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De alguna forma, ésta también resulta una causal espejo de los requisitos que debe
contener una obligación exigible coactivamente; cual es que el acto administrativo se
encuentre consentido o se haya agotado la vía administrativa, por lo que, en lo principal,
nos remitimos a lo ya estudiado con anterioridad.
Se trata de una opción legislativa sobre la que, si bien puede discutirse su conveniencia
práctica en atención a los intereses que deben ser protegidos (la Administración ve
recortadas las facultades que le permiten resguardar el interés público), resulta
irreprochable en términos constitucionales y legales, ya que no se ha vulnerado norma
alguna ni afectado la autonomía municipal.
Menciona el articulado que la suspensión procede cuando se encuentre en trámite una
demanda contenciosa administrativa. Pero, ¿qué se entiende por demanda en trámite?
La ley nada dice y puede interpretarse que una demanda en trámite es aquella
simplemente interpuesta o puede entenderse que es aquella admitida mediante
resolución expresa del juez. Ambas posturas son igualmente sólidas, pero en atención a
la opción garantista de la ley consideramos que basta la interposición de la demanda
dentro del plazo de ley para que proceda la suspensión, aunque claro está, la
suspensión así decretada podrá ser levantada si se comprueba que la demanda fue
rechazada in limine.
La Ley N° 28165 también trae consigo una disposición en extremo sugestiva: en tanto se
encuentre pendiente de vencimiento el plazo para la interposición de una demanda
contencioso administrativa (la que por regla general es de tres meses contados desde la
notificación de la resolución que da por agotada la vía administrativa, conforme a las
leyes de la materia) deberá procederse a la suspensión del procedimiento de ejecución
coactiva si así se solicita.
El supuesto de la norma es el siguiente: agotada la vía administrativa, la Administración,
por intermedio del ejecutor coactivo, puede dar inicio inmediatamente al procedimiento
de ejecución coactiva. Sin embargo, el particular puede oponerse al mismo no sólo
alegando la existencia de un proceso contencioso administrativo sino también la
existencia de un plazo para interponer la correspondiente demanda. Nos encontramos
ante una causal de suspensión del procedimiento, pero no ante un requisito para que la
obligación sea considerada exigible coactivamente. El procedimiento se puede iniciar de
forma inmediata luego de agotada la vía administrativa y en ello no reside ilegalidad
alguna, pero a su vez, el particular puede oponer como causal de suspensión, el no
vencimiento del plazo.
La pregunta que cae por su propio peso es la siguiente: ¿Cuál es la utilidad práctica de
iniciar inmediatamente un procedimiento de ejecución que puede ser destruido a la
simple invocación de un plazo pendiente de vencimiento? En realidad no existe ninguna,
por lo que la prudencia aconseja el no iniciar ninguna ejecución hasta el vencimiento del
plazo a fin de preservar el valor eficacia del procedimiento.
La parte in fine del inciso e) del artículo 16º de la Ley se refiere a la determinación de la
responsabilidad solidaria de terceros por negarse a cumplir o eludir el cumplimiento de
una medida cautelar. Se complementa aquí lo dispuesto en los numerales 1, 2 y 3 del
artículo 18° de la LPEC en lo referente a que, una vez determinada por la Administración
la responsabilidad solidaria de un tercero mediante la emisión del correspondiente acto
administrativo, no procede su ejecución hasta que el mismo haya quedado consentido o
se haya agotado la vía administrativa.
En esta causal, la determinación de responsabilidad solidaria sólo procede respecto de
obligaciones de dar de carácter no tributario, por lo que consideramos, a su vez, que la
vía administrativa que debe agotarse corresponde al procedimiento administrativo
previsto en la Ley del Procedimiento Administrativo General y no al procedimiento
contencioso tributario previsto en el Código Tributario. Este último procedimiento resulta
de aplicación en el caso de obligaciones de dar de naturaleza tributaria, conforme se
puede inferir del artículo 34° de la LPEC, que dispone en estos casos que la
responsabilidad solidaria se establezca mediante Resolución de Determinación.
Publicado en el libro “La ejecución coactiva. Comentarios al Texto Único Ordenado de la
Ley de Procedimiento de Ejecución Coactiva”