa.

El pueblo gobierna, pero lo hace por medio de sus representantes. Queda incluido toda la
sociedad, no solo un estamento de ella. Desde la sanción de la Constitución de 1853, la
República Argentina adoptó para su gobierno la forma representativa republicana con
estructura federal y estableció el sistema presidencial, con un Congreso bicameral.

Punto 2:

Régimen de los derechos políticos:

Los derechos políticos gozan tutela expresa a partir de la reforma constitucional 1994:

Artículo 37: “Esta Constitución garantiza el pleno ejercicio de los derechos políticos, con
arreglo al principio de la soberanía popular y de las leyes que se dicten en consecuencia. El
sufragio es universal, igual, secreto y obligatorio”

Sufragio: Es un derecho público funcional. Comprende el derecho de elegir (sufragio


activo) y el de ser elegido (sufragio pasivo). Se encuentra contemplados en el artículo 37. y
su ejercicio está reglamentado por el Código Electoral Nacional.

La reforma, le reconoció jerarquía constitucional a principios fuertemente arraigados en el


sistema democrático de nuestro país, que habían tenido inserción legislativa a partir de la
Ley Saenz Peña en 1912:

➔ Carácter universal: implica que todos los ciudadanos tienen derecho a votar, con las
únicas y razonables exclusiones que formule la ley.

➔ Carácter igualitario: excluye la posibilidad de aplicar cualquier sistema que otorgue


más valor al voto de un elector que al de otro. Queda constitucionalmente prohibido el
voto calificado.

➔ Secreto: Tiende a evitar que el elector sea presionado antes, durante o después
emitido. Quien vota tiene el derecho a guardar en su conciencia su preferencia
electoral.

➔ Obligatorio:​ Se convierte en un deber jurídico. Es una obligación constitucional.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Las bases constitucionales del sufragio: La CN tiene apenas 10 normas que se refieren
al régimen electoral, 5 de las cuales están referidas a la elección de presidente y de
vicepresidente.

● Igualdad real de oportunidades entre varones y mujeres (art. 37 última parte). La


participación política de la mujer, especialmente en el desempeño de cargos
electivos, refleja una notoria disparidad en relación a los hombres. Se sancionó la
Ley de Cupos Femeninos o del 30%. Fue un paso importante para que la mujer
adquiera mayor importancia política.

● Elección de diputados nacionales (art. 37 última parte): Directa. No hay


intermediarios entre la voluntad popular y el representante. Distrital: el territorio está
dividido en secciones electorales coincidentes con los límites provinciales y CABA.
A simple pluralidad de sufragios. Representación proporcional: el número de
diputados de cada distrito se determina según la población.

● Elección de senadores nacionales (art. 54): Sistema mayoritario de lista incompleta


Tres senadores por provincia y por CABA, de forma directa y conjunta. Las listas se
conforman con dos candidatos de distinto sexo.

● Elección presidente y vicepresidente (art. 94): Originariamente se estableció la


elección indirecta, siguiendo el modelo norteamericano. Se realizaba mediante
colegios electorales. Consideraban que la elección inmediata debía ser por los
hombres más capaces de analizar las cualidades necesarias para ser presidente.

No dio resultados favorables, por lo que en 1994 se modificó: La elección es


entonces: Por distrito único; directa; por mayoría calificada de votos: para resultar
electo en la primera vuelta electoral, la fórmula debía obtener más del 45% de los
votos, o un mínimo del 40% con una diferencia de 10% de la segunda fórmula más
votada. Si no los hubiese obtenido, se recurre a la segunda vuelta o ballotage.

Sistemas electorales: La expresión designa el procedimiento o la técnica mediante los


cuales son distribuidos y adjudicados los cargos electivos en relación con los resultados
electorales. Son medios instrumentales de realización de la democracia representativa.

Clasificación según la ​distribución territorial:

• Sistema de distrito único: no hay división territorial del Estado a los efectos electorales.
Cada elector vota por tantos candidatos como cargos haya que cubrir. (presidente,
vicepresidente, gobernadores)

• Sistema de circunscripciones uninominales: el territorio se divide en la misma cantidad de


cargos a cubrir. Por cada circunscripción, resulta electo un único miembro, para cubrir un
órgano compuesto por múltiples personas. Por ejemplo, Parlamento.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

• Sistema de circunscripciones plurinominales: se divide el territorio en distritos. En cada


uno de ellos, el elector elige un número determinado de cargos electivos votando por una
lista, que contiene igual o menor cantidad de candidatos que las vacantes a cubrir.
(diputados nacionales).

Clasificación según la ​organización política:

• Sistemas mayoritarios: la lista que obtiene la mayor cantidad de votos cubre la totalidad de
los cargos electivos que corresponden a un distrito. Reconoce dos variantes: Mayoría
absoluta y Mayoría calificada.

• Sistemas minoritarios: se procura otorgar representación a la oposición. La ley Saenz


Peña de 1912, estableció el sistema de lista incompleta para la elección de electores de
presidente, vicepresidente y de diputados nacionales. El partido político que obtenía más
voto, cubría dos tercios de los cargos, y el que obtenía el segundo lugar, el tercio restante.
(actualmente senadores).

• Sistemas de representación proporcional: tienden a lograr una representación política que


sea el más exacto reflejo de la voluntad popular. Se los emplea para la elección de cargos
electivos que correspondan a órganos colegiados, como diputados. La variante más
utilizada es el sistema D'Hont.

En nuestro país, coexisten tres formulas diferentes:

➢ Sistema mayoritario calificado con eventual segunda vuelta (presidente, vicepresidente)


➢ Sistema mayoritario con lista incompleta (senadores)
➢ Sistema de representación proporcional (diputados)

Punto 3:

Partidos Políticos:

Son agrupamientos sociales constituidos con el deliberado propósito de alcanzar el ejercicio


del poder. Tienen su fundamento expreso o implícito en determinados contenidos
ideológicos o programas de acción y disponen de una organización propia, mediante la cual
pretenden representar múltiples intereses de la comunidad.

Constituyen una de las más relevantes manifestaciones del ejercicio de los derechos de
asociación y reunión.

Uno de los rasgos que los diferencia de otros grupos sociales es su vocación explícita por
alcanzar el ejercicio efectivo del poder en el Estado; tratan de conquistar el poder y
ejercerlo.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Son instrumentos fundamentales en los regímenes democráticos contemporáneos, es


esencial para su funcionamiento. Su origen es reciente, en el siglo XIX, en países dotados
del sistema liberal: Estados Unidos y Europa Occidental.

Clasificación:

● Partido parlamentario: es el primer tipo de partido político moderno, originado en el


Parlamento de Inglaterra. No tenían prácticamente existencia por fuera de las
cámaras parlamentarias. Eran agrupamientos dentro del Parlamento según
afinidades. El primero en Argentina fue el PAN.

● Partido de masas: organizaciones partidarias fuertes y amplias. Ideología estructurada


y jerarquía marcada. Ejemplo: UCR.

● Partido profesional electoral: la ideología no es preponderante. Desarrollan una gran


actividad durante las elecciones.

● Partido atrapa-todo: buscan atraer votantes de diversos puntos de vista e ideologías.

Institucionalización de los partidos políticos: El origen de los partidos políticos es


complejo. Son genuinas creaciones sociales, fruto de un derecho espontáneo. No deben su
existencia a un reconocimiento constitucional explícito, ni por meras regulaciones de la ley.

Durante muchos años, las constituciones guardaron silencio sobre estas instituciones Uno
de los primeros intentos de llevar el reconocimiento de los partidos se produjo con la
sanción de la Constitución de Weimar de 1919. Sin embargo, el reconocimiento solo tuvo
lugar en forma indirecta y precaria.

La Constitución de Italia de 1947 fue una de las primeras que adoptó una postura
claramente receptiva. La Constitución de Uruguay de 1966 ha sido una de las que ha
brindado mayor reconocimiento y protección institucional a los partidos políticos.

Nuestra Constitución, siguiendo los moldes tradicionales del constitucionalismo liberal,


guardó silencio hasta la reforma de 1994. Los partidos políticos estaban en nuestra
Constitución material, pero no en la formal. Su reconocimiento se hallaba fundamentado en
el derecho a asociarse.

Artículo 38: “Los partidos políticos son instituciones fundamentales del sistema
democrático.

Su creación y el ejercicio de sus actividades son libres dentro del respeto a esta
Constitución, la que garantiza su organización y funcionamiento democráticos, la
representación de las minorías, la competencia para la postulación de candidatos a cargos
públicos electivos, el acceso a la información pública y la difusión de sus ideas.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

El Estado contribuye al sostenimiento económico de sus actividades y de la capacitación de


sus dirigentes.

Los partidos políticos deberán dar publicidad del origen y destino de sus fondos y
patrimonio”.

Esto implica que la Constitución los reconoce explícitamente, considerando que en varias
etapas de la historia fueron objeto de ataques que llevaron hasta la suspensión de sus
actividades.

➔ Son resguardados sus principios democráticos;


➔ Establece la competencia de los partidos políticos para la postulación de candidatos;
➔ Estableció el aporte del Estado para el sostenimiento, pero no de forma integral. El
mismo partido debe contribuir a su sostenimiento.
➔ Exige la publicidad del origen y el destino de los fondos, lo que contribuye a la
transparencia de las instituciones y por ende, su jerarquización.

Régimen legal:

La reglamentación legal de los partidos políticos muestra las contradicciones propias que
caracterizaron a nuestra vida institucional.

Producida la restauración del sistema democrático, el Congreso sancionó, en 1985, la Ley


23.298, denominada “Ley orgánica de los partidos políticos”, que estableció que “los
partidos políticos son instrumentos necesarios para la formulación y la realización de la
política nacional. Les incumbe, en forma exclusiva, la nominación de candidatos para
cargos públicos electivos”. Además, impone tres condiciones sustanciales para su
existencia:

● Grupo de ciudadanos unidos por un vínculo político permanente


● Deben tener una organización estable y un funcionamiento democrático
● Reconocimiento judicial de su personería jurídico política.

Establece que son los únicos habilitados para postular candidatos a presidente y
vicepresidente (fallo Jesús Ríos).

En ​2009 se sancionó la "Ley de democratización de la representación política, la


transparencia y la equidad electoral”, que regula el sistema de partidos políticos, la
designación de candidaturas a cargos electivos, las campañas electorales, el
financiamiento, etc.

Reemplaza el método de internas, en las que sólo votaban afiliados de forma voluntaria por
las ​PASO (elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias). Deben concurrir todos
los ciudadanos de forma obligatoria.

58
Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Los precandidatos que se presenten a estas elecciones pueden hacerlo en una sola
agrupación política y para una sola categoría de cargos electivos.

Podrán intervenir en la elección general quienes hayan resultado electos en la primaria.

Punto 4:

Grupos de interés: Aquellos que están instalados en la legalidad formal y fuera de la


estructura política. Promueven la defensa de sus propios fines específicos.

El motivo que los aglutina es la defensa de sus propios intereses. NO se proponen influir en
el gobierno o en la opinión pública, solo lo hacen si fuera necesario para obtener sus
finalidades, que en ese caso se convertirían en grupos de presión.

Por ejemplo, asociaciones religiosas, académicas, profesionales, empresariales, obreras.

Grupos de presión: Actúan en la legalidad formal y tienen como objetivo la defensa de sus
propios intereses. Se le agrega la voluntad específica de influir sobre la acción del gobierno
en favor del grupo.

En la mayoría de los casos tienen una organización, por ende, tienen autoridades y cuerpos
orgánicos que los dirigen.

Sus integrantes NO desempeñan funciones públicas. A diferencia de los partidos políticos


que no se proponen alcanzar el ejercicio del poder, sólo pretenden influir en las decisiones
de las autoridades para lograr sus intereses.

Tratan de persuadir la opinión pública acerca de la legitimidad de sus reclamos usando los
medios de comunicación social y ejerciendo presión ante los funcionarios públicos.

Todos los grupos de presión son grupos de interés. Ejemplos: organizaciones


empresariales, obreras y profesionales.

Reglamentación de la interferencia: ​La interferencia de los grupos de presión frente al


poder ha sido objeto de reglamentación en algunos países. En EEUU, su actividad está
reglada a partir de 1946. Se permite el ejercicio de la actividad de influencia frente al poder,
a cambio del pago de los honorarios correspondientes. Quienes ejercen esta actividad
deben inscribirse en un registro, tienen sus propias oficinas y pueden ser investigados frente
al origen de sus ingresos. Existe el lobby, un lugar físico en el Congreso donde
generalmente se conversa y se trata de persuadir a los legisladores intentando influir en el
proceso de formación y sanción de leyes.

En nuestro país se ejerce esta actividad, pero no de carácter formal. Tampoco está
reglamentado.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Grupos de tensión: Son aquellos que en defensa de sus propios intereses actúan en la
ilegalidad formal, perturbando el orden público, fomentando la resistencia a las autoridades,
creando convulsiones sociales. Su característica propia es su enfrentamiento con el poder
político, desplegando el poder social.

Los factores de poder: Son grupos o formaciones sociales, aunque pueden ser personas
individuales. Se caracterizan por tener un interés general respecto a la política global del
gobierno y por tener una relevancia tal, que el gobierno los tiene en consideración cuando
adopta ciertas decisiones políticas. Son centros de poder no estatales, de indudable
trascendencia.

Se diferencian de los partidos políticos en que no procuran lograr el ejercicio formal del
poder; y de los grupos de interés o presión, porque influyen permanentemente en las
decisiones de poder. Siempre son tenidos en cuenta. Por ejemplo, las organizaciones
estatales más importantes, las asociaciones de productores agropecuarios.

Los consejos económicos y sociales: Son organismos estamentarios formalmente


insertados en las instituciones representativas y, generalmente, subordinados a ellas. Se
sostiene que siempre es preferible que los estamentos económicos y sociales tengan una
inserción efectiva en el gobierno para evitar que desde fuera de él conspiren contra el
propio sistema.

Punto 5:

Pacto internacional de los Derechos Civiles y Políticos:

Art. 25: Todos los ciudadanos gozarán, sin ninguna de la distinciones mencionadas en el
artículo 2, y sin restricciones indebidas, de los siguientes derechos y oportunidades: a)
Participar en la dirección de los asuntos públicos, directamente o por medio de
representantes libremente elegidos; b) Votar y ser elegidos en elecciones periódicas,
auténticas, realizadas por sufragio universal e igual y por voto secreto que garantice la libre
expresión de la voluntad de los electores; c) Tener acceso, en condiciones generales de
igualdad, a las funciones públicas de su país.

Convención Americana sobre los DDHH de San José de Costa Rica:

Art. 23: 1. Todos los ciudadanos deben gozar de los siguientes derechos y oportunidades:
a) de participar en la dirección de los asuntos públicos, directamente o por medio de
representantes libremente elegidos; b) de votar y ser elegidos en elecciones periódicas
auténticas, realizadas por sufragio universal e igual y por voto secreto que garantice la libre
expresión de la voluntad de los electores, y c) de tener acceso, en condiciones generales de
igualdad, a las funciones públicas de su país. 2. La ley puede reglamentar el ejercicio de los
derechos y oportunidades a que se refiere el inciso anterior, exclusivamente por razones de
edad, nacionalidad, residencia, idioma, instrucción, capacidad civil o mental, o condena, por
juez competente, en proceso penal.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Bolilla 8:

Punto 1:

Los recursos económicos del Estado federal: ​Los recursos económicos del Estado son
los aportes de índole económica y financiera que este se halla habilitado a percibir para
sufragar sus gastos y cumplir su finalidad. También comprende lo que el Estado podría
potencialmente incorporar a su Tesoro.

El “recurso” se diferencia del “ingreso”. El primero comprende todo lo que el Estado podría
potencialmente incorporar a su Tesoro. El segundo se refiere a lo efectivamente
incorporado a la caja del Estado.

Análisis del artículo 4 de la Constitución Nacional:

Artículo 4: “El Gobierno federal provee a los gastos de la Nación con los fondos del Tesoro
nacional formado del producto de derechos de importación y exportación, del de la venta o
locación de tierras de propiedad nacional, de la renta de Correos, de las demás
contribuciones que equitativa y proporcionalmente a la población imponga el Congreso
General, y de los empréstitos y operaciones de crédito que decrete el mismo Congreso para
urgencias de la Nación, o para empresas de utilidad nacional”

Según el artículo, conforman recursos económicos del Estado: los derechos de importación
y exportación, la venta o locación de tierras de propiedad nacional, la renta de correos, las
demás contribuciones que imponga el Congreso y los empréstitos y las operaciones de
crédito.

↬Tributarios: Surgen como consecuencia del pago de tributos o impuestos. Son ejemplos
de ello los derechos de importación y exportación y las demás contribuciones impuestas por
el Congreso.

↬Monetarios: Surgen como consecuencia de la emisión monetaria y constituyen un recurso


de evidente magnitud económica y financiera. Su uso discrecional y sin respaldo suficiente
es promotor primario de la inflación.

↬Del crédito público: Surgen como consecuencia de otorgamiento al Estado empréstitos


(préstamos de origen interno o externo, generalmente pagaderos a largo o mediano plazo);
y los anticipos o bonos de tesorería (tienden a satisfacer necesidades económicas
concretas e inmediatas).

↬Patrimoniales: Surgen como consecuencia de la venta o locación de tierras de propiedad


nacional. El Estado federal tiene bienes, que conforme a su naturaleza pueden pertenecer
al dominio público o privado. Los primeros no son pasibles de apropiación privada; por lo
tanto no podrían ser enajenados. Los bienes del dominio privado, pueden ser vendidos y
locados.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

↬De actividades industriales: Surgen como consecuencia de las utilidades que las
empresas estatales puedan obtener, de la concesión de servicios o la explotación de
juegos. También forma parte la renta de correos. El servicio público de correos ha sido
tradicionalmente deficitario. Los servicios públicos en general no tienen como propósito
obtener rentas para las arcas del Estado, sino satisfacer necesidades primordiales de la
población.

Punto 2:

Las distintas clases de gravámenes:

El artículo 4, al enunciar los recursos que componen el Tesoro nacional, menciona “las
demás contribuciones”. El término “contribución” debe ser entendido como sinónimo de
“tributo”.

La contribución o tributo es la carga o prestación económica, generalmente en dinero,


exigida coactivamente por el Estado a sus habitantes con la finalidad de satisfacer el
bienestar general. Halla fundamento en la propia necesidad de crear un gobierno, porque
ésta incluye la de proveer a su sostenimiento. Dentro del género encontramos:

➔ Impuestos: Son los tributos más típicos. Son las prestaciones económicas exigidas
coactivamente por el Estado para satisfacer necesidades de índole general, sin que
medie contraprestación determinada por parte de éste. Su característica peculiar es la
de carecer de una asignación a finalidad determinada. Una vez pagado, engrosa los
recursos del Tesoro de la Nación y le corresponde al gobierno de turno utilizar esos
fondos con arreglo a su plan de gobierno reflejado en el presupuesto.

➔ Tasas: Son las prestaciones económicas coactivamente requeridas por el Estado como
contraprestación de servicios públicos de afectación obligatoria. Se diferencian del
impuesto en cuanto en éstos no media la contraprestación de un servicio público.
Ejemplos de tasas son: el pago de servicios sanitarios o alumbrado, barrido y limpieza
de calles. La ley determina que la sola afectación del inmueble del contribuyente a
dichos servicios implica la obligación del pago de éstos.

En cambio, hay otros servicios públicos que no requieren “tasas” sino simplemente
“tarifas”. Es el caso de la electricidad, el gas, el teléfono, etc. Se paga el servicio si el
propio interesado lo requiere. La naturaleza de estos servicios es contractual,
tipificación de la cual pueden carecer las tasas.

➔ Contribuciones de mejora: Son prestaciones económicas, por lo general en dinero,


requeridas compulsivamente por el Estado como consecuencia del mayor valor
adquirido por los bienes de los habitantes, a quienes se les exige el pago por haber sido
beneficiados económicamente por la realización de una obra pública. Por ejemplo: el
productor agropecuario beneficiado por la construcción de un dique en zonas de sequía
o los casos de obras de pavimentación en zonas urbanas.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Impuestos directos e indirectos:

En la teoría financiera se enseña que en tanto los impuestos directos gravan una
manifestación inmediata de riqueza, los impuestos indirectos recaerían sobre expresiones
mediatas de ella.

El criterio de distinción utilizado es la posibilidad de traslación del impuesto. En toda relación


tributaria existen dos sujetos: el Estado o sujeto activo y el contribuyente o sujeto pasivo.
Éste puede ser de iure, cuando la ley le asigna la obligación como responsable del pago, o
de facto cuando es el que efectivamente paga el impuesto.

En el impuesto directo la figura del contribuyente de hecho y la del derecho recaen en una
misma y única persona. Ejemplos: impuesto inmobiliario, impuesto a las ganancias.

En el impuesto indirecto es posible distinguir un contribuyente de iure de uno de facto. El


primero está obligado por la ley a pagar, y el segundo es quien en realidad paga. Ejemplos:
impuestos a la importación y exportación, al valor agregado (I.V.A), a las bebidas
alcohólicas y a los cigarrillos. En estos casos se produce un desplazamiento o traslación del
impuesto del contribuyente de derecho al contribuyente de hecho.

Los derechos de importación y exportación:

• Derechos de importación: Son los aranceles o tarifas que el Estado percibe como
consecuencia del ingreso de mercadería extranjera a nuestro país.

• Derechos de exportación: Son aquellos que gravan la salida de mercadería del territorio
nacional. Ambos constituyen un ingreso relevante para las arcas del Estado, pero son,
además, instrumentos de gravitación en el diseño de la política económica. Las
denominadas retenciones, que representan un gravamen que el Estado aplica sobre las
exportaciones, suelen fundarse en fines recaudatorios y de control de precios internos; para
el control de la presión inflacionaria o para protección de industrias nacientes, entre otras.
Como parte de los derechos de exportación, son exclusivas de la Nación y no son un
recurso coparticipable.

El régimen constitucional de las aduanas:

La aduana es una dependencia estatal encargada de controlar la entrada y salida de


mercaderías al territorio nacional, y de cobrar los derechos que correspondan por este
tráfico de productos.

Artículo 9: “En todo el territorio de la Nación no habrá más aduanas que las nacionales, en
las cuales regirán las tarifas que sancione el Congreso”.

Artículo 10: “En el interior de la República es libre de derechos la circulación de los efectos
de producción o fabricación nacional, así como la de los géneros y mercancías de todas
clases, despachadas en las aduanas exteriores”.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Distribución de poderes impositivos entre el Estado federal y las provincias:

La distribución del poder tributario en un Estado federal plantea situaciones de difícil


resolución. La Constitución de 1853 se ocupó de asegurar el poder de imposición federal
aceptando de manera imprecisa el ejercicio de la potestad tributaria de las provincias. Sin
este acogimiento, la autonomía de las provincias carecería de sustento económico, y por
ende, de viabilidad política. No se pronunció explícitamente, en cambio, con respecto al
tema en el ámbito municipal.

La reforma de 1994 convalidó el criterio de la aceptación del poder de imposición de los


municipios de provincia, aunque el alcance de su autonomía queda sujeto a las reglas que
establezcan ellas mismas. También le reconoció autonomía condicionada a la Ciudad de
Buenos Aires.

● Respecto a los impuestos directos, se los ha considerado de competencia provincial


aún cuando la Constitución no lo dice expresamente.

● Respecto de los impuestos indirectos, habrá que diferenciar según sean externos o
internos. No hay aduanas interiores, y las exteriores con exclusivamente federales.
Le incumbe al Congreso establecer los derechos de importación y exportación. Los
impuestos indirectos externos, son por lo tanto, exclusivamente federales. Los
impuestos indirectos internos no tenían prevista, con anterioridad a la última reforma,
una regulación específica. La reforma estableció, en el inc. 2 del art. 75, que le
corresponde al Congreso “imponer contribuciones indirectas como facultad
concurrente de las provincias.

En definitiva, los impuestos directos son de competencia provincial; como excepción,


pueden ser establecidos por el Congreso por tiempo determinado. Los impuestos indirectos
externos son de competencia exclusiva del Estado federales y los enteros internos son de
competencia concurrente entre Estado federal y las provincias.

En la práctica, sin embargo, el gobierno federal abusó de los impuestos directos alegando
un permanente estado de necesidad.

Las leyes convenio. El régimen de coparticipación impositiva:

En materia tributaria, se utiliza la palabra “coparticipación” para hacer referencia al régimen


de colaboración acordado entre el Estado federal y las provincias en virtud de
leyes-convenio por medio de las cuales las provincias delegan en el poder central el
ejercicio de determinadas facultades impositivas, con la condición de participar en un
sistema de reparto de los impuestos.

El sistema de coparticipación federal de impuestos había generado dudas acerca de su


compatibilización con la Constitución antes de la reforma de 1994, pero esta le ha otorgado
jerarquía constitucional.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Artículo 75 inciso 2: “Imponer contribuciones indirectas como facultad concurrente con las
provincias. Imponer contribuciones directas, por tiempo determinado, proporcionalmente
iguales en todo el territorio de la Nación, siempre que la defensa, seguridad común y bien
general del Estado lo exijan. Las contribuciones previstas en este inciso, con excepción de
la parte o el total de las que tengan asignación específica, son coparticipables.

Una ley convenio, sobre la base de acuerdos entre la Nación y las provincias, instituirá
regímenes de coparticipación de estas contribuciones, garantizando la automaticidad en la
remisión de los fondos.

La distribución entre la Nación, las provincias y la ciudad de Buenos Aires y entre éstas, se
efectuará en relación directa a las competencias, servicios y funciones de cada una de ellas
contemplando criterios objetivos de reparto; será equitativa, solidaria y dará prioridad al
logro de un grado equivalente de desarrollo, calidad de vida e igualdad de oportunidades en
todo el territorio nacional.

La ley convenio tendrá como Cámara de origen el Senado y deberá ser sancionada con la
mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara, no podrá ser modificada
unilateralmente ni reglamentada y será aprobada por las provincias.

No habrá transferencia de competencias, servicios o funciones sin la respectiva


reasignación de recursos, aprobada por ley del Congreso cuando correspondiere y por la
provincia interesada o la ciudad de Buenos Aires en su caso.

Un organismo fiscal federal tendrá a su cargo el control y fiscalización de la ejecución de lo


establecido en este inciso, según lo determina la ley, la que deberá asegurar la
representación de todas las provincias y la ciudad de Buenos Aires en su composición”.

Esto significa que las contribuciones indirectas internas que las provincias convienen en
unificar con el poder central y los impuestos directos por tiempo determinado que
establezca el Congreso por razones de emergencia, deben ser objeto de reparto, salvo que
tengan prevista una asignación total o parcialmente específica.

Los principios constitucionales de la imposición:

Son el conjunto de pautas básicas e interrelacionadas consagradas por la Constitución con


el propósito de establecer ciertas y determinadas exigencias para el ejercicio, por parte del
Estado, de su poder de imposición. Tienen la finalidad de proteger a los habitantes frente al
poder del Estado. Son: legalidad, igualdad, no confiscatoriedad y razonabilidad.

● Igualdad: La igualdad es un principio constitucional establecido en el artículo 16.


Esa norma le ha prestado atención a la aplicación del principio en la relación
tributaria, al proclamar que “la igualdad es la base del impuesto y de las cargas
públicas”. La igualdad, en materia impositiva, debe ser entendida no como identidad
sino como proporcionalidad. Respetará el principio de igualdad aquel impuesto que

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

tenga en consideración la capacidad tributaria del contribuyente y sea proporcional a


su riqueza.

● Legalidad: es uno de los postulados básicos del constitucionalismo liberal y está


claramente enunciado en el artículo 19.

Artículo 19: “Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden
y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de
la autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que
no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe”.

Sólo el Congreso impone las contribuciones que se expresan en el artículo 14 (art. 17). No
puede haber impuesto sin ley que lo establezca, la que debe ser una ley emanada del
Congreso. Se prohíbe a otro Poder que el Legislativo el establecimiento de impuestos,
contribuciones y tasas.

● No confiscatoriedad: La Constitución no explicita de manera directa este principio.


Lo hace indirectamente al referirse a la propiedad privada. Los impuestos son
confiscatorios, no solo cuando absorben una parte considerable del rédito o del
capital, sino también cuando gravan un capital expresa o implícitamente protegido
en su integridad por una garantía constitucional (por ejemplo una suma fijada como
indemnización en caso de expropiación).

El artículo 17 establece: “la confiscación de bienes queda borrada para siempre del Código
Penal argentino.” Si la confiscación no puede ser aplicada como pena, con más razón
deviene prohibida por otros medios. Uno de ellos, fácilmente accesible al Estado, sería la
imposición. Si ejerce una presión impositiva tal que el contribuyente acaba perdiendo sus
bienes, los cuales pasan al Estado, se configura la misma circunstancia que ha querido
evitar el artículo 17.

● Razonabilidad: El principio de razonabilidad tiene su primera manifestación en el


Preámbulo en cuanto establece, entre los fines del Estado, el de “afianzar la justicia”.
En materia tributaria, el artículo 4 exige que las contribuciones que imponga el
Congreso sean equitativas. Ello significa que en ejercicio de su facultad de
imposición, el poder público no puede prescindir de un mínimo de justicia. A ello
alude la razonabilidad.

Este principio cobra especial importancia en su relación con el postulado de igualdad. Para
asegurar la aplicación de éste, el legislador realiza una categorización de los contribuyentes
a los efectos de someter al mismo tratamiento tributario a quienes están en similares
condiciones. La distinción en categorías debe ser hecha con criterio de razonabilidad.

La circulación territorial y la circulación económica. La circulación fluvial:

La circulación territorial es el mero tránsito de bienes de una provincia a otra. La imposición,


en tales casos, está prohibida por la Constitución.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

La circulación económica implica que los bienes salen del circuito comercial de la provincia
o se incorporan a él, siendo, por lo tanto, objeto de intercambio. Esta situación puede ser
gravada sin infringir la prohibición constitucional. Por ejemplo: una provincia que grava la
salida de su territorio de materia prima que habitualmente elabora en él, con el propósito de
defender su industria.

El artículo 11 establece que los artículos de producción nacional, así como los ganados, que
pasen por territorio de una provincia a otra, serán libres de los derechos llamados “de
tránsito”, y ningún otro derecho podrá imponérseles en adelante por el hecho de transitar el
territorio.

La libre circulación significa que los productos nacionales no pueden ser gravados por el
solo hecho de atravesar el suelo de una provincia, pero no que las mercaderías al salir de
una provincia quedarán exentas de impuesto.

Respecto a la ​circulación fluvial​, se establece que:

Artículo 12: Los buques destinados de una provincia a otra, no serán obligados a entrar,
anclar y pagar derechos por causa de tránsito, sin que en ningún caso puedan concederse
preferencias a un puerto respecto de otro, por medio de leyes o reglamentos de comercio.

El peaje:

El peaje o derecho de tránsito es la prestación económica que se exige coactivamente a los


usuarios para transitar por un camino, carretera, puente, túnel o canal navegable u otra vía
similar de comunicación.

No se utiliza como medio de recaudar recursos para el gobierno obstaculizando el tránsito,


sino como manera de facilitarlo e impulsarlo, utilizando los fondos recaudados mediante él
para la construcción y conservación de las vías de comunicación.

La ​naturaleza jurídica del sistema es controvertida: algunos entienden que es una tasa,
otros que se trata de una contribución especial, o simplemente un precio que se paga por
un servicio público.

El peaje ha planteado dudas acerca de su constitucionalidad. Siempre despertó


desconfianza ante la posibilidad de que se convirtiera en una virtual aduana interna y en un
medio más para recaudar fondos por parte del Estado. La circulación territorial no puede ser
gravada, conforme a la Constitución, y ello abarca tanto el traslado de personas como el de
mercaderías o vehículos de cualquier especie.

La doctrina constitucional, en general, ha admitido al peaje como compatible con la


Constitución cuando reúne ciertos requisitos: Que el monto que se pague sea razonable;
que su producto sea utilizado con exclusividad para la construcción o la conservación de la
obra; que sea establecido por ley; que haya una vía alternativa accesible no afectada al
cobro del peaje.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

La Corte Suprema de Justicia tuvo oportunidad de expedirse en varias oportunidades. En


1989, sostuvo que si el producto del peaje no constituye un impuesto y se lo destina a
solventar los gastos de construcción o mantenimiento, es constitucional. También exigió que
haya una vía alternativa, aunque aclarando que no es necesario que éste ofrezca las
mismas condiciones que aquella en la cual se cobra peaje.

En 1991, modificó parcialmente su criterio al entender que el peaje está comprendido en el


concepto de “las demás contribuciones” referido en el art. 4 de la Constitución. No es
inconstitucional, no requiere que haya una vía alternativa y puede producir ganancia para el
concesionario.

Más recientemente, en 2006, sostuvo que el concepto por el cual el usuario abona la suma
de dinero preestablecida (el peaje), a cambio de la prestación del servicio, reviste la entidad
de un precio, pues se encuentra gravado con el IVA.

Punto 5:

El presupuesto nacional:

El presupuesto consiste en un plan descriptivo de la actividad financiera del Estado que es


aprobado por ley para un período determinado de tiempo. Contiene el cálculo previo de los
ingresos o recursos y de los egresos o gastos.

En virtud de él es posible conocer cuántos recursos demanda el Estado para mantenerse,


cuántos fondos le insume mantener en ejercicio el funcionamiento de la Nación, y en
definitiva, cuánto le cuesta a la Nación mantener el Estado. En definitiva, de él dependen la
vida material del gobierno y la satisfacción de las necesidades públicas a su cargo.

Naturaleza: algunos autores consideran que la Ley de Presupuesto es un acto


administrativo librado a la iniciativa del Poder Ejecutivo, que se ubicaría por su naturaleza
jurídica entre las leyes meramente formales. Por el contrario, Ziulu entiende que al
sancionar la Ley de Presupuesto, el Congreso ejerce con plenitud sus funciones legislativas.

La Constitución, tras la reforma de 1994, estableció:

Artículo 75. Inciso 8: “Corresponde al Congreso fijar anualmente, conforme a las pautas
establecidas en el tercer párrafo del inc. 2 de este artículo, el presupuesto general de gastos
y cálculo de recursos de la administración nacional, en base al programa general de
gobierno y al plan de inversiones públicas y aprobar o desechar la cuenta de inversión”.

En el presupuesto debe estar incluido expresamente el régimen de coparticipación federal


de impuestos. Antes de dicha reforma, el tema aparecía regulado de modo muy escueto.

En cuanto al trámite de la Ley de Presupuesto, la preparación del proyecto está


habitualmente a cargo del Poder Ejecutivo. En la práctica, es este quien, por medio de su

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Ministerio de Economía, se halla en mejores condiciones técnicas de elaborar esta iniciativa


que es, por otro lado, un fiel reflejo del plan de gobierno.

La última reforma dispuso que le corresponde al jefe de Gabinete de Ministros enviar al


Congreso el proyecto, previo tratamiento y aprobación del Poder Ejecutivo. El proyecto de
Ley de Presupuesto no podrá ser objeto de iniciativa popular. Debe ser remitido a la
Cámara de Diputados antes del 15 de septiembre del año anterior al que regirá. El proceso
de tratamiento, no difiere, en general, del que es común para las leyes ordinarias.

Por estar comprometidos con los principios sustanciales de la Constitución y la materia


tributaria, es inconstitucional recurrir al dictado de un decreto de necesidad y urgencia para
aprobar el presupuesto.

Recaudación, inversión y control:

Así como el Poder Legislativo debe aprobar el presupuesto, luego tiene que ejercer el
control político de su ejecución. Debe determinar, con respecto a los fondos públicos, cómo
se los gasta y luego, asegurarse de que se los ha invertido conforme al criterio establecido
en la ley. El inc. 8 del art. 75 señala que está a cargo del Congreso “aprobar o desechar la
cuenta de inversión”. Este control de la cuenta general del ejercicio, es un control político.

A los fines de cumplir este requerimiento, el Poder Legislativo dictó varias leyes
reglamentarias estableciendo procedimientos distintos. El resultado, en todos los casos,
distó de ser satisfactorio.

La Sindicatura General de la Nación estará a cargo del control interno del Poder Ejecutivo y
de la Auditoría General de la Nación, que ejercerá el control externo. A este último
organismo, la reforma de 1994 le ha otorgado funciones de asistencia técnica del Congreso,
así como intervención necesaria en el trámite de aprobación o rechazo de las cuentas de
percepción e inversión de fondos públicos.

La Auditoría General de la Nación. Legislación:

La reforma de 1994 creó, como organismo de control externo del sector público y de
asistencia técnica del Congreso, la Auditoría General de la Nación. Este órgano
constitucional fue creado por la Ley 24.156 de 1992, denominada “de administración
financiera y de los sistemas de control del sector público nacional”.

Artículo 85: “El control externo del sector público nacional en sus aspectos patrimoniales,
económicos, financieros y operativos, será una atribución propia del Poder Legislativo. El
examen y la opinión del Poder Legislativo sobre el desempeño y situación general de la
administración pública estarán sustentados en los dictámenes de la Auditoría General de la
Nación.
Este organismo de asistencia técnica del Congreso, con autonomía funcional, se integrará
del modo que establezca la ley que reglamenta su creación y funcionamiento, que deberá
ser aprobada por mayoría absoluta de los miembros de cada Cámara. El presidente del

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

organismo será designado a propuesta del partido político de oposición con mayor número
de legisladores en el Congreso.

Tendrá a su cargo el control de legalidad, gestión y auditoría de toda la actividad de la


administración pública centralizada y descentralizada, cualquiera fuera su modalidad de
organización, y las demás funciones que la ley le otorgue. Intervendrá necesariamente en el
trámite de aprobación o rechazo de las cuentas de percepción e inversión de los fondos
públicos”.

La naturaleza del órgano establecido por el art. 85 aparece poco clara. Pese a que expresa
que tiene autonomía funcional, en el mejor de los casos, solo se puede esperar que tenga
cierto grado de autarquía. Su composición actual es de siete miembros con el cargo de
auditores generales que son designados por resoluciones de las dos cámaras del
Congreso, correspondiendo tres al Senado y tres a la Cámara de Diputados. El séptimo
auditor es nombrado por resolución conjunta de los presidentes de ambas Cámaras y es el
presidente del organismo.

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Bolilla 9:

Punto 1:

Las declaraciones, derechos y garantías.

Declaraciones: Afirmaciones solemnes del constituyente acerca de la caracterización del


Estado, la forma de gobierno, las relaciones con la Iglesia, los principios fundamentales, la
protección del orden constitucional, etc.

Derechos: Prerrogativas o facultades reconocidas a la persona, existentes en todo hombre


por su sola condición de tal. Son los derechos humanos.

Garantías: ​Instrumentos y procedimientos que aseguran los medios para hacer efectivo el
goce de los derechos (hábeas corpus, hábeas data, amparo).

La Constitución Nacional, las constituciones argentinas anteriores, los ensayos frustrados,


los estatutos y reglamentos, representan antecedentes valiosos en favor de las
declaraciones, derechos y garantías constitucionales. La Constitución de los Estados
Unidos de 1787 recibió, en su momento, severas críticas por carecer de una declaración de
derechos.

El derecho natural y el derecho positivo:

● Derecho natural: La esencia de la normatividad se fundamenta en principios anteriores


y superiores a toda legislación creada por el hombre. Pueden manifestarse a través de la
razón o por revelación divina. El derecho natural es así el conjunto de normas
reguladoras de la conducta humana, preexistentes a la ley positiva y que realizan la idea
de justicia. Estas reglas jurídicas resultan obligatorias para los creadores de normas
positivas porque le dan sentido al ordenamiento positivo.

● Derecho positivo: Sistema de normas que se halla dotado de organismos de creación y


aplicación, y es acatado y obedecido. Su objeto de estudio es la norma creada por el
hombre. Solo es posible a través de la coacción.

La operatividad de los derechos:

Dentro de la teoría constitucional, un tema fundamental es determinar si las declaraciones


de derechos formuladas por nuestra Constitución tienen siempre carácter operativo o si son
solamente programáticas. La doctrina ha sostenido que las normas constitucionales que
declaran derechos han de interpretarse como operativas, lo cual significa que, aún a falta de
reglamentación, han de aplicarse y funcionar.

71
Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Debe sostenerse la plena operatividad de los derechos declarados, por ejemplo, por la
Convención Americana de Derechos Humanos. Esta postura contribuye a asegurar la plena
vigencia de los valores democráticos y es la única que permite realizar el ideal de justicia.

La relatividad de los derechos:

En nuestro régimen constitucional, no hay derechos absolutos. Todos pueden ser objeto de
reglamentación razonable. Es el principio que emana del art. 14 de la Constitución, que al
reconocer los derechos allí mencionados aclara que éstos pertenecen a todos los
habitantes ​conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio​. Hay ciertos derechos que
no pueden en sí mismos ser objeto de reglamentación, no porque la Constitución lo prohíba,
sino porque deben ser considerados por su propia naturaleza, de manera absoluta, como en
el caso de la libertad de pensamiento y de conciencia.

Los principios de legalidad y razonabilidad:

● El ​principio de legalidad es uno de los postulados básicos del constitucionalismo


liberal. Está consagrado en el art. 19 de la Constitución Nacional, que expresa que
“ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni
privado de lo que ella no prohibe”.

● El art. 28 marca el límite inexorable en cuanto a la posibilidad limitación de los


derechos y las garantías constitucionales. En la doctrina constitucional, a este
postulado básico se lo conoce como “​principio de razonabilidad​”.

Artículo 28: “Los principios, garantías y derechos reconocidos en los anteriores artículos,
no podrán ser alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio”.

La razonabilidad implica un vínculo estrecho con la realización de la justicia. También, una


relación adecuada entre la finalidad perseguida por el legislador y los medios empleados
para alcanzarla.

Su límite se encuentra en que los principios, derechos y garantías pueden ser


reglamentados, pero no alterados. Ello significa que no pueden ser desnaturalizados por la
reglamentación. La determinación práctica de esos límites ha de ser resuelta, en última
instancia, por los jueces.

Punto 2:

La libertad: significado. La lucha del hombre por la libertad y el constitucionalismo:

En sentido amplio, la libertad “es la facultad que tiene todo hombre de desenvolverse,
ejercitando sus derechos de un modo consciente y autónomo, dentro y bajo la garantía de la
ley”.

72
Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Es un presupuesto para el ejercicio de cualquier derecho, ya que sin libertad no podría


ejercerse ninguno de ellos. Se trata de uno de los pilares del Estado democrático y del
Estado de derecho.

Las personas gozan de cierta libertad, que se materializa y se hace efectiva a través del
reconocimiento de sus derechos en el ordenamiento jurídico. Le otorga al hombre la
posibilidad de desarrollar actividades que produzcan efectos jurídicamente reconocidos y
realizar actividades inofensivas sin que éstas sufran interferencias o sanciones por parte del
Estado.

Algunos autores sostienen que la libertad consiste en que los hombres posean “autonomía
personal”. Es decir, que puedan decidir sus propias conductas sin que exista una presión o
coacción externa.

El proceso del constitucionalismo nos muestra la lucha del hombre por su libertad, desde la
más remota antigüedad hasta nuestros días.

El Estado constitucional se caracteriza por la limitación del poder estatal en pro de las
libertades individuales. Esa limitación está dada, por un lado, por el reconocimiento de
ciertos derechos básicos en la parte "dogmática" de la Constitución, y por el otro, por la
división de poderes.

En la Constitución, el derecho a la libertad se encuentra protegido a través del Preámbulo,


que establece que uno de los objetivos del Estado es “asegurar los beneficios de la
libertad”, el art. 15 que manifiesta la prohibición de la esclavitud, y el art. 19.

El Concilio Vaticano II estableció que la libertad consiste en que todos los hombres han de
estar inmunes de coacción, tanto por parte de invadidos como grupos sociales y de
cualquier potestad humana, y esto de tal manera que, ni se obligue a nadie a obrar contra
su conciencia, ni se le impida que actúe conforme a ella en privado y en público, sólo o
asociado con otros, dentro de los límites debidos.

A lo largo de toda su obra ​Ziulu ​remarca y desarrolla la importancia del cristianismo como
pilar fundamental en la lucha de las libertades individuales y restricción de los poderes de
estado. Los derechos son inherentes al hombre, pertenecen a este por su sola condición de
tal, no son otorgados por los estados, sino reconocidos por este. Por ejemplo la igualdad de
todos los hombres ante los ojos de Dios, el amor al prójimo, el respeto por la libertad
individual, etc.

Punto 3:

La igualdad constitucional:

La igualdad es un principio que emana de la naturaleza misma del hombre y que tiene su
fundamento en su identidad de origen y destino. Se presenta como una relación en virtud de
la cual cabe reconocer a todos los hombres sus derechos fundamentales y su plena

73
Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

dignidad, evitando discriminaciones arbitrarias. Es un concepto emotivamente positivo y


está íntimamente vinculado a la justicia. Constituye un principio liminar y no un derecho. Es
una condición necesaria, que permite la armonización y el equilibrio en el goce de todos los
derechos.

Antecedentes: En el derecho patrio, uno de los primeros antecedentes del principio de


igualdad lo hallamos en el decreto de supresión de honores, dictado por la Primera Junta.
Sus disposiciones, empero, tenían un alcance limitado a las funciones de gobierno. Otro
antecedente relevante y más amplio lo configura el Proyecto de Constitución de la Sociedad
Patriótica, presentado ante la Asamblea de 1813. ​Alberdi​, en su proyecto, expresaba que
“la ley no reconoce diferencia de clase ni persona”.

La Constitución de los Estados Unidos incorporó recién en 1868 una referencia explícita al
principio de igualdad. Nuestra Constitución originaria le destinó dos normas específicas: los
arts. 15 y 16. El primero de ellos se refiere a la abolición de la esclavitud.

El art. 16 representa la cláusula básica del principio de igualdad en nuestro sistema


constitucional:

Artículo 16: “La Nación Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no


hay en ella fueros personales ni títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales ante la
ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad. La igualdad es la base
del impuesto y de las cargas públicas”.

El constituyente solo reconoce la igualdad ante la ley. Sería utópico pensar en una igualdad
absoluta. No es un concepto absoluto y habrá de interpretársela según las diferentes
circunstancias.

Es por ello que la Corte Suprema de Justicia ha declarado el carácter no absoluto del
principio del art. 16 y su compatibilidad con discriminaciones razonables o no arbitrarias. Se
impide hacer distinciones arbitrarias, inspiradas en propósitos manifiestos de hostilidad
contra determinadas clases o personas. No es una nivelación absoluta de los hombres lo
que se ha proclamado, sino su igualdad relativa, propiciada por una legislación tendiente a
la protección de las desigualdades.

La Corte dispuso que la igualdad ante la ley sólo existe frente a quienes son iguales y se
encuentra en circunstancias también iguales. La adopción de este criterio obliga al
legislador a formular clasificaciones entre quienes se hallan en similares condiciones a los
efectos de ser sometidos a las mismas leyes. El criterio con el cual efectúe las
clasificaciones deberá respetar el principio de razonabilidad.

La reforma de 1994 ha introducido otras referencias con relación a la igualdad


constitucional. En el art. 37 se dispone que el sufragio es igual, y se consagra la igualdad
real de oportunidades entre varones y mujeres para el acceso a cargos electivos y
partidarios. Asimismo, ha integrado a su texto las disposiciones de tratados de derechos
humanos, con lo cual el principio de igualdad se ve complementado por disposiciones que

74
Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

califican de discriminatorios y arbitrarios actos o normas que establezcan diferencias por


motivos de raza o color, sexo, etc.

Los fueros:

La Constitución emplea la palabra “fueros”, en el art. 16, para hacer referencia al privilegio
que pueden tener determinadas personas para ser juzgadas por sus pares o iguales.

Pueden ser:

● Personales: Si el privilegio es concedido en toda circunstancia por el mero estado o


situación individual (por ejemplo, un militar siempre será juzgado por militares).
● Funcionales o de causa: Si la prerrogativa sólo es aplicable con respecto al
juzgamiento de los actos propios de una función (un militar sólo será juzgado por
militares si se juzga un hecho relativo al cumplimiento de su función).

El art. 16 declara que “no hay en ella fueros personales”. Tanto la doctrina como la
jurisprudencia han entendido que el constituyente solo pretendió abolir los fueros
personales, dejando subsistentes los fueros funcionales o de causa. En efecto, se conceden
ciertas inmunidades a los miembros integrantes del Congreso a fin de garantizar su libertad
de expresión y a que no se coarte con el arresto el normal ejercicio de sus funciones. Es
preciso destacar que esta inmunidad no tiene carácter personal, sino que es absolutamente
funcional.

Respecto de las autoridades de los otros poderes del Estado, no cabe hablar de que gozan
inmunidad, sino de lo que la doctrina llama “garantía de un antejuicio”, donde se establece
que para ser juzgados penalmente el presidente, vicepresidente, jefe de gabinete de
ministros, ministros, y momentos de la Corte Suprema, deben ser sometidos a juicio político.

La idoneidad en los empleos:

La idoneidad es la aptitud, capacidad o suficiencia para realizar determinada tarea. El art.


16 establece que todos los habitantes “son admisibles en los empleos sin otra condición que
la idoneidad.”

Esta idoneidad, en algunos casos, aparece determinada por la propia Constitución. Por
ejemplo, los requisitos para ser Presidente. En principio, cuando las condiciones están
determinadas en la Ley Fundamental, no pueden ser modificadas por el legislador. En otros
casos, las condiciones son reglamentadas por leyes o decretos.

La abolición de la esclavitud:

Artículo 15: “En la Nación Argentina no hay esclavos: los pocos que hoy existen quedan
libres desde la jura de esta Constitución; y una ley especial reglará las indemnizaciones a
que dé lugar esta declaración. Todo contrato de compra y venta de personas es un crimen
de que serán responsables los que lo celebrasen, y el escribano o funcionario que lo

75
Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

autorice. Y los esclavos que de cualquier modo se introduzcan quedan libres por el solo
hecho de pisar el territorio de la República”.

Punto 4:

La ​Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de


Discriminación Racial es uno de los principales tratados internacionales en materia de
derechos humanos. Entró en vigor en 1969 y fue ratificada por la República Argentina. Para
los Estados se establecen, entre otras, las siguientes responsabilidades:

● No incurrir o practicar discriminación racial contra individuos, grupos de personas o


instituciones.
● No fomentar, defender o apoyar la discriminación racial por personas u organizaciones.
● Declarar como acto punible conforme a la ley toda difusión de ideas basadas en la
superioridad o en el odio racial, toda incitación a la discriminación racial, así como todo
acto de violencia o toda incitación a cometer tales actos contra cualquier raza o grupo
de personas de otro color u origen étnico, y toda asistencia a las actividades racistas,
incluida su financiación.
● Revisar las políticas públicas para ajustar las leyes y reglamentos que pudieran crear o
perpetuar la discriminación racial.
● Garantizar el derecho a la igualdad de tratamiento en los tribunales y todos los demás
órganos que administran justicia.
● Promover la tolerancia, en particular a través de la educación.

La ​Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la


Mujer es un tratado internacional de las Naciones Unidas firmado en 1979, firmado y
ratificado por nuestro país. Establece un programa de acción para poner fin a la
discriminación por razón de sexo. Los Estados que ratifican el Convenio tienen la obligación
de:

● Consagrar la igualdad de género en su legislación nacional.


● Derogar todas las disposiciones discriminatorias en sus leyes, y promulgar nuevas
disposiciones para proteger contra la discriminación contra la mujer.
● Establecer tribunales y las instituciones públicas para garantizar a las mujeres una
protección eficaz contra la discriminación.
● Adoptar medidas para eliminar todas las formas de discriminación contra la mujer
practicada por personas, organizaciones y empresas.

Punto 5:

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Derecho de Propiedad:

El derecho constitucional de propiedad ampara el uso y la disposición de todos los bienes,


materiales e inmateriales, que pueden integrar el patrimonio de una persona.

El constitucionalismo liberal exaltó la tutela de este derecho, al cual ubicó como preferente,
otorgándole un marco de protección excepcional superior a cualquier otro derecho
individual.

La Constitución Nacional se refiere expresamente a este derecho en los arts. 14 y 17. Por el
primero se asegura a todos los habitantes el derecho de “usar y disponer de su propiedad.”

Artículo 17:​ “La propiedad es inviolable, y ningún habitante de la Nación puede ser privado
de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley. La expropiación por causa de utilidad
pública, debe ser calificada por ley y previamente indemnizada. Sólo el Congreso impone
las contribuciones que se expresan en el Artículo 4to. Ningún servicio personal es exigible,
sino en virtud de ley o de sentencia fundada en ley. Todo autor o inventor es propietario
exclusivo de su obra, invento o descubrimiento, por el término que le acuerde la ley. La
confiscación de bienes queda borrada para siempre del Código Penal argentino. Ningún
cuerpo armado puede hacer requisiciones, ni exigir auxilios de ninguna especie”.

La cláusula recoge fielmente los postulados del liberalismo clásico mencionando su carácter
de “inviolable”. La ​Convención Americana de Derechos Humanos dispone que "toda
persona tiene derecho al uso y goce de sus bienes”.

La propiedad constitucional, conforme lo ha expresado la Corte Suprema de Justicia, debe


ser interpretada con alcance amplio y comprende “todos los intereses apreciables que un
hombre puede poseer fuera de sí mismo, fuera de su vida y de su libertad.” El concepto
constitucional de "propiedad" resulta mucho más amplio que el proveniente del derecho
privado, puesto que no solo comprende las cosas, sino también los bienes.

Tanto la doctrina como la jurisprudencia han ido reconociéndose nuevos alcances a este
derecho. Así, cabe incluir en él: la tutela de los derechos adquiridos e ingresados en el
patrimonio; la propiedad intelectual, industrial y comercial; las etapas ya cumplidas del
proceso judicial, etc.

Pese a su carácter inviolable, no implica un derecho absoluto. Como los demás, está sujeto
a las leyes que reglamenten su ejercicio. El propio art. 17 menciona los casos de privación
por sentencia judicial y por expropiación.

Propiedad intelectual, industrial y comercial:

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

● La ​propiedad intelectual es aquella que recae sobre obras, inventos o


descubrimientos, ya sea que provengan del ámbito intelectual, artístico, comercial o
industrial.

El art. 17 prevé: “todo autor o inventor es propietario exclusivo de su obra, invento o


descubrimiento, por el término que le acuerde la ley.” Esta disposición evidencia una clara
distinción entre el derecho de propiedad en general, que es perpetuo, y la propiedad
intelectual, que es temporaria. La conveniencia de tal diferenciación está en controversia.

En nuestro país, la propiedad científica, literaria y artística se halla legislada por las leyes
11.723 y 22.195, que determinan la titularidad de ella para su autor durante toda su vida y
para sus herederos, por cincuenta años más, a partir de la muerte de aquel.

● La ​propiedad industrial y comercial es un conjunto de derechos exclusivos que


protegen, tanto la actividad innovadora materializada en nuevos productos, nuevos
procedimientos o nuevos diseños, como la actividad mercantil, mediante la
identificación exclusiva de productos y servicios ofrecidos en el mercado. Se halla
regulada por las leyes 111 y 22.362. Esta última establece el plazo de diez años
para la vigencia de las marcas registradas, aunque admite su renovación indefinida
bajo ciertas condiciones.

La expropiación:

La expropiación implica el apoderamiento, por parte del Estado, de bienes determinados de


una persona física o jurídica previa declaración de utilidad pública y el pago de una
indemnización. Es una de las más antiguas limitaciones reconocidas al ejercicio del derecho
de propiedad frente a los intereses de la comunidad.

La Constitución, en el art. 17, prevé la expropiación como una de las formas coactivas de
privación de la propiedad (la otra es mediante “sentencia fundada en ley”). Expresa la
norma constitucional: “la expropiación por causa de utilidad pública, debe ser calificada por
ley y previamente indemnizada.”

La ​utilidad pública es un concepto amplio que se aplica a aquello que produce provecho o
puede servir para la realización del bien común.

La ​indemnización es la prestación económica que el Estado debe satisfacerle al


expropiado como compensación por la pérdida del bien objeto de la expropiación. Debe ser
previa y justa.

El régimen de expropiaciones está regulado por la Ley 21.499, que determina los sujetos de
la expropiación, los objetos expropiables, el procedimiento, la expropiación irregular, el
abandono de la expropiación, la acción de retrocesión, etc.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Se ha considerado a la expropiación causa política no judiciable, sin embargo, se han


reconocido excepciones jurisprudenciales de la Corte Suprema. (Ver Fallos, Elortondo
Isabel A. y Carlos Aurelio Nicchi).

La confiscación:

La confiscación implica el apoderamiento, por parte del Estado, de todos los bienes de una
persona sin mediar declaración de utilidad pública ni indemnización de ninguna especie.

Antiguamente, constituía una pena accesoria para los delitos más graves.

El constituyente de 1853 declaró en el art. 17 que “la confiscación de bienes queda borrada
para siempre del Código Penal Argentino”. No se puede confiscar bienes ni mediante una
pena, ni mediante una carga impositiva tal que afecte la integridad patrimonial de la
persona.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Bolilla 10:

Punto 1:

Derecho a la vida​:

Es aquel que protege todo el ciclo vital del hombre sobre la Tierra, el cual inicia con su
concepción y finaliza con su muerte.

La Constitución Nacional no hace referencia explícita al derecho a la vida, es un ​derecho


implícito​. Al no mencionar explícitamente el derecho a la vida, tampoco resuelve en forma
expresa la cuestión relativa al momento en que comienza a ser protegido.

El ​CCyC, en su art. 19, dispone que "la existencia de la persona humana comienza con la
concepción".

El Pacto de San José de Costa Rica establece que: "toda persona tiene derecho a que se
respete su vida. Este derecho estará protegido por ley a partir del momento de la
concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente". La Corte Interamericana
reinterpretó este artículo en el fallo “​Artavia Murillo”​ .

La ​CSJN ha expresado que es el "primer derecho natural de la persona humana,


preexistente a toda legislación positiva, que obviamente resulta reconocido y garantizado
por la Constitución y las leyes".

Nuestra CN no admite derechos absolutos, es por eso que el derecho a la vida, tampoco
escapa al principio de relatividad de los derechos.

Aborto​:

Significa "nacido antes de tiempo". Alude a un ser que no logra nacer vivo porque, por
alguna causa, al interrumpirse su desarrollo, muere en el útero de su madre.

El aborto puede ser:

● Aborto espontáneo​: se produce a pesar de que no media la intención de


hacerlo (caída, golpe, enfermedad, intoxicaciones".

● Aborto provocado​: alguien toma conciencia de la decisión de interrumpir la vida


intrauterina y procede a matar al feto en desarrollo.

La CN no hace referencia al tema. El Código Penal reprime al aborto por considerarlo un


derecho a la vida. Incluye dos excepciones, que declara no punibles:

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

● Aborto terapéutico

● Aborto que proviene de un embarazo que ha sido consecuencia de una violación


o atentado al pudor contra una mujer idiota o demente. La CSJN en el fallo
“F.A.L” lo extendió a todo tipo de violación.

Eutanasia​:

Acto voluntario de facilitar la muerte sin dolor por cuestiones de piedad. Ya sea para evitar
duros sufrimientos, un futuro doloroso o una vida con graves incapacidades. Es toda acción
u omisión que por su naturaleza e intención, causa la muerte con el fin de eliminar cualquier
dolor.

Nuestro derecho penal no autoriza la eutanasia, ni tampoco la tipifica como delito autónomo.
En consecuencia, la eutanasia involuntaria activa debe ser encuadrada dentro de la figura
delictual de homicidio. Del mismo modo, la eutanasia voluntaria activa sigue siendo un
delito, pues el consentimiento de la víctima no priva de ilicitud al acto.

Derecho a la libertad de la integridad física y psíquica​:

El derecho a la integridad física constituye una prolongación del derecho a la vida.

Desde una perspectiva amplia, es el derecho que tiene toda persona a no ser sometida
contra su deseo a tratamientos que puedan anular, modificar o herir su voluntad, ideas,
pensamientos o sentimientos. Desde una perspectiva estrecha, es aquel que tutela la
protección del cuerpo en todas sus partes, poniéndolo al amparo de mutilaciones de todo
orden. No se agota en la tutela del cuerpo humano, sino que abarca también su protección
moral y psíquica.

La CN no hace referencia a este derecho, es un derecho implícito.

Derecho a la salud​:

Constituye una derivación del derecho a la vida y del derecho a la integridad física.
Presenta una connotación social más acentuada que los derechos de los que deriva. Su
génesis está vinculada al constitucionalismo social, por ende, a la obligación del Estado de
contribuir activamente al resguardo de la salud pública.

La CN no hace mención expresa a este derecho. Sin embargo, tiene una relevante
protección en los tratados internacionales.

La D​eclaración Universal de Derechos Humanos dispone que toda persona tiene derecho a
un nivel de vida adecuado que le asegure salud y asistencia médica. La Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre establece que toda persona tiene
derecho a que su salud sea preservada por medidas sanitarias y sociales.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Las constituciones provinciales a partir de 1986, hacen referencias explícitas a este


derecho.

Punto 2:

Derecho a la intimidad​:

Constituye uno de los atributos de la personalidad de más alto rango. Es esencial para la
persona, e inseparable de su condición humana. La CN no lo reconoce explícitamente, tiene
existencia implícita.

Es el derecho personalísimo que permite sustraer a la persona de la arbitraria difusión de


hechos de su vida privada.

La CSJN en el año 1984 (caso Balbín), expresó que el derecho a la privacidad e intimidad
protege jurídicamente un ámbito de autonomía individual constituida por los sentimientos,
hábitos, costumbres, relaciones familiares. Nadie puede inmiscuirse en la vida privada de
una persona, ni violar áreas de su actividad no destinadas a ser difundidas, sin su
consentimiento.

Más recientemente, expresó que no solo comprende el círculo familiar y de amistad, si


también aspectos como la integridad corporal o la imagen.

Derecho a la identidad​:

Es el derecho que tiene toda persona a conocer su propia historia. Es un derecho natural,
inherente a la propia dignidad del hombre.

No está explícitamente consagrado en la CN, es un derecho implícito.

El art. 75 inc. 17 dispone que le corresponde al Congreso, en relación a los pueblos


indígenas, "garantizar el respeto a su identidad".

La Convención sobre los Derechos del Niño establece que:

● El niño será inscrito inmediatamente después de su nacimiento


● Tendrá derecho desde que nace a un nombre
● A adquirir una nacionalidad
● En la medida de lo posible, a conocer a sus padres y a ser cuidado por ellos.
● Obliga al Estado a respetar el derecho del niño a preservar su identidad.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Punto 3:

Derecho al honor:

El honor está relacionado con el estima, el aprecio y la reputación que cada persona goza
en la comunidad donde vive y desarrolla sus actividades. Se vincula con la protección de la
imagen que el individuo tiene en la sociedad. El derecho al honor es un derecho
personalísimo, por ende, no es atribuible a personas jurídicas. La CN no menciona
expresamente este derecho, es un derecho implícito.

El derecho al honor debe ser materia de protección, particularmente el "honor objetivo".


Consiste en la reputación o buena fama que goza una persona en su entorno social.

La libertad de expresión, como derecho fundamental, no sustenta ni legitima frases y


términos manifiestamente injuriosos, que vayan más allá del derecho a opinar o el ejercicio
de la crítica.

Derecho al nombre​:

Es la prerrogativa que tiene cada persona de ser reconocida ente los demás mediante la
utilización de un nombre y apellido. Es un atributo natural inherente a la personalidad.

Cada persona es un ser único e irrepetible, como tal, debe ser tratado y considerado.

Representa también un ​deber porque es exigible por el poder público y no puede ser objeto
de renuncia. Es un derecho implícito.

Derecho a la nacionalidad​:

Este derecho ampara la necesidad de que toda persona tenga una nacionalidad, es un
atributo inherente a su condición de tal. En virtud de él, no pueden existir personas
apátridas ni tampoco puede ser borrada la nacionalidad por causa alguna. Sólo admite que
se la pueda perder como consecuencia del simultáneo reconocimiento de otra. La doble o
múltiple nacionalidad es siempre de excepción y proviene de tratados internacionales.

Nuestra Constitución hace referencia a la nacionalidad, pero no lo reconoce explícitamente


como un derecho, por eso cabe reconocer su carácter implícito.

El Pacto de San José de Costa Rica establece que toda persona tiene derecho a una
nacionalidad. A nadie se le privará arbitrariamente de ella ni de derecho a cambiarla.

Derecho a casarse, a formar una familia​:

El reconocimiento constitucional del​ derecho al matrimonio​ es implícito. Implica:


● La libertad de casarse
● La libertad de formar una familia

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

● Recibir la protección del Estado

También tiene consecuencias relevantes jurídicas:

● Reconocimiento de la igualdad jurídica de los cónyuges


● Protección prioritaria frente a las uniones de hecho
● Régimen jurídico del matrimonio
● Protección de los derechos de los hijos.

El Pacto de San José de Costa Rica dedica un artículo a la protección de la familia, la cual
considera un elemento natural y fundamental de la sociedad, que debe ser protegida por la
sociedad y el Estado. Regula aspectos específicos del matrimonio, y el reconocimiento de
iguales derechos a los hijos matrimoniales y extramatrimoniales.

Punto 4:

Derecho a entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino:

Estos derechos integran la libertad de locomoción y domicilio. Por medio de ellos, se tutela
la facultad de cada persona de vivir en el lugar que prefiera y de trasladarse de un sitio a
otro. Se hallan expresamente mencionados entre los derechos de todos los habitantes en
el​ art. 14.

Debemos hacer una distinción entre argentinos y extranjeros. Para los primeros la potestad
regulatoria para entrar al país debe ser mínima, pero para los segundos puede ser más
amplia y rigurosa.

En nuestro país, la legislación federal diferencia distintas categorías de extranjeros:


residentes permanentes, temporarios y transitorios; residentes precarios; asilados políticos;
e ilegales. La Dirección Nacional de Migraciones es el organismo encargado de la
aplicación de dicho régimen legal.

La Constitución Nacional establece:

Artículo 25:​ “El Gobierno federal fomentará la inmigración europea; y no podrá


restringir, limitar ni gravar con impuesto alguno la entrada en el territorio argentino de los
extranjeros que traigan por objeto labrar la tierra, mejorar las industrias, e introducir y
enseñar las ciencias y las artes”.

Derecho de petición​:

Es la facultad que tiene toda persona de dirigirse a los poderes públicos para reclamar su
intervención, o para pedirles que hagan o dejen de hacer algo en materia de su
competencia.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

La Constitución Nacional lo ha previsto expresamente en el art. 14​, al asegurar a todos los


habitantes el derecho de “peticionar a las autoridades”.

La mayor parte de la doctrina entiende que el ejercicio de este derecho no implica la


correlativa obligación de respuesta por parte del Estado. Otros autores consideran que es
obligatoria siempre la contestación de la autoridad. Esta última es la preferible, pero no es la
contemplada por la CN.

Es pasible de reglamentación razonable. Aunque en algunos casos, se encuentra prohibido.


El art. 22 prohíbe peticionar en nombre del pueblo, califica a esta conducta como sedición.

Derecho de reunión​:

Tutela la posibilidad de que las personas se agrupen ​temporalmente en un lugar


determinado, con previa convocatoria, con el propósito de intercambiar ideas y opiniones o
de ejercer la defensa de sus intereses.

Características:

● El requisito de la temporalidad distingue a la reunión de la asociación (tiende a


ser más permanente)
● La convocatoria previa diferencia a las reuniones de las meras aglomeraciones.
● Cada reunión tiene objetivos y finalidades específicas.

Pueden ser:

● Públicas: suelen ser efectuadas en lugares públicos pero a veces en privados. El


poder regulatorio de Estado es mayor.
● Privadas: solo se tiene acceso con una invitación personalizada, por lo general
son realizadas en sitios cerrados. La facultad reglamentaria del Estado es
mínima.

La CN no lo contempla explícitamente, es un derecho implícito.

Junto con el derecho de asociación, constituyen procesos primarios básicos de la


participación política.

Derecho de asociación:

Ampara la posibilidad de que las personas constituyan y participen en agrupaciones


permanentes​, organizadas con la finalidad de alcanzar fines específicos que habitualmente
no pueden lograr por sí solas.

Está especialmente relacionado con la participación política. Es por eso que en nuestro
sistema constitucional los partidos políticos se hallaban fundamentados constitucionalmente
en el derecho de asociación, previo a su reconocimiento explícito en 1994.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

La Constitución lo contempla explícitamente en el ​art. 14​, al establecer que todos los


habitantes gozan del derecho de "asociarse con fines útiles".

Este derecho contiene una faz positiva (derecho a asociarse) y otra negativa (a no
asociarse). Son consecuencia de la garantía del ámbito de la voluntad que ese derecho
debe proteger.

Casos de asociación compulsiva: en estos casos la asociación es obligatoria y la autonomía


de la voluntad es casi irrelevante. Por ejemplo, los colegios profesionales, como el de
abogados. La CSJN ha elaborado una importante jurisprudencia. En relación a la
asociación compulsiva de los colegios profesionales tuvo un criterio vacilante. Se pronunció
por la inconstitucionalidad de estos sistemas y luego consolidó un amplio reconocimiento.
En conclusión, la asociación compulsiva resulta aplicable, en aquellos ámbitos donde la
actividad reguladora del Estado asume una intervención más directa.

Punto 6:

Libertad de pensamiento:

Este derecho ampara la posibilidad de que cada persona, en su interioridad, elabore sus
ideas conforme a sus propias convicciones​.

Al estar referido al pensamiento (que está en la interioridad del hombre), parecería estar
fuera del alcance del legislador. Sin embargo, es necesaria su protección porque todavía
subsiste en el poder público la tentación de injerir en la intimidad personal.

Tiene reconocimiento implícito en la Constitución, ya que su desconocimiento seria


violatorio al art. 19 ​("Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan el
orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están solo reservados a Dios y
exentas de la autoridad de los magistrados"​ )

Libertad de expresión​:

Ampara la manifestación del pensamiento mediante cualquier medio. Protege la palabra


oral, escrita, el gesto y la actitud. Fue uno de los primeros y más importantes logros del
constitucionalismo clásico, cuyo contenido más sustancial fue la prohibición de la censura
previa. Es una libertad fundante, porque su ausencia genera consecuentemente el
derrumbe de otros derechos.

Está contemplado constitucionalmente de manera implícita.

No se puede concebir la existencia de un régimen republicano de gobierno sin libertad de


pensamiento y de expresión. Es una facultad natural de la persona.

86
Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Libertad de prensa:

Tutela la expresión del pensamiento por los medios gráficos periodísticos​. Constituye
uno de los aspectos específicos de la libertad de imprenta.

La CN le otorgó protección en:

● Art. 83:​ menciona expresamente "la prensa" en función de dar publicidad a los actos
del gobierno.

● Art. 14: consagra entre los derechos de todos los habitantes el de "publicar sus
ideas por la prensa sin censura previa".

Censura previa: La censura es aquel medio o procedimiento destinado a obstaculizar,


controlar o restringir la libre expresión de ideas. Al prohibir la censura "previa", el
constituyente pretendió desterrar el antiguo procedimiento de revisión anterior de las
publicaciones por parte del gobierno.

Hoy en día este sistema ha sido reemplazado por instrumentos de censura más sofisticados
y más efectivos. Por ejemplo, la desigual distribución de la propaganda oficial.

Límites de la libertad de prensa: No se puede utilizar esta libertad para ofender el honor o
invadir impunemente la intimidad de las personas.

Libertad de imprenta​:

Ampara la expresión de pensamiento por vía de medios gráficos (no sólo el periodístico).
Comprende las manifestaciones formuladas en libros, periódicos, folletos, afiches, volantes,
gráficos o cualquier otro tipo de impreso.

Art. 32: "El Congreso Nacional no dictará leyes que restrinjan la libertad de imprenta o
establezcan sobre ella la jurisdicción federal"

Limitaciones al Congreso y jurisdicción federal. Jurisprudencia.

1. Primera Etapa 1864: el Congreso Nacional estaba absolutamente vedado de


legislar sobre la libertad de imprenta. Es una facultad que le corresponde a las
provincias. También se le prohíbe aplicar las normas del Código Penal a delitos
cometidos por la prensa.

2. Segunda Etapa 1932: le permite al Congreso crear leyes para castigar a los
delitos cometidos por la prensa que ejerzan un abuso y que perturben el orden y
la seguridad pública.

3. Tercera Etapa 1970: el Congreso puede castigar cualquier tipo de abuso, no


necesariamente que perturbe el orden y la seguridad pública.

87
Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Derecho a réplica​:

Es la facultad que tiene toda persona mencionada en por un medio de difusión, en forma
errónea o agravante, para utilizar el mismo medio, a fin de hacer una aclaración o reparar el
agravio. Se trata de tener la oportunidad de mostrar la verdad ante el error, o de defender
el honor que ha sido injustamente ofendido. Es un derecho implícito en la Constitución.

El ​Pacto de San José de Costa Rica lo reconoce explícitamente en su art. 14. (Fallo
Ekmekdjian c/ Sofovich 1992).

Punto 7​:

Libertad religiosa:

Es un derecho natural fundamental por medio del cual el hombre alcanza el lugar de
realización del más íntimo vínculo con Dios (el lugar de su más auténtica libertad).

Tiene tres aspectos esenciales:

● Libertad de conciencia​: se vincula a la libertad de pensamiento. Ampara la


libertad de creer o no creer.

● Libertad de expresión religiosa​: tutela la posibilidad de manifestar o


exteriorizar lo que cada uno piensa en materia religiosa.

● Libertad de cultos​: derecho que tiene cada uno a practicar su religión, y de no


ser obligado a practicar una que no desea. Se vincula a los derechos de reunión
y de asociación.

La Constitución Nacional sólo reconoce explícitamente a la libertad de cultos en el art. 14.


Eso no hace que las otras queden desamparadas, pues la libertad de cultos presupone la
existencia de ellas. Jurisprudencia: Caso Portillo Alfredo

Punto 8:

El ​Pacto de San José de Costa Rica dedica su art. 12 a la libertad de conciencia y de


religión.

Artículo 12.​ Libertad de Conciencia y de Religión

1. Toda persona tiene derecho a la libertad de conciencia y de religión. Este derecho


implica la libertad de conservar su religión o sus creencias, o de cambiar de religión o de
creencias, así como la libertad de profesar y divulgar su religión o sus creencias, individual o
colectivamente, tanto en público como en privado.

88
Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

2. Nadie puede ser objeto de medidas restrictivas que puedan menoscabar la libertad de
conservar su religión o sus creencias o de cambiar de religión o de creencias.
3. La libertad de manifestar la propia religión y las propias creencias está sujeta únicamente
a las limitaciones prescritas por la ley y que sean necesarias para proteger la seguridad, el
orden, la salud o la moral públicos o los derechos o libertades de los demás.
4. Los padres, y en su caso los tutores, tienen derecho a que sus hijos o pupilos reciban la
educación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.

Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos:

Artículo 18:

1. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión;


este derecho incluye la libertad de tener o de adoptar la religión o las creencias de su
elección, así como la libertad de manifestar su religión o sus creencias, individual o
colectivamente, tanto en público como en privado, mediante el culto, la celebración de los
ritos, las prácticas y la enseñanza.
2. Nadie será objeto de medidas coercitivas que puedan menoscabar su libertad de tener o
de adoptar la religión o las creencias de su elección.
3. La libertad de manifestar la propia religión o las propias creencias estará sujeta
únicamente a las limitaciones prescritas por la ley que sean necesarias para proteger la
seguridad, el orden, la salud o la moral públicos, o los derechos y libertades fundamentales
de los demás.
4. Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a respetar la libertad de los
padres y, en su caso, de los tutores legales, para garantizar que los hijos reciban la
educación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.

Artículo 19
1. Nadie podrá ser molestado a causa de sus opiniones.
2. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión; este derecho comprende la
libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración
de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier
otro procedimiento de su elección.
3. El ejercicio del derecho previsto en el párrafo 2 de este artículo entraña deberes y
responsabilidades especiales. Por consiguiente, puede estar sujeto a ciertas restricciones,
que deberán, sin embargo, estar expresamente fijadas por la ley y ser necesarias para:
a) Asegurar el respeto a los derechos o a la reputación de los demás;
b) La protección de la seguridad nacional, el orden público o la salud o la moral públicas.

Artículo 20
1. Toda propaganda en favor de la guerra estará prohibida por la ley.
2. Toda apología del odio nacional, racial o religioso que constituya incitación a la
discriminación, la hostilidad o la violencia estará prohibida por la ley.

89
Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Bolilla 11:

Punto 1:

Los derechos sociales. El constitucionalismo social:

En tanto que el constitucionalismo liberal se preocupó, esencialmente, por la protección del


hombre individual y abstracto, en su libertad y dignidad, el constitucionalismo social concibió
a la persona no solo en su condición de ser individual sino también como integrado a la
sociedad.

El modelo de hombre que pergeñó el liberalismo estaba representado por la figura del
ciudadano, que era un ser ideal, individual, abstracto y casi perfecto. El constitucionalismo
social focalizó su atención en el hombre real, en su dimensión tanto personal como social.

También fue distinta la concepción de la función del Estado. La visión del Estado
Gendarme, cuyo mérito consistía en tratar de interferir lo menos posible en los intereses
particulares, fue reemplazada por una concepción más participativa. El Estado debía tener
un papel decisivo en la promoción del bienestar general.

Otra característica fue su apego a la consagración de las cláusulas económico-sociales. De


allí el énfasis por proteger a grupos determinados de la sociedad que al no contar con una
tutela específica, quedaban a merced de los grupos sociales más poderosos. Así
aparecieron y se difundieron cláusulas constitucionales que protegían a los trabajadores, a
los niños, a las mujeres, a los ancianos, a los discapacitados, etc.

El constitucionalismo actual tiende al reconocimiento de los derechos sociales más


operativos, desechando las expresiones de deseos irrealizables.

En nuestro país, el constitucionalismo social empezó a difundirse en los primeros años del
siglo XX y muy particularmente después de la primera posguerra.

Algunos ejemplos de legislación inspirada en sus principios fueron la consagración del


descanso dominical, el descanso obligatorio y con salario pago, la inembargabilidad de los
salarios de obreros y empleados, las jubilaciones y las pensiones, las indemnizaciones por
accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, jornada máxima de ocho horas o
cuarenta y ocho semanales, etc.

La reforma constitucional de 1949 - 1957:

Se suele vincular la génesis del constitucionalismo social en nuestro país con la reforma de
1949. Dicha reforma cambió la ideología predominante de nuestra Ley Suprema: fueron
abandonados los viejos moldes del liberalismo que la había inspirado y se pasó a una clara
aspiración social.

90
Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

El Preámbulo, que también fue objeto de reforma, incluyó una mención expresa sobre “la
irrevocable decisión de construir una Nación socialmente justa”.

Con respecto al contenido de su cláusulas, son numerosas las referencias a la cuestión


social. En su parte dogmática, el capítulo III estaba dedicado a los derechos del trabajador,
de la familia, de la ancianidad y de la educación y la cultura, y el capítulo IV a la función
social de la propiedad, el capital y la actividad económica. También, le otorgó atribuciones al
Congreso para dictar el Código de Derecho Social. Fue criticada la omisión deliberada en
cuanto a la admisión del derecho a huelga.

La ​reforma de 1957 fue efectuada durante el gobierno de facto de la “Revolución


Libertadora”, y también despertó justificadas críticas, en su mayoría, debido al proceso de
su generación. Sus contenidos soportaron la prueba del tiempo y poco a poco se fueron
consolidando de tal manera que en 1994 adquirieron una legitimidad incuestionable.

Se limitó a sancionar dos modificaciones respecto del texto de la Constitución de 1853 y sus
reformas posteriores (excepto la de 1949, que había sido derogada en 1956). Ambas
modificaciones estuvieron referidas a los derechos sociales e inspiradas en claros principios
del constitucionalismo social.

Se agregó una nueva cláusula, el art. 14 bis, y dentro de otra ya existente, la atribución del
Congreso para sancionar el Código de Trabajo y Seguridad Social.

El art. ​14 bis se refiere a tres aspectos sociales relevantes: los derechos de los
trabajadores, los derechos gremiales y la seguridad social. Cada aspecto será estudiado
con profundidad a lo largo de la bolilla.

Artículo 14 bis: “El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las
que asegurarán al trabajador: condiciones dignas y equitativas de labor, jornada limitada;
descanso y vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital móvil; igual
remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de las empresas, con control
de la producción y colaboración en la dirección; protección contra el despido arbitrario;
estabilidad del empleado público; organización sindical libre y democrática, reconocida por
la simple inscripción en un registro especial.

Queda garantizado a los gremios: concertar convenios colectivos de trabajo; recurrir a la


conciliación y al arbitraje; el derecho de huelga. Los representantes gremiales gozarán de
las garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión sindical y las relacionadas con
la estabilidad de su empleo.

El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral e
irrenunciable. En especial, la ley establecerá: el seguro social obligatorio, que estará a
cargo de entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y económica,
administradas por los interesados con participación del Estado, sin que pueda existir
superposición de aportes; jubilaciones y pensiones móviles; la protección integral de la

91
Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

familia; la defensa del bien de familia; la compensación económica familiar y el acceso a


una vivienda digna”.

En general, estas modificaciones recogían en forma abreviada contenidos que ya habían


sido contemplados por la reforma de 1949. Sin embargo, algunos de ellos fueron originales,
como la inclusión del derecho a huelga

Punto 2:

La Constitución enuncia en su art. 14, entre los derechos explícitos de todos los habitantes,
el “de trabajar y ejercer toda industria lícita, de navegar y comerciar”.

El ​trabajo exalta la dignidad del hombre, es un derecho natural inherente a él y es un deber


social. Por medio del trabajo, la persona procura la satisfacción de sus propias necesidades
y las de su familia.

Recorriendo el texto constitucional, se puede apreciar una definida valoración del trabajo e
incluso referencias explícitas a las políticas de empleo. Refiere el derecho de trabajar en el
sentido de asegurar al trabajador un plexo de derechos y garantías individuales y sociales
que lo amparan en su condición de tal, más no le asegura la existencia misma de fuentes
suficientes de trabajo.

El primer párrafo del art. 14 bis está dedicado a regular los “​derechos individuales del
trabajador​”. Tutela a toda persona que participe de una relación o contrato laboral.

Valora al trabajo como un acto humano y no como una simple mercancía regida por las
leyes de la oferta y la demanda. La protección específica brindada por la cláusula
constitucional, por tanto, solo tiene la pretensión de equilibrar relativamente las
posibilidades.

Artículo 14 bis (primer párrafo): “El trabajo en sus diversas formas gozará de la
protección de las leyes, las que asegurarán al trabajador: condiciones dignas y equitativas
de labor, jornada limitada; descanso y vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo
vital móvil; igual remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de las
empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección; protección contra el
despido arbitrario; estabilidad del empleado público; organización sindical libre y
democrática, reconocida por la simple inscripción en un registro especial”.

● Condiciones dignas y equitativas de labor: abarcan todas aquellas condiciones que


se vinculan a la prestación efectiva de la relación laboral, comprendiendo las
condiciones de salubridad e higiene adecuadas, el trato respetuoso y digno, la
prestación y el mantenimiento de los instrumentos y herramientas de trabajo, etc. La
“equidad” refiere a que las condiciones bajo las cuales se desarrolla la relación laboral
estarán regidas por la justicia.

92
Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

● Jornada limitada: constituyó un freno a los graves abusos que se verificaban en la


relación laboral. Sin esta pauta mínima, el trabajo corre el riesgo de convertirse en una
verdadera esclavitud. En nuestro país, desde 1929, se estableció la duración de la
jornada en ocho horas diarias o cuarenta y ocho semanales.

● Descanso y vacaciones pagados.

● Retribución justa y salario mínimo, vital y móvil: la retribución justa es aquella que
tiene en consideración tanto la calidad y cantidad de trabajo prestado como las
necesidades que el trabajador debe satisfacer para llevar una vida digna. El salario
mínimo es aquel que le permite al trabajador recibir una compensación decente que
respete su dignidad; su monto corresponde que sea establecido por ley. El carácter vital
se refiere a que debe satisfacer las necesidades habituales que tiene todo trabajador.
Debe ser móvil para adaptarse con prontitud a las cambiantes condiciones de la
realidad; debe permitirle al trabajador mantener un poder adquisitivo constante.

● Igual remuneración por igual tarea: la vigencia de este principio no impide que el
legislador efectúe discriminaciones o clasificaciones en la medida en que ellas no sean
arbitrarias. La Corte Suprema sostuvo que las discriminaciones que prohibe la norma
constitucional son aquellas manifiestamente arbitrarias (como las referidas a la raza,
religión o sexo), pero no las fundadas en motivos de bien común. •

● Participación en las ganancias​, control de la producción y colaboración en la


dirección: tiende a hacer realidad el principio de justicia, empero su aplicación práctica
es mínima.

● Protección contra el despido arbitrario y estabilidad: La estabilidad o el derecho de


permanencia laboral es una garantía mínima, necesaria para afianzar la relación de
trabajo y respetar la dignidad del trabajador. Su resultado será el fortalecimiento de la
seguridad, tanto para el empleador como para el trabajador.

La doctrina reconoce dos tipos diferentes de estabilidad:

➔ Estabilidad propia o absoluta​: Veda la posibilidad del despido arbitrario. El


empleador únicamente podrá despedir a su empleado si éste ha incurrido en la
comisión de hechos graves.

➔ Estabilidad impropia o relativa: Permite el despido, ya sea por causa justa, o


inmotivado, es decir, no imputable al trabajador. En este último caso, el empleador
ha de indemnizar convenientemente al trabajador.

El art. 14 bis formula en este aspecto, una interesante distinción. Con respecto al empleo
público, garantiza la “estabilidad”; en cuanto al empleo privado, solo protege “contra el
despido arbitrario”. Esto ha llevado a la doctrina y la jurisprudencia a afirmar que la intención
del constituyente fue la de consagrar la estabilidad propia para las relaciones del empleo

93
Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

público, y la estabilidad impropia para las relaciones privadas. Sin embargo, estos principios
no son absolutos y pueden ser objeto de razonable reglamentación.

Competencia federal y local en materia laboral:

La Constitución no contempló ninguna disposición expresa acerca del reparto de


competencias en materia laboral. No se le reconocía al derecho laboral autonomía. Al
Congreso le corresponde dictar el Código Civil, con carácter de legislación común, y su
aplicación quedaba reservada a las provincias. El criterio sigue vigente.

A partir de la reforma de 1957, se ampliaron las atribuciones del Congreso, al tener como
facultad la de dictar el Código del Trabajo y Seguridad Social, si bien se reservó a las
provincias su aplicación.

Punto 3:

Los derechos gremiales. El derecho de asociación gremial:

El segundo párrafo del art. 14 bis está dedicado a regular constitucionalmente los derechos
gremiales.

Artículo 14 bis (segundo párrafo): “Queda garantizado a los gremios: concertar convenios
colectivos de trabajo; recurrir a la conciliación y al arbitraje; el derecho de huelga. Los
representantes gremiales gozarán de las garantías necesarias para el cumplimiento de su
gestión sindical y las relacionadas con la estabilidad de su empleo”.

Se denomina ​“gremio” al agrupamiento social que reúne a las personas que realizan la
misma actividad. El “​sindicato​” es la asociación formada para la defensa de los intereses
de una actividad. La doctrina constitucional se ha inclinado a considerar que la cláusula
utiliza estos términos con el mismo significado.

Los derechos gremiales que la Constitución garantiza a los sindicatos de forma expresa
son: concertar convenios colectivos de trabajo, recurrir a la conciliación y al arbitraje, y la
huelga.

El art. 14 bis también asegura al trabajador la “organización sindical libre y democrática,


reconocida por la simple inscripción en un registro especial”. La disposición vigente acoge el
principio de pluralidad sindical, y convierte en inconstitucional el sistema que no permite
reconocer más de un sindicato por actividad o gremio. La Ley 23.551 (asociaciones
sindicales) ha reglamentado este derecho, estableciendo la prevalencia de la entidad
gremial más representativa, que es aquella que cuenta con el mayor número de afiliados
aportantes. A dicho sindicato se le conferirá la personalidad gremial.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Los convenios colectivos de trabajo:

Son contratos celebrados entre los sindicatos y las entidades representativas de los
empleadores que pertenecen a la misma actividad y tienen por objeto reglar los derechos y
las obligaciones de unos y otros. Son una consecuencia necesaria del reconocimiento del
derecho a la negociación colectiva en materia laboral. Mucho se ha discutido acerca de la
naturaleza jurídica. En principio, se trata de estipulaciones privadas, que producen efectos
generales casi idénticos a los de las leyes. Incluso, tienen carácter obligatorio.

La conciliación y el arbitraje:

Son instrumentos administrativos empleados para dirimir conflictos laborales e impedir que
éstos generen consecuencias más gravosas. Por medio de las ​conciliaciones​, el Estado
convoca a las partes en conflicto con el propósito de que ajusten sus diferencias,
procurando un arreglo que ponga fin a la situación. El ​arbitraje es un procedimiento para
resolver pacíficamente los conflictos sometiéndolos a la consideración de un tercero neutral
aceptado por las partes. Éstas, previamente, se comprometen a respetar y cumplir con la
decisión del árbitro.

No se encuentra un obstáculo para que los conflictos de derecho sean encomendados por
la ley a un tribunal judicial; el artículo 14 bis da a entender que queda permitido dirimir
conflictos colectivos fuera de la órbita judicial.

La huelga:

La huelga implica la paralización total de la actividad laboral con el propósito de protestar o


de imponer determinadas condiciones. El art. 14 bis lo contempla como un derecho de los
gremios y no de los trabajadores. La disposición tiene carácter operativo. La Corte Suprema
de Justicia ha admitido el carácter relativo de este derecho. Y en la actualidad, se halla
reglado por distintas leyes.

Le incumbe a la autoridad administrativa calificar la licitud o no de la huelga. Si pese a la


declaración de ilegalidad de la misma, se la lleva igualmente a cabo, se entiende que el
empleador puede adoptar contra sus empleados todas las medidas que la ley autoriza en
caso de inasistencia injustificada al trabajo.

La huelga es legal si cumple con ciertos requisitos: debe ser declarada por la entidad
gremial, no antes de la etapa conciliatoria; es una medida de acción extrema; debe
participar más del 51% del personal.

Punto 4:

La seguridad social. La previsión social. El seguro social. La protección de la familia:

El liberalismo exaltó entre sus valores superiores la seguridad individual. El


constitucionalismo social amplió esta protección, difundiendo nuevas instituciones

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

protectoras de grupos determinados de la sociedad, discriminados negativamente en la


realidad durante el auge del constitucionalismo liberal. Esta tutela también fue ampliada
frente a las contingencias naturales, como el embarazo y la vejez.

El Estado tiene una función cada vez más participativa: su responsabilidad es la de


constituirse en decisivo impulsor del bien común.

Artículo 14 bis (Último párrafo): “El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social,
que tendrá carácter de integral e irrenunciable. En especial, la ley establecerá: el seguro
social obligatorio, que estará a cargo de entidades nacionales o provinciales con autonomía
financiera y económica, administradas por los interesados con participación del Estado, sin
que pueda existir superposición de aportes; jubilaciones y pensiones móviles; la protección
integral de la familia; la defensa del bien de familia; la compensación económica familiar y el
acceso a una vivienda digna”.

➔ El ​seguro social es una expresión difusa que no ha tenido aplicación práctica. Es


un instrumento de la seguridad social que ampara frente a las contingencias más
generales no consignadas expresamente en las restantes enunciaciones del art. 14
bis. Su contenido estaría vinculado a la asistencia de la salud, el seguro de vida, la
protección frente a enfermedades y accidentes del trabajo, el desempleo, etc.

➔ Las ​jubilaciones y las pensiones integran el sistema de previsión social, uno de los
más importantes instrumentos de la seguridad social, al cual la reforma de 1957 le
otorgó jerarquía constitucional.

Las jubilaciones son prestaciones económicas, pagadas generalmente en dinero,


consistentes en un haber pasivo que les corresponde a los trabajadores que tienen
determinada edad, que han prestado servicios y efectuado aportes por un tiempo
prolongado, que es fijado por la ley. Tienen carácter supletorio respecto de los salarios y
tienden a suplir la disminución de la capacidad laboral por causa de la edad, o de modo
extraordinario, ante discapacidades.

Las pensiones son auxilios pecuniarios que se les conceden a determinados


causahabientes de los jubilados, así como a personas en estado de necesidad o en
reconocimiento de servicios propios o ajenos.

El carácter de “móvil” refiere a que los haberes que sean pagados tendrán que adecuarse
progresivamente a las necesidades reales. Y estos haberes, deberán guardar una
razonable proporción con los que perciban quienes presten servicios efectivamente.

El sistema de ​previsión social participa de los caracteres generales de la seguridad social,


está fundado en la solidaridad -por lo tanto es irrenunciable- y los aportes a él tienen
carácter obligatorio. Su funcionamiento en nuestro país adolece de múltiples falencias y
graves errores.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

➔ La protección integral de la familia: la familia es una comunidad natural, basada


en el matrimonio, que constituye el elemento fundamental de la sociedad y es fuente
de renovación de las energías humanas. La protección básica de la familia consiste
en la asunción por el Estado de las funciones sociales, culturales y económicas que
la institución familiar no puede cumplir con eficacia, salvando siempre el principio de
subsidiariedad.

➔ El bien de familia​: implica la existencia de un inmueble familiar, asiento del hogar,


que está protegido, por esa razón, de las circunstancias económicas de su titular. El
bien de familia convierte al inmueble familiar en inembargable respecto de las
deudas que contraiga su titular con posterioridad a su inscripción como tal.

➔ La ​compensación económica familiar: se concreta mediante el pago de


asignaciones familiares a los trabajadores.

➔ El ​acceso a una vivienda digna​.

La disposición del art. 14 bis, si bien está correctamente inspirada, es muy amplia y necesita
la operatividad que le confieren las leyes reglamentarias.

Punto 5:

La intervención del Estado en lo económico y social:

El constitucionalismo social propugnó la idea de un Estado activo, promotor del bien común.
Progresivamente, este criterio llevó también a extremos en que el Estado cobró tal
dimensión que casi todo dependía de él. Así, la reforma de 1949 estableció que “los
servicios públicos pertenecen originariamente al Estado, y bajo ningún concepto podrán ser
enajenados o concedidos para su explotación”.

El Estado no ha sido constituido para suplantar a la persona, a la familia, ni a las entidades


intermedias, sino para procurarles aquellas condiciones y medios necesarios para el
desarrollo integral de su propia vida y que por sí mismas no pueden alcanzar. Tanto la
iniciativa privada como la actividad estatal, deben estar al servicio del hombre.

El principio de subsidiariedad:

Pretende dar respuesta a los problemas que presenta la coexistencia de la actividad privada
con las facultades reguladoras del Estado.

Subsidiar quiere decir apoyar, ayudar, auxiliar, socorrer. Este principio sostiene la
necesidad de que el Estado no realice aquello que los particulares están en condiciones de
hacer para el logro del bien común.

A menudo se ha presentado una visión deformada de este principio, enunciándolo como un


virtual sinónimo de “privatización”, pero no hay que olvidar que el principio de subsidiariedad

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

implica una acción positiva de aquel en la realización del bien común cuando la iniciativa
privada no puede alcanzarlo por sí misma. Es válida la invocación de este principio para
privatizar los servicios públicos, siempre que el Estado no se desentienda de prestarlos en
casos necesarios y no rentables para la iniciativa privada.

Este mismo principio le obliga a asegurar la prestación del servicio cuando los particulares
no lo harían por no ser redituable para sus intereses. Puede ser resumido así: “tanta libertad
cuanta sea posible; tanta intervención cuanto sea necesaria”.

Punto 6:

La protección de los derechos colectivos o difusos:

La reforma de 1994 agregó agregó en la primera parte de la Constitución un segundo


capítulo, bajo la denominación de “Nuevos derechos y garantías”. A partir de allí, tienen
acogida expresa en nuestra Constitución la tutela del medio ambiente, la preservación del
patrimonio cultural, y la defensa de los consumidores y usuarios.

Los ​intereses difusos son los que no pertenecen en exclusividad a una o varias personas,
sino que pertenecen a grupos indeterminados. Se trata de verdaderos intereses sociales
que reclaman medios de tutela procesal especialmente diseñados para tal finalidad. Son
difusos porque se refieren a sujetos indeterminados, y el carácter difuso también proviene
de la propia naturaleza de los bienes tutelados, que son manifiestamente indivisibles.

Se refieren, básicamente, a los derechos ecológicos o ambientales, de los usuarios y de los


consumidores. La doctrina, no obstante, ha ido incluyendo nuevas categorías, como los
intereses relacionados con valores culturales y espirituales.

La protección del ambiente:

Con la expresión ​“ambiente” se hace referencia al espacio natural que rodea la vida del
hombre y favorece su existencia y desarrollo en las mejores condiciones. Comprende,
principalmente, la protección de la biosfera.

Artículo 41: “Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto
para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las
necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber
de preservarlo. El daño ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer,
según lo establezca la ley.

Las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional de los


recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad
biológica, y a la información y educación ambientales.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos mínimos de
protección, y a las provincias, las necesarias para complementarlas, sin que aquéllas
alteren las jurisdicciones locales.

Se prohíbe el ingreso al territorio nacional de residuos actual o potencialmente peligrosos, y


de los radiactivos”.

La proclamación del derecho a un ambiente sano tiene sentido programático, que lo torna
dependiente de la ley, pero que no inutiliza el fin de la cláusula constitucional.

La referencia a que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin
comprometer las de las generaciones futuras nos muestra un acercamiento al
constitucionalismo más actual, preocupado no solo por el presente, sino por el porvenir.

El mandamiento constitucional traduce una finalidad valiosa aunque de difícil concreción


práctica. En muchas oportunidades, el daño ecológico no puede ser recompuesto. El Estado
asume el deber de instrumentar garantías para la protección del derecho ambiental.

A partir de los lineamientos establecidos en la Constitución, la República Argentina ha


dictado un conjunto de leyes nacionales que regulan diversos aspectos relacionados con la
protección del medio ambiente, entre las que cabe destacar la denominada ​“Ley General
del Ambiente”​, la cual define al daño ambiental como toda alteración relevante que
modifique negativamente el ambiente, sus recursos, el equilibrio de los ecosistemas o los
bienes o valores colectivos. Además, establece los presupuestos mínimos para el logro de
una gestión sustentable y adecuada del ambiente, la preservación y protección de la
diversidad biológica. etc.

Los derechos del consumidor y del usuario:

El nuevo art. 42 consagra el derecho de los consumidores y usuarios, a quienes resguarda


mediante un sistema de protección especial. En virtud de él se tutela a grupos
indeterminados de personas, considerando su condición de debilidad y de evidente
desigualdad jurídica en la relación que mantienen en tal carácter.

Artículo 42: “ Los consumidores y usuarios de bienes y servicios tienen derecho, en la


relación de consumo, a la protección de su salud, seguridad e intereses económicos; a una
información adecuada y veraz; a la libertad de elección, y a condiciones de trato equitativo y
digno.

Las autoridades proveerán a la protección de esos derechos, a la educación para el


consumo, a la defensa de la competencia contra toda forma de distorsión de los mercados,
al control de los monopolios naturales y legales, al de la calidad y eficiencia de los servicios
públicos, y a la constitución de asociaciones de consumidores y de usuarios.

La legislación establecerá procedimientos eficaces para la prevención y solución de


conflictos, y los marcos regulatorios de los servicios públicos de competencia nacional,

99
Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

previendo la necesaria participación de las asociaciones de consumidores y usuarios y de


las provincias interesadas, en los organismos de control”.

La cláusula precisa el alcance de la protección. Los derechos que la norma establece deben
ser entendidos como complemento de los ya existentes en otras disposiciones de la
Constitución y deben ser interpretados en sentido amplio. También resalta el valor de la
educación, que debe estar orientada a crear una sólida conciencia de sus derechos, y
también a generar en ellos el sentido crítico frente a la presentación de ofertas y hacia la
prestación misma.

La Ley 24.240, denominada “Ley de defensa del consumidor” definió conjuntamente a


unos y otros. Dicha norma fue modificada en 2008, y se le otorgó mayor amplitud
conceptual.

Debe entenderse por consumidor o usuario a toda persona física o jurídica que adquiere o
utiliza bienes o servicios en forma gratuita u onerosa como destinatario final, en beneficio
propio o de su grupo familiar o social.

Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales: es un tratado


multilateral general que establece mecanismos para su protección y garantía. Se
compromete a las partes a trabajar para la concesión de los derechos económicos, sociales
y culturales de las personas, incluidos los derechos laborales y los derechos a la salud, la
educación y un nivel de vida adecuado.

Se reconocen los derechos de:

• Trabajar y libre elección de empleo.


• Condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias.
• Libertad sindical y derecho a huelga.
• Seguridad social.
• Protección de la familia y los menores.
• Nivel de vida adecuado y a la mejora continua de las condiciones de existencia.
• Salud y educación.
• Participar en la vida cultural.
• Protección, desarrollo y difusión de la ciencia y la cultura.

La ​Convención sobre los Derechos del Niño es un tratado internacional de las Naciones
Unidas, firmado en 1989, a través del cual se enfatiza que los niños tienen los mismos
derechos que los adultos, y se subrayan aquellos derechos que se desprenden de su
especial condición de seres humanos que, por no haber alcanzado el pleno desarrollo físico
y mental, requieren de protección especial.

Reconoce a los niños como sujetos de derecho, pero convierte a las personas adultas en
sujetos de responsabilidades. Los cuatro principios específicos de la CIDN son: el interés
superior del niño, el derecho a la no discriminación, el derecho a la vida, la sobrevivencia y
el desarrollo y finalmente, el derecho a la libertad de expresión y a ser escuchado.

100
Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Bolilla 12:

Punto 1:

Limitaciones a los derechos constitucionales:

En nuestro régimen constitucional no hay derechos absolutos; todos pueden ser objeto de
reglamentación razonable. Es el principio que emana del art. 14, que al reconocer los
derechos allí enumerados aclara que éstos pertenecen a todos los habitantes, “conforme a
las leyes que reglamenten su ejercicio”. Todos los derechos pueden ser reglamentados, y
hasta el propio derecho a la vida lo ha sido.

Empero, cuanto mayor sea la relevancia del bien tutelado, menor será el espacio de
razonabilidad que tendrá el legislador para reglamentarlo. Esto es lo que ocurre con los
derechos fundamentales del hombre, los que atañen a su dignidad. Hay ciertos derechos
que NO pueden ser en sí mismos objeto de reglamentación, no porque la CN lo prohíba
sino porque deben ser considerados, por su propia naturaleza, de manera absoluta. Como
la libertad de pensamiento y de conciencia.

Principio de razonabilidad: El art. 28 marca el límite inexorable en cuanto a la posibilidad


de limitación de los derechos y las garantías constitucionales al establecer;

Artículo 28: “Los principios, garantías y derechos reconocidos en los anteriores artículos,
no podrán ser alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio”

Los principios, derechos y garantías pueden ser reglamentados pero no alterados. A este
principio se lo conoce como "principio de razonabilidad".

Implica un vínculo estrecho con la realización de la justicia. También, una relación adecuada
entre la finalidad perseguida por el legislador y los medios empleados para alcanzarla. La
determinación práctica de esos límites es casi siempre materia compleja que ha de ser
resuelta, en última instancia, por los jueces.

Punto 2:

Poder de Policía: Es la facultad que tiene el Estado (específicamente el Poder Legislativo)


para, por medio de la ley, limitar el ejercicio de los derechos constitucionales individuales,
los cuales NO pueden ser alterados ni destruidos; con el objetivo de lograr una adecuada
convivencia, el bien común y la seguridad del orden público.

Le corresponde al Poder Judicial, decidir si esas limitaciones encuadran dentro del marco
de la CN, salvaguardando los derechos individuales. La amplitud del poder de policía
depende de la ideología constitucional: cuanto más sea la participación del Estado mayor
será la amplitud del ejercicio de la atribución reglamentaria del Poder Legislativo.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Origen:

● Grecia: la polis concebía al individuo como parte y elemento de la colectividad. La


policía sólo intervenía cuando la colectividad experimentaba necesidades, como un
todo único.

● Roma: en un principio era como Grecia. Luego se fue acentuando el reconocimiento


por el individuo. Así creció el poder militar y se complejizó la función policial. •
Cristianismo: puso un límite claro en la función policial. La libertad es un don otorgado
por Dios y no por el Estado

● Edad Media: se dio la atomización de poder, lo que hizo que se disperse el poder
policial, que pasó a ser una prerrogativa del monarca y de la nobleza, en defensa de
sus propios intereses.

● Estado absolutista: aparece el Estado Policial, caracterizado por una autoridad


arbitraria, sin ley ni limitaciones. Se desconocen los derechos de la persona.

● Constitucionalismo liberal: surge el Estado Gendarme. Reduce totalmente su


actividad policial porque el individuo es el poder máximo.

● Constitucionalismo social: el concepto de "poder de policía" le sirvió a aquellos


Estados que tenían constituciones liberales. Para flexibilizarlas y que vayan aceptando
una intervención cada vez mayor del poder público en cuestiones económicas y
sociales.

Concepto amplio y restringido:

➢ Poder de policía estrecho o restringido: De origen europeo. Aparece vinculado a


la protección del orden público y dentro de él, en especial con el cuidado de la
salubridad, moralidad y seguridad pública.
➢ Poder de policía en sentido amplio: De origen norteamericano. Comprende todas
las reglamentaciones o limitaciones razonables establecidas con el propósito de
lograr el bienestar general.

Su fundamento constitucional:

El poder de policía, al menos con esa determinación expresa, no fue contemplado por los
constituyentes de 1853. Sin embargo, se pueden hallar algunas referencias implícitas.

➔ Art. 14: al enunciar que todos los habitantes gozan de los siguientes derechos
conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio. Uno de los soportes más
relevantes de este poder.
➔ Art. 28: al establecer que los principios, derechos y garantías no podrán ser
alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio (principio de razonabilidad).

102
Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

A partir de la Reforma de 1994, tiene mención expresa en el ​artículo 75 inc. 30​. Indica, que
con respecto a las zonas de jurisdicción federal, asentadas en los territorios de las
provincias, las autoridades provinciales y municipales conservan los poderes de policía y de
imposición sobre estos establecimientos, en tanto no interfieran con las finalidades de los
mismos.

Competencia para su ejercicio: En EEUU, el poder de policía se originó como un


reconocimiento en favor de los Estados de reglamentar los derechos constitucionales. En
cambio, en nuestro país, nació como un instrumento nuevo y poderoso en favor del poder
central. Con el transcurrir del tiempo, algunos pronunciamientos jurisprudenciales fueron
admitiendo ciertas competencias provinciales.

Punto 3:

Estado de Sitio: ​La expresión proviene del derecho francés y alude a una ciudad, plaza o
lugar que se halla sitiado o asediado por el enemigo. Fue, en sus orígenes, una medida de
emergencia militar. Luego evolucionó, convirtiéndose en una institución de carácter político
y excepcional para proteger el orden constitucional gravemente alterado. Es un instituto de
emergencia; forma parte del derecho constitucional ​extraordinario o de excepción​.

Consiste en la limitación del ejercicio de las garantías constitucionales, y correlativamente,


el acrecentamiento de las facultades del Poder Ejecutivo.

Antecedentes: El antiguo derecho público romano preveía la existencia excepcional de la


dictadura dentro del gobierno republicano. Esta magistratura tenía como finalidad la defensa
del gobierno en circunstancias de excepción. Si bien el dictador romano contaba con
amplias atribuciones, tenía fijado un lapso de duración y estaba sujeto a limitaciones
derivadas de las propias necesidades que habían dado origen a su designación.

En nuestro país hallamos antecedentes en el Decreto de Seguridad Individual de 1811, el


Estatuto Provisional de 1815, el Reglamento Provisorio de 1817 y también las
Constituciones de 1819 y 1826.

Alberdi​, en su proyecto, preveía la adopción del estado de sitio pero con efectos más
amplios: suspendía no solo las garantías individuales, sino la vigencia misma de la
Constitución.

Nuestra Constitución:

Los constituyentes en 1853 reconocieron en el art. 23 el estado de sitio;

Artículo 23: “En caso de conmoción interior o de ataque exterior que pongan en peligro el
ejercicio de esta Constitución y de las autoridades creadas por ella, se declarará en estado
de sitio la provincia o territorio en donde exista la perturbación del orden, quedando
suspensas allí las garantías constitucionales. Pero durante esta suspensión no podrá el

103
Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

presidente de la República condenar por sí ni aplicar penas. Su poder se limitará en tal caso
respecto de las personas, a arrestarlas o trasladarlas de un punto a otro de la Nación, si
ellas no prefiriesen salir fuera del territorio argentino”.

Finalidad del Estado de sitio:

● Restablecimiento o la protección del orden constitucional alterado.


● Defensa de la Constitución y de las autoridades federales que ella crea
● Procura hacer efectivo la finalidad de "proveer la defensa común", enunciada en el
Preámbulo.

Causas:

➔ Conmoción interior: hace referencia al desorden o rebelión interna grave, y su


declaración debe provenir del Congreso de la Nación.
➔ Ataque exterior: debe estar configurado por una invasión o amenaza cierta de
ataque por parte de una fuerza extranjera. La única vez que fue declarada por esta
causa fue con motivo de la guerra con Paraguay.

Su declaración corresponde que sea realizada por el Presidente con acuerdo del Senado.
Este trámite más breve se justifica en razón de la mayor urgencia que puede implicar la
emergencia. Se requiere que cualquiera de ellas tenga una envergadura tal que sea capaz
de poner en peligro el ejercicio de la Constitución y las autoridades.

Se discute en la doctrina constitucional si el estado de sitio puede tener carácter preventivo


y ser declarado antes de que se produzca la alteración del orden, los lineamientos se
inclinan que solo puede ser declarado preventivamente ante un inminente ataque exterior.

Límite territorial: Puede ser declarado en la provincia o territorio en donde exista la


perturbación del orden. O en uno o varios puntos de la Nación.

El poder que lo declara: El art. 75 inc. 29 dispone que es competencia del Poder
Legislativo declarar el estado de sitio, y aprobar o suspender el estado de sitio declarado,
durante su receso, por el Poder Ejecutivo.

Desde 1994, el Poder Ejecutivo ha tenido la competencia para declararlo, mediante los
decretos de necesidad y urgencia. Sin embargo, si el presidente, estando el Congreso en
sesiones ordinarias, puede declarar el estado de sitio y detener o trasladar a cualquier
persona, la libertad está en serio peligro. Es por eso que se cuestiona, por la defensa de la
libertad.

Revisión judicial de la declaración de estado de sitio: Es un acto privativo de los


poderes políticos y por ende, no puede ser objeto de revisión judicial. Solo se admite,
mediante el procedimiento del habeas corpus, ejercer el control de legitimidad de la

104
Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

declaración de estado de sitio, limitándose a verificar de que hayan sido invocadas las
causas previstas en la CN, y que haya sido declarada por la autoridad competente.

Efectos:​ Están enunciados en el art. 23.

➢ Suspensión de las garantías constitucionales: las garantías son los medios


instrumentales que protegen el ejercicio de los derechos constitucionales.

Existen dos tipos de garantías:


✓ Restringidas: comprenden el hábeas corpus, el amparo, el hábeas data y todos
los demás procedimientos o garantías protectoras de la libertad (debido
proceso, inviolabilidad de domicilio).
✓ Amplias: Amplias: incluyen las garantías públicas (forma republicana y
representativa, federalismo, etc.)

La mención que en ese sentido hace el art. 23 es referida parcialmente a las garantías
estrictas, pero no es comprensiva de las amplias. No pueden ser limitados los derechos y
garantías que atañen a la dignidad humana, la vigencia de la Constitución, el federalismo,
etc.

➢ El acrecentamiento de las atribuciones del Presidente de la República​, quien


podrá arrestar o trasladar a las personas de un punto a otro del país (si no prefieren
salir del país), pero no aplicar penas.

La revisión judicial de los actos realizados en cumplimiento del estado de sitio. El


control de razonabilidad: jurisprudencia:

El control de razonabilidad tiene por finalidad preservar el valor justicia en el contenido de


todo acto de poder e, incluso, de los particulares. Ejercer el control de razonabilidad implica
formular un juicio acerca del acto o de la norma cotejándola con las exigencias del valor
justicia.

Puede ser practicado desde dos perspectivas:

● Declaración de Estado de sitio: solo se admite mediante el hábeas corpus.


● Respecto de las medidas concretas que adopte la autoridad en el estado de sitio.

Con respecto a la última perspectiva mencionada, será necesario distinguir tres etapas
relevantes de la CSJN:

A. Hasta 1959: las medidas NO eran pasibles de control judicial. Ya que eran actos que
pertenecían a la esfera de reserva de los poderes públicos, violaría la división de
poderes.

105
Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

B. 1959-1972: no se apartó absolutamente del criterio de la primera etapa. Se empezó a


hacer un control formal, en base a las explicaciones que daba el Poder Ejecutivo. El
Poder Judicial solo declaraba la inconstitucionalidad en cuestiones que se apartaban de
forma manifiesta y arbitraria de los principios y disposiciones de la CN.

C. 1972: el control comienza a ser real y concreto. Ya no se conformaban con los informes
del Poder Ejecutivo, se comienza a cuestionar la veracidad de estos informes.

Preferencia para salir del país: Está reconocida en la última parte del art. 23. En virtud de
ella, toda persona arrestada o trasladada por disposición del Presidente, en virtud del
estado de sitio, cuenta con la posibilidad de anteponer a esa facultad presidencial el
resguardo de su libertad física, ejerciendo el derecho de salir del país (fallo Marcelo T.
Alvear).

Inmunidades parlamentarias y el estado de sitio:

La ​Corte Suprema de Justicia ha manifestado que la suspensión de garantías no puede


afectar a las propias autoridades de la Nación, porque ello es incongruente con los
propósitos expresos en el art. 23, en cuanto el estado de sitio tiene como finalidad la
defensa de la Constitución y de las autoridades creadas por ella. De no ser así, se estaría
autorizando al Presidente para destruir los restantes poderes de la República por medio del
arresto o la traslación de sus miembros durante el estado de sitio.

Esto fue expresado en el caso “Leandro N. Alem y​ Mariano N. Candiotti” de 1893. Alem era
senador nacional en el momento que el Presidente Carlos Pellegrini declaró el estado de
sitio en todo el territorio de la República e inmediatamente ordenó la detención de varias
personas a las cuales vinculaba con una posible rebelión, incluyendo su persona. Alem se
negó a acatarla, por entender que estaban siendo allanadas sus inmunidades
parlamentarias.

Punto 4:

Ley Marcial: En el derecho constitucional, se utiliza para designar la situación de


emergencia que se caracteriza por el sometimiento de los civiles a la ley militar. Es una
medida de excepción. No está contemplada expresamente por la CN, lo cual ha motivado
dudas acerca de la posibilidad de su implantación.

Antecedentes y constitucionalidad: Hasta 1930, no fue un tema preocupante. Había sido


aplicada en 1968 en Salta, cuando 12 montoneros fueron apresados, acusados de conspirar
contra las autoridades. Los detenidos fueron puestos a disposición del juez federal, mientras
eran reclamados por el comandante del Ejército del Norte para juzgarlos.

También en San Juan, en 1869. Estando intervenida la provincia, las fuerzas del Ejército
aprehendieron a un conocido caudillo montonero, acusado de conspirar contra las
autoridades. se lo sometió a un consejo de guerra, fue sentenciado a muerte y ejecutado.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Mitre, desde su banca como senador, dijo que las leyes militares sólo rigen a militares y no
a los individuos o delitos comunes.

La ley marcial fue impuesta por el general José F. Uriburu como presidente de facto, apenas
derrocado el gobierno constitucional de Hipólito Yrigoyen en 1930. Se autorizó a los
comandos militares a detener y ejecutar sin proceso alguno a toda persona que fuera
sorprendida in fraganti en la comisión de un delito contra la seguridad o los bienes de los
habitantes. Los gobiernos de facto denominados “Revolución Argentina” y “Proceso de
Reorganización Nacional” establecieron consejos de guerra habilitados para el juzgamiento
de civiles. La sanción de la Ley 26.394, que derogó el Código de Justicia Militar y todas las
normas y disposiciones de carácter interno que lo reglamentaban, eliminó el último vestigio
que quedaba en el ordenamiento jurídico argentino que contemplaba la pena de muerte, y
también, el argumento legal -pero no constitucional- para sostener la validez de la ley
marcial.

Punto 5:

Fidelidad de la Nación: Es una de las obligaciones constitucionales más relevantes que el


Estado impone a sus ciudadanos y en cuya defensa, incluso, puede exigirse el deber de
armarse en defensa de la Patria y de la Constitución, conforme lo que requiere el art. 21.

La traición: Es definida como un quebrantamiento a la fidelidad o lealtad que se debe


guardar o tener. la alta traición como la cometida contra la soberanía o contra el honor, la
seguridad y la independencia del Estado.

Artículo 119: “La traición contra la Nación consistirá únicamente en tomar las armas contra
ella, o en unirse a sus enemigos prestándoles ayuda y socorro. El Congreso fijará por una
ley especial la pena de este delito; pero ella no pasará de la persona del delincuente, ni la
infamia del reo se transmitirá a sus parientes de cualquier grado”.

Concesión de facultades extraordinarias:

Artículo 29: “El Congreso no puede conceder al Ejecutivo nacional, ni las Legislaturas
provinciales a los gobernadores de provincia, facultades extraordinarias, ni la suma del
poder público, ni otorgarles sumisiones o supremacías por las que la vida, el honor o las
fortunas de los argentinos queden a merced de gobiernos o persona alguna. Actos de esta
naturaleza llevan consigo una nulidad insanable, y sujetarán a los que los formulen,
consientan o firmen, a la responsabilidad y pena de los infames traidores a la patria”.

Sedición: Refiere al alzamiento colectivo y violento contra la autoridad, el orden público o la


disciplina militar sin llegar a la gravedad de la rebelión.

Artículo 229. Código Penal: Serán reprimidos con prisión de uno a seis años, los que, sin
rebelarse contra el gobierno nacional, armaren una provincia contra otra, se alzaren en
armas para cambiar la Constitución local, deponer alguno de los poderes públicos de una

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

provincia o territorio federal, arrancarle alguna medida o concesión o impedir, aunque sea
temporalmente, el libre ejercicio de sus facultades legales o su formación o renovación en
los términos y formas establecidas en la ley.

La defensa del orden constitucional. La defensa nacional:

El art. 21 impone la obligación de ​armarse en defensa de la Patria y de la Constitución​.

Cada etapa histórica de nuestro país ha traído una concepción diferente de la defensa de la
patria, influidos por fuerzas externas.

● La defensa a la patria se hacía convocando milicias patrióticas, sin preparación previa.


(Invasiones inglesas).

● Siglo XIX-XX: Necesidad de armar fuerzas armadas permanentes y disciplinadas.

● 1960-70 Guerra Fría: la prioridad era garantizar el orden interno, combatir el


comunismo. Estimaron conveniente que las Fuerzas Armadas asumieran el Poder del
Estado. En este contexto se dio la Guerra de Malvinas.

● Vuelta a la democracia y actualidad: la defensa a la patria nos incumbe a todos, no solo


a las fuerzas armadas. Todo bajo la conducción de las autoridades legítimamente
elegidas por el pueblo.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Bolilla 13:

Punto 1:

La seguridad jurídica: ​La seguridad jurídica implica una actitud de confianza en el derecho
vigente, y una previsibilidad sobre su futuro. Permite prever las consecuencias de las
acciones del hombre, y las garantías del orden constitucional de que gozan tales actos.

Está estrechamente vinculada a las garantías y los controles institucionales para asegurar la
libertad del hombre frente al Estado. Se trata, en definitiva, de la confianza en el orden
jurídico, la cual se basa en la protección frente a la arbitrariedad y la previsibilidad.

Antecedentes: El constitucionalismo liberal exaltó la idea de la libertad y de la seguridad


individual. Los totalitarismos del siglo XX, en cambio, consideraron a la seguridad como un
obstáculo. El comunismo consideraba que la seguridad era un instrumento al servicio de la
burguesía para perpetuar la división de la sociedad en clases.

Después de la Segunda Guerra Mundial, la seguridad recobró su valoración. El


constitucionalismo social amplió considerablemente el concepto, y se puso especial acento
en la seguridad social.

Influencia del cristianismo: El cristianismo contribuyó a ubicar a la seguridad como un


objetivo claro y certero. Al proclamar el inalienable respeto por la libertad y la dignidad del
hombre, formuló un implícito reclamo de seguridad. Se debe proteger contra todo ataque
arbitrario.

El derecho a la jurisdicción: Es una de las garantías fundamentales que debe asegurar


todo Estado de derecho. Es el derecho que tiene todo individuo de acudir a un órgano
judicial para que resuelva su pretensión, para que un juez analice su causa. Si esta garantía
no existe, se carece de seguridad jurídica.

Es el equivalente a lo que en el derecho anglosajón se conoce como “due process of law”.

Esta garantía no tiene figuración expresa en la Constitución, pero su existencia se halla


plenamente avalada por sus propios fines. La jerarquía constitucional otorgada a ciertos
tratados internacionales contemplan este derecho: tanto la Declaración Universal de
Derechos Humanos como el Pacto de San José de Costa Rica contienen referencias
expresas. Establecen con precisión los tres estadios de la denominada “tutela judicial
efectiva”:

● El acceso a la justicia.
● Ser parte en el proceso, obtener una sentencia fundada y en tiempo razonable.
● Ejecución de la sentencia.

El derecho a la jurisdicción lo tienen todas las personas, sean físicas o jurídicas, en la


medida en que dispongan de capacidad para ser parte en un proceso judicial. Debe ser

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

ejercido por medio de las vías legales previamente establecidas. No se agota con la mera
posibilidad potencial de acceso a un órgano judicial, sino con su concreción práctica. Se
vincula con la necesidad de jueces naturales realmente imparciales, probos e idóneos, con
la existencia efectiva de órganos judiciales suficientes y con dotación de personal, recursos
económicos y procedimientos adecuados.

La garantía de los jueces naturales: Se denomina “juez natural” al órgano judicial cuya
creación, jurisdicción y competencia provienen de una ley anterior al hecho que motiva la
causa. Integra el derecho a la jurisdicción y constituye una garantía mínima necesaria para
asegurar la imparcialidad. Su fundamento se halla en el ​art. 18 que establece que nadie
puede ser “sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa”.

No es la naturaleza sino la ley la que crea el órgano judicial. Lo que se requiere, en


definitiva, es que sea imparcial y para ello es necesario que haya sido creado por la ley con
carácter general. El supuesto que la Constitución prohíbe es el de los jueces excepcionales
o no ordinarios. Requiere, en cambio, jueces predeterminados por la ley. Lo inadmisible es
el intento de privar a un juez de su jurisdicción en un caso concreto para conferírsela a otro
que no la tiene.

Comisiones especiales: Son tribunales creados con posterioridad al hecho de la causa. Se


trata, generalmente, de órganos judiciales ad hoc, creados con el deliberado propósito de
juzgar determinado hecho o persona. ​Están prohibidos por el artículo 18.

El debido proceso:

Además de la posibilidad de acceso al órgano jurisdiccional y la garantía de su


imparcialidad, se debe también tutelar el proceso judicial como integridad.

El art. 18 determina que “es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos”.
El debido proceso judicial se integra con etapas que son insoslayables: la acusación, la
defensa, la prueba, la sentencia y la ejecución de ésta.

➔ Toda persona que es llevada coercitivamente ante la justicia tiene derecho a conocer los
cargos que le son formulados. Esto le permitirá al acusado establecer su defensa.

➔ El derecho a la defensa incluye como primera exigencia la posibilidad de ser oído. Este
derecho es inviolable. Asimismo, para asegurar la mejor protección del acusado, se exige
la asistencia letrada. Para quienes no tengan la posibilidad económica de recurrir a un
profesional del derecho, el Estado debe proveer una defensa digna mediante la
prestación de un servicio de defensorías públicas y gratuitas. La garantía de defensa
exige que no se prive a nadie arbitrariamente de la adecuada tutela de sus derechos, la
obtención de una sentencia fundada, previo juicio llevado en legal forma, ya se trate de
procedimiento civil o criminal.

➔ Derecho de ofrecer toda la prueba necesaria que permita una adecuada defensa. La
prueba que sea desechada debe serlo únicamente por causas razonables.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

➔ Todo litigante tiene el derecho a obtener una sentencia que resuelva la cuestión. La
misma debe guardar estricta relación con las cuestiones planteadas con la acusación y
defensa, exenta de arbitrariedad.

➔ Derecho a ejecutar la sentencia.

Artículo 18: Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en
ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los
jueces designados por la ley antes del hecho de la causa. Nadie puede ser obligado a
declarar contra sí mismo; ni arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad
competente. Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos. El domicilio
es inviolable, como también la correspondencia epistolar y los papeles privados; y una ley
determinará en qué casos y con qué justificativos podrá procederse a su allanamiento y
ocupación.

Garantías en materia penal:

➢ Principio de legalidad: Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio
previo fundado en ley anterior al hecho del proceso. Prohíbe expresamente la
retroactividad de la ley penal.

➢ Inmunidad de declaración de arresto: Nadie puede ser obligado a declarar contra sí


mismo. La Corte Suprema afirmó que “tal juramento sería una coacción moral que
invalida los dichos expuestos, porque exigir juramento al imputado constituye una
manera de obligarlo a declarar en su contra”. También sirve para discutir la validez de
las declaraciones espontáneas en la sede policial. Fallos “Diario El Atlántico” y
“Montenegro”.

➢ Presunción de inocencia​: No está explícitamente enunciado en el artículo 18, pero es


una garantía implícita y completa a la norma. Penalmente toda persona es inocente
hasta tanto se demuestre su culpabilidad. La prueba está a cargo de quien formula los
cargos.

➢ Juicio por jurados: es una modalidad de dirimir conflictos legales con la intervención
de un órgano colegiado integrado por personas que no son magistrados judiciales,
designados por sorteo y presididos por un juez, cuya función es, luego de una instancia
oral, pronunciar un veredicto acerca de los hechos y la culpabilidad del acusado. Es un
derecho para el acusado ser juzgado por sus pares.

➢ Aplicación de la ley penal más benigna: Si la ley vigente al tiempo de cometerse el


delito fuere distinta a la que exista al momento de pronunciarse el fallo, se aplicará la
más benigna (artículo 2 Código Penal). No es una exigencia constitucional, pero se está
estipulado en el Pacto de San José de Costa Rica.

➢ Reformatio in pejus: la doctrina y la jurisprudencia afirmar la prohibición de agravar la


condena si no ha sido expresamente pedida por quien acusa.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

➢ Segunda instancia: posibilidad de que un tribunal de instancia superior revise lo


resuelto por un tribunal de instancia inferior.

La irretroactividad constitucional: La retroactividad no es un principio general que este


expresamente en la Constitución. Sólo se ha previsto en materia penal (ningún habitante de
la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso).

Punto 2:

El art. 18, en su última parte, establece:

Artículo 18: “Quedan abolidos para siempre la pena de muerte por causas políticas, toda
especie de tormento y los azotes. Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para
seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de
precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquélla exija, hará responsable al
juez que la autorice”.

La restricción de la libertad debe estar inspirada en un doble propósito, que es la seguridad


del detenido y también de la comunidad. Su finalidad no es la mortificación de los afectados,
sino su reeducación.

El Pacto de San José de Costa Rica dispone que “las penas privativas de la libertad tendrán
como finalidad esencial la reforma y la readaptación social de los condenados.”

Pena de muerte por causas políticas: queda abolida para siempre, lo mismo que toda
especie de tormentos y azotes. Solo se refiere a la pena de muerte por causas políticas, lo
que pareciera delegar en el legislador ordinario la posibilidad de aplicarla por otros motivos.
Tal posibilidad, empero, se halla condicionada a lo establecido en el art. 4 del Pacto de San
José de Costa Rica, que posee un criterio abolicionista de la misma.

Punto 3:

El hábeas corpus: Es una garantía constitucional que ampara la libertad física, corporal o
de locomoción, frente a restricciones arbitrarias, mediante un procedimiento sumario y
expeditivo. Es una garantía porque constituye un medio o instrumento de protección que
defiende derechos y libertades específicos.

El bien jurídico que tutela es la libertad física, que constituye uno de los atributos más
preciados y valorados de la libertad y dignidad de la persona. Es una garantía fundante,
porque permite la práctica de los restantes derechos. Es el instrumento más elemental y
contundente para asegurar la libertad personal contra los abusos del poder.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Antecedentes: La institución del hábeas corpus tiene antecedentes de muy antigua data,
principalmente en el derecho romano, el español y el anglosajón. En nuestro país, pese a
no haber sido mencionado como tal en la Constitución de 1853, tiene profusos
antecedentes en nuestra legislación anterior a la Organización Nacional. El primer
antecedente lo encontramos en el Reglamento de la Junta Conservadora de 1811 y en el
Decreto sobre Seguridad Individual. También, en el Estatuto Provisional de 1815, la
Constitución de 1819 y la de 1826.

En todos estos casos se imponían recaudos importantes para poder detener a una persona;
faltaba, empero, consagrar en forma explícita un procedimiento rápido y sumario, que
garantizara la recuperación de la libertad cuando la detención era ilegítima.

La Constitución de 1949 incorporó por primera vez, en forma explícita, la mención del
hábeas corpus, al que definía como un recurso, y comprendía no solo la libertad física, sino
la libertad en general.

Fundamento constitucional: La ley que declaró la necesidad de reforma constitucional, en


1993, previó entre los temas habilitados para su tratamiento el de la “consagración expresa
del hábeas corpus y del amparo, por incorporación de un nuevo artículo”. La reforma de
1994 incluyó así en forma expresa el hábeas corpus en la última parte del nuevo ​art. 43​,
norma en la cual también son regulados el amparo y el hábeas data.

La norma establece que “cuando el derecho lesionado, restringido, alterado o amenazado


fuera la libertad física, o en caso de agravamiento ilegítimo en la forma o condiciones de
detención, o en el de desaparición forzada de personas, la acción de hábeas corpus podrá
ser interpuesta por el afectado o por cualquiera en su favor y el juez resolverá de inmediato,
aún durante la vigencia del estado de sitio.”

Se advierte que aparece como una especie de la acción de amparo. Sin embargo, podemos
considerar que el hábeas corpus es una garantía fundante, propia y singular. La norma
admite sus variables más conocidas que son:

● Reparador: Procura la libertad de una persona ilegítimamente detenida.


● Preventivo: Tiende a asegurar la libertad ante la amenaza o posibilidad de privación de
ella.
● Restringido: Pretende hacer cesar las limitaciones o molestias a la libertad, que sin
llegar a constituir una privación efectiva de ésta, la ponen en peligro.
● Correctivo: Procura que la detención, legítimamente ordenada, se cumpla en
condiciones dignas y razonables.

Legislación actual: se halla reglamentado por la Ley 23.098 sancionada en 1984. Ha


establecido que en caso de que las provincias tengan disposiciones más protectoras, deben
ser aplicadas. Es decir, las provincias pueden aplicar más y mejor tutela a la libertad física,
pero nunca otorgarle menos que lo establecido por la ley nacional.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Punto 4:

El amparo: La institución del amparo integra el rubro de las garantías constitucionales; es


decir, se trata de un medio jurisdiccional para hacer efectiva la protección del goce de los
derechos reconocidos en la Constitución.

Hace referencia específicamente al procedimiento judicial, breve y sumario, que asegura un


medio expeditivo para la protección de los derechos y las libertades constitucionales,
distintos de la libertad física, corporal o de locomoción.

Su propósito fundamental es el de contribuir a hacer operativos los contenidos de la libertad,


establecidos en la parte dogmática de la Constitución y en tratados internacionales.

En tanto que el hábeas corpus tutela la libertad física o corporal, ilegal o arbitrariamente
restringida, el amparo protege los demás derechos constitucionales, sean éstos explícitos o
implícitos.

Antecedentes jurisprudenciales: Si bien el amparo, en el orden federal, obtuvo su


reconocimiento por vía jurisprudencial en 1957, algunos fallos anteriores de la Corte
Suprema de Justicia habían insinuado ya su acogida institucional.

Fundamento constitucional: La Constitución vigente hasta la reforma de 1994 no


contenía norma alguna que hiciera referencia expresa al amparo. Había fundamentos
implícitos, como el que se advierte en el ​art. 33​. Además, podemos considerar que es un
medio esencial para la protección efectiva de la supremacía constitucional establecida en el
art. 31. Fue incorporado como garantía expresa por la reforma de 1994:

Artículo 43: “ Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo, siempre
que no exista otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de autoridades
públicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o
amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por
esta Constitución, un tratado o una ley. En el caso, el juez podrá declarar la
inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesiva.

Podrán interponer esta acción contra cualquier forma de discriminación y en lo relativo a los
derechos que protegen al ambiente, a la competencia, al usuario y al consumidor, así como
a los derechos de incidencia colectiva en general, el afectado, el defensor del pueblo y las
asociaciones que propendan a esos fines, registradas conforme a la ley, la que determinará
los requisitos y formas de su organización “.

El amparo es un proceso de excepción, utilizable en delicadas y extremas situaciones en las


que, por carencia de otras vías aptas, peligra la salvaguarda de derechos fundamentales y
exige para su apertura circunstancias muy particulares, como la presencia de arbitrariedad o
ilegalidad manifiestas, que ante la ineficacia de los procedimientos ordinarios originan un
daño concreto y grave. Es pues, el litigante quien debe demostrar que la vía elegida es la

114
Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

más apta para procurar el derecho que intenta defender, y que no puede hallar tutela en los
procedimientos ordinarios.

Legislación vigente: En la actualidad, se halla reglamentado por la Ley de Acción de


Amparo 16.986, sancionada en 1966 durante un gobierno de facto. La misma establece que
“la acción de amparo será admisible contra todo acto u omisión de autoridad pública que, en
forma actual o inminente, lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad
manifiesta, los derechos o garantías explícita o implícitamente reconocidas por la
Constitución Nacional, con excepción de la libertad individual tutelada por el habeas
corpus.”

La diferencia entre inconstitucionalidad y amparo:

Si bien tanto el amparo como el control de constitucionalidad son medios que tienen por
finalidad el mantenimiento de la supremacía constitucional, no debe confundírselos.

Amparo Inconstitucionalidad

Procede frente a un acto material que Procede frente a una ley o un acto.
afecta derechos constitucionales diferentes
de la libertad física

Es una acción. Puede ser planteada por acción o por


excepción.

Siempre se lo resuelve mediante un Puede ser resuelta tanto en instancias


procedimiento específico y extraordinario. ordinarias como extraordinarias.

Punto 5:

El hábeas data: Es un procedimiento breve y sumario tendiente a conocer los datos que
constan en registros o bases de datos, y que incluye la posibilidad de corregirlos o
actualizarlos si son erróneos o están desactualizados. Es también un medio para asegurar
la confidencialidad de determinada información y para cancelar información que no debería
ser objeto de registración.

Es una garantía constitucional. El art. 43 lo considera como una especie del amparo, sin
mencionar el nombre de la institución.

Antecedentes: El origen del hábeas data es relativamente reciente y su desarrollo ha sido


consecuencia de la importancia que ha adquirido la protección del derecho a la intimidad.
Guarda íntima relación con la protección de la privacidad y el honor de las personas. El
primer antecedente lo encontramos en la Constitución de Portugal de 1976. En el derecho

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

público provincial argentino lo contemplan varias Constituciones provinciales, como la de


Buenos Aires, Córdoba, Salta, Tierra del Fuego, entre otras.

Fundamento constitucional: Antes de la reforma de 1994, el hábeas data no tenía


expreso reconocimiento constitucional ni legal, y la jurisprudencia tampoco le había
brindado acogida. Era una institución sin arraigo constitucional. En este sentido, apareció de
manera diferente de como lo hicieron el hábeas corpus y el amparo. El art. 43, luego de
establecer las bases del amparo, expresa:

Artículo 43: Toda persona podrá interponer esta acción para tomar conocimiento de los
datos a ella referidos y de su finalidad, que consten en registros o bancos de datos públicos,
o los privados destinados a proveer informes, y en caso de falsedad o discriminación, para
exigir la supresión, rectificación, confidencialidad o actualización de aquéllos. No podrá
afectarse el secreto de las fuentes de información periodística.

Legislación vigente: En el año 2000 se sancionó la Ley de protección de los datos


personales 25.326, que presenta el régimen legal específico de esta institución. E El hábeas
data presenta distintos tipos:

➢ Informativo: Para recabar datos personales que se encuentran registrados, con qué
finalidad se han obtenido y se hallan registrados, y de qué fuente provienen.
➢ Rectificador: Para corregir datos archivados que son falsos o inexactos, o para
actualizarlos.
➢ De preservación: Para excluir datos archivados que integran la información personal
sensible (por ejemplo, referidos a la orientación sexual).
➢ Mixto: Tiende a más de una finalidad entre las antes expuestas.

Punto 6:

Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos: es un tratado multilateral general


que reconoce derechos civiles y políticos y establece mecanismos para su protección y
garantía. Los Estados partes en el Pacto asumen la obligación, respecto de toda persona en
su territorio o bajo su jurisdicción, de respetar y garantizar los derechos humanos
reconocidos. Esto implica que deben abstenerse de violar estos derechos , pero también
adoptar medidas positivas para que los derechos sean efectivos. Deben poner a disposición
de toda persona víctima de una violación un recurso imparcial y efectivo para su defensa,
como un abogado de oficio, por ejemplo.

Convención Americana sobre Derechos Humanos: establece que toda persona tiene
derecho a la libertad y a la seguridad personales, y las garantías judiciales.

Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles​, inhumanos o degradantes:


busca impedir absolutamente el uso de las torturas por parte de los Estados, sin admitir
ninguna excusa ni situación extraordinaria, como la guerra o cualquier otra emergencia.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Bolilla 14

Punto 1:

El Poder Ejecutivo: caracteres y funciones

Es aquel órgano del Estado que ejerce, como poder constituido, la dirección política de éste
y es el encargado de su administración. Ostenta, primaria y principalmente, el ejercicio de la
función administrativa. Su función es la conducción de la política gubernativa. Ejerce el
liderazgo político y tiene a su cargo la aplicación no solo de sus propias decisiones, sino
también de las que derivan de los otros órganos del poder.

Desde la perspectiva histórica, el Poder Ejecutivo es el poder originario. En una evolución


posterior, las funciones legislativa y judicial se desprenden de él y son atribuidas a órganos
propios; estos tendrán, en consecuencia, carácter derivado. Se trata de un poder continuo,
porque no admite interrupciones en su accionar, pues no conoce recesos. Al asumir su
función, debe solucionar los asuntos ordinarios y excepcionales que afectan la unidad
política del Estado y los intereses nacionales. Es el motor permanente de la ejecución
política.

En nuestro país, otro rasgo distintivo lo constituye su carácter ​unipersonal:

Artículo 87: El Poder Ejecutivo de la Nación será desempeñado por un ciudadano con el
título de "Presidente de la Nación Argentina".

Sistemas de organización ejecutiva:

➔ Parlamentarismo: El sistema parlamentario tuvo su origen en Inglaterra, de donde


pasó a casi toda Europa. El Poder Ejecutivo es dual: existe un jefe de Estado, investido
de una prominente autoridad moral y símbolo de la unidad nacional; y un jefe de
gobierno, responsable de la dirección política de éste ante el Parlamento, que incluso
puede obligarlo a dimitir. Su elección también emana del órgano legislativo. La dualidad
lo hace compatible tanto con sistemas monárquicos como con gobiernos republicanos.
El jefe de Estado, por consiguiente, puede ser un Rey (Inglaterra, España) o un
Presidente (Francia, Italia). El jefe de gobierno es el primer ministro o “canciller”.

El régimen parlamentario es de colaboración de poderes. La pauta principal es la de


relación fiduciaria: el gobierno depende del Parlamento para continuar su gestión. Dispone
de instrumentos que permiten evitar la ruptura del sistema cuando hay exceso de tensión en
él. Ellos son: Moción de censura, que consiste en la posibilidad de que el Parlamento
provoque la dimisión del gabinete cuando surgen discrepancias graves, y la Disolución
anticipada del Poder Legislativo, la cual es una contramedida que puede adoptar el jefe de
Estado para hacer frente a la presión que el Parlamento puede ejercer contra el gobierno.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

➔ Presidencialismo: El sistema presidencial tuvo su origen y más amplio desarrollo en


Estados Unidos, desde donde se difundió a otros países, en especial a los de América
Latina. Nuestra Constitución de 1853 adoptó este sistema. Se lo ubica dentro de los
regímenes políticos de separación de poderes, en tanto que el parlamentarismo sería
un sistema de colaboración de poderes.

La elección del titular del Poder Ejecutivo emana directa o indirectamente del pueblo, lo
cual contribuye a otorgarle un acentuado liderazgo político.

El Presidente ejerce las máximas jefaturas de Estado y de gobierno. Esta circunstancia,


ha permitido que se provoque un debilitamiento gradual y progresivo del Poder
Legislativo. Cuando logra ejercer un auténtico liderazgo político, su figura es
hegemónica y la ciudadanía llega a identificarlo con el gobierno todo. Este sistema
siempre está incorporado a una república y presenta separación de poderes, porque
cada órgano ejerce su competencia sin perjuicio del control y fiscalización recíproca
entre ellos. La separación, empero, no es absoluta.

➔ Poder Ejecutivo colegiado: Es aquel cuya titularidad está en manos de más de dos
personas, forma de organización poco frecuente de hallar aun en el derecho
comparado. La Constitución de Suiza de 1874 disponía que la autoridad era ejercida
por un Consejo Federal compuesto de siete miembros. Sin embargo, la historia de las
instituciones políticas demuestra la absoluta ineficacia de los gobiernos de dos o tres
cabezas, porque toda diarquía o triunvirato suele terminar en un conflicto insoluble.

➔ Régimen de asamblea: Regímenes políticos que constitucionalmente consagran la


preeminencia formal del Poder Legislativo sobre los demás poderes del Estado. Un
ejemplo de este sistema lo hallamos en la Constitución de Cuba de 1976. La Asamblea
elige al Consejo del Estado, cuyo presidente es el jefe de Estado y de gobierno.

Los antecedentes nacionales del Poder Ejecutivo. La opinión de Alberdi:

Los antecedentes patrios convergen en la necesidad de institucionalizar un Poder Ejecutivo


fuerte y concentrado, siguiendo en buena medida, el pensamiento de Alberdi, sustentado en
su obra las Bases. Si bien nuestras primeras experiencias de gobierno mostraron
tendencias proclives a la aceptación de formas de organización de tipo colegiado, éstas
fueron prontamente descartadas y se volvió al régimen Ejecutivo unipersonal.

La Asamblea de 1813 decidió que el Poder Ejecutivo debía estar concentrado en una única
persona, y reemplazó al Triunvirato por un Director Supremo de las Provincias Unidas que
sería secundado por un Consejo de Estado. Esta modificación marcaría el definitivo
relegamiento de los sistemas colegiados, que hasta el presente no se han repetido.

La Constitución de 1853 establece, en su art. 87, que el Poder Ejecutivo de la Nación será
desempeñado por un ciudadano con el título de "Presidente de la Nación Argentina”.

118
Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Alberdi​, en sus “Bases”, mantenía un claro respaldo al régimen presidencialista. Sin


embargo, advertía que nuestro Poder Ejecutivo debía establecer diferencias con el
establecido por la Constitución norteamericana. Consideraba que se le debía dar al Poder
Ejecutivo todo el poder posible, pero dárselo siempre por medio de una Constitución.

Las condiciones de elegibilidad del Presidente y Vicepresidente:

El acceso a los cargos de Presidente y vicepresidente exige el cumplimiento de ciertos


requisitos:

Artículo 89: “ Para ser elegido Presidente o vicepresidente de la Nación, se requiere haber
nacido en el territorio argentino, o ser hijo de ciudadano nativo, habiendo nacido en país
extranjero; y las demás calidades exigidas para ser elegido senador”.

Deben ser argentinos nativos o por opción. No pueden ser, en consecuencia, extranjeros ni
tampoco argentinos naturalizados. Las calidades exigidas para ser senador que resultan de
aplicación al Poder Ejecutivo son: tener la edad de treinta años y haber sido seis años
ciudadano de la Nación. Antes de la reforma de 1994, entre las condiciones necesarias
estaba incluida la de “pertenecer a la comunión católica apostólica romana”.

Procedimiento de elección: Nuestra Constitución originaria establecía en forma detallada el


modo de la elección presidencial. Era realizada mediante un sistema indirecto, mayoritario y
por distritos. El sistema era indirecto porque el pueblo elegía a sus electores o
intermediarios que votaban para elegir al presidente y vicepresidente. Era mayoritario
porque exigía la mayoría absoluta (es decir, más de la mitad de los electores) para que un
candidato sea consagrado presidente o vicepresidente. Cada cada provincia era un distrito
electoral, al igual que la Capital Federal.

La reforma constitucional de 1949 había establecido la elección directa, por distrito único y a
simple pluralidad de sufragios.

La reforma de 1994 acogió el sistema directo de elección, adoptando una variante particular
que podemos designar como ​“de mayoría calificada y eventual doble vuelta”.

Artículo 94: “El Presidente y el vicepresidente de la Nación serán elegidos directamente por
el Pueblo, en doble vuelta, según lo establece esta Constitución. A este fin el territorio
nacional conformará un distrito único”.

Que la elección sea ​directa significa que el pueblo votará a los candidatos sin que haya
intermediarios entre la voluntad popular y los candidatos. Estos fueron elegidos con
antelación a la votación general, mediante elecciones primarias, abiertas, simultáneas y
obligatorias (PASO).

La ​doble vuelta constituye una modalidad electoral proveniente de los sistemas


mayoritarios, según la cual, si el candidato más votado no obtiene una mayoría calificada de

119
Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

votos, se deberá efectuar una nueva elección, circunscripta a los dos candidatos más
votados en la elección anterior, dentro de los treinta días posteriores de ésta.

Que la elección sea por ​fórmulas significa que la propuesta de candidaturas deberá ser
dual e inseparable, incluyendo un candidato para Presidente y otro para vicepresidente.

Para que la fórmula pueda ser consagrada en primera vuelta​, según los artículos 97 y 98,
debe obtener alguna de estas dos mayorías calificadas:

● Más del 45% de los votos afirmativos válidamente emitidos.


● El 40%, por lo menos, de los votos afirmativos válidamente emitidos, y que haya,
además, una diferencia mayor de diez puntos respecto del segundo candidato.

Los “votos afirmativos válidamente emitidos” indica que son computables aquellos que
están dirigidos al apoyo de una fórmula, quedando exceptuados los votos en blanco y los
anulados.

El ​art. 95 establece que "la elección se efectuará dentro de los dos meses anteriores a la
conclusión del mandato en ejercicio”. Se trata de una norma incorporada en la última
reforma, que impide que la elección sea manipulada por el gobierno de turno para hacerla
coincidir con el mejor momento político.

Duración y reelegibilidad:

Artículo 90: El Presidente y vicepresidente duran en sus funciones el término de cuatro


años y podrán ser reelegidos o sucederse recíprocamente por un solo período consecutivo.
Si han sido reelectos o se han sucedido recíprocamente no pueden ser elegidos para
ninguno de ambos cargos, sino con el intervalo de un período.

Artículo 91: El Presidente de la Nación cesa en el poder el mismo día en que expira su
período de cuatro años; sin que evento alguno que lo haya interrumpido, pueda ser motivo
de que se le complete más tarde.

Residencia: El requisito constitucional de la residencia del Presidente en el territorio de la


Nación implica una verdadera exigencia. Se dispone que “puede ausentarse del territorio de
la Nación, con permiso del Congreso. En el receso de éste, solo podrá hacerlo sin licencia
por razones justificadas de servicio público” (art. 99 inc. 18).

Remuneración​:

Artículo 92: El Presidente y vicepresidente disfrutan de un sueldo pagado por el Tesoro de


la Nación, que no podrá ser alterado en el período de sus nombramientos. Durante el
mismo período no podrán ejercer otro empleo, ni recibir ningún otro emolumento
(remuneración adicional) de la Nación, ni de provincia alguna.

120
Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

La inalterabilidad no incluye la posibilidad de que el sueldo se vaya actualizando conforme a


los índices de depreciación de la moneda.

Juramento:

Artículo 93: “Al tomar posesión de su cargo el presidente y vicepresidente prestarán


juramento, en manos del presidente del Senado y ante el Congreso reunido en Asamblea,
respetando sus creencias religiosas, de "desempeñar con lealtad y patriotismo el cargo de
Presidente (o vicepresidente) de la Nación y observar y hacer observar fielmente la
Constitución de la Nación Argentina".

El juramento es un requisito ​sustancial e indispensable para el desempeño del cargo. El


Presidente lo dicta una sola vez durante el ejercicio de su mandato. El vicepresidente, si
asumiera definitivamente en reemplazo del Presidente, deberá prestar nuevo juramento.

Responsabilidad: La adopción del sistema republicano de gobierno implica el


reconocimiento de la responsabilidad de todos los funcionarios públicos. La responsabilidad
del Presidente y del vicepresidente sólo puede ser considerada por medio del juicio político.
No hay otra forma de destitución. Sin embargo, éste constituye un procedimiento de muy
difícil operatividad y en nuestro país nunca ha sido aplicado.

Vicepresidente: Naturaleza y funciones

Esta institución presenta, en cuanto a su naturaleza, características complejas: no forma


parte del Poder Ejecutivo porque este es unipersonal y el vicepresidente no comparte las
atribuciones de su titular. Su ubicación efectiva es el Poder Legislativo, donde desempeña
la presidencia del Senado. Sin embargo, al no ser senador, no puede ejercer las funciones
de éstos y solo vota en caso de empate.

La Constitución le asigna dos funciones relevantes: una potencial, que ejercerá ante la falta
de Presidente; y otra permanente, que es la de presidir el Senado.

​Punto 2:

Acefalía del Poder Ejecutivo:

La expresión “acefalía” se utiliza para referirse a la vacancia del Poder Ejecutivo.

Artículo 88: En caso de enfermedad, ausencia de la Capital, muerte, renuncia o destitución


del Presidente, el Poder Ejecutivo será ejercido por el vicepresidente de la Nación. En caso
de destitución, muerte, dimisión o inhabilidad del Presidente y vicepresidente de la Nación,
el Congreso determinará qué funcionario público ha de desempeñar la Presidencia, hasta
que haya cesado la causa de la inhabilidad o un nuevo presidente sea electo.

En 1868 se produjo la primera situación de acefalía del Poder Ejecutivo. Ese año murió
Marcos Paz, que era vicepresidente y estaba en ejercicio del Poder Ejecutivo ante la

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

ausencia de su titular, el Presidente Bartolomé Mitre, quien se hallaba al frente de las tropas
argentinas en el Paraguay.

En esas circunstancias, los ministros del Poder Ejecutivo resolvieron asumir el ejercicio del
poder, para lo cual dictaron un decreto. Esta situación llevo a que ese mismo año el
Congreso sancionara la ​Ley 252 “de acefalía”. La misma estableció que, ante la falta de
Presidente y vicepresidente, el Poder Ejecutivo sería desempeñado “en primer lugar, por el
presidente provisorio del Senado; en segundo por el presidente de la Cámara de Diputados,
y a falta de estos, por el presidente de la Corte Suprema.”

En los casos en que la acefalía fuera perpetua, el funcionario llamado a ejercer el poder
debía convocar a elecciones para elegir Presidente y vicepresidente dentro de los treinta
días siguientes. Actualmente se encuentra regulado por la Ley 25.716, promulgada en el
año 2003.

Punto 3:

Las atribuciones del Poder Ejecutivo: El inc. 1 del art. 99 dispone que el Presidente “es
el jefe supremo de la Nación”, que en realidad, corresponde a la jefatura del Estado, que
implica la potestad de representar a éste, externa e internamente, como unidad indisoluble.
Es una jefatura exclusiva y no compartida con ningún otro poder del Estado. El mismo inciso
menciona que el Presidente es el “jefe del Gobierno”. Nuestro sistema institucional, en la
jefatura de gobierno resalta el carácter unipersonal del Poder Ejecutivo. La referencia a la
jefatura de gobierno fue incorporada por la reforma constitucional de 1994, debido a la
necesidad de reforzar su supremacía con motivo de la creación de la Jefatura de Gabinetes
de Ministros.

La Administración Pública es la actividad permanente, concreta y práctica del Estado, que


tiende a la satisfacción inmediata de las necesidades del grupo social y de los individuos
que lo integran. El Presidente es la autoridad superior de toda la actividad administrativa
que se desarrolla en el ámbito del Poder Ejecutivo, y puede derivar su ejercicio al jefe de
Gabinete de Ministros.

La Constitución también dispone que el Presidente “es comandante en jefe de todas las
fuerzas armadas de la Nación”. El comandante en jefe es la autoridad superior que manda a
las fuerzas armadas administrativa y militarmente. En su carácter de tal, le compete la
dirección de la defensa nacional y la conducción de las fuerzas armadas. Puede ejercer
esta potestad directamente, o puede hacerlo por delegación, como por lo general ocurre.

El poder reglamentario: La potestad reglamentaria adquiere una importancia tal que no


sería concebible la existencia de este poder sin el ejercicio de esta facultad. La potestad
reglamentaria del Poder Ejecutivo no está reservada por la Constitución al Presidente de
modo exclusivo; también los restantes poderes del Estado pueden ejercer atribuciones de
esta naturaleza.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Los reglamentos son normas jurídicas, y más específicamente, disposiciones emanadas de


la autoridad pública competente y que tienen alcance general. No requieren, en su
elaboración, la aplicación del procedimiento de formación y sanción de las leyes. Por lo
común, son dictados por el Poder Ejecutivo, por ejemplo, los reglamentos (o decretos) de
necesidad y urgencia.

El presidente de la Nación, según el art. 99 inc. 2, expide las instrucciones y reglamentos


que sean necesarios para la ejecución de las leyes de la Nación, cuidando de alterar su
espíritu con excepciones reglamentarias.

Tipos de reglamento:

● De ejecución: son los que contemplan la ley y permiten su mejor aplicación. Todas las
leyes pueden ser reglamentadas (salvo en los casos de excepción), pero esto no
significa que deben serlo necesariamente, salvo cuando resulte indispensable para su
operatividad.
● Autónomos: son los que dicta el Poder Ejecutivo en caso de problemas en la legislación
que dificultan la tarea del estado y tienen vigencia hasta tanto se dicte la ley. Son típicos
reglamentos autónomos los que originan la administración pública, regulan el recurso
jerárquico, etc.
● Delegados: son. aquellos que emite el Poder Ejecutivo en virtud de una autorización
previa del Poder Legislativo, conferida en la ley (art. 76).
● De necesidad y urgencia: son las normas jurídicas que dicta el Poder Ejecutivo,
asumiendo facultades que le corresponden al Legislativo, y que le son transitoriamente
arrebatadas a éste, para solucionar situaciones de emergencia. Estas medidas de
excepción son, por lo general, sometidas a revisión legislativa (art. 99 inc. 3).

Facultades co-legislativas: El Poder Ejecutivo tiene reconocidas en la Constitución


importantes atribuciones legislativas: Presenta proyectos de ley ante las Cámaras;
Promulga las leyes y las hace publicar; Ejerce el derecho de veto y puede promulgar
parcialmente; Dicta decretos de necesidad y urgencia; Realiza la apertura de las sesiones
ordinarias del Congreso, puede prorrogarlas y convocarlo a sesiones extraordinarias; Puede
convocar a consulta popular no vinculante.

La atribución de indultar y conmutar penas: El art. ​99, inc. 5​, le otorga al Presidente la
facultad de “indultar o conmutar las penas por delitos sujetos a la jurisdicción federal, previo
informe del tribunal correspondiente, excepto en los casos de acusación por la Cámara de
Diputados”.

El indulto importa el perdón de la pena, cuya consecuencia jurídica es la cesación de los


efectos de la condena, en cuanto a la aplicación de la pena impuesta por ella al delincuente,
pero sin afectar la existencia del delito, de la sentencia, ni de la pena.

La ​conmutación consiste en el cambio de la pena impuesta en una decisión judicial


condenatoria por otra pena menor.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Esta facultad presidencial no implica el ejercicio de facultades judiciales, sino que constituye
un acto político. La doctrina mayoritaria sostiene la exigencia de una condena firme como
condición para la procedencia del indulto.

Se caracteriza al indulto como acto discrecional del Poder Ejecutivo, y por lo tanto, impedido
de ser revisado judicialmente. Sin embargo la Corte Suprema, en 2007, anuló los indultos
que habían sido dictados por el ex presidente Menem, con fundamento en que tal acto
encubría una protección contra los delitos de lesa humanidad. El ​artículo 36 excluye la
posibilidad del indulto y de la conmutación de penas a quienes sean posibles de la sanción
prevista en esa norma, esto es a quienes interrumpan la observancia de la Constitución por
actos de fuerza contra el orden institucional y el sistema democrático.

Los nombramientos con acuerdo del Senado: La Constitución le otorga al Presidente la


atribución de nombrar a los jueces de la Corte Suprema de Justicia con acuerdo del
Senado. Esto implica la facultad de elegir al candidato y elevar tal nominación a la Cámara,
que debe prestar acuerdo por dos tercios de sus miembros presentes. Nombra también, con
el mismo acuerdo pero sin mayoría calificada, a los demás jueces de los tribunales
federales interiores, embajadores, ministros plenipotenciarios, encargados de negocios y
oficiales superiores de las fuerzas armadas.

Los nombramientos sin acuerdo del Senado: El Presidente nombra por sí solo al jefe de
Gabinete de Ministros y a los demás ministros del despacho, los oficiales de su secretaría,
los agentes consulares y los empleados cuyo nombramiento no está reglado de otra forma.
También por sí solo puede proceder a la remoción de los mismos.

Los nombramientos en comisión: Son aquellos que provienen de designaciones


provisorias efectuadas por el Poder Ejecutivo, en épocas de receso parlamentario, para
cubrir vacantes de empleos que requieren acuerdo del Senado y cuya cobertura no admite
demoras (art. 99 inc. 12). Tales nombramientos están sujetos a la condición de su posterior
validación por el Senado.

Punto 4:

Los ministros; naturaleza y funciones: Los ministros son, institucionalmente, los


colaboradores más directos del Presidente y están a cargo de un área específica de
gobierno, bajo la jefatura de aquél.

Artículo 100: El jefe de gabinete de ministros y los demás ministros secretarios cuyo
número y competencia será establecida por una ley especial, tendrán a su cargo el
despacho de los negocios de la Nación, y refrendarán y legalizarán los actos del presidente
por medio de su firma, sin cuyo requisito carecen de eficacia.

Los ministros no comparten la titularidad del órgano ejecutivo con el Presidente, pero se
desempeñan en su acto y bajo su dependencia. ​Bidart Campos le asigna a esta institución
la naturaleza de un órgano “extrapoder”, porque no forma parte de ninguno de los tres
poderes, aún cuando se halle acoplado al Ejecutivo.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Sus funciones son políticas y administrativas. En cuanto a las primeras, refrendan los actos
del Presidente, cumplen sus directivas políticas, sugieren y proponen medidas que orientan
las decisiones de gobierno en su área específica y pueden concurrir a las sesiones del
Congreso (pueden tomar parte en sus debates, pero no votar). En cuanto a la función
administrativa, tienen la jefatura de sus respectivos departamentos y pueden tomar por sí
solos resoluciones concernientes únicamente al régimen económico de aquellos.

Número de ministros: La Ley 22.520 de Ministerios establece en once el número de


ministros, más el jefe de Gabinete.

Designación y remoción: Los ministros son designados directamente por el presidente


que por sí solo los nombra y los remueve. No pueden ser senadores ni diputados, sin hacer
dimisión de sus empleos. La remoción también puede llevarse a cabo mediante un juicio
político, pero esta posibilidad es de muy difícil operatividad.

Refrendo y legalización: los ministros refrendan y legalizan los actos del presidente por
medio de su firma, sin cuyo requisito carecerán de eficacia. Con el refrendo se presta
conformidad a una decisión mediante la firma en el documento que la contiene. La
legalización implica certificar que el documento y la firma del presidente son auténticos.

Los ministros se reunirán en acuerdo de Gabinete Nacional siempre que lo requiera el


Presidente de la Nación, quien podrá disponer que se levante acta de lo tratado. En las
reuniones se discuten las políticas y proyectos concernientes a la administración general del
país. Cada ministerio podrá proponer al Poder Ejecutivo la creación de las secretarías o
subsecretarías que estime necesario de conformidad con las exigencias de sus respectivas
áreas de competencia. Las funciones de dichas secretarías o subsecretarías serán
determinadas por decreto.

Punto 5:

El jefe de gabinete de ministros: La institución del jefe de Gabinete de Ministros fue


incorporada con motivo de la reforma de 1994. Es uno de los ministros del Poder Ejecutivo,
que tiene como tal, las atribuciones que la Constitución les confiere a aquellos y que pueden
resultar aplicables, más las que específicamente le atribuye. La relación que mantiene con
el Presidente es jerárquica, más allá de las funciones de coordinación y cooperación. Al
igual que el resto de los ministros, es designado por el Presidente, sin participación
legislativa alguna. Con respecto al procedimiento de remoción de este funcionario, la
Constitución prevé tres alternativas:

• Destitución por juicio político.


• Remoción -por sí solo- por el Presidente.
• Remoción por moción de censura del Congreso

Atribuciones: se agrupan en las siguientes materias básicas: ​Administrativas y


reglamentarias;​ ​Nombramientos: de los empleados de la Administración, excepto los que
le corresponden al Presidente; ​Económico-financieras: hacer recaudar las rentas de la

125
Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Nación y ejecutar la Ley de Presupuesto; ​Colegislativas: enviar al Congreso los proyectos


de Ley de Ministros y de Presupuesto Nacional; ​Refrendos especiales: decretos
reglamentarios de leyes, de necesidad y urgencia, etc; ​Dirección y coordinación del
Gabinete​ (coordinar y convocar las reuniones).

Debe presentar al Congreso, junto con los demás ministros, una vez iniciadas las sesiones
ordinarias, una memoria detallada del estado de la Nación en lo relativo a sus respectivos
departamentos. Como todos los ministros, está obligado a concurrir a las Cámaras cuando
es requerido por éstas para dar explicaciones e informes. Y tiene, asimismo, la obligación
de concurrir al Congreso al menos una vez por mes, alternativamente a cada una de las
Cámaras, para informar de la marcha del gobierno. No puede desempeñar simultáneamente
otro ministerio.

Punto 5:

El liderazgo del Poder Ejecutivo:

En los regímenes presidencialistas, la superioridad del órgano ejecutivo está latente en su


propia génesis por la concentración de facultades que en él se han reunido. Por ello, se le
depara un indudable liderazgo, que se afianza aún más en épocas de crisis y emergencia.

Entre las ​causas políticas que influyen en esta supremacía, cabe mencionar: el carácter
unipersonal o dual de la mayoría de los regímenes políticos del mundo; la continuidad del
Poder Ejecutivo como rasgo diferenciador del resto de los poderes; la superior dinámica e
inmediatez que presenta respecto a los órganos colegiados.

Como ​componentes sociológicos podemos citar los requerimientos de la comunidad, en


oportunidades más proclive a la aceptación de una autoridad personal, y en ciertas
sociedades, el fenómeno del caudillaje carismático.

También se deben tomar en cuenta razones psicológicas​, como aquellas que hacen que
determinadas personas ejerzan una fuera mayor sobre las demás, generando una autoridad
que consolida al grupo social, siempre necesitado de un líder.

126
Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Bolilla 15:

Punto 1:

Poder Legislativo: ​El Poder Legislativo es el poder que hace las leyes, facultad que
implica la posibilidad de regular, en nombre del pueblo, los derechos y las obligaciones de
sus habitantes, en consonancia con las disposiciones constitucionales. Para ejercer dicha
facultad está investido de una incuestionable autoridad que le otorga la representación de la
voluntad popular.

Caracteres y funciones:

➢ Es derivado, porque constituye un desmembramiento de una única y primitiva


autoridad, que concentró todas las funciones en un órgano ejecutivo.

➢ Es político, porque junto con el Poder Ejecutivo, tiene a su cargo la dirección política del
Estado.

➢ Es colegiado por naturaleza, puesto que su forma de organización no admite otra


posibilidad que una integración plural y pluripersonal.

➢ Por su modalidad de funcionamiento, es un órgano discontinuo, por cuanto tiene


períodos de funcionamiento pleno y otros de actividad más restringida, y hasta de
receso.

Es el poder más representativo de la soberanía del pueblo, puesto que en su seno


convergen tanto el oficialismo como la oposición, lo cual supone una representación más
amplia y dinámica de la voluntad popular que aquella que tiene el Poder Ejecutivo.

Sistemas de organización legislativa (unicameralismo y el bicameralismo):

El sistema organizativo de una asamblea deliberante, compuesta por dos órganos


diferentes, fue adoptado por la Constitución norteamericana. El sistema bicameral de los
Estados Unidos siguió el ejemplo y la tradición del viejo Parlamento inglés. Se decidió que
la Cámara de Representantes tuviese en cuenta, para su composición, la población de cada
Estado. En cambio, en el Senado, todos los Estados aparecerían con la misma cantidad de
legisladores. El derecho comparado muestra este sistema como la modalidad más difundida
de organización parlamentaria, que también ha adoptado nuestro país y ninguna reforma ha
pretendido innovar.

Sin embargo, las constituciones provinciales han adaptado distintas posiciones. Se han
inclinado por el bicameralismo ocho provincias (Buenos Aires, Entre Ríos, Mendoza, Santa
Fe, etc.). Tienen organización unicameral las otras quince provincias (Córdoba, Neuquén,

127
Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Río Negro, Santa Cruz, etc.). La Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ha
establecido un sistema unicameral.

Punto 2:

Congreso Nacional: ​El Congreso de la Nación se compone, al igual que su similar de los
Estados Unidos, de dos cuerpos, denominados Cámara de Diputados y Senado (art. 44). El
Congreso es un órgano federal de gobierno de suma importancia. En él se toman las
decisiones legislativas adoptadas mediante la deliberación pública y la confrontación de
ideas, lo cual permite que el pueblo se informe y participe en su gestación y elaboración. La
relevancia que tiene la atribución de hacer las leyes; las facultades de control que ejerce
sobre los otros poderes del estado, y esa cercanía a la soberanía popular, le otorgan al
Poder Legislativo una importancia tan gravitante, que lo identifica con la democracia misma.

La Cámara de Diputados:

Artículo 45:​ La Cámara de Diputados se compondrá de representantes elegidos


directamente por el pueblo de las provincias, de la ciudad de Buenos Aires, y de la Capital
en caso de traslado, que se consideran a este fin como distritos electorales de un solo
Estado y a simple pluralidad de sufragios. El número de representantes será de uno por
cada treinta y tres mil habitantes o fracción que no baje de dieciséis mil quinientos. Después
de la realización de cada censo, el Congreso fijará la representación con arreglo al mismo,
pudiendo aumentar pero no disminuir la base expresada para cada diputado.

La reforma de 1994 le ha atribuido representación a la Ciudad de Buenos Aires. La Ley


22.847 (Representación de Diputados Nacionales) establece que el mínimo de diputados
por distrito es de cinco. A partir de 1992, el número de integrantes se elevó a 257 diputados,
al incorporarse tres nuevos miembros por la reciente provincia de Tierra del Fuego.

Condiciones de elegibilidad: Son requisitos para ser diputado: tener una edad mínima de 25
años; contar con cuatro años de ciudadanía en ejercicio; y ser natural de la provincia que lo
elija o tener dos años de residencia inmediata en ella.

Estas condiciones exigidas son requeridas para el desempeño efectivo del mandato de
diputado nacional; deben ser verificadas, en consecuencia, en el momento de la
incorporación del legislador a la Cámara.

Procedimiento de elección: El artículo 45 dispone en su primera parte: “La Cámara de


Diputados se compondrá de representantes elegidos directamente por el pueblo de las
provincias, de la Ciudad de Buenos Aires, y de la Capital en caso de traslado, que se
consideran a este fin como distritos electorales de un solo Estado y a simple pluralidad de
sufragios”.

Esta norma contiene tres pautas básicas para la elección de diputados nacionales. Debe
ser:

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

● Directa: es una elección de primer grado, no hay intermediarios entre la voluntad


popular y el representante.

● Distrital: Al territorio del país se lo divide en circunscripciones o secciones electorales,


coincidentes con los límites de las provincias o de la Ciudad de Buenos Aires.

● A simple pluralidad de sufragios: admite cualquier sistema electoral, en la medida en


que no requiera la mayoría calificada de votos.

Duración y reelección: Los diputados nacionales ejercen su mandato por un período de


cuatro años y son reelegibles (de forma indefinida). La sala se renovará de forma parcial,
por mitad y cada dos años.

Casos de vacancia:

Artículo 51: En caso de vacante, el Gobierno de provincia, o de la Capital hace proceder a


elección legal de un nuevo miembro.

Empero, fueron surgiendo problemas operativos. El número de integrantes de la Cámara


hace que sean bastante frecuentes las vacantes. Por ello, se han puesto en práctica
sistemas más simples, como lo es la proclamación de suplentes en las listas de candidatos,
que son elegidos junto con los titulares. En la actualidad, esto está legislado por el Código
Nacional Electoral que establece que “en caso de muerte, renuncia, separación, inhabilidad
o incapacidad permanente de un diputado nacional, lo sustituirán quienes figuren en la lista
como candidatos titulares según el orden establecido”.

La solución prevista por la ley satisface las necesidades operativas del sistema
representativo; sin embargo, puede considerarse inconstitucional, porque altera la
modalidad adoptada por el art. 51.

La Cámara de Senadores:

Composición: La Constitución originaria estableció que el Senado estaría integrado por


dos senadores por cada provincia y por la Capital. Este criterio fue alterado por la enmienda
transitoria de 1972, que amplió el número a tres. La reforma de 1994 modificó
definitivamente la composición ampliando en número de los miembros que lo integran.

Artículo 54: El Senado se compondrá de tres senadores por cada provincia y tres por la
ciudad de Buenos Aires, elegidos en forma directa y conjunta, correspondiendo dos bancas
al partido político que obtenga el mayor número de votos, y la restante al partido político que
le siga en número de votos. Cada senador tendrá un voto.

Conforme a este criterio, el Senado está compuesto por 72 miembros, en representación de


23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires.

129
Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Condiciones de elegibilidad: Los requisitos para ser elegido senador son: tener una edad
mínima de 30 años; contar con seis años de ciudadanía en ejercicio; disfrutar de una renta
anual de 2000 pesos fuertes o una entrada equivalente; y ser natural de la provincia que lo
elija o tener dos años de residencia inmediata en ella. El requisito de disfrutar de una renta
anual de 2000 pesos fuertes implica un resabio del tinte aristocrático que tradicionalmente
se le ha atribuido a esta Cámara en sus orígenes. La exigencia, empero, no ha sido
aplicada y puede ser considerada como abrogada en la Constitución material. Las
condiciones previstas deben verificarse, en el caso de los senadores, en el momento de la
elección y no al tiempo de su incorporación, como ocurre con los diputados.

Procedimiento de elección: Nuestra Constitución, siguiendo ese modelo originario de


Estados Unidos, dispuso que los senadores nacionales fueran elegidos por las legislaturas
provinciales. El sistema indirecto generó situaciones conflictivas en nuestro país, y ello
motivo que tanto la reforma de 1949 como la enmienda transitoria de 1972 se inclinaran por
el sistema de elección directa de los senadores. La reforma de 1994 modificó el
procedimiento de elección, estableciendo, en el art. 54, que sería un ​sistema directo y
conjunto​, correspondiendo dos bancas al partido político que obtenga el mayor número de
votos, y la restante al que le siga en número de votos.

Duración y reelección: La Constitución Argentina de 1853 fijó en nueve años la duración


del mandato de los senadores, con renovación parcial por tercios cada tres años. La
reforma de 1994 estableció que los senadores duran seis años en el ejercicio de su
mandato, y son reelegibles indefinidamente; pero el Senado se renovará a razón de una
tercera parte de los distritos electorales cada dos años.

Casos de vacancia: Al igual que en el caso de los diputados, la Constitución estableció que
en caso de vacancia por muerte, renuncia u otra causa, se hará proceder a la elección de
un nuevo miembro. Sin embargo, la disposición transitoria 4°, emanada de la reforma de
1994, establece que toda vez que se elija un senador nacional, se designará un suplente,
quien asumirá en caso de vacancia.

Presidente provisorio del Senado: El Senado es presidido por el vicepresidente de la


República, que no puede votar, excepto en caso de empate.

Artículo 58: El Senado nombrará un presidente provisorio que lo presida en caso de


ausencia del vicepresidente, o cuando éste ejerce las funciones de presidente de la Nación.

El presidente provisorio del Senado, que es elegido por sus pares, ocupa un lugar relevante
en el orden sucesorio del Poder Ejecutivo, porque, conforme a la Ley de Acefalía,
reemplaza al Presidente, y consecuentemente al vicepresidente, cuando éstos no puedan
desempeñar el cargo.

Las incompatibilidades parlamentarias: Las incompatibilidades parlamentarias derivan de


la presencia de impedimentos que vedan el ejercicio de la función parlamentaria junto con
otra actividad. Causan un impedimento relativo, al obligar a quien las tiene a optar por el
desempeño de una u otra actividad.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

La Constitución establece que la función de legislador es incompatible con el desempeño de


las siguientes actividades:

★ Empleos o comisiones del Poder Ejecutivo, sin consentimiento de la Cámara respectiva,


excepto los empleos de escala (aquellos que constituyen un estado o una profesión, por
ejemplo un maestro o profesor).

★ Sacerdocio regular.

★ Gobernación de la provincia de la cual surge la representación. Esta disposición debe


ser entendida en sentido amplio, inhabilitando también el ejercicio de la función
legislativa en representación de cualquier otro distrito electoral.

Juramento:

Artículo 67: Los senadores y diputados prestarán, en el acto de su incorporación,


juramento de desempeñar debidamente el cargo, y de obrar en todo en conformidad a lo
que prescribe esta Constitución.

Punto 3:

El juicio político es un proceso por medio del cual el Congreso, con mayorías calificadas,
puede destituir y eventualmente inhabilitar a determinados funcionarios públicos. Intervienen
las dos Cámaras: una acusa y la otra juzga.

Antecedentes: La Constitución Nacional lo incorporó siguiendo el modelo la Constitución


norteamericana de 1787, que tuvo, a su vez, por antecedente a la institución del
impeachment o acusación de alta traición, del derecho inglés. El impeachment es un
proceso utilizado en Inglaterra, desde hace muchos siglos, para juzgar la responsabilidad de
los lores, ministros de la Corona y funcionarios de alto rango.

Causas: Nuestra Constitución Nacional establece que son pasibles de este procedimiento:
el Presidente y vicepresidente de la República, el Jefe de Gabinete de Ministerios, los
ministros del Poder Ejecutivo y los miembros de la Corte Suprema de Justicia.

La Constitución de 1853 incluía también a los gobernadores de provincia y a los miembros


de ambas Cámaras. La reforma de 1860, con buen criterio, eliminó a los mandatarios
provinciales de la posibilidad del juicio político, que quedaron sujetos a los que
establecieran sus respectivas constituciones provinciales. Los diputados y senadores
nacionales solo pueden ser removidos o excluidos de su función por su propia Cámara.

Son causales que habilitan la promoción del juicio político: Mal desempeño del cargo:​ esta
causal es amplia y queda librada a la discreción del Congreso; ​Comisión de delito en
ejercicio de la función:​ aquellos casos en que la comisión de un delito, que ha de estar
tipificado en el Código Penal, tiene origen en el desempeño del cargo. Por ejemplo: abuso
de autoridad, enriquecimiento, etc; ​Comisión de crímenes comunes​: delitos graves, sin

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

que se requiera, en estos casos, una vinculación entre el hecho ilícito y el desempeño de la
función pública.

Procedimiento: al igual que el sistema norteamericano, nuestra Constitución diferencia dos


etapas sucesivas en el juicio político, la acusación y el juicio propiamente dicho. Sólo la
Cámara de Diputados ejerce el derecho de acusar ante el Senado. Para que prospere la
acusación, es necesario que así lo disponga la Cámara de Diputados con el voto de las dos
terceras partes, al menos, de sus miembros presentes.

En dicha Cámara funciona una comisión asesora permanente de juicio político, que tiene
por objeto investigar y dictaminar en las causas de responsabilidad intentadas contra los
funcionarios públicos.

En los casos en que prospere la denuncia, el juzgamiento lo realizará el Senado, en juicio


público, debiendo sus miembros prestar juramento para este acto. Cuando el acusado sea
el Presidente de la Nación, el Senado será presidido por el Presidente de la Corte Suprema.
Ninguno será declarado culpable sino a mayoría de los dos tercios de los miembros
presentes.

Efectos:

Artículo 60: El fallo no tendrá más efecto que destituir al acusado, y aun declararle incapaz
de ocupar ningún empleo de honor, de confianza o a sueldo en la Nación. Pero la parte
condenada quedará, no obstante, sujeta a acusación, juicio y castigo conforme a las leyes
ante los tribunales ordinarios.

La pena de inhabilitación, cuya duración deberá ser establecida por el fallo del Senado, es
accesoria de la destitución. No se puede, en consecuencia, inhabilitar sin destituir. Apenas
once juicios políticos terminaron en la destitución en toda la historia constitucional argentina
hasta 1996, y en todos los casos fueron magistrados judiciales.

Revisión judicial: jurisprudencia: Se discute si el fallo del Senado puede ser objeto de
cuestionamiento ante los tribunales de justicia. Tradicionalmente, ha sido considerado entre
las causas políticas no pasibles de revisión judicial. Sin embargo, en la doctrina actual
prevalece el criterio de aceptar el control judicial, aunque con alcances variados.

La decisión de fondo, por su naturaleza, no debe ser objeto de revisión, pero ello no impide
la revisión de otros aspectos, tales como el cumplimiento de las mayorías parlamentarias
exigidas y las garantías del debido proceso.

Punto 4:

El derecho parlamentario: Es la parte del derecho constitucional del poder que se refiere a
la Constitución, el funcionamiento y los privilegios de los grupos parlamentarios. El derecho
parlamentario comprende: la constitución del Congreso en sentido formal, desde las
sesiones preparatorias hasta la incorporación de los legisladores (abarca elección,

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

derechos, títulos); los llamados privilegios (individuales y colectivos); y el funcionamiento del


Congreso. Algunos de los aspectos están regulados por la propia Constitución formal, otros
mediante reglamentos que cada Cámara establece sin exceder ni alterar las normas de la
Constitución.

La organización de las Cámaras, su constitución y reglamento:

Cada Cámara es juez de las elecciones, derechos y títulos de sus miembros en cuanto a su
validez. Ninguna de ellas entrará en sesión sin la mayoría absoluta de sus miembros; pero
un número menor podrá compeler a los miembros ausentes a que concurran a las sesiones,
en los términos y bajo las penas que cada Cámara establecerá (art. 64).

La facultad de reglamentación es una consecuencia necesaria para asegurar la


independencia funcional de las Cámaras. En nuestra Constitución se halla enunciada en el
art. 66, el cual dispone que “cada Cámara hará su reglamento”. Este es un cuerpo de
normas de procedimiento que rigen, en armonía con la Ley Fundamental, el funcionamiento
de cada Cámara.

Se lo aprueba por resolución de la propia Cámara y es de práctica que no puede ser


modificado sobre tablas, es decir, sin que el tema figure previamente en el orden del día de
la respectiva sesión y tenga dictamen de comisión.

Las facultades disciplinarias ante sus miembros y frente a terceros:

Las Cámaras tienen poder disciplinario con relación a sus propios miembros. Podrán, con
dos tercios de votos, corregir a cualquiera de sus miembros por desorden de conducta en el
ejercicio de sus funciones, o removerlo por inhabilidad física o moral sobreviniente a su
incorporación, y hasta excluirle de su seno. La doctrina sostiene que la exclusión implica
una sanción de indignidad. Además, las Cámaras tienen facultades disciplinarias respecto
de terceros, por ejemplo cuando se altera el orden de las sesiones o se impide el
funcionamiento de las Cámaras.

Las dietas:

Artículo 74: Los servicios de los senadores y diputados son remunerados por el Tesoro de
la Nación, con una dotación que señalará la ley.

En los últimos años, estas retribuciones han merecido fuertes críticas. Urge recuperar el
sentido republicano que ellas deben tener, fijando montos razonables y otorgándoles debida
publicidad, sin encubrirlas bajo rótulos engañosos y haciéndolas tributarias de los aportes e
impuestos que corresponden a todos los servidores públicos.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Los privilegios e inmunidades parlamentarias:

La Constitución Nacional ha tutelado el desempeño de la función legislativa con


prerrogativas especiales que garantizan la libertad física del legislador, su libertad de
expresión y también la inmunidad relativa frente al proceso judicial.

En la práctica parlamentaria se las suele conocer con el nombre de “​fueros​”. En la doctrina


constitucional también han recibido el nombre de "​privilegios parlamentarios​”.

Las inmunidades parlamentarias son una institución prevista por la Constitución que forma
parte del derecho procesal penal, al no afectar lo injusto ni la punibilidad, sino la
persecución por parte de la justicia.

➔ Inmunidad de arresto:

Artículo 69​: Ningún senador o diputado, desde el día de su elección hasta el de su


cese, puede ser arrestado; excepto el caso de ser sorprendido in fraganti en la
ejecución de algún crimen que merezca pena de muerte, infamante, u otra aflictiva;
de lo que se dará cuenta a la Cámara respectiva con la información sumaria del
hecho.

La ​Ley 25.320 (de fueros) establece que en caso de que un legislador sea detenido
en situación de flagrancia, el juez o tribunal, deberán dar aviso inmediato al cuerpo
legislativo correspondiente, quién decidirá dentro de los diez días por los dos tercios
de los votos el desafuero o no del miembro del Congreso. En caso de negarse el
desafuero, el juez deberá ordenar la inmediata libertad del legislador.

➔ Inmunidad de opinión:

Artículo 68: Ninguno de los miembros del Congreso puede ser acusado, interrogado
judicialmente, ni molestado por las opiniones o discursos que emita desempeñando
su mandato de legislador.

Tiene fundamento en la necesidad de no poner obstáculos a la actividad del


legislador. Se trata de una inmunidad vitalicia, que lo protege desde el momento de
su elección y se mantiene aún después de terminado el mandato, al solo efecto de
resguardar las expresiones emitidas durante éste. Su finalidad no es proteger al
miembro del Parlamento, sino que están destinadas a garantizar la independencia
funcional de las Cámaras, habilitando a los representantes del pueblo a cumplir sus
funciones sin temor a acciones civiles o criminales.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

➔ Inmunidad del proceso judicial:

Artículo 70: Cuando se forme querella por escrito ante las justicias ordinarias contra
cualquier senador o diputado, examinado el mérito del sumario en juicio público,
podrá cada Cámara, con dos tercios de votos, suspender en sus funciones al
acusado, y ponerlo a disposición del juez competente para su juzgamiento.

Esta norma permite la iniciación y el transcurso del proceso hasta su conclusión; y si


en su transcurso se dicta una medida restrictiva de la libertad, esta no podrá hacerse
efectiva hasta tanto éste no sea removido o separado de su cargo. Para ordenar el
desafuero se requiere el voto afirmativo de las dos terceras partes de los miembros
presentes de la Cámara. Produce dos consecuencias: suspende sus funciones de
legislador y pone a disposición del juez competente para su juzgamiento.

Punto 5:

El funcionamiento de las Cámaras. Las comisiones del Congreso:

Tienen por finalidad la división del trabajo y el mejor tratamiento de los temas. La
Constitución no ha previsto las comisiones parlamentarias pero si están establecidas en los
reglamentos de cada Cámara. Se clasifican en:

➢ Permanentes: Son las comisiones tradicionales (por ejemplo, de presupuesto).


➢ Transitorias: Se forman para tratar un tema en particular.
➢ Bicamerales: Están integradas por legisladores de ambas Cámaras.

Se constituyen durante las sesiones preparatorias, de manera que ningún tema es tratado
por el recinto sin despacho de la comisión respectiva. Escasos temas pueden ser tratados
sobre tablas. Un proyecto entra a la Cámara y el presidente de la misma lo gira a una o más
comisiones. Por ejemplo, el proyecto de ley universitaria pasó por las comisiones de
educación, presupuesto y finanzas.

Los bloques políticos: son grupos o conjuntos de legisladores constituidos de un modo


formal generalmente a partir de afinidades políticas y/o partidarias. Por ejemplo: Frente para
la Victoria, PJ, PRO, Unión Cívica Radical, etc.

Con el término ​quórum se hace referencia a la cantidad mínima de miembros presentes


que un cuerpo de naturaleza colegiada necesita para funcionar como tal. El ​art. 64
establece que “ninguna de ellas entrará en sesión sin la mayoría absoluta de sus miembros;
pero un número menor podrá compeler a los miembros ausentes a que concurran a las
sesiones, en los términos y bajo las penas que cada Cámara establecerá”.

La mayoría absoluta implica la presencia de más de la mitad de los miembros totales que
componen la Cámara. Se verifica al inicio de la sesión legislativa y al momento de efectuar
la votación.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Las sesiones: ​Se denomina “sesión” a la reunión plenaria que realizan las Cámaras en
ejercicio de sus potestades constitucionales. Hay cuatro tipos de sesiones: preparatorias,
ordinarias, de prórroga, y extraordinarias. También corresponde mencionar las sesiones
especiales, para tratar algún tema de interés específico.

● Sesiones preparatorias: Tienen lugar pocos días antes de iniciar el período ordinario
de sesiones, con la finalidad de organizar el trabajo del parlamento (incorporar
legisladores electos, fijar días y horarios, nombrar a los integrantes de las comisiones,
etc.).

● Sesiones ordinarias​: Son aquellas que en las Cámaras ejercen la plenitud de sus
competencias. El art. 63 dispone que “ambas Cámaras se reunirán por sí mismas en
sesiones ordinarias todos los años desde el 1 de marzo hasta el 30 de noviembre.”

La ampliación a nueve meses del período fue dispuesta por la reforma de 1994,
extendiendo el lapso de cinco meses previsto anteriormente.

Le corresponde al Presidente de la República efectuar la apertura de las sesiones ordinarias


del Congreso, reunido en Asamblea Legislativa. En esa ocasión, debe dar cuenta del estado
de la Nación, de las reformas prometidas por la Constitución, y recomendar a su
consideración las medidas que juzgue necesarias y convenientes.

● Sesiones de prórroga: Son un eventual apéndice del período ordinario y se


desarrollan inmediatamente después de terminado éste. Tanto el Poder Ejecutivo como
el Congreso tienen competencia para convocarlas. Durante ellas, el Congreso sigue
ejerciendo la plenitud de sus funciones, al igual que durante el período ordinario.

● Sesiones extraordinarias: Solo es admisible su convocatoria por el Poder Ejecutivo, a


cuyos efectos es condición indispensable que “un grave interés de orden o de progreso
lo requiera”. Durante ellas, el Congreso ejerce facultades restringidas que se limitan al
tratamiento de los temas que motivaron su convocatoria.

La simultaneidad de sesiones:​ ​Este principio se ve reflejado en el art. 65 que establece;

Artículo 65: Ambas Cámaras empiezan y concluyen sus sesiones simultáneamente.


Ninguna de ellas, mientras se hallen reunidas, podrá suspender sus sesiones más de tres
días, sin el consentimiento de la otra.

Casos de asambleas legislativas: Se denomina Asamblea Legislativa a la reunión


conjunta de ambas Cámaras del Congreso en sesión única. Constituye un caso de
excepción dentro de nuestro sistema bicameral. La Constitución contempla los siguientes
casos, a saber;

● Para tomar juramento al Presidente y al vicepresidente.


● Para la apertura de sesiones ordinarias.
● Para la consideración de la renuncia del Presidente y el vicepresidente.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Punto 6:

El procedimiento de formación y sanción de las leyes:

El procedimiento de elaboración de una ley es un acto complejo que requiere la actuación


armónica de dos poderes del Estado (El Poder Legislativo, por medio de ambas Cámaras, y
el Poder Ejecutivo) y el cumplimiento de diversas acciones que se hallan previstas en la
Constitución. Sus etapas son: iniciativa; deliberativa o de sanción; promulgación (o veto); y
publicación.

➢ Iniciativa: El primer paso en la creación de una ley es la elaboración de un proyecto


que debe ser presentado ante ambas Cámaras legislativas. Pueden tener principio en
cualquiera de ellas, salvo las excepciones previstas en la Constitución. Pueden
presentar proyectos de ley los diputados, senadores y el Presidente de la República,
además de la iniciativa popular.

➢ Deliberativa o de sanción: Se estudia el proyecto en las Cámaras y se procede a su


tratamiento y eventual aprobación. El estudio es realizado, por lo general, en las
comisiones asesoras permanentes, que terminan produciendo un dictamen, mediante el
cual aconsejan al plenario de la Cámara respectiva aprobar o rechazar el proyecto.

Cuando una Cámara presta acuerdo a un proyecto de ley, que debe pasar para su
tratamiento a la otra, se dice que ella ha recibido “media sanción”. Si la aprobación importa
la finalización del trámite parlamentario y la consecuente remisión al Poder Ejecutivo, se
expresa que ha sido “sancionada” por el Congreso. La Cámara que comienza el tratamiento
es denominada cámara de origen, y la que lo trata en segundo término, cámara revisora.

Los proyectos de ley ordinarios necesitan, para su aprobación, la mayoría absoluta de los
votos de los miembros presentes de cada Cámara, reunida con quórum. Sin embargo, hay
numerosas excepciones a este principio general. Se trata de casos en que por su relevancia
se debe contar con mayorías calificadas de votos.

✓ Mayoría de los 2/3 del total de los miembros: Declaración de necesidad de


reforma constitucional; otorgamiento de jerarquía constitucional a tratados de
derechos humanos; denuncia de tratados de derechos humanos con jerarquía
constitucional.

✓ Mayoría de los 2/3 de los presentes: Proyectos de ley vetados cuya insistencia
procura en el Congreso; insistencia de la Cámara de origen respecto de un
proyecto de ley modificado por la Cámara revisora.

✓ Mayoría absoluta de los miembros totales: Ley reglamentaria de la iniciativa


popular, de la consulta popular, sobre la coparticipación de impuestos, sobre
régimen electoral y partidos políticos, etc.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

➢ Promulgación o veto: Una vez que el Congreso ha sancionado un proyecto de ley,


éste pasa al Poder Ejecutivo “para su examen”. La intervención del Presidente es
sustancial y no meramente formal. Debe estudiar el proyecto y pronunciarse sobre él.

Tiene dos alternativas: aprobarlo (​promulgación​) o rechazarlo (​veto​); no puede, en


principio, introducirle modificaciones. La promulgación puede ser expresa o tácita. Esta
última ocurre cuando el Presidente deja pasar el plazo de días días útiles sin
pronunciarse.

Artículo 80: Se reputa aprobado por el Poder Ejecutivo todo proyecto no devuelto en el
término de diez días útiles. Los proyectos desechados parcialmente no podrán ser
aprobados en la parte restante. Sin embargo, las partes no observadas solamente
podrán ser promulgadas si tienen autonomía normativa y su aprobación parcial no
altera el espíritu ni la unidad del proyecto sancionado por el Congreso. En este caso
será de aplicación el procedimiento previsto para los decretos de necesidad y urgencia.

Puede suceder también que el Presidente esté de acuerdo con una parte de la ley y en
desacuerdo con otra, en cuyo caso podría hacer uso del veto parcial, que está
contemplada a partir de la última reforma constitucional y sujeta a ciertos requisitos.
Debe emanar de un acto expreso (decreto) que así lo establezca. Los proyectos
desechados parcialmente no podrán ser aprobados en la parte restante.

Las partes no observadas podrán ser promulgadas únicamente si tienen autonomía


normativa y su aprobación parcial no altera el espíritu del proyecto sancionado.

El veto debe ser siempre expreso y fundado, y es transitorio, en cuanto puede ser
revertido por el Congreso. No resulta aplicable en tres supuestos previstos por la
Constitución:

● Proyecto de ley de convocatoria a una consulta popular.


● Proyecto de ley votado afirmativamente por el pueblo en una consulta popular.
● Si media insistencia del Congreso ante un proyecto previamente vetado.

Punto 7:

El Defensor del Pueblo: Es un órgano de control de la Administración Pública,


generalmente vinculado al Poder Legislativo, que tiene por función la defensa de los
intereses de los administrados, detectando el desenvolvimiento irregular del poder
administrador y procurando la modificación de su accionar.

No interfiere con el Poder Judicial, en cuanto no puede ordenar procesamientos, dictar


sentencias, ni establecer condenas. Sí puede presentar denuncias ante los jueces y realizar
las gestiones necesarias ante los organismos que pertenecen al Poder Ejecutivo. Su
instrumento básico es la persuasión y la coacción.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Antecedentes: Esta institución registra sus primeros antecedentes a principios del siglo XIX
en Suecia, y su cometido principal era la defensa del administrado, a cuyos efectos estaba
facultado para intervenir ante actos arbitrarios o abusivos.

En nuestro país, fue instituido por la Ley 24.284 de 1993, y la reforma de 1994 le otorgó
jerarquía constitucional:

Artículo 86: “El Defensor del Pueblo es un órgano independiente instituido en el ámbito del
Congreso de la Nación, que actuará con plena autonomía funcional, sin recibir instrucciones
de ninguna autoridad. Su misión es la defensa y protección de los derechos humanos y
demás derechos, garantías e intereses tutelados en esta Constitución y las leyes, ante
hechos, actos u omisiones de la Administración; y el control del ejercicio de las funciones
administrativas públicas. El Defensor del Pueblo tiene legitimación procesal. Es designado y
removido por el Congreso con el voto de las dos terceras partes de los miembros presentes
de cada una de las Cámaras. Goza de las inmunidades y privilegios de los legisladores.
Durará en su cargo cinco años, pudiendo ser nuevamente designado por una sola vez. La
organización y el funcionamiento de esta institución serán regulados por una ley especial”.

Naturaleza jurídica: Es un típico órgano de control respecto de la actividad de la


Administración Pública y de la tutela de los administrados, que actúa generalmente por
delegación del Poder Legislativo.

Su designación y remoción: Puede ser removido por el Congreso, y son causas del cese de
funciones las siguientes: renuncia; vencimiento del plazo de su mandato; incapacidad
sobreviniente; haber sido condenado mediante sentencia firme por delito doloso; notoria
negligencia en los deberes del cargo; o haber incurrido en situación de incompatibilidad.

Punto 8:

La crisis legislativa y la reforma parlamentaria. La eficacia parlamentaria:

La formulación de críticas al Poder Legislativo es, en nuestra época, un hecho frecuente. Se


tilda al órgano deliberativo de lento, obstruccionista y dispendioso. Esta crisis del Poder
Legislativo tuvo sus primeras manifestaciones en las décadas iniciales del presente siglo,
cuando comenzó a insinuarse el liderazgo del Poder Ejecutivo, al amparo de una visión del
Estado que privilegiaba su misión intervencionista en la actividad económica y social. La
continuidad en el funcionamiento del órgano ejecutivo y su mayor capacidad de respuesta le
otorgaron una rápida ventaja. En esa mutación tuvo influencia el constitucionalismo social,
que al asignar nuevas funciones al Estado desbordó al órgano legislativo, poniendo en
evidencia su falta de eficacia.

En nuestro país, la crisis legislativa es aún más grave, si tenemos en consideración las
reiteradas rupturas del orden constitucional, que afectaron el funcionamiento continuado del
Congreso. Ello impidió que el órgano legislativo pudiera encarar las reformas que
necesitaba para responder a los nuevos desafíos que exigía la realidad.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Bolilla 16:

Punto 1:

Las atribuciones del Congreso. La función preconstituyente:

Las atribuciones del Congreso se clasifican conforme a tres funciones principales: función
preconstituyente, función legislativa y función de control. La función preconstituyente está
expuesta en el art. 30 de la Constitución; es la función del Congreso de declarar la
necesidad de reforma de la Constitución. La función de control está vinculada al juicio
político.

Punto 2:

La función legislativa: las leyes federales, comunes y locales:

Esta función la ejerce el Congreso mediante la sanción de leyes, que por sus alcances y las
consecuencias de su aplicación, suelen ser diferenciadas en tres categorías básicas:

❖ Leyes locales: Son las que dicta el Congreso en su carácter de Legislatura local para la
Capital Federal. Lo son también las dictadas por las provincias.
❖ Leyes comunes: Emanan de la facultad reconocida al Congreso de dictar los códigos
Civil, Comercial, Penal, de Minería, y del Trabajo y Seguridad Social.
❖ Leyes federales: Todas aquellas normas que sanciona el Congreso, salvo las que
tienen naturaleza de legislación local o común. La Constitución Nacional es una ley
federal.

Las facultades económicas, financieras e impositivas:

↬Derechos de importación y exportación: Le corresponde al Congreso legislar en materia


aduanera. Establecer los derechos de importación y exportación, los cuales serán uniformes
en toda la Nación.

↬Impuestos directos e indirectos internos: Puede imponer contribuciones indirectas


como facultad concurrente con las provincias; y contribuciones directas, por tiempo
determinado, proporcionalmente iguales en todo el territorio de la Nación, siempre que la
defensa, seguridad común y bien general del Estado lo exijan.

↬Coparticipación: El art. 75 establece pautas acerca de los recursos coparticipables,


modalidades, criterios de distribución y creación de un órgano federal de control. Son
recursos coparticipables los impuestos indirectos internos y los directos establecidos por el
Congreso. La materia tributaria está excluida de la posibilidad de ser reglada mediante
decretos de necesidad y urgencia, y tampoco podrá ser objeto de iniciativa popular.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

↬Presupuestarias: Facultad de fijar anualmente el presupuesto general de gastos y cálculo


de recursos de la Administración Nacional, en base al programa general de gobierno y al
plan de inversiones públicas. El proyecto de Ley de Presupuesto no puede ser objeto de
iniciativa popular.

↬Bancos y emisión de moneda: Establecer y reglamentar un banco federal con facultad


de emitir moneda, así como otros bancos nacionales. El Banco Central ha pasado a ser el
“banco federal” después de la reforma de 1994. Corresponde también hacer sellar moneda,
fijar su valor y el de las extranjeras, y adoptar un sistema uniforme de pesos y medidas para
toda la Nación.

↬Empréstitos: Contraer deudas ofreciendo como respaldo la garantía del Estado


representa un hecho de particular relevancia por las consecuencias que puede importar. Se
le asigna carácter extraordinario a los empréstitos, a los cuales admite para urgencias de la
Nación. Sin embargo, en la práctica se han convertido en recursos corrientes, para hacer
frente a los gastos del Estado, que concurre a ellos incluso para pagar otros préstamos
anteriores.

↬Subsidios a las provincias: Acordar subsidios del Tesoro nacional a las provincias, cuyas
rentas no alcancen, según sus presupuestos, a cubrir sus gastos ordinarios. Tienen carácter
extraordinario, pero en la práctica han adquirido habitualidad, y son distribuidos con el
objetivo de lograr la subordinación políticas de las provincias al poder central.

↬Pago de la deuda interior y exterior: Debe arreglar el pago de la deuda interior y exterior
de la Nación. No es el Congreso, empero, el órgano que tiene a su cargo la formulación de
tales convenios, sino que esas negociaciones son realizadas por el Poder Ejecutivo,
generalmente por medio del Ministerio de Economía. El Congreso debe fiscalizar dichos
acuerdos.

La cláusula comercial. La cláusula del bienestar:

El inc. 13 del art. 75 establece la cláusula comercial y establece que le corresponde al


Congreso la facultad de reglar el comercio con las naciones extranjeras y de las provincias
entre sí. El comercio integra el conjunto de actividades que se han dado en llamar el “sector
terciario”, para diferenciarlo, por su índole, de los sectores productivos de bienes que
conforman los sectores primario y secundario.

El inc. 18 establece la cláusula del bienestar y establece que debe proveer lo conducente a
la prosperidad del país, al adelanto y bienestar de todas las provincias, y al progreso de la
ilustración, dictando planes de instrucción general y universitaria, y promoviendo la
industria, la inmigración, la construcción de ferrocarriles y canales navegables, la
colonización de tierras de propiedad nacional, la introducción y establecimiento de nuevas
industrias, la importación de capitales extranjeros y la exploración de los ríos interiores, por
leyes protectoras de estos fines y por concesiones temporales de privilegios y recompensas
de estímulo.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Esta disposición constitucional, que es conocida con el nombre de cláusula del progreso, de
la prosperidad o del bienestar, tiene su origen en la Constitución de 1853 y es de clara
inspiración alberdiana.

En la cláusula constitucional se resalta el valor prominente que nuestro constituyente


originario le asignó a la educación, al atribuirle al Congreso, como primera misión para el
logro de la prosperidad del país, la de dictar planes de instrucción general y universitaria.

El ​inc. 19​, incorporado por la reforma de 1994, agrega que le corresponde proveer lo
conducente al desarrollo humano, al progreso económico con justicia social, a la
productividad de la economía nacional, a la generación de empleo, a la formación
profesional de los trabajadores, a la defensa del valor de la moneda, a la investigación y al
desarrollo científico y tecnológico, su difusión y aprovechamiento; y también proveer al
crecimiento armónico de la Nación y al poblamiento de su territorio; promover políticas
diferenciadas que tiendan a equilibrar el desigual desarrollo relativo de provincias y
regiones. Para estas iniciativas, el Senado será Cámara de origen.

Los poderes militares. Las demás atribuciones establecidas en el artículo 75 de la


Constitución:

Con respecto a los poderes militares, cabe destacar las siguientes atribuciones del
Congreso:

● Poderes de guerra: Autorizar al Poder Ejecutivo para declarar la guerra o hacer la paz.

● Represalias de guerra: Facultar al Poder Ejecutivo para ordenar represalias


(intervenciones, bloqueos, etc.) y establecer reglamento para las presas.

● Organización de las Fuerzas Armadas: En tiempos de paz y guerra, dictar las normas
para su organización y gobierno. • Introducción y salida de tropas: Permitir la
introducción de tropas extranjeras y la salida de las fuerzas nacionales.

Además de las ya mencionadas, el Congreso también tiene facultades para legislar


respecto a las tierras públicas, educación y cultura, protección de los pueblos indígenas,
tratados internacionales, fronteras y población, límites y territorios nacionales, emergencias
institucionales, renuncia del Presidente y vicepresidente, etc.

El inc. 20 del art. 75 establece que le otorga facultades al Congreso para “establecer
tribunales inferiores a la Corte Suprema de Justicia; crear y suprimir empleos, fijar sus
atribuciones, dar pensiones, decretar honores, y conceder amnistías generales.”

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Punto 3:

Facultades privativas de la Cámara de Senadores: Juzga en juicio público a los


funcionarios acusados por la Cámara de Diputados; Autoriza al Presidente de la Nación
para que declare en estado de sitio a uno o varios puntos de la República en caso de
ataque exterior; Es Cámara de origen de la ley-convenio sobre coparticipación y en las
leyes en que se ejerce las facultades de la cláusula de bienestar; Presta el acuerdo para el
nombramiento de los jueces de la Corte Suprema, designación de los demás jueces
federales y nuevos nombramientos de los jueces federales que hayan cumplido 75 años;
Presta el acuerdo para el nombramiento y la remoción de embajadores, ministros
plenipotenciarios y encargados de negocios, a propuesta del Poder Ejecutivo; Presta
acuerdo al Poder Ejecutivo en la concesión de empleos o grados de oficial supremos de las
fuerzas armadas.

Facultades privativas de la Cámara de Diputados: Es Cámara iniciadora en los proyectos


de iniciativa popular; Ejerce la iniciativa para someter a consulta popular un proyecto de ley;
Es Cámara de origen en las leyes sobre contribuciones y reclutamiento de tropas; Ejerce el
derecho de acusación ante el Senado en el juicio político.

Punto 4:

Los poderes implícitos del Congreso de la Nación:

Con la expresión “poderes implícitos” se hace referencia a aquellas facultades que pese a
no ser expresadas, están incluidas en otras análogas o más generales.

El inc. 32 del art. 75 le confiere poderes implícitos al Congreso, al establecer que le


corresponde “hacer todas las leyes y reglamentos que sean convenientes para poner en
ejercicio los poderes antecedentes, y todos los otros concedidos por la presente
Constitución al Gobierno de la Nación Argentina.”

Esta cláusula tiene su origen en la Constitución de los Estados Unidos. Estos poderes, en
nuestro país, tienen dos límites infranqueables, representados por los poderes no
delegados por las provincias, y además, por las atribuciones conferidas a los restantes
poderes del Estado federal. En la medida en que su ejercicio altere esa distribución de
competencias, se convierte en inconstitucional.

El Poder Legislativo es el único al cual la Constitución le reconoce expresamente poderes


implícitos.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Punto 5:

La delegación de facultades legislativas:

El​ art. 76,​ producto de la reforma de 1994, establece:

Artículo 76: “ Se prohíbe la delegación legislativa en el Poder Ejecutivo, salvo en materias


determinadas de administración o de emergencia pública, con plazo fijado para su ejercicio
y dentro de las bases de la delegación que el Congreso establezca. La caducidad resultante
del transcurso del plazo previsto en el párrafo anterior no importará revisión de las
relaciones jurídicas nacidas al amparo de las normas dictadas en consecuencia de la
delegación legislativa”.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Bolilla 17:

Punto 1:

El Poder Judicial:

Funciones: En el esquema clásico de la tripartición de poderes, se reserva al Poder


Judicial la misión de resolver las controversias, interpretando la ley y aplicándola al caso
concreto. Actúa como arbitro y moderador respecto de los actos de los restantes poderes,
cuidando que su funcionamiento se desenvuelva con sujeción a los principios y normas
constitucionales.

Además, ejerce el control de constitucionalidad, garantizando la supremacía de la


Constitución, lo cual implica tanto la tutela de la primacía del derecho federal sobre el
derecho local, como el aseguramiento de los derechos y garantías previstos en ella.

Esto hace que el Poder Judicial tenga amplias y relevantes atribuciones, pero al mismo
tiempo, limitadas, puesto que deben dirimir disputas concretas y reales que les sean
sometidas a su consideración.

Caracteres: ​Derivado;​ ​Multiorgánico y colegiado: el Poder Judicial es desempeñado por


varios órganos, que están a cargo, a su vez, de muchas personas; ​Descentralizado: los
órganos del Poder Judicial federal están distribuidos en todo el territorio de la Nación;
Independiente: es condición vital para su jerarquización e imparcialidad. Ella implica que
tanto el órgano que la ejerce como las personas a cargo de éste tienen que estar libres de
influencias. Además, el poder judicial tiene el monopolio de la justicia; ​Discontinuo: las
atribuciones del Poder Judicial están referidas a “causas”, o sea, que se dan en el marco de
contiendas, pleitos o juicios.

La designación de los jueces: La determinación del procedimiento mediante el cual se


designa a los magistrados judiciales es de vital importancia para establecer el grado de
independencia del Poder Judicial.

Los procedimientos de designación, en el ámbito judicial, guardan relación con los


mecanismos de remoción de los jueces. Cuanto mayor sea el grado de incidencia política
en los nombramientos judiciales, mayor será, generalmente, la participación de los órganos
políticos en la remoción de aquellos.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Hay tres grandes sistemas:

Designación por los Selección por idoneidad Designación por elección


órganos políticos mediante concursos popular
públicos y abiertos

En el sistema inglés, los Se procura asegurar la Se fundamenta en el


jueces son designados por independencia de la función principio de soberanía
la Corona. En Estados judicial y dotarla de los popular. Siendo el Poder
Unidos, el nombramiento se mejores recursos humanos, Judicial uno de los poderes
realiza a propuesta del para posibilitar una del Estado, le corresponde
Poder Ejecutivo y posterior actuación eficiente, que al cuerpo electoral su
acuerdo del Senado. No se acreciente la confianza del elección. Una de las
puede asegurar la ciudadano. Su variante más consecuencias es la
independencia del Poder difundida es la del Consejo movilidad en el desempeño
Judicial si sólo se llega al de la Magistratura. de la función judicial, para
desempeño de las Constituye el mejor sistema permitir así la renovación
magistraturas judiciales por para asegurar la igualdad periódica. Es aplicado en
nombramientos “políticos”. de acceso de las muchos estados
magistraturas judiciales y norteamericanos.
privilegiar la idoneidad ética
y profesional.

La reforma de 1994 introdujo cambios importantes. Dejó subsistente el sistema de


designación política para el nombramiento de los jueces de la Corte Suprema, pero le
agregó algunos recaudos importantes para la prestación del acuerdo del Senado, que debe
ser presentado “por dos tercios de sus miembros presentes, en sesión pública”. En cuanto a
los demás jueces federales, el Poder Ejecutivo los nombra en base a una propuesta
vinculante en terna del Consejo de la Magistratura, con acuerdo del Senado, en sesión
pública, en la que se tendrá en cuenta la idoneidad de los candidatos.

Si bien se ha abandonado el sistema fundado exclusivamente en la voluntad


exclusivamente política, el nuevo sistema aún se apoya en ella para tal designación.

El Consejo de la Magistratura: El Consejo de la Magistratura es una institución que la


doctrina constitucional vincula al proceso de selección y designación de magistrados,
mediante la realización de concursos públicos, tendientes a la concreción del principio de
idoneidad.

La reforma de 1994 incorporó esta institución por medio del art. 114:

Artículo 114: El Consejo de la Magistratura, regulado por una ley especial sancionada por
la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara, tendrá a su cargo la
selección de los magistrados y la administración del Poder Judicial. El Consejo será

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

integrado periódicamente de modo que se procure el equilibrio entre la representación de


los órganos políticos resultantes de la elección popular, de los jueces de todas las
instancias y de los abogados de la matrícula federal. Será integrado, asimismo, por otras
personas del ámbito académico y científico, en el número y la forma que indique la ley.

Serán sus atribuciones:

➔ Seleccionar mediante concursos públicos los postulantes a las magistraturas inferiores.


➔ Emitir propuestas en ternas vinculantes, para el nombramiento de los magistrados de
los tribunales inferiores.
➔ Administrar los recursos y ejecutar el presupuesto que la ley asigne a la administración
de justicia.
➔ Ejercer las facultades disciplinarias sobre magistrados.
➔ Decidir la apertura del procedimiento de remoción de magistrados, en su caso ordenar
la suspensión, y formular la acusación correspondiente.
➔ Dictar los reglamentos relacionados con la organización judicial y todos aquellos que
sean necesarios para asegurar la independencia de los jueces y la eficaz prestación de
los servicios de justicia.

Respecto a su naturaleza jurídica, es un órgano no jurisdiccional del Poder Judicial con


autonomía relativa. Es relativamente numeroso y con fuerte predominio político en su
composición. Nació como consecuencia del descreimiento en la justicia.

El Congreso recién logró sancionar la ley reglamentaria en 1997, norma que fue
rápidamente modificada y en varias ocasiones. Se estableció que el Consejo de la
Magistratura “es un órgano permanente del Poder Judicial”, y se dispuso que estaría
integrado por veinte miembros.

Desde 2013, está reglamentado bajo la Ley 26.855 de reforma del Consejo de la
Magistratura. En lo sustancial, varió la composición del órgano, el procedimiento de elección
de sus miembros, las atribuciones del plenario y las mayorías exigidas para la toma de
decisiones, ciertas ​disposiciones de la norma​, como el procedimiento de elección, fueron
tomadas por inconstitucionales​ por la CSJN en el ​fallo Rizzo​.

La inamovilidad de los jueces:

El art. 110 de la Constitución establece el principio de inamovilidad, que tradicionalmente


aparece vinculado a las garantías que aseguran la independencia del Poder Judicial.

Artículo 110: Los jueces de la Corte Suprema y de los tribunales inferiores de la Nación
conservarán sus empleos mientras dure su buena conducta.

La reforma de 1994 atenuó los alcances de este principio, al establecer que un nuevo
nombramiento será necesario para mantener en el cargo a cualquiera de los magistrados
una vez que cumplan la edad de 75 años; el mismo se hará por cinco años, y podrán ser
repetidos indefinidamente (Fallo Fayt y Schiffrin).

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Según la disposición transitoria, la limitación prevista entrará en vigor “a los cinco años de la
sanción de la reforma”. El nuevo nombramiento que necesitarán estos magistrados una vez
cumplidos los 75 años de edad, no requerirá la intervención del Consejo de la Magistratura.

Las constituciones provinciales, en general, siguen los lineamientos de la Constitución


Nacional originaria. Sin embargo, algunas provincias han establecido límites en razón de la
edad.

La inamovilidad comprende, además del grado, la instancia, el tribunal y la sede, lo que


imposibilita que un juez pueda ser trasladado de un tribunal a otro, si no media el
consentimiento del propio magistrado.

Incompatibilidades: La Constitución establece en el art. 34 que “los jueces de las cortes


federales no podrán serlo al mismo tiempo de los tribunales de provincia”.

Para que la garantía de la independencia del Poder Judicial sea efectiva, se ha de admitir
un rígido régimen de incompatibilidades. Así, se estableció mediante legislación, que es
incompatible la magistratura judicial con toda actividad política, ejercicio del comercio,
realización de cualquier actividad profesional, desempeño de empleos públicos o privados.
No estará permitido el desempeño de los cargos de rector de universidad o decano de
facultad. Podrán ejercer, exclusivamente, la docencia universitaria con la autorización previa
y expresa. Les está prohibido practicar juegos de azar o deportes como profesional.

Remuneración: Artículo 110: ​[...] y recibirán por sus servicios una compensación que
determinará la ley, y que no podrá ser disminuida en manera alguna, mientras
permaneciesen en sus funciones.

La remoción: el jurado de enjuiciamiento:

La Constitución establecía, antes de la reforma de 1994, que los miembros de la Corte


Suprema y de los tribunales inferiores sólo podrían ser removidos por juicio político.
Concretada la reforma, los jueces de la Corte continúan sujetos a dicho criterio, pero los
jueces inferiores pueden ser removidos por un jurado de enjuiciamiento, luego de que el
Consejo de la Magistratura haya dispuesto “la apertura del procedimiento de remoción de
magistrados, y formulado la acusación correspondiente”.

Artículo 115: “Los jueces de los tribunales inferiores de la Nación serán removidos por las
causales expresadas en el Artículo 53, por un jurado de enjuiciamiento integrado por
legisladores, magistrados y abogados de la matrícula federal. Su fallo, que será irrecurrible,
no tendrá más efecto que destituir al acusado. Pero la parte condenada quedará no
obstante sujeta a acusación, juicio y castigo conforme a las leyes ante los tribunales
ordinarios.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Corresponderá archivar las actuaciones y, en su caso, reponer al juez suspendido, si


transcurrieren ciento ochenta días contados desde la decisión de abrir el procedimiento de
remoción, sin que haya sido dictado el fallo”.

Las causales expresadas en el art. 53 son: mal desempeño, delito en el ejercicio de sus
funciones o crímenes comunes. El argumento más utilizado para justificar la inclusión de
este órgano en la Constitución es la incapacidad operativa del juicio político.

En relación a su funcionamiento, se estableció que el procedimiento ante el jurado será oral


y público, y deberá asegurar el derecho de defensa del acusado. Estará integrado por siete
miembros (dos jueces de Cámara, cuatro legisladores y un abogado de la matrícula
federal). La designación de sus miembros debe realizarse por sorteo semestral. El
desempeño de sus funciones será considerado carga pública y ninguna persona podrá
integrarlo en más de una oportunidad. En cuanto al fallo, “que será irrecurrible”, no puede
impedir el ejercicio de un razonable control de constitucionalidad por parte del Poder
Judicial, dado que la Corte Suprema en los últimos años ha abierto esa posibilidad.

Punto 2:

Justicia federal: es aquella que fue creada y estructurada por la Constitución Nacional. Se
dispone que será ejercida por una Corte Suprema de Justicia y por los demás tribunales
inferiores que el Congreso estableciere en el territorio de la Nación. Estos últimos son los
juzgados federales (órganos unipersonales de primera instancia) y las cámaras federales de
apelación (órganos colegiados de segunda instancia).

En 1992 se creó la Cámara de Casación Penal y se dispuso la creación de tribunales orales


en lo criminal federal.

Justicia provincial: cada provincia debe organizar su propio Poder Judicial local en virtud
de lo establecido en el art. 5 de la Constitución. Este tendrá a su cargo el control de
constitucionalidad, la aplicación de la legislación común y las demás atribuciones que le
asigne la respectiva Constitución provincial y normas locales.

Todas las provincias prevén la existencia de un tribunal superior local, de cámaras de


apelaciones y de juzgados de primera instancia, y en algunos casos se agrega a ellos la
justicia de paz; y establecen la organización de diversos fueros, dedicados a las principales
materias.

La organización de la justicia de la Capital Federal: Posteriormente a su reconocimiento


por la última reforma constitucional, la Ciudad de Buenos Aires dictó su propia norma
fundamental en 1996, que establece que el Poder Judicial estará integrado por el Tribunal
Superior de Justicia, el Consejo de la Magistratura, los demás tribunales que la ley
establezca y el Ministerio Público.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

La Ley de garantía de los intereses del Estado Nacional en la Ciudad, estableció que la
justicia nacional ordinaria mantendrá su actual jurisdicción y competencia a cargo del Poder
Judicial de la Nación, y la Ciudad solo tendrá facultades propias de jurisdicción en materia
de vecindad, contravencional y de faltas, contencioso administrativa y tributaria locales.

Es por ello que en la actualidad solo se encuentran en funcionamiento el Tribunal Superior y


dos de los fueros. Consideramos que esta disminución de facultades judiciales es
inconstitucional.

El Ministerio Público:

Es el órgano que actúa ante los tribunales de justicia en resguardo del orden público y en
representación de los intereses generales. Está compuesto por el procurador general, el
defensor general, defensores oficiales, asesores de incapaces y menores, etc. Antes de la
reforma de 1994, la Constitución no contenía ninguna disposición respecto a este órgano y
se discutía su naturaleza jurídica: algunos sostenían que tenía carácter judicial y otros,
administrativo. El nuevo art. 120 establece:

Artículo 120: El Ministerio Público es un órgano independiente con autonomía funcional y


autarquía financiera que tiene por función promover la actuación de la justicia en defensa de
la legalidad de los intereses generales de la sociedad en coordinación con las demás
autoridades de la República.

Está integrado por un procurador general de la Nación y un defensor general de la Nación y


los demás miembros que la ley establezca.

Sus miembros gozan de inmunidades funcionales e intangibilidad de remuneraciones.

La autonomía funcional implica que se trataría de un órgano “extrapoder”. La autarquía


financiera implica la capacidad de administrar sus recursos con independencia respecto de
los otros poderes. Nada expresa acerca del procedimiento de designación y remoción de
sus miembros, ni se consagra la inamovilidad de sus integrantes, la cual constituye una
condición necesaria para preservar su funcionamiento autónomo

La ley reglamentaria establece que el mismo se compone por el Ministerio Público Fiscal y
el Ministerio Público de la Defensa, siendo su máxima autoridad el procurador general y el
defensor general. Sus designaciones están a cargo del Poder Ejecutivo con acuerdo del
Senado por dos tercios de sus miembros presentes, y solo pueden ser removidos por juicio
político. Todos sus miembros gozan de estabilidad mientras dure su buena conducta y
hasta los 75 años de edad, momento en que quedarán sujetos a la exigencia de un nuevo
nombramiento.

Aplicación de los distintos tipos de leyes por los jueces federales y locales: Las leyes
federales son aplicadas por los tribunales federales. Las leyes nacionales locales son
aplicadas por los tribunales de la Capital Federal y de los territorios nacionales. Las leyes

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

nacional de derecho común son de jurisdicción provincial y están a cargo de los jueces
locales.

Juicio por jurados: Es aquella institución de naturaleza jurisdiccional compuesta por un


grupo de ciudadanos que no son magistrados judiciales, elegidos por sorteo y que bajo la
dirección de un juez, tienen que expedirse, según su conciencia, acerca de los hechos que
deben servir de fundamento a la aplicación de la ley penal, dando a conocer un veredicto en
cuanto a la culpabilidad o inocencia del acusado.

La Constitución hace referencia al juicio por jurados en los artículos 24, 75 inciso 12 y 118.

● Artículo 24:​ el Congreso promoverá (…) el establecimiento del juicio por jurados.

● Artículo 75 inciso 12: le corresponde al Congreso dictar (…) las leyes que requiera el
establecimiento del juicio por jurados.

● Artículo 118: todos los juicios criminales ordinarios, que no se deriven del despacho
de acusación concedido en la Cámara de Diputados se terminarán por jurados,
luego que se establezca en la República esta institución. La actuación de estos
juicios se hará en la misma provincia donde se hubiera cometido el delito; pero
cuando éste se cometa fuera de los límites de la Nación, contra el derecho de
gentes, el Congreso determinará por una ley especial el lugar en que haya de
seguirse el juicio.

Los motivos por los cuales no se ha implementado aun el juicio por jurados en nuestro país
son: el tiempo que lleva, por la selección de los jurados, que además deben asistir a todas
las audiencias, el miedo de los mismos a sufrir aun tipo de presión, etc.

La Corte Suprema de Justicia:

Creación y composición: La Corte Suprema es el único tribunal judicial cuya creación


deriva directamente de la Constitución. Los demás tribunales son creados por ley del
Congreso. La Constitución de 1853 había establecido que estaba “compuesta de nueve
jueces y dos fiscales, y residirá en la Capital”. La reforma de 1860 eliminó la referencia a la
integración y la residencia en la Capital, quedando ambas cuestiones delegadas a una ley
del Congreso. Recién en 1863 quedó instalada la Corte Suprema, como consecuencia de la
sanción de la Ley de Organización de la Justicia Federal, que designó a los miembros del
Alto Tribunal. En 2006, se fijó por ley que el número de miembros sería de cinco. Las
decisiones se adoptan por el voto mayoritario de cuatro de sus miembros.

Las condiciones para desempeñarse como tal están establecidas en el art. 111:

Artículo 111: Ninguno podrá ser miembro de la Corte Suprema de Justicia, sin ser abogado
de la Nación con ocho años de ejercicio, y tener las calidades requeridas para ser senador.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

(​Artículo 55: Son requisitos para ser elegidos Senador: Tener la edad de treinta años,
haber sido seis años ciudadano de la Nación, disfrutar de una renta anual de dos mil pesos
fuertes o de una entrada equivalente, y ser natural de la provincia que lo elija, o con dos
años de residencia inmediata en ella).

Su importancia política y judicial: Es el vértice de uno de los poderes del Estado.


Comparte con el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo el gobierno de aquel, lo cual torna
innegable su importancia política. Una de sus manifestaciones más relevantes es el
ejercicio del control de constitucionalidad (función que puede llegar a modificar
sustancialmente el entendimiento de la ley suprema), y sus facultades de control con
relación a los otros poderes del Estado.

Desde la perspectiva estrictamente judicial, la Corte, como cabeza del Poder Judicial,
desempeña un papel rector. Si bien solo decide en casos concretos sometidos a su 9 de 19
consideración, sus decisiones son, por lo general, tenidas en cuenta por los tribunales
inferiores.

Autonomía funcional: La Corte es el órgano supremo y máximo del poder judicial. Es


titular o cabeza de ese poder, como el presidente lo es del ejecutivo, y el congreso del
legislativo.

La división en salas​: Implica la conformación de órganos judiciales más pequeños,


integrados por dos o más jueces, que conforme se autoriza y organiza por ley, ejercen
plenamente la competencia de aquél respecto de las causas sometidas a su consideración.
Es un instrumento operativo que tiende a hacer más rápida y eficiente la labor judicial. La
Corte nunca resolvió dividirse en salas, adoptando una actitud que implica un implícito
pronunciamiento de inconstitucional con respecto al tema.

La presidencia de la Corte: La Constitución ha previsto que tenga un presidente. Este


tiene un rol importante en la Ley de Acefalía del Poder Ejecutivo. Hasta 1930, su
designación fue efectuada por el Presidente de la Nación. En la actualidad se encuentra
vigente el régimen de designación por parte de la Corte Suprema, el cual es el que mejor
compatibiliza con el principio de independencia del Poder Judicial. La duración de su
mandato ha sido prevista en tres años.

La doble instancia judicial: En materia judicial existe el derecho a la doble instancia


judicial, que implica que luego de una primera instancia puede accederse a una segunda
instancia. Esta sería la etapa procesal en que, a continuación de la primera instancia, se
propone revisar lo decidido en ella. Conforme a la jurisprudencia de la Corte, en el proceso
no penal es constitucional la instancia única. Además, si en cualquier clase de proceso la
ley ha establecido la doble instancia, es inconstitucional impedir el acceso a ella.

La casación: Es la función atribuida a un órgano judicial superior mediante la cual éste


puede anular sentencias que contienen errores de derecho y que no resulta impugnables
por otros medios procesales. La finalidad de esta institución es procurar la uniformidad de

152
Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

las interpretaciones judiciales, la cual se traduce en el afianzamiento del principio


constitucional de igualdad.

Fallos plenarios: También denominados "sentencias obligatorias”, son aquellos que dictan
las cámaras de apelaciones integradas por sus diversas salas cuando se reúnen en pleno,
ya sea por propia iniciativa o para resolver algún recurso planteado ante ellas. Constituyen
uno de los medios utilizados para uniformar la jurisprudencia evitando pronunciamientos
judiciales contradictorios.

Punto 4:

Competencia de la justicia federal:

Artículo 116: Corresponde a la Corte Suprema y a los tribunales inferiores de la Nación, el


conocimiento y decisión de todas las causas que versen sobre puntos regidos por la
Constitución, y por las leyes de la Nación, con la reserva hecha en el inciso 12 del artículo
75; y por los tratados con las naciones extranjeras; de las causas concernientes a
embajadores, ministros públicos y cónsules extranjeros; de las causas de almirantazgo y
jurisdicción marítima; de los asuntos en que la Nación sea parte; de las causas que se
susciten entre dos o más provincias; entre una provincia y los vecinos de otra; entre los
vecinos de diferentes provincias; y entre una provincia o sus vecinos, contra un Estado o
ciudadano extranjero.

Artículo 117: En estos casos la Corte Suprema ejercerá su jurisdicción por apelación según
las reglas y excepciones que prescriba el Congreso; pero en todos los asuntos
concernientes a embajadores, ministros y cónsules extranjeros, y en los que alguna
provincia fuese parte, la ejercerá originaria y exclusivamente.

Estos artículos se refieren a las atribuciones del Poder Judicial y deben ser entendidos
como una misma cláusula constitucional.

La ​jurisdicción,​ en el ámbito judicial, hace referencia a la potestad que tienen los jueces
para decir cuál es el derecho aplicable al caso traído a su conocimiento.

La ​competencia es la atribución legítima que tiene un juez u otra autoridad para el


conocimiento o resolución de un asunto, y presupone la existencia de la jurisdicción, a la
cual limita.

Hay ciertos caracteres que son comunes a la justicia federal. Así, ésta es:

→ ​Limitada y de excepción: dado que las provincias conservan todo el poder no delegado
por la Constitución al gobierno federal. Es decir, salvo los casos específicos que en esa
delegación haya sido verificada, los demás corresponden a las provincias. Debemos recurrir
a la justicia local y sólo excepcionalmente a la justicia federal.

153
Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

→ ​Privativa y excluyente: la competencia de un órgano judicial federal no puede ser


prorrogada a la justicia local, ni compartida con ésta. Su fundamento proviene del principio
de supremacía, establecido en el artículo 31 de la CN.

→ ​Inalterable: radica una causa en la justicia federal y resulta la competencia en favor de


ésta, no puede alterársela en favor de la justicia local. Este carácter también reconoce
aplicación inversa (cuando es asumida legítimamente la competencia por un tribunal local,
ella no es atribuible a la justicia federal).

La competencia de la justicia federal puede corresponder en razón de la ​materia, de las


personas y del lugar​.

Por la materia: tiene en consideración la sustancia temática que se halla en discusión. No


constituyen materia federal, en general, las causas vinculadas a la interpretación y
aplicación de las leyes comunes y de las leyes locales. Según el art. 116 de la Constitución,
corresponde en los siguientes supuestos de causas: Las que versen sobre puntos regidos
por la Constitución; Las regidas por las leyes de la Nación; Las regidas por tratados
internacionales: esta competencia, además de estar basada en el principio de supremacía
constitucional, tiene su fundamento en la necesidad de asegurar a los demás Estados la
intervención de una justicia única, que es la que puede garantizar el Estado federal, por
hallarse bajo su dependencia; De almirantazgo y jurisdicción marítima: aquellas
concernientes a la navegación y al comercio marítimo.

Por las personas: El motivo determinante aparece vinculado a las personas que se hallan
involucradas en la causa. El art. 116 presenta los siguientes supuestos de causas:
Concernientes a embajadores, ministros públicos y cónsules extranjeros; En las que la
Nación es parte: es decir, juicios en los que el Estado resulte actor o promotor de la causa,
o inversamente, en que sea demandado por ella; En las que es parte una provincia; En
relación con la distinta vecindad; Las que involucran ciudadanos extranjeros; Contra un
Estado extranjero.

Por el lugar: el lugar puede ser condición para atribuirle competencia al Poder Judicial de la
Nación. Ello ocurre, principalmente en los casos de: Zonas de jurisdicción federal;
Territorios nacionales; Capital Federal.

Competencia de la Corte Suprema de Justicia:

El art. 117 es la norma constitucional que enuncia la competencia de la Corte Suprema de


Justicia:

Artículo 117: En estos casos la Corte Suprema ejercerá su jurisdicción por apelación según
las reglas y excepciones que prescriba el Congreso; pero en todos los asuntos
concernientes a embajadores, ministros y cónsules extranjeros, y en los que alguna
provincia fuese parte, la ejercerá originaria y exclusivamente.

154
Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Establece que la competencia podrá ser ejercida por medio de dos vías: la competencia por
apelación​, y la competencia ​originaria y exclusiva​.

La competencia por apelación es aquella que le permite a la Corte conocer una causa luego
de que ésta ha sido resuelta en instancias inferiores. Su intervención va a estar dirigida a
revisar un pronunciamiento judicial previo. Esta puede ser, a su vez, ordinaria o
extraordinaria.

➔ Apelación ordinaria: causas en que la Nación sea parte, extradición de criminales


reclamados por países extranjeros, y apresamientos o embargos marítimos en
tiempo de guerra. Permite una revisión amplia de la causa.

➔ Apelación extraordinaria: revisión limitada, destinada esencialmente al resguardo del


principio de supremacía constitucional. Se ejerce este control respecto de las
decisiones definitivas que emanan de los tribunales federales inferiores y de los
locales.

La competencia originaria y exclusiva está referida a aquellos casos que deben ser
iniciados, proseguidos y terminados ante la Corte, que no actúa en instancia de revisión,
sino resolviendo en una única instancia un pleito que le ha sido directamente planteado. No
puede ser alterada por vía legislativa, es excepcional y de interpretación restringida, y no
puede ser prorrogable a los jueces federales inferiores, pero sí puede serlo a los jueces
provinciales.

Las causas son: asuntos concernientes a embajadores, ministros y cónsules; y aquellos en


que una provincia sea parte (provincia contra provincia, contra vecinos de otra provincia,
contra Estado Nacional, contra ciudadano extranjero y contra sus propios vecinos).

Materias excluidas:​ la vía de recurso no procede en los siguientes ámbitos:

➔ En el ámbito del poder judicial contra: las sentencias dela propia Corte Suprema, las
sentencias que no son definitivas y que no han emanado del tribunal superior de la
causa, las medidas disciplinarias que aplican los jueces (salvo que sean iguales o
arbitrarias).
➔ En el ámbito del Congreso contra: las decisiones en materia de juicio político, las
decisiones en materia de los arts. 64 y 66, la actividad administrativa.

El recurso extraordinario: constituye una vía de apelación de carácter excepcional ante la


Corte Suprema y tiene como finalidad esencial el mantenimiento de la supremacía
constitucional. Su denominación no proviene de la Constitución ni de ley de su creación,
sino que tiene origen consuetudinario y pretoriano.

Recurso denota que representa un medio de revisión o impugnación de una decisión


anterior. Si la impugnación fuera directa y diera origen a la causa, sería una acción.
Extraordinario implica que se trata de un remedio excepcional y de aplicación restrictiva.

155
Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Afirmar que es un vía de apelación significa que constituye un medio para discutir una
decisión judicial anterior que ha causado agravio a quien recurre.

Afirmar que es un vía de apelación significa que constituye un medio para discutir una
decisión judicial anterior que ha causado agravio a quien recurre. Es el instrumento de
mayor jerarquía institucional y eficacia funcional por medio del cual se pone en
funcionamiento el control de constitucionalidad. La reforma constitucional de 1949 le otorgó
jerarquía constitucional expresa. Los requisitos del recurso extraordinario han sido
agrupados en clases o categorías para facilitar su estudio:

Requisitos comunes: constituyen exigencias de toda apelación judicial. Los principales


son: La existencia de una causa judicial: se refiere a la existencia de un juicio, pleito o
controversia y concluido en sentencia; Que medie una causa judicial: alude a la carga u
obligación, que pesa sobre alguno, de ejecutar o consentir una cosa. En el ámbito procesal
se la utiliza para poner de manifiesto la necesidad de demostrar el perjuicio que le causa al
apelante la decisión que recurre. El perjuicio debe ser personal, jurídicamente protegido,
concreto, efectivo, actual e irreparable; Que haya un gravamen; Que los anteriores
requisitos subsistan al momento de resolver el recurso extraordinario.

Requisitos propios: aquellas exigencias que no provienen de su condición de recurso, sino


de su carácter de extraordinario.

Son: La existencia de una cuestión federal (o constitucional); Relación directa e inmediata


de la cuestión federal con la materia de la causa; El recurso extraordinario no procede, por
ejemplo, cuando se invocan normas federales extrañas al juicio, cuando el pronunciamiento
impugnado encuentra sustento suficiente en normas no federales y cuando el
pronunciamiento se funda en normas federales que han sido consentidas por el recurrente,
por deficiencias procesales o invocación de agravios de otra índole; Resolución apelada que
sea contraria al derecho federal; Que la sentencia recurrida sea definitiva y que emane del
tribunal superior a la causa.

La sentencia definitiva es aquella en que el juzgador resuelve la controversia, impidiendo de


ahí en más la procedencia de los recursos ordinarios, pero no de los extraordinarios. La
Corte Suprema ha expresado, en su jurisprudencia, que aquellas que ponen fin al pleito,
impidiendo su continuación o causando un agravio de imposible o insuficiente reparación
ulterior. Hay sentencias de los tribunales superiores que no son definitivas, porque permiten
un replanteo en otra ocasión.

La cuestión federal (o constitucional): implica una controversia acerca del derecho


federal, que en definitiva debe ser resuelta, directa o indirectamente, con aplicación de la
Constitución. Son clasificadas en dos categorías: cuestión federal simple y cuestión federal
compleja. Las cuestiones federales simples versan sobre problemas de interpretación de las
normas del derecho federal (caso Balbín Ricardo). Las cuestiones federales complejas
involucran un conflicto de constitucionalidad entre diferentes normas o actos, el cual debe
ser resuelto por aplicación del principio de supremacía constitucional. No hay un problema

156
Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

puro de interpretación, sino una oposición entre dos normas, y habrá que resolver cuál es la
más compatible con el resguardo de la Constitución.

A su vez, las cuestiones federales complejas se dividen en:

- Directas: son las que plantean un conflicto en el que está en juego la Constitución y
cualquier otra norma o acto, sea federal o provincial.
- Indirectas: son las que plantean un conflicto entre normas o actos de diferentes
jerarquías, que no pertenecen a la Constitución. Por ejemplo: un conflicto entre una
ley federal y un decreto ley provincial.

No son cuestiones federales según la Corte Suprema: las materias regidas por normas
procesales, las cuestiones referidas a la derogación de una norma por el dictado de otra
posterior emanada de un mismo órgano, las cuestiones de hecho y aquellas que versen
sobre la prueba.

El recurso por arbitrariedad: Para permitir la mejor realización del valor justicia, la Corte
ha creado, paralelamente a ese carril normal o común del recurso extraordinario, otro
sendero de excepción que es el de las sentencias arbitrarias. En él, aquella revisa los
pronunciamientos de los tribunales superiores que si bien no están comprendidos en los
alcances previstos, muestran evidencias de graves patologías jurídicas que ponen en serio
riesgo la realización de justicia. No está regulado en la ley; su creación deviene de la
jurisprudencia de la Corte.

Se distinguen tres grupos de sentencias arbitrarias:


- Arbitrariedad normativa: son aquellos casos en los que la sentencia no es una
derivación razonable de la normatividad. Por ejemplo: las sentencias infundadas,
incongruentes, etc.
- Arbitrariedad fáctica: son aquellos casos en los que no son americanos idóneamente
los hechos y las pruebas.
- Arbitrariedad concurrente: alude a aquellas sentencias que suman vicios o otros de
naturaleza predominantemente fáctico.

La gravedad institucional: es una doctrina judicial que se configura ante una situación
jurídica que permite, por su trascendencia, obviar la falta de cumplimiento de alguno de los
requisitos previstos para la procedencia del recurso extraordinario, haciendo, en
consecuencia, viable su consideración pese a esa deficiencia. Mediante ella no es posible
obviar la presencia de una cuestión federal. Permite, en ciertos casos, aceptar la
admisibilidad del recurso aún cuando la decisión apelada no sea definitiva, no emane del
Tribunal Superior, recaiga en cuestiones procesales o de derecho común, falten recaudos
formales de procedencia, etc.

Dicha situación se presenta cuando la decisión judicial excede del interés individual de las
partes y atañe al de la colectividad; cuando se afecta la normal prestación de los servicios
públicos; en casos de evidente conmoción social; cuando se cuestiona la organización,
división y funcionamiento de los poderes, etc. La trascendencia del caso es, en definitiva, la

157
Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

que justifica la aplicación de esta doctrina. Obra como ampliación del recurso extraordinario,
a causas que estarían al margen de la posibilidad de la revisión extraordinaria en principio.

Punto 6:

El "certiorari":

Se denomina certiorari al procedimiento mediante el cual un Tribunal Superior, requerido


por alguna de las partes, tiene la potestad de restringir, a su sano arbitrio, el conocimiento
de resoluciones recaídas en instancias inferiores descartando la consideración de aquellas
que no tengan interés institucional suficiente.

En nuestro país, a pesar de carecer de sustento legislativo específico hasta 1990, había
tenido virtual consagración pretoriana en la jurisprudencia de la Corte, operando por medio
del descarte de cuestiones insustanciales o carentes de relieve institucional.

Se concede a la Corte la facultad de rechazar el recurso extraordinario, según su sana


discreción, por falta de agravio federal suficiente o cuando las cuestiones planteadas
resultaren insustanciales o carentes de trascendencia.

El "per saltum”:

El instituto del per saltum implica admitir la atribución que tiene un Tribunal Superior para
obviar las instancias inferiores y entender directamente en un asunto que está en trámite en
ellas. Importa, en consecuencia, una autorización para avocarse al conocimiento de causas
que se hallan en tribunales inferiores. Esta atribución es siempre ostentada por el tribunal
federal o local de mayor jerarquía.

En nuestro país no se halla reglamentado por la Constitución y tuvo nacimiento pretoriano,


hasta que finalmente fue incluido en el Código Procesal Civil y Comercial.

En 1987, el Presidente Alfonsín elevó un proyecto de ley al congreso que regulaba el per
saltum y el certiorari, pero no tuvo sanción legislativa.

Ziulu, en su obra, expresa que el per saltum sin ley del congreso que lo prevea, es
inconstitucional.

158
Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Bolilla 18:

Punto 1:

Derecho constitucional y derecho internacional: monismo y dualismo:

El artículo 31 de la Constitución establece a los tratados con potencias extranjeras como ley
suprema de la Nación. Además, el artículo 27 establece:

Artículo 27: “El gobierno federal está obligado a afianzar sus relaciones de paz y comercio
con las potencias extranjeras por medio de tratados que estén en conformidad con los
principios de derecho público establecidos en esta Constitución”.

Esta cláusula constitucional impone una limitación del contenido de los tratados, pudiéndose
llegar a la impugnación de inconstitucionalidad de un tratado cuyo contenido fuese violatorio
de los principios que la Constitución asegura.

La jurisprudencia de la Corte Suprema ha tomado este enfoque, conocido con el nombre de


dualismo. Se parte del reconocimiento de dos ordenamientos jurídicos: uno interno, propio
de cada Estado, y otro interno, que deberá subordinarse o al menor ser compatible con el
primero. Como excepción, La Corte también ha adoptado el enfoque monista. Esta
interpretación fue la que fundamentó el caso “SA. Química Merck c/ Gobierno de Nación” de
1948.

Los principios constitucionales de la política internacional: El régimen de los tratados


internacionales esta regulado por la Convención de Viena que data de 1969 y entró en
vigencia en 1980. Está incorporado al derecho argentino, razón por la cual nos resulta de
aplicación obligatoria. Cuando el derecho internacional se incorpora al derecho argentino
puede suceder que coincida con la Constitución y sirva de refuerzo a la supremacía
constitucional, o que haya discrepancia, en cuyo caso debido al art. 27 debe darse prioridad
a la Constitución. Pero cuando está en discrepancia con otras normas locales, debe primar
las de carácter internacional en virtud de lo dispuesto por la convención de Viena ya que
dispone que las normas internas no pueden servir de excusa a los estados para soslayar las
obligaciones asumidas en los tratados internacionales.

La conducción de las relaciones exteriores​: están contempladas en el art. 27.

Punto 2:

Los tratados internacionales. Distintos tipos: Los tratados son acuerdos internacionales
celebrados por escrito entre sujetos de derecho internacional y que se encuentran regidos
por este. La Constitución Nacional reconoce, al menos, seis tipos diferentes de acuerdos
internacionales a los cuales les otorga tratamiento constitucional distinto:

159
Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

➔ Tratados internacionales suscritos con otros Estados o con organizaciones


internacionales y los concordaron comunes: tienen jerarquía superior a las leyes.

➔ Tratados, convenciones y declaraciones sobre derechos humanos que menciona el


art. 75, inc. 22: ocupan el mismo plano que la Constitución, son complementarios de
ésta y no derogan artículo alguno de su primera parte.

➔ Los tratados y convenciones sobre derechos humanos que el Congreso apruebe en el


futuro: adquieren jerarquía constitucional.

➔ Los tratados de integración con Estados latinoamericanos que deleguen


competencias y jurisdicción a organizaciones supraestatales: tienen jerarquía superior
a las leyes.

➔ Los tratados de integración con países no latinoamericanos que deleguen


competencias y jurisdicción a organizaciones supraestatales: tienen jerarquía superior
a las leyes.

➔ Los convenios internacionales que celebran las provincias (en virtud de la autorización
del art. 124 CN): están subordinados a la Constitución y a las leyes federales.

La competencia del Poder Ejecutivo:

El Presidente, como jefe de estado, asume la representación diplomática en el ámbito


internacional. Según el art. 99, inc. 11​, el Presidente tiene como atribución la de concluir y
firmar tratados, concordatos y otras negociaciones requeridas para el mantenimiento de las
buenas relaciones con las organizaciones internacionales y las naciones extranjeras, recibir
sus ministros y admitir sus cónsules.

Las atribuciones del Congreso de la Nación:

Artículo 75. Inciso 22: “Corresponde al Congreso aprobar o desechar tratados concluidos
con las demás naciones y con las organizaciones internacionales y los concordatos con la
Santa Sede. Los tratados y concordatos tienen jerarquía superior a las leyes.

La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; la Declaración Universal


de Derechos Humanos; la Convención Americana sobre Derechos Humanos; el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo; la Convención sobre la Prevención y
la Sanción del Delito de Genocidio; la Convención Internacional sobre la Eliminación de
todas las Formas de Discriminación Racial; la Convención sobre la Eliminación de todas las
Formas de Discriminación contra la Mujer; la Convención contra la Tortura y otros Tratos o
Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; la Convención sobre los Derechos del Niño; en
las condiciones de su vigencia, tienen jerarquía constitucional, no derogan artículo alguno
de la primera parte de esta Constitución y deben entenderse complementarios de los

160
Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

derechos y garantías por ella reconocidos. Sólo podrán ser denunciados, en su caso, por el
Poder Ejecutivo Nacional, previa aprobación de las dos terceras partes de la totalidad de los
miembros de cada Cámara.

Los demás tratados y convenciones sobre derechos humanos, luego de ser aprobados por
el Congreso, requerirán del voto de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros
de cada Cámara para gozar de la jerarquía constitucional”.

La referencia a los concordatos deriva del Acuerdo con la Santa Sede, que desde 1966
regula las relaciones entre el Estado argentino y la Iglesia.

Artículo 75. Inciso 24: “ Corresponde al Congreso aprobar tratados de integración que
deleguen competencias y jurisdicción a organizaciones supraestatales en condiciones de
reciprocidad e igualdad, y que respeten el orden democrático y los derechos humanos. Las
normas dictadas en su consecuencia tienen jerarquía superior a las leyes.

La aprobación de estos tratados con Estados de Latinoamérica requerirá la mayoría


absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara. En el caso de tratados con otros
Estados, el Congreso de la Nación, con la mayoría absoluta de los miembros presentes de
cada Cámara, declarará la conveniencia de la aprobación del tratado y sólo podrá ser
aprobado con el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada
Cámara, después de ciento veinte días del acto declarativo.

La denuncia de los tratados referidos a este inciso, exigirá la previa aprobación de la


mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara”.

Caracteriza a los tratados del primer párrafo la delegación de competencias y jurisdicción a


organismos internacionales.

Ratificación: luego de la aprobación por el Congreso, el tratado necesita para entrar en


vigor en interna, la ratificación en sede internacional, que es cumplida por el Poder
Ejecutivo. Si el tratado no es autoaplicativo se hace necesaria una ley posterior para permitir
su funcionamiento.

El vocablo ratificación, en el derecho internacional, es sinónimo de aceptación, aprobación y


adhesión conforme lo estipula la Convención de Viena sobre el derecho de los tratados, y
significa el acto internacional por el cual un Estado hace constatar en el ámbito internacional
su consentimiento en obligarse por un tratado.

Las reservas en los tratados: según la Convención de Viena, se entiende por reserva una
declaración unilateral, cualquiera que sea su enunciado o denominación, hecha por un
Estado al firmar, ratificar, aceptar o aprobar un Tratado o adherirse a él, con objeto de
excluir o modificar los efectos jurídicos de ciertas disposiciones del tratado en su aplicación
a ese Estado.

161
Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

El rechazo de los tratados por parte del Congreso: luego de firmado un tratado, el
presiente lo envía al Congreso. Si el mismo tiene contenidos relativos a la materia
impositiva, va a la Cámara de Diputados. Si el Congreso no acepta alguna cláusula, se
debe volver a negociar. No puede introducir enmiendas al tratado. La aprobación o rechazo
por parte del Congreso es considerado un acto político.

La denuncia de los tratados: es la declaración unilateral a través de la cual un Estado


decide retirar su consentimiento de un tratado internacional, rompiendo la relación
obligatoria que le vinculaba a través del mismo.

Se basa en el principio de soberanía de los Estados. Al igual que los Estados pueden
vincularse a otros contrayendo obligaciones mediante los tratados, pueden desvincularse
por su mera voluntad mediante una denuncia.

Si un tratado establece expresamente que el Poder Ejecutivo podrá denunciarlo, creemos


que no es necesaria la intervención del Congreso previa a la denuncia, porque al aprobar el
tratado antes de su ratificación ya anticipó conformidad para que luego el presidente lo
denuncie por sí solo.

Si tal cláusula no existe, la denuncia del tratado debe converger de la voluntad del
Congreso y del Poder Ejecutivo. En general, se da esta última situación.

Para la denuncia los tratados de derechos humanos con jerarquía constitucional, la


Constitución incluye una previsión específica. Sólo se los puede denunciar por el Poder
Ejecutivo con la aprobación de las 2/3 pares de la totalidad de los miembros de cada
Cámara.

La denuncia de los tratados de integración supraestatal también requieren previa


aprobación del Congreso con la mayoría absoluta de los miembros de cada Cámara.

Punto 3:

Los tratados y el derecho interno: Todo tratado internacional incorporado a nuestro


derecho interno es una norma de naturaleza federal. Reconocer naturaleza federal a los
tratados no es una cuestión puramente teórica, porque tiene como efecto práctico el hacer
judiciable por tribunales federales toda causa que verse sobre puntos regidos por un tratado
y hacer viable el recurso extraordinario ante la Corte para su interpretación. En un fallo de
1995, la Corte afirmó que los tratados son normas federales cuya interpretación provoca la
instancia final por recurso extraordinario.

La ley anterior y el tratado posterior: cuando nuestro Estado se hace parte en un tratado
que discrepa con una ley anterior, nos hallamos ante un caso típico de ley que, sin ser
originalmente inconstitucional al tiempo de su sanción, se vuelve inconstitucional
posteriormente al entrar en contradicción con una norma ulterior, que para nosotros reviste
jerarquía superior a la ley. Hay quienes dicen, en ese caso, que más que de

162
Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

inconstitucionalidad sobreviniente, hay que hablar en la hipótesis de derogación de la ley


anterior por el tratado posterior que la hace incompatible con sus disposiciones.

Los tratados en infracción al derecho interno​: El art. 46 de la Convención de Viena


establece que el hecho de que el consentimiento de un Estado en obligarse por un tratado
haya sido manifestado en violación de una disposición de su derecho interno, concerniente
a la competencia para celebrar tratados, no podrá ser alegado por dicho Estado como vicio
de su consentimiento, a menos que esa violación sea manifiesta y afecte a una norma de
importancia fundamental de su derecho interno. Una violación es manifiesta si resulta
objetivamente evidente para cualquier Estado que proceda en la materia conforme a la
práctica usual y de buena fe.

Las leyes reglamentarias de los tratados: Si un tratado es de naturaleza federal, la


competencia para desarrollar y reglamentar internamente sus normas a efectos de la
aplicación en jurisdicción interna cabe suficientemente entre las atribuciones propias del
Congreso, con independencia de que en el reparto interno de competencias entre el Estado
federal y las provincias, la materia pueda pertenecer a las competencias provinciales.

Sin embargo, hay algunos casos excepcionales en los que el Congreso tiene inhibida esa
competencia. Por ende, la capacidad legislativa para reglamentar tratados internacionales,
debe analizarse con precaución caso por caso.

Por ejemplo, el Pacto de San José de Costa Rica establece la instancia doble para el
proceso penal. Es evidente que el Congreso no puede crear por ley los tribunales ni los
recursos locales para acceder a ellos.

Las relaciones internacionales y las competencias de las provincias: Según establece


el art. 124 de la Constitución Nacional, las provincias podrán celebrar convenios
internacionales en tanto no sean incompatibles con la política exterior de la Nación y no
afecten las facultades delegadas al Gobierno federal o el crédito público de la Nación; con
conocimiento del Congreso Nacional. El tratado entre una provincia y un estado extranjero o
un organismo internacional se suele llamar tratado extranacional-provincial.

Los derechos humanos y su protección internacional:

La ​Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre fue aprobada en


Bogotá en 1948. La misma que dispuso la creación de la Organización de los Estados
Americanos (OEA). Históricamente, fue el primer acuerdo internacional sobre derechos
humanos, anticipando la Declaración Universal de los Derechos Humanos, sancionada seis
meses después. El valor jurídico de la Declaración ha sido muy discutido, debido a que no
forma parte de la Carta de la OEA y tampoco es un tratado. No obstante, algunos países
miembros de la OEA, como es el caso de la Argentina, la han incluido en su Constitución,
otorgándole jerarquía constitucional.

163
Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

El movimiento internacional de los derechos humanos se fortaleció con la aprobación de la


Declaración Universal de Derechos Humanos por parte de la Asamblea General de las
Naciones Unidas en 1948. Redactada como “un ideal común por el que todos los pueblos y
naciones deben esforzarse”, en la Declaración, por primera vez en la historia de la
humanidad, se establecen claramente los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y
culturales básicos de los que todos los seres humanos deben gozar.

A lo largo de los años lo establecido en la Declaración ha sido ampliamente aceptado como


las normas fundamentales de derechos humanos que todos deben respetar y proteger. Una
serie de tratados internacionales de derechos humanos y otros instrumentos adoptados
desde 1945 han conferido una base jurídica a los derechos humanos inherentes y han
desarrollado el conjunto de derechos humanos internacionales.

Se han adoptado otros instrumentos que reflejan las preocupaciones específicas en materia
de derechos humanos de distintas regiones, y en los que se establecen determinados
mecanismos de protección. Como por ejemplo, la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (también llamada ​Pacto de San José de Costa Rica que entra en vigor en 1978
y que establece el sistema interamericano de derechos humanos).

El derecho internacional de los derechos humanos establece las obligaciones que los
Estados deben respetar. Al pasar a ser partes en los tratados internacionales, los Estados
asumen las obligaciones y los deberes, en virtud del derecho internacional, de respetar,
proteger y realizar los derechos humanos

La jurisdicción interna y la jurisdicción internacional:

La Corte Suprema ha interpretado que cuando el art. 75, inc. 22 estipula que los tratados de
derechos humanos con jerarquía constitucional integran el derecho interno en las
condiciones de su vigencia, considera a la vez su efectiva aplicación jurisprudencial por los
tribunales internacionales competentes para su interpretación. La jurisprudencia de la Corte
Suprema viene reiterando que en la aplicación e interpretación de tratados de derechos
humanos en los que es parte nuestro Estado, los tribunales han de tomar en cuenta la
jurisprudencia internacional sobre los mismos.

Independientemente del rango que un tratado tenga en nuestro derecho interno, hay que
tener en cuenta:

- Su interpretación y aplicación por los tribunales argentinos es obligatoria de acuerdo


con el derecho internacional.
- Se incurre en violación del tratado tanto cuando se aplica una norma interna que le es
incompatible o contraria, como cuando simplemente se omite aplicarlo. -Todo
incumplimiento de un tratado, por acción u omisión, genera para nuestro estado la
responsabilidad internacional.
- Según el derecho internacional y la jurisprudencia de tribunales internacionales, un
Estado no puede invocar su derecho interno para eximirse de cumplir un tratado
internacional.

164
Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Bolilla 19:

Punto 1:

Gobierno de facto: aquel en el cual todos sus órganos constitucionales, o alguno de ellos,
fueron ocupados por personas que han accedieron por caminos diferentes a los indicados
por el procedimiento constitucional o legal.

Doctrina de facto: conjunto de elaboraciones jurídicas, provenientes de los distintos


autores y de los fallos jurisprudenciales, realizadas con el propósito de otorgar
reconocimiento y certeza jurídica, bajo ciertas y determinadas condiciones, a situaciones y
órganos que no los tienen porque provienen de actos ilegítimos, o no previstos por el
ordenamiento jurídico vigente. Está destinada a justificar la autoridad de los gobiernos que
asumieron el poder por la fuerza, reconocer la existencia de los órganos que ejercen el
poder por igual vía, protegiendolos de impugnaciones colaterales, y conferir validez a los
actos admitidos por ellos.

Si bien está vinculada en sus orígenes a los gobiernos de facto, su aplicación es mucho
más amplia, no se restringe únicamente a los gobiernos. Cada vez que un funcionario
público, cualquiera sea su jerarquía, ejerce funciones mediando un título ilegítimo, pueden
ser de aplicación estas disposiciones.

Principales expositores: en nuestro derecho constitucional, Sánchez Viamonte entiende


que es aplicable a los funcionarios, pero no a los gobiernos. Otros importantes expositores
sobre la doctrina de facto en nuestro país son Mario Justo Lopez, Linares Quintana y
Romero.

La revolución y el golpe de Estado: La doctrina diferencia en cuanto a los gobiernos de


hecho dos hipótesis: la de revolución y la de golpe de Estado.

● Revolución: es la ruptura del orden institucional vigente, que es virtualmente


aniquilado y reemplazado por otro distinto. El cambio se traduce por lo general en la
sanción de una nueva Constitución, como consecuencia del ejercicio del poder
constituyente revolucionario, que sería originario porque fundaría un nuevo
ordenamiento institucional, diferente y desvinculado del anterior. El principal efecto
jurídico es la abrogación del derecho anterior o de las situaciones jurídicas
establecidas.

● Golpe de Estado: implica un cambio de gobierno al ser depuestas sus legítimas


autoridades, pero no produce, en cambio, la abrogación del orden jurídico anterior.
La consecuencia es la suspensión por tiempo determinado o indeterminado de la
plena vigencia de la Constitución. En nuestro país se han producido, especialmente
a partir de 1930, diferentes golpes de Estado, aún cuando recibieron de sus
impulsores la denominación de “revoluciones”.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Ambas hipótesis deben ser ubicadas en el ámbito de la antijuricidad. Generan gobiernos de


hecho irregulares, que se caracterizan por contrariar el orden jurídico vigente.

El surgimiento y la evolución de la doctrina de facto en nuestro país:

Luego de la Batalla de Pavón, el gobierno de la Confederación Argentina colapsó y Mitre


tomó de facto el gobierno en 1862, bajo el título de Gobernador de Buenos Aires Encargado
del Poder Ejecutivo Nacional. Durante este período el gobierno fue ejercido de facto.

En 1930, Hipólito Yrigoyen, en ejercicio de un segundo período constitucional, fue


derrocado por un alzamiento militar al mando del general José Felix Uriburu, quien durante
17 meses iba a ejercer el Poder Ejecutivo. Sobrevino así el segundo período de facto en
nuestra historia constitucional.

Instalado en el poder, Uriburu se dirigió inmediatamente a la Corte Suprema poniendo en su


conocimiento tal circunstancia. La Corte resolvió dictar una acordada otorgando
reconocimiento al gobierno de facto, justificando que este se encontraba en posesión de las
fuerzas militares y policiales para asegurar la paz y el orden de la Nación.

En 1943 la situación se reiteró. Un golpe de Estado encabezado por el general Rawson


terminó con el gobierno de Ramón Castillo. Disidencias internas en las fuerzas armadas
motivaron la renuncia de Rawson antes de que prestara juramento como Presidente, y se
hizo cargo de esta función el general Ramirez. La Corte, al recibir la comunicación de las
nuevas autoridades, dictó una acordada que repitió los términos de la acordada de 1930.

Hubiera sido adecuado que aquellos hombres de derecho, que habían sido designados para
resguardar la supremacía constitucional, se hubiesen negado a prestar acatamiento de
dichos gobiernos de facto.

Evolución de la doctrina de la Corte sobre facultades de los gobiernos de facto:

➔ 1930-1947: prevaleció la tesis restringida. Se acepta que el Presidente de facto


desempeñe las mismas funciones que la Constitución le atribuye al Presidente de iure.

➔ 1947-1973: se aplica el criterio amplio. La Corte entiende que el Poder Ejecutivo de


facto tiene plenas facultades legislativas.

➔ 1973-1976: continúa prevaleciendo el criterio amplio, pero con una modalidad diferente.
La Corte sigue reconociéndole amplias facultades al Poder Ejecutivo de facto en
materia legislativa, aunque para su continuidad requiere el requisito de la efectividad, es
decir, la concreta aplicación de la norma.

➔ A partir de 1983: sigue vigente el criterio amplio, pero con un matiz distinto. La
atribución legislativa es flexible, y la posterior validez de sus actos está condicionada a
que sean reconocidos por el siguiente gobierno de iure.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Punto 2:

Los actos legislativos de los gobiernos de facto:

Los gobiernos de facto de 1930 y 1943, al hacer uso de atribuciones legislativas, utilizaron
el término “decreto” para designar a las normas por ellos sancionadas. El de 1955, utilizó la
expresiones “decreto” y “decreto-ley”. Estas denominaciones también fueron utilizadas por
el gobierno de facto de 1962. En cambio, los gobiernos de 1966 y 1976 llamaron “leyes” a
tales actos, y siguieron la numeración correlativa de estas.

Cada vez que se ha restituido la normalidad institucional después de un período de facto, se


ha planteado la controvertida cuestión atinente al valor de estos actos. Tanto la doctrina
como la jurisprudencia de la Corte han esbozado dos criterios diferentes:

➢ Tesis de la caducidad: una vez devuelta la normalidad, deben caducar los actos
legislativos del gobierno de facto anterior, salvo que el Congreso los ratifique
expresamente.

➢ Tesis de la continuidad: los decretos-leyes del gobierno de facto conservan plena


validez y vigencia durante la etapa de iure, salvo que sean derogados por el Congreso.
Se pone el acento en el resguardo de la seguridad jurídica.

Punto 3:

Facultades asumidas por los gobiernos de facto:

Los gobiernos de facto, en nuestro país, se arrogaron el ejercicio de atribuciones propias del
poder constituyente. Estas facultades las ejercieron bajo dos modalidades diferentes:
anteponiendo a la Constitución normas de facto, o atribuyéndose parcial o totalmente el
ejercicio del poder constituyente derivado.

El gobierno de facto de 1955, autotitulado “Revolución Libertadora”, no dictó un reglamento


orgánico que rigiera su funcionamiento pero ejerció facultades constituyentes. Mediante un
acto revolucionario, dispuso restituir la vigencia de la Constitución de 1853, con todas sus
reformas exceptuando la de 1949. También, removió a todos los integrantes de la Corte
Suprema y disolvió el Congreso de la Nación. Estableció para sí la atribución de legislar por
decretos-leyes.

A partir del gobierno de facto de 1966, que se denominó a sí mismo “Revolución Argentina”,
se inició la modalidad de dictar al inicio de la gestión reglamentos orgánicos. Dichos
documentos pasaban a ostentar un grado jerárquico superior a la Constitución, al establecer
que las disposiciones de ésta serían de aplicación siempre que no estuviesen en
contradicción con esos estatutos. Este mismo gobierno sancionó en 1972 una reforma
constitucional temporaria. Esta modalidad fue también seguida por el gobierno de 1976,
autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional”.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Punto 4:

El Poder Judicial en las épocas de facto. La inamovilidad de los jueces en las épocas de
facto. Validez del acuerdo del Senado después de restituida la normalidad constitucional.
Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia.

La independencia del Poder Judicial siempre se vio resentida durante los gobiernos de
facto, con intensidad diferente. Los miembros de la Corte Suprema nombrados en
anteriores gobiernos constitucionales fueron mantenidos en sus funciones en los gobiernos
de facto de 1930, 1943 y 1962. En cambio, fueron removidos en los de 1955, 1966 y 1976.
En cuanto a los jueces inferiores, ha sido frecuente su remoción selectiva.

A partir de 1943, fue habitual que los gobiernos declararan en comisión a los jueces,
recurriendo a una aparente analogía con los nombramientos provisorios que prevé la
Constitución. Esto perseguía, obviamente, la suspensión del principio de inamovilidad de los
jueces. La remoción de un juez efectuada por un gobierno de facto es considerada
definitiva. Así lo resolvió la Corte en 1984.

El nombramiento y la remoción de los jueces no pueden ser realizados en la forma


dispuesta por la Constitución, porque no está en funcionamiento el Congreso. Las
designaciones las efectúa el Presidente de facto por sí mismo, lo cual plantea
posteriormente una problemática compleja a los futuros gobiernos constitucionales: los
jueces designados en períodos de facto no son jueces constitucionales, por lo cual carecen
de las garantías que ésta les reconoce (entre ellas, la inamovilidad). El próximo gobierno de
iure puede, en consecuencia, removerlos. Tampoco hay obstáculos para que quienes se
hallen en dicha situación sean nuevamente designados con acuerdo del Senado, momento
a partir del cual se convertirán en jueces constitucionales.

Punto 5:

La doctrina de facto después de 1983. El contralor constitucional del Congreso sobre las
actas institucionales del gobierno de facto. La invalidez de las normas, actos y procesos que
implican el juzgamiento de autoridades constitucionales ilegítimamente destituidas.

Los períodos de facto, particularmente a partir de 1930, se han sucedido con una frecuencia
alarmante. La duración ellos ha sido cada vez más extensa, y sus efectos, más amplios y
graves.

En el orden legislativo, la sanción de la Ley 23.062 en 1984, demuestra un cambio. Su


artículo 1 dispone que “en defensa del orden constitucional, se establece que carecen de
validez jurídica las normas y los actos administrativos, emanados de las autoridades de
facto surgidas por un acto de rebelión, y los procesos judiciales y sus sentencias, que
tengan por objeto el juzgamiento o la imposición de sanciones a los integrantes de los
poderes constitucionales”.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

También, se establece la “declaración de invalidez constitucional actual de las actas


institucionales dictadas por el gobierno anterior”.

Asimismo, por el artículo 2 de la misma ley, “los jueces carecen de legitimación para juzgar
a las autoridades constitucionales destituidas por actos de rebelión”.

Punto 6:

La reforma de 1994 incorporó una cláusula específica de protección del orden constitucional
y del sistema democrático.

Artículo 36: “Esta Constitución mantendrá su imperio aun cuando se interrumpiere su


observancia por actos de fuerza contra el orden institucional y el sistema democrático. Estos
actos serán insanablemente nulos.

Sus autores serán pasibles de la sanción prevista en el Artículo 29, inhabilitados a


perpetuidad para ocupar cargos públicos y excluidos de los beneficios del indulto y la
conmutación de penas.

Tendrán las mismas sanciones quienes, como consecuencia de estos actos, usurparen
funciones previstas para las autoridades de esta Constitución o las de las provincias, los
que responderán civil y penalmente de sus actos. Las acciones respectivas serán
imprescriptibles.

Todos los ciudadanos tienen el derecho de resistencia contra quienes ejecutaren los actos
de fuerza enunciados en este Artículo.

Atentará asimismo contra el sistema democrático quien incurriere en grave delito doloso
contra el estado que conlleve enriquecimiento, quedando inhabilitado por el tiempo que las
leyes determinen para ocupar cargos o empleos públicos.

El Congreso sancionará una ley sobre ética pública para el ejercicio de la función”.

Sería ilusorio pensar que por medio de una disposición constitucional es posible prohibir los
gobiernos de facto. El mejor antídoto contra las interrupciones del orden institucional está en
la convicción democrática, en la participación política y en la eficacia que demuestre el
sistema.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Punto 7:

La Convención Americana contra la Corrupción: En 1996, en Caracas Venezuela, los


Estados miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) adoptaron la
Convención Interamericana contra la Corrupción, la cual entró en vigor en 1997. Es el
primer instrumento jurídico internacional en su tipo. Reconoce expresamente la
trascendencia internacional de la corrupción y la necesidad de contar con un instrumento
que promueva y facilite la cooperación entre los países para combatirla.

La ley de ética en la función pública: En el último párrafo del art. 36 de la Constitución


Nacional, se establece que “el Congreso sancionará una ley sobre ética pública para el
ejercicio de la función”.

La aplicación de principios éticos a la función pública no puede estar subordinada a la


exigencia de una ley específica, que por otra parte podía ser dictada con prescindencia de
esta norma constitucional. Todo el derecho, inspirado en la justicia, debe estar orientado al
cumplimiento de premisas éticas, para lo cual dispone, además, de la coacción como
instrumento de eficacia.

Cabe esperar de todas formas que el legislador, en cumplimiento de la cláusula


constitucional, dicte un verdadero Código de Ética, asegurando el cumplimiento de normas
que privilegien la calidad de servidor público de todo funcionario.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

Bolilla 20:

Punto 1:

Globalización: representa una nueva etapa en la historia de la humanidad, que da lugar a


una progresiva conformación de una sociedad mundial, superando el espacio, la geografía y
el tiempo en las relaciones sociales de todo tipo. Conlleva una homogeneización y
configuración de una cultura global, con un debilitamiento del papel del Estado.

A partir de 1989, con el derrumbamiento del bloque comunista y el fin de la bipolaridad, se


comenzó a formar un sistema diferente y nuevo en la diplomacia. Se da un proceso
complejo y multidimensional de creciente interdependencia, de instantaneidad en diferentes
ámbitos, que se encuentra en evolución. Es desigual, puesto que amplias zonas del mundo
quedan excluidas de este fenómeno. Los factores que facilitan la globalización son
tecnológicos, económicos y político institucionales.

Integración​: implica un proceso de creación de un espacio económico, político y social, por


la interpenetración estructural creciente, voluntaria y solidaria de los Estados parte, a partir
de intereses comunes, que tiene como objetivo el desarrollo y cuyos mecanismos e
instrumentos quedan definidos en el tratado de origen.

En base a ello, los Estados entregan algunas de sus prerrogativas soberanas, con el fin de
constituir un área dentro de la cual circulen libremente y reciban el mismo trato las
personas, bienes, servicios y capitales, mediante la armonización de las políticas
correspondientes.

Artículo 75. Inciso 24: Corresponde al Congreso aprobar tratados de integración que
deleguen competencias y jurisdicción a organizaciones supraestatales en condiciones de
reciprocidad e igualdad, y que respeten el orden democrático y los derechos humanos. Las
normas dictadas en su consecuencia tienen jerarquía superior a las leyes.

La aprobación de estos tratados con Estados de Latinoamérica requerirá la mayoría


absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara. En el caso de los tratados con
otros Estados, el Congreso, con la mayoría absoluta de los miembros presentes de cada
Cámara, declarará la conveniencia de la aprobación del tratado, y solo podrá ser aprobado
con el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros, después de ciento veinte
días del acto declarativo.

La denuncia de los tratados referidos en este inciso, exigirá la previa aprobación de la


mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara.

Derecho comunitario: es el derecho positivo interno de una comunidad económica y


política en formación. Es el conjunto de disposiciones sistemáticas, de carácter general o
subjetivo, que deben ser obligatoriamente aplicadas por cada Estado y que priman sobre las
disposiciones internas de éstos. Es de aplicabilidad y efecto directo.

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Andreoli Mauro, Arcaro Celeste, Arenilla Florencia

Se denomina “tratado marco” a los instrumentos constitutivos de esquemas de integración.


Estos no establecen detalladamente las reglas comunes y los compromisos asumidos por
las partes, sino que crean una estructura institucional para la provisión de las normas que
emanan de los órganos de la comunidad supraestatal. Por ejemplo, el Tratado de Asunción
(da origen al MERCOSUR).

Derecho comunitario derivado: es el conjunto de actos y normas dictadas por los órganos
de la estructura institucional de los esquemas de integración, que han sido dotados de
poderes normativos en virtud de los tratados constitutivos. Comprende:

➔ Reglamentos: los actos de alcance general, obligatorios en todos sus elementos y


directamente aplicables en cada estado miembro.

➔ Directivas: se caracterizan por ser obligatorias para el Estado al que se dirige en


cuento al resultado que debe conseguirse, pero dejando a las autoridades del mismo
la elección de la forma y los medios.

➔ Decisiones: son actos obligatorios en todos sus elementos para todos sus
destinatarios.

➔ Recomendaciones y Dictámenes: no tienen carácter vinculante

Supranacionalidad: es un sistema político en el cual determinados Estados ceden parte de


sus atribuciones de gobierno (en mayor o menor medida, dependiendo del grado de
supranacionalidad) a organismos internacionales que afectan a más de una Nación. Es
decir, hay una transferencia a un órgano comunitario de competencias de los Estados en
beneficio de la integración y de los intereses y objetivos comunes de ellos. Constituye el
derecho positivo de una comunidad internacional. Si hay delegación de competencias habrá
supranacionalidad.

La intergubernamentalidad es la relación entre Estados soberanos regida por el Derecho


Internacional Público. Todos los órganos del MERCOSUR adoptan sus decisiones
intergubernamentalmente.

Punto 2:

Mercosur: El Tratado de Asunción, firmado el 26 de marzo de 1991 por Argentina, Brasil,


Paraguay y Uruguay, da origen al nacimiento del MERCOSUR (Mercado Común del Sur),
como un acuerdo subregional de integración celebrado en el marco de ALADI (Asociación
Latinoamericana de Integración).

El MERCOSUR es un acuerdo de integración económica, que establece un programa de


liberación comercial, la coordinación de políticas macroeconómicas y un arancel externo
común, así como otros instrumentos de regulación de comercio.

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Di Giloramo Paulina, Lahuerta Victoria

El Protocolo de Ouro Preto es un importante protocolo complementario del Tratado de


Asunción, firmado el 17 de diciembre de 1994 en la ciudad de Ouro Preto, en Brasil, que
estableció la base institucional del Mercado Común del Sur y lo dotó de personalidad
jurídica internacional.

Los objetivos del MERCOSUR son ampliar los mercados nacionales, acelerar el proceso de
desarrollo económico de la región, aprovechar eficazmente los recursos, mejorar las
interconexiones físicas, coordinar las políticas macroeconómicas, promover el desarrollo
tecnológico y científico, mejorar las condiciones de vida de la población, etc.

Es considerada una unión aduanera imperfecta (tiene arancel externo común desde 1995
pero con excepciones).

Actualmente, los Estados miembros son Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia,
Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú y Surinam. Venezuela se encuentra suspendido.

Punto 3:

Tratados de integración: no son tratados de derechos humanos, aunque pueden incluir


algunas normas sobre ellos y deben subordinarse al sistema de derechos que surge de
estos.

Habrá supranacionalidad cuando exista transferencia de competencias de los órganos


internos hacia los órganos comunes creados por la comunidad de intereses mediante el
Tratado o Tratados de Integración. Esas delegaciones de competencias pueden ser
parciales, totales, exclusivas, excluyentes o concurrentes, limitadas al contenido del tratado.

Cuando el Estado se compromete internacionalmente (a través de un tratado internacional


con delegación de competencias) se sujeta a normas jurídicas de carácter internacional que
juegan en el orden internacional el mismo papel que la Constitución en el orden interno. Al
integrarse a un orden jurídico supranacional por la firma del tratado con delegación de
competencias, hay un supuesto de autoruptura constitucional, porque el orden jerárquico
establecido ya no es el mismo; ahora existe un orden jurídico superior por sobre el orden
jurídico interno. Hay supremacía del orden jurídico supranacional.

El principal problema que enfrenta el MERCOSUR es la ausencia de supranacionalidad. No


hay delegación de competencias y es intergubernamental. Al no haber legislación
supranacional no hay efecto directo ni primacía del ordenamiento jurídico comunitario.
Buscar la armonización legislativa sin ella socava la integración.

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