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SISTEMA LINFÁTICO
El sistema linfático es el tercer sistema circulatorio, se halla
distribuido en todo el organismo con excepción de el sistema
nervioso central, la córnea, el cristalino, el cartílago y la cortical
ósea. Presenta una función inmunológica llevada a cabo por los
órganos linfáticos primarios y secundarios, y una función
circulatoria caracterizada por el transporte del líquido reabsorbido
en el espacio intersticial (linfa) y coadyuvar en la función digestiva
recogiendo el quilo de las vísceras intestinales.
La linfa es un líquido similar a la sangre, pero sin glóbulos rojos
que se forma a nivel de la unidad microcirculatoria terminal,
específicamente en la zona de unión vénula-capilar. El quilo es
linfa que presenta, sobre todo luego de la ingesta de alimentos, un
aspecto opaco y de color lechoso por la presencia de quilomicrones
procedentes de la dieta.
Este sistema anatómica y funcionalmente se divide en: corrientes
linfáticas, ganglios linfáticos y linfa.
Las corrientes linfáticas se inician a nivel de la unidad
microcirculatoria terminal, como capilares linfáticos (Fig. 1) que
se anastomosan a modo de “dedos de guante” para formar plexos
que se transformaran en los colectores preganglionares. Estos
últimos se dirigen a los nódulos linfáticos, drenan en estos, y de los
mismos emergen los colectores postganglionares que desembocan
en los troncos linfáticos, los cuales tienen mayor calibre, y
finalmente estos desembocan en los conductos linfáticos para
Autor: Colombo, Axel.
Colaboradores: Trofa, Valeria.
Fig. 4. Representación del drenaje linfático de ambos conductos linfáticos. (Gray’s Atlas of
Anatomy)
Autor: Colombo, Axel.
Colaboradores: Trofa, Valeria.
Corrientes posteriores:
Estas se dividen en radial posterior (posterolateral) y cubital
posterior (posteromedial).
La corriente radial posterior se inicia en el extremo distal de la cara
dorsal de los dedos hasta el pliegue del codo, drena la linfa de la
piel de los cinco dedos, de la piel de la región dorsal de la mano y
la región posterolateral del antebrazo. Contribuye a la formación
de los subpedículos anterior (bicipital) y lateral (cefálica).
La corriente cubital posterior se inicia en el extremo proximal de la
cara dorsal de los dedos y termina en el pliegue del codo, se une
previamente en el tercio inferior del antebrazo a la corriente cubital
anterior, drena la linfa sobre todo de la piel de la región
posteromedial del antebrazo. Contribuye a la formación de los
subpedículos anterior (bicipital) y medial (basílica).
Fig. 5. (Izq) Se señala las corrientes cubital anterior (1) y radial anterior (2). (Ciucci, J. L.)
Fig. 6. (Der) Se señalan las corrientes cubital posterior (1) y radial posterior (2). (Ciucci, J. L.)
Autor: Colombo, Axel.
Colaboradores: Trofa, Valeria.
Corrientes terminales:
Estas se dividen en tres corrientes, anterior (bicipital), medial
(basílica) y lateral (cefálica) que nacen en la fosa del codo y
discurren por el brazo.
La corriente anterior se extiende desde la fosa del codo hasta la
axila, al llegar a la base de la axila perfora la fascia profunda y
desemboca en los nódulos linfáticos axilares. En su trayecto se
ubica un nódulo linfático en el tercio superior del brazo.
La corriente medial se extiende desde la fosa del codo hasta la
axila, presenta dos variantes en su trayecto, la primer variante es
siguiendo a la vena basílica, penetrando con ella la fascia profunda
alcanzando a la corriente humeral profunda, para finalmente
desembocar en los nódulos linfáticos axilares. La segunda variante
es en la cual la corriente medial discurre por la fascia profunda (sin
perforarla) hasta la base de la axila, donde atraviesa esta fascia y
desemboca en los nódulos linfáticos axilares.
La corriente lateral se extiende desde la fosa del codo hasta la axila
o la región supraclavicular, presenta tres variantes en su trayecto,
estas tienen en común el trayecto de la corriente lateral siguiendo a
la vena cefálica del brazo hasta el surco deltopectoral, en este punto
se describen las tres variantes que son:
La primera, donde la corriente lateral se separa de la vena cefálica
para desembocar en los nódulos linfáticos axilares.
La segunda, donde la corriente lateral pasa por delante de la
clavícula y llega a la región supraclavicular donde desemboca en
los nódulos linfáticos de la cadena cervical transversa (que están
situados en el trayecto de la arteria transversa del cuello).
La tercera, la corriente lateral se divide en dos colectores: uno sigue
a la vena cefálica y desemboca en los nódulos linfáticos axilares y
otro cruza la cara anterior de la clavícula y llega a la región
supraclavicular para desembocar en los nódulos linfáticos de la
cadena cervical transversa.
Autor: Colombo, Axel.
Colaboradores: Trofa, Valeria.
Fig. 7. Se señalan las corrientes terminales lateral (1), anterior (2) y medial (3). (Ciucci, J. L.)
Fig. 8. (Izq) Se representa el drenaje linfático de las corrientes radial anterior (verde), cubital anterior
(azul), cefálica (rojo), bicipital (violeta) y basílica (naranja). (Netter, F.)
Fig. 9. (Der) Se representa el drenaje linfático de las corrientes radial posterior (verde), cubital posterior
(azul), posterolateral (rojo), escapular posterior (amarillo) y posteromedial (violeta). (Netter, F)
Corrientes anteriores:
Son tres, radial, cubital e interósea anterior.
La corriente radial o lateral se inicia en la raíz de los dedos y
acompaña el trayecto de los vasos colaterales de los dedos para
unirse a los vasos digitales interóseos palmares y alcanzar mediante
estos los arcos palmares superficial y profundo. Luego sigue el
trayecto de la arteria radial hasta su nacimiento, donde finalmente
la corriente radial contribuye a formar la corriente humeral. Drena
la linfa de los huesos, músculos y articulaciones de los tres
primeros dedos y de los músculos de la región anterolateral del
antebrazo y de la región tenar.
Autor: Colombo, Axel.
Colaboradores: Trofa, Valeria.
Corriente posterior:
La corriente interósea posterior se origina en el sistema ósteo
articular de la cara posterior de la mano y de los músculos
profundos del antebrazo (segundo plano del compartimiento
posterior), discurre con la arteria interósea posterior hasta su
nacimiento, se une finalmente con la corriente interósea anterior y
contribuye a formar la corriente humeral. Drena la linfa de las
regiones por las cuales discurre.
Fig. 10. Se representa las corrientes radial (1), cubital (2), interósea anterior (3) y humeral
común profunda (4). (Ciucci, J.L.)
Fig. 11. Se representa a la corriente interósea posterior (1) y su nódulo linfático (2). (Ciucci,
J.L.)
Autor: Colombo, Axel.
Colaboradores: Trofa, Valeria.
Corrientes derivativas:
Son corrientes linfáticas que no hacen estación ganglionar en la
axila, es decir que no drenan en los nódulos linfáticos de la axila.
Se describen tres:
1) La corriente radio humero cervical [Ciucci, J. L.] se origina en la
corrienta radial superficial, se dirige al canal bicipital medial donde
perfora la fascia profunda y continua su trayecto junto con la
corriente humeral. Discurre por la axila sin hacer estación
ganglionar y finalmente asciende posteriormente a la clavícula para
drenar en la cadena yugular interna.
2) Corriente cefálica [Mascagni, P.] que sigue el trayecto de la vena
del mismo nombre hasta que a la altura de la clavícula se desvía del
trayecto de la vena cefálica para desembocar en la cadena cervical
transversa. Puede desembocar en esta cadena de forma directa, o
de forma indirecta con previa desembocadura en los nódulos
linfáticos clavipectorales.
3) Corriente escapular posterior [Caplan, I.], Discurre por el surco
deltotricipital hasta alcanzar el triángulo de los redondos y drenar
en el nódulo escapular posterior.
La primer corriente derivativa es intraaxilar y las últimas dos son
extraaxilares.
Fig. 12. (Izq) Se señala la corriente radio húmero cervical (1). (Ciucci, J.L.)
Fig. 13. (Der) Se señala la corriente cefálica (1). (Ciucci, J.L.)
Autor: Colombo, Axel.
Colaboradores: Trofa, Valeria.
Fig. 15. Se señalan las cadenas ganglionares basílica (1), cubital superficial (2), y cefálica (6) con sus
diferentes nódulos: bicipital lateral (a), deltobicipital (b), deltopectoral (c) y clavipectoral (d). (Ciucci,
J.L.)
Cadena horizontal:
Se encuentra siguiendo a la vena axilar desde la base de la axila
hasta su vértice, está formada por cuatro cadenas secundarias.
1) Cadena anterior, se encuentra en la cara anterior de la vena
axilar.
2) Cadena superior, se encuentra en el punto de desembocadura
de la vena cefálica sobre la vena axilar.
3) Cadena inferior, es la más constante y se encuentra en la cara
inferior de la vena axilar, en el punto de desembocadura de las
venas subescapular, y torácicas lateral y superior en la vena
axilar.
4) Cadena posterior, se encuentra en la cara posterior de la vena
axilar.
Fig. 16. Se señalan las cadenas horizontal (1), mamaria externa (2), subescapular inferior (3) y torácica
superior (4). (Ciucci, J.L.)
Autor: Colombo, Axel.
Colaboradores: Trofa, Valeria.
Fig. 17. Se señalan las cadenas cubital (1), radial (2), interósea anterior (3) y humeral (4). (Ciucci, J.L.)
Autor: Colombo, Axel.
Colaboradores: Trofa, Valeria.
Fig. 18. Se representa a los diferentes grupos de nódulos linfáticos según H. Rouviére, y con flechas los
drenajes de cada grupo. (Latarjet, M.)
Fig. 19. Se representan los diferentes troncos colectores desembocando en los conductos linfáticos, y la
terminación de estos últimos en el ángulo yugulosubclavio. (Gray’s Atlas of Anatomy)
Autor: Colombo, Axel.
Colaboradores: Trofa, Valeria.
Corrientes superficiales:
Las dividimos en corrientes inferiores y superiores, dentro de las
primeras existen dos:
Corriente anteromedial o safeno interna tibial, nace a partir de
unos vasos colectores provenientes de la esponja linfática
superficial del pie. Sigue el trayecto de la vena safena magna en
toda su extensión, al llegar al nivel de la rodilla la corriente
anteromedial se transforma en la corriente superficial superior
anteromedial. Drena la linfa de las regiones por las cuales discurre.
Corriente posterolateral o safeno posterior o safeno externa,
nace a partir de colectores retrocalcáneos y acompaña el trayecto
de la vena safena menor hasta su desembocadura en la fosa
poplítea, con previa desembocadura en un nódulo linfático
superficial poplíteo [Nódulo intermedio según Casiraghi, J.C.-
Caplan, I.]. Drena la linfa de las regiones por las cuales discurre.
Las corrientes superiores se dividen en cuatro corrientes:
Corriente anteromedial o safeno interna femoral, es la
continuación de la corriente safeno interna tibial. Sigue el trayecto
de la vena safena magna y termina, a nivel del triángulo femoral
[Scarpa] en los nódulos linfáticos inguinales superficiales
inferiores.
Corriente anterolateral, se forma por colectores que ascienden
por la cara anterolateral de la pierna y el muslo, acompañan a la
vena cutánea femoral anterior (dorsal del muslo o gran colateral
externa). Esta corriente se une a la anteriormente mencionada para
desembocar en los nódulos linfáticos inguinales superficiales
inferiores.
Corriente posterolateral, discurre por la región glútea lateral y
posterolateral superior del múslo, drena en los nódulos linfáticos
inguinales superficiales superiores.
Autor: Colombo, Axel.
Colaboradores: Trofa, Valeria.
Fig. 20. Siguiendo a la vena safena magna se ven las corrientes anteromediales inferior y superior.
(Netter, F)
Fig. 21. Siguiendo a la vena safena menor se ve la corriente posterolateral inferior. (Netter, F)
Autor: Colombo, Axel.
Colaboradores: Trofa, Valeria.
Fig. 22. Se representa el drenaje linfático de las corrientes superficiales anteromedial inferior (azul),
posterolateral inferior (verde), anteromedial superior (rojo), anterolateral superior (violeta), posteromedial
superior (naranja), y posterolateral superior (celeste). (Netter, F)
Corrientes profundas:
Siguen a los troncos arteriales y venosos, y se dividen en tres
corrientes.
Corrientes profundas inferiores o tibiales, formada por tres
corrientes:
1) Anterior o tibial anterior que sigue el trayecto de los vasos
tibiales anteriores, hasta el tronco tibioperoneo con previo drenaje
en el nódulo linfático tibial anterior.
2) Posteromedial o tibial posterior, sigue el trayecto de los vasos
tibiales posteriores y se une a la corriente peronea con previo
drenaje en el nódulo linfático tibial posterior. Forma junto con la
corriente peronea y tibial anterior el tronco tibioperoneo.
3) Posterolateral o peronea, siguel el trayecto de los vasos
peroneos, drena su linfa en el nódulo linfático peroneo y se une a
las corrientes anteriormente mencionadas para formar el tronco
tibioperoneo.
Corrientes linfáticas profundas superiores, se encuentran dos
corrientes:
1) Femoral superficial o anteromedial, es continuación de los
colectores postganglionares poplíteos, acompañan a la vena
Autor: Colombo, Axel.
Colaboradores: Trofa, Valeria.
Grupos superiores:
A) Grupo superior lateral o circunflejo ilíaco, sigue a los vasos
circunflejos ilíacos superficiales. Recibe la linfa de las
regiones superficiales externa de la nalga, y la parte
posterolateral de la zona inferior de la pared abdominal.
B) Grupo superior medio o subcutáneo abdominal, sigue a los
vasos epigástricos superficiales (subcutáneos abdominales).
Recibe la linfa de la parte anterior de la pared abdominal
inferior.
C) Grupo superior medial o pudendo externo, sigue a los vasos
pudendos externos superficiales. Recibe la linfa de los
nódulos linfáticos genitales externos, del ano y de la cara
medial de la nalga.
Autor: Colombo, Axel.
Colaboradores: Trofa, Valeria.
Grupos inferiores:
A) Grupo inferomedial o safeno medial, recibe el drenaje de la
corriente anteromedial superior e inferior.
B) Grupo inferolateral, recibe el drenaje de la corriente
anterolateral superior.
C) Grupo presafenico o central, es inconstante y está formado
por un nódulo linfático situado encima del cayado de la
safena magna.
Los nódulos superficiales drenan parcialmente en los
nódulos inguino femorales profundos, y principalmente en
los nódulos ilíacos externos (retrocrural interno).
Finalmente,
la linfa que llega a los nódulos linfáticos externos de los miembros
inferiores mayoritariamente, es drenada por colectores
postganglionares a los nódulos ilíacos primitivos. A partir de estos
parten colectores postganglionares que drenan en los nódulos
linfáticos lumbares, situados alrededor de la aorta abdominal y la
vena cava inferior, y los colectores postganglionares de estos
últimos se agrupan y forman los troncos lumbares derecho e
izquierdo. Que junto con el tronco intestinal forman al conducto
torácico.
Bibliografía:
Casiraghi, J.C. Anatomía del cuerpo humano, funcional y
quirúrgica. Editorial Ursino 1980.
Frank H. Netter, MD. Atlas de Anatomía Humana. Elsevier
Masson. 2015. 6° Edición.
Investigación anatómica del drenaje linfático del miembro
superior. Su importancia en la patología traumatológica. Rev.
Asoc. Arg. Ortop. Y Traumatol., 62(4), 544–571.
Latarjet, M., & Ruiz Liard, A. (2011). Anatomía Humana (4.ª
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Latorre, J., Ciucci, J. L., & Rosendo, A. (2004). Anatomía del
sistema linfático del miembro superior. Anales de Cirugía
Cardíaca Y Vascular, 10(3), 184–198.
Latorre, J., Ciucci, J. L., & Rosendo, A. (2005). Anatomía del
sistema linfático del miembro inferior. Anales De Cirugía
Cardíaca Y Vascular, 11(3), 147–156. Valdra, G. D., Ciucci, J.
L., & Sorocco, J. (1996).
Rouvière, H., & Delmas, A. (2005). Anatomía Humana:
descriptiva, topográfica y funcional (11.ª ed.). Barcelona:
Elsevier.
Testut L, Latarjet M. (1984). Tratado de Anatomía Humana,
Tomo 2 Angiología, Sistema Nervioso Central. Salvat.