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Descubren al primer animal (no humano) capaz de

domesticar a otra especie.


Los humanos somos expertos en domesticar otras especies y nuestro mundo sería
irreconocible sin ello. No habría ciudades, ni supermercados, ni mascotas.

La domesticación es un tipo especial de relación cooperativa, en la que una especie


proporciona un apoyo prolongado a cambio de un recurso predecible.

Aunque los humanos han domesticado varias plantas y animales, estas relaciones son
sorprendentemente raras en otras especies.

Es cierto que algunos insectos (hormigas, escarabajos y termitas, entre otros)


domestican hongos, pero existen pocos ejemplos fuera del mundo de los insectos.

En nuestro estudio, describimos lo que parece ser el primer ejemplo de un vertebrado no


humano que domina a otro animal.

Los peces granjeros

En los arrecifes de coral de la costa de Belice, en Centroamérica, los peces damisela


crean, gestionan y se alimentan de granjas de algas.

Observamos que regularmente tienen “enjambres” de diminutos crustáceos llamados


camarones mísidos flotando sobre sus granjas.

Esto nos pareció inusual, ya que la mayoría de los peces damisela de cultivo ahuyentan
todo lo que se aventura cerca de su granja.

No estábamos seguros de por qué estas especies se asociaban entre sí, así que decidimos
tratar de averiguar qué estaba pasando.

En primer lugar, para comprobar si los camarones mísidos y los peces damisela se
encuentran juntos con regularidad, realizamos una serie de lo que se conoce como
“transectos”.

En otras palabras, realizamos una serie de nados de 30 metros a lo largo del arrecife, y
durante cada uno de ellos registramos cada vez que veíamos camarones mísidos, así
como si estaban cerca de los peces damisela de cría o de otras especies de peces.

Descubrimos que era mucho más probable que estos mísidos se encontraran cerca de
especies de cría, como el pez damisela, que de otras especies.

A continuación, queríamos saber si los mísidos buscan específicamente a sus


compañeros peces damisela.

Así que recogimos camarones mísidos del campo, los llevamos al laboratorio y los
expusimos al agua empapada con diferentes cosas.

Por ejemplo, ¿evitan el olor de un depredador? ¿Se sienten atraídos por el olor de
un pez damisela de cría?

Descubrimos que los camarones mísidos se sentían atraídos por el pez damisela de aleta
larga, repelidos por un depredador e indiferentes hacia un pez que no era de cría, y hacia
la propia granja.
Yo te ayudo, tú me ayudas

Muchos peces se alimentan de camarones mísidos, así que hicimos un experimento para
ver si el pez damisela de aleta larga proporcionaba protección a los mísidos cuando
estaban en la piscifactoría.

Para ello, colocamos camarones mísidos en una bolsa de plástico transparente y


colocamos la bolsa dentro o fuera de la granja.

Descubrimos que cuando se colocaban fuera de la piscifactoría, otros peces intentaban


comerse las gambas místicas.

En el interior de las granjas, los peces que intentaban acercarse a la bolsa eran
ahuyentados por los peces damisela.

Esto sugiere que los mísidos buscan a los peces damisela de aleta larga, ya que éstos
proporcionan a los mísidos protección contra los depredadores.

Queda una pregunta: ¿los camarones mísidos proporcionan un beneficio al pez


damisela de aleta larga?

Dado que los peces damisela se alimentan de las algas que cultivan, pensamos que tal
vez, al flotar por encima de la granja, los desechos de los camarones mísidos podrían
servir de abono.

Para comprobarlo, examinamos la calidad de las algas en las piscifactorías que tenían o
no camarones mísidos.

También examinamos la condición corporal de los peces que tenían o no camarones


místicos en sus granjas.

Descubrimos que las piscifactorías con camarones tenían algas de mayor calidad, y que
los peces de las piscifactorías con camarones mísidos estaban en mejor estado.

Cómo se produce la domesticación

Estos diferentes análisis sugieren que el pez damisela ha domesticado a los camarones
místicos. Los peces damisela proporcionan un refugio seguro y, a cambio, los
camarones mísidos aportan al pez damisela fertilizante para su granja.

Esta relación es importante, ya que, aunque las fantásticas investigaciones han


permitido conocer la historia de la domesticación en nuestros antepasados, estas cosas
ocurrieron en un pasado lejano.

En el pez damisela de aleta larga, podemos observar las primeras etapas de la


domesticación mientras ocurre.

Esto es fascinante porque es muy similar a la serie de acontecimientos propuestos que


condujeron a nuestra domesticación de especies como los pollos, los gatos, los perros y
los cerdos.

Autor: Guillermo Feeney
Investigador Postdoctoral en Ecología Evolutiva, Universidad Griffith… Este
artículo se vuelve a publicar de The Conversation, bajo una licencia Creative Commons.

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