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CELULAS MADRE

Perspectivas con las células madre embrionarias (ES)


El uso que más ha llamado la atención sería el empleo de células diferenciadas a partir de
células madre embrionarias para terapias celulares o incluso reparación de tejidos dañados.
Una posibilidad sería tipificar muchas líneas diferentes de ES, con diferentes sistemas MHC
(HLA), pero la diversidad de los haplotipos HLA es enorme. Una alternativa sería manipular
por ingeniería genética las ES para crear líneas con diferentes haplotipos del HLA, de manera
que se obtuvieran bancos de células apropiados para diferentes receptores de trasplantes. De
todas formas, aunque se lograran células con HLA similar al paciente, quedarían otros
sistemas minoritarios de histocompatibilidad, cuya falta de concordancia con el paciente
podría llevar a problemas no siempre controlables.
En cambio, el potencial terapéutico de las ES se pondría de manifiesto sobre todo empleando
ES derivadas del propio paciente, ya que no habría problemas de rechazo de injertos:
estaríamos ante un autotrasplante. Pero ¿cómo es posible esto en un individuo ya nacido, si por
definición estas células proceden de embriones? Aquí es donde entraría el método de
transferencia de núcleo de célula somática (la llamada clonación terapéutica): el paciente
suministra células somáticas, se transfiere núcleo a ovocito desnucleado, se crea un “embrión
artificial” (embrión somático), hasta la fase de blastocisto; se toman las células de su masa
interna, se cultivan como células madre, y finalmente se diferenciarían al tipo de célula o tejido
para la terapia celular o el injerto, sin los problemas del rechazo (autotrasplante). Según
algunos, es muy probable que en las próximas décadas seamos capaces de derivar células
madre autólogas para todos los que las necesiten.
El 21 de noviembre de 2001, la empresa ACT (Robert Lanza, Michael West en J. Regenerat.
Med.) comunicó que había logrado la primera clonación de un embrión humano mediante este
sistema. Muy debatido científicamente: 57 óvulos maduros de 7 mujeres. Con la mitad,
partenogénesis. Sólo lograron mantener 6 durante 7 días, pero sin células madre (NO es
embrión). Otros 17 óvulos fueron desnucleados, y se les transfirió núcleos de adulto. Sólo 6 se
dividieron hasta 4 o 6 células, y no progresaron. ¿Embriones de verdad?
Los científicos del Instituto Roslin han propuesto a las autoridades británicas un proyecto
consistente en obtener “bancos de células madre clonadas” por transferencia de núcleos de
células pluripotentes de cordón umbilical de los recién nacidos. Cada cultivo quedaría
conservado en previsión de la necesidad ulterior de diferenciarlo hacia tipos celulares
requeridos para autotrasplantes del individuo donante.
Pero los retos técnicos de este enfoque son formidables, incluso dejando aparte los derivados
de la transferencia de núcleos a ovocitos.
Las células ES de ratón (y quizá las humanas) son tumorigénicas: si se inyectan a un animal
adulto originan teratomas y teratocarcinomas. Por lo tanto, un tema de seguridad será
asegurarse de que en un cultivo diferenciado a partir de ES no quedan estas células troncales,
o bien disponer de métodos fiables de separación y purificación de las células diferenciadas
de interés respecto de las ES.
Para ello habrá que avanzar en estudios de marcadores (al estilo de los CD de las células
inmunes) para caracterizar todas las fases intermedias de cada ruta de diferenciación.
En general, la obtención de poblaciones celulares puras exige el empleo de técnicas eficaces de
selección clonal: p. ej., el uso del FACS (citómetro de flujo activado por fluorescencia, que
discrimina poblaciones en función de marcadores de superficie). Alternativamente, marcadores
genéticos fácilmente seleccionables en el cultivo.
Alternativamente, se puede introducir por ingeniería genética en el genoma donante un bloque
de genes que permita simultáneamente la selección de las células diferenciadas y un sistema
suicida que garantice la autodestrucción de las células que no se hayan diferenciado.
¿Podremos forzar a las células madre embrionarias a diferenciarse en líneas celulares
concretas? Aún tenemos una idea muy pobre de la biología básica de las señales y factores
implicados en el desarrollo y diferenciación del embrión humano, pero se espera que este
campo avance con rapidez.
Otras cuestiones de seguridad para asegurar la salud a largo plazo de las células a
trasplantar.
Hay que asegurar la no introducción de mutaciones lesivas, que se pueden haber acumulado
en el núcleo somático donante durante la vida del individuo. Será esencial garantizar que tales
mutaciones no aumentan el potencial cancerígeno.
Igualmente está la muy debatida cuestión de la “edad biológica” de las células. Mientras
algunos informes hablan de mayor edad, otros dicen que el propio proceso de transferencia de
núcleo somático “rejuvenece” las células y estimula a la telomerasa.
Habrá que aclarar la eventual implicación de las alteraciones de la impronta genética
(imprinting) sobre las células ES y sus derivadas, logradas tras transferencia nuclear.

CLONACION

Qué es la clonación

Hay que diferenciar el uso de la palabra clonación en distintos contextos de la biología:

Si nos referimos al ámbito de la Ingeniería


Genética, clonar es aislar y multiplicar en tubo de
ensayo un determinado gen o, en general, un trozo
de ADN. Sin embargo, Dolly no es producto de
Ingeniería Genética.

En el contexto a que nos referimos, clonar


significa obtener uno o varios individuos a partir
de una célula somática o de un núcleo de otro
individuo, de modo que los individuos clonados
son idénticos o casi idénticos al original.

En los animales superiores, la única forma de


reproducción es la sexual, por la que dos células
germinales o gametos (óvulo y espermatozoide) se
unen, formando un zigoto (o huevo), que se
desarrollará hasta dar el individuo adulto. La
reproducción sexual fue un invento evolutivo (del
que quedaron excluidas las bacterias y muchos
organismos unicelulares), que garantiza que en
cada generación de una especie van a aparecer nuevas combinaciones de genes en la
descendencia, que posteriormente será sometida a la dura prueba de la selección y otros
mecanismos evolutivos. Las células de un animal proceden en última instancia de la división
repetida y diferenciación del zigoto.

Las células somáticas, que constituyen los tejidos del animal adulto, han recorrido un largo
camino "sin retorno", de modo que, a diferencia de las células de las primeras fases del
embrión, han perdido la capacidad de generar nuevos individuos y cada tipo se ha
especializado en una función distinta (a pesar de que, salvo excepciones, contienen el mismo
material genético).
El primer experimento de clonación en vertebrados fue el de Briggs y King (1952), en ranas. En
los años 70, Gurdon logró colecciones de sapos de espuelas (Xenopus laevis) idénticos a base
de insertar núcleos de células de fases larvarias tempranas en ovocitos (óvulos) a los que se
había despojado de sus correspondientes núcleos. Pero el experimento fracasa si se usan como
donadoras células de ranas adultas.

Desde hace unos años se vienen obteniendo mamíferos clónicos, pero sólo a partir de células
embrionarias muy tempranas, debido a que aún no han entrado en diferenciación (y por lo
tanto poseen la propiedad de pluripotencia). No es extraño pues el revuelo científico cuando el
equipo de Ian Wilmut, del Instituto Roslin de Edimburgo comunicó que habían logrado una
oveja por clonación a partir de una célula diferenciada de un adulto. 1[2] Esencialmente el
método (que aún presenta una alta tasa de fracasos) consiste en obtener un óvulo de oveja,
eliminarle su núcleo, sustituirlo por un núcleo de célula de oveja adulta (en este caso, de las
mamas), e implantarlo en una tercera oveja que sirve como “madre de alquiler” para llevar el
embarazo. Así pues, Dolly carece de padre y es el producto de tres "madres": la donadora del
óvulo contribuye con el citoplasma (que contiene, además mitocondrias que llevan un poco de
material genético), la donadora del núcleo (que es la que aporta la inmensa mayoría del ADN),
y la que parió, que genéticamente no aporta nada.

Tipos de clonación2[9]

Tipos de clonación según el método

1. Partición (fisión) de embriones tempranos: analogía con la gemelación natural. Los


individuos son muy semejantes entre sí, pero diferentes a sus padres. Es preferible
emplear la expresión gemelación artificial, y no debe considerarse como clonación en
sentido estricto.
2. Paraclonación: transferencia de núcleos procedentes de blastómeros embrionarios o de
células fetales en cultivo a óvulos no fecundados enucleados y a veces, a zigotos
enucleados. El “progenitor” de los clones es el embrión o feto.
3. Clonación verdadera: transferencia de núcleos de células de individuos ya nacidos a
óvulos o zigotos enucleados. Se originan individuos casi idénticos entre sí (salvo
mutaciones somáticas) y muy parecidos al donante (del que se diferencian en
mutaciones somáticas y en el genoma mitocondrial, que procede del óvulo receptor).

Fecundación "In Vitro"

Se llaman técnicas de reproducción asistida a cualquier manipulación de cualquier entidad del


ciclo reproductivo humano (células de la línea germinal, gametos, cigoto o embrión) cuyo
destino es la reproducción por métodos no naturales. Las dos técnicas principales, incluyendo
sus variantes, son la inseminación artificial y la fecundación in vitro.

Aspectos generales de la Fecundación In Vitro (FIV)

El concepto de esta técnica es sencillo, se


trata de poner en contacto uno o más
ovocitos de la mujer con los
espermatozoides de su pareja en el
laboratorio con el fin de superar las

1
2
limitaciones que producen la infertilidad. La diferencia con la fe-cundación in vivo está en
que la fecundación se realiza fuera del cuerpo de la mujer.

La FIV se comenzó a utilizar en mujeres con las trompas de Falopio obstruidas, pe-ro poco
a poco fue siendo aplicada a otros tipos de infertilidad tanto masculina co-mo femenina o
factores de infertilidad que no pueden ser determinados.

Para comenzar un ciclo FIV se obtiene de forma quirúrgica un ovocito de la mujer y, en


condiciones de laboratorio controladas, se consigue la fecundación de éste libe-rando en el
medio los espermatozoides del hombre.

El desarrollo de una técnica FIV interesa, en primer lugar, un estudio exhaustivo del tipo de
infertilidad, estando ya estandarizados las causas en las que aplicar esta técnica. Una vez
definida la causa y siendo ésta la técnica apropiada se procede al seguimiento de las
siguientes fases:

1. Estimulación ovárica. Mediante el uso de hormonas u otros compuestos cuyo destino es


estimular del crecimiento folicular, con el fin de que sean recluta-dos un número alto de
folículos. Después de un período de tiempo, por lo general 36 horas, estos folículos serán
recuperados después de la adminis-tración de la hormona gonadotropina coriónica humana
hCG.
2. Monitorización de la estimulación ovárica para evitar una hiperestimulación.
3. Recuperación de los ovocitos, por diversas técnicas.
4. Los ovocitos maduros se fecundan con espermatozoides capacitados.
5. Seguimiento del desarrollo, elección los ovocitos que han sido fecundados y cultivo de
éstos hasta que alcanzan el estadio de 8 células.
6. Transferencia de los embriones a la madre. El número de embriones que se transfiere
depende de diversos factores, como edad, la causa de la infertili-dad si es en la madre, etc,
estando del orden de 2 a 4 embriones.
Globos con chispa
La carga eléctrica es una propiedad de la materia que podemos poner de
manifiesto de forma sencilla. Basta con frotar un cuerpo y obtener así electricidad que
denominamos estática. En este experimento conseguiremos iluminar un tubo
fluorescente con la electricidad obtenida al frotar un globo de plástico.

¿Qué necesitamos?

 Globo.
 Tubo fluorescente.
 Paño de lana o medias de lycra.

¿Cómo lo hacemos?

Infla un globo y una vez atado


frótalo con una prenda de lana,
también puedes utilizar unas
medias viejas.

Sujeta con una mano la parte


metálica de uno de los extremos
del tubo y con la otra acerca el
globo electrizado por otro extremo.

¿Observas luz dentro del tubo? Si


no lo ves, repite el experimento
con la luz apagada.

 Sigue experimentando

  Puedes probar a electrizar otros cuerpos como láminas de plástico, pelota de


playa, peines, etc. y acercarlos al tubo para ver si se ilumina o no. Recuerda que las
prendas de lana, lycra o nylon consiguen electrizar los cuerpos fácilmente.

¿Por qué ocurre esto?

Los átomos que forman la materia son neutros, contienen igual número de
protones que de electrones, al frotar se produce una descompensación debido a que
parte de los electrones de un cuerpo pasan al otro, conseguimos así que uno de ellos
quede cargado positivamente y el otro negativamente. El tubo fluorescente contiene un
gas inerte que cuando recibe una descarga eléctrica se ioniza y produce luminiscencia

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