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La obra legislativa de las Cortes tiene como objetivo acabar con el Antiguo
Régimen e instaurar un sistema liberal (en lo político y en lo económico) en España.
Base de toda esa obra destaca la Constitución de Cádiz (1812). Se trata de la primera
Constitución de la España contemporánea y un referente para el liberalismo
decimonónico.
De su contenido podemos destacar los siguientes principios esenciales:
• Soberanía nacional.
• Confesionalidad del Estado, religión católica como la única oficial (se trata de una
cesión a los absolutistas presentes en las Cortes).
• División de poderes: poder legislativo en unas Cortes unicamerales con el rey (que
tiene derecho de veto durante dos años); el poder ejecutivo reside en el rey, que
nombra libremente a sus Secretarios; y el poder judicial reside en los tribunales
establecidos por la ley.
• Se establecen los mismos códigos civil y criminal para todos los ciudadanos,
garantías penales y procesales, así como la abolición de la tortura.
Otras medidas tomadas por las Cortes también irán encaminadas a acabar con el
Antiguo Régimen: supresión de los señoríos jurisdiccionales, abolición de los gremios,
de la Mesta, de la Inquisición... Sin embargo, el retorno de Fernando VII paralizará toda
esta labor.
La Constitución estará vigente entre 1812-1814 (aunque apenas será efectiva por
la guerra); entre 1820 y 1823 (Trienio Liberal); y unos meses en 1836 y 1837 (contexto
de los primeros gobiernos liberales de la regencia de María Cristina).