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Introducción a la administración

Módulo 1 / unidad N°2: La construcción del conocimiento de la Administración.

La administración como actividad humana se remonta a tiempos tan lejanos como las
primeras civilizaciones. Ya en el Antiguo Egipto se planificaba, organizaba, dirigía y
controlaba el trabajo de grandes obras que hasta el día de hoy admiramos. Sin
embargo, durante la Revolución Industrial se produjeron hechos importantes que
marcaron el inicio de la Administración como disciplina científica. Desde finales del
siglo XIX diversos autores y corrientes teóricas han marcado el desarrollo y los
enfoques para abordar el fenómeno organizacional.

Módulo 1 / unidad N°3: La necesidad de atender al Entorno organizacional.

1. El entorno o contexto organizacional

En apartados anteriores aludíamos al rol de los administradores. Siguiendo con aquel


desarrollo diremos que uno de los pasos a seguir en la planificación, que incumbe a los
administradores, es el análisis ambiental. La finalidad del mismo es determinar la
existencia o no de algún cambio o posibilidad de cambio en el ambiente político - legal,
sociocultural, tecnológico y económico, que afecten indirectamente en los planes de la
organización. Estas variables presentan diferentes grados de control desde la
organización, por lo que es importante estudiarlas para tomar actitudes pro-activas, es
decir, protegerse de algún cambio en este contexto mediato que pueda dañar a la
empresa o estar preparados para aprovechar al máximo alguna oportunidad que el
cambio de variables le ofrezca a la organización.

El entorno o contexto en el que se encuentran insertas las organizaciones, tiene un


altísimo nivel de complejidad, que va en aumento a partir de los continuos desarrollos
e investigaciones que se están realizando. Por ello, es válido preguntarnos, ¿Cómo
podemos hacer para buscar la información necesaria sin perdernos ante tal diversidad
de elementos?

Una forma de abordarlo es distinguiendo que, ese contexto, presenta dos niveles de
análisis diferentes.

 El entorno de acción indirecta o ambiente general o mediato


 El entorno de acción directa o ambiente específico o inmediato

Veamos a continuación en detalle cada uno de ellos:

El entorno de acción indirecta o ambiente general o mediato, se refiere a aquellos


elementos que afectan indirectamente las actividades y los resultados de una
organización. Se incluye todo aquello que está fuera de los límites de la organización,
por ejemplo, variables sociales, económicas, tecnológicas, políticas o también la
globalización. Debe quedar claro que no la afectan en forma directa sino que lo hacen
a través del impacto que provocan sobre aquellas variables que forman el entorno
directamente vinculado con la organización. Por ejemplo: la implantación de un
modelo económico en un país no afecta directamente a las empresas, sino que es
posible que determine ciertas variaciones o características distintivas en el sistema
financiero (Por ejemplo, mayor línea de créditos para un sector productivo o, por el
contrario, puede presentar ausencia de financiamiento) y esta nueva característica de
las entidades financieras será las que provocará modificaciones o variaciones en el
rendimiento o resultado de la organización. Los componentes de este nivel de entorno
no son fácilmente controlables ya que actúan con máxima incertidumbre, lo que torna
difícil predecir su comportamiento, y es complejo lograr identificarlos.

directa o ambiente específico o inmediato, está formado por aquellos componentes


que influyen directamente en el comportamiento de la organización y es sumamente
necesario para que la organización alcance sus metas. Sus componentes se ven
afectados por las variables del entorno general. El ambiente específico de cada
organización es único. A su vez, es más fácil predecir su comportamiento, que en el
nivel de análisis anteriormente mencionado, y es posible ejercer cierto control sobre
sus actores o elementos. El ambiente específico depende del sector en el que la
organización actúe de acuerdo a los productos o servicios que ofrece y a los mercados
a los que sirve. Por ejemplo una cooperativa de servicios públicos que cubre las
necesidades de su comunidad desarrolla su actividad dentro de un sector de energía al
igual que lo hace una empresa de energía provincial, pero varía el mercado al que se
dirigen. Por ello, si bien ambas actúan en el mismo sector, el alcance y composición del
mercado será diferente.

La consideración del entorno es importante para los administradores, porque no todos


los contextos son iguales. Presentarán diferencias en cuanto al grado de
incertidumbre y esta estará condicionada por el grado de cambio y el grado de
complejidad. Si los elementos que forman al entorno cambian con frecuencia, la
organización se encontrará en un ambiente dinámico. Por el contrario, si el cambio es
bajo, se encontrará en un ambiente estable, con modificaciones mínimas o lentas. El
grado de incertidumbre entonces estará asociado con la posibilidad de que se
produzcan cambios y que estos sean difíciles de predecir. La complejidad se refiere al
número de componentes que intervienen en el entorno de la organización y al
conocimiento que esta tenga de sobre ellos. Por ejemplo, cuanto mayor sea el número
de competidores que actúen en su sector, mayor número de proveedores, clientes o
diversidad de agentes gubernamentales, mayor será la complejidad que deberá
atender la organización, generando así mayor incertidumbre.
Veamos qué incluye el análisis del ambiente general, ya que el administrador, de
acuerdo al nivel de la organización en el que se encuentre, se verá impulsado a su
consideración con mayor o menor presión.

Es importante señalar que los administradores de nivel superior juegan un papel


protagónico en el equilibrio de los intereses de los diversos grupos de interés de la
organización, en hacer pronósticos y ajustarse a las tendencias del entorno de acción
indirecta o entorno mediato. Los administradores del nivel medio y operativo deberán
igualmente considerar para el desarrollo de sus funciones algunas de estas variables,
ya que con seguridad afectan y determinan las acciones que se planifican y ejecutan. A
continuación, le proponemos trabajar sobre el último tema que desarrollaremos en
estos contenidos. Se trata de la “Responsabilidad Social y la Ética en las
Organizaciones”.

2. Algunas breves referencias sobre un tema que invita a la reflexión y al debate: La


Responsabilidad Social y la Ética.

Responsabilidad social

Hoy los administradores deben tomar decisiones que incluyen las dimensiones de la
responsabilidad social: los precios, la calidad del producto, la seguridad del servicio, la
conservación del medio ambiente y la relación con los empleados son solo algunos de los
temas más comunes de escuchar.
La responsabilidad social es uno de los términos que más significados o definiciones ha
encontrado: búsqueda exclusiva de ganancias; trabajos voluntarios; compromiso con el
bienestar social general; sensibilidad social, etc. La mayoría de los debates se ha enfocado en
los extremos de este tema. Existe una opinión clásica, según la cual la única responsabilidad
social de las empresas es obtener utilidades y un punto de vista socioeconómico que afirma
que la responsabilidad social de una empresa trasciende la obtención de ganancias e incluye la
protección y mejoramiento del bienestar general de la sociedad. Vamos a profundizar un poco
estas opiniones para poder entenderlas.

El punto de vista clásico

Uno de los precursores de esta opinión es el economista Milton Friedman, quién sostiene que
la mayoría de los administradores no son dueños de las empresas donde trabajan y que, por lo
tanto, su única obligación es rendirle cuenta a los accionistas y dirigir el negocio protegiendo
los intereses de los accionistas. Como el único interés de los accionistas es obtener o
maximizar ganancias, cualquier acción de la organización que no lleve a ese rendimiento
financiero está equivocada.

Además sostiene que cualquier acción de la organización que tenga un “fin social”, debilitará el
mecanismo del mercado, debido a que alguien tiene que pagar por ello. Si se utilizan las
ganancias o dividendos de la organización para pagar por esa redistribución de activos, los que
salen perdiendo son los accionistas. Si se reducen los sueldos para cubrir la redistribución,
pierden los empleados. Si se elevan los precios, pierde el cliente y si el cliente no compra el
producto o servicio por ese aumento, es probable que la empresa no sobreviva con lo cual,
pierden todos los que tengan alguna relación con la organización.

Tal vez, entender este punto de vista es más visible en los pequeños emprendimientos en
donde los costos que genere un acto de responsabilidad social pueden tener mayor incidencia
o mayor notoriedad que en las grandes empresas. Además, en las pequeñas organizaciones, se
utiliza el dinero propio mientras que en las grandes empresas se utiliza el de la corporación
(que en cierta forma es como si fuera ajeno a la persona hasta que se distribuyan dividendos).

Otro tema importante que expone este punto de vista es que existe en mercados competitivos
una fuerte presión para que los fondos de inversión vayan donde encuentran mayores
beneficios y si la organización socialmente responsable no puede trasladar este costo por
motivos sociales a los consumidores y debe absorberlos ella misma, provocará que los fondos
de inversión se retiren gradualmente como consecuencia de la baja del rendimientos.

El punto de vista socioeconómico

Esta opinión sostiene que las expectativas de la sociedad con respecto a los negocios no es la
misma que hace unos años atrás. Afirman que la responsabilidad social de la gerencia
trasciende la obtención de ganancias e incluye la protección y mejoramiento del bienestar
social. Es decir, se incluyen áreas tan diversas como la protección ambiental, protección al
consumidor, apoyo de la educación de las personas que dependen de los empleados de la
empresa, cumplir las regulaciones gubernamentales, contribuir con las organizaciones
comunitarias, dar respuesta a las necesidades de la sociedad en caso de desastre o extrema
pobreza, solo por nombrar algunos ejemplos.

Se considera (bajo la opinión socioeconómica) que el punto de vista clásico tiene una gran falla
temporal, porque si lo que buscan las empresas es maximizar los rendimientos financieros a
largo plazo, deben preocuparse por el bienestar social, porque es lo que la sociedad está
exigiendo hoy en día. Deben proteger el bienestar social no contaminando, no discriminando,
no incurriendo en publicidad engañosa, desempeñando un papel activo en el mejoramiento de
su sociedad, involucrándose y ayudando al sostenimiento de organizaciones benéficas.

Consideran que actualmente el punto de vista clásico resulta insostenible frente a la realidad.
Las empresas que incurren en gastos por cumplir con sus responsabilidades sociales (invertir
en maquinaria y transporte para el desecho de los aceites quemados de motor en un taller)
son bien vistas en su comunidad y hasta puede atraer clientes con esa imagen.

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