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Plataformas de servicios financieros: Billeteras electrónicas, dinero

electrónico y criptoactivos; la defensa del consumidor


Autor:
Negri, Nicolás Jorge

Cita: RC D 248/2023
Encabezado:

El autor aborda la tutela del consumidor frente a las plataformas de servicios financieros, particularmente, los
temas relacionados con las billeteras electrónicas (sea con dinero electrónico o con criptoactivos), lo cual
constituye un anticipo del trabajo a publicarse dentro de la obra "Daños en los entornos digitales - Buscadores de
internet, redes sociales, plataformas de comercialización y economía colaborativa", dirigida por Jorge M. Galdós
y coordinada por Ezequiel Valicenti.

Sumario:

I. Introducción. II. El acceso del consumidor a las finanzas "digitales": Plataformas de servicios financieros. III.
Avant première. III.1. Dinero digital, electrónico y criptomoneda. III.2. Plataformas de servicios financieros y
billeteras electrónicas. IV. Cierre - Desafíos para la tutela del consumidor.

Plataformas de servicios financieros: Billeteras electrónicas, dinero electrónico y criptoactivos; la


defensa del consumidor

I. Introducción

La globalización y la era digital han llegado a la civilización actual (me refiero más en concreto a la web3 y a la
IA)[1]. Una de sus tantas derivaciones es el cambio de prácticas y usos en el tráfico jurídico (mercado), y también
de hábitos de las personas y de las formas en que se relacionan para adquirir bienes y servicios[2].

Como destacan Galdós y Valicente, el desarrollo creciente de Internet y la ingeniería de datos ha permitido, entre
muchos otros fenómenos, que surgieran nuevos actores del comercio electrónico: las plataformas de
comercialización y las plataformas de la economía colaborativa (Fintech y ecosistemas descentralizados). Las
plataformas de comercialización son prestadores que ponen a disposición, intermedian u operan un ámbito digital
que permite la realización de operaciones y actividades comerciales entre terceros. Así, por ejemplo, Amazon,
eBay, Alibaba, MercadoLibre y OLX. Por su parte, las plataformas de la economía colaborativa disponen de un
entorno que permite a los usuarios compartir o intercambiar una serie de productos o servicios a través del uso
de la plataforma (Uber, Airbnb, Wallapop, BlaBlaCar, entre muchos otros)[3].

Dentro de estas últimas, también se indican los desarrollos avanzados en algunos sectores de la economía,
dentro de los cuales mencionan el área del "transporte" (Uber, Didi Chuxing, Grab, Lyft, Safemotos); el servicio
de "mensajería" o delivery (Deliveroo, Glovo, Ifood, Pedidos Ya, Rappi); el "turismo" (Agoda, Airbnb, Booking); la
"oferta de trabajo" (Fiveer, Upwork, Toptal) y la que a nosotros nos interesa: el servicio de billeteras virtuales y
servicios financieros (Mercado Pago, MODO, Ualá, Cuenta DNI, etc.).

Pues bien, en la obra de referencia ("Daños en los entornos digitales - Buscadores de internet, redes sociales,
plataformas de comercialización y economía colaborativa"), he procurado presentar algunos desarrollos relativos
a ese mundo financiero, todavía incipiente.

II. El acceso del consumidor a las finanzas "digitales": Plataformas de servicios financieros

Una de las dimensiones jurídicas más relevantes del Derecho Privado contemporáneo está dado por el principio
axial del "acceso al consumo"[4], que es conceptualizado por la doctrina especializada como el derecho a

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satisfacer las necesidades básicas de las personas, en una sociedad determinada por su momento histórico de
referencia (cfr. Decreto 690/2020, denominado "Argentina Digital").

Se trata de una "prerrogativa primaria de los consumidores, frente a los empresarios y al propio Estado, pues es
menester, previo a todo, que los gobiernos garanticen a todos los sectores de la población su participación en el
mercado"[5].

El acceso al consumo tiene diferentes contenidos: uno es permitir a los consumidores "participar" del mercado,
otro es poder elegir libremente, para lo cual se requiere -primeramente- educación y formación de las personas
en general y de los operadores jurídicos en particular (de ahí la clarividencia del director de la obra, próxima a
aparecer en esta editorial, en proponer la exposición de esta clase de temas), para conocer y comprender mejor
estas nuevas tecnologías: en nuestro caso, las monedas y billeteras electrónicas, concebidas como instrumentos
para realizar las más diversas operaciones económicas, que permiten satisfacer -lógicamente- las necesidades
humanas de todo tipo (alimentación, salud, vivienda, etc.), a la luz de los principios rectores en la materia (el
acceso al consumo), que tienen consagración constitucional (arts. 42 y 75, incs. 18, 19 y 22, Constitución de la
Nación)[6].

Ello así porque los nuevos fenómenos tecnológicos exigen, ante los problemas que puedan presentarse, medios
legales adecuados de protección al consumidor, para garantizar -de modo efectivo- los derechos fundamentales
en juego. Al respecto, los denominados "remedios jurídicos" ocupan un lugar preponderante, ya no solo en el
derecho comparado, sino también en el derecho local[7].

¿Cuáles son esos fenómenos tecnológicos a los que nos referiremos en este trabajo? Las "aplicaciones"
(programas de software) usadas a través de dispositivos electrónicos[8] (Apps) y sitios web[9] (los conocidos
Home Banking[10] y los -no tanto- Exchanges[11]), para servicios financieros en general (operaciones
económicas), e implicados muchas veces con el tráfico jurídico en general, la "sociedad de la información" y el e-
commerce en particular, respecto de los cuales se hallan expuestos los consumidores, ya sea por los medios
masivos de comunicación, o bien por los entornos y redes sociales[12].

A ello cabe añadirse el auge mundial de los criptoactivos (Bitcoins, Ethereum, etc.)[13], divulgados también
fuertemente por los medios de comunicación, y también publicitados en eventos deportivos de primera línea
(fútbol, automovilismo, etc.), donde aparecen anuncios sobre inversiones en diferentes monedas digitales (por
ej., Crypto.com, Binance, etc.). Todo ello nos enfrenta a incipientes usos o prácticas sociales, que ya forman
parte de una nueva cultura, y a grandes desafíos para los operadores del derecho, tanto para regular estas
actividades y conductas, como para resolver los problemas que se susciten, sobre todo en el ámbito tuitivo o
protectorio de los consumidores. En este contexto no podemos dejar de enfatizar que el derecho necesita ser
aprehendido y comprendido -de modo especial- como un objeto cultural. También lo es la economía y el mundo
de los negocios (el derecho empresarial, ahora con nuevos contornos bajo lo que se ha dado en denominar
"economía colaborativa"[14]), donde el dinero mismo es considerado como un "bien cultural" de enorme
trascendencia, habida cuenta de que ha permitido superar la economía doméstica y de trueque, de cambio de
cosa por cosa, por un instrumento intermediario (el dinero) "que fuera una medida común para expresar el valor
de todas ellas, sirviéndole además de instrumento para adquirirlas sin límite alguno, y hasta para acumular
riqueza"[15].

La posmodernidad y la revolución tecnológica actual han transformado las formas de consumo y de provisión de
bienes y servicios (sociedad de la información). Este ámbito de consumo, mucho más "digital", contiene
actividades económicas que se han desarrollado y evolucionado rápidamente en los últimos años, todas ellas
mediadas por plataformas digitales o de comercio electrónico, lo que se vio potenciado producto de la
pandemia[16]. Es por este conjunto de fenómenos que, en la actualidad, el mundo presencia la aparición de
nuevas alternativas de pago virtuales y/o digitales producto de la desmaterialización de la moneda (en estos
tiempos existen las propuestas de pago de salarios o de honorarios profesionales en criptomonedas[17]). Ello en
aras de agilizar la dinámica en los pagos de los bienes y servicios adquiridos en este escenario. Entre varias de
esas alternativas -actualmente y por el momento- en nuestra sociedad se ha impuesto el uso de diferentes
"casas de cambio" o Exchanges, junto con las "billeteras electrónicas" o "Wallets", que coexisten en el
mercado[18].

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El tema abordado en esa obra ("Criptomonedas, billeteras electrónicas y defensa del consumidor"), resulta tan
amplio y diverso, que ha exigido brindar algunas nociones y explicaciones previas, que ayudarán al lector a tener
una mayor claridad y precisión de las cuestiones que pueden presentarse en la protección del consumidor que
utilice billeteras electrónicas para realizar operaciones financieras.

III. Avant première

Como proyección especial de la obra colectiva de Galdós y Valicenti, diremos que las plataformas de servicios
financieros, como plataformas digitales, ofrecen una variedad de servicios relacionados con las finanzas, como
pagos en línea, transferencias de dinero, préstamos, inversiones, entre otros.

Esta modalidad de negocio es realmente compleja, por cuanto se combinan aspectos financieros tradicionales
con cuestiones tecnológicas (y sociales; vgr., el "perfil del usuario"), todavía en pleno desarrollo, claramente
dinámicas, que impiden elaborar categorías y conceptos definidos y definitivos, para que el operador pueda
comenzar a encontrar alguna respuesta jurídica -razonable- a los problemas que se le presentan.

Por lo pronto, la primera dificultad que se presenta es la relativa al objeto mismo (y último) sobre el cual se
articulan estas plataformas: el dinero electrónico y los criptoactivos, respecto de los cuales procuramos brindar
una exposición que clarifique -en algo- la vista de este cielo "nuboso" de ideas. La segunda dificultad que se
presenta es el contexto sociocultural sobre el cual se contacta el consumidor con este entorno financiero; no es,
lógicamente, el tradicional bancario (el consumidor se hace presente en una sucursal bancaria), sino el disruptivo
escenario bancario-Fintech donde el consumidor es "tentado" -o necesitado de recurrir- por la simplicidad digital y
su aspecto amigable: las plataformas de que se valen los proveedores de servicios financieros electrónicos para
ofrecer sus servicios y/o productos.

El adelanto o avant première va en orden a la exposición de ambos componentes: el "objeto" y la "forma" de


estas plataformas, a lo cual nos limitamos en esta publicación. El resto de los tópicos se podrán conocer en la
obra en cuestión.

III.1. Dinero digital, electrónico y criptomoneda

En el trabajo aludimos a la "moneda digital", porque es el componente principal que explica y posibilita la
dinámica social de este fenómeno (al margen de las connotaciones y circunstancias que rodean toda esta
actividad). La moneda digital es entendida como aquel producto informático que cumple de medio de cambio y
que se caracteriza por ser intangible[19]. Por el amplio significado de esta definición, se comprende tanto a la
representación digital de los instrumentos monetarios empleados en el ámbito del mercado o economía real
("dinero manual", "dinero bancario" o "dinero electrónico"), como a aquellos usados en el ámbito virtual de
Internet (la denominada "moneda virtual"), que solo tiene aptitud de intercambio -e interacción- en el mundo
virtual. En otras palabras, la moneda digital "puede significar una representación digital de la moneda virtual (no
fiat) o dinero electrónico (fiat)"[20].

La criptomoneda es, para nosotros, un subtipo de moneda digital, porque tiene un valor en la economía real,
susceptible de apreciación pecuniaria; ese valor es fiduciario[21], al igual que el dinero ("papel moneda"[22]),
dado por la confianza de la comunidad o público, y tiene un valor de cambio, ya que es aceptado -entre
particulares- como moneda[23], y, por esto mismo también constituye un medio de pago, especialmente, a través
de las denominadas Exchanges[24] y de las Wallets, que tiene además la función de ahorro o atesoramiento: de
ahí su vinculación con la economía real[25].

En sentido técnico-informático (y a la vez, jurídico), se trata de un documento electrónico con firma digital
(encriptado "con claves" matemáticamente relacionadas; arts. 5 y 6, Ley 25506)[26]. Al ser un documento
electrónico es considerado -por muchos- como algo "intangible", es decir, que "no puede tocarse" (estaría fuera
del alcance de los sentidos) y, por ende, no sería una cosa[27]. En estos términos y con proyección en el campo
jurídico, se trataría pues de un "bien inmaterial con valor económico" y no de una "cosa" (bien material con valor
económico), en concordancia con las categorías receptadas en los arts. 15 y 16 del Código Civil y Comercial[28].

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Aclaramos que las billeteras o wallets constituyen un software que permite a un usuario almacenar, enviar y
recibir activos digitales. Se constituyen pues en una base de datos segura y descentralizada que almacena las
claves criptográficas del usuario, las cuales se utilizan para firmar transacciones, precisamente, para
criptoactivos. Es decir que las billeteras son un instrumento digital que permite a los titulares de criptomonedas
recibir, almacenar y transferir dichas criptomonedas[29].

III.2. Plataformas de servicios financieros y billeteras electrónicas

La "economía de plataformas" es la nueva realidad jurídica hacia la cual se dirige la atención del jurista. "La
plataformización se define como la penetración de las infraestructuras, los procesos económicos y los marcos
gubernamentales de las plataformas digitales en los diversos sectores y ámbitos de la vida, así como la
reorganización de las prácticas y los imaginarios culturales que existen en torno a estas plataformas"[30].

Las actividades comerciales o financieras son rediseñadas para presentarse, bajo una plataforma centralizada o
descentralizada, según la iniciativa, el interés, etc., del emprendedor que define la arquitectura del negocio en
cuestión, tal como ocurre con muchas empresas de Fintech y, en particular, con las agencias de cambio digitales
o exchanges y con el "crowdfunding"[31].

Esto ocurre, actualmente, con el mundo de las finanzas[32]. Las plataformas brindan aplicaciones electrónicas
que permiten interactuar directamente con los servicios financieros disponibles -por ej., en el Marketplace-, y
acceder a los servicios ofrecidos por estos, de forma integrada en la operativa diaria. Efectivamente, en el caso
de las plataformas financieras, son aplicaciones que utilizan la tecnología para ofrecer servicios financieros de
"forma directa", es decir, sin intermediarios. Además, como ventaja comparativa (desde sus inicios hasta el
momento), se destaca su fácil utilización a través -por ejemplo- de un teléfono móvil con la finalidad de agilizar y
hacer más eficiente la experiencia de gestión financiera, apostando por la comodidad y confiabilidad del usuario
(no tienen obstáculos de tiempo y espacio, ni la burocracia propia de las entidades financieras tradicionales: son
operativas las 24 horas del día, los siete días de la semana, en cualquier parte del mundo).

Hoy en día existen diferentes tipos de plataformas financieras: pueden ser los mismos bancos tradicionales, de
forma autónoma o vinculados con otras empresas (generalmente, Fintech), para valerse no solo de sus
tecnologías sino de su posicionamiento en el mercado financiero por la cantidad de usuarios y volumen de
activos, como así también entidades financieras que nacieron de forma puramente digital (ya sea como bancos o
Fintech sui generis), o bien como Exchanges de dinero electrónico o criptomonedas, propiamente dichas ("casas
de cambio")[33].

Más allá de las peculiaridades propias de cada una de estas plataformas, lo cierto es que, con ellas, a la hora de
realizar operaciones de pago, depósito, transferencia, préstamo, etc., es mucho más ágil y simple que con los
modos tradicionales. Del vamos, no es necesario contar con dinero efectivo ni con una cuenta bancaria, porque
pueden iniciarse con una tarjeta de crédito o criptoactivos. Además, la operatoria no se limita a la intermediación
de monedas, sino también ofrecen otros servicios, como la gestión de finanzas personales o empresariales; la
posibilidad de realizar transacciones de "trading", préstamos, depósitos, etc., y todo ello con la practicidad antes
señalada de operar en una misma aplicación o sitio web de manera pragmática, sin burocracia mediante. Sin
embargo, como dentro de estas plataformas se hallan -ahora también- la banca tradicional (generalmente,
mediante los servicios de home banking o billeteras electrónicas como MODO, cuenta DNI, etc.), estos
monederos o billeteras virtuales ofrecen cada vez medidas de contralor por el BCRA, dado que se busca un
tratamiento igualitario con las empresas Fintech dentro del mercado. Al respecto debe ponderarse que uno de los
ejes del Banco Central es promover el uso de medios de pago electrónicos[34]. Además ha regulado, dentro del
sistema electrónico de pago, las billeteras "interoperables", vale decir, aquellas que, a través de una aplicación
en un dispositivo móvil o de un sitio web, permiten efectuar pagos con transferencia (PCT) tomando fondos
desde una cuenta (bancaria o de un proveedor no bancario) mediante la lectura de un código QR disponible en el
mostrador del comercio, en una terminal, un ticket, entre otras alternativas[35].

Como se puede avizorar, muchas de estas plataformas, que operan con billeteras electrónicas, constituyen un
complejo de relaciones contractuales conexas; de la misma manera que es considerado el "sistema de tarjeta de

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crédito", donde se articulan distintas vinculaciones contractuales, funcionales a una finalidad común económica
(art. 1072, CCC)[36].

Sobre este particular, es importante considerar que, según los usos actuales del tráfico jurídico, las plataformas
de servicios financieros o aplicaciones de "Exchanges" que operan con consumidores, ofrecen -por lo general- el
servicio de billeteras o Wallets, todo lo cual encuadra en el estatuto protectorio del consumidor (art. 42, Const.
Nac.; arts. 957, 1092, 1093, 1105 y ss., CCC; arts. 1 a 3 y concs., Ley 24240).

Finalmente, no se puede pasar por alto que -desde el Derecho Privado- los actos por los cuales se ejecuta la
"entrega" del dinero electrónico o de criptoactivos, por la operatoria económica que sea (transferencias,
depósitos, préstamos, etc.) constituyen auténticos y verdaderos "pagos" (art. 965 y ss., CCC), lo cual no puede
ser confundido con el objeto sobre el cual recae (dinero electrónico o criptomoneda). En este orden de cosas, el
uso de las claves (públicas y privadas) mediante las cuales funcionan las billeteras para transmitir tales activos
(dinero o criptoactivos) no son más que una parte del despliegue prestacional al que están obligadas las
personas intervinientes en estos ecosistemas, constituidas como sujeto deudor (sea la plataforma, sea el agente
del sistema de pagos electrónicos, sea el consumidor), mediante el empleo de los instrumentos electrónicos
correspondientes (arts. 724, 746, 762, 764, 773 y concs., CCC).

IV. Cierre - Desafíos para la tutela del consumidor

En clave consumeril, las plataformas financieras presentan muchas ventajas en el acceso al consumo,
principalmente, a los servicios relativos a las operaciones de pago y crédito. Sin embargo, también presentan
ciertos riesgos, respecto de los cuales el operador debe estar atento. Veamos algunos de ellos como cierre de
esta publicación[37].

En primer lugar, la falta de una adecuada educación o formación del usuario. La falta de formación, tanto
tecnológica como financiera, necesaria para muchos usuarios, puede ocasionar pérdidas importantes al
especular con activos financieros que no dominan[38]. Con relación a las billeteras electrónicas que operan con
criptoactivos cabe apuntar la advertencia del BCRA sobre el carácter riesgoso de las operaciones con
criptoactivos[39]; es más, desalienta su oferta a través del sistema financiero[40].

En segundo lugar, la seguridad de la plataforma respecto a los datos personales del consumidor, como a los
bienes económicos que emplea en estos contextos. Las amenazas tecnológicas se hallan siempre latentes.
Hackeo de sumas acumuladas en las billeteras[41].

En tercer lugar, la observancia de las leyes, principalmente, internacionales, en orden a que la contratación
electrónica y sus efectos: recaudos de capacidad, legitimación, forma, etc., y, especialmente, cumplimiento de
obligaciones, etc. En relación con los criptoactivos, el BCRA advierte que "Los saldos registrados en billeteras
virtuales de criptoactivos no cuentan con seguro de depósito ni con las salvaguardas que la regulación vigente
provee a las personas usuarias de servicios financieros. En la actualidad no existen en Argentina criptoactivos ni
tokens cuya adquisición o tenencia puedan beneficiarse de ninguna de las garantías previstas por la normativa
para los servicios bancarios o de inversión". No ocurre lo mismo con el dinero electrónico con soporte
bancario[42].

En cuarto lugar, la diagramación de remedios contractuales eficaces para la tutela del contrato de consumo,
frente a la volatilidad de los mercados y otros riesgos.

En quinto lugar, la transparencia de información, así como de la publicidad.

Frente a estos riesgos y vicisitudes que pueden experimentar los consumidores de servicios financieros, habrá
que recurrir a los remedios contractuales que el Código Civil y Comercial ofrece, desde la ejecución forzada (arts.
730 y 777, CCC), pasando por la acción de suspensión o la preventiva de cumplimiento (arts. 1031 y 1032),
hasta la imprevisión contractual (art. 1091), la frustración del fin (art. 1090), la resolución por incumplimiento,
(arts. 1083 y 1084), la acción preventiva (art. 1710), la responsabilidad civil obligacional o aquiliana (art. 1716),
con diversidad de fundamentos (incumplimiento del deber de información, trato digno, seguridad, etc. -arts. 4 a

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10 bis, 40 y concs., Ley 24240-), que permita la tutela del contrato y de la relación consumeril (arts. 966, 1082,
1083 y concs., cód. cit.).

[1] La "Web3" es un "concepto que alude al término acuñado en 2014 por Gavin Wood (fundador de
Ethereum, Polkadot, Kusama y Parity, y asimismo fundador y presidente de la Web3 Foundation), como
la nueva fase de internet consistente en un ecosistema descentralizado basado en blockchain, lo que
viene a solucionar el tema del control sobre internet, gravísima preocupación por los impactos negativos
de los procesos de censura directa e indirecta que hoy día empañan nuestro normal desenvolvimiento
en internet, y no a la Web 3.0, también conocida como web semántica, en la que los usuarios de
internet pueden interactuar por medio de lenguaje natural y acceder a él de forma más sencilla y
comprensible, inteligente, abierta e interconectada" (Faliero, Johanna C., "Web3 y abogacía:
descentralización, integración, accesibilidad y personalización. La transformación del derecho, desde la
blockchain al metavers"; L.L. 2022-E, 77, L.L. Online AR/DOC/2516/2022). Y la reconocida
investigadora de la UBA nos llama la atención acerca de su importancia en nuestra profesión: "La
abogacía debe dar un salto hacia la Web3, porque necesariamente todas las tecnologías que hacen a
esta, entre las que se encuentran la utilización de criptomonedas, tokens, blockchain, NFTs, DAOs,
smart contracts, metaversos, etc., van a traer problemas desde lo legal cuya resolución caerá en
nuestras manos, y porque nuestro ejercicio se verá también transfigurado y remodelado por estas, así
como nuestros propios despachos".

[2] Larenz, Karl, Derecho de Obligaciones, tr. J. Santos Briz, Revista de Derecho Privado, Madrid, 1958,
pp. 13-14 y 174, n. 1 y 13. Saux, Edgardo I., "Incidencia del fenómeno de la globalización y la
constitucionalización en la regulación de los contratos en el Código Civil y Comercial argentino", Revista
crítica de Derecho Privado, n. 13, Montevideo, 2016, pp. 625-668. Veltani, Juan D., Aspectos jurídicos
de las aplicaciones de plataformas, Thomson Reuters - L.L., Bs. As., 2020, p. 1. Rodríguez Olmos,
Javier M., "La interpretación de los contratos con el consumidor: elementos para la contextualización de
la problemática (Primera parte)", Revista de Derecho Privado, Nº 24, enero-junio, 2013, 153. Bauman,
Zygmunt, "The self in a consumer Society", en The Hedgehog Review, 1999, p. 28; ídem, Vida de
consumo, tr. M. Rosenberg y J. Arrambide, FCE, Madrid, 2007, pp. 18 y ss., 79-81 y 135.

[3] Galdós, Jorge Mario - Valicenti, Ezequiel, "Aproximaciones a la responsabilidad civil de las plataformas
de comercialización y de la economía colaborativa - Primera parte", Rubinzal Online,
www.rubinzalonline.com.ar, RC D 226/2023.

[4] Lorenzetti, Ricardo L., Las normas fundamentales de Derecho Privado, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe,
1995, p. 51 y ss. Pérez Bustamante, Laura, "El derecho de acceso al consumo en el Anteproyecto de
Ley de Defensa del Consumidor", en Santarelli, Fulvio G. - Chamatropulos, Demetrio A. (dirs.),
Comentarios al Anteproyecto de Ley de Defensa del Consumidor. Homenaje a Rubén S. Stiglitz,
Suplemento Especial, marzo 2019, Thomson Reuters - L.L., Bs. As., 2019, p. 131.

[5] Stiglitz, Rubén S. - Stiglitz, Gabriel A., Derecho y defensa del consumidor, La Rocca, Bs. As., 1994, p.
41. Lorenzetti, Ricardo L., Normas fundamentales de Derecho Privado, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe,
1995, pp. 51-53 y 71-72.

[6] Santarelli, Fulvio G. - Chamatropulos, Demetrio A. (dirs.), Comentarios al Anteproyecto de Ley de


Defensa del Consumidor. Homenaje a Rubén S. Stiglitz, Suplemento Especial, marzo 2019, Thomson
Reuters - L.L., Bs. As., 2019, p. 5.

[7] Mosset Iturraspe, Jorge, Contratos, ed. sctual., Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1998, pp. 360-380 y
385-395. Stiglitz, Rubén S., Contratos civiles y comerciales. Parte general, 3ª ed., Thomson Reuters-
L.L., Bs. As., 2015, T. II, pp. 97-120. Pizarro, Ramón D. - Vallespinos, Carlos G., Instituciones de
Derecho Privado. Obligaciones, Hammurabi, Bs. As., 1999, T. 2, pp. 55-60, 193-204, 264-268, 283-309,
447-604 y 476-522; id., Tratado de Obligaciones, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2017, T. II, p. 8 y ss.
Compagnucci de Caso, Rubén H., Manual de obligaciones, Astrea, Bs. As., 1997, p. 249; id., Derecho
de las obligaciones, Thomson Reuters - L.L., Bs. As., 2018, pp. 140-141. Negri, Nicolás J.,

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Responsabilidad civil contractual. Parte general, Astrea, Bs. As., 2017, T. 1, p. 237. Ossola, Federico A.,
Obligaciones, Abeledo-Perrot, Bs. As., 2016, pp. 553-554. Llamas Pombo, Eugenio, "Los remedios del
acreedor frente a la lesión del derecho de crédito", en Soto Coaguila, Carlos A. [coord.], Teoría general
de los contratos: homenaje al profesor Dr. Ricardo Luis Lorenzetti, L.L., Bs. As., 2012, T. II, pp. 1233 y
ss.

[8] Hoy en día las aplicaciones son empleadas, mayormente, a través de teléfonos móviles, que ya son
-casi todos- smartphones (Chamatropulos, Demetrio A., "Responsabilidad jurídica por fallas masivas en
los Smartphones", L.L. Online AR/DOC/5648/2011, Sup. Act. 15/11/2011, 1 DJ 01/02/2012, 1).

[9] Bielli, Gastón E. - Ordóñez, Carlos J. - Quadri, Gabriel H. (dirs.), Tratado de la prueba electrónica,
Thomson Reuters - .L.L., Bs. As., 2021, T. I, p. 621 y ss.

[10] Véase la sección 6.4 de la circular 4609 del BCRA, donde se aborda la "Operatoria y control de los
trámites por medio de Internet (e-banking)" (cfr. Tobías, José W., "Los derechos personalísimos, los
avances científicos y las nuevas tecnologías", en AAVV, Las nuevas tecnologías y el derecho, Academia
Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Buenos Aires. Instituto de Derecho Civil, José W. Tobías
-dir.- Bs. As., L.L., 2020, p. 4; Gerscovich, Carlos G., Tratado de Derecho Económico Bancario Público y
Privado, L.L., Bs. As., 2013, T. II, p. 168 y ss.; Calderón, Maximiliano, R., Contratos. Parte especial,
Thomson Reuters - L.L., Bs. As., 2022, n. 13.3.2.5.).

[11] Castillejo Arias, Víctor A., "Régimen de responsabilidad civil de las exchanges de criptomonedas",
RCCyC, 2020, agosto, p. 139 y ss., L.L. Online AR/DOC/1758/2020. Santamaría, María M.,
"Responsabilidad civil de los exchanges de criptomonedas (CEX y DEX)", L.L. Online
AR/DOC/2502/2022.

[12] Acerca de los páginas y sitios web, cfr. Lorenzetti, Ricardo L., Comercio electrónico, Abeledo-Perrot,
Bs. As., 2001, p. 202. Bielli, Gastón E. - Ordoñez, Carlos J., Contratos electrónicos, Thomson Reuters -
L.L., Bs. As., 2020, T. II, cap. XVI, n. I. Heredia Querro, Sebastián, Smart contracts: qué son, para qué
sirven y para qué no sirven, IJ Editores, Bs. As., 2020, pp. 477-478 y 517-; y en cuanto a las
plataformas, cfr. Srnicek, Nick, Capitalismo de plataformas, tr. A. Giacometti, Caja Negra, Bs. As., 2018,
p. 45 y ss. En cuanto a la economía colaborativa, cfr. Silvestre, Norma O. - WIERZBA, Sandra M.,
"Economía colaborativa: concepto, regulación y responsabilidad civil", en AAVV, Las nuevas tecnologías
y el derecho, Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Buenos Aires. Instituto de Derecho
Civil, José W. Tobías -dir.-, Bs. A., L.L., 2020, p. 203 y ss. Acerca de las redes sociales, cfr. Molina
Quiroga, Eduardo, "Redes sociales, derechos personalísimos y la libertad de expresión", L.L.
2017-D-590. Galdós, Jorge M., "La prevención del daño en las nuevas tecnologías La tutela preventiva
en las redes sociales", en AAVV, Las nuevas tecnologías y el derecho, Academia Nacional de Derecho
y Ciencias Sociales de Buenos Aires. Instituto de Derecho Civil, José W. Tobías -dir.-, Bs. As., L.L.,
2020, p. 126 y ss.

[13] Tscheider, Vanina G., Derecho & criptoactivos, Thomson Reuters - L.L., Bs. As., 2020, p. 1., en cuanto
al uso de terminología "criptoactivos".

[14] Silvestre, Norma O. - Wierzba, Sandra M., "Economía colaborativa: concepto, regulación y
responsabilidad civil", AAVV, Las nuevas tecnologías y el derecho, Academia Nacional de Derecho y
Ciencias Sociales de Buenos Aires. Instituto de Derecho Civil, José W. Tobías -dir.-, Bs. As., L.L., 2020,
p. 203, también en L.L. Online AR/DOC/3473/2020.

[15] Méndez Sierra, Eduardo C., Obligaciones dinerarias, El Derecho, Bs. As., 2016, p. 7.

[16] Etcheverry, Raúl A. - Illescas Ortiz, Rafael, Comercio electrónico: estructura operativa y jurídica,
Hammurabi, Bs. As., 2010, p. 364. Tambussi, Carlos E., "Decisiones judiciales referidas al comercio
electrónico en la Argentina desde el derecho de consumidores y usuarios", Lex, N° 22, año XVI, 2018-II;
ídem, "Sobre las plataformas de comercio electrónico y el derecho sancionatorio en materia de
consumo", Erreius, Temas de Derecho Comercial, Empresarial y del Consumidor (agosto/2018), cita
digital IUSDC286065A; ídem, "Relación de consumo y responsabilidad objetiva entre los usuarios de las

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plataformas de venta y el proveedor del servicio", L.L., 2018-C-101. Tambussi, Carlos E. - Córdoba,
Lucrecia, "Y los libres mercados responden (A propósito de los sitios de compraventa en Internet)",
Microjuris (21/12/2012): MJ-DOC6121-ARMJD6121).

[17] González Rossi, Alejandro - Mastromarino, Pablo - Zocaro, Marcos, "Pago de honorarios profesionales
con criptomonedas", L.L. 29/08/2022, p. 17. González Rossi, Alejandro - Mastromarino, Pablo, "Pago de
salarios con criptomonedas (bitcoin)", DT 2021 (julio), p. 5; ídem, "Aportes a algunas iniciativas
legislativas de pago de salarios con criptomonedas", L.L. 11/05/2022, p. 1.

[18] Hoy en día la idea de mercado aplica también a las exchanges, porque constituyen verdaderos
"marketplaces" y "market makers" de criptomonedas ("cryptomarket", cfr. Heredia Querro, Sebastián,
Smart contracts: qué son, para qué sirven y para qué no sirven, IJ Editores, Bs. As., 2020, p. 68). Estas
plataformas se hallan en auge y constituyen una suerte de "casas de cambio" (de criptoactivos), por
cuanto cumple el rol de intermediarias entre tenedores de diversos tokens (entre un oferente y un
demandante), aunque también fijan la cotización de los criptoactivos, y, además, la función de "gate
keepers", es decir, la función de contralor de los usuarios que pueden acceder a las plataformas: "cada
exchange decide qué tokens pueden ser listados para su intercambio y qué tokens no, quién puede
acceder a dicho market place y quién no. Esto atenta o debate directamente con los principios
fundamentales e inspiraciones de la tecnología blockchain y la de la descentralización" (Santamaría,
María M., "Responsabilidad civil de los exchanges de criptomonedas (CEX y DEX)", L.L. Online
AR/DOC/2502/2022; véase también Castillejo Arias, Víctor A., "Régimen de responsabilidad civil de las
exchanges de criptomonedas", RCCyC, 2020, agosto, p. 139 y ss., L.L. Online AR/DOC/1758/2020.
Santamaría, Gilberto L. - Gómez de La Lastra, Manuel, Fideicomiso, 3ª ed., Thomson Reuters - L.L., Bs.
As., 2021, p. 573 y ss.).

[19] Tscheider, Vanina G., Derecho & criptoactivos, Thomson Reuters - L.L., Bs. As., 2020, p. 2, n. 2.

[20] Cosola, Sebastián J. - Schmidt, Walter C., El derecho y la tecnología, Thomson Reuters - L.L., Bs. As.,
2021, T. II, pp. 59-62.

[21] Fiduciario proviene del latín fiducia, cuya raíz etimológica proviene de la palaba fides que significa fe o
confianza (Tscheider, Vanina G., Derecho & criptoactivos, Thomson Reuters - L.L., Bs. As., 2020, p. 28.
cfr. vos "fides", en Nicoliello, Nelson, Diccionario del Latín Jurídico, Bdef, Bs. As., 2004, p. 101). Por ello
se dice que la moneda o el dinero es fiduciario, porque su valor está dado por la confianza. En el "papel
moneda" la confianza que se le dispensa reposa en la fe que merezca el Estado emisor (Cazeaux,
Pedro N. - Trigo Represas, Félix A., Derecho de las Obligaciones, 4ª ed., L.L., Bs. As., 2010, T. II, p.
185, n. 721).

[22] Cazeaux, Pedro N. - Trigo Represas, Félix A., Derecho de las Obligaciones, 4ª ed., L.L., Bs. As., 2010,
T. II, p. 185, n. 721.

[23] La moneda necesita tanto una "regulación normativa" (en el caso de las criptomonedas, por la voluntad
de los particulares: autonomía privada) como un "consensus social", esto es, que una determinada
comunidad o grupo humano le otorgue su confianza y lo admita en general su vigencia (Díez-Picazo,
Luis, Fundamentos del Derecho Civil Patrimonial, 6ª ed., Thomson - Civitas, Pamplona, 2008, T. II, p.
291).

[24] Las Exchanges son plataformas digitales que permiten el intercambio de criptomonedas por dinero
(generalmente, dinero bancario o electrónico) o por otros criptoactivos (Tscheider, Vanina G., Derecho &
criptoactivos, Thomson Reuters - L.L., Bs. As., 2020, p. 36 y ss. Santamaría, María M.,
"Responsabilidad civil de los exchanges de criptomonedas [CEX y DEX]", L.L. Online
AR/DOC/2502/2022. De Las Morenas, Gabriel, "La obligación de transferir criptomoneda. Nuevas
dudas, algunas respuestas", L.L. Online AR/DOC/2503/2022).

[25] Tscheider, Vanina G., Derecho & criptoactivos, Thomson Reuters - L.L., Bs. As., 2020, pp. 28 y ss. y 36
y ss. En los Estados Unidos, el IRS (Internal Revenue Service, o la Hacienda) las definió del siguiente
modo: "Una criptomoneda es una representación digital de valor que funciona como un medio de

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intercambio, una unidad de cuenta y/o un depósito de valor. En algunos entornos, funciona como
moneda "real" (es decir, la moneda y el papel moneda de los Estados Unidos o de cualquier otro país
designado como moneda de curso legal, circula y se usa y acepta habitualmente como medio de
cambio en los Estados Unidos), pero no tiene estatus de moneda de curso legal en los EE.UU. Una
criptomoneda es un tipo de moneda virtual que utiliza criptografía para validar y asegurar transacciones
que se registran digitalmente en un libro mayor distribuido, como una cadena de bloques" (Santamaría,
María M., "Responsabilidad civil de los exchanges de criptomonedas [CEX y DEX]", L.L. Online
AR/DOC/2502/2022). En nuestro país, una destacada jurista sostiene que las criptomonedas
representan una moneda de carácter digital, de tecnología peer-to-peer, descentralizada y cuya
circulación se basa en la utilización de técnicas criptográficas de diversa especie, que permiten
asegurar y garantizar las transacciones realizadas con ellas, validarlas y a su vez, generarlas o
emitirlas; y enumera a las siguientes: el Bitcoin (BTC), Litecoin (LTC), Peercoin (PPC), Quarkcoin
(QRK), Namecoin (NMC), WorldCoin (WDC), Megacoin (MEC), ProtoShares (PTS), Primecoin (XPM),
Zetacoin (ZET), Novacoin (NVC); a las que podemos sumar Ripple, Dogecoin, Ixcoin, BBQCoin,
PPCoin, Terracoin, Bytecoin, Mincoin, Feathercoin, Smallchange, Chinacoin, Bitbar, Junkcoin, YACoin,
Phenixcoin, Royalcoin, Franjo, Powercoin, Elacoin, Goldcoin, Bitgem, Copperlark, Nibble, Digitalcoin,
Luckycoin, Memecoin, Americancoin, Fastcoin, Hypercoin, EZcoin, Noirbits, Stablecoin, Craftcoin,
Onecoin, Bottlecaps, Primecoin, Cloudcoin, etc. (Faliero, Johanna C., "E-lavado de activos: aristas y
perspectivas", JA 2017-II-1221; L.L. Online AR/DOC/3569/2017).

[26] Compagnucci De Caso, Rubén H., "Firma y firma digital", en AAVV, Las nuevas tecnologías y el
derecho, Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Buenos Aires. Instituto de Derecho
Civil, José W. Tobías -dir.-, Bs. Aa., L.L., 2020, pp. 191-202. Heredia Querro, Sebastián, Smart
contracts: qué son, para qué sirven y para qué no sirven, IJ Editores, Bs. As., 2020, pp. 24-27 y
339-346. Mora, Santiago J., "Monedas virtuales. Una aproximación al Bitcoin", L.L., 2016-A-717.

[27] Erasmo Lomaquiz, Santiago, "Las monedas virtuales en el Derecho argentino. Los bitcoins", L.L. Online
AR/DOC/4070/2015. Chomczyk, Andrés - Palazzi, Pablo A., "Primer caso argentino de apropiación de
criptomonedas", L.L. Online AR/DOC/833/2019. Rubin, Miguel, "Las criptomonedas vistas desde el
derecho", ED 283, 7/6/2019. Hillar Puxeddu, N. Alejandro, "El régimen legal, de la moneda digital, los
tokens y la tokenización de activos", L.L. Online AR/DOC/1260/2021. Saravia Frías, Bernardo,
"Criptomonedas: una transformación institucional", L.L. Online AR/DOC/ 2622/2021. De Las Morenas,
Gabriel, "La obligación de transferir criptomoneda. Nuevas dudas, algunas respuestas", L.L. Online
AR/DOC/2503/2022.

[28] Mora, Santiago J., "Monedas virtuales. Una aproximación al Bitcoin", L.L., 2016-A-717. Tobías, José H.,
comentario a los arts. 15 y 16, en Alterini, Jorge H. (dir.) - Alterini, Ignacio E. (coord.), Código Civil
Comentado. Tratado Exegético, 3ª ed., L.L., Bs. As., 2019, T. I, pp. 142-144. Heredia, Pablo D.,
comentario al art. 16, en Heredia, Pablo D. - Calvo Costa, Carlos A. -dirs.-, Código Civil y Comercial.
Comentado y Anotado, L.L., Bs. As., 2022, T. I, p. 259. Cfr. Bonet Correa, José, "El dinero como bien
jurídico", en AAVV, Estudios de Derecho Civil en honor al profesor Castán Tobeñas, Madrid, 1969, T. 4,
pp. 87-143.

[29] Bielli, Gastón E. - Ordóñez, Carlos J., "Introducción: los criptoactivos como bienes y su inclusión en la
sucesión", L.L. diario 27/06/2023, p. 3.

[30] Favier Dubois, Eduardo M., "'Economía de plataformas' y derecho comercial. Panorama y desafíos",
L.L. Online AR/DOC/1392/2023. La plataforma digital es, básicamente, un portal de internet o cibersitio
que sirve para almacenar y procesar diferentes tipos de información tanto personal como a nivel de
negocios.

[31] Castiglione, Fernando G., "Hacia una nueva era de crowdfunding mediante la utilización de blockchain",
L.L. Online AR/DOC/2833/2022.

[32] Actualmente podemos también encontrar plataformas financieras enfocadas solamente -y de manera
más especializada- en crowdfunding. En inversión que van desde las tradicionales hasta las
criptomonedas, en pagos (como lo es PayPal), bancarias (ya sea que se enfoquen a una banca

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personal o empresarial), entre otros.

[33] Las Exchanges de criptomonedas, incluidas aquellas que se dedican únicamente al comercio de bitcoin,
funcionan de manera similar a las casas de cambio tradicionales. En el caso de las Exchanges, se
tratan en su mayoría de plataformas digitales que fungen como intermediarios. En ellas, existen distintas
opciones para que los usuarios compren con monedas locales criptomonedas (o viceversa), lo único
que necesitan es tener capital y, en algunos casos, estar debidamente identificado. Por el servicio que
prestan, la plataforma cobra una comisión. Pero además de casas de cambio, las Exchanges tienen
características similares a los bancos. Por ejemplo, algunas de estas empresas ofrecen la posibilidad de
resguardar/administrar los fondos de los usuarios. Asimismo, pueden brindar servicios de préstamo y
cuentas de ahorro para generar pasivos.

[34] https://www.bcra.gob.ar/MediosPago/Politica_Pagos.asp (Consultado el 17/07/2023). Incentivar la


utilización masiva de medios de pago electrónico, dice el BCRA, ayuda a obstaculizar el crimen
organizado, el narcotráfico y el lavado de dinero, así como a formalizar la economía, lo que permite
cargas tributarias más parejas y moderadas.

[35] https://www.bcra.gob.ar/SistemasFinancierosYdePagos/Proveedores-servicios-de-billeteras-digitales-
Interoperables.asp. (Consultado el 17/07/2023).

[36] Rivera, Julio C., comentario al art. 1073, en Rivera, Julio C. - Medina, Graciela -dirs.-, Código Civil y
Comercial de la Nación Comentado, 2ª ed., L.L., Buenos Aires, 2023, T. III, p. 975. Santarelli, Fulvio G. -
Méndez Acosta, Segundo J., Fuentes de las Obligaciones, L.L., Buenos Aires, 2022, T. I, pp. 359-367.
Esper, Mariano, Manual de contratos civiles y comerciales. Parte especial, Abeledo-Perrot, Buenos
Aires, 2011, pp. 1002-1003. Cfr. Lorenzetti, Ricardo L., Tratado de los Contratos. Parte especial,
Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2021, T. III, p. 435. Paolantonio, Martín E., Régimen legal de la tarjeta de
crédito. Ley 25065, Rubinzal-Culzoni, Buenos Aires, 1999, p. 14.

[37] Danesi, Cecilia C. - Baricco Prats, Macarena, "Reflexiones sobre los derechos del consumidor y el uso
de ia en plataformas virtuales: convivencia y contradicciones", RCCyC 2022, septiembre-octubre, 227;
L.L. Online AR/DOC/2336/2022.

[38] La prevención de adicciones, en especial en materia de trading, es un tema pendiente en cuanto a la


salud psicofísica de los usuarios, especialmente, cuando se trata de las personas que encuadran en la
categoría de "hipervulnerables".

[39] https://www.bcra.gob.ar/Noticias/alerta-sobre-riesgos-implicanciascriptoactivos.asp
y https://www.bcra.gob.ar/PublicacionesEstadisticas/Advertencia-sobre-criptoactivos.asp. (Consultados
el 17/07/2023.

[40] https://www.bcra.gob.ar/Noticias/BCRA-desalienta-oferta-criptoactivos-sistema-financiero.asp.
(Consultado el 17/07/2023).

[41] El BCRA advierte que "Las plataformas de intercambio, negociación y custodia de criptoactivos podrían
enfrentar disrupciones operacionales (p. ej., interrupciones en la continuidad de los servicios o fallas de
sistema) durante las cuales las personas usuarias pueden no tener acceso a sus tenencias y, como
resultado no poder realizar operaciones, situación que podría reflejarse en pérdidas económicas. Más
aún, dichas plataformas pueden ser objeto de ciberataques que impliquen la pérdida o robo de las
claves de acceso de las personas usuarias, lo cual podría suponer la pérdida de los criptoactivos -y en
consecuencia la totalidad del capital invertido- sin posibilidad de recuperarlos".

[42] La Ley 24485 prevé un sistema de seguro de garantía para los depósitos bancarios por medio del cual
se procura -en última instancia- alentar los depósitos bancarios, que han sido en todas las épocas el
motor del crédito y han posibilitado mantener vigentes tasas activas por los préstamos bancarios que no
resulten excesivamente onerosas a las empresas productivas. Sin embargo, en rigor de verdad no se
trata de una tutela dirigida a proteger un interés individual (para el cliente en cuestión, sobre todo si se
considera el monto asegurado en Argentina, el cual no resulta muy significativo, como también sucede

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en otros sistemas bancarios del mundo; un caso reciente y paradigmático en la materia lo constituye el
"Sillicon Valley Bank"), sino también del mercado bancario, por el interés general que se halla en juego,
en orden a la confianza general de la población (Villegas, Carlos G., Compendio jurídico, técnico y
práctico de la actividad bancaria, Depalma, Buenos Aires, 1989, T. I, p. 494, n. 4. Lassere Capdeville,
Jérôme, Droit bancaire, 3ª ed., Dalloz, París, 2021, p. 2, n. 2. The Economist, "What really went wrong at
Silicon Valley Bank", 13/03/2023).

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