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Introducción
La salud de los individuos y de las poblaciones depende de diversos
factores, entre los que se encuentran los factores biológicos, los estilos de
vida, el medio ambiente físico, económico y social, la posición de las
personas en la escala social, y el acceso a los recursos y servicios básicos,
como la vivienda, la educación y la atención sanitaria1-5. De ahí que
intervenciones realizadas desde fuera del ámbito sanitario ejerzan un
papel determinante en la salud de una comunidad. No obstante, hasta
muy recientemente, las políticas de salud han dirigido sus esfuerzos sobre
todo hacia la atención sanitaria y, de forma secundaria, hacia el ambiente
físico y los estilos de vida.
En los últimos años, la evaluación del impacto en la salud (EIS) ha
mostrado su utilidad para que se considere la salud en las intervenciones
no sanitarias6 y, sin embargo, ha recibido poca atención en el ámbito de la
salud pública española. Este artículo tiene como objetivo describir la
metodología y la utilidad de la EIS, haciendo mención a las oportunidades
y los retos que plantea su aplicación en el contexto de la administración
pública.
El marco teórico de los determinantes sociales de la salud 3 sitúa a la EIS en una posición
privilegiada para que el diseño de intervenciones sectoriales considere la relación entre los
aspectos sociales y la salud de las poblaciones. Para ello, además de los resultados en salud y
los factores de riesgo o determinantes de la salud considerados en los estudios
epidemiológicos clásicos, también se deben considerar las causas subyacentes que los explican.
Estas causas, también llamadas "determinantes de los determinantes de la salud", hacen
alusión a factores sociales (medio ambiente social, trabajo, vivienda, transporte, educación...)
modificables, a su vez, por acciones políticas
En la década de 1990, la EIS tuvo un gran desarrollo en Canadá, Australia, Nueva Zelanda y
varios países europeos, entre los que destacan Reino Unido, Holanda y los países nórdicos por
su gran experiencia en este campo17-22. Más recientemente, en Finlandia, las evaluaciones del
impacto ambiental, social y de la salud se han integrado en la evaluación del impacto humano,
basada en una visión más amplia del bienestar de las personas23. Otros países europeos24,25,
asiáticos26,27 y Estados Unidos28 también han comenzado a incorporar la EIS en el proceso de
planificación de las políticas públicas.
La EIS puede llevarse a cabo en diferentes momentos del proceso de planificación y realización
de una política, programa o proyecto. No obstante, la función predictiva de la EIS en el apoyo a
la toma de decisiones políticas hace recomendable que ésta sea prospectiva, es decir, que se
realice con anterioridad a la intervención. De esta forma, será posible modificar su
planteamiento inicial, maximizando sus efectos beneficiosos para la salud y minimizando los
perjudiciales. A menudo, sin embargo, diversas razones prácticas no permiten planificar la EIS
con anterioridad a la implantación de la intervención, con lo que la evaluación se realiza
durante la intervención (EIS concurrente) o con posterioridad a ésta (EIS retrospectiva). La EIS
concurrente permite actuar durante el proceso de implementación del proyecto, corrigiendo
algunos de sus elementos en función de los resultados. La EIS retrospectiva, por su parte,
aporta información relevante de las consecuencias sobre la salud que cabe tener en cuenta en
futuras intervenciones similares.
De la misma forma, según el grado de esfuerzo, los recursos disponibles y el tiempo dedicados
a la evaluación, hay un abanico de posibles EIS que van desde la realización de una búsqueda
bibliográfica y un taller de 1-2 días de duración, en el que informantes clave aportan su visión
acerca del potencial impacto sobre la salud de la intervención (EIS rápida o mini-EIS), hasta EIS
comprehensivas o maxi-EIS de varios meses de duración, que exigen la recogida de datos
primarios y secundarios (encuestas entre residentes, grupos focales o de discusión, entrevistas
en profundidad, revisiones sistemáticas de la bibliografía, etc.).
La Comisión Europea encargó en 2001 una guía metodológica sobre la EIS de aplicación a las
políticas comunitarias38 y la realización de una serie de proyectos piloto39. En el ámbito de
políticas nacionales, Holanda40 y Suecia41 han desarrollado herramientas de cribado para
identificar los posibles impactos en la salud de sus políticas gubernamentales. La región
metropolitana de Londres (GLA) también ha desarrollado la suya para la evaluación de los
planes municipales29.
La EIS tiene una especial relevancia en el ámbito de las administraciones públicas, tanto
municipal, como autonómico y estatal. El proceso de aplicación de la EIS permite y exige
sensibilizar a las personas que toman las decisiones acerca del modelo de los determinantes
sociales de la salud y de la influencia de sus acciones en la salud. Además, el hecho de tener en
cuenta la opinión de las personas a quienes va dirigida la intervención, ayuda a democratizar el
proceso de toma de decisiones políticas, a la vez que posibilita un mejor conocimiento sobre la
manera en que los determinantes de la salud se interrelacionan y afectan a las personas en
contextos sociales reales49. Estas consideraciones adquieren una gran importancia en el marco
del desarrollo de los planes y políticas de salud, ya que la experiencia de los últimos 20 años en
España ha puesto de manifiesto la dificultad de involucrar a otros sectores de la administración
pública (educación, transporte, etc.) en el desarrollo de políticas de salud, y de que la salud sea
tenida en cuenta en el diseño y el desarrollo de políticas de otros ámbitos sectoriales50,51.
A pesar de que la EIS no fue originalmente diseñada como método de reducción de las
desigualdades sociales en salud, sí ofrece una gran oportunidad de identificar
sistemáticamente las potenciales desigualdades derivadas de la implementación de una
política y de proponer cambios que promuevan una mayor equidad en salud. A diferencia de
las intervenciones diseñadas para reducirlas, la EIS posibilita anticiparse a la aparición de
nuevas desigualdades o al incremento de éstas52.
Junto a estas oportunidades, son varios los retos inherentes a la aplicación de la EIS. A pesar de
que el modelo de los determinantes sociales de la salud comienza a ser conocido en nuestro
contexto, la visión biomédica reduccionista de la salud sigue siendo muy predominante entre
los profesionales sanitarios, los responsables políticos y la población general. Ello dificulta el
impulso de una metodología que parte de una visión amplia de la salud y que apunta a los
sectores no sanitarios como responsables de una gran parte del bienestar y la salud de las
personas.
Otros retos metodológicos tienen que ver con la propia naturaleza de la EIS. El proceso de
aproximación al contexto social en que la EIS se va a llevar a cabo requiere un especial esfuerzo
previo de reflexión y planeamiento. En este contexto, la transparencia en la información sobre
los objetivos y el proceso evaluativo, la identificación y el respeto hacia interlocutores/as y
asociaciones existentes, y el compromiso de rigor y de retorno de la información a las personas
afectadas, son condiciones imprescindibles.
Para finalizar, la elaboración y la difusión del informe final han de garantizar la coherencia
respecto a los objetivos de la EIS, preservando el máximo rigor metodológico, y también han de
tener en cuenta los diferentes perfiles de las audiencias a que va dirigido (ciudadanía,
gestores/as o profesionales de la salud). La interlocución efectiva con los diversos agentes es
condición necesaria para que sus resultados contribuyan a la mejora de la salud de la población
afectada.
Perspectivas de futuro
CONCLUSION
Las intervenciones que se realizan desde las administraciones públicas, muy a menudo tienen
que ver con los determinantes de la salud. La evaluación del impacto en la salud (EIS) se utiliza
como una herramienta predictiva para incorporar la salud en las políticas públicas no
sanitarias. En este trabajo se definen la EIS y sus métodos, procedimientos y aplicaciones, y se
discuten las oportunidades y los retos que plantea. La realización de una EIS implica estudiar la
intervención, caracterizar la población objeto de la intervención y, mediante la combinación de
evidencias cuantitativas y cualitativas, estimar sus impactos potenciales sobre la salud. La EIS
se ha ido extendiendo a múltiples sectores (transportes, regeneración urbana, cultura,
desarrollo energético, etc.), en ámbitos diversos (local, nacional, europeo) y en numerosos
países. A pesar de su escaso uso en España, la EIS permite incorporar la salud en la toma de
decisiones de las políticas sectoriales, teniendo en cuenta las desigualdades sociales en salud, y
desarrollar así políticas públicas más saludables y equitativas. Por otra parte, se trata de una
herramienta en pleno desarrollo metodológico, cuya aplicación se ve dificultada por el
predominio de la visión biomédica reduccionista de los determinantes de la salud, y por la
dificultad de trabajar con enfoques multisectoriales y participativos en las actuaciones del
ámbito público.