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BIEN Y MAL, ¿RELATIVO O

UNIVERSAL?

CARLOS HUMBERTO
CARDONA DE LA CRUZ

ENFERMERÍA 2023
UNIVERSIDAD DEL TOLIMA
BIEN Y MAL, ¿RELATIVO O UNIVERSAL?

CARLOS HUMBERTO CARDONA DE LA CRUZ

100150272022

UNIVERSIDAD DEL TOLIMA

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ENFERMERÍA

PROFESORA GIOVANNA PORTELA PERDOMO

CRECIMIENTO PERSONAL

2023
INTRODUCCIÓN

Hablar sobre el bien y el mal, respecto a su naturaleza, origen y desarrollo, ha intrigado a

las mentes humanas a lo largo de los siglos. Diversos pensadores han dejado su huella en esta

discusión, ofreciendo perspectivas únicas y profundas. Friedrich Nietzsche, conocido por su

enfoque crítico y su famoso lema "Dios ha muerto", cuestionó los valores morales establecidos y

propuso una visión más individualista del bien y el mal. Sostenía que las nociones tradicionales de

moralidad eran construcciones sociales que limitaban la libertad y la autenticidad del individuo.

Nietzsche argumentaba que el bien y el mal eran conceptos fluidos y subjetivos, y que cada

individuo debía crear sus propios valores morales basados en su voluntad de poder y

autotrascendencia (Nietzsche, 1882).

Baruch Spinoza, por otro lado, abordó la cuestión del bien y el mal desde una perspectiva

más racionalista. Para Spinoza, el bien se relacionaba con el aumento de la potencia y la felicidad

del individuo, mientras que el mal se asociaba con todo aquello que disminuía su poder de actuar.

Según su visión, el conocimiento adecuado de la naturaleza y las leyes del universo permitiría a

las personas tomar decisiones informadas que promovieran su bienestar y evitaran el mal (Spinoza,

1667).

Aristóteles, uno de los filósofos más influyentes de la antigüedad, desarrolló una ética

basada en la virtud y la excelencia moral. Según Aristóteles, el bien supremo radicaba en la

búsqueda de la felicidad y la autorrealización a través de la práctica de virtudes como la justicia,

la sabiduría y el coraje. Para él, el mal surgía de la falta de equilibrio y armonía en el carácter de

una persona, en la forma de vicios y comportamientos desmedidos (Aristóteles, 1985).


Con respecto a las grandes mentes del siglo XX, XXI y de un clásico de la filosofía antigua;

Juan Pablo II, Benedicto XVI y San Agustín han dejado una profunda influencia en la comprensión

del bien y el mal. San Agustín, uno de los padres de la Iglesia, sostuvo que el mal no tenía una

existencia propia, sino que era la ausencia o la privación del bien. Consideraba que el ser humano,

dotado de libre albedrío, tenía la capacidad de elegir entre el bien y el mal, y que la salvación

radicaba en buscar la voluntad divina (San Agustín, 398 – 401).

Juan Pablo II y Benedicto XVI, como líderes de la Iglesia católica en tiempos modernos,

también se han referido al bien y el mal en sus enseñanzas. Han abordado temas como la dignidad

humana, la ética sexual, la justicia social y la responsabilidad moral, promoviendo una visión

basada en la ley natural y los principios éticos cristianos. Todos estos pensadores, cada uno desde

su perspectiva única, han aportado valiosas reflexiones sobre el bien y el mal. Sus ideas realizan

una invitación a reflexionar sobre la naturaleza de las acciones humanas y las consecuencias

morales que acarrean, ayudando a forjar una comprensión más profunda de la ética y a la toma de

decisiones fundamentadas en la búsqueda del bienestar individual y colectivo.


BIEN Y MAL, ¿RELATIVO O UNIVERSAL?

Todo aquello de lo cual se enorgullece el ser humano, siempre ha sido la capacidad de

juzgar lo bueno de lo malo y de la capacidad de elección entre los mismos. El ser humano, al ser

Ser, está dirigido naturalmente ha realizar siempre el bien, pero, sus actos conllevan a la realidad

del mal; ya lo decían los antiguos filósofos griegos y parafraseando: existe un error de naturaleza

que hace que el hombre actúe de forma incongruente. Pensadores como San Agustín, Plutarco,

Santo Tomás o Pablo de Tarso, hablan de la inclinación al mal que es como una laceración libre

que el mismo ser se realizó en el inicio de todo.

La relativización del todo es sencillamente incongruente, decir que nada en el mundo es

universal es una contradicción en su misma naturaleza al arrojar una verdad universal para

justificar la postura relativista; ergo, lo anterior no quiere decir que las ideas que se postulen a lo

largo de la historia sean universales en facto, lo son más bien, de una manera incrédula y prepotente

por una falacia de autoridad. Pero en cuanto al bien o el mal, no se puede relativizar, o ¿sí?

EL BIEN Y EL MAL A TRAVÉS DEL PENSAMIENTO DE ADELA CORTINA Y

LA PELÍCULA HANNAH ARENDT.

Teniendo en cuenta el pensamiento que tiene Adela Cortina, habrá que decir que ella

defiende la idea de que el bien no se puede reducir a una mera cuestión de cumplir normas o reglas

preestablecidas (algo que comúnmente los militares que realizan actos repudiables usan como

excusa), sino que implica una reflexión crítica sobre las consecuencias de nuestras acciones y cómo

afectan a los demás. Para ella, el bien se encuentra en la búsqueda del bienestar común y la
promoción de valores como la justicia, la solidaridad y la dignidad humana; considera igualmente,

que el mal, está vinculado a acciones que causan daño, injusticia o discriminación hacia otros seres

humanos. El mal se manifiesta cuando se violan los derechos fundamentales de las personas, se

perpetúa la desigualdad o se actúa de manera egoísta y egoísta continuamente, sin tener en cuenta

el impacto negativo en los demás.

Ahora bien, se ha invitado al autor de este ensayo, a realizar un paralelo entre el

pensamiento de Adela Cortina y la película de Hannah Arendt; en dicha película, se aborda la vida

y el pensamiento de la filósofa y teórica política Hannah Arendt la cual, reflexiona sobre el mal en

el contexto del juicio al criminal de guerra nazi Adolf Eichmann.

Ella, Hannah Arendt, propone la noción de la banalidad del mal, argumentando que el mal

no siempre se manifiesta de manera espectacular o extraordinaria, sino que puede surgir de la falta

de reflexión ética y la obediencia ciega a sistemas de poder, es decir, al seguimiento de órdenes

militares o de jefes inmediatos o no sin importar cuál sea dicha orden o que fin tenga la misma,

algo así como una contradicción a la postura de Adela Cortina que afirma que el mal o el bien no

se limita al seguimiento de ordenes sin pensar siquiera en el fin que tenga la misma, algo similar a

lo que el catecismo de la iglesia católica afirma al decir que la obediencia se acata siempre y

cuando la orden que se deba cumplir no conlleve a un acto de maldad, puesto que en dicho caso,

la desobediencia sería lo más ético a realizar, es por ello que el libre albedrío entra en acto conjunto

a la razón y al juicio del cual está dotado el ser humano.

Teniendo en cuenta las perspectivas filosóficas abordadas en este ensayo en paralelo con

la película de Hannah Arendt, se podría entonces realizar una invitación a considerar el poder de

las acciones y probables elecciones basadas en las mismas, que estas llevan en sí a la configuración

del bien y el mal en el mundo en donde los actos son los garantes del transcurso histórico de la
sociedad. San Agustín enfatiza la importancia de buscar la voluntad divina y elegir el bien para

alcanzar la salvación, puesto que la ausencia del bien, que para los cristianos es Dios, deja un vacío

en el corazón humano en donde el mal entraría a “llenar”, cuestión que inclusive hoy en día se

denota más que nunca, puesto que desde el renacimiento en donde el centro no es Dios sino el

hombre, este mismo se ha encerrado en sí, y al realizar esto, encuentra nada más que soledad y

dudas sin poderse responder por sí mismo, puesto que en realidad, el ser humano no es la finalidad

del todo, sino más bien es el transeúnte que busca esa finalidad. Es como un ciego que guía a

muchos ciegos más, o como si una motocicleta dañada pudiera arreglar a otra, nunca sucederá, se

es necesario un mecánico, es decir, algo que no sea una moto pero que sepa como se arregla dicha

moto. De la misma forma, según San Agustín, el hombre necesita de Dios, que es el bien, para

poder entenderlo y así mismo actuar en contra del mal, que es lo contrario a Dios.

Nietzsche realizar una reflexión que invita a cuestionar los valores morales establecidos y

a crear propios criterios morales, es decir, relativizar la concepción del bien o el mal, lo cual, es

peligroso, puesto que pensamientos como los Nazi o el mismo Comunismo, relativizan lo bueno

de lo malo a tal punto de poseer las vidas de sus cohabitantes. Spinoza, por otro lado, insta a buscar

el conocimiento adecuado y actuar de acuerdo con la potencia y felicidad. Para finalizar, Adela

Cortina, invita a reflexionar críticamente sobre las consecuencias de las acciones y promover

valores como la justicia y la solidaridad.


BIBLIOGRAFÍA

Aristóteles. (1985). Ética a Nicómaco. Gredos.

Benedicto XVI. (2005). Deus caritas est. Libreria Editrice Vaticana.

Cortina, A. (2000). Ética aplicada y democracia radical. Tecnos.

Juan Pablo II. (1993). Veritatis splendor. Libreria Editrice Vaticana.

Nietzsche, F. (1882). Así habló Zaratustra. Alianza Editorial.

San Agustín. (398-401). Confesiones. Biblioteca de Autores Cristianos.

Spinoza, B. (1677). Ética demostrada según el orden geométrico. Ediciones Orbis.

Von Trotta, M. (Director). (2012). Hannah Arendt [Película]. Alemania: Heimatfilm.

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